El ministro de Economía, Axel Kicillof, volvió a responder el fin de semana a las críticas que una parte del empresariado de la UIA hizo a los acuerdos firmados con China. “Si había dudas genuinas, fueron evacuadas”, dijo el funcionario, aunque evaluó que un sector patronal “quiere enfrentar a la UIA con el Gobierno”. En esa línea se manifestó días atrás la presidenta Cristina Fernández, quien vinculó la posición de la entidad fabril con el proyecto político de Techint, principal grupo empresario del país. “Hace un tiempo decían que las inversiones prometidas eran un ‘cuento chino’. Cuando se consiguió lo que decíamos, con las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, el ferrocarril Belgrano Cargas y el swap de monedas por 11 mil millones de dólares, resulta que todo eso no sirve. Es raro que te critiquen porque lo que prometés es bueno pero no lo vas a poder hacer, y que cuando lo hacés, es malo”, respondió Kicillof.
El Gobierno recibió a los dirigentes de la UIA el jueves pasado, después de que la entidad pidiera en reunión de comité directivo una reunión para conocer más detalles sobre los acuerdos con China. Las diferencias políticas de los industriales habían quedado expuestas, porque antes de ese encuentro en la entidad se filtró un documento crítico sobre los acuerdos, sobre el que no todos estaban de acuerdo. Después del mitin con los funcionarios, los ánimos se calmaron. Kicillof dio nuevas precisiones sobre ese intercambio. “La UIA representa un conglomerado de empresas de diferente especialidad, rama y también de diferente orientación política. Sucede que hasta la llegada de Néstor Kirchner, las empresas ponían a los funcionarios, a los ministros de Economía. Eso dejó de pasar”, deslizó Kicillof en referencia a la molestia (ya histórica) con el kirchnerismo por parte de un sector del empresariado que se siente apartado de la gestión.
“En la reunión con los directivos de la UIA estaba presente una parte de la entidad que había elaborado un informe técnico que planteaba ciertas dudas con respecto a los acuerdos firmados con China. Todas esas inquietudes se hicieron públicas, porque era un informe interno, pero misteriosamente llegó a los diarios. Todas esas presunciones eran equivocadas. Las críticas estaban basadas en equivocaciones. Creo que un sector las planteó para enfrentar a la entidad con el Gobierno. Ahora hay elecciones en la UIA, veremos qué línea predomina”, criticó el ministro.
“Si había dudas genuinas, fueron evacuadas. Con respecto a la forma de contratación, les mostramos que es la misma de los acuerdos con Italia y España de 1987 y 1988. Son cláusulas estándar. Pero aparte, la contratación directa sólo aplica cuando la empresa que se contrata es del otro Estado. De hecho, en las represas hubo una licitación en donde ganó una empresa china junto con una empresa nacional”, señaló Kicillof en relación con las críticas por la posibilidad de la “contratación directa”.
Otro punto aludido por los industriales es la mano de obra. Kicillof aseguró que “los acuerdos no cambian ninguna legislación laboral ni migratoria argentina. O sea que una persona extranjera que viene al país a trabajar debe cumplir primero con las leyes de migración, luego con las leyes laborales y en tercer lugar, tienen que estar encuadrados en los convenios específicos según el sector. Este acuerdo no le da prioridad a nadie ni da por tierra la legislación vigente”. “Este gobierno, que tiene tanta preocupación por el empleo y la industrialización, no va a usar un convenio con China para desindustrializar y llenar el país de nuevos trabajadores cuando hay todavía espacio para incorporar trabajadores locales”, cerró Kicillof.
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