Por Luis Bruschtein
Después de la marcha convocada por los fiscales hubo movimientos en tres causas relacionadas con funcionarios del Gobierno, como si fueran su consecuencia. La Justicia reacciona a su manera a una marcha opositora cuyo reclamo no fue el de justicia, sino que la Justicia reemplace lo que no se puede hacer con los votos.
Por lo menos dos de esas causas han tenido origen mediático y una altísima exposición en los medios. Para mucha gente que participó en la marcha, los juicios ni siquiera son necesarios, porque desde sus convicciones políticas ya han condenado a los acusados. Para estas personas, las diferencias políticas son excusas porque están convencidos de que el que piensa diferente es un ladrón. Los medios opositores estimulan esos prejuicios y saturan el ambiente con profusión de información circunstancial sobre esas causas que repiten como un bombardeo.
Es una sociedad donde se han ido acumulando agravios entre simpatizantes de la dictadura que se creían intocables, o dirigentes y funcionarios menemistas que nunca se imaginaron un giro así de la historia que los dejó muy marginados y, en menor medida, de partidos políticos derrotados en elecciones y que siguen aspirando a ganarle al peronismo.
El núcleo duro de los que convocaron a la marcha proviene del riñón de la Justicia menemista como el juez Ricardo Recondo, los fiscales Germán Moldes, Raúl Plee y Ricardo Sáenz y hasta estuvo el ex fiscal Juan Martín Romero Victorica. Estos fiscales expresan varios de esos resentimientos: han respaldado a represores que ahora están presos o han diseñado o aprobado leyes de impunidad que fueron anuladas y Moldes y Plee fueron acusados por familiares de víctimas de la AMIA de entorpecer la causa por encubrimiento que impulsó Cristina Kirchner. Recondo y Sáenz, además, están vinculados al enemigo más encarnizado del Gobierno que es el multimedio Clarín, origen de algunos de estos juicios e incluso difusor de varias filtraciones que sufrió la causa Nisman, cuya investigación está a cargo de una fiscal, cuyo jefe directo es Sáenz. Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli y José María Campagnoli ya tienen un pie más en la política con algunos de los partidos de oposición y realizan méritos para asegurarse un lugar.
Son resentimientos, intereses y actitudes políticas travestidas con una simulación de justicia. Si el reclamo de justicia de la marcha fue expresado por este núcleo de fiscales, entonces el reclamo no fue de justicia, sino que la Justicia reemplace a las elecciones.
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