Por Charlotte McDonald-Gibson y Nathalie Savaricas *
Desde Bruselas y Atenas
Las temperaturas en Atenas cayeron a bajo cero ayer, pero las carpas de los trabajadores desempleados que solían limpiar los edificios estatales aún permanecían instaladas afuera del Ministerio de Finanzas del país como un permanente desafío. Son algunos de los miles que perdieron sus puestos de trabajo como parte de los despidos exigidos por los acreedores internacionales de Grecia para equilibrar las cuentas del país.
A casi 3000 kilómetros de distancia, en Bruselas, el nuevo primer ministro de Grecia llevó su alegato para conseguir un relajamiento de la austeridad a los otros líderes de la Unión Europea (UE), en un intento de forjar un consenso político para un nuevo acuerdo sobre el rescate griego tras el fracaso de las negociaciones de apertura. Alexis Tsipras llegó para su primera cumbre con los líderes de la UE horas después de que su ministro de Finanzas no lograra un gran avance con otros 18 ministros de la Eurozona, a pesar de las siete horas de conversaciones. Ni siquiera podían ponerse de acuerdo sobre los próximos pasos de procedimiento, mientras Grecia intenta renegociar las condiciones de su rescate de 240 mil millones de euros después de la victoria electoral, el mes pasado, del partido de izquierda Syriza.
Pero tanto Tsipras como sus acreedores de la UE estuvieron optimistas al llegar a la cumbre. “Estoy muy seguro de que juntos podremos encontrar una solución mutuamente viable con el fin de curar las heridas de la austeridad, para hacer frente a la crisis humanitaria en toda la UE y poner a Europa de nuevo a la senda del crecimiento y la cohesión social”, dijo Tsipras.
La canciller alemana, Angela Merkel, quien insiste en que Grecia debe atenerse a los términos del rescate y pagar toda su deuda, también dijo que estaba dispuesta a escuchar propuestas griegas, logrando un tono conciliador. “Europa siempre tiene como objetivo encontrar una solución de compromiso, y ése es el éxito de Europa”, dijo. “Alemania está lista para eso. Sin embargo, también hay que decir que la credibilidad de Europa depende, naturalmente, en que respetemos las normas y seamos confiables entre nosotros.”
Antes de la cumbre, los diplomáticos de la UE dijeron que no querían que los líderes se empantanaran en las negociaciones sobre el plan de rescate, prefiriendo dejar las negociaciones a los ministros de Finanzas, que se reunirán nuevamente el lunes. Pero Tsipras tuvo un encuentro con un puñado de sus homólogos por separado, entre ellos David Cameron. Un funcionario británico dijo que Cameron instó a Tsipras a que encontrara una solución con sus socios de la eurozona. “El estancamiento no es la manera de conseguir que se ponga en movimiento la economía de Europa.”
Pero había pocas señales de que los líderes de la UE se moviesen de su insistencia en que Grecia debe primero terminar el programa de rescate acordado con el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Ese programa expira el 28 de febrero, y si Atenas se niega a extender el acuerdo, se le negará la suma final de 7 mil millones de euros, lo que podría llevar a un default del país y una salida de la eurozona.
“El tiempo se acaba”, advirtió el primer ministro finlandés Alexander Stubb. “En los últimos cinco años, hemos hecho todo lo posible para mantener a Grecia en la Eurozona y vamos a seguir haciéndolo, pero los compromisos son compromisos y todos debemos atenernos a ellos. La pelota está en la cancha de los griegos.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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