Bajo una lluvia que por momentos fue torrencial, los manifestantes del 18F llegaron después de las 20 a Plaza de Mayo. Luego de unos minutos de confusión al principio del diluvio, con cientos de personas intentando refugiarse en las entradas de los edificios y las galerías, se desarmó el corralito previsto para los integrantes del poder judicial y empezó la marcha del silencio. Junto a la cabeza de la marcha, que encabezaron los fiscales, estuvo la madre del fiscal, Sara Ganfurkel, la ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, y las dos hijas que tenían en común.Una vez en la plaza, los fiscales se subieron a un palco y se hizo un minuto de silencio. Al final, se cantó un improvisado himno nacional. De a poco, la gente fue desconcentrando.
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