martes, 23 de diciembre de 2014

Y LA HECATOME ECONOMICA?

Hubo furor por las rebajas de Navidad y hoy seguirán hasta la madrugada

Las compras de último momento.Ayer hubo una “matiné” de descuentos. Y hoy a las 18 arrancan las promo de la Noche de los Shoppings.

Habría que derribar algunos esteotipos: que el varón no soporta acompañar a las mujeres a los shoppings, que los chicos se aburren en las librerías y que ellas no se animan a la compra tecnológica. También podríamos cuestionar los precios de algunos objetos: jeans que superan los $ 1.200, juguetes para bebés que arrancan en $ 500, zapatillas que podrían hacer correr a quien le cuesta salir a caminar a más de $ 900. En esta Navidad todos compran todo. Y más si hay promociones, rebajas, cuotas sin interés y centros comerciales abiertos hasta las cuatro de la mañana, como sucederá hoy en la Ciudad.
Ayer fue “la matiné” de los shoppings porteños. La propuesta consistió en comprar $ 1.500 o más en productos en un mismo local y así hacerse de un voucher con hasta un 40% de descuento para usarlo hoy a partir de las 18 en otra edición de La Noche de los Shoppings. Este “beneficio” se suma al combo que ofrecen las tarjetas de muchos bancos, con un 25% de ahorro o un 30% para clientes VIP, además de las promociones (dos productos al precio de uno, por ejemplo) que ofrecen las grandes marcas. Además, habrá descuentos especiales de hasta 50%.
¿Precios? Carteras de primera marca a $ 500, remeras y bikinis por $ 400, mallas de hombres, desde $ 350. Hay sandalias de $ 2.000 y naúticos de $ 1.700. En la periferia de los shoppings, la ropa y el calzado cuesta la mitad, por lo que conviene (como siempre) caminar, comparar calidad y recién después, decidir qué llevarse.
“Vine porque me quedaron dos regalitos pendientes. El resto lo compré en noviembre con las ofertas de Internet”, cuenta María Ana, vecina de Recoleta. La señora se refiere al CyberMonday, la última maratón de descuentos online. Dice que lo suyo fue “una compra inteligente”. No es el caso de Rubén y Estela, que tendrían que agregar centímetros a sus brazos para cargar tantas bolsas. “Entre el trabajo y que los chicos estaban terminando la escuela, dejamos todo para último momento. Es cierto que afuera se consigue lo mismo a mejor precio, pero acá está todo junto,”, explican en un pasillo del Alto Palermo.
Comprar a ciegas significa que en un cochecito de bebé quepan más bolsas de regalos que niños, significa llevarse puesto al promotor de Fundación Huésped que intenta (y fracasa) explicarle a la gente de qué se trata la campaña. Comprar a ciegas es revolver pilas de remeras para que la empleada las acomode una y otra vez; es ver vidrieras sin mirar. Otra Navidad tentadora en términos de consumo para que ningún arbolito quede vacío.

clarin dixit.

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