Ricardo Tasquer es el responsable del blog Los huevos y las ideas. Su mirada sobre el escenario político nacional, con énfasis en el espacio no kirchnerista.
Por Enrique de la Calle
APU: El kirchnerismo / FPV / PJ parece consolidar su fuerza en el 35 %. Se hacen especulaciones sobre la posibilidad de ganar en primera vuelta, para eso debería sumar por lo menos 5 puntos más. En ese caso, ¿su único rival es el massismo de acá al 2015? Lo digo en relación a que por primera vez desde 2003 el oficialismo no cuenta con la hegemonía indiscutida de la provincia de Buenos Aires.
Ricardo Tasquer: Me parece temprano para especular con un triunfo en primera vuelta, pero es cierto que la posibilidad existe. Por otro lado, también me parece apresurado sentenciar que el oficialismo pierde con seguridad en segunda vuelta y contra cualquiera. Es otro capítulo más en la guerra de relatos. Massa parecía el rival excluyente luego de las legislativas, pero a poco más de un año de su triunfo en PBA no parece tener el ángel de 2013. No se cumplieron sus expectativas de “renovar” el peronismo y ahora vende una virtual renovación de la tradición bipartidista, algo que ni los radicales compran y es para consumo falopa del republicanismo/antiperonismo de las grandes ciudades. Pero lamentablemente –soy un tipo del interior– es cierto, buena parte de la presidencial se dirime en la provincia de Buenos Aires y es allí donde debe recuperar terreno el oficialismo.
APU: En relación al no kirchnerismo. El massismo obtuvo el año paso alrededor del 15% nacional, gracias a su triunfo en provincia de Buenos Aires. ¿Cómo analiza sus alianzas más allá del PBA?
RT: Massa obtuvo cerca del 15% en circunstancias que no serán las de 2015: elecciones legislativas, manejo de los tiempos, alianza con el PRO, un clima de menor empatía social con el kirchnerismo que “venía por todo” y una inteligente campaña contra una re-reelección que siempre fue imposible. Sumado a los errores estratégicos del FpV, claro, producto de pelear contra un síndrome pato rengo cuando las preocupaciones debían ser bien otras. Ahora, las alianzas que busca Massa tienen más que ver con la derrota de su plan A y el traje irremediablemente opositor que haber quebrado lo obliga a calzarse. Pero noto en los análisis porteños una tendencia al error: creer que una foto implica un armado. Es una mirada superestructural que luego no se verifica. El FR más que el PRO carece de estructura territorial fuera de la PBA y las fotos con Morales, Cano o Naidenoff no la proveen. Al contrario, son una renuncia a construir. Se tratan de arreglos cupulares que no mueven el amperímetro del voto y que podemos resumir en un “no divido el campo opositor en tu provincia caminando con otro candidato y vos prestame la estructura en el ballotage”. Pero para eso primero hay que llegar a la segunda vuelta. ¿Con parte de la PBA alcanza? Puede ser. Macri, en cambio, considera que con la CABA, algo de la región centro y lo que pueda morder en el resto del país debido a su mayor instalación puede alcanzar. Y también puede ser.
APU: Se menciona entre las virtudes del liderazgo de Massa un perfil transversal. Esto es: puede sacar votos kirchneristas, no kirchneristas, peronistas y radicales. Asimismo se presenta con un perfil anti-Gobierno (uno de sus lemas de campaña es "faltan x días para") mientras recupera al "primer kirchnerismo". ¿Coincide con que Massa tiene ese hándicap? ¿Podrá mantener ese perfil "complejo" hasta octubre de 2015?
RT: No, no coincido. Pudo tener ese hándicap al año pasado, pero también entonces advertíamos que más temprano que tarde debería disputar su lugar dentro del universo opositor. Si el FR prometía kirchnerismo pre125 o light, ya no lo hace (y además para eso está Scioli). Entonces, que Massa se fotografíe con radicales transparenta que bucea dentro de la misma pecera en la que pescan el PRO y el FAUnen. Además, aquello que charlábamos a principio de año, cuando hablábamos de la alvearización del kirchnerismo: se corrió pragmáticamente hacia el centro, empujando al resto de los competidores hacia los extremos, tanto a derecha como a izquierda. Desde el massismo decían que Massa se divertiría con el sistema político argentino en el periodo 2013-2015, en cambio se verificó que el ordenador sigue siendo el PJ-FpV.
APU: El no peronismo debería tener un piso del 35 %. ¿Cómo analiza los últimos movimientos de Macri y FA - UNEN?
RT: Es en la UCR donde se ha desencadenado una rebelión de los coroneles, y se comporta en los hechos como una federación de caudillos provinciales que privilegian lo local sobre lo nacional. De todos modos, contrario a la extendida reflexión de que el radicalismo se está suicidando, creo que aún sin un candidato medidor supo en este último tiempo proyectarse como una sombre sobre todo el arco opositor. Si podrán instrumentar de modo conveniente el tiempo que compraron pateando definiciones hacia adelante es una incógnita, pero al menos no se bajaron el precio enganchándose ahora mismo como furgón de cola del PRO o el FR. La contraparte: si el radicalismo es la medida de la oposición, la oposición tiene un problema serio.
Respecto a Macri, podemos observar que va allí adonde hay una mayor tradición radical (Córdoba, Mendoza) y Massa en cambio se dirige hacia donde hay más voto peronista (NOA, NEA). En las provincias puede desengancharse la pelea local de la nacional, algo más complicado en la PBA o la CABA. Esa es la apuesta de los radicalismos provinciales. Macri y Massa son accesorios en esa estrategia.
APU: ¿Cree que FPV, Massa, Macri y FAUNEN van a llegar separados a la elección o se van a reducir esas cuatro alternativas via alguna alianza?
Por lo que podemos leer últimamente, si dependiera únicamente de los promotores, a octubre deberían llegar el oficialismo y una sola opción opositora competitiva. Pensemos que las recientes especulaciones en torno a la posibilidad de un 40+10 para el PJ-FpV no nacieron en Página/12 o Tiempo Argentino. Más allá de los números, el piso del 35% nacional y la posibilidad de un triunfo en primera vuelta, mi hipótesis es que Brasil los asustó: el triunfo de Dilma en ballotage, en un escenario que en la previa se presentaba tripartito y con paralelos respecto al nuestro (Dilma, Aécio, Marina Silva/Scioli, Macri, Massa), la segmentación del electorado por estratos y geográficamente, la disputa entre un oficialismo con problemas y una oposición fragmentada y sin propuestas superadoras, los lleva a pensar que necesitan un Capriles y polarizar con mayor eficiencia. Pero nuestro mapa político es distinto al venezolano, y ya tuvimos nuestra Unión Democrática con Perón. Más cerca en el tiempo, la Alianza, con De la Rúa, funcionó más exitosamente al modo del MUD. Ahora le están disparando al FAUnen (y para ello nadie mejor que Carrió), pero me parece difícil que las distintas facciones opositoras puedan converger antes de un hipotético ballotage. Claro, el miedo es que en vista de la actual paridad entre Macri y Massa, las PASO no actúen direccionando voto útil y entonces en octubre vivan como tragedia lo que en 2011 con Duhalde y Alfonsín fue farsa.
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