El oficial de la Policía Metropolitana acusado de triple intento de homicidio durante la represión por la Sala Alberdi en marzo del año pasado fue detenido. El policía es señalado de ser el ejecutor del disparo con balas de plomo que hirió a los dos periodistas de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) que cubrían el conflicto con los manifestantes defensores del espacio cultural. Ayer declaró ante la Justicia y, de la misma manera que lo hicieron los otros dos agentes metropolitanos detenidos por el ataque, negó la acusación.
Se trata de Nelson Maximiliano Acosta, quien había sido citado a prestar declaración indagatoria por la jueza Wilma López la semana pasada, junto a los otros dos policías de la Metropolitana imputados por la represión que tuvo lugar el 12 y 13 de marzo y dejó tres heridos de bala de plomo. A diferencia de sus compañeros, Acosta no se presentó a declarar, por lo que López ordenó su captura el viernes pasado. Finalmente fue detenido en el Regimiento de Patricios en la noche del martes.
“Acosta habría dicho que se había ido de vacaciones al exterior del país”, aseguró a Página/12 María del Carmen Verdú, abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) que defiende a Esteban Ruffa y Germán Darío de los Santos, los dos periodistas de la RNMA que fueron heridos con una bala de escopeta Mossberg 12/70 aquella noche de marzo.
Verdú explicó que en la mañana de ayer Acosta declaró ante el Juzgado de Instrucción Nº 38. “Sostuvo lo mismo que los otros policías. Los tres juraron que no usaron postas de plomo, lo cual queda desmentido por el allanamiento que hicieron en la casa de Pereyra de la Rosa después de su detención. Encontraron un arsenal de guerra de escopetas y armas cortas. Además, tenía 60 cajas de municiones donde había 50 proyectiles 9 milímetros, 54 bolitas de paint ball y 523 balas de calibre 223”, señaló.
De esta manera, Acosta se suma a Gabriel Pereyra de la Rosa y Miguel Antonio Ledesma, quienes fueron detenidos el miércoles por orden de la jueza, responsabilizados de haber herido a De los Santos, Ruffa y Mario Fumaroni, un manifestante que se había acercado al Centro Cultural San Martín a defender la Sala Alberdi de su cierre.
Los efectivos son integrantes de la División de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM), un cuerpo especializado en tareas de alta complejidad que se encuentra integrado por tropas especiales nacionales y provinciales. Los tres son acusados de triple intento de homicidio.
Asimismo, en la jornada de ayer también declaró Ruffa. En este sentido, Verdú indicó que “lo más importante fue que desmintió categóricamente lo dicho por los policías. Todos niegan haber tirado balas de plomo. Ledesma, en particular, admite además que, cuando avanzaban los grupos de la Metropolitana por avenida Corrientes, hicieron un solo disparo con lista baja, es decir que tiraron al piso. Esteban Ruffa remarcó que vio bien claro cómo los policías dispararon varios tiros y al cuerpo de los manifestantes”.
“Ahora seguramente la defensa de Acosta pedirá su excarcelación y López tendrá que pronunciarse al respecto. Además, tiene diez días hábiles para resolver la situación procesal de los tres policías”, agregó Verdú.
La represión comenzó en la tarde del 12 de marzo cuando la Policía Metropolitana, en su intento de desalojar el San Martín, comenzó a atacar con balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes a los docentes y alumnos que acampaban en la entrada como protesta por la decisión del gobierno porteño de cerrar la Sala Alberdi, ubicada en el sexto piso del edificio.
La violencia se extendió por las adyacencias del centro cultural hasta la madrugada del 13. En la cuadra de Corrientes y Paraná, De los Santos, Ruffa y Fumaroni fueron atacados con balas de plomo por dos grupos de la Metropolitana que avanzaban por la avenida. Además, doce personas resultaron heridas por balas de goma y palazos de los efectivos.
Informe: Gonzalo Olaberría.
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