Por Kim Sengupta *
Las fotos de Internet era como tantas de la propaganda jihadista, con un enmascarado armado y consignas del futuro califato victorioso. Lo que alarmó a los analistas especializados fue que las armas que se veían parecían ser de la última generación de sistemas antiaéreos, de los que son capaces de derribar cazabombarderos modernos. El fin de semana pasado, y tras un largo sitio, el EI tomó por asalto la base aérea siria de Raqa y ayer ya tenían subido un video que mostraba la ejecución a sangre fría de los 250 prisioneros que tomaron. Menos horroroso pero más preocupante fue que también capturaron misiles SA-24 Grinch rusos, de los que se disparan al hombro, justo cuando Barack Obama está tratando de formar una coalición para atacarlos desde el aire en Siria.
El EI capturó gran cantidad de su armamento en combates con los sirios y también obtuvo armamentos norteamericanos de avanzada, incluyendo piezas de artillería, humvees blindados y hasta algunos tanques Abrams. Pero hasta ahora sus defensas antiaéreas eran escasas y anticuadas. Un diplomático norteamericano encargado de seguir el conflicto avisó que “esto está cambiando, como era de esperar en una situación tan fluida”. Y agregó que “ahora hay que evaluar la defensa antiaérea del EI y las armas del régimen de Assad”.
Hasta ahora, se sabía que el EI tenía cañones antiaéreos soviéticos, polacos y búlgaros de los modelos ZU23-2 y ZU23-4, más algunos Singer norteamericanos. Los SA-24 recién capturados son mucho más modernos y fueron diseñados para atacar blancos visibles tales como aviones, helicópteros y hasta misiles de crucero. No se sabe cuántos capturaron los jihadistas, pero se calcula que fueron por lo menos 250 y tal vez hasta 400. Y no son los únicos misiles que andan circulando por ahí, ya que se sabe que Siria tenía al menos 20.000 y varios de los arsenales cambiaron de manos varias veces. El otro grupo duro jihadista, Jabbat al Nusra, por ejemplo, seguramente tiene misiles antiaéreos también capturados.
La autoridad federal de aeronáutica de EE.UU. ya tomó nota de estos desarrollos y prohibió hace diez días que las aerolíneas de su país sobrevuelen territorio sirio. La decisión afirma que “se sabe que los extremistas tienen varios equipos antiaéreos capaces de derribar aviones de pasajeros”. Rusia ya había suspendido todos sus vuelos sobre Siria desde que en abril un charter con rumbo a Egipto detectó que lo “pintaban” con el radar de un sistema antiaéreo. Pese a que el vuelo llegó sin novedad, se impuso la precaución. Y siempre está el hecho comprobado de que los rebeldes derribaron varios aviones militares sirios.
Con lo que queda la pregunta de si el presidente Barack Obama va a seguir con sus bombardeos pese al peligro actual. Aaron David Miller, quien fue asesor de seis secretarios de Estado, explica que su país “tiene en Irak varias ventajas, como los aliados kurdos, iraquíes que entrenamos y fuerzas especiales propias. Pero en Siria no tenemos nada de esto, pero no podemos quedarnos dudando con lo que el campo de batalla va a expandirse. Vamos a bombardear Siria. Es, por supuesto, una total falta de estrategia y un desborde, pero bombardear a gente mala siempre es agradable. Le guste o no, es lo que viene”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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