Hoy se cumplen dos décadas de la muerte del “Polaco” Goyeneche, un trabajador del imaginario de la bohemia del tango.
Hoy se cumplen dos décadas de la muerte del “Polaco” Goyeneche, un trabajador del imaginario de la bohemia del tango. El cantor exacerbó como ninguno el valor de la interpretación en el tango y se convirtió, desde la expresividad y sus dotes de “decidor”, en un ícono de la música popular de la segunda mitad del siglo XX. De hecho se apropió de tangos que estaban asociados a otros enormes cantores como “La última curda”(E. Rivero), “Naranjo en flor” (F. Ruiz) o “Gricel” y “Garúa” (F. Fiorentino). Su notable intervención en la película Sur, de Pino Solanas quizá enhebró la imagen que necesitaba su figura para romper las fronteras del tango.
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