El Gobierno puso en marcha una tarjeta para el personal de casas particulares. El instrumento permite que las trabajadoras en relación de dependencia de ese sector accedan a los datos precisos de su historial laboral, como la remuneración y el lugar de prestación de tareas informado por sus empleadores. Esa información, hasta ahora, no podía ser consultada por las asalariadas. La tarjeta es gratuita y también funciona como una SUBE. Las trabajadoras registradas del sector tienen acceso a la tarifa diferencial de transporte, con un descuento de 40 por ciento, vigente para los sectores más vulnerables de la población.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó la entrega simbólica de las primeras credenciales ayer en el Salón de las Mujeres Argentinas de la Casa de Gobierno. La mandataria recordó que los elevados niveles de informalidad del sector más que duplican el promedio de la economía y recordó la resistencia que encontró la legislación entre “propios y ajenos”.
La creación del plástico estaba contemplada en la legislación que reguló el trabajo para el sector, uno de los segmentos de mayor informalidad y precariedad laboral del país. “Todas las empleadas comprendidas en el régimen de esta ley deberán contar con un documento registral con las características y requisitos que disponga la autoridad de aplicación, mediante la utilización de tarjetas de identificación personal u otros sistemas que faciliten la fiscalización y permitan un acceso pleno a los derechos consagrados en esta ley”, reza el artículo 16 de la nueva ley que reglamentó hace dos semanas el Ministerio de Trabajo.
Las tarjetas SUBE específicas para el segmento de trabajadoras de casas particulares en relación de dependencia pueden ser solicitadas en las dependencias del Ministerio de Trabajo y oficinas de la Anses, AFIP y Correo Argentino, entre otros organismos públicos. En el momento de la entrega se debe realizar la registración de los datos para vincular la tarjeta con el usuario.
La cartera laboral expresó que el objetivo es permitir que las trabajadoras tengan acceso a los datos principales de cada relación de trabajo, como la categoría laboral en la que fue inscripta, el lugar de prestación de tareas, la fecha de registración, la fecha de cese de la prestación, la ART, exámenes médicos preocupacionales y periódicos, remuneración, cantidad de horas trabajadas. Las trabajadoras que no están registradas por sus empleadores, más del 80 por ciento del total, no podrán acceder a ese instrumento.
29/04/14 Página|12
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó la entrega simbólica de las primeras credenciales ayer en el Salón de las Mujeres Argentinas de la Casa de Gobierno. La mandataria recordó que los elevados niveles de informalidad del sector más que duplican el promedio de la economía y recordó la resistencia que encontró la legislación entre “propios y ajenos”.
La creación del plástico estaba contemplada en la legislación que reguló el trabajo para el sector, uno de los segmentos de mayor informalidad y precariedad laboral del país. “Todas las empleadas comprendidas en el régimen de esta ley deberán contar con un documento registral con las características y requisitos que disponga la autoridad de aplicación, mediante la utilización de tarjetas de identificación personal u otros sistemas que faciliten la fiscalización y permitan un acceso pleno a los derechos consagrados en esta ley”, reza el artículo 16 de la nueva ley que reglamentó hace dos semanas el Ministerio de Trabajo.
Las tarjetas SUBE específicas para el segmento de trabajadoras de casas particulares en relación de dependencia pueden ser solicitadas en las dependencias del Ministerio de Trabajo y oficinas de la Anses, AFIP y Correo Argentino, entre otros organismos públicos. En el momento de la entrega se debe realizar la registración de los datos para vincular la tarjeta con el usuario.
La cartera laboral expresó que el objetivo es permitir que las trabajadoras tengan acceso a los datos principales de cada relación de trabajo, como la categoría laboral en la que fue inscripta, el lugar de prestación de tareas, la fecha de registración, la fecha de cese de la prestación, la ART, exámenes médicos preocupacionales y periódicos, remuneración, cantidad de horas trabajadas. Las trabajadoras que no están registradas por sus empleadores, más del 80 por ciento del total, no podrán acceder a ese instrumento.
29/04/14 Página|12
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