En “Las Locuras del Rey Jorge, el ascenso al trono de Jorge Lanata”, el periodista Eduardo Blaustein analiza el recorrido profesional del conductor estrella de Canal 13 desde 1983 hasta 2014.
El periodista Eduardo Blaustein acaba de publicar un libro en el que analiza la trayectoria profesional de Jorge Lanata, desde sus inicios en los medios, pasando por la fundación de Página/12 y Revista XXI, hasta el fracaso de Crítica y su llegada estelar a Clarín.
En “Las Locuras del Rey Jorge. 1983-2014: periodismo política y poder, el ascenso al trono de Jorge Lanata” (Ediciones B), se plantea un recorrido cronológico alejado de los maniqueísmos. Blaustein compartió cuatro redacciones con Lanata -El Porteño, Página/12, XXI y Crítica de la Argentina- y conoce de cerca cuál es su forma de trabajar y, en definitiva, de concebir al periodismo.
Blaustein envió a INFOnews un anticipo de su libro que llegó recientemente en las librerías y ya se exhibe en la Feria del Libro. A continuación, un extracto del capítulo sobre la incorporación de Jorge Lanata al Grupo Clarín:
Por Eduardo Blaustein
Quizá de todas las respuestas sobre la incorporación al Grupo Clarín, con sus repeticiones y variantes, la más redonda por sugestiva sea la que le dio a Luis Majul: “Son relaciones donde a vos te usan y vos usás (…) Sostenernos a partir del rating nos vuelve un poco menos vulnerables. Pero tampoco es garantía de nada. Porque si te tienen que sacar, te sacan. El poder, de última, no lo tenés vos”. Va de nuevo: lo que George dice sobre usos mutuos, juegos de poder, incluso la pregunta “¿Vos te pensás que esto es una historia de amor?”, todo eso que dice puede llamarse maduro realismo político, aquello de lo que George dice abominar cuando habla de política. Tanto como esto otro, repetido también en distintas entrevistas y en este caso extraído de la charla con Carlos Ares: “Yo para el Estado no trabajo, por definición. Creo que el Estado tiene que usar la plata en cosas mucho más útiles que pagarme a mí. Yo aparte sé que genero plata, soy un buen negocio para los tipos, en muy pocas radios podría laburar”.
George dijo que podría “laburar en muy pocas radios”, asunto muy dudoso, y que eso, junto al estímulo de trabajar en los medios de mayor potencia de la Argentina, más una suerte de garantía de su libertad profesional, explica su incorporación al Grupo Clarín. Habrá que tener en cuenta que esa incorporación no fue humilde. No fue que Lanata se puso a trabajar en una FM del Grupo para hacer un programa radial nocturno en el que leer ficciones y hacer entrevistas en un clima de intimidad, ajeno al vértigo de las noticias políticas, como lo había hecho muchos años atrás. Para el Grupo fue el fichaje más importante desde la recuperación de la democracia, o como mínimo desde su constitución como tal, George como el más fiero centroforward del multimedios. George a su vez multiplicó su propio desembarco, Día D multiplicado. Pudo simplemente ocupar una franja horaria importante en la radio del Grupo: Mitre. Pero acordó y eligió desembarcar con armas y bagajes, con toda la infraestructura del Grupo, en Mitre, en PPT, en sus columnas de los días sábados para el diario Clarín y en sus apariciones estelares en Telenoche o TN. Si existe, empleando la propia expresión usada por George, un “uso” del Grupo, es evidente, y reconocido parcialmente por George, que ese “uso” de sus capacidades no fue inocente y fue además un uso mutuo de escalas temibles.
En marzo de 2014 el portal “Diario sobre diarios” conmovió a los interesados en noticias sobre comunicación exhibiendo los últimos datos sobre la caída en circulación del diario Clarín. El proceso de caída se conocía desde hacía años, pero no redondeado con los últimos datos: “Clarín sufrió por octavo año consecutivo un descenso en su circulación. En 2013 vendió un promedio de 250 mil ejemplares y volvió a quebrar su peor marca histórica. Por segundo año consecutivo se posicionó por debajo de 1959, que era hasta esta década el peor año en ventas para el matutino fundado por Roberto Noble con una circulación de 281.936”. Aludí a esta caída de ventas del diario en el primer capítulo de Años de Rabia (el descenso no puede explicarse solo en la emergencia de Internet ni la pérdida de seguidores de avisos clasificados, sino también en una pérdida de credibilidad, en un rompimiento del contrato de lectura que puede fecharse en el 2001), preguntándome hasta dónde esa caída afectaba el poder de fuego del Grupo. Pues bien: a contramano de la notoria pérdida de lectores del diario Clarín, que es mucho mayor que la de sus competidores, la incorporación de Lanata fue pura y simplemente un golazo para los intereses y el posicionamiento político del Grupo en su enfrentamiento con el Gobierno. Y es que pese a su inmenso poder económico y a sus ingentes recursos humanos, desde la ruptura del pacto de convivencia con el kirchnerismo nunca, hasta George, el Grupo había contado con un súper héroe.
En una entrevista a una señal de la TV chilena, George describió apenas una parte de la infraestructura que el Grupo Clarín le aporta a solo una de sus plataformas, Periodismo Para Todos: un equipo de 20, 25 personas, “sin contar con los técnicos, todo lo que era la estructura de Telenoche Investiga está laburando con nosotros y aparte hay gente mía, más la coordinación con el Gerente General y el Productor General”. Además de periodistas o productores, el equipo de PPT, solo para que George haga chistes, contó de arranque con tres guionistas (Miguel Gruskoin, Marcelo Birmajer, Esteban D’Aranno), editores de ficción, inversión en artística, imitadores. George subrayó más de una vez sin embargo que es tal el miedo que oscurece a la Argentina que le costó conseguir imitadores que se atrevieran a hacer chistes políticos o a caricaturizar a la Presidenta. Solo para facilitar la producción de sus notas de siete mil caracteres en Clarín, el Grupo le aportó desde el comienzo hasta tres investigadores por semana, cuyos nombres fueron cambiando. Escribí en Años de rabia: “La trasfusión de recursos indica con qué grado de lucidez y autoconciencia el sistema Clarín apostó a Lanata. Como con eso no alcanza, Periodismo para todos es citado y extensamente repuesto en el sistema entre lunes y miércoles, en los noticieros del canal y en TN. Repetido en su totalidad en el canal Metro, del sistema Clarín, que ocupa un lugar privilegiado en la grilla de Cablevisión, del sistema Clarín. Reaparece Lanata de tanto en tanto como columnista en Telenoche al lado de una periodista que maltrataba años atrás: María Laura Santillán. Y conduce un espacio prime-time en Mitre, que según Lanata el Grupo Clarín ‘montó ilegalmente’”. Cabe añadir: cada frase y cada pequeña anécdota sobre Lanata irradia en la Red de manera pavorosa.
En Años de rabia elegí usar la expresión “sistema Clarín” para aludir de la manera más abierta y densa posible no solo a la potencia y las interconexiones del Grupo sino a su relación con otros grupos de poder comunicacional y con sus propias audiencias, a menudo bien conscientes del porqué de su relación con el Grupo. El sistema Clarín juega en articulación y sinergia con otros sistemas más vastos: desde sectores corporativos (financieros, de la agroindustria, del poder Judicial) a otros sistemas de comunicación nacionales o latinoamericanos o la SIP. Aquella entrevista a una señal de TV chilena es un buen ejemplo de articulaciones y sintonías que trascienden la escala nacional. El programa de la TV chilena Más vale tarde, en el que George salió entrevistado, pertenece a la señal Mega. La señal a su vez es parte del Grupo Bethia, del mundo de inversiones de la familia Falabella, una de las más poderosas de Chile, con presencia por lo menos en Argentina, Colombia y Brasil. Bethia contiene nombres propios como Falabella, Homecenter, Tottus y Mall Plaza, además de empresas de comunicación como Mega, Radio Canela o Etc TV. El grupo chileno tiene intereses en la actividad inmobiliaria, el transporte (LATAM, Gupo de Empresas Navieras Sotraser, Blue Express, Aeroandina), adquirió Aguas Andinas, participa de la actividad vitivinícola, agrícola y ganadera, la hípica (Haras Don Alberto y Club Hípico) y en la industria de la salud (Isapre Colmena y Clínica Las Condes). Vuelvo a repetirme: no estoy diciendo “kirchneristamente” que George es “el mascarón de proa” de una corporación chilena. Estoy diciendo que al elegir convertirse, en su pacto de uso mutuo, en el bestshooter del Grupo Clarín, eligió incorporarse a ese mundo de sinergias y articulaciones de los poderes concentrados a escala latinoamericana, con la visión y el lugar en el mundo que esos poderes ocupan. Visto desde ese punto de vista, el George de PPT/ sistema Clarín, ¿es efectivamente lo que él describe, el mismo periodista crítico haciendo su periodismo de siempre (“Día D con plata”)? ¿Es el de los años de El Porteño o Página/12?
Infonews
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