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Tiempo Argentino
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Miles de pequeños productores y campesinos colombianos iniciaron ayer una huelga indefinida para exigirle al gobierno de Juan Manuel Santos que "cumpla con los acuerdos" que en setiembre pasado le pusieron fin a una protesta similar que se había prolongado durante casi un mes. La huelga del año pasado se había levantado cuando el gobierno se comprometió a reducir los precios de los insumos, a dar facilidades crediticias en las entidades bancarias oficiales y a proteger la producción de papa, leche, tomate, pera, arveja y cebolla.
La protesta actual está protagonizada principalmente por cultivadores de papa y café, que cuentan con el apoyo de otros sectores agrícolas e incluso de transportistas de carga, mineros artesanales y estudiantes de las universidades públicas. En un video divulgado en Facebook, el vocero de Dignidades Agropecuarias, César Pachón, consideró que los campesinos han sido "traicionados por el gobierno". El líder de los paperos agregó que los plantadores salen a protestar "para poder seguir trabajando el campo y no tener que ir a las ciudades a mendigar".
En las primeras horas de la huelga se registró una disminución del transporte de pasajeros entre Bogotá y el vecino departamento de Boyacá (centro), donde los huelguistas se apostaron a la vera de las rutas. Informaciones periodísticas procedentes del Huila (suroeste) consignaron que grupos de campesinos mantenían bloqueada una carretera que une a ese departamento con el de Caquetá. En Bogotá se presentó a primera mañana una gran congestión de vehículos cuando estudiantes de la Universidad Nacional, la mayor del país, cortaron varias calles.
El director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, dijo que seguirá de cerca el desarrollo de la protesta "sólo para evitar desórdenes", pero que intervendrá para impedir el bloqueo de rutas. "Esperamos que la protesta se cumpla dentro de los marcos que garantiza la ley", agregó. El gobierno asegura que la huelga es injustificada porque los acuerdos se han venido cumpliendo y acusa a sus promotores de tener "intenciones políticas" porque la huelga comenzó cuando falta menos de un mes para las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
En esa dirección, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, afirmó que la protesta está infiltrada por la guerrilla, algo que niegan los agricultores y los voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que negocian en Cuba con el gobierno. El comandante guerrillero Rodrigo Granda señaló desde La Habana que "la infiltración en el paro agrario nacional es un invento de los enemigos de la paz".
A todo esto, el coordinador del sistema de Naciones Unidas en Colombia, Fabritzio Hoschild, de activa participación en el diálogo que el gobierno y la guerrilla mantienen desde fines de 2012, pidió al gobierno que no estigmatice la protesta con afirmaciones como las de Pinzón. "Lo mejor es mantener una retórica conciliadora, orientada a preservar las condiciones para la paz. En Colombia, y todo el gobierno lo reconoce –agregó–, ha habido décadas de negligencia en lo que se refiere a una política agraria orientada a los campesinos más pobres. Es una deuda del Estado desde hace mucho tiempo", agregó Hoschild. «
La protesta actual está protagonizada principalmente por cultivadores de papa y café, que cuentan con el apoyo de otros sectores agrícolas e incluso de transportistas de carga, mineros artesanales y estudiantes de las universidades públicas. En un video divulgado en Facebook, el vocero de Dignidades Agropecuarias, César Pachón, consideró que los campesinos han sido "traicionados por el gobierno". El líder de los paperos agregó que los plantadores salen a protestar "para poder seguir trabajando el campo y no tener que ir a las ciudades a mendigar".
En las primeras horas de la huelga se registró una disminución del transporte de pasajeros entre Bogotá y el vecino departamento de Boyacá (centro), donde los huelguistas se apostaron a la vera de las rutas. Informaciones periodísticas procedentes del Huila (suroeste) consignaron que grupos de campesinos mantenían bloqueada una carretera que une a ese departamento con el de Caquetá. En Bogotá se presentó a primera mañana una gran congestión de vehículos cuando estudiantes de la Universidad Nacional, la mayor del país, cortaron varias calles.
El director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, dijo que seguirá de cerca el desarrollo de la protesta "sólo para evitar desórdenes", pero que intervendrá para impedir el bloqueo de rutas. "Esperamos que la protesta se cumpla dentro de los marcos que garantiza la ley", agregó. El gobierno asegura que la huelga es injustificada porque los acuerdos se han venido cumpliendo y acusa a sus promotores de tener "intenciones políticas" porque la huelga comenzó cuando falta menos de un mes para las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
En esa dirección, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, afirmó que la protesta está infiltrada por la guerrilla, algo que niegan los agricultores y los voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que negocian en Cuba con el gobierno. El comandante guerrillero Rodrigo Granda señaló desde La Habana que "la infiltración en el paro agrario nacional es un invento de los enemigos de la paz".
A todo esto, el coordinador del sistema de Naciones Unidas en Colombia, Fabritzio Hoschild, de activa participación en el diálogo que el gobierno y la guerrilla mantienen desde fines de 2012, pidió al gobierno que no estigmatice la protesta con afirmaciones como las de Pinzón. "Lo mejor es mantener una retórica conciliadora, orientada a preservar las condiciones para la paz. En Colombia, y todo el gobierno lo reconoce –agregó–, ha habido décadas de negligencia en lo que se refiere a una política agraria orientada a los campesinos más pobres. Es una deuda del Estado desde hace mucho tiempo", agregó Hoschild. «
transgénicos versus semillas criollas
En 2010, en el marco del proceso para la firma de un tratado de libre comercio con Estados Unidos, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) reglamentó la Resolución 970, en la que estableció los requisitos para el uso de semillas, privilegiando los organismos genéticamente modificados (transgénicos) por las multinacionales y castigando hasta con cárcel la utilización de las semillas criollas.
Los alcances de la Resolución 970 se traducen en la exigencia de que los campesinos siembren sólo semillas certificadas que deben comprar a las transnacionales. Más de 3,5 millones de familias se vieron forzadas a dejar de lado una práctica ancestral, como es la reutilización de las semillas nativas, que consiste en tomar la mejor parte de la cosecha y aplicarla en la siembra siguiente. El ICA privilegió los "derechos" de autor de las empresas semilleras.
Las semillas certificadas cuestan dos o tres veces más que las nativas. El negocio de patentar las semillas se ha convertido en el tercero más rentable a nivel global. Actualmente, el 82% de las semillas comercializadas en el mundo están patentadas. Diez empresas manejan el 77% del mercado. De ellas, el 47% es manejado por Monsanto, Dupont y Syngenta.
Los alcances de la Resolución 970 se traducen en la exigencia de que los campesinos siembren sólo semillas certificadas que deben comprar a las transnacionales. Más de 3,5 millones de familias se vieron forzadas a dejar de lado una práctica ancestral, como es la reutilización de las semillas nativas, que consiste en tomar la mejor parte de la cosecha y aplicarla en la siembra siguiente. El ICA privilegió los "derechos" de autor de las empresas semilleras.
Las semillas certificadas cuestan dos o tres veces más que las nativas. El negocio de patentar las semillas se ha convertido en el tercero más rentable a nivel global. Actualmente, el 82% de las semillas comercializadas en el mundo están patentadas. Diez empresas manejan el 77% del mercado. De ellas, el 47% es manejado por Monsanto, Dupont y Syngenta.
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