El jueves 24 de abril, en la Legislatura porteña se votó el traspaso del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) desde la jurisdicción porteña a la nacional. El proyecto fracasó por disidencias internas del FPV. El premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, reflexionó al respecto.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué posición tiene respecto del pase del IEM a jurisdicción nacional?
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL: El IEM perdería autarquía, porque terminaría siendo parte de un partido político, además que así se desconoce el trabajo realizado y se persigue a los trabajadores. El IEM debe ser independiente de cualquier Gobierno, si no, no es creíble.
APU: ¿Qué le pareció el rol de la legisladora Gabriela Alegre, una reconocida militante en DDHH?
APE: Alegre no es más una militante en Derechos Humanos sino una partidaria que quiere apropiarse de los DD.HH. Nunca dialogó con los demás sectores y provocó un gran daño en esta materia. Fue lamentable la forma en que Alegre buscó la disolución del IEM. El exabrupto sobre el asado (que realizaría la legisladora en ESMA) da cuenta del nivel de la discusión.
APU: ¿Existe un agudo desencuentro entre los diferentes organismos de DDHH?
APE: Ya sabemos que al (jefe de gobierno Mauricio) Macri no le interesan los DDHH. En el caso de Alegre, ella atacó al IEM porque no pudo imponer su política. Y no lo hizo porque la política de DDHH es colectiva y no individual, debe construir consensos. Además hubo listas negras en el IEM para marcar a los trabajadores que no apoyaban el traspaso. El IEM nace de una ley acordada entre Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra. Alegre fue contra una ley de Kirchner.
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