lunes, 16 de diciembre de 2013
La historia social del fútbol en Argentina
Entrevista con el historiador y docente Julio Frydenberg, a partir de su libro Historia social del fútbol (Siglo XXI Editores). "El hinchismo en el fútbol nace muy contaminado en los sectores populares de esta cosa del existismo, el fin por sobre los medios"
or Juan Ciucci
APU: ¿Cómo arranca la idea del libro?
Julio Frydenbrg: En realidad el libro es la trascripción de mi tesis de doctorado. El tema me interesa desde hace ya más de 20 años, porque cuando terminé la facultad empecé a meterme en temas relacionados a los sectores populares, a la cultura de los sectores populares sin saber muy bien qué estudiar. Haber hecho un seminario sobre el tema y en la convocatoria hacia el trabajo final del seminario, el profesor me sugirió, debido a mis gustos compartidos por él, que me metiera en el tema del fútbol. Es un tema muy significativo en la cuestión de la cultura. Me metí en eso, en principio fuera del ámbito académico, después adentro y es mi tema desde ese momento.
APU: En ese sentido en el libro analiza el comienzo del fútbol en Argentina. ¿Cómo es ese arranque del fútbol? ¿Qué diferencias marca entre una liga oficial y los torneos independientes?
JF: En ese sentido Argentina no es muy original, el deporte viene con los ingleses, obviamente son los inventores. En ese sentido vale la pena aclarar que nosotros usamos la palabra deporte exclusivamente para las prácticas inventadas por los ingleses, no para todas las otras prácticas competitivas previas que hubo, muchas en todos lados. Para ser preciso el deporte llega con los inglese y lo empiezan a practicar sólo ellos, en sus colonias, sus escuelas, forman sus clubes.
APU: ¿Esto que caracteriza como deporte tiene que ver con las lógicas de fair play, con las que venía adosado?
JF: Eso es un condimento más, el deporte se define como una práctica que tiene varios condimentos: Tiene un elemento lúdico, un elemento corporal de actividad física, un elemento competitivo, es decir, no hay deporte si no hay competencia y esa competencia tiene que estar reglamentada. Una de las grandes novedades de los ingleses es que sus reglamentos son aceptados planetariamente, que además crean sus instituciones planetarias. Ese es un elemento no menor, un fenómeno bastante increíble que se globaliza durante el Siglo XIX y principios del Siglo XX.
Aquí el deporte primero empieza con los ingleses, especialmente en las escuelas. Después se da el pasaje a la práctica por la élite criolla y después por los sectores populares. En el caso del fútbol acá en Buenos Aires, en la pampa húmeda, el pasaje por la élite criolla no fue significativo, pasó más bien de una especie de protoespectáculo a la adopción por parte de algunos jóvenes de los sectores populares, que es el centro de mi tema. Es decir, cuándo se populariza y se empieza a desarrollar.
Algunas características de la popularización (bastantes peculiares acá, diferente de otros lugares de América latina), es que en principio viene de la mano casi con exclusividad de jóvenes, quienes fundan clubes. Uno puede practicar un deporte sin necesidad de fundar un club. Sin embargo para esos jóvenes era bastante importante, la cosa venía ligada porque la aspiración de ellos era llegar a esa liga oficial que habían creado los ingleses en 1891. Y ahí vuelvo a esta ligazón de lo inglés y los sectores populares sin pasar por la mediación de la élite criolla, que era muy afrancesada. El problema era que para acceder a la filiación de la liga inglesa, había que cumplir varios requerimientos que los jóvenes de sectores populares no podían. Tener cancha propia, además esas canchas tenían que tener ciertos requisitos que ellos no tenían, con lo cual, era inaccesible, con algunas excepciones. Por lo tanto durante la primera década del Siglo XX, con el objetivo de afiliarse pero ante la imposibilidad de hacerlo fundaron ligas paralelas, ligas independientes en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, eso dura hasta 1912.
Yo diría que es la forma que tiene el fútbol de difundirse por los sectores populares, de los jóvenes, traspasar un poco esas franjas sociales. Si uno ve cómo estaba el fútbol en 1915 en la sociedad, la cosa ya había traspasado los límites de esa pequeña moda entre estos pequeños jóvenes de los sectores populares. Dentro del Ejército ya se jugaba, dentro de algunas escuelas también, había ligas en companías teatrales, en fin. Uno puede ver signos de que esto era algo que excedía y ya había un espectáculo relativamente importante...
APU: Ahí también marca la aparición de hinchas, fanáticos, de cierto grado de violencia en los partidos ¿Eso estaría presente desde ese primer momento?
JF: Sí, las cosas más parecidas a lo nuestro está más claramente en los ´20, empiezan antes pero claramente es ahí cuando ya el espectáculo tiene muchas características de nuestro espectáculo actual. Por ejemplo: hay algunas variables que son muy similares, cada una ha cambiado enormemente pero sí en cuanto a la presencia, por ejemplo, la presencia de la prensa, la presencia de grandes estadios. Hablo de estadios con tribunas relativamente altas donde todos pudieran verse, eso es muy importante a la hora de definir el espectáculo, es decir, el público puede verse entre sí, ver a todas las tribunas, que los jugadores vean y puedan ser vistos. Otro tema importante que define los espectáculos deportivos, salvo el criquet que acá no tiene importancia, es que son fenómenos urbanos.
Las ciudades tienen que tener un desarrollo de ciertas características sin los cuales los espectáculos son dificultosos, por ejemplo, el transporte. Digo esto porque cosas que para nosotros eran bastante habituales, era medio complicado en aquella época. Si vos eras hincha de Boca y querías ir a ver a Boca cuando jugaba con Vélez, se te complicaba porque tenías que necesariamente tomar el tranvía o el tren, ir al centro y del centro llegar al oeste. Es decir, no había medios de transportes que vinieran a barrios en la periferia, siempre tenías que venir al centro, cosa que con los colectivos se empiezan a conectar, en segunda mitad de los ´20. El profesionalismo, que toca centralmente la transformación, se blanquea. Era una situación que ya venía de antes mediante la cual los jugadores ya son trabajadores. En el sentido de que son pagos, con un contrato totalmente en blanco, antes algunos eran pagados de una forma ilegal.
Otro de los elementos significativos es que existe una gran masa de gente que está habituada a ir a la cancha, a consumir los periódicos populares en torno a la crónica de los partidos, sin lo cual, el espectáculo no tiene razón de ser. Este es un fenómeno, el de la prensa popular (que en Inglaterra existe desde el último cuarto del Siglo XIX), como ocurrió con este tipo de fenómeno 50 años después, ocurre lo mismo en distintas partes del planeta. Acá hay que hablar desde 1925 con la gira de Boca, ahí pega un salto, especialmente con Crítica y El Gráfico. La prensa no sólo es una cuestión de difusión, la prensa hace al fenómeno. Crítica empieza a nombrar a los equipos de diferentes modos, en una especie de código y comunicación privada con el lector, como una especie de guiño muy frecuente hoy en día pero por aquel momento no. Eso genera el fenómeno, por ejemplo en el caso de Vélez, que en 1932 le pide al diario Crítica que por favor le ponga al club un apelativo, y ahí nace esta cuestión del Fortín. Es un código que tiene que ver con la lectura, es un código que se establece entre el medio, los lectores y el fútbol, no es que los hinchas se llamaran así mutuamente, no es que un hincha le decía a otro de Vélez “vos sos del fortín”.
APU: En ese caso ya aparecería la identificación del hincha con el club y con el barrio.
JF: Según lo que veo, el hincha preexiste a este fenómeno. El fenómeno del hinchismo es un fenómeno que nace con la popularización, es decir, estos jóvenes adoptan el fútbol siendo hinchas, identificándose plenamente, queriendo ganar por sobre todas las cosas y ahí ya se diferencian un poco de la tradición inglesa que viene con un peso un poquito mayor puesto en el tema del fair play, acá hay un cierto desplazamiento. El hinchismo recorre, con cambios significativos, pero la base recorre todo el Siglo, desde que existen los clubes, más de 100 años. Después uno podrá discutir los grados de sus expresiones más violentas, menos violencias, eso sí obviamente se puede discutir porque cambió muchísimo, lo que no cambia mucho es esta identificación plena con un equipo, siempre con una base territorial, no es que desde su nacimiento tenga que ver con una base territorial pero a medida que fue pasando el tiempo sí. El caso de Independiente, que es más evidente, nace de la unión de chicos que eran empleados de una empresa inglesa que tenían ganas de jugar al fútbol, nada que ver con lo territorial, era a una cuadra de Plaza de Mayo. Y sin embargo terminan jugando en Avellaneda porque no tenían otro lugar y ahí sí se modifica una relación identitaria con el territorio. Esto pasa en muchos clubes, nacen en cualquier lado hasta que terminan afincándose y ahí nace una relación comunitaria con el territorio, muchos son la bandera del barrio.
APU: En comparación con la actualidad, siempre se buscan estos primeros años con un espíritu muy diferente al actual, generalmente para tener una especie de etapa idílica ¿En la investigación encontró esas grandes diferencias?
JF: En principio es bueno lo que decís porque hay una tendencia que lamentablemente aparece en todas las cosas, en realidad esto que los pueblos llaman época de oro, época base en el sentido de que es más bien un gesto habitual que tienen que ver con varios fenómenos culturales, donde la gente ubica en su pasado, es decir, cuando ellos eran jóvenes, no una época del fenómeno, del fútbol, en una época de oro. Es bastante increíble porque uno lee crónicas de los años ´20, justamente hoy hablaba con un periodista sobre una entrevista que le hacían a Jorge Brown que había sido el capitán de Alumni, en el año 1921 había dejado el fútbol y él con nostalgia decía que el fútbol no era como cuando él jugaba, 15 años antes. ¿Qué nos queda a nosotros? Es permanente y en los ´30 pasa lo mismo, en los ´40 pasa lo mismo.
Creo que es un fenómeno que ya ha sido estudiado, tal vez no muy apegado al fútbol pero sí para otras cosas que permita eso, un recuerdo o la nostalgia de esa generación cuando ellos empezaron. Porque cuando ellos empezaron probablemente con esa querencia, este emprendimiento, lejano que a medida que va pasando el tiempo se va contaminando especialmente de la cuestión competitiva, social competitiva que tiene mucho el fútbol obviamente y más cuando lo pagan. Probablemente en los inicios tiene más condimentos lúdicos que después no deja de tenerlo, pero se achica y es eso lo que estos hombres añoran.
El hinchismo en el fútbol nace muy contaminado en los sectores populares de esta cosa del existismo, el fin por sobre los medios. Violencia, muertos había pero no en la magnitud que hay ahora pero violencia que hiciera que los partidos se suspendieran, era muy frecuente. Violencia de que tiraban cosas dentro de la cancha y por lo tanto había que suspender el partido por lo menos unos minutos, eso era muy frecuente, mucho más que ahora. Hoy la violencia está fuera de las canchas, entre las barras, eso no era tan así, la violencia era más tradicional, contra el árbitro, los jugadores contrarios o los propios y no tanto entre las hinchadas, eso sigue cambiando pero no el hecho de que haya violencia.
APU: También algo que marca era la condición de visitante, era muy dificultoso jugar en esa condición.
JF: Absolutamente, ese es otro elemento que uno podría decir que hay cierta continuidad, hoy no hay hinchas visitantes, por algo no los hay. En realidad hay una lectura medio rara en el sentido de que es ese fenómeno, la existencia del visitante o de las dos hinchadas contrapuestas, lo que genera la violencia. Es muy discutible. No lo descarto, pero alguien podría suponer que hay otros actores que inducen más a la violencia. Hoy te diría que hay fenómenos, no de ahora, sino desde hace un par de décadas que testimonian mucha intolerancia: “cuidate, no te pongas la camiseta de otro club”. Eso es medio problemático, parece ser medio nuevo. No es que antes pasabas desapercibido, pero se han registrado muertes por esas cosas medias extrañas.
También es cierto que hasta no hace mucho tiempo no era habitual que la gente se vistiera con la camiseta de un equipo en la calle, por lo tanto todo pasaba desapercibido. Pero insisto, lo interesante del trabajo del historiador es ver los cambios y en el fútbol hay cambios y hay continuidades, a veces no es fácil encontrarlos, es muy fácil equivocarse. También es cierto que mi trabajo llega hasta los ´30 y no hay muchos otros trabajos académicos posteriores. Por lo tanto, hay cosas de las que me siento con legitimidad para hablar pero de otras mucho no porque son más bien intuiciones que fruto del trabajo consensuado.
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