domingo, 29 de diciembre de 2013

LOS ENCUESTADORES Y CONSULTORES ESPECULAN SOBRE EL ESCENARIO DE 2014

Pensando en un año preelectoral El fin de año con tensión no puede hacer olvidar que la Presidenta tiene imagen positiva del 50 por ciento y sigue sin haber figuras que compitan con ella. El margen de maniobra, lo que puede calmar las aguas y el período para mostrar gestión. Por Raúl Kollmann El desarrollo político de 2014 es motivo de polémicas entre los encuestadores y consultores. Se combina un fin de 2013 conflictivo, debates sobre la inseguridad, la economía y la inflación, pero también una Presidenta que, pese al diciembre caliente, sigue ostentando una imagen positiva que se acerca al 50 por ciento y lo que se llama un “núcleo duro” de más del 30 por ciento, que respalda al oficialismo contra viento y marea. La economía no transita por tasas chinas de crecimiento, pero tampoco por un momento malo, y registra buenos índices de empleo. No será 2014 un año electoral pero sí preelectoral y se supone que en la segunda mitad ya estarán los candidatos haciendo campaña. A eso se agrega el hecho registrado esta semana: la Presidenta anunció que no será candidata a ningún cargo electivo. Sobre las perspectivas de cara a 2014, dialogó con siete de los más conocidos consultores de la Argentina. Ricardo Rouvier, titular de Rouvier y Asociados, piensa que ya 2014 estará cruzado por una especie de contradicción principal: la continuidad o no del modelo. “Hay un fin de ciclo propiciado por la oposición global y del otro lado la continuidad del kirchnerismo –analiza Rouvier–. El futuro está en disputa y los principales desafíos se trazan alrededor de las políticas de desarrollo económico, la puja distributiva y la organización y consolidación política del kirchnerismo. Entonces, el escenario se presenta como muy dinámico, con gran despliegue político el año próximo en el que los desafíos ponen a prueba la eficacia de la gobernabilidad. La oposición tratará de enfatizar la última etapa del período de gobierno de Cristina para restarle fortaleza y el oficialismo para asegurar una sucesión que sea lo más fiel posible al proyecto iniciado en 2003.” Algunos de los consultores creen que una vez que pasen las dificultades de diciembre, las cosas se tranquilizarán incluso hasta después del Mundial, que termina el 13 de julio. De allí en más cobrará vértigo lo que se presume como un año electoral: faltarán unos doce meses para las PASO de 2015, momento en que se dirimirán las alternativas que plantea Rouvier. Quienes tienen esa mirada sostienen que seguirán pesando los siguientes ingredientes: aun en este diciembre caliente, la Presidenta retiene buena imagen –lo que admiten las consultoras más alejadas del Gobierno– y además puso en la cancha un nuevo equipo encabezado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro Axel Kicillof, que tienen mucho campo por recorrer. Eduardo Fidanza, uno de los líderes de Poliarquía, sostuvo el sábado que CFK tiene un 45 por ciento de imagen positiva y hay consultores que le dan incluso unos puntos más. Más allá de los porcentajes, Fidanza afirma que “según mi opinión, vivimos una transición política. En ese contexto, 2014 será el inicio de la carrera presidencial de los principales precandidatos. Creo que esto ocurrirá en una situación particularmente turbulenta debido a las dificultades económicas, las insuficiencias de la infraestructura y una creciente protesta social”. Manuel Mora y Araujo, de Ipsos-Mora y Araujo, ve un panorama similar, al que define como “complicado”. “El país está complicado, con la economía en problemas, clima social intranquilo, y no se ven opciones políticas. Nada parecido a la Alianza en 1998, cuando esa fuerza aparecía como una salida. Eso no se da ahora.” En la misma línea, Hugo Haime, de Haime y Asociados, apunta a dos elementos combinados: el año preelectoral y las protestas. “Es un fin de año caliente en los cuerpos pero también en los espíritus, y no será fácil contentar a una población cuyas expectativas inflacionarias superan largamente los cuarenta puntos y que evalúa muy negativamente el devenir del país en 2013. Visto desde hoy, 2014 tiene altas probabilidades de ser un año en el cual la ciudadanía exigirá soluciones y se las pedirá en primer lugar a quienes gobiernan el país, pero también a los gobernadores de las provincias. Por supuesto mirará con atención a la oposición, que tiene el desafío de proponer soluciones creativas y realistas a los grandes temas pendientes: precios, inseguridad, trabajo genuino, solución a los temas de infraestructura, básicamente energía y transporte. No es poco para un gobierno al que hasta las PASO 2015 le quedan 18 meses de ejercicio del Ejecutivo. En síntesis, quizás el Mundial dé un respiro, pero creemos que hasta abril será un año social y políticamente movido, y terminado el Mundial, la mirada sobre los temas pendientes será aún más aguda que la actual. El Gobierno, que intentó marcar agenda e iniciativa, se ha visto superado por los acontecimientos, y la discusión sobre qué rescatar y qué cambiar del modelo será extremadamente fuerte”. Artemio López, titular de Equis, ve un panorama más tranquilo y una primera mitad de año más bien dominada por el Mundial de Fútbol: “Con un Mundial en el medio, el año 2014 será en rigor un año corto y sin grandes novedades para la política, pues nada sustancial sucederá antes del 13 de julio tras la finalización del torneo. La última mitad dependerá también en su extensión del mayor o menor éxito de la participación argentina en Brasil. Si se consagra Argentina campeón, el espaldarazo al Gobierno coronaría un año muy favorable al oficialismo. De no suceder así, recién en el último cuatrimestre puede esperarse alguna actividad de posicionamiento de los candidatos de cara a la campaña presidencial que se iniciará en la segunda mitad de 2015. Los tiempos no son tan acelerados como otros suponen”. Roberto Bacman está a la cabeza del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) y plantea los temas de 2014 pero también una mirada sobre la oposición. “Más allá de las especulaciones acerca de la política y de las candidaturas presidenciales, es posible trazar ciertas hipótesis en relación con los temas que podrían llegar a influir en el panorama político del próximo año. Probablemente serán la inseguridad, la economía, la inflación y el rol del Estado en el control y funcionamiento de los servicios privatizados en los ’90. Los cortes de energía de diciembre y los grandes desafíos que el Gobierno ha asumido en relación con el funcionamiento y modernización del sistema de ferrocarriles del área metropolitana serán un asunto que seguramente tendrá su cuota de influencia en el año venidero. Pero creo que en todo el panorama político tiene y tendrá peso lo que sucede con la oposición: la oposición sigue arrastrando su grave problema de demostrarles a los argentinos que alguien posee un proyecto de gobernabilidad alternativo al oficialismo. Ese, de algún modo, se convierte en su gran desafío”. Una mirada muy similar es la de Analía del Franco, que está al frente de Analogías. “El panorama político para el año próximo reúne condiciones para que sea muy activo. Porque los resultados electorales de este año dejaron instalados dirigentes que tanto para presidente como para gobernador tienen sus ojos puestos en 2015. La oposición tratará de ejercer protagonismo tanto a nivel nacional como provincial. Será también una prueba importante ya que su desempeño deberá superar promesas de campaña electoral, para demostrar contundencia de propuestas e ideas para una posible alternancia en todos los planos del Ejecutivo. Por otro lado, el propio oficialismo ya ha comenzado a levantar su visibilidad, por ejemplo, a través de la puesta en marcha del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Son indicadores que nos llevan a pensar que en el campo del Frente para la Victoria aumentará el nivel de convivencia de espacios políticos con alto protagonismo en 2014. Casi se puede decir que es lo que se espera. Y del otro lado, si la oposición no se muestra creíble como alternativa de gobierno, demostrará un signo de debilidad que no podrá superar con vistas a 2015.” Como se ve, los consultores coinciden en pocos aspectos. Son miradas discrepantes en cuanto a la fortaleza del oficialismo, las perspectivas de la oposición y el clima que se vivirá en el año que se inicia. raulkollmann@hotmail.com EL ROL POLITICO DE LA PRESIDENTA A PARTIR DE LA SUCESION Los horizontes de Cristina Ella misma anunció que no competirá dentro de dos años, pero eso mantiene la pregunta sobre su futuro rol. ¿Apoyará a un candidato como propio? ¿Se limitará al partido, como Lula o Bachelet? ¿Será una nueva Putin? Por Raúl Kollmann La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se comunicó esta semana con la agencia Télam para desmentir que vaya a ser candidata a algún cargo electivo en las elecciones de 2015. “No habrá Cristina 2015”, señaló. Sin embargo, lo sostenido por CFK deja numerosos interrogantes planteados. El primero tiene que ver con su participación en la campaña electoral. ¿Apoyará o no a un candidato? Y después todo se deriva a lo que seguirá. Una hipótesis es que la Presidenta dará un paso al costado, se alejará para que quede claro que no obstaculiza ni influencia al próximo mandatario. Se dirá que se parece a lo que hicieron Michelle Bachelet en Chile o Tabaré Vázquez en Uruguay. La otra alternativa es que no esté en el día a día, pero conduzca el Frente para la Victoria al estilo de Lula en Brasil, que sigue manteniendo su influencia sobre el Partido de los Trabajadores, pero no se entromete en el mandato de Dilma Rousseff. Y una hipótesis adicional es la de Rusia, en la que Vladimir Putin, que no tenía reelección, pasó a ser primer ministro de un presidente afín, Vladimir Medvedev, y luego volvió a ser presidente, cargo que ejerce en la actualidad. El pronóstico no es fácil, pero ésta es la mirada de los consultores. “Desde ya que la variante de Brasil es una hipótesis –piensa Bacman–. Allí, Dilma y Lula encontraron un punto de equilibrio que les define a cada uno lugar y rol, aunque lo más importante es que los potencia, no sólo a nivel político sino que en el plano de la ideología y en el sostén del modelo. Dicho modelo es simple y sencillo: Lula es el líder del partido (PT) y Dilma se ocupa de los temas de la gestión. En una Argentina que sigue inmersa en una profunda crisis del sistema de partidos políticos, donde las fidelidades tradicionales del voto han estallado en mil pedazos, que el Frente para la Victoria haya logrado construir un sistema de fidelidades (núcleo duro, también podríamos llamarlo) que no baja del 35 por ciento, es un dato de la realidad que no debe ser tomado a la ligera. Y tal sistema de fidelidades se ha fundado en base a las figuras de Néstor Kirchner, primero, y de Cristina, luego. CFK, su peso, su figura y su discurso, sin lugar a dudas van a estar presentes en la campaña presidencial de 2015.” Manuel Mora y Araujo, de Ipsos, considera que “CFK debería mantenerse prescindente. ¿Por que arriesgaría avalar a un candidato que podría perder? Un antecedente es el PJ en 1999, cuando Menem avaló a Palito Ortega. ¿Sabía Menem que Palito era perdedor en la interna, como las encuestas lo anticipaban, o más bien confiaba omnipotentemente en que su apoyo le bastaría para derrotar a Duhalde? Por lo demás, Menem parecía preferir el triunfo de un candidato no peronista al de Duhalde. ¿Es comparable aquella situación con la de CKF en 2015? Desde luego, todo dependerá de qué planes ella tenga para su propio futuro y el del kirchnerismo. Imposible saberlo ahora”. “Yo no veo a la Presidenta, al menos por el momento, interesada en poner bajo su ala a determinados precandidatos presidenciales o candidatos en general con vistas a 2015 –afirma Analía Del Franco–. Por el contrario, su opción parece estar más cerca de generar el espacio para que la dinámica política de gestión y finalmente las PASO hagan lo suyo.” Eduardo Fidanza piensa que no está nada dicho. Que el diagnóstico es difícil: “Hay que ver las circunstancias. Creo que ahora no puede responderse ese interrogante. El kirchnerismo depende de Cristina. Su suerte marcará el destino del movimiento que encabeza.” Muy en la otra punta se ubica Artemio López. “El papel de Cristina Kirchner será de notable centralidad y se constituirá en gran electora de las candidaturas del kirchnerismo –y no sólo las presidenciales– que muy probablemente sean más de una y compitan en las PASO. Por otra parte, el lugar –institucional o no, electivo o no– que habrá de darse Cristina Kirchner tras dejar la presidencia en 2015 es otro interrogante estratégico para el kirchnerismo, aunque no hay aún pistas ciertas sobre su posicionamiento final en la etapa post 2015.” Haime también cree que CFK buscará ser protagonista del proceso pero que todavía no está claro cómo se va a concretar: “La Presidenta seguramente intentará ser eje de las decisiones políticas de su proyecto. La forma en que eso se exprese ya es un ejercicio de imaginación que me excede”. “El papel de CFK será indiscutiblemente de conductora del kirchnerismo/peronismo –afirma Ricardo Rouvier–. Parece importante que CFK pueda ratificar la ampliación de su dirección asumiendo la presidencia del PJ nacional. Pero no sé si eso es lo que prefiere. Su carácter de fundadora, y de ser una persona con vocación política y experiencia, la coloca en el lugar de la conducción del movimiento.” Como se ve, las alternativas están planteadas y no hay –ni por asomo– unanimidad en los diagnósticos. Las hipótesis parecen abiertas y se definirán recién en 2014. raulkollmann@hotmail.com

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