lunes, 16 de diciembre de 2013

Fiesta y Violencia de los (verdaderos) hinchas de Boca

Un análisis distinto de los incidentes en los festejos por el día mundial del hincha de Boca. “Estos hinchas expulsados de la Bombonera por la política discriminatoria de Mauricio Macri, paradójicamente volvieron a decirle presente al dirigente del PRO en la ciudad elegida para sus políticas elitistas”. Por Horacio Bustingorry Pasó el día internacional del hincha de Boca y llegaron los comentarios facilistas. “No son hinchas, son delincuentes”. “Se escudan detrás de una camiseta”. “El hincha genuino no estuvo en el obelisco”. Otros como el dirigente xeneise César Martucci admiten que “son hinchas de Boca” pero que sin embargo “pueden estar en cualquier lado, son delincuentes” Al cúmulo de frases simplonas se le sumaron los esquemas berretas de siempre. Así Adriana Schettini cree que es “un asunto de civilización o barbarie”, y que las personas “que vimos en los noticieros, sembrando destrucción, son bárbaros.” Y con todo, a diferencia de Sarmiento, el “sesudo” análisis no propone factor sociológico alguno para explicar tanta barbarie. Como no podía ser de otra manera el tópico preferido de los comentaristas de la violencia en el fútbol dijo presente. “No es hincha aquel que roba o destroza embanderado con los colores de un club, sino un cobarde delincuente que se esconde entre el montón”, dijo Marcelo Antonio Angriman en el diario Río Negro. Los barras, supuestos culpables de todo cuanto pueda reprocharse al fútbol argentino, trasladaron su “muestra anual de todo lo que aprendieron en materia de trapos, paravalanchas, fuerzas de choque, drogas y negocios espurios” al microcentro porteño. Creer que la 12 participó de los disturbios en el obelisco es francamente no entender nada. El sermón del final no tiene desperdicio: “Por respeto a la democracia y al verdadero hincha, al que siente la camiseta, al que revive a sus muertos en cada recuerdo, al que se come las uñas escuchando un partido o abrazándose con su hijo al festejar un gol, hagamos un minuto de silencio.” El cronista olvidó mencionar al hincha que va a la cancha semana tras semana, pero el lapsus quizá no sea inocente. Porque en las dificultades para acceder a los estadios está parte del problema. Si, son hinchas… Son hinchas con bronca por las dificultades para acceder a la cancha. Hinchas de los sectores populares que hace rato no pueden alentar in situ, gritar un gol en las tribunas, alentar a los jugadores en el lugar de los hechos. Fanáticos hartos que se les impida ir a ver a su equipo y que los persiga la policía cuando intentan burlar tantas restricciones. … son hinchas de Boca . Quizá representen al auténtico hincha de Boca. O lo que supo ser alguna vez. Aquél que fue expulsado de la Bombonera producto de la elitización del estadio xeneise. Llegaron luego de viajar en trenes y colectivos como en tantas jornadas históricas. Y toda la pasión y adrenalina que no pueden descargar domingo tras domingo explotó el de manera tumultuosa. Estos hinchas expulsados de la Bombonera por la política discriminatoria de Mauricio Macri, paradójicamente volvieron a decirle presente al dirigente del PRO en la ciudad elegida para sus políticas elitistas. La energía empleada en ocultar al hincha de Boca retornó con todas sus fuerza en las propias narices de Mauricio. SOBRE EL 12D Por BOCA ES PUEBLO El 12 de diciembre fue el día internacional de los hinchas de Boca. Por segunda vez, los hinchas de todo el país se organizaron para festejarlo. En Buenos Aires se vivió una verdadera fiesta, en cuyo marco sucedieron incidentes de público conocimiento. Concretamente, hubo un episodio de violencia entre los hinchas y la policía al inicio de la jornada, tras esto se vivió un clima de fiesta hasta la noche, cuando ya quedaba poca gente y nuevamente se registraron incidentes. Otra fue la historia en el resto del país, donde a excepción de hechos aislados, la fiesta transcurrió sin problemas. Lamentamos y repudiamos lo sucedido en Buenos Aires, porque entendemos que no aporta nada valioso, que divide a nuestra gente y que le da de comer al periodismo mercenario que lejos de hablar de una movilización de más de 100mil personas a escala nacional con el simple motivo de festejar ser de Boca, se pasaron los últimos dos días hablando de los incidentes, manifestándose de forma sumamente despectiva y segregativa hacia quienes los protagonizaron, sin pudor para exigir palos y hasta el uso de armas de fuego por parte de la policía, como fue el caso de Canal 26. También lamentamos profundamente que muchos hinchas de Boca se hayan plegado a ese discurso discriminatorio y racista. Nos parece inadmisible el uso de términos como “negros”, “negros de mierda”, “villeros”, etc. no sólo porque es como históricamente los hinchas de Riber se refieren a nosotros, debido a nuestra pertenencia humilde, sino porque también encierra un prejuicio sumamente dañino para nuestra sociedad que es la criminalización de la pobreza, o sea atribuir los hechos ilícitos exclusivamente a los sectores populares, cuando la verdadera y única lacra social son los empresarios millonarios que se sientan a la mesa del poder vestidos de saco y corbata. Sin ir más lejos, robos, saqueos, profanación de monumentos históricos, lo vemos todos los días en el CABJ, donde se desprestigia a La Bombonera para justificar la construcción del estadio shopping, se profana nuestra historia con camisetas que no nos representan, nos roban la plata a los hinchas con los precios de los abonos, con el “peaje” que se les cobra a los adherentes para poder pagar un adicional y se saquean las arcas del club con negociados como el de Nike y el del Barcelona, entre otros. Sin embargo, no escuchamos a nadie que les diga “negros de mierda” a los dirigentes. Si los hinchas provocamos incidentes es un problema de todos. Hablamos en plural no porque hayamos participado de los incidentes sino porque no nos parece correcto diferenciarnos, entendemos que quienes los protagonizaron son tan hinchas de Boca como cualquiera y que el primer paso para resolver el problema es asumir que tenemos ese problema. Decir “esos no son de Boca”, además de ser mentira nos impide hacernos cargo de la cuestión y enfrentarla. Insistimos, buscar la solución a esta dificultad es una tarea que tenemos todos los hinchas de Boca, ni la policía ni la dirigencia. Mencionamos a la dirigencia porque creemos que lo más valioso de este festejo es que lo hicimos entre todos y sin ayuda, nos organizamos a nivel nacional para reunirnos en los puntos céntricos de cada ciudad, cada uno aportó su granito de arena, menos la dirigencia que se desentendió desde el primer momento. Pero ahora resulta que Angelici se mostró ofuscado por los incidentes diciendo que Boca no puede dar esa imagen y que “esto no es Boca”, además quiere sumar a sus amigos del gobierno de la ciudad para la organización del año próximo. Por un lado, siempre está preocupado por la imagen, porque sería muy feo que todos sus potenciales inversores se enteren de que los hinchas de Boca hacen lío y se quieran llevar su plata manchada con sangre a otro lado. Por otro lado, nos genera mucha indignación que tenga el descaro para definir lo que es Boca y lo que no, cuando él no es absolutamente nadie para hacerlo porque es hincha de Huracán, no de Boca. A esto le sumamos que Moscariello salió a decir que esto “empaña los colores”, a pocos días de haber prostituido la camiseta de Boca pintándola de rosa, todavía no estamos seguros sobre si es una torpeza o una provocación. A raíz de lo sucedido, se ha puesto en tela de juicio la realización de este festejo en el futuro. Nos parece que la decisión no debe ser unilateral, sino que debe correr por cuenta de todos los hinchas, en función de sus ganas de volver a vivir una fiesta similar, sobre todo en aquellos lugares donde todo se desarrolló sin problemas. Más allá de lo que digan los medios, quienes participamos de la fiesta, viajamos en los trenes y colectivos, en los micros de las filiales, etc. sabemos que se vivieron momentos muy lindos durante todo el día y que son sumamente rescatables. Por eso, si existe la intención de repetirlo, los injustificados hechos de violencia deben ser considerados un obstáculo y no un impedimento, corriendo por cuenta de los hinchas lograr una mejor organización para evitar estos conflictos. Sobre todo, porque sabemos que, en el futuro, la realidad de nuestro club nos va a demandar salir a la calle más de una vez, sea para festejar o para luchar, y debemos aprender a juntarnos en la calle, cuidándonos y cuidando a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario