sábado, 18 de mayo de 2013

LULA Y CFK

Cristina y el ex mandatario brasileño coincidieron en el análisis sobre el rol de los medios hegemónicos frente a los gobierno post neoliberales Lula: "Parece que la prensa estuviera exiliada dentro del propio país" Por Martín Piqué Los unió el lanzamiento de la primera universidad creada por un sindicato, la UMET, del gremio de los encargados de edificios. Elogios del ex presidente de Brasil a la gestión de los Kirchner y un inevitable comentario futbolero. La inauguración de la primera universidad creada por un sindicato en América Latina reunió anoche a la jefa de Estado y al ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, en un acto muy emotivo, cargado de elogios y guiños cómplices, y que se caracterizó por las coincidencias profundas en temas de estricta actualidad, como la relación entre los gobiernos post neoliberales y los medios hegemónicos. Fueron tantos los puntos de contacto que la propia Cristina Fernández descartó de plano las "casualidades" y atribuyó la sintonía –que iba más allá de lo personal, al dejar en evidencia similitudes en la última década de ambos países– a una meditada "causalidad". El brasileño, que volvió a cautivar con su humor y su estilo simple y didáctico, utilizó términos muy duros para criticar el tratamiento que reciben los gobiernos de Brasil y la Argentina de ciertos medios de comunicación. "La prensa sigue hablando mal de mí y de Dilma (Rousseff). Es increíble, parece que estuviera exiliada adentro del propio país", cuestionó. Con otras palabras pero en el mismo sentido, la presidenta aludió a la línea editorial del Grupo Clarín y sus medios satélites. "Podrán tener 10 mil titulares y zócalos, pero nunca podrán borrar las vivencias que los argentinos han tenido en esta década. Eso es imborrable", subrayó. Las semejanzas en ambos discursos tenían su lógica en el recrudecimiento del conflicto por la plena aplicación de la Ley de Medios, que en octubre cumplirá cuatro años judicializada en los tribunales. "Yo acompaño mucho lo que acontece en Argentina", comentó Lula para dejar en claro que sigue con atención el escenario político del principal socio en el Mercosur. El ex presidente de Brasil, que ahora sólo luce un bigote y no lleva barba, dedicó varios párrafos a trazar un paralelo entre el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y la administración kirchnerista. Habló sobre todo de la acción de los medios tradicionalesde ambos países. "Cuando los criticamos, dicen que los estamos atacando; cuando ellos nos atacan, eso es democracia", criticó. Con esa definición, probablemente sin saberlo, Lula parafraseó una famosa frase del dirigente radical César Jaroslavsky sobre el diario Clarín. "Hay que cuidarse de ese diario. Ataca como partido político y, si uno le contesta, se defiende con la libertad de prensa", solía advertir el entrerriano, fallecido en 2002. La inauguración de la primera universidad fundada por un sindicato –la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), una iniciativa del gremio de los encargados de edificios (SUTERH)– había reunido desde el mediodía a funcionarios, dirigentes políticos, gremialistas e intelectuales. El acto central fue en la sede de la Universidad, en la calle Sarmiento al 2000, un moderno edificio de siete plantas que ayer lucía como una muestra a pequeña escala de lo que fue el Bicentenario: luces de colores, una pareja bailando tango electrónico mientras colgaba de arneses, pantallas gigantes y, en la calle, bombos y murgas desfilando. A las 19:20, tras las palabras de la locutora presidencial, en el auditorio de la planta baja aparecieron Lula, Cristina y el secretario general del Suterh, Víctor Santa María. Junto a ellos se sentaron Bernardo Kliksberg (doctor en Ciencias Económicas a cargo del Consejo Académico de la universidad); el ministro de Educación, Alberto Sileoni; el vice Amado Boudou y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. El auditorio se completaba, en el palco y las primeras filas, con todo el equipo de gobierno de la presidenta –ministros y secretarios de Estado–, el vicegobernador Gabriel Mariotto (a Daniel Scioli no se lo vio), legisladores nacionales y de la ciudad más una nutrida representación del movimiento obrero cercano al oficialismo. Estuvieron Antonio Caló, Hugo Yasky, Horacio Ghillini, Gerardo Martínez, Omar Viviani y el padre de Santa María, José, a quien todo el ambiente de la política llama por su sobrenombre: "Pepe". Sin ocultar las lágrimas, el actual dirigente del Suterh reconoció que la idea de crear una universidad desde el sindicato surgió de su padre. "Esta iniciativa es posible porque en la Argentina vivimos un momento histórico. Gracias Néstor porque sin vos, sin tu esfuerzo y tu trabajo esto no hubiera sido posible", fue el otro reconocimiento de Santa María, dirigido inequívocamente a Néstor Kirchner. Lula comenzó su discurso con una alusión futbolera. Dijo que la derrota de Corinthians, club del cual es hincha, lo había dejado muy nervioso. "El Boca (sic) tuvo la ayuda de un árbitro paraguayo", se quejó mientras Carlos Tomada, conocido por su pasión xeneize, hacía gestos con las manos. Pasado el momento de las bromas, el ex mandatario de Brasil hizo un balance de las políticas educativas del PT en el gobierno. Luego giró su mirada hacia la Argentina, exhortó a la presidenta a que recopile los diez años de kirchnerismo en un libro propio (ayer circulaba un ensayo compilado por el intelectual brasileño Emir Sader, titulado "Lula e Dilma. Diez años de gobiernos posneoliberales") y elogió las políticas llevadas adelante en la Argentina. "Podrán venir todos los medios de comunicación, pero no podrán negar el apoyo que tiene este gobierno en los pobres", zanjó. Cristina, que se abrazó dos veces con Lula, cerró el acto con una exposición que se fue encendiendo a medida que hablaba. Hizo un balance de su gestión; mencionó a Tomada, a su hijo Máximo y a los dirigentes camporistas Andrés Larroque y Juan Cabandié, presentes en la sala, para terminar con un llamado a crear un “botón anti-zonzo” que prevenga a los argentinos de las zonceras sobre las que alertaba Arturo Jauretche. "Tenemos errores, seguramente, porque no somos perfectos. Pero en la balanza de la historia estoy segura que tendremos un lugarcito en la memoria de nuestro pueblo", remarcó entre aplausos y un clima casi de campaña. 17/05/13 Tiempo Argentino Nada menos Por Martín Granovsky No viajó cualquiera a inaugurar la universidad fundada por un sindicato. Llegó a la Argentina nada menos que Lula, el nordestino que venció al hambre y la sed cuando su mamá emigró a San Pablo, el tornero, el secretario general de los metalúrgicos, el cofundador del Partido de los Trabajadores, el presidente de Brasil durante ocho años desde el 1º de enero de 2003 y el líder sudamericano de mayor proyección mundial. La visita comenzó a gestarse cuando Pablo Gentili, el secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, participó en enero de un encuentro de intelectuales convocado por el ex presidente en el Instituto Lula. Gentili es argentino y a la vez tiene el reconocimiento del PT, a tal punto que es uno de los expertos consultados para cuestiones educativas. El puente lo completó muy pronto el ex ministro de Educación Daniel Filmus, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y uno de los dirigentes políticos argentinos que respeta más la amplia construcción de alianzas por parte del PT y las reformas encaradas por Lula y Dilma Rousseff. Filmus es, a su vez, miembro del Consejo Académico de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo que fundó el gremio de encargados de edificios (SUTERH) y que Lula y Cristina Fernández de Kirchner inauguraron ayer. Hoy Filmus y Gentili abrirán la ceremonia de entrega de siete doctorados honoris causa a Lula: de las universidades de La Plata, Córdoba, Cuyo, Tres de Febrero, San Martín, Lanús y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Elegir a Lula, y que Lula aceptara el convite, significa el comienzo de un nivel de relación que no existía entre el PT y la dirigencia sindical peronista, encabezada ayer por Antonio Caló, secretario de la CGT más cercana al Gobierno. La relación originaria, que de todos modos no se rompió porque Lula suma sin romper, era la que en los ’80 tejieron el secretario del PT y el secretario de la Central de Trabajadores Argentinos Víctor De Gennaro. Tender lazos entre sindicalistas de la región es uno de los objetivos que Lula se propuso cuando se acercaba al final de su último mandato y ya había decidido que no buscaría una reforma constitucional para habilitar la rereelección. Sus preocupaciones de estos días apuntan a fortalecer la coalición que encabeza el PT antes de las elecciones del 2014 y, afuera, que disminuyan las fricciones con los vecinos. “Entre Dilma y yo no hay diferencias”, dijo ayer antes del acto, en una reunión previa con invitados especiales celebrada en el octavo piso de la UMET. “Y no podrá haberlas, porque si existieran yo me pondría al costado.” En cuanto a la Argentina, comentó: “Les dije a Dilma y a Cristina que no deben tener ni una pelea”. También analizó que si Michelle Bachelet gana las presidenciales de este año habrá tres mujeres gobernando al mismo tiempo. Otro tema recurrente de Lula últimamente, que ayer repitió, es su idea de que no existe el político perfecto. “Les digo a los jóvenes que cuando se sientan desalentados por la política no desistan, porque el político perfecto que buscan y que algunos periodistas imaginan no existe: el político puede estar dentro de cada joven.” martin.granovsky@gmail.com 17/05/13 Página|12 CFK Y EL EX PRESIDENTE DE BRASIL HABLARON DE LOS MEDIOS Y DESTACARON SUS COINCIDENCIAS “Hemos derribado el mito de la rivalidad” La Presidenta y Lula da Silva reivindicaron el proceso de integración regional y coincidieron en cuestionar el rol conservador de los grandes medios de comunicación. También destacaron la educación como factor de justicia social. Por Nicolás Lantos La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva coincidieron ayer en criticar el rol de los medios de prensa como un factor de poder conservador en el proceso que se vive en Sudamérica desde hace una década. “Es increíble: cuando uno los critica, dicen que los estamos atacando. Pero cuando los medios nos atacan, dicen que es democracia. Eso no puede ser”, aseguró el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), mientras que la jefa de Estado insistió: “Podrán tener diez mil titulares y editar 25 mil frases, pero nunca podrán borrar la vivencia de los argentinos sobre lo que pasó esta década”. Los dos compartieron el acto por la inauguración de la Universidad Metropolitana por la Educación y el Trabajo (UMET), donde también reivindicaron el proceso de integración regional que, en palabras de Lula, “está en el mejor momento que nunca”. Durante la ceremonia, el tema excluyente fue la importancia de hacer llegar la educación a toda la población como herramienta para reducir la desigualdad, pero terminó derivando, una y otra vez, en el rol de los sectores conservadores y de los grandes conglomerados comunicacionales a la hora de oponerse a esos avances. En ese sentido, el brasileño destacó que “dar una oportunidad a los que nunca tuvieron oportunidades” es la única forma de empoderarse ante los embates de quienes históricamente ejercieron la toma de decisiones. “Ampliar y multiplicar derechos otorga una legitimidad extraordinaria a cualquier gobierno”, porque “cuando se construye justicia social, pueden venir todos los diarios y los canales de televisión a decir lo contrario, pero la gente no se olvida” de los beneficios a los que accedió, aseguró el ex mandatario. “Venga quien venga después, nadie podrá negar el apoyo que dio el gobierno de los Kirchner a los pobres”, agregó, antes de comparar el proceso que encabezó y que ahora lleva adelante la presidenta Dilma Rousseff con los ciclos peronistas en la Argentina: “Los sectores conservadores de Brasil no entienden lo que pasó en esta década. Como no entienden lo que pasó acá en los años ’40 y lo que pasa ahora”, concluyó. “Vos no te imaginás las cosas que dijeron del gobierno peronista, no sabés las cosas que dijeron de Eva y de Perón”, replicó CFK. “Pero no pudieron con ellos porque habían ampliado derechos. Ahora podrán tener diez mil titulares y editar 25 mil frases, pero nunca podrán borrar la vivencia de cada argentino de lo que pasó en esta década, los derechos, las obras, las escuelas, los millones de trabajadores que hoy tienen trabajo.” La Presidenta también se permitió una ironía: “Cada vez que nos quieren criticar nos dicen que no somos como Brasil. Pero la verdad es que por suerte sí somos. Somos como Lula, somos como Dilma”, celebró, levantando aplausos en la platea. “Que cada uno elija” CFK y Lula también coincidieron en hacer énfasis en la importancia de la educación como factor clave para la inclusión y la justicia social. “Algunos hablan de gobiernos populistas, yo prefiero decirles gobiernos que creen en la igualdad de oportunidades para que cada uno pueda elegir qué vida quiere tener”, señaló Fernández de Kirchner. Lula, por su parte, enumeró los ejes que sostienen una política inclusiva en este sentido: acceso de más jóvenes a la educación universitaria, valorización del trabajo docente, reducción de la brecha digital y una mayor interrelación entre el sistema educativo y el sistema productivo. “No hacemos milagros, no hay milagros en política. La educación cumple una función fundamental en la tarea de hacer más justa a la sociedad –agregó Lula–. En Brasil luchamos contra todos los monopolios y eso incluye también al monopolio de la educación” por parte de las clases más altas, agregó, porque “eso no es otra cosa que el monopolio del poder”. En ese sentido, destacó la importancia de “beneficiar a todos, pero especialmente a aquellos a los que la educación les fue históricamente negada”. La Presidenta marcó un contrapunto al recordar que en la Argentina “después del 2001 la clase media estuvo al borde de la extinción” y gran parte de la tarea acometida por el kirchnerismo en esta década pasó por recuperar ese sector, que siempre fue muy fuerte en este país, a diferencia de lo que sucedía en Brasil, donde las desigualdades eran más notorias. “Quiero recordarles a las clases medias que golpeaban con martillos las puertas de los bancos que, aunque a veces se olviden, fue este gobierno el que les devolvió los ahorros”, concluyó la Presidenta, destacando que “éste fue el gobierno en el que los trabajadores, los sindicatos y los organismos de derechos humanos volvieron a entrar en la Casa Rosada”. Por último, ambos coincidieron en la necesidad de seguir alentando la integración regional que comenzaron, hace ya una década, Lula, Néstor Kirchner y Hugo Chávez. “Hemos derribado el mito de la rivalidad brasileño-argentina que impedía que creciéramos juntos y servía a intereses que estaban en contra de los nuestros. Los poderosos necesitan la división para seguir siendo poderosos, y ustedes quebraron esa pretendida desunión”, sostuvo Fernández de Kirchner. El brasileño, por su parte, remató: “Tenemos el derecho y la obligación de luchar por un mundo más justo. Será más justo cuando los derechos no sean patrimonio de aquellos que tengan dinero para comprarlos”. LULA Y LOS CRITICOS AL KIRCHNERISMO “Deberían recordar” Por Nicolás Lantos - Críticas: Aunque ambos mandatarios criticaron durante el acto el rol de los medios de comunicación como cabeza de la ofensiva conservadora en la región, durante un encuentro que Lula mantuvo con unos cincuenta dirigentes argentinos antes de la ceremonia oficial, el brasileño fue todavía más duro, acusando a estos canales de “fomentar la antipolítica”, algo que, advirtió, puede resultar peligroso. “Los que critican a Néstor y a Cristina, antes de criticar deberían recordar qué había antes de eso. No hay salida sin la política. A mí me causa miedo cuando veo a algunos medios de prensa crear una imagen negativa de los partidos políticos, de los sindicatos. Eso es peligroso. Puede no gustarte cómo gobierna Dilma, puede no gustarte cómo gobierna Cristina, okey. Pero hacé política”, fue lo que sostuvo el ex mandatario al final del encuentro. También sostuvo que los procesos políticos que se dan en Sudamérica “son resultado de la madurez política de los pueblos, por eso no se puede fallar, porque fallar sería lo peor que podría pasarles a los pueblos sudamericanos”. - Fútbol: Antes de comenzar su discurso, Lula hizo un breve comentario del partido en que el equipo del que es hincha fanático, el Corinthians, resultó eliminado de la Copa Libertadores ante Boca, quejándose del arbitraje que los perjudicó. CFK recogió el guante y le advirtió: “Tuviste suerte de que yo no soy futbolera, si hubiera estado Néstor te hubiera gastado todo el día, aunque él no era de Boca, era de Racing, te hubiera gastado igual”. - Show: El auditorio donde se llevó a cabo el acto era tan pequeño que algunas figuras importantes tuvieron que permanecer de pie (como el intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez) mientras que otras, cuyas identidades no serán delatadas, directamente abandonaron el lugar antes de que concluyera la ceremonia. Afuera, en la calle, mientras tanto, un millar de militantes resistía el frío para seguir por pantalla gigante los discursos. Para amenizar la espera, se organizó sobre la fachada del edificio un show de música, luces y acrobacia. - Presencias: Uno de los datos llamativos del acto fue la cantidad de presencias sobre el escenario. Estuvo casi todo el gabinete nacional, junto a representantes de organismos de derechos humanos como la titular de Abuelas, Estela Carlotto. Del campo gremial se destacaban el secretario general de la CGT, Antonio Caló; junto al de la CTA, Hugo Yasky, además del estatal Andrés Rodríguez, el taxista Omar Viviani, el anfitrión y titular del Suterh, Víctor Santa María, Gerardo Martínez, de la UOCRA, y José Luis Lingieri de Obras Sanitarias. - Santoro: Como parte de la ceremonia se descubrió un díptico del artista plástico Daniel Santoro que representa la unión entre el trabajo y la educación a partir de retratar a un obrero regresando al hogar, donde su mujer está con una niña de edad escolar. Uno de los dos cuadros que conforman la obra viajará a Brasil junto con Lula mientras que el otro permanecerá en Buenos Aires, donde será exhibido en un salón de la Casa Rosada. Así, explicaron fuentes del gobierno argentino, “se simboliza la unión y el compromiso común de ambos países por profundizar la justicia social y la educación de los sectores postergados, en el marco de una alianza estratégica única en la historia de la región”. LA PRESIDENTA RECIBIO A LULA EN LA CASA DE GOBIERNO Una cena en la Rosada para terminar el día La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró anoche su jornada junto al ex mandatario del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la Casa de Gobierno. Luego de compartir el acto de inauguración de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo en el barrio de Congreso, ambos se trasladaron a la Rosada. Allí la Presidenta recibió a Lula en audiencia y luego compartieron una cena. Cristina Fernández de Kirchner y Lula sentaron a apenas un puñado de colaboradores a su mesa. Según informaron fuentes oficiales, de la “cena privada” participaron junto a CFK el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Con Lula estuvieron su asesor Luiz Dulci y el embajador brasileño en Argentina, Enio Cordeiro. La cena se realizó en el Salón Comedor Presidencial. Antes de cenar, la Presidenta y el ex mandatario brasileño realizaron una recorrida por las instalaciones de la Casa Rosada. Ya en el salón comedor, CFK le obsequió a su visitante un dibujo enmarcado en el que aparecen juntos el ex presidente Néstor Kirchner y Lula. A los dos ex presidentes se los ve con un atuendo en el que se puede leer “América latina + Unida”. Un día de distinciones La actividad del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva en la Argentina se reanudará hoy en el Congreso de la Nación, donde será declarado Doctor Honoris Causa por las universidades nacionales de Córdoba, Cuyo, Lanús, La Plata, San Martín, Tres de Febrero, San Juan y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Las casas de altos estudios fundamentaron el reconocimiento al mandatario brasileño en “su gran aporte al desarrollo del pensamiento social y político dirigido a la erradicación de la pobreza y la inclusión social de las poblaciones que se encuentran en condiciones de desigualdad, creando mejores oportunidades en los ámbitos de la educación, la salud y el trabajo”. Además, en la ceremonia que tendrá lugar en el Salón Azul del Palacio Legislativo, también será distinguido con la mención de honor “Senador Domingo Faustino Sarmiento”. La iniciativa fue del senador del Frente para la Victoria Daniel Filmus, quien recordó que “ese doctorado constituye un título honorífico que concede una universidad a una persona que ha realizado una contribución social o científica particularmente relevante”. 17/05/13 Página|12

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