viernes, 3 de mayo de 2013
LEEMOS EN MEGAFON
Ni medio paso atrás
"Si creéis que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero... el movimiento del cual los millones de oprimidos, los millones que laboran en la miseria y la necesidad esperan su salvación, si ésta es vuestra opinión, ¡entonces ahórcanos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar". Albert Spies (ejecutado en Chicago el 11 de noviembre de 1887).
El 1° de mayo se unen la celebración festiva y la reivindicación obrera.
No es solamente aquel hecho de Chicago el que reivindicamos. Por lo menos no lo es para los que pensamos que en los trabajadores siempre ha recaído la persecución política, la discriminación jurídica, la condena y el castigo de pertenecer.
En tiempos donde el trabajo se nos perdía entre medidas liberales de entrega social a cambio de miserables negociados, allí los más perjudicados fueron los trabajadores. Las fábricas cerraban sus persianas en nombre de las nuevas comercializaciones globalizadas. Las obras sociales vaciadas de aportes, dejaron a los beneficiarios en un estado de desprotección e incertidumbre desesperante. Los sindicatos, casas políticas de los trabajadores, divididos entre entregadores y aniquilados por la perversidad del sistema que avanzaba vorazmente sobre los derechos que tanta lucha había costado a las generaciones anteriores. Centenares de mujeres y hombres fueron arrojados a la calle cargando en sus angustias, la condena social de sentirse excluidos. Los aportes fueron privatizados, induciendo con engaños a un sistema jubilatorio “de excelencia” que nunca llegaría. Así lo viejos, los trabajadores de antes, estuvieron también castigados y sufrieron las consecuencias de las miserias que como jubilados les tocaba recibir.
Por donde quisiéramos mirar había descontento social. Pero lo peor de entonces, si podía haber algo peor que sentirse olvidado, sin dignidad y sin futuro, era la falta de respuesta de ese sector mayoritario pero sumido en la desesperanza.
De esa pasividad absurda surgió la política para rescatarnos del letargo. Siempre la política nos rescata.
“ … Al drama de la desaparición del trabajo y el esfuerzo como el gran articulador social, se sumó el derrumbe de la educación argentina. No hay un factor mayor de cohesión y desarrollo humano que promueva más la inclusión que el aseguramiento de las condiciones de acceso a la educación, formidable herramienta que construye identidad nacional y unidad cultural, presupuestos básicos de cualquier país que quiera ser Nación.” Nos decía Néstor en su discurso de asunción en el 2003.
Aquel país, de hace apenas 10 años, es un recuerdo presente en quienes defendemos lo recuperado y sentimos que debe ser un recuerdo latente en toda la sociedad argentina para poder incorporar al sistema laboral a quienes todavía están afuera. La conciencia colectiva nos hace mejores. Ya no prenden las frases del “sálvese quien pueda”, ya no hay lugar para especulaciones tan personalistas como inmundas.
No es fácil, con un sector de privilegiados resentidos en sus propias abusivas exclusividades “clasistas” que tratan de destruir, de desestabilizar, de desmoralizar, de perseguir, de reprimir, con balas, con corridas económicas o con acuerdos políticos de ahogados desmoralizados tratando de aferrar el salvavidas individual que los libere de un gobierno socialmente más justo por los más necesitados.
Si viajar al exterior es “un derecho” para estos insensibles sociales, imaginen la letra chica que quieren agregar a las leyes de democratización del Poder Judicial.
El sincericidio de algunos nos alerta, el enemigo nunca duerme y siempre encuentra cipayos donde apoyar sus amenazas.
El 1° de mayo se unen la celebración festiva y la reivindicación obrera, no perdamos el objetivo. Celebrar es alegría y siempre la alegría del pueblo contribuye a la grandeza de la Patria. Reivindicar es sostener en alto las banderas por las que muchos de los nuestros dejaron su vida en nombre de la clase trabajadora.
El día es de reflexión histórica y de análisis del presente. Para poder consolidar nuestra meta debemos afianzar nuestros ideales.
Unidos, atentos, solidarios y organizados.
“… Antes de terminar, compañeros, quiero darles un mensaje: que estén alertas. El enemigo acecha. No perdona jamás que un argentino, que un hombre de bien, el general Perón, esté trabajando por el bienestar de su pueblo y por la grandeza de la Patria. Los vendepatrias de dentro, que se venden por cuatro monedas, están también en acecho para dar el golpe en cualquier momento. Pero nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el pueblo alerta somos invencibles porque somos la patria misma.” Evita, 1° de mayo de 1952
“…El gran articulador social, el trabajo, es lo que dignifica a una sociedad, lo q la organiza, lo que recrea los lazos de solidaridad social. El cambio cultural por el que trabajamos desde el 2003 es un proyecto de país que incluye, que protege, que recupera, que repara… Trabajamos por un modelo de acumulación que articula capital y trabajo y que le da al trabajo la central la centralidad clave para nuestra recuperación.No hay mayor disciplinador social que no tener trabajo. El trabajo es el gran organizador social, por eso lo defendemos con uñas y dientes.Les pido a todos que cuidemos lo logrado y redoblemos el esfuerzo. Los abrazo a todos muy fuerte, feliz día para todos los trabajadores.” Cristina, 1° de mayo de 2012
gb
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