miércoles, 15 de mayo de 2013

"LA SOCIEDAD INTERPELA A LA JUSTICIA" CRISTINA KIRCHNER CERRO EL CONGRESO DE DEBATE SOBRE LA DEMOCRATIZACION DE LA JUSTICIA EN LA MATANZA

"LA SOCIEDAD INTERPELA A LA JUSTICIA" CRISTINA KIRCHNER CERRO EL CONGRESO DE DEBATE SOBRE LA DEMOCRATIZACION DE LA JUSTICIA EN LA MATANZA “La Justicia no puede tener agenda mediática” Fue luego de una jornada en la Universidad de La Matanza donde juristas, académicos, funcionarios y representantes sociales debatieron las leyes de reforma. La Presidenta insistió en la necesidad de una Justicia que no tema a las corporaciones. Por Julián Bruschtein y Nicolás Lantos La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a defender el proyecto de reforma del Poder Judicial que todavía tramita su última norma en el Congreso de la Nación y propuso realizar foros y debates en todo el país para evaluar nuevos cambios, aunque repitió que no va a proponer una reforma constitucional. Fue en el cierre del primer Congreso sobre la Democratización de la Justicia que se llevó a cabo ayer en la Universidad de La Matanza y del que participaron, durante todo el día, miles de personas, que se congregaron al caer la tarde en el campo de deportes de la casa de estudios para asistir a la presentación de la mandataria. “Queremos una Justicia que acometa contra las corporaciones que han saqueado al país. Cómo no van a poder hacerlo si hay una sociedad entera que lo reclama”, sostuvo CFK, resumiendo lo debatido durante la jornada en distintos paneles. “Hay que volver a vincular Justicia con igualdad”, insistió. “La sociedad le habla a la Justicia”, era el lema del encuentro. En un gesto político claro, durante su breve exposición, Fernández de Kirchner estuvo acompañada por Estela de Carlotto (titular de Abuelas de Plaza de Mayo), Susana Trimarco (madre de Marita Verón, secuestrada por una red de trata), Pablo Ferreyra (hermano de Mariano, asesinado por una patota sindical durante una protesta de trabajadores tercerizados) y Sergio Burstein (de la asociación 18-J de familiares de víctimas del atentado a la sede de la AMIA), entre otras figuras que calificó como “las víctimas de la falta de Justicia” en el país. “En este panel falta una víctima: la Argentina, saqueada, endeudada, con corralito y represión”, señaló la Presidenta, antes de remarcar que “la Justicia no puede tener una agenda mediática, debe ser la agenda de la sociedad, que es juzgar y condenar a los culpables”. El discurso de la jefa de Estado fue seguido por muchas personas que desbordaron la cancha de fútbol 11 donde se instaló el escenario: entre los asistentes había jueces, abogados y miembros del Ministerio Público, pero también dirigentes políticos, legisladores, funcionarios, varios intendentes del conurbano, entre una fuerte mayoría de estudiantes. Los que no llegaron a conseguir un lugar en las sillas acomodadas sobre el césped o en las gradas que lo bordean siguieron las palabras de CFK desde alguna de las múltiples pantallas instaladas en los pasillos del campus, adonde llegaba el humo de los choripanes que se cocían en la entrada de la universidad. “No vine para quedar bien, no vine a dar un discurso pour la galerie, he venido a decir lo que siento, lo que pienso y lo que vivo”, manifestó la Presidenta al comienzo de su discurso, antes de poner énfasis en lo que llamó “la primera gran ecuación” del asunto, la que conforman “justicia y seguridad, íntimamente vinculadas con fenómenos contemporáneos como el narcotráfico”. En ese sentido, criticó a la oposición política por haber rechazado la reforma que planteó el Ejecutivo sin proponer ninguna alternativa a cambio, actitud que atribuyó a intereses comunes con la corporación judicial. También hizo énfasis en el rol de los medios a la hora de problematizar la acción del Poder Judicial: “Algunos sectores pretenden instalar que la seguridad es un problema que apareció como un repollo hace tres o cuatro años”, dijo, y agregó que “también se instala que sólo en los gobiernos populares ocurren los problemas” que derivan en generar una sensación de inseguridad. “Hay entramados que todos sabemos que tenemos que derribar, hay que decir y llamar a las cosas por su nombre”, insistió, antes de tomar el lema del encuentro y modificarlo para decir que “la sociedad está interpelando a la Justicia, más que hablarle”. Durante todo el día, unas 20 mil personas (según estimaciones de la organización) pasaron por el campus de la Universidad de La Matanza para participar de los nueve paneles de debate que se llevaron a cabo con la participación de jueces, fiscales, abogados, académicos, funcionarios, legisladores, dirigentes sociales y de derechos humanos, trabajadores del ámbito de la Justicia y estudiantes de Derecho. Reformas La Presidenta defendió los seis proyectos enviados por la Casa Rosada al Congreso para reformar el Poder Judicial, aunque advirtió que no debe esperarse “ningún milagro” de estas iniciativas porque “son instrumentos que intentan mejorar” en aspectos puntuales el sistema actual. “Para hacer una verdadera reforma de la Justicia debería ser modificada” la Constitución nacional, aseguró, aunque se apuró en aclarar que no será ella quien proponga ese paso. También recriminó a opositores políticos y mediáticos por haber denunciado que la reforma se realizaría “a libro cerrado” cuando finalmente tres de los seis proyectos enviados tuvieron modificaciones, entre ellos los dos que más resistencia despertaron (el que legisla sobre medidas cautelares contra el Estado y el que establece la elección de miembros del Consejo de la Magistratura por medio del voto popular). “¿Cómo puede ser que de seis proyectos estén en contra de todos?”, se preguntó. “Admitamos –continuó– que necesitamos una interpretación de la Justicia que no sirva a los intereses de las corporaciones, sino para que los tres poderes puedan funcionar en beneficio de la sociedad.” En ese sentido, anticipó nuevas reformas que podrían ser fruto de una “mayor apertura y participación” en debates fomentados en “muchos foros como éste a lo largo y ancho del país”, como se hizo con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Destacó, de entre los proyectos que ya pasaron por el Parlamento, el que instaura el voto popular para los integrantes del Consejo de la Magistratura como un mecanismo que tendrá la sociedad para controlar a la corporación judicial, porque “los jueces nunca votan en contra de los jueces”. Y también que hoy existe “una Justicia de dos velocidades” en la que “si los implicados son corporaciones poderosas, con poder para presionar a jueces y fiscales”, van a un ritmo distinto que cuando el que actúa es un ciudadano de a pie. Al final de su discurso, CFK se abrazó con los familiares de víctimas que la acompañaban y recordó, en un breve mensaje “fuera de programa”, aquella frase en la que comparó a la Universidad de La Matanza con Harvard durante una visita a la casa de estudios norteamericana. “No seremos Harvard pero acá, en el conurbano, hay 46 mil alumnos y el 90 por ciento son primera generación de universitarios. El 70 por ciento de ellos provienen de hogares humildes. Estamos en el corazón de la patria”, evocó, aplaudida por la concurrencia, mientras el olor a pólvora de la pirotecnia que marcaba el final de la jornada se mezclaba con el aroma de los choris. EL DEBATE DE CARLOTTO, TRIMARCO, PABLO FERREYRA Y BURSTEIN Un sistema distante de la gente En el último panel del congreso, la titular de Abuelas recordó la connivencia de jueces con la dictadura y abogó por “una Justicia más cercana a los problemas de la gente”. Susana Trimarco pidió que los abogados “no hagan negocios con las causas”. Por Julián Bruschtein y Nicolás Lantos “Es importante que se entienda que el pueblo reclama una Justicia más justa, libre y soberana, una Justicia más cercana a los problemas de la gente.” La definición la dejó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, al participar de la mesa de cierre del Congreso Nacional sobre Democratización de la Justicia, que se desarrolló en la Universidad Nacional de La Matanza. El panel estuvo conformado por familiares de víctimas de la falta de justicia en distintas causas, como los delitos de lesa humanidad de la última dictadura, el atentado a la AMIA y la trata de personas. “Muchos de los jueces que todavía ejercen cargos judiciales en la actualidad son los mismos jueces que mentían para proteger a sus amigos militares que se apropiaban de nuestros nietos”, destacó Carlotto en su intervención, poniendo sobre la mesa la connivencia del aparato judicial con la dictadura. La mesa fue el epílogo de la jornada de debate sobre el paquete de leyes que envió el Poder Ejecutivo al Congreso para “democratizar” el Poder Judicial. Junto a Carlotto participaron Susana Trimarco –madre de Marita Verón, una joven secuestrada por redes de trata de personas, en cuyo caso la Justicia sobreseyó a los acusados en un polémico fallo–, Sergio Burstein– integrante de la agrupación 18J, que reúne a familiares de víctimas del atentado a la AMIA– y Pablo Ferreyra –hermano de Mariano, militante del Partido Obrero asesinado por una patota sindical del gremio ferroviario–, con el periodista Mario Wainfeld como coordinador. En una Universidad de La Matanza revolucionada por el foro de debate, por el que circularon una mayoría de estudiantes, fundamentalmente los de Derecho, además de militantes, funcionarios, abogados y jueces, los integrantes del panel de cierre se expresaron a favor de los proyectos que se encuentran a la espera de que la Presidenta los promulgue, en los próximos días. “Estoy acá para romperles el negocio a los caraduras de la Justicia”, sostuvo Trimarco, hablándoles directamente a los estudiantes que la observaban. Trimarco les pidió a los futuros abogados que se pongan “la mano en el corazón y no hagan negocios con las causas, con el dolor de las madres que caminamos los tribunales y somos golpeadas por la injusticia”, y agregó que había que “terminar con estos jueces que están lejos de la gente, porque necesitamos gente joven, capacitada y comprometida”. Pablo Ferreyra hizo foco en la importancia de “acercar la Justicia a los sectores populares” y en la búsqueda de “un juez, una Justicia comprometida, que dé respuestas sin intermediarios. También es necesario visibilizar, acercar a los sectores populares al debate y creo que éste es un buen inicio”. Ferreyra recordó además al joven de La Matanza desaparecido presumiblemente por la Policía bonaerense, Luciano Arruga, al ponerlo como ejemplo de lo que se debe cambiar. “Soy compañero de la familia en el dolor y su desaparición es una muestra de la impunidad y la complicidad entre fuerzas de seguridad corruptas, el Poder Judicial y un poder político provincial que criminaliza los sectores más vulnerables”. El hermano de Mariano Ferreyra destacó la realización del debate porque “todo espacio de discusión es auspicioso”, y agregó que “más allá de la reforma, a la que suscribo, en lo que respecta a mi familia apuntamos a exponer y mostrar las aristas del caso de Mariano, lo que significa una buena investigación y la celeridad que, sin dudas, fue clave para la sentencia, que sentó un precedente”. Por último, minutos antes de subir al escenario para integrar junto a los demás panelistas una de las mesas que acompañaron el discurso de la Presidenta en el campo de fútbol de la UnLaM, Sergio Burstein dejó en claro que “la paz sólo llegará con una gran reforma de la Justicia”. MESA SOBRE LAS NUEVAS CAMARAS DE CASACION De cómo agilizar los tiempos “Hay una profunda discordancia entre los tiempos de la Justicia y los de la gente”, remarcó el jurista Alberto Binder al hablar en la mesa “La agilización de la Justicia y las nuevas Cámaras de Casación”. Ante un público que llenó la carpa, integrado mayoritariamente por abogados, funcionarios y estudiantes, cinco panelistas debatieron sobre éste y otros aspectos de la reforma judicial. El juez Daniel Carral rechazó el argumento de que la creación de nuevas Cámaras de Casación retardará los tiempos judiciales. “Las dilaciones existen por otras razones”, aseguró. En cambio, Carral consideró que estos nuevos tribunales “podrán resolver sobre situaciones manifiestas de arbitrariedad o inconstitucionalidad”. Por su parte, Ricardo Ballari, presidente del Colegio Público de Abogados de Bell Ville, Córdoba, criticó a quienes se opusieron a la reforma sin dar un debate a fondo. “Hay que construir con este tipo de discusiones, con vocación por el cambio, no con la negativa por conveniencia, la que a algunos les sirve para desplegar un falso manto de sospecha”, subrayó. Participaron en el panel, además de los ya mencionados, el senador Pedro Guastavino, el juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Alejandro Slokar, y el presidente del Colegio de Abogados de Salta, Eduardo Romani. Binder, a cargo del cierre, llamó a enfrentar a las corporaciones y cuestionó el funcionamiento de la Justicia. En la crítica también cayó la Corte Suprema, de la que habló como “una burocracia indominable de cuatro mil tipos que ni siquiera hablan entre ellos”. Otras voces en el debate - Jorge Auat (fiscal de la Unidad de Investigaciones de causas por violaciones a los derechos humanos): “El funcionamiento corporativo del Poder Judicial es propio del diseño de origen de ese poder. Justamente, con los juicios de los crímenes cometidos durante la última dictadura se pudo ver cómo funciona la estructura judicial, al servicio de los sectores más acomodados de la sociedad. Hemos instalado un debate sobre la transparencia del que ya no hay vuelta atrás”. - Agustín Rossi (jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria): “La Presidenta ha tenido la virtud en los últimos años de poner en la agenda pública un tema tabú como es el debate en torno del rol del Poder Judicial. A partir de ahora, ningún espacio político ni ningún medio de comunicación podrá evitar el debate sobre la Justicia que queremos, los jueces que queremos. Este es el inicio del debate, la decisión de reformar el Poder Judicial ennoblece la democracia”. - Víctor Hugo Della Rosa (representante de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación-UEJN): “El acceso a la Justicia produce un quiebre con un bastión manipulado por la corporación judicial que salió airosa de los gobiernos de facto porque se llevaba muy bien con ellos. Sería importante que se acaben los meritorios, que les puedo garantizar que venían de barrios acomodados. No eran hijos ni de almaceneros, ni de verduleros y venían con el casete de la corporación”. - Andrés La Blunda (director del Instituto Nacional de Asociacionismo y Economía Social-Inaes): “Estamos logrando la democratización judicial por el camino de la democracia, y eso es lo que viene planteando nuestro gobierno desde el 25 de mayo de 2003. Hoy vivimos una democracia plena de derechos en la Argentina y es en ese marco que damos este debate del Poder Judicial con proyectos de ley que pretenden el encuentro de una Justicia con los 40 millones de argentinos”. - Mario Kestelboim (defensor general de la ciudad de Buenos Aires): “Es de gran importancia del acceso a la Justicia a través de concursos, será una herramienta clave”. - Martín Fresneda (secretario de Derechos Humanos): “Es el relato, la participación ciudadana, lo que le ha faltado escuchar a la Justicia durante años y años en esta patria. Es ese dolor el que le ha faltado escuchar a la Justicia porque las vidas de sus seres queridos representan una pérdida no sólo de compatriotas sino de democracia y de justicia”. - Vivian Perrone (madre de Kevin Sedano, atropellado en 2002): “El sistema de justicia de hoy no ofrece igualdad. Todo depende del juez que te toque, de los recursos y la educación que uno tiene; los juicios políticos no avanzan porque los jueces están enraizados en sus tronos y es imposible sacarlos de ese lugar”. - Raquel Wittis (madre de Mariano, asesinado en 2000 por un policía): “No hay mala policía sin mala Justicia. Vivimos con esperanza la aparición de la Justicia legítima, porque visibiliza la persistencia de una institución judicial a la que sólo acceden algunos y cuya reforma resulta clave para la promoción de los derechos humanos. La impunidad es lo que se mantiene después de tantos años de recuperada la democracia, la vigencia de la violencia institucional”. 15/05/13 Página|12 gb

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