miércoles, 16 de abril de 2014

Arena

En mis pies, en mis manos,
en el pelo, en los ojos,
en el bosque de eucaliptos.
En el muelle, en la vos,
en el cangrejal, en los médanos.
Frontera entre dos mundos habitados.

En el desierto ocupado
por caravanas milenarias.
Con sus bestias, sus tiendas,
sus oasis donde bebeN su soles
amarillos, como la arena.
Sus noches gélidas, de blanca arena.

Escurridiza, multitud de espejitos
reflejos de la luna, dentro de un reloj.

Agua del hombre cansado, súbdito
del ocio.

GB

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