Ayer mismo había surgido la fecha de un posible paro. Habrá qué ver cuánto modifica el horizonte el anuncio presidencial.
Ya está llegando el día de armar el arbolito de Navidad y de empezar a hacer planes para las fiestas de fin de año. Como en cada Navidad –y como pasa en casi todas las familias–, con los preparativos se rememoran los conflictos, se recuerdan las viejas rivalidades y también aparecen los recelos.
"No quiero que invites a Fulano", "Ese otro siempre promete y después no cumple", "Mengano siempre se va de boca y después nos mete en un brete a todos", "Tenemos que sentarnos todos juntos a la mesa, aunque sea por esta vez", son algunas de las frases que se suelen escuchar. Pero hay otras: "Yo no puedo hacerle desaires a Perengano porque se portó muy bien conmigo", "Mejor les digo a los dos que festejo con ellos y después decido con quién me voy". Palabras más, palabras menos, eso es lo que se escucha por estos días que se vienen.
Estamos hablando de las mayorías de las casas. Pero, algo parecido pasa con los gremios, aunque no están organizando la Nochebuena ni la Nochevieja. Los sindicalistas argentinos están tratando de ver cómo terminan el año, decidiendo si se reunifican, o si toman medidas de fuerza o si persisten sin dudar con los reclamos por las promesas que consideran incumplidas.
"No quiero que invites a Fulano", "Ese otro siempre promete y después no cumple", "Mengano siempre se va de boca y después nos mete en un brete a todos", "Tenemos que sentarnos todos juntos a la mesa, aunque sea por esta vez", son algunas de las frases que se suelen escuchar. Pero hay otras: "Yo no puedo hacerle desaires a Perengano porque se portó muy bien conmigo", "Mejor les digo a los dos que festejo con ellos y después decido con quién me voy". Palabras más, palabras menos, eso es lo que se escucha por estos días que se vienen.
Estamos hablando de las mayorías de las casas. Pero, algo parecido pasa con los gremios, aunque no están organizando la Nochebuena ni la Nochevieja. Los sindicalistas argentinos están tratando de ver cómo terminan el año, decidiendo si se reunifican, o si toman medidas de fuerza o si persisten sin dudar con los reclamos por las promesas que consideran incumplidas.
SORPRESA. Lo que sí se sabe con certeza es que en las casas de los trabajadores que ganan sueldos de entre 15 mil y 35 mil pesos, finalmente habrá un regalo extra. La presidenta Cristina Fernández decidió calzarse el traje de Mamá Noel y anunció anoche, inesperadamente, eximir del pago del Impuesto a las Ganancias el medio aguinaldo de diciembre.
A pesar de que ella misma se quejó por la decisión de los trabajadores de comprar dólares con el dinero que no consumían de sus salarios y de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich se cansó de reiterar que no harían cambios al gravamen en lo que quedaba del año fiscal, fue la primera mandataria quien anunció la esperada medida y la justificó asegurando que lo que no ingresará por el Impuesto a las Ganancias, muy probablemente ingresaría al fisco a través del consumo que ese dinero posibilitaría realizar.
El anuncio parece tener un gran peso político debido a la fuerza y uniformidad de los reclamos que se hicieron en este sentido desde todos los sectores del sindicalismo. Pero la medida –en función del tope de 35 mil pesos– alcanza a unos 800 mil trabajadores y deja afuera a un 20% de los asalariados que tributan Ganancias.
La presidenta realizó el anuncio en el marco del XXº Congreso Anual de la Uniín Industrial Argentina y en presencia del titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, a quien llamó "mi amigo". El metalúrgico estaba muy sonriente y seguramente intentará capitalizar la eximición de Ganancias del medio aguinaldo.
Es que justamente a Caló, el anuncio le viene como anillo al dedo en un momento en el que los dirigentes "independientes" insisten con la reunificación y mantienen reuniones con los sindicalistas opositores con ese objetivo.
A pesar de que ella misma se quejó por la decisión de los trabajadores de comprar dólares con el dinero que no consumían de sus salarios y de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich se cansó de reiterar que no harían cambios al gravamen en lo que quedaba del año fiscal, fue la primera mandataria quien anunció la esperada medida y la justificó asegurando que lo que no ingresará por el Impuesto a las Ganancias, muy probablemente ingresaría al fisco a través del consumo que ese dinero posibilitaría realizar.
El anuncio parece tener un gran peso político debido a la fuerza y uniformidad de los reclamos que se hicieron en este sentido desde todos los sectores del sindicalismo. Pero la medida –en función del tope de 35 mil pesos– alcanza a unos 800 mil trabajadores y deja afuera a un 20% de los asalariados que tributan Ganancias.
La presidenta realizó el anuncio en el marco del XXº Congreso Anual de la Uniín Industrial Argentina y en presencia del titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, a quien llamó "mi amigo". El metalúrgico estaba muy sonriente y seguramente intentará capitalizar la eximición de Ganancias del medio aguinaldo.
Es que justamente a Caló, el anuncio le viene como anillo al dedo en un momento en el que los dirigentes "independientes" insisten con la reunificación y mantienen reuniones con los sindicalistas opositores con ese objetivo.
UN DÍA MUY AGITADO. Los sindicatos opositores y los relacionados con el transporte habían presionado ayer durante todo lo largo del día para que se realizara ese mismo anuncio y para conseguir un bono de fin de año que compensara la pérdida de poder adquisitivo. Y en ese sentido, tras dos reuniones clave se había anunciado una medida de fuerza para la semana próxima.
Es más, el líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, había desempolvado su aalianza con Pablo Micheli, jefe de la CTA disidente, y con Luis Barrionuevo, el jefe de la CGT Azul y Blanca, para activar el paro.
Ayer fue un día agitado. Por la mañana hubo un encuentro entre los dirigentes del transporte que el jueves pasado hicieron medidas de fuerza por la mañana. Por la tarde, hubo reunión de Consejo Directivo de la CGT Azopardo. En ambos casos, en los dos cónclaves, hubo sendas ratificaciones de que harán un paro antes de que termine la primera quincena de este mes. No hubo confirmación de la fecha exacta. Pero varias fuentes dejaban trascender que la idea más consensuada era la de hacerla el jueves 11.
El martes, además de los encuentros de ayer, se habría realizado un encuentro entre dirigentes moyanistas y el delegado de la línea Sarmiento Rubén "El Pollo" Sobrero y el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa XX "El Perro" Santillán. En esa charla se habrían delineado los alcances de la medida de fuerza que prevé sumar distintos sectores sociales.
Los sindicatos del transporte, además de ratificar que realizarán una medida de fuerza antes del 15 de diciembre, anunciaron que pedirán una audiencia con los secretarios generales de cuatro de las cinco centrales obreras. Con el único con el que no quieren reunirse es con el líder de la CGT Azul y Blanca, el gastronómico Luis Barruinuevo.
Justamente, ayer Barrionuevo estuvo de larga charla con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. El gastronímico concurrió con más de 30 gremios agrupados en la CGT Azul y Blanca a una invitación del subsecretario de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad, Ezequiel Sabor, para participar de un almuerzo de fin de año. No estaba previsto que asistiera Macri, pero finalmente el líder del PRO, se sumó y no fue solo, sino con la compañía del jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
Es más, el líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, había desempolvado su aalianza con Pablo Micheli, jefe de la CTA disidente, y con Luis Barrionuevo, el jefe de la CGT Azul y Blanca, para activar el paro.
Ayer fue un día agitado. Por la mañana hubo un encuentro entre los dirigentes del transporte que el jueves pasado hicieron medidas de fuerza por la mañana. Por la tarde, hubo reunión de Consejo Directivo de la CGT Azopardo. En ambos casos, en los dos cónclaves, hubo sendas ratificaciones de que harán un paro antes de que termine la primera quincena de este mes. No hubo confirmación de la fecha exacta. Pero varias fuentes dejaban trascender que la idea más consensuada era la de hacerla el jueves 11.
El martes, además de los encuentros de ayer, se habría realizado un encuentro entre dirigentes moyanistas y el delegado de la línea Sarmiento Rubén "El Pollo" Sobrero y el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa XX "El Perro" Santillán. En esa charla se habrían delineado los alcances de la medida de fuerza que prevé sumar distintos sectores sociales.
Los sindicatos del transporte, además de ratificar que realizarán una medida de fuerza antes del 15 de diciembre, anunciaron que pedirán una audiencia con los secretarios generales de cuatro de las cinco centrales obreras. Con el único con el que no quieren reunirse es con el líder de la CGT Azul y Blanca, el gastronómico Luis Barruinuevo.
Justamente, ayer Barrionuevo estuvo de larga charla con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. El gastronímico concurrió con más de 30 gremios agrupados en la CGT Azul y Blanca a una invitación del subsecretario de Trabajo, Industria y Comercio de la Ciudad, Ezequiel Sabor, para participar de un almuerzo de fin de año. No estaba previsto que asistiera Macri, pero finalmente el líder del PRO, se sumó y no fue solo, sino con la compañía del jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
LOS PAROS. Hugo Moyano busca que la medida de fuerza sea antes del 15 de diciembre, porque no quiere que lo asocien con posibles desbordes sociales o saqueos. Algo similar ya les ocurrió en 2012 cuando realizaron un paro el 19. Tanto funcionarios del Poder Ejecutivo como dirigentes de la oposición aseguran que no hay clima como para prever conflictos de esa naturaleza, pero sin embargo hay muchos que abren el paraguas.
Algo similar dijo Pablo Micheli: "El paro será el 10 o el 11 y sin movilización, para ser prudentes". Al igual que Moyano, el secretario general de la CTA opositora no quiere que lo asocien con conflictos sociales y teme que, si convocan a una marcha a la Plaza de Mayo, se genere algún desmán y los organizadores queden como responsables de la violencia.
Pero hay otros sectores que están en conflicto y que también piensan en medidas de fuerza para la semana próxima. La Bancaria, por ejemplo, anunció un acuerdo logrado con las cámaras de bancos privados para que los trabajadores reciban una suma extra de fin de año de $ 7500 por única vez, pero como no hubo respuesta de los bancos públicos, lanzarán un paro de 48 horas en esas entidades el jueves 11 y viernes 12.
Habrá que ver qué es lo que pasa con los sindicalistas que manifestaron su voluntad de hacer un paro ahora que la presidenta concedió este pedido que los sindicalistas pensaban dejar en el arbolito. Algunos moyanistas ya están reconociendo que sería muy de espíritu navideño hacerlo de todos modos.
Pero habrá que esperar la reacción de todas las fuerzas involucradas en la posible huelga. Al cierre de esta edición, la mayoría estaba recalculando. -<dl
Algo similar dijo Pablo Micheli: "El paro será el 10 o el 11 y sin movilización, para ser prudentes". Al igual que Moyano, el secretario general de la CTA opositora no quiere que lo asocien con conflictos sociales y teme que, si convocan a una marcha a la Plaza de Mayo, se genere algún desmán y los organizadores queden como responsables de la violencia.
Pero hay otros sectores que están en conflicto y que también piensan en medidas de fuerza para la semana próxima. La Bancaria, por ejemplo, anunció un acuerdo logrado con las cámaras de bancos privados para que los trabajadores reciban una suma extra de fin de año de $ 7500 por única vez, pero como no hubo respuesta de los bancos públicos, lanzarán un paro de 48 horas en esas entidades el jueves 11 y viernes 12.
Habrá que ver qué es lo que pasa con los sindicalistas que manifestaron su voluntad de hacer un paro ahora que la presidenta concedió este pedido que los sindicalistas pensaban dejar en el arbolito. Algunos moyanistas ya están reconociendo que sería muy de espíritu navideño hacerlo de todos modos.
Pero habrá que esperar la reacción de todas las fuerzas involucradas en la posible huelga. Al cierre de esta edición, la mayoría estaba recalculando. -<dl
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