viernes, 8 de agosto de 2014

CONMOVEDOR TESTIMONIO DE HORTENSIA ARDURA, MADRE DE OSCAR MONTOYA Y ABUELA DEL NIETO 114 RESTITUIDO “Dios me dio mucha vida para que pueda conocer a mi nieto”




La madre de Oscar Montoya, Hortensia Ardura, acompañada por su hijo Jorge Montoya durante un homenaje a "Puño" en 2013.

Hortensia Ardura, de 93 años y madre de Walmir Oscar “Puño” Montoya, se encontraba ayer aún conmovida por la gran noticia del martes que dio la vuelta al mundo, con una mezcla de alegría, tristeza y nostalgia. La abuela paterna de Guido Carlotto dijo que “Dios me dio mucha vida para que pueda conocer a mi nieto”.

Caleta Olivia (agencia)

“Son iguales”, fueron las primeras palabras que expresó Hortensia cuando ayer por la mañana recibió en su domicilio de la calle José Hernández de esta ciudad a un equipo periodístico de Diario Patagónico, mientras en los canales de televisión de todo el país comparaban la imagen de su hijo Oscar con la de su nieto, el músico de 36 años que reside en Olavarría con el nombre de Ignacio Hurban.

“Me enteré por la tele; yo sabía que existía el nene hace rato y siempre supe que tenía un nieto porque Estela Carlotto (abuela materna) siempre hablaba de eso. Entonces yo sabía que también era mi nieto porque la hija de ella fue pareja de mi hijo”, recordó.

De “Puño” comentó que “lo persiguieron siempre: desde que vivía en Cañadón hasta que lo mataron en La Plata”.

En su relato entrecortado por el recuerdo de su hijo, contó que para poder identificar su cuerpo hallado varios años después de finalizar la dictadura militar, junto a su marido Jorge (fallecido hace pocos años) aceptaron dar muestras de sangre para ser analizada en un banco genético “y gracias a ese estudio ahora podemos saber que Guido es hijo de Oscar. Además, una de las hijas de Estela Carlotto habló el martes con mi otro hijo (Jorge) y le confirmó que realmente era mi nieto”.

“HA SIDO UN MILAGRO”

Respecto a Guido, músico profesional que ayer por la tarde iba a reunirse con la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, dijo que “nunca nos imaginamos que podía llegar a aparecer; esto realmente ha sido un milagro y hay que darle gracias a Dios”.

Por ahora no tiene previsto que también ella pueda conocerlo personalmente y a la brevedad, ya que entendía que “hay que esperar porque es un proceso muy largo ya que recién sabe de su verdadera identidad y se supone que debe cambiar su apellido”.

Luego, coincidentemente con las expresiones formuladas el martes por Estela de Carlotto, dijo que espera encontrarse lo antes posible con su nieto ya que “no quiero morirme sin poder abrazarlo”, tras lo cual rompió en llanto.

Más adelante hizo extensivo su agradecimiento al comisionado de fomento de Cañadón Seco, Jorge Soloaga, ya que él no solo creó una plaza que recuerda la memoria de las víctimas de la dictadura militar, sino que también “impuso el nombre de mi hijo a una Sala de Música y para nosotros ese gesto es muy valorable”.

Finalmente reveló que tanto las cenizas de Oscar como las de su padre Jorge descansan en campos de la estancia Bahía Lángara, propiedad de la familia, ubicada a unos 25 kilómetros al norte de Caleta Olivia.

El Patagónico
 
LA BREVE E INTENSA HISTORIA DE OSCAR WALMIR “PUÑO” MONTOYA
Fue músico, piloto aeronáutico y militante de la JP Universitaria
Diario Patagónico, Caleta Olivia, Provincia de Santa Cruz.

Este era Oscar Walmir “Puño” Montoya en su juventud. Esta y otras fotografías son conservadas por su amiga de la infancia, Graciela Reartes.

Oscar Walmir “Puño” Montoya nació en el hospital ypefiano “Presidente Alvear” de Comodoro Rivadavia, ya que su padre, Jorge Bergel Montoya, trabajaba en la empresa estatal petrolera y si bien la familia residía en Cañadón Seco era común que las parturientas viajaran hasta allí para dar a luz a sus hijos.

De sangre española, su padre llegó a Cañadón Seco a finales de los años ‘40, donde comenzó a trabajar en YPF. Tuvo dos hijos y su esposa, Hortensia Ardura (93), fue docente y por muchos años directora de la Escuela Primaria 23 de esa localidad.

El 14 de febrero de 1952, cuando nació Oscar (quien hoy tendría 62 años), Hortensia debió viajar a Comodoro Rivadavia porque en la enfermería del campamento no había lugar disponible y entonces dio a luz en el Hospital Alvear. El chico creció y vivió en Cañadón Seco, donde tuvo una banda de música junto con amigos de la adolescencia, a la cual él mismo bautizó “Nosotros”.

Cursó sus estudios en la Escuela Primaria 23, de la que su madre fue directora, y luego en el Colegio Secundario 6 de Caleta Olivia. A mediados de los 70 viajó a La Plata para comenzar estudios universitarios, donde se unió a la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y también se enroló en Montoneros, afirmando la militancia política que venía profesando.

En esa ciudad conoció a Laura Carlotto, estudiante de Historia y también militante de la JUP. Entre enero y febrero de 1977, Oscar tuvo un último contacto con su familia en Santa Cruz ya que fue secuestrado a finales de ese año. No se sabe bien si en Buenos Aires o en La Plata.

Investigaciones posteriores dan cuenta de que su compañera estaba embarazada al momento del secuestro -en noviembre de 1977- y que permaneció detenida ilegalmente en el centro clandestino conocido como “La Cacha”, en las afueras de La Plata, hasta que dio a luz el 26 de junio de 1978 y dos meses después fue asesinada.

VICTIMA DE LA DICTADURA

Pasarían muchos años hasta que los Montoya pudieron saber que su hijo ya no estaba desaparecido. En mayo de 2009, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana de Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por científicos del Instituto de Antropología Forense, pudieron ser identificados los restos de Oscar.

El joven había sido inhumado como NN en el cementerio de Berazategui el 27 de diciembre de 1977, pero la familia recuperó sus restos y los trajo a Caleta Olivia, donde junto a los de su padre fueron cremados y esparcidos en los campos de la estancia Bahía Lángara, propiedad de la familia.

Graciela Reartes, docente jubilada que vivió junto con “Puño” en Cañadón Seco y fuera su amiga de infancia, contó ayer a Diario Patagónico que “era un chico bueno, humilde, amigable, simpático y muy querido por todos. Jugábamos todos juntos con lo que había en esos años y pasábamos gran parte del día en el Club de Cañadón”.

Cabe también mencionar que “Puño” fue uno de los primeros pilotos que obtuvo su brevet de aviador civil al realizar un curso en el hoy inactivo Aeroclub de Cañadón Seco.


MARIO BASIGLIO LE RINDE HOMENAJE AL BATERISTA DE “NOSOTROS”
El recuerdo de quien fuera su amigo y compañero en una banda de rock
Mario Basiglio rindió varios homenajes a su amigo con canciones que ambos interpretaban cuando eran integrantes de la banda “Nosotros”.

El ahora gerente de una concesionaria de autos de esta ciudad, Mario Basiglio, tenía 17 años cuando cumplía con el rol de primera guitarra y cantante de la banda de rock “Nosotros”, que también integraban “Puño” Montoya como baterista y Fabián Abello en bajo.

Entre los jóvenes que indistintamente residían en Cañadón Seco y Caleta Olivia existía una profunda amistad desde antes de que comenzaran a actuar en escenarios estudiantiles y fiestas familiares interpretando covers de legendarios grupos nacionales como Manal y el Trío Galleta.

Cuenta Mario -quien hoy tiene 63 años- que fue “Puño” el autor del nombre de la banda, que también creó algunos temas propios y ensayaba “casi todas las noches en el galpón de mi casa, en Cañadón Seco”.

“El era el menor de todos ya que tenía 16 años, yo el del medio y Abello contaba con 18 años cuando empezamos a tocar y cantar, algo que yo nunca dejé de hacer”, relató.

El 24 de marzo de 2010, cuando se inauguró la Plaza de la Memoria en el ex campamento perolero ypefiano, Mario fue invitado a interpretar un tema para recordar a su amigo asesinado durante los años de plomo de la dictadura militar en la segunda mitad de la década del 70.

Eligió “Zapatos Rotos” de Francis Smith, uno de los favoritos de “Puño”, pero además -guitarra en mano- también interpretó otro cuando a mediados de mayo de 2013 se habilitó una Sala de Música en la comisión de fomento con el nombre de su inolvidable amigo. En ambos casos, su voz se quebró por la emoción del recuerdo.

“Puño era realmente un artista y no sólo de la música -afirmó-, sino también de la plástica porque le gustaba modificar objetos como damajuanas o botellas creando jarrones para adornar jardines”.

“Aún tengo en mi memoria su estampa cuando lucía una campera de color negro con un león estampado en la espalda”, evocó Mario, comentando además que la banda de rock se desarmó cuando “nos tocó cumplir con el servicio militar obligatorio”.

“A mí me correspondió la Marina en la base Puerto Belgrano y a Oscar el Ejército en un regimiento de Río Gallegos y después fuimos perdiendo contacto hasta que me enteré que lo habían matado en La Plata”, expresó.

“Puño ponía todo su empeño en las cosas que hacía y tenía un profundo sentido de la amistad y eso es algo que uno nunca se puede olvidar y por ello siempre le pido a Dios que lo proteja en el mejor lugar del cielo”, concluyó.

Fuente: Diario El Patagónico

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