viernes, 30 de enero de 2015

LA NOMINACION DE CARLES "Hay que tener una Corte como corresponde, con cinco miembros"

El secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó de “estupidez” la denuncia de algunos miembros de la oposición que vincularon la postulación de Roberto Carlés a la Corte Suprema con una maniobra para “distraer la atención” de la muerte del fiscal Alberto Nisman. También se mostró partidario de efectuar una pericia al ministro Carlos Fayt, de 97 años, con el fin de determinar si “conserva la idoneidad".

“Es una estupidez y, como de costumbre, no se les cae una idea ni a garrotazos", dijo el funcionario respecto a la postura de algunos miembros de la oposición que denunciaron que se busca "distraer" de la investigación por la muerte de Nisman.

Fernández también defendió la postulación de Carlés, y subrayó que "hay que tener una Corte como corresponde, con cinco miembros". Tras sostener que “nos falta Eugenio Zaffaroni, además de haber perdido a Carmen Argibay y Enrique Petracchi”, se mostró partidario de efectuar una pericia al ministro Carlos Fayt, de 97 años, con el propósito de determinar si “conserva la idoneidad" para continuar en funciones.

Para el secretario General de la Presidencia, el Gobierno “no quiere imponer al reemplazante”, como sostiene la oposición, y sostuvo que “imponer es algo que uno quiere hacer por la fuerza y sin derecho, pero en realidad es la propia Constitución la que dice cómo se seleccionan los jueces".

“Algunos intentan sacarle ventaja a la politiquería", remarcó Fernández, y recordó que Julio Oyhanarte, cuando asumió en la Corte Suprema durante el mandato presidencial de Arturo Frondizi, "tenía 37 años y una cabeza bien puesta, y pensaba criteriosamente sobre lo que significa crecer a la par de la importancia de la tarea que tiene que llevarse a cabo".


Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, manifestó que "la oposición política no puede negarse al tratamiento de la designación de un juez", y agregó que "si no hubiera acuerdos políticos" respecto a estas designaciones "no tendríamos ningún juez en el país".

Fito Paez

En la tapa de su último álbum, Fito Páez optó por no mostrar un retrato de él mismo o de algún recurso visual que remita a su presente: prefirió la imagen de otro artista. “Ahí hay algo histórico, donde los dos nos fundimos en un álbum, porque en la foto central está su cuerpo, pero va con mi nombre”, subraya el músico ante Rock and roll revolution, trabajo lanzado en septiembre y pensado como un tributo a Charly García, el mismo que aparece en la carátula casi esquelético, en cuclillas y en medio de un caótico show de 1996.
No es la mejor postal del ex Sui Generis, pero sirve para ilustrar una obra con composiciones escritas por el propio Páez, pero repletas de reverencias y alusiones al músico cuya banda de acompañamiento integró en los 80 (“Si te dejo en una habitación/ frente a frente con Charly García/te orinarías y saldrías corriendo/ te daría miedo/ no lo bancarías”, canta en el track que bautiza la producción). 
“Poner ese cuerpo de Charly en un estado de tanta fragilidad es recordar quienes somos y lo mucho que necesitamos de él. La fuerza que él ha hecho para traer todos  sus valores lo ha desgastado demasiado, porque es mucho lo que ha hecho ese hombre. Estoy en una etapa donde me reconozco mucho en él”, describe, al teléfono desde Córdoba. Pero, en las próximas semanas, el rosarino volverá a ser el único protagonista de su obra y de la manera más elocuente: con un recital donde se mueve solo en el escenario. Solo piano se llama el espectáculo con el que se presentará el 14 y 15 de febrero en el Casino de Viña (entradas en Puntoticket).
¿Qué busca con estos shows más sencillos?
Es una situación que, cada vez que aparece, me libera de la presión de estar con el grupo. Todas las noches puedo hacer algo diferente y eso es siempre muy relajado. Es cierto que en los recitales con banda hay una pulsión más eléctrica, más alta, y acá todo es mucho más interior, los silencios pesan más. Pero soy pisciano, así que puedo manejar bien las dos cosas.
¿Por qué sintió que, a sus 51 años, era el momento de un homenaje a García?
No me gusta la palabra homenaje, pero lo que pasó es que yo estaba en un momento personal muy perdido y tuve la sensación que él me dictó las canciones, a través de las cosas que sembró en mi tálamo emocional. Sentí que me decía: “Hey, tienes que decir tu verdad, no tienes que ser hipócrita. Si quema, quema. Si arde, arde. Y si no te gusta algo, tienes que nombrarlo”. Hoy hay una suerte de desaparición del rock argentino, entonces Charly nos recuerda la lucidez y la inteligencia.
Con la muerte de Spinetta y Cerati, ¿es este disco una declaración de sobrevivientes del rock argentino?
Puede ser, eso es una teoría tuya. No fue intencional. Ambas muertes fueron dramáticas, pero de alguna manera estos temas también son una apuesta por la vida.
¿Por qué cree que el rock de su país ha perdido tanta fuerza continental?
© LATERCERA
Podemos pensar varias cosas. Primero, en la Argentina, que es una máquina parricida. El rock sirvió simplemente cuando era necesario: en la guerra, en el nacimiento del kirchnerismo, porque era un motor en donde se apostaba por el futuro, por estéticas revoltosas. Ahora hay una desaparición tácita, de la que nadie tomó la decisión, pero hay poca gente profesionalizando el tema. Además, antes se necesitaba un héroe que dijera lo que nadie se atrevía; hoy esa figura desapareció y está la red, donde todos hablan por su lado. 
¿Tiene alguna reflexión acerca de lo sucedido con la muerte del fiscal Nisman?
Está que quema el tema. Lo único que puedo decir es que hay que garantizarle a la justicia una actuación limpia y clara, y eso depende de los hombres que estén exclusivamente dentro de la vida judicial. Cristina (Fernández) ha tomado una decisión muy acertada ahora y ojalá eso llegue a buen puerto; que este nuevo sistema pueda recrear las redes de inteligencia que necesita cualquier país, de un modo limpio y con control político. 
¿Le parece que ella lo ha hecho bien en este tema?  
Fue muy rápido todo y yo no estoy en el sillón de Rivadavía. Se habla mucho, hay una necesidad por hablar y expresarse, pero lo más importante es hacer foco en la ley. Lo que se hace fuera de la justicia es charlatanería, entonces hay que ser respetuosos.
Pero, ¿qué le parece que la propia gente se haya mostrado crítica hacia el gobierno?
Me parece bien, pero ya está. Ya hablamos del tema, no sigamos.

jueves, 29 de enero de 2015

EL MUNDO › NUEVOS ANUNCIOS DEL FLAMANTE GOBIERNO DE IZQUIERDA LIDERADO POR ALEXIS TSIPRAS EN GRECIA Salud universal y fin de las privatizaciones

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció ayer en el primer Consejo de Ministros la renegociación de la deuda y su intención de luchar contra el desempleo y la corrupción. Además, varios funcionarios de su gabinete anunciaron importantes reformas, como la restauración del acceso universal al sistema público de salud, la revocación de los despidos inconstitucionales y el fin de las privatizaciones.
“Tenemos un plan griego para hacer reformas sin incurrir en déficit, pero sin superávit primarios asfixiantes”, afirmó Tsipras. Por su parte, el viceministro griego de Sanidad, Andrea Xanthos, afirmó ayer que el gobierno restaurará el acceso universal al sistema público de salud y los ciudadanos griegos ya no tendrán que abonar cinco euros para ser atendidos cada vez que acuden a un hospital y un euro por cada receta médica. Los recortes en el gasto sanitario de los últimos años han ocasionado que alrededor del 30 por ciento de la población griega haya quedado excluida del sistema sanitario público por estar sin empleo durante más de un año o tener deudas con la seguridad social en un período superior a doce meses.
“Vamos a retirar todos los despidos que se han hecho y son inconstitucionales. Es nuestro compromiso y es uno de los principales pasos a seguir”, afirmó el viceministro griego de Reforma Administrativa, Yorgos Katrugalos, refiriéndose a la intención de revocar los despidos de funcionarios llevados a cabo en los últimos años en el marco del llamado esquema de movilidad laboral. Entre ellos, el personal de limpieza del Ministerio de Economía y los guardias escolares, que se han convertido en un símbolo de resistencia frente a los ajustes. Ambos colectivos de trabajadores llevan meses protestando en un campamento improvisado a las puertas del Ministerio de Finanzas. Además, los jubilados con pensiones inferiores a 700 euros recibirán nuevamente la paga de Navidad.
Por su parte, el ministro de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía de Grecia, Panayiotis Lafazanis, anunció la paralización inmediata de todo proceso de privatización de las compañías eléctricas. “Intentaremos hacer la energía más barata para impulsar la competitividad y ayudar a las familias”, aseguró el ministro poco antes de entrar en la reunión presidida por Tsipras.
Asimismo, el viceministro de Economía e Infraestructuras, Jrístis Spirtzis, indicó que es prioridad que el Estado retenga el control sobre puntos estratégicos, refiriéndose en particular a la prevista privatización del 67 por ciento del puerto del Pireo y la empresa pública de electricidad.
Ante los primeros anuncios del nuevo gobierno, el enojo de los mercados no se hizo esperar. Mientras la Bolsa de Atenas se desplomó ayer un 9,24 por ciento, la prima de riesgo del bono a diez años se disparó por encima de los 1000 puntos básicos (diez por ciento) con respecto a los bonos alemanes. En comparación, la prima de riesgo es de 79 puntos en Irlanda, 108 en España, 172 en Italia y 207 en Portugal. Fue determinante en esta reacción de los mercados la medida adoptada en el primer Consejo de Ministros de paralizar la venta del 30 por ciento de la Corporación Pública de Energía de Grecia (PPC), la mayor del país, cuyo valor se ha hundido en la Bolsa un 13,93 por ciento.
La reacción negativa de los mercados no hizo mella en los millones de votantes que apuestan a las propuestas de Syriza. Hasta un ex funcionario del gobierno de Samaras se mostró optimista. “A nadie se le ocurre hacer estos anuncios si no ha cuadrado bien las cuentas; personalmente, tengo confianza en que Tsipras haya calculado bien y, es más, creo que no va directo a la bancarrota”, afirmó al diario español El País, Kostas Ppajilintzos, asesor ministerial del gobierno saliente de Samaras. “Son sólo anuncios, luego se impondrá el pragmatismo y, sobre todo, las condiciones de la troika. Pero a juzgar por lo anunciado, sí que se trata de una pequeña revolución, también desde el punto de vista de lo que se promete”, agregó el ex funcionario.
En su discurso de ayer Tsipras reafirmó que una de las prioridades será la renegociación de la deuda griega con sus acreedores europeos, con vistas a una solución que sea en beneficio de todos. “Grecia está lista para contribuir a una solución para toda Europa”, aseguró el primer ministro griego, quien tiene previsto reunirse hoy con el mandatario del Parlamento Europeo Martin Schulz, y el viernes con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem.
“Este gobierno es el primero de una nueva era. No tenemos derecho a cometer errores. El Ejecutivo no debe olvidar que es un gobierno de salvación social que tiene que devolver a los ciudadanos la sensación de seguridad y de dignidad”, explicó Tsipras.
“El gobierno de salvación social debe acabar con el clientelismo político y la corrupción y aplicar las reformas que no se han podido hacer durante 40 años”, afirmó el primer ministro helénico en un discurso emitido por televisión. “Estamos aquí para acabar con el clientelismo político y con la corrupción y para poner fin al Estado que funcionaba contra los intereses de la sociedad”, agregó Tsipras, para recalcar que la lucha contra la evasión fiscal será una de las prioridades del gobierno. En este aspecto, el flamante primer ministro recordó que el nuevo Ejecutivo tan sólo consta de 10 ministerios y que este hecho no es de carácter simbólico, sino una primera muestra de las reformas que se pretenden hacer para evitar gastos excesivos en el funcionamiento del Estado.

GRAN BRETAÑA Y EE.UU. PUBLICAN UN RELATO EN PRIMERA PERSONA Guantánamo contado en inglés

Mohamedou Ould Slahi es el primer preso que narra desde la cárcel la odisea de tortura, humillación y kafkiana desesperanza que siguió al arresto en su país, Mauritania, y su transformación en el recluso número 760 de Guantánamo.

Por Marcelo Justo
Página/12 En Gran Bretaña
Desde Londres
En un mundo hipersensibilizado después de la masacre en París, en la revista Charlie Hebdo, el “Diario de Guantánamo” promete encender pasiones. Detenido hace más de trece años, su autor, Mohamedou Ould Slahi, es el primer preso que narra desde la cárcel la odisea de tortura, humillación y kafkiana desesperanza que siguió al arresto en su país, Mauritania, y su transformación en el recluso número 760 de Guantánamo.
El Guantanamo Diary, escrito en inglés, es publicado este jueves en el Reino Unido y Estados Unidos después de una batalla legal de seis años que ha dejado sus marcas en el texto. En la serialización previa a la publicación que hizo el matutino británico The Guardian, se ven párrafos enteros interrumplidos por espacios en blanco de material que no fue desclasificado por razones de “seguridad nacional”. La mayoría de estos 2500 espacios en blanco son nombres propios o lugares, pero hay también párrafos de hasta cuatro renglones sin texto. Lo que la censura no ha podido borrar es el relato de la tortura que el Ministerio de Defensa estadounidense rebautizó con el eufemismo de “técnicas adicionales de interrogación”.
Palizas, privación de sueño, humillación sexual, amenazas de muerte a él y su madre, inmersión en agua helada fueron algunas de estas “técnicas adicionales” que el ministro de Defensa durante la guerra con Irak, Donald Rumsfeld, autorizó en agosto de 2003. El resultado de esta técnica se vuelve patente en una de las historias que cuenta Slahi en su diario. En un momento confiesa a sus interrogadores que fue él quien planeó la voladura de una torre en Toronto, Canadá, pero cuando le preguntan si dice la verdad, les contesta que no importa. “Mientras ustedes estén contentos, si quieren comprar, yo vendo”, les dice.
En otro momento, a raíz del maltrato y las torturas, sufre alucinaciones. “Empecé a tener visiones y oír voces. Escuchaba a mi familia, escuchaba el Corán en una voz celestial, escuchaba música de mi país. Después los guardias usaron estas alucinaciones y empezaron a hablar por la cañería alentándome a atacar un guardia y escaparme, pero no me dejé engañar, aunque por un tiempo hice como que les creía”, escribe Slahi.
La cárcel y la tortura son parte de una ironía adicional. Slahi fue un combatiente de la libertad, un mujaidín, que se incorporó a Al Qaida cuando la organización combatía al régimen pro soviético en Afganistán con la ayuda económica y militar de Estados Unidos y de dos de sus principales aliados en la región, Arabia Saudita y Pakistán. Según su propio testimonio, Slahi dejó la organización en 1992, pero fue arrestado luego de los atentados del 11 de septiembre a raíz de un fallido complot contra el aeropuerto de Los Angeles cuando Slahi vivía en Canadá.
El vínculo de Slahi con este atentado era más que tenue. Slahi asistía en Montreal a la misma mezquita que Ahmed Ressam, uno de los responsables del complot. El hecho de que Slahi fuera un hafiz –persona que puede recitar de memoria todo el Corán– debe haber contribuido a las sospechas. Más comprometedor era que su primo y ex cuñado Mahfouz Ould al Walid hubiera sido un asesor espiritual de Osama bin Laden antes de los atentados del 11 de septiembre, aunque se separó de la organización por su desacuerdo con el ataque.
En ningún momento se hallaron pruebas respecto de la participación concreta de Slahi en el complot salvo su propia confesión arrancada por tortura. En 2004, el militar que lo defendía abandonó su puesto en protesta contra la utilización en el juicio de este tipo de prueba. En una columna en The Guardian para acompañar la serialización del libro, el coronel Morris Davis, ex jefe de la comisión de fiscales militares en Guantánamo, señaló que estaba convencido de la inocencia de Slahi.
“El consenso entre los que investigamos a fondo su caso fue que, como Forrest Gump, Slahi apareció en algunos lugares significativos por mera coincidencia”, escribió Davis.
En su columna, Davis reveló cómo la obediencia debida que domina el pensamiento militar estadounidense fue clave en su renuncia en 2007. “Renuncié después de que me pusieran bajo el mando del brigadier general Tom Hartmann. Hartmann me había criticado por negarme a usar pruebas obtenidas con las ‘técnicas de interrogatorio ampliadas’. Me dijo: ‘El presidente Bush dice que no torturamos. Nosotros no somos nadie para decir lo contrario’”, señala Davis.
La presidencia de Barack Obama no cambió mucho las cosas. Cuando en 2010, poco después de su asunción, una corte estadounidense halló que las pruebas eran insostenibles, el gobierno apeló la decisión. Sólo en estos últimos meses, promediando su segunda presidencia y con su legado a la posteridad en mente, Obama ha procurado ir vaciando Guantánamo con el envío de detenidos a Estonia, Omán o Uruguay, donde en diciembre llegaron seis presos. Por la cárcel pasaron más de 770 presuntos terroristas. Menos del 4 por ciento ha sido llevado ante la Justicia. Hoy quedan 122 y la oposición republicana está haciendo todo lo posible por impedir el cierre de la cárcel.
Uno de los argumentos que usa el ex fiscal militar Morris Davis ante la opinión pública es, muy en la tradición anglosajona, cuantificable en dólares. “Hemos gastado más de 5 mil millones desde que se abrió Guantánamo hace trece años. Los 122 detenidos allí cuestan tres millones de dólares por año. Casi la mitad tiene la aprobación para que se los transfiera y, sin embargo, siguen languideciendo en la prisión. Ahora el Congreso quiere evitar que Obama lo cierre antes de dejar la Casa Blanca en enero de 2017. Espero que los que lean el libro de Slahi comprendan que Guantánamo no es un concepto abstracto, sino un lugar concreto en el que se encuentra gente real que ha pasado años preguntándose si alguien va a venir a rescatarlos”, concluyó Davis.

› FAMILIARES Y HUMAN RIGHTS WATCH CRITICAN EL ARCHIVO DEL CASO AYOTZINAPA “Es una versión oficial, no histórica”

Por Gerardo Albarrán de Alba
Desde México DF
El gobierno del priísta Enrique Peña Nieto dio un carpetazo al caso Ayotzinapa: los 43 estudiantes normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado en Iguala, Guerrero, fueron asesinados y sus cuerpos incinerados y arrojados a un río. “Esa es la verdad histórica”, dijo la noche del martes el procurador Jesús Murillo Karam.
Pero no. “Esto no es la verdad histórica, esto es una versión oficial” fundada en confesiones, hipótesis y la extrapolación de un solo peritaje, aseguró ayer José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas, quien acusó a la Procuraduría General de la República (PGR) de negligencia, mientras que los padres de los estudiantes desaparecidos reprocharon la intención gubernamental de cerrar el caso y anunciaron que acudirán la próxima semana a instancias de la ONU.
Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aclaró que el caso no puede darse por cerrado. “Las autoridades no podrán dar por concluido este expediente hasta que todos los responsables sean juzgados y se aclare el destino de los estudiantes desaparecidos”, dijo ayer Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH.
Apenas el lunes pasado, decenas de miles de personas marcharon en la 8ª Acción Global por Ayotzinapa, tanto en las principales ciudades de México como de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá y Europa, justo al cumplirse cuatro meses de la desaparición de los 43 estudiantes. El eco de la movilización llegó el martes a Los Pinos, mientras el presidente Peña Nieto se reunía con rectores y directivos de las principales universidades e instituciones de educación superior del país. Ahí, el rector de la UNAM, José Narro Robles, le recordó que “nadie en su sano juicio puede permanecer indiferente ante los horrores que afectaron hace cuatro meses a estudiantes de Ayotzinapa y a la población de Iguala, acontecimientos que han impactado la conciencia nacional y que nos siguen afligiendo”, y aprovechó para “pedirle un mayor esfuerzo” para cambiar “una realidad mediana por la que merece un país grande como el nuestro”. En presencia también del embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, el presidente Peña Nieto se limitó a defender la actuación de su procurador, a quien atribuyó un “esfuerzo sin precedente de búsqueda e investigación”, y a pedirle a la sociedad dar vuelta a la página.
“Estoy convencido de que este instante, este momento en la historia de México, de pena, de tragedia y de dolor, no puede dejarnos atrapados. No podemos quedarnos ahí”, dijo Peña Nieto, haciendo recordar la indignación que generó a principios de diciembre pasado cuando pidió “superar” el caso Ayotzinapa.
Las conclusiones del procurador Murillo Karam presentadas el martes son las mismas que había ofrecido desde el 7 de noviembre, basada en la declaración de tres sicarios detenidos: los estudiantes fueron secuestrados y asesinados por la banda Guerreros Unidos, que habría incinerado los cuerpos en un basurero del municipio de Cocula y después habría arrojado los restos al río San Juan. La única supuesta evidencia adicional fue la declaración de un nuevo detenido, Felipe Rodríguez Salgado, alias El Terco o El Cepillo, jefe de sicarios de Guerreros Unidos, quien habría participado en el secuestro, desaparición y homicidio de los 43 estudiantes.
De paso, Murillo Karam exoneró al ejército, que ha sido reiteradamente acusado de haber intervenido en la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, según una docena de testimonios y reportes de prensa. Sin embargo, para el procurador, “no existe ninguna evidencia de ello”. Ante esta postura oficial, la CNDH anunció que revisará exhaustivamente las investigaciones de la PGR para determinar violaciones graves de derechos humanos.
Por lo pronto, los padres de los estudiantes desaparecidos descalificaron a la PGR. En rueda de prensa, la madrugada de ayer, advirtieron que no se puede dar por cerrado el caso basado solamente en declaraciones de criminales y sin pruebas científicas que avalen que los 43 jóvenes normalistas fueron asesinados. Según el abogado Vidulfo Rosales, una representación de los padres acudirá ante el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU, en Ginebra, durante el proceso de evaluación a que será sometido México el 2 y 3 de febrero próximos. Ahí “vamos a denunciar y colocar el caso y una acusación formal contra el gobierno mexicano”.
Tanto los padres de los estudiantes desaparecidos como el director de HRW para las Américas, el chileno José Miguel Vivanco, señalaron que las conclusiones de la PGR no son avaladas por el Equipo Argentino de Antropología Forense, que trabajó en el caso, y consideraron reprobable que el gobierno mexicano ni siquiera haya esperado a los cinco expertos internacionales de Chile, Colombia, Guatemala y España, designados por la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) hace poco más de una semana. Estos expertos, junto con un equipo técnico de su confianza, deberían realizar una verificación técnica de las acciones iniciadas por el Estado mexicano tras la desaparición de los 43 estudiantes, para lo cual dispondrían de un plazo de hasta seis meses. “¿A qué van a venir ahora? ¿A respaldar hechos consumados?”, cuestionó Vivanco durante una entrevista radiofónica.
Según Vivanco, dado el historial de corrupción y violencia en México, “no es inverosímil el relato de Murillo Karam, pero es difícil confiar en su palabra”. Y es que en México no sólo se arrancan confesiones sobre la base de torturas y presiones, recordó, sino que la única prueba científica de identificación de los cadáveres se hizo en un caso, no en el resto, y el procurador extrapola, amplía y aplica ese resultado al resto de los supuestos 42 cadáveres que se enviaron a unos laboratorios en la Universidad de Innsbruck, en Austria. “Da la impresión de premura por concluir mediáticamente esta investigación.”

CINE › EL VALS DE LOS INUTILES, DOCUMENTAL CHILENO DE EDISON CAJAS Crónica de una gran conquista social Justo cuando a

Por Horacio Bernades
“La gratuidad atenta contra la calidad y la libertad educativa”, afirma por televisión Sebastián Piñera, sin que le tiemble la voz. Corre el año 2011 y el gobierno chileno afronta las movilizaciones más grandes de la posdictadura, en reclamo de educación gratuita, laica y de calidad. Cuatro años más tarde, en el Congreso del país vecino acaba de aprobarse un proyecto de ley que promueve la gratuidad educativa, presentado por la presidenta Michelle Bachelet meses después de asumir su segundo mandato. Crónica de aquellos días de movilización, el reclamo social que la coproducción chileno-argentina El vals de los inútiles toma como eje acaba de ser saldado.
La clase de documental que por su calidad técnica, precisión visual e ilación narrativa “parece ficción”, la ópera prima de Edison Cájas –presentada en los festivales de Locarno, Mar del Plata y DocBsAs, entre muchos otros– ajusta el foco sobre dos personajes, que ni siquiera se pretenden “representativos”. Darío Díaz es un chico de clase media que estudia en el Instituto Nacional, colegio secundario de alto nivel de Santiago. Miguel Miranda, a su turno, tiene una vinculación apenas indirecta con la ebullición de alrededor. A los sesenta y pico se gana la vida como profesor de tenis. A fines de los ’70 se vio obligado a interrumpir sus estudios universitarios, tras haber sido secuestrado y detenido, junto a miembros de su familia, en un campo de concentración del pinochetismo, sufriendo torturas. Ahora, la vuelta a la movilización callejera lo hace regresar también a él a una idea de colectivo que parecía tan truncada como sus estudios.
Darío participa de la toma de su colegio y de la singular forma de protesta adoptada por los manifestantes, consistente en correr alrededor del Palacio de La Moneda durante 1800 horas, alternándose cada tanto mediante un sistema de postas. Pero no es activista o militante, por lo cual no debe esperarse aquí un ajetreo de asambleas, oratoria y discusiones. Chico callado, Darío habla poco y nada durante la hora y media de película. Manuel, por el contrario, habla mucho, con entusiasmo contagioso e ininterrumpido, sin guardarse nada. Avanzado el metraje, le cuenta a su hija las circunstancias de su secuestro, detención y tortura, con la misma naturalidad con que pelotea contra un muro de club.
Evidentemente, la política se vive distinto en Chile que en Argentina. Haciendo suya una melodía típica de los actos de aquí, los manifestantes reemplazan el “hay que poner un poco más de huevos” por “hay que poner un poco más de empeño”. Autor del guión, director de fotografía y coeditor de la película, Cájas sigue a Darío y Manuel en paralelo (la expresión es puramente convencional, ya que las paralelas no suelen converger). Las (falsas) paralelas son aquí tan matemáticas que la presentación de ambos es en espejo, con Darío y Miguel cepillándose los dientes por la mañana. Documental de observación asimilable a la crónica literaria –un abordaje personal de los hechos, más dado al detalle de primera mano que a la totalización generalizadora–, El vals de los inútiles es tan sistemática visual y narrativamente como en la consecución de su propuesta.
Nada parece escapar al control del encuadre y el montaje por parte del realizador. Sin embargo y fiel al modelo de observación, Cájas se limita a seguir a sus personajes, sin forzar nada en términos dramáticos. No necesita explicitar la línea histórica que va del sistema pinochetista a la educación paga que defiende (defendía) el presidente Piñera: basta ver a Miguel Miranda sumarse al trote alrededor de La Moneda para que las imágenes expresen, por sí solas, la continuidad entre una lucha y otra. “Ya va a caer/ya va a caer/la educación de Pinochet”, cantan los estudiantes. Desde anteayer nomás, ya cayó.

7-EL VALS DE LOS INUTILES

Chile/Argentina, 2013.
Dirección, guión y fotografía: Edison Cájas.
Montaje: Edison Cájas y Melisa Miranda.
Música: Pablo Grinjot.
Duración: 80 minutos.
Estreno exclusivamente en el cine BAMA.

Una mujer sin miedo

Escuchamos el discurso de la presidenta en la vereda de El Aleph, un café sobre la calle Borges, en Palermo.

Terminábamos una charla con vecinos. Nos amontonamos alrededor de un auto con la radio a todo volumen, y por unos cuantos minutos la ciudad se detuvo. Hasta que estalló en aplausos, y abrazos, y emoción, cuando terminó.

Por Gabriela Cerruti

Ella hablaba del hilo de Ariadna, y yo pensaba en El Aleph. Ese hilo sabio que ayuda a rescatar lo amado, o ese punto en la oscuridad de un sótano que permite ver sin tiempo y sin distancia todo lo intrincado del universo en un instante.

La luz apareciendo en el laberinto, las respuestas brillando en la negrura.

Todo eso estuvo contenido en cada abrazo, en esas ganas que teníamos de salir a la calle, a encontrarnos, en la sonrisa dibujada en medio de la serenidad y la templanza de saber que es un tiempo difícil, y que estamos en medio de acontecimientos dolorosos.

Para quienes entramos a la política en el 83, la reforma de los servicios de inteligencia fue siempre una deuda pendiente de la democracia. La fatídica SIDE estaba detrás de la persecución a periodistas, militantes, era usada para extorsionar y también para cooptar. La fantasía de que todos éramos escuchados, que había un poder sin control que se metía en nuestras vidas y que, además, había sido cómplice de la hora más negra de la Argentina, sobrevolaba.

Parecía un poder intocable. Porque todos los gobiernos temían que si se metían con la SIDE se abría una caja de Pandora. Que la mano de obra desocupada se dedicaría a develar secretos, extorsionar, tirar muertos de los placares y montar operaciones. La clase política argentina durante sucesivos gobierno fue rehén de la SIDE por sus propios miedos, fundados o no, por sus propios secretos o por la fantasía de otros.

Si pasaron treinta años de democracia sin que se tocara la SIDE, es porque ningún gobierno quiso pasar días como los que soportó este gobierno en la última semana.

Si pasaron treinta años de democracia sin modificar nada, es porque al primer día nefasto se hubiera retrocedido. Por eso ayer, cuando escuchamos a la presidenta poner en palabras lo que veníamos esperando escuchar hace décadas, nos renació este amor, esta convicción, este orgullo de pertenecer. Nos tiraron un baldazo de mística por la cabeza.

El kirchnerismo tuvo sin duda momentos fundantes. El día que Néstor bajó el cuadro de Videla. El No al Alca, en Mar del Plata. Me gusta decir que esos dos momentos tuvieron una nueva vuelta karmática el último año con la aparición de Ignacio Guido y la pelea con los fondos buitre.

Estoy convencida de que el discurso de ayer fue otro momento fundante.

No sólo por lo que significa para una república la reforma y democratización de sus instituciones. También por eso. Pero tanto o más que por eso, porque mostró la autoridad presidencial en toda su dignidad, sosteniendo convicciones bajo estado de amenaza y extorsión, planteando profundizar la batalla cuando muchos esperaban la retirada.

Esta sociedad fue gobernada durante muchos años por el miedo. El miedo del terrorismo de estado primero, pero el miedo a perder lo poco conseguido siempre. Primero no se podía porque iban a "desestabilizar", después porque volvería la inflación, o los saqueos, o los amotinamientos. Miedo de la clase dirigente frente a las tapas de los diarios, de los funcionarios frente a las operaciones de los servicios, de los ciudadanos frente al clima de terror creado.

Una mujer sin miedo. Una presidenta sin miedo.

Esa imagen tremendamente poderosa es fundante. De nuestro movimiento, y de mucho más.

Es un "sin miedo" que va a permear a la sociedad. Y nos hará mejores.

Por eso comprendo a una compañera que ayer, cuando terminó el discurso, me dijo: "Es la primera vez que entiendo a los que se tatúan el nombre de un amor. Yo hoy me tatuaría 'CFK'."

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