jueves, 23 de octubre de 2014

EL JUICIO POR EL ASESINATO DE QUIROGA EN BARRANCA YACO (1837)

Antededentes

El crimen de Facundo Quiroga en Barranca Yaco causó una conmoción el la Confederación. En principio los unitarios autores del atentado, intentaron disimular o tergiversar la realidad de los hechos, intrigando anteIbarra, Aldao, Estanislao López y Rosas, para enfrentar y dividir el frente federal. Lejos de lograr su propósito, los caudillos federales se mantuvieron unidos, tal como muestran los documentos y correspondencia de la época, y desde un principio tuvieron la sospecha sobre los verdaderos instigadores del crimen.

El primero en salirle al cruce a las intrigas, fue el gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra, a quien se lo quiso involucrar acusándolo de no dar escolta suficiente a Quiroga, cosa que no es cierto. Otras intrigas se tejieron tirando versiones o trascendidos que variaban según a quienes fueran dirigidas; así se dijo por ejemplo que “se habrían descubierto huellas que se dirigían a Santa Fe”, para inculpar a López ante Rosas, o que “la desaparición de Quiroga le convenía a Rosas”, para inculparlo a Rosas, con un argumento que además de no ser cierto, de ninguna manera puede resultar un argumento para inculparlo. Nunca hubo documento o acusación seria contra López o Rosas.

Levantadas las sospechas contra los hermanos Reinafé, se intentó tergiversar los hechos, mandando a investigar comisiones que nada investigaron, fraguando fechas de correspondencia y documentos con la “delegación del mando” por razones de salud del gobernador Rainafé, antes de al fecha del asesinato de Barranca Yaco, y “armando un juicio” para acusar, absolver y reivindicar al Capitán Santos Perez del ejército de los Reinafé, y principal sospechado de ser el autor material del hecho y jefe de a partida que dio muerte a Facundo Quiroga en Barranca Yaco.

Pero nada podrían estas intrigas y disimulos unitarios ante la sagacidad de Rosas, que a cientos de kilómetros de distancia, y basándose en informes verbales, algunos documentos y correspondencia, desmenuzaba pacientemente la trama con la tenacidad que lo caracterizaba, dando inclusive su versión de la reconstrucción del hecho tal como habría sucedido, según se lo describe en carta a Estanislao López.

Ante la evidencia de las sospechas, los caudillos federales delegan en el gobierno de Buenos Aires las facultades de juzgar a los sospechosos de un delito federal. Uno de los hermanos Reinafé escapa a la Banda Oriental, pero los otros, incluido el capitán Santos Pérez, son conducidos a Buenos Aires para su juzgamiento.


El juicio y la defensa
Remitidos a Buenos Aires, unos por Pedro Nolasco Rodríguez, y otros por Manuel López, todos los inculpados por el asesinato de Quiroga, se hallaban a disposición del Juez Comisionado doctor Maza, nombrado por Rosas para ejercer la facultad que al efecto en él habían delegado las provincias. Como fiscal se desempeño el doctor Manuel Insiarte y como asesor general del doctor Eduardo Lahite.

De los dos sumarios levantados contra aquéllos en Córdoba, únicamente el segundo llegó a manos del magistrado competente. El primero, fraguado entre los Reinafé y sus cómplices voluntarios forzosos, desapareció del expediente. Ordenada una nueva indagatoria en la capital bonaerense, los autos fueron entregados a los defensores el 13 de agosto de 1836.

Como defensor figuraba el doctor Gamboa, unitario, destinado a ser protagonista en uno de los episodios característicos de la historia de Rosas. En los dos meses y medio transcurridos desde que recibió los autos hasta que presentó la defensa, el 26 de octubre de 1836, el abogado se aplicó a redactar no tanto un alegato a favor de su defendido, como una requisitoria contra el régimen institucional existente. Su planteo consistió en formular siete preguntas negativamente contestadas, de las cuales seis se referían a excepciones de incompetencia opuestas a la autoridad que entendía en el proceso, y una sola al fondo del asunto, o sea a la culpabilidad del procesado, la que no se atrevió a negar, aunque dijera no haber quedado probada.

Los cuarenta y cinco pliegos del extenso documento se dirigían a demostrar que los acusados debían ser juzgados por una ley que perteneciera a un sistema constitucional; que la constitución no existía; que la autorización de las provincias, otorgada al gobernador de Buenos Aires, no era una ley constitucional; que una ley de esta especie no podía ser especial ni sancionarse después del hecho.

Sobre el ejercicio de la autoridad judicial desempeñada por el Juez Comisionado, decía no haber sido ella conforme a derecho, pues él mismo había dado la norma o procedimiento a seguir en su propia actuación de magistrado. Del Manifiesto de Rosas contra los Reinafé, del 30 de junio de 1835, decía que era un prejuzgamiento inhabilitante para dictar sentencia.


Las audacias del defensor.

Por último, Gamboa había tenido la audacia de aludir, en alusión traída por los cabellos a las acusaciones de la prensa unitaria de Montevideo, que atribía a Rosas la instigación del crimen. (Datos tomados de la “Causa criminal” contra los asesinos de Quiroga. 1873. Imprenta del Estado – J.Irazusta. Vida política de J.M. de Rosas. t.III.p.136)

De un espíritu diametralmente opuesto al de la organización confederal, y compuesta para el foro político (no para los estrados judiciales), la pieza estaba destinada a la publicidad, antes que a la defensa de un procesado.

El doctor Gamboa tuvo una audacia más: la de solicitar una copia de su alegato, y la autorización de publicarlo aislado del proceso. Entonces fue cuando Rosas tomó su mejor pluma criolla para redactar el siguiente decreto, en un estilo calculado para el gran público que el curial opositor había pensado conmover con su maniobra:

El Restaurador de las LeyesOctubre 17 de 1836.

El coronel edecán de Gobierno don Manuel Corvalán procederá mañana a dar cumplimiento a la orden siguiente:

Primero: Pedirá al señor Ministro de R. E. una solicitud oficial que el doctor Marcelo Gamboa ha dirigido al Gobierno pidiendo permiso para publicar la defensa que ha hecho en favor de los reos de Barranca Yaco y la copia de dicha defensa.

Segundo: Hará comparecer al dicho Gamboa a la escribanía mayor de Gobierno y a presencia del escribano de ella, le dirá y hará cumplir lo siguiente, de todo lo que dará fe éste extendiendo la correspondiente diligencia.

Que sólo un atrevido, insolente, pícaro, impío, logista y unitario ha podido cometer el avance de interrumpir las altas y delicadas atenciones del Gobierno con semejante, tan sin fortuna como inoportuna y atrevida solicitud.

Que sólo un unitario tan desagradecido como bribón, ha podido concebir la idea de querer la publicación aislada de la defensa de los feroces ejecutores de una mortandad sin ejemplo en la historia del mundo civilizado; que solamente un hombre que haya renunciado a toda idea de religión, de honor y respeto al Gobierno y a la opinión pública, y en consecuencia de su perversidad, no alimente sentimiento alguno de amor y respeto al honor nacional, ha podido dirigirse oficialmente al Gobierno pidiéndole permiso para publicar una defensa semejante, con la idea sin duda dé preparar y despertar sentimientos que sólo pueden abrigar las almas dañadas y los corazones corrompidos de los unitarios, a cuya inmunda logia él siempre ha pertenecido.

Que sólo un hombre a quien los decretos de la Divina Providencia hayan colocado en la senda de su fin funesto para que así pague ya sus delitos sin cuento, ha podido pedir a la suprema autoridad el permiso de una publicación separada de la causa, como si la justicia de la opinión pública tuviera una sola oreja para oír y juzgar los delitos de los unitarios, por las obras de defensas en su favor, o que en el país existiese la ley del embudo dándole lo ancho para ellos y lo angosto para los federales y orden social.

Que en su virtud y en pena de su descarada insolencia, en el acto sobreraye por su propia mano uno por uno, todos los renglones de su atrevida representación. En seguida le entregará la copia de la defensa y le dirá lo siguiente:

Que ésta se le devuelve porque respecto de ella nada le dice el Gobierno porque en haber trabajándola nada más ha hecho de cumplir con uno de los cargos y deberes del hombre de su clan constituido en sociedad, tanto más cuanto que el Gobierno declaró que una vez nombrados por los reos sus defensores, no se admitieran renuncias siempre que los elegidos por ellos fuesen de la lista aprobada por la autoridad suprema.
Que por todo y siendo su delito no sólo por el avance anteriormente expresado, sino también por la conducta que ha observado en sus conversaciones públicas y privadas, conducta inicua alarmante y en todos sentidos ofensiva a los altos respetos debidos al Gobierno, se le ordena lo siguiente:

Primero: Que hasta nueva resolución superior no debe salir más distancia que veinte cuadras de la plaza de la Victoria.

Segundo: Que no debe ejercer su oficio de abogado, ni hacer escrito alguno de ninguna laya por más simple e inocente que sea.

Tercero: Que no debe cargar la divisa federal, ni ponerse, ni usar, ni en público ni en privado, los colores federales.

Cuarto: Que por cualquiera infracción de las tres prevenciones anteriores será paseado por las calles de Buenos Aires en un burro “celeste" y castigado además según el tamaño de la falta.

Quinto: Que si tratase de fugar del país luego que sea aprehendido será inmediatamente fusilado.

Lo que se previene al edecán enunciado coronel Manuel Corvalán para su cumplimiento.

Juan Manuel de Rosas
(La Nación del 9 de julio de 1934)

Como en la mayoría de los casos de la historia de Rosas, la mejor refutación de los infundios adversos es el texto de las medidas por ellos incriminadas. De ésta se dice generalmente que castigaba al defensor de un inculpado, después de haberse permitido su defensa, cuando en realidad se castigó la pretensión de publicar aparte una sola pieza de un proceso incompleto.

Se dice también que se condenó por aquel imaginario delito a un letrado defensor a la infamante pena de pasear en un burro celeste por las calles de la ciudad, cuando lo cierto surge del decreto, y es que se lo amenazó con esa pena si infringía las tres que se le habían aplicado, de abstenerse de ejercer su profesión, de salir a más de veinte cuadras de su casa (lo que en la gran aldea de entonces no sería mucha privación) y de llevar colores federales.

El episodio quedará reducido a sus verdaderas proporciones si recordamos que la pena de la picota, en Londres todavía se aplicaba, en forma peor, exponiendo al reo a los vejámenes del público; que la de pasearlo en burro, celeste había sido usada en Córdoba, en 1830, por el general Paz, contra el fraile Aldao, por delitos políticos. Y que toda la alharaca hecha sobre un procedimiento judicial perteneciente a un estadio muy anterior de la evolución del derecho penal, juzgado por los de otro estadio ulterior, se disipará con esta mera comparación, que "hasta el año 1836 no se permitió (en Inglaterra) "que un abogado pudiese dirigirse al jurado en defensa de un delincuente". (Sir Basíl Thompson. La historia de Scot1and Yard, p. 83, Madrid, 1937. )


Sigue el juicio

Fuere cual fuese el destino mediato del doctor Gamboa, el proceso siguió su marcha. El doctor Maza se expidió el 12 de abril de 1837, en un extenso escrito, en el que hace un resumen de la causa, y del que resulta que los defensores, o formulan excepciones de incompetencia, o tratan de liberar a sus defendidos de la principal responsabilidad para cargarla sobre los cómplices, o alegan la disciplina, militar y los deberes de la obediencia para arrojar la culpa de los ejecutores sobre los instigadores. Pero ninguno pretende probar la absoluta inocencia de ningún procesado.

En forma algo difusa el doctor Maza contesta las defensas, califica los delitos y pone a la causa en estado de sentencia. El 18 de abril de 1837 Rosas ordena que el proceso pase a vista del Fiscal, doctor Láhitte, quien se expide en notable dictamen, que confirma en su mayor parte el dispositivo del pronunciamiento hecho por el doctor Maza, aunque difiriendo con algunos de sus fundamentos, el 8 de mayo de 1837. En esa notable pieza jurídica (elogiada por el doctor Cárcano en su Quiroga), se deshace tranquilamente la calumnia que trató de manchar a Rosas con la sangre de su amigo, haciendo la observación repetida por el citado biógrafo de Facundo, que en el juicio ninguno de los hermanos Reinafé alegó la excepción opuesta por Santos Pérez, a quien los instigadores pudieron engañar para decidirlo. El Dr. Ramón J. Cárcano escribe: “Ninguno de los Reinafé, ni ente los jueces ni ante la corte, acusan a Rosas ni a López. Se acusan entre ellos mismos. El silencio en aquellos días pulveriza la calumnia”. (Juan Facundo Quiroga, 3° ed., p.363)
Ejecución de los hermanos José Vicente y    
Guillermo Reinafé y de Santos Pérez, en la   
Plaza de la Victoria (25 de octubre de 1837)   


La sentencia

Rosas dictó su primera sentencia el 27 de mayo de 1837, y la segunda (después de un último recurso interpuesto por los defensores y sometido al mismo procedimiento que las defensas primitivas) el 9 de octubre de 1837. La sentencia de muerte involucra al autor material y a los instigadores del crimen.

El 26 de octubre de 1837 en la plaza de la Victoria, Santos Pérez y los dos Reinafé, José Vicente y Guillermo, son fusilados y luego colgados en las horcas. La plaza está rodeada de tropas, al mando del general Agustín Pinedo. Una inmensa multitud de espectadores, entre los que hay no pocas mujeres, espera en todos los edificios de la plaza, en el pórtico de la Catedral y en las calles. Antes de subir al patíbulo, se lee a los condenados la sentencia de muerte, bajo los arcos del Cabildo. A Santos Pérez se le da una silla, porque no puede tenerse en pie.

El espectáculo no es nuevo en Buenos Aires: Rivadavia, veinticinco años atrás, hizo fusilar y colgar allí mismo a los treinta y tres implicados en la fracasada conjuración de los españoles, entre los que había hombres eminentes y hasta un sacerdote.

Cuando asesinan al general Juan Facundo Quiroga, "El Tigre de los llanos" ya era un mito, y ese mito siguió viviendo en la ferviente imaginación sus paisanos. Su recuerdo sigue aún vigente en los llanos de La Rioja, donde perduran las leyendas que en su tiempo contribuyeron a conformar el mito: ...el general no dormía nunca., el general leía el pensamiento, al general no se lo podía engañar, el general no estaba muerto sino escondido “en los reinos de arriba”.

La calumnia unitaria que culpaba a Rosas por la muerte de su fiel correligionario no acabó con Santos Pérez y los hermanos Reinafé. El antirosismo debía sostenerla contra toda evidencia, para fundar la leyenda de un “tirano sangriento”. El cónsul francés en Montevideo, Baradere, ya la había utilizado en un informe apoyando las intrigas unitarias.

Leonardo Castagnino

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ECONOMIA › PAGINA/12 VISITO LA PLANTA DE ARSAT EN BENAVIDEZ, DONDE SE MANIOBRA EL ARSAT-1 El satélite va hacia su posición definitiva

Por Javier Lewkowicz
Sobre el cierre de esta edición, los técnicos de la Estación Terrena de Benavídez estaban terminando la tercera y última maniobra importante con el satélite Arsat-1, para intentar dejarlo en la posición correcta a principios de la semana que viene. Página/12 visitó ayer el predio de la empresa Arsat en el conurbano bonaerense y dialogó con dos científicos que lideran el proyecto. Además de explicar las novedades en el espacio exterior, contaron cómo es el clima en un equipo de trabajo que va ganando confianza y aflojando la tensión con el correr de los días. Y dieron una medida certera sobre la calidad del trabajo que están realizando: las firmas aseguradoras definieron una póliza de casi la mitad del precio que se esperaba para el primer satélite de una empresa que no formaba parte del circuito.
Andrés Rodríguez estudió Ingeniería en la Universidad Nacional de Mar del Plata y empezó en 1995 a trabajar en Nahuelsat. Como es jefe del proyecto del Arsat-1, vivió los últimos días emociones raras para un científico. “Los vecinos, los comerciantes del barrio, todos me hicieron muy lindos comentarios, se emocionaron con el lanzamiento”, cuenta a un grupo de periodistas. La rutina en la sede de Arsat para los técnicos ligados al proyecto del satélite cambió bastante con respecto a lo que era poco tiempo atrás. Hasta hace un mes existían las restricciones normales a la entrada que tiene cualquier establecimiento público. Hoy ya nadie puede ingresar a la sala de control si no está involucrado directamente en las operaciones. “No es tanto por la seguridad física, sino más por una cuestión de tranquilidad del equipo”, explica Rodríguez.
El científico repasó que “el lanzamiento, que fue todo un éxito, nos causó mucha emoción porque fue un punto de inflexión para no-sotros. A los pocos minutos, el siguiente momento de tensión fue empezar a recibir telemetría, la información de los equipos del satélite. Enseguida, para poder prender algunos equipos, tuvimos que abrir la primera sección de paneles solares. Y luego comenzamos con las maniobras para circularizar la órbita, porque luego del lanzamiento el satélite quedó en una elipsis, con el punto más cercano a 250 kilómetros de la Tierra y el más lejano, a 36 mil kilómetros. Ya se hicieron dos maniobras, ambas exitosas. También a lo largo de estos días se probaron los distintos sistemas y la computadora a bordo con el software del Invap”.
Como en todo grupo de trabajo, los triunfos dan confianza. “El clima está cada vez mejor. Empezó con tensión y emoción, ahora estamos motivados y tranquilos. El hecho de que hayan sido exitosas las maniobras dio serenidad, aunque ninguno se relajó”, dice Rodríguez.
Ayer a las ocho de la noche comenzó la tercera maniobra, es la última de gran importancia, que llevará al satélite de 15 mil a 30 mil kilómetros en el punto más cercano de su órbita con respecto a la Tierra. La operación demora unas cuatro horas antes de la ejecución (que tiene una duración de una hora) y luego tres o cuatro horas más. En la maniobra van a trabajar en forma simultánea 70 personas, 50 expertos del Invap y 20 por parte de Arsat.
“Si todo funciona como hasta ahora, a principios de la semana que viene el satélite estará en la órbita geoestacionaria. Ahí se procede al siguiente paso importante, que es la apertura completa de los paneles solares y de la antena de comunicaciones y comienza toda una serie de ensayos del subsistema de comunicaciones. Eso demandará entre 20 y 25 días. Después comenzará de forma pausada la migración de clientes hacia nuestro satélite”, adelantó Rodríguez.
En cualquier proyecto de este tipo, la máxima eficiencia es cuando el costo es lo más bajo que se puede antes de que el artefacto falle. Pero no hay certezas, sólo probabilidades. En el caso del Arsat-1 la prioridad política fue desarrollar un satélite “robusto”, que exija una inversión mayor, pero que minimice al riesgo de tener un desperfecto, teniendo en cuenta que es la primera experiencia de este tipo no sólo en el país, sino también en América latina. Esto se reflejó en la póliza de seguro. Hugo Nahuys, jefe de Calidad y Procesos de Arsat, explicó a este diario que “unas treinta empresas aseguradoras analizaron el riesgo y estudiaron todos los procesos y estándares que elegimos. Como logramos adoptar el estándar que utilizan las principales empresas que hacen satélites en el mundo, las aseguradoras nos dieron una tasa de seguro que es record para una empresa que nunca había volado un satélite. La gente que nos vino a auditar se dio cuenta de que fuimos muy meticulosos y rigurosos en nuestro trabajo”, detalló Nahuys. El costo del seguro del satélite que Bolivia compró a China, por ejemplo, en términos porcentuales duplicó al argentino.
Los técnicos de Arsat se muestran tranquilos porque todos los pasos dados hasta ahora cumplieron o más que cumplieron con las proyecciones trazadas cuando se definió el proyecto. Hoy se conocerá la información de las maniobras que se realizaban anoche para seguir ubicando al satélite en su posición definitiva.

ECONOMIA › SALDO COMERCIAL FAVORABLE, PESE A CAIDA DE EXPORTACIONES Los granos ya no pesan en la balanza

 Por Federico Kucher
La balanza comercial de septiembre computó un superávit de 404 millones de dólares, lo cual representa una merma del 43 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, mientras que en lo que va del año el intercambio con el exterior registró un excedente de 5790 millones, para caer 12,4 por ciento. Así lo informó ayer el Indec. La contracción de la balanza comercial se explicó principalmente por el flojo desempeño de las exportaciones del campo. Los despachos de maíz entre enero y septiembre fueron 3000 millones de dólares menos respecto de los de 2013, cifra equivalente a la pérdida de reservas del Central en los primeros nueve meses del año. En cuanto a las importaciones, anotaron una caída por el menor movimiento económico.
Las exportaciones sumaron 6016 millones de dólares en septiembre, al bajar 12 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Los productos primarios registraron las mayores caídas, al descender 21 por ciento. A su vez, las manufacturas de origen agropecuario mermaron 11 por ciento, los productos de origen industrial 11 por ciento y los combustibles, 17 por ciento. En el detalle por rubro, se destacó la venta de oleaginosas (soja) por 244 millones de dólares, con una caída del 64 por ciento, y de vehículos automotores por 758 millones de dólares, con una disminución del 14 por ciento.
El comportamiento especulativo del complejo agropecuario fue uno de los principales factores para explicar esta floja performance de las exportaciones. El informe del Indec precisó que en los primeros nueve meses del año las ventas de maíz ascendieron a 2768 millones de dólares, cuando habían sido de 5543 millones de dólares en el mismo período del año pasado, lo cual arrojó un pérdida de divisas de 2775 millones. Si hubieran ingresado estos dólares, las reservas del Central sumarían más de 30.000 mil millones de dólares. La producción de maíz de este año sumó 33 millones de toneladas, contra las 32,1 millones de toneladas de la campaña 2013. La clave de la merma en las exportaciones fue que se embarcaron para exportación sólo 12 millones de toneladas, cuando habían sido 16 millones el año pasado. La caída del 20 por ciento en el precio del maíz potenció la pérdida de divisas.
Además de las maniobras de especulación del campo, la desaceleración del comercio a nivel regional y mundial fue otro de los elementos centrales para explicar la contracción de los despachos argentinos. Uno de los últimos informes de la Cepal, entidad que depende de Naciones Unidas, precisó que “las exportaciones de América latina y Caribe registraron tres años consecutivos de estancamiento”, con una variación positiva del 1,6 por ciento en 2012, del 0,2 por ciento en 2013 y del 0,8 por ciento en 2014 (estimado). Las cifras requieren observar que las exportaciones regionales en 2011 y 2010 avanzaron a un ritmo del 25 por ciento interanual.
En lo que refiere a las importaciones, alcanzaron a 5612 millones de dólares en septiembre, cuando habían sido de 6130 millones de dólares en 2013. La caída resultante ascendió al 8 por ciento. La desaceleración de la economía en lo que va de 2014 fue un factor central para explicar la merma de las compras al resto del mundo. El crecimiento de la demanda agregada pasó del 3 por ciento en 2013 a una variación cercana a cero este año, lo cual generó una menor compra de bienes provenientes del exterior.

CAPITANICH PIDIO LA CREACION DE UNA BICAMERAL PARA COMBATIR EL “TERRORISMO ECONOMICO” “Que el Congreso haga una investigación”

En un día de intensa actividad parlamentaria, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dio ayer su informe bimestral en el Senado Nacional, donde reclamó la creación de una comisión bicameral para investigar “maniobras de desestabilización” y “terrorismo económico”. Durante casi seis horas, Capitanich expuso ante los senadores y respondió preguntas de la oposición. Entre otras definiciones, descartó una baja en las retenciones a la soja y modificaciones en la Carta Orgánica del Banco Central. “Es muy importante que el Congreso haga una exhaustiva investigación sobre por qué se hacen estas fugas de capitales y quiénes son los autores”, aseguró Capitanich, en sintonía con las denuncias realizadas por la presidenta Cristina Fernández semanas atrás.
Casi como de costumbre, la oposición arrancó la sesión reclamándole al vicepresidente Amado Boudou que pida licencia mientras es investigado por la Justicia. Tras un nuevo rechazo del bloque del Frente para la Victoria, se dio inicio a la agenda del día, que incluía el ingreso de los pliegos de Eduardo Valdés como embajador en el Vaticano y de Alejandro Vanoli como presidente del Banco Central. Pasadas las 15.30, Capitanich inició su presentación, la cuarta desde que asumió como jefe de Gabinete, en noviembre.
Uno de los puntos centrales de su discurso fue la maniobra advertida por la Presidenta en cadena nacional. El ex gobernador de Chaco sostuvo que entre 2003 y 2013 se fugaron “más de 62.800 millones de dólares de la Argentina” y apuntó contra firmas que operan en el mercado bursátil, entre las que señaló a la Sociedad de Bolsa Mariva. “Los operadores de Mariva hicieron compraventas de bonos en dólares por 14 mil millones de pesos”, denunció Capitanich, quien pidió identificar a los poseedores de moneda extranjera y de información privilegiada. La operación implicaba la compra sistemática de bonos en dólares con pesos argentinos y su posterior venta en el exterior donde se depositan esos fondos en moneda norteamericana. “No se puede pretender usar estos instrumentos para una maniobra especulativa”, señaló, en referencia al denominado “contado con liqui”.
En el mismo sentido, Capitanich mencionó que la Argentina “vivió durante todo el período de vigencia plena de la democracia, tras la dictadura, embates permanentes para socavar las bases de legitimidad de los gobiernos democráticos”. “Es imprescindible identificar con mucha profundidad todas las operaciones de lavado de activos financieros, de evasión fiscal, maniobras especulativas, su impacto sobre infracciones a la Ley Penal Cambiaria, subfacturación o sobrefacturación de exportaciones e importaciones”, explicó. Para el jefe de Gabinete, “no es casualidad que grupos económicos promuevan acciones de desestabilización que impliquen acciones de terrorismo económico”.
En otro tramo, Capitanich hizo un repaso de los objetivos trazados por el kirchnerismo desde su llegada al poder en 2003. Se fueron cumpliendo “de manera categórica” y “hay que seguir profundizándolos”, consideró, tras enumerar una baja en los niveles de desempleo, pobreza e indigencia.
La oposición marcó sus críticas al gobierno nacional en materia de deuda externa, inflación y reclamó por la realización de obras públicas, entre otras cosas. “El primer artículo debería ser: ‘Acá van algunos números, vamos viendo’. El segundo, ‘de forma’ y, al final, ‘que Dios nos ayude’, ése debería ser el resumen del Presupuesto Nacional”, ironizó el jefe de la bancada radical, Gerardo Morales, en rechazo al proyecto de previsión de ingresos y gastos que se encuentra bajo tratamiento legislativo. El líder de la UCR reconoció que existen “los especuladores de siempre”, pero advirtió que eso “no explica situaciones estructurales y de fondo” que, según denunció, son responsabilidad del gobierno nacional.
Otro de los temas de la oposición fue la situación energética. El senador del Frente Amplio Unen, Jaime Linares, cuestionó el rol de la estatal Enarsa principalmente en el manejo del gas. “Hoy no podemos saber cuánto sale el gas importado”, dijo Linares, quien cuestionó que se haya “delegado en YPF” las licitaciones. Para Capitanich, esa situación es favorable “ya que está teniendo en cuenta los nuevos cambios”. El jefe de Gabinete remarcó que YPF aumentó sus ganancias durante 2014 un 9 por ciento, en comparación con las pérdidas del 44 por ciento cuando estaba en manos de Repsol.
El socialista Rubén Giustiniani le reclamó al Gobierno que impulse el diálogo para definir “qué pasará después de enero con el tema de la deuda externa”. El santafesino pidió precisiones respecto del futuro de la deuda cuando en enero venza la cláusula RUFO. En sintonía con lo planteado por Morales, consideró que “al terrorismo económico y a quienes lucran con las crisis no vamos a descubrirlos hoy, existen en todos los países. Los buitres están en todo el mundo, ésta es la globalización, cuando ven un país con la espalda chica, encorvada, cuando pueden atacar, atacan”, remarcó.

› EL SECRETARIO DE JUSTICIA, JULIAN ALVAREZ, EXPLICA LOS PUNTOS CENTRALES DEL PROYECTO PARA EL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL “Se busca acelerar los tiempos en todas las causas”

Por Nicolás Lantos
“Nosotros estamos dando una transformación global del sistema jurídico argentino, y lamentablemente se lo analiza en términos coyunturales: si es el momento, si no es el momento”, se lamenta el secretario de Justicia, Julián Alvarez, a propósito de la recepción al nuevo Código de Procedimiento Penal que el lunes por la noche anunció la presidenta Cristina Kirchner y que ayer ingresó al Senado para su tratamiento. “El esquema legislativo que estamos generando es estructural y para esta época, la del Bicentenario. La respuesta a esto son chicanas: cuando mandamos el fuero del consumidor dijeron que íbamos a entrar a los campos a expropiar la soja; cuando mandamos el Código Civil dijeron que íbamos a entrar a los bancos a secuestrar los dólares. Ahora con el Procesal Penal, dicen que buscamos garantizar la impunidad. Esas son chicanas, no críticas. Como decir que el código es muy de izquierda o es muy de derecha”, señaló Alvarez a Página/12 en su despacho, donde explicó los puntos centrales de la propuesta y rebatió las críticas opositoras.
“Nosotros ya cerramos el digesto, pasamos de 33 mil normas a tres mil, que son las normas vigentes en la Argentina. En una segunda fase de trabajo, actualizamos los códigos de fondo. Hace tres años comenzamos con el Código Civil y Comercial, y con el Código Penal. Tercera fase de trabajo: la estructura del Poder Judicial, las leyes conocidas como de democratización de la Justicia: el ingreso al Poder Judicial, su funcionamiento, las Cámaras de Casación, lo estructural. Cuarta fase, lo procedimental. Ahí vienen el Código Procesal Penal y para el derecho privado, el fuero de la Justicia del Consumidor, normas procedimentales, no de fondo”, continuó detallando Alvarez.
–¿La reforma apunta a otorgarles más poder a los fiscales?
–El Ministerio Público es un órgano extra poder independiente. En todo el mundo no existe un ministerio público débil porque lo que necesitan justamente es poder para investigar y motorizar los procesos. No se puede tener un sistema en el que los fiscales no pueden investigar. Sin embargo, en última instancia el poder de decisión recae en el juez, que va a tener mucho más poder de decisión. Ya no va a estar ocupado reuniendo pruebas, sino simplemente va a tomar decisiones sobre la validez de las pruebas que se le presenten. Los fiscales investigan, los defensores también investigan y se defienden, porque los defensores también pueden presentar prueba, y el juez, imparcial, decide quién tiene la razón. Además, se le da más poder a la víctima, porque incluso si el fiscal no quiere investigar, con el nuevo código, la víctima va a poder decidir seguir haciéndolo.
–Se acusa al Gobierno de sancionar este código para buscar que caigan algunas causas por corrupción.
–Es exactamente lo contrario: este código busca que haya condenas. Revertir la ecuación que hace que de cada cien procesados sólo treinta reciban condena. Este código busca acelerar los tiempos de todas las causas, incluyendo las de corrupción. Ya no van a durar diez años los expedientes, cajoneados, para que eventualmente un juez, según la conveniencia política, decida dejar proscribir o acelerar la causa. En un año, como todos los ciudadanos, procesado a juicio y condenado.
–¿Eso no quitará tiempo para reunir pruebas en delitos que son muchas veces complejos?
–En los casos complejos se duplica o hasta triplican los plazos para conseguir pruebas. Pero se ponen plazos perentorios, no para la causa, sino para el juez y el fiscal, que si no resuelven pueden ser sancionados.
–¿Plantear la expulsión de extranjeros que delinquen no contradice la política migratoria?
–El articulado dice lo siguiente: cuando un extranjero, en condición irregular, no cualquier extranjero, comete un delito en flagrancia, es decir que lo agarran con las manos en la masa, en el momento en que lo está cometiendo, ¿qué salida le vas a dar? La expulsión del país. Es algo que está presente en numerosas legislaciones del mundo. Esto no afecta nuestra política migratoria, los vínculos con la Patria Grande, la ampliación de derechos a los migrantes. Además, en esos casos, la expulsión es una de las soluciones posibles, de acuerdo con lo que decida el fiscal de la causa, con la opinión de la propia persona, teniendo en cuenta cuestiones como el arraigo familiar del individuo, entre otras situaciones. Esta norma está dirigida a quienes ingresan al país para robar, punto. Tampoco se va a aplicar a delitos insignificantes, nadie va a ser expulsado del país por colgarse del cable.
–Cuando se incorpora la figura de “conmoción social” como factor a la hora de decidir la prisión preventiva, ¿no se les da más poder a los mismos medios que se viene combatiendo hace años, que tienen injerencia en la opinión pública?
–Bajo el nuevo código habrá prisión preventiva de acuerdo con el fallo Díaz Bessone: si hay peligro de fuga o de entorpecimiento de la causa. Igual que hasta ahora. Pero entre los supuestos de peligro de fuga se incluye la conmoción social que haya causado este hecho. Esto se pensó para casos excepcionales donde se privilegia el bien de la sociedad. Por ejemplo, ante una sensación muy fuerte de impunidad. En ese sentido es importante que aparezca este parámetro, siempre que esté como condicionante la posibilidad de fuga o entorpecimiento de la causa. Además, la prisión preventiva, en el nuevo proceso, se vuelve superflua, porque al acortarse los plazos ya no habrá individuos que pasen siete u ocho años presos a la espera de una condena, sino que todo se resolverá en un año o menos.
–¿En qué instancia se encuentra la reforma del Poder Judicial que inició hace ya más de un año y medio la Presidenta?
–Yo diría que la reforma arrancó cuando Néstor Kirchner bajó los cuadros y dijo que la Argentina tenía que tener como premisa los derechos humanos. Esto impactó en la sociedad y también en la Justicia, instalando un nuevo consenso, de dignidad humana y ampliación de derechos. Luego vino la transformación de la Corte, y la transformación poco a poco de sujetos que fueron volviéndose factores de poder en un medio que nunca había sido traspasado por un cambio de tal magnitud. Eso fue muy fuerte y sigue en marcha. El Código Procesal Penal es parte de la democratización de la Justicia. El Código Civil y Comercial también es parte de la democratización de la Justicia. Las leyes de defensa del consumidor también son parte de ese proceso.
–¿Y las leyes que impulsó Cristina Fernández de Kirchner? ¿En qué instancia se encuentran?
–Las seis leyes de 2013 son parte de un proceso que tuvo una declaración de inconstitucionalidad en un punto concreto, que es la elección mediante el voto popular de los miembros del Consejo de la Magistratura, que es un punto netamente político: estamos discutiendo si los consejeros del órgano político del Poder Judicial son elegidos por el pueblo o por estamentos cerrados. Bueno, la Corte decidió que debía ser por estamentos cerrados. Yo sigo creyendo que un sistema democrático de gobierno se va volviendo más perfecto cuantas más decisiones pueda tomar directamente el pueblo. El resto de las normas que se redactaron hoy están vigentes: hoy hay acceso democrático al Poder Judicial, un nuevo sistema de declaración jurada de jueces, están creadas las Cámaras de Casación, que estamos poniendo en funcionamiento, hoy hay otra ley de Consejo de la Magistratura. Antes había 200 jurados que decidían quién era juez en los concursos. Hoy hay 1500. Eso es un proceso de democratización concretado. El avance es muy profundo, aunque desde afuera sea difícil de percibir. Democratizar un poder entero como el Judicial es muy complejo y no tiene que ver sólo con las normas, sino con la conciencia que se crea hacia adentro de ese poder.
–¿Cuál es el perfil de juez al que apunta este sistema?
–Yo creo que un juez tiene que tener tres características: tiene que ser democrático, tiene que ser independiente de las corporaciones tanto políticas como económicas, y tiene que hacer sus sentencias mirando al más débil. La sentencia es un hecho político. Enrique Petracchi decía que los jueces son políticos, les guste o no, y si no serán como el cangrejo, que es crustáceo y no lo sabe. Eso no implica que hagan política partidaria, pero uno no puede decir que un representante de un poder del Estado no es político. Esa es una de la cuestiones centrales. En la Argentina la academia intentó formar operadores jurídicos como si fueran máquinas que resuelven mediante silogismos, pero los jueces son seres sociales que realizan sentencias mediante conductas humanas vinculadas con sus valores. Hay que romper esa ficción.
–¿Qué pasó con la reforma del Código Penal? Fue anunciada en marzo, pero luego de las críticas que recibió parece haber quedado en el freezer.
–No tenemos freezer acá. Tenemos un lugar donde se van cocinando códigos y vamos sancionándolos, y eso está sucediendo. El Código Penal comenzó con un trabajo de todo el arco político, que fue entregado al Ejecutivo. El Ejecutivo lo envió a universidades, que tenían plazo para observarlo hasta el 31 de agosto y pidieron prórroga para poder estudiarlo a fondo. Cuando estén las observaciones de las universidades, el código que redactó todo el arco político junto a Raúl Zaffaroni, más las observaciones de las universidades van a ir al Congreso, donde será debatido y sancionado. Argentina merece un Código Penal, porque el último es de 1921 y lo que está vigente ahora es un montón de parches. Hay que tener seriedad para comprender que no estamos discutiendo una ley coyuntural, sino un código de fondo, que es necesario en los tiempo que corren.
–¿Qué otros proyectos hay en el futuro respecto de la democratización de la Justicia?
–Nosotros tenemos ahora un ley muy importante, que es la del Servicio Penitenciario Federal, para pasarlo a un esquema de conducción totalmente civil. Estamos terminando ese proyecto y lo enviaremos al Congreso en lo inmediato. Pero estamos trabajando mucho: la unificación del fuero penal económico con el fuero tributario, las leyes de la matrícula federal de abogados, que reconoce la existencia de una sociedad diversa que no gira solamente en torno de los tribunales en la ciudad de Buenos Aires, para que haya debate en todo el país.
–¿Cree que la Corte Suprema debe ser reformada nuevamente para mantener en siete la cantidad de miembros?
–Por la ley vigente, el Poder Ejecutivo cuando se hace una vacante tiene la prerrogativa de enviar un pliego, y el Congreso tiene la prerrogativa de decidir modificar la composición de la Corte. Es el Congreso el que decide la ampliación o no de la Corte, así como es el Ejecutivo el que decide el envío o no de pliegos. Digo esto para deslindar responsabilidades, no es rol del Ejecutivo decidir la cantidad de miembros de la Corte. Ahora, si uno analiza los debates de los legisladores, sobre todo de la oposición, en relación con esto, uno ve a todo el arco político pidiendo que la Corte tenga siete miembros. Toda la oposición ya dijo que el número para la Corte era de siete miembros y nosotros conocemos una Corte funcionando así. Pero no me corresponde a mí opinar, sino cumplir con la ley. Pero bienvenidos sean los debates sobre cómo va a funcionar nuestra democracia. De todas formas, en mi opinión es más importante el número de causas que el número de jueces. Esta Corte atiende miles de causas por año, mientras que la de los Estados Unidos apenas 150 o 200. Ahí está el punto.
–¿Por qué desestimó el debate sobre la despenalización de las drogas que propuso Juan Carlos Molina, el titular del Sedronar?
–Creo que tanto la despenalización de las drogas como el aborto, entre otros, son debates que podemos realizar en una segunda etapa. Primero tenemos que modificar el Código Penal, una vez que lo sancionemos, discutamos despenalización o aborto. Después de aprobar el Código Civil y Comercial podemos discutir comienzo de la concepción. Son temas que todavía la sociedad no tiene saldados. En cualquier mesa de discusión tenés gente a favor y gente en contra, por lo que requiere más profundidad en el debate.

EL MUNDO › DOS POSTURAS DE LA IZQUIERDA EN ABIERTO ENFRENTAMIENTO Las dos caras del socialismo francés

Por Eduardo Febbro
Desde París
Las dos izquierdas se declararon públicamente la guerra. La larga marcha hacia el socialismo liberal emprendida por el PS francés desde los años ’80 atravesó una etapa decisiva en medio de un pugilato dentro y fuera del gobierno. Benoît Hamon, figura joven e influyente del ala izquierda del Partido Socialista y ministro de Educación hasta hace unos meses (renunció a finales de agosto con los ecologistas y los progresistas), colocó una bomba de tiempo en el debate público originado por la política económica del gobierno. Hamon declaró que la política económica del Ejecutivo “amenaza la República” y conduce hacia “un inmenso desastre democrático”. La contraofensiva se armó de inmediato. Benoît Hamon fue acusado de “desleal”, “grotesco”, “profeta de la desgracia” y, seguidamente, invitado a “dejar” el PS. La posición del ex ministro de Educación es apenas un bocadito suave. El golpe casi final lo dio el actual primer ministro, Manuel Valls. En una entrevista publicada por el semanario Le Nouvel Observateur, el responsable del Ejecutivo declaró que era preciso “terminar con la izquierda del pasado, con esa izquierda que se agarra a un pasado superado y nostálgico, obsesionada por el superego marxista”.
Nada nuevo en su vocabulario. Valls aparece para muchos como el sepulturero de lo poco que queda de socialista en la acción del presidente François Hollande y en el mismo PS. El cambio ha sido no ya de época, sino de planeta. Hollande se hizo elegir en 2012 con una retórica de fuerte corte socialista para luego gobernar mirando al patronato y a los mercados. La intervención de Manuel Valls en Le Nouvel Observateur no es sino una pincelada más en el cuadro de la gran reconfiguración de la socialdemocracia francesa. El primer ministro sigue considerando que la izquierda debe transformarse según los caprichos del mercado o morir. En la entrevista, Valls define su ideal progresista según la siguiente fórmula: la izquierda debe ser “pragmática, reformista y republicana”. Cuando el periodista del semanario francés le pregunta “¿y no socialista?”, Valls responde: “Repito: pragmática, reformista y republicana”. Ahí está el nuevo injerto del siglo XXI. La aspiración que promueve el jefe del Ejecutivo es por demás reveladora de la época tecnohedonista en la que vivimos. “Mi ideal –dice Valls– es la emancipación de cada uno.” En la misma entrevista, el líder político francés prosigue con su empresa de demolición del “pasado”. Valls no descarta ni siquiera cambiar el nombre del Partido Socialista. De llevarse a cabo, esta iniciativa sería una epifanía política maravillosa para los desorientados electores que se enfrentan a una impostura de socialismo con la identidad que representa el nombre.
El resto de la entrevista es una colección de martillazos contra esa “izquierda del pasado” y una defensa de la línea económica que divide la posición de las dos izquierdas enfrentadas: una, la de Hollande y Valls, se apoya en una política que apunta a reducir los déficits para obedecer así a los criterios liberales bancarios de la Unión Europea. Esa “nueva izquierda” también coquetea públicamente con el patronato y busca fórmulas permanentes para aliviar la carga de las cotizaciones laborales que pesan sobre las empresas. En dos ocasiones, en estos dos años de mandato, el presidente François Hollande organizó cumbres en el Palacio del Elíseo con el patronato mundial para mostrar y defender la “atractividad” de Francia. La otra izquierda, en cambio, pugna por una reactivación económica mediante la inversión y el empuje del consumo. Son irreconciliables. Ambas comparten la mayoría de los valores de convivencia y progreso de la sociedad, por ejemplo el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, la izquierda reinventada de Valls y Hollande se apoya en el espejismo de los valores sociales para tapar la realidad de una política no muy distinta de la que defendió la derecha en la última década en que ocupó el poder.
De este debate denso sale un manantial claro: la clarificación ideológica que el PS viene escamoteando desde hace un cuarto de siglo se hizo al fin realidad, doblemente, en la práctica y en la retórica. La doctrina del PS era solamente un instrumento de engaño para llegar al poder, un caza- bobos, o, para decirlo con el vocabulario de Manuel Valls, una red para socialistas del “pasado”. Su práctica del poder correspondía a la doctrina liberal que reina en casi todo el planeta, un reino destructor de todo aquello que las sociedades conquistaron en el tiempo y que se llama pasado y también historia, es decir, identidad. El socialismo francés que se avecina funcionará con el ADN de su adversario de antaño.

PSICOLOGIA › EFECTOS DE LA “CAIDA DE LA AUTORIDAD FAMILIAR” Adolescentes “adultizados”

Por David Le Breton *
La individualización del lazo social contribuyó a desinstitucionar la familia, que dejó de ser la célula elemental de la sociedad para convertirse más bien en un refugio sentimental, un lugar provisorio, un círculo cerrado consensual. En el plano social, el hombre y la mujer, en la mayoría de las familias, viven en adelante una relación de igualdad (aunque, para muchas familias surgidas de la migración, la figura del padre o del marido sigue siendo fundadora, alimentando un desajuste radical entre el universo cultural privado y el que comienza para el joven una vez franqueada la puerta del apartamento). La familia se articula más en una relación de proximidad de sus miembros que en un simbolismo que distinga las posiciones de padres e hijos. Se ha convertido para la pareja en un asunto privado, fundado en una afectividad compartida, un pacto de comodidad siempre revocable. Se esfuerza por conciliar los empleos del tiempo, las necesidades profesionales, de formación o de esparcimiento de unos y otros. Es un lugar donde ser uno con los otros, los más allegados, pero con el mínimo de trabas y en una negociación permanente.
La familia se inscribía en principio en la larga duración: hoy es precaria, marcada por el retroceso del casamiento, el aumento de los divorcios o las separaciones, las recomposiciones y, por lo tanto, para el niño, la fragmentación del parentesco. Hay muchos niños únicos o de fratrias reducidas, sometidas a los avatares relacionales de la familia nuclear. Cuando la pareja se separa, queda el niño. “Cotidianamente se comprueba que hoy muchos niños deben sufrir más por los atolladeros narcisistas en los cuales se encuentran encerrados sus padres que por las rigideces educativas de antaño, es una comprobación clínica cotidiana en paidopsiquiatría” (Matot, J.C., L’enjeu adolescent. Déconstruction, enchantement et appropriation d’un monde à soi, París, PUF, 2012).
El niño no está ya inscripto en la larga duración de un linaje, de una familia ampliada, y no toma ya el nombre de sus padres o de sus abuelos. La condición del niño separado de las antiguas relaciones de parentesco se traduce en las maneras de llamarlo, con nombres surgidos de los de televisión exitosos, en particular de las series estadounidenses. Ese entusiasmo provisional suscita un efecto de moda en los nombres a los niños que nacen en la misma época. Sin embargo, todo nombre lleva una carga de significación a través de la cual el niño deberá construirse en el correr de su existencia, así no fuera más que a través de la mirada de los otros.
La posición contemporánea del niño y del adolescente en la familia y el lazo social no facilitan la transmisión y el espíritu crítico. El niño se convierte en un interlocutor en una vida compartida y no ya es aquél ante quien ejercer una función de autoridad y de guía. Es percibido de entrada como un individuo, y no en su altura de niño o de adolescente; es “adultizado” sin más preámbulos. La noción misma de responsabilidad a su respecto se debilita. “El no quiere” es una fórmula moderna de la fatalidad, justifica de antemano que los padres no insistan en materia de prohibición y ratifica el poder del niño sobre ellos. Pero un niño convertido en hijo de sí mismo no tiene la misma relación con el mundo que otro que se reconoce y es reconocido en una filiación y una pertenencia familiar, en un contexto social proveedor de civilidades y de leyes.
Para el adolescente, este período rima a menudo con turbulencia y búsqueda de la distancia adecuada con el otro. La dificultad de encontrar desde el inicio una versión feliz de uno mismo suscita gran cantidad de tensiones con sus allegados, a quienes les cuesta reconocerlo y a menudo se sienten desarmados por sus actitudes. De pronto la complicidad desaparece. El adolescente redefine sus límites con padres que a sus ojos dejan de ser protectores para convertirse en obstáculos para su despliegue; entra en una larga fase de oposición en la que busca diferenciarse, arrancar su cuerpo de la tutela parental, encarnarse en su existencia. Se abre más a sus pares y anuda amistades fuertes, fundadas en compartir experiencias. La progresión hacia la edad de hombre es un proceso de separación-individuación, un alejamiento de la infancia y un volver a ubicarse en el mundo en cuanto sujeto. El adolescente escapa de las comparaciones, antaño ávidamente solicitadas. De pronto, la promiscuidad reemplaza a la familiaridad. Los padres dejan de ser admirados o de gozar de una posición de autoridad y se convierten en personas ordinarias y un poco molestas. Su rechazo traduce una voluntad de romper con la infancia y sus viejas dependencias.
Ese retiro de las investiduras sobre los padres a menudo alimenta un sentimiento grandioso de sí pero marcado de ambivalencia, pues con frecuencia está expuesto a la denigración de sí al menor revés. La afirmación de una singularidad, la inscripción en un cuerpo propio, no se hacen sin vivas tensiones con los padres, que se sienten apartados o provocados. Acceder a sí implica separarse simbólicamente de ellos. Sus ropas, su look, sus tatuajes o sus piercings, son en este sentido los elementos de una fábrica de sí. A esa edad, las marcas corporales son un lugar privilegiado de lo que se podría llamar la desmaternización del cuerpo.
El proceso conoce una sucesión de fases y requiere paciencia de los padres, sacudidos e inquietos por esos virajes siempre inesperados. Al mismo tiempo, el amor siempre está presente, y el joven necesita que sus padres lo tranquilicen en esa toma de autonomía. En su exploración del mundo circundante, busca su margen de maniobra de manera a veces torpe, reivindica simultáneamente su autonomía y la atención a su persona. El inicio de la edad de hombre o de mujer se conjuga de manera ambivalente con la voluntad de mantener los privilegios de la infancia. Estas solicitaciones son una demanda de reconocimiento, una manera de testear el interés de sus padres por él, aunque no tenga en cuenta la respuesta obtenida. La búsqueda de autonomía no se hace sin tanteos ni torpeza, porque de ningún modo pretende perder la protección de sus padres.
En ese momento, las relaciones afectivas y significantes en el interior de la familia son radicalmente perturbadas. El trabajo psíquico de los padres para la aceptación de la autonomía creciente de su hijo no es menor que el que atraviesa al adolescente en sus esfuerzos para separarse de ellos. La capacidad de los padres para contener esa turbulencia está ligada a su capacidad para renovarse en cuanto pareja e individuos. La cualidad de padres de adolescentes es totalmente específica, exige un profundo reacondicionamiento de la relación con un niño que, por los cambios radicales de su relación con el mundo y su apertura creciente hacia los pares, se les escapa. La tonalidad del pasaje adolescente está indisolublemente ligada a la capacidad de los padres para acoger a ese joven que les plantea tantos problemas. La pareja, desquiciada, se encuentra en la necesidad de redefinirse.
A menudo los padres atraviesan en el mismo período un cuestionamiento en el que crece un deseo de renovación, la “crisis de la mitad de la vida”. Expectativa de un cambio profesional, afectivo, la voluntad de vivir por fin un sueño largamente diferido. Los dos miembros de la pareja están en una encrucijada del camino, aún disponen de tiempo para cambiar de orientación. Si el joven se siente encerrado en un arnés familiar y trata de liberarse de él, a veces sus padres están en una voluntad cercana de cambiar las cosas. En el plano psíquico, se ven enfrentados con una reviviscencia de su propia adolescencia. La muchacha se convierte en una mujer joven, el varón en un hombre joven, ambos plantean sus propias exigencias. El padre y la madre pueden verse tentados de plantearse como seductores de su hijo, así no fuera sino para ocultar su edad, y reviven su posición edípica frente a sus propios padres. La relación con el niño convertido en grande se ajusta según otras modalidades afectivas.

“Padres dimitentes”

Así, las fronteras de las generaciones se borran o se derriban. El modelo ofrecido por los padres parece superado. Ellos mismos se sienten desguarnecidos frente a niños a quienes les cuesta comprender, aunque la mayoría de las veces respondan a su demanda. Las innumerables innovaciones tecnológicas de estos últimos años en materia de comunicación amplían la brecha. Por añadidura, la edad se ha vuelto intolerable, la adolescencia es en verdad ostentada por los mayores obsesionados por la voluntad de “permanecer jóvenes”, poco interesados en asumir una postura generacional que los envejece. Pero al no marcar las diferencias de edad y al no asumir su responsabilidad, privan al adolescente de los puntos de referencia necesarios para crecer y adquirir su autonomía. Los jóvenes se construyen apoyándose en sus mayores, así no fuera más que para superarlos u oponerse a ellos, pero si estos últimos se sustraen a su tarea, la apertura a la alteridad carece de consistencia. Afiches o avisos publicitarios suscitan la cuestión temible de saber quién es la hija y quién la madre. Ambas se parecen y están peinadas y vestidas de la misma manera, en una dilución de las diferencias que disimula mal la devoración de la hija. Las relaciones padre-hijo son tratadas con valores de acción, más masculinos, más en la vertiente de la complicidad viril, pero con la misma borradura de las diferencias generacionales. El hecho de volver juvenil el lazo social y la depreciación de la edad llegan aquí a su punto máximo.
Gran cantidad de adolescentes son librados a ellos mismos por falta de intervención y de consistencia de la autoridad familiar. Padres amigos que dejan hacer y abdican de su responsabilidad de mayores y de educadores. Es que la relación de seducción es contraria a una relación de educación, invierte los roles. Los padres encuentran un beneficio narcisista en detrimento del niño, que, allí donde debería encontrar unos padres, encuentra un espejo. La aprobación a toda demanda es a menudo vivida como un signo de indiferencia. Un padre amigo deja de ser un padre, sin ser un amigo. Y para los padres dimitentes, el niño rey a menudo se convierte en el adolescente tirano y con problemas. Educado en la omnipotencia de sus deseos y la manipulación interminable de su entorno, la confrontación con los otros fuera de la esfera familiar es un escollo. Para que el niño o el adolescente se afirme debe confrontarse, en el reconocimiento de su persona, con una ley, con prohibiciones, con una oposición; en suma, con lo acostumbrado de una transmisión encarnada por la presencia sólida de padres o de mayores que le indican el camino, explicándole los usos y dejando que se ubique como uno entre los otros.
La adolescencia es un período de construcción de sí en un debate interminable con los otros, sobre todo con los otros en uno, en la medida en que la búsqueda es la de saber lo que los otros pueden esperar de él y lo que él puede esperar de los otros. Al no haber conocido ninguna prohibición en su familia, al niño le cuesta trabajo inscribirse en la sociabilidad escolar. Nunca se enfrentó con las frustraciones que alimentan una vida cotidiana inmersa en el lazo recíproco con el otro. Entonces, multiplica los conflictos con los docentes o con los otros escolares. La ausencia de límites dinámicos y bien elaborados entre uno y el otro, entre uno y el mundo, induce una confusión entre el afuera y el adentro. Son jóvenes indiferenciados, que sufren, que están en busca de límites, en busca de lo que son. Su sentimiento de identidad es frágil, incierto; toda frustración, toda espera les es insostenible. Se vuelven agresivos cuando encuentran resistencia porque les cuesta trabajo comprender el punto de vista del otro. Al no haber conocido nunca un “no” educativo con el objeto de situarlos en un conjunto, jamás entran en la interdicción. Permanecen en su fortaleza omnipotente, sintiéndose permanentemente asediados, pues nunca conocieron otras maneras de conducirse. Siempre inseguros en su interior, sólo tropezándose con el mundo o los otros, poco a poco encuentran los límites que sus prójimos nunca les dieron.
En el contexto individualista de nuestras sociedades, los adolescentes se hallan en la necesidad, para lo mejor o para lo peor, de inventar sus creencias, sus líneas de orientación. Los mayores ya no tienen autoridad en la materia. Para esta clase etaria, la libertad está limitada por la mirada de los otros, por el poder del grupo para inducir normas flexibles pero pregnantes. La cultura de los pares suplanta a la de los padres, la transmisión se borra ante la imitación y procura un sentimiento de seguridad y de certidumbre frente a la obsolescencia circundante. El foco de la estima de sí se desplaza hacia la mirada de los otros más cercanos: no ya los padres, cuyo amor es seguro, sino aquel, despiadado y siempre cuestionado, de los pares, cuyo juicio se enuncia según el grado de coincidencia o no con modelos circundantes y provisionales. En la adolescencia, la ropa, el peinado, las actitudes –en suma: el aspecto– son elaborados como un lenguaje, una chapa de reconocimiento. La estilización de sí es una consigna. El look se convierte en una forma primera de socialización.
Existir es ser observado, es decir, marcado y distinguido. La tentación de existir en cuanto imagen, portador de signos valorizados, es difícil de rechazar porque está en juego la posición en el seno del grupo. “Para un joven, enarbolar un logo no es tanto querer alzarse por encima de los otros como no parecer menos que ellos. Incluso entre los jóvenes, el imaginario de la igualdad democrática hizo su obra, conduciendo a negarse a presentar una imagen de sí manchada de inferioridad desvalorizadora. Por eso, sin duda, la sensibilidad a las marcas se exhibe de manera tan ostensible en los medios desfavorecidos. Mediante una marca apreciada el joven sale de la impersonalidad, quiere mostrar no una superioridad moral, sino su participación entera e igual a los juegos de la moda, de la juventud y el consumo”, escribió Gilles Lipovetsky.
El trabajo sobre el cuerpo es percibido como individualizador, es una vía para escapar al sentimiento de la impersonalidad. La apariencia es el lugar privilegiado de la estima de sí y del sentimiento de identidad. El hipermercado del consumo provee a los jóvenes de signos necesarios para una diferenciación de sí regida por el universo de la publicidad y del marketing. Al abastecerse en los mismos estantes y al ser sensibles a los mismos medios de comunicación, terminan por asemejarse como clones, al tiempo que cada uno está convencido de tener un estilo propio y decididamente original. Nada se parece más a un adolescente de Buenos Aires que otro de Estrasburgo o de Coimbra: poseen las mismas ropas, los mismos cortes de pelo, utilizan los mismos geles, los mismos portátiles, escuchan las mismas músicas, frecuentan las mismas redes sociales en Internet. Aunque no hay que desconocer las diferencias de condiciones sociales, una cultura adolescente atraviesa las clases y las culturas.
* Texto extractado de Una breve historia de la adolescencia, de reciente aparición (ed. Nueva Visión).