viernes, 30 de mayo de 2014

Aurora boreal sobre Cascade Mountain, Parque Nacional Banff, Alberta, Canadá.

Domingo 25 de Mayo de 2014 OPINIÓN Por Rodolfo Yanzón Fútbol y discriminación La xenofobia y el racismo no son cuestiones menores y ninguna manifestación, por pequeña que sea, debe ser tolerada.

 
River salió campeón en la A y despertó la algarabía de sus adherentes y el silencio de sus contrincantes. El fútbol es pasión de multitudes. Y una fuente económica nada desdeñable, que entroniza a unos pocos ricos y genera mafias organizadas que extienden sus tentáculos alrededor de distintos rubros. De allí todos toman: dirigentes, fuerzas policiales y barrabravas, que, a su vez, sirven de fuerza de choque para propósitos múltiples de dirigentes políticos y sindicales. El fútbol y los clubes son un trampolín, un lugar de reclutamiento, de recaudación y de cobertura económica, política y judicial. 
Quienes aman el fútbol como deporte, más allá de simpatías por una camiseta, se sienten plenos jugando un partido o mirando las gambetas de sus jugadores preferidos (personalmente, me quedo con el Huracán del '73 y con el '81 de Maradona, sin desconocer a jugadorazos como Bochini y Francescoli –entre otros–, pero es sólo una apreciación no autorizada). A los once años, jugando en un potrero de Garay y Pichincha, un vecino me convenció que me probara en las inferiores de San Telmo. Conocí la Isla Maciel y su gente y jugué un partido enfrentando a Quilmes. Ahí conocí que lo que para mí era solo un juego, para muchos era la línea divisoria entre una vida plagada de privaciones y otra, muy distinta, de metas insondables. No duré mucho, no sólo porque el fútbol no se perdía nada, sino porque sentí que estaba compitiendo con quienes no tenían lo que yo sí. Pero el fútbol es más que eso. Uno luego se entera cómo es la vida de competición y el trato con los chicos que van quedando seleccionados y el modo en que luego caen como vampiros sobre los privilegiados.
Otro punto preocupante en torno al fútbol es la discriminación y el racismo. Muchos casos se han visto en el fútbol europeo y merecieron la atención de dirigentes y gobiernos. La campaña contra los actos xenófobos y racistas se ha incrementado en distintos estadios y se propicia la colaboración activa de jugadores, en una Europa atravesada por el drama africano y la inmigración, y que está padeciendo el crecimiento de la ultraderecha que ha obtenido alarmantes resultados electorales. La dirigencia política y los medios de comunicación son en buena parte responsables.
Contrariamente a lo que algunos piensan y a cierto discurso oficial, la Argentina es un país con una dosis de xenofobia y racismo que merece atención.

Jean Marie Le Pen, dirigente histórico del Frente Nacional en Francia (FN) dijo que el problema de la inmigración se resolvía en tres meses con el "señor Ebola", haciendo referencia a la epidemia que comenzó a principios de año en Guinea. Entre el 22 y el 25 de mayo se realizan en Europa las elecciones al Parlamento Europeo, en medio de euroescepticismo, crisis económica y xenofobia. En España ganaría el derechista Partido Popular mientras que la ultraderecha europea (especialmente el FN francés y el holandés Partido de la Libertad) se está aliando para poner un cerrojo a sus fronteras. Mientras, continúan las muertes en naufragios de embarcaciones atestadas de africanos que huyen de la persecución y el hambre. En Italia dirigentes derechistas agredieron a la ministra de integración, Cécile Kyenge, de origen congoleño. Ante el vendaval de críticas, los agresores restaron importancia a sus insultos diciendo que sólo habían sido bromas. Todo quedó en la nada, pero el daño es de impredecibles consecuencias.
Volvamos al fútbol, porque hubo un campeón, River. Varios de sus hinchas no perdieron oportunidad de recordar a su eterno rival con cánticos racistas y xenófobos, aludiendo a cierto origen boliviano o paraguayo de los boquenses. Esos cantos –que aluden a "negros putos de Bolivia y Paraguay", negros y encima putos– son reproducidos por muchos a los que, con seguridad, les corre sangre india por sus venas. ¿Reproducen el discurso de un supuesto autor caucásico que vive en Belgrano? Escuchar esos cantos en tribunas atestadas de gente es una señal de alarma. Pero muchos minimizan la situación al pensar queforman parte del folklore futbolero ¿Qué pensarán de la prostitución en el próximo mundial, para el que se han reclutado miles de niñas brasileñas para saciar a barrabravas bancados por dirigentes y gobernantes?
La discriminación y el racismo no escapa a la dirigencia política argentina. El senador Miguel Ángel Pichetto discriminó entre ciudadanos judíos y argentinos en una sesión relacionada con los crímenes en la AMIA, y en otra ocasión reclamó la deportación de extranjeros involucrados en causas criminales, emprendiéndola contra senegaleses al decir que no los veía en obras de construcción sino vendiendo "cosas truchas". Luego arremetió contra "narcotraficantes" colombianos, uruguayos y peruanos. 
Contrariamente a lo que algunos piensan y a cierto discurso oficial, la Argentina es un país con una dosis de xenofobia y racismo que merece atención. Las causas son distintas, pero guardan relación con el lugar que ocupó el indio en la Historia argentina, desde el virreinato –se lo cristianizó para volverlo una pieza útil de trabajo–, la etapa revolucionaria –que lo integró para incorporarlo a la lucha contra el español–, el proceso de afirmación de las provincias –que, según con quién negociaba, era aliado o enemigo de sus fronteras y riquezas–, el de la conformación del Estado con integración territorial bajo el mando de una élite –que lo tuvo como enemigo al disputarle sus tierras–. Ese rol del indio como enemigo nacional luego fue ocupado por los trabajadores inmigrantes de países europeos, pero, sobre todo, de los que provienen de países limítrofes, por quienes se resucitó buena parte de los argumentos del siglo XIX. 
Semejante discurso cala, poco a poco, en distintos estamentos y sobre él se debe ejercer una categórica y tajante oposición en distintos niveles, pero sobre todo en lo institucional, comenzando por el Estado y continuando con todas las instituciones con fuerte presencia en la sociedad. La xenofobia y el racismo no son cuestiones menores y ninguna manifestación, por pequeña que sea, debe ser tolerada.

Papel Prensa: Osvaldo Papaleo dijo que un abogado de Clarín le anticipó su secuestro

Por: 
Tiempo Argentino
El juez federal Julián Ercolini recibió ayer el relato conmovedor de Osvaldo Papaleo sobre cómo se enteró horas antes de que lo secuestrara una patota vinculada con el temible ex jefe de la bonaerense Ramón Camps que lo iban a ir a buscar para llevarlo al centro clandestino de detención denominado Puesto Vasco, en la localidad bonaerense de Don Bosco. Su detención ilegal, que tenía como única razón el traspaso de Papel Prensa desde el Grupo Graiver al conglomerado empresario integrado por los diarios Clarín, La Nación, La Razón, y el Estado, usurpado por entonces por la dictadura, le fue informada a título "amistoso" por el ex candidato presidencial y líder del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) Rogelio Frigerio y por uno de los abogados del Grupo Clarín, Bernardo Sofovich. 
Cuando la operación para despojar a la familia Graiver comenzó -según sostiene la familia-, Osvaldo Papaleo, secretario de prensa del gobierno de Isabel Perón, estaba preso. Recuperó la libertad a fines de 1976, pero en abril de 1977 fueron secuestrados otros integrantes de la familia del difunto David Graiver. "Los estábamos buscando porque hacía 15 días que no aparecían después de haber sido detenidos por fuerzas de seguridad. Entonces en la revista Somos, de Editorial Atlántida, aparece una nota sobre el supuesto dinero de Montoneros que administraba Graiver. La nota decía que la presentación formal de Montoneros y Graiver la había realizado yo", recordó Papaleo en una entrevista que concedió al programa Página Abierta, de Radio América.
Como consecuencia de la influencia política de Somos, la cercanía de la editorial Atlántida y sus dueños, la familia Vigil, con la jerarquía de la dictadura, aquella nota ponía a Papaleo a tiro de todos los riesgos imaginables. Entonces decidió -según él mismo evocó ayer- pedirle a su compañero, periodista y abogado Carlos Campolongo, enviar una carta documento a la revista para pedir que se rectificara la información, que era incorrecta. Lo hicieron desde la sucursal del Correo del Palacio de Tribunales, alrededor de las 11 de la mañana. "Era la forma de zafar de una acusación muy grave".
"Yo tenía relaciones políticas, conocía gente. A las tres de la tarde vinieron a verme Rogelio Frigerio, ex asesor de (el ex presidente Arturo) Frondizi y conductor del Grupo Clarín, junto con el abogado Bernardo Sofovich. Bien, en tono de amigos, vinieron a decirme que esa noche me iban a detener a raíz de la actitud mía de mandar el telegrama. Me aconsejan que trate de no desaparecer porque corría suerte mi vida. Y no se equivocaban. Esa noche estaba con un grupo de amigos y llegó un grupo parapolicial, policías bonaerenses no identificados que pertenecían al grupo Camps y ahí se produce mi detención".
Para Papaleo, ese dato es clave para probar la relación civil con la dictadura. La histórica vinculación de Clarín con el "desarrollismo" tenía un punto de contacto a políticos como Frigerio o el ex canciller durante el menemismo Oscar Camilión. Frigerio fue quien le avisó a Papaleo que lo iban a detener. Según Papaleo, Frigerio sabía por anticipado qué iban a hacer los represores antes de que lo hicieran.
Otro dato relatado por Papaleo al juez Ercolini parece refrendar la relación civil con la dictadura. El testigo recordó que fue trasladado a Puesto Vasco y torturado allí. Al día siguiente, fue trasladado a un calabozo clandestino. "Me interroga el comisario Darío Rojas, me explica que tengo que firmar una declaración de acuerdo con el testimonio que había dicho bajo torturas, pero lo curioso es que el original del telegrama que yo le había mandado a la revista Somos estaba sobre el escritorio del comisario".
Para Papaleo, el abogado Sofovich es un personaje central en todo el proceso de desapoderamiento de Papel Prensa. Se trata de un tío de los escritores y productores teatrales y de TV, Hugo y Gerardo Sofovich, y padre de la directora teatral Laura Yusem. "Él fue quien me explicó que iba a haber acciones legales respecto del paquete accionario de Papel Prensa, que la iban a ir dejando relegada a María Sol, la heredera del Grupo, de la empresa".
Siempre según Papaleo, el 2 de noviembre de 1976, después de una tensa reunión en la que Lidia Papaleo asegura que la mirada y el pedido de Héctor Magnetto para que firmara el traspaso de acciones de Papel Prensa le causó "pánico", Bernardo Sofovich le sugirió que se fuera del país, que "protegiera a su hija" y que ni siquiera regresara a su casa a buscar ropa. "Que se fuera directamente para Ezeiza. Él conocía bien lo que iba a venir". Poco después, Lidia Papaleo fue secuestrada. «

Casero se sumó a la peligrosa moda de pedir escraches

nacional para entregarles el premio “Hocico Marrón”. Leé los tuits.
El humorista Alfredo Casero se sumó al pedido que formuló ayer Jorge Lanata para escrachar jueces y pidió hacerlo con artistas y periodistas que, en este caso, apoyan al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Alfredo Casero insulta a los kirchneristas en Twitter
Alfredo Casero insulta a los kirchneristas en Twitter
“Por favor: gente que debería devolver la plata que esta cobrando por haber chupado el culo al gobiernooooo ya”, tuiteó en mayúsculas. Y agregó, a modo de amenaza: “Nunca pensaron lo poderoso que es este medio”.
“Nombres de personas que cobran dinero del gobierno, y le chupan y chuparon el orrtoooo ya”, puso para que sus seguidores confeccionen una lista negra para él. La enumeración de adherentes al modelo K busca elegir al ganador del “Premio Hocico Marrón para los chupaculos del gobierno”. El ganador lo decide, obviamente Casero.
Después de retuitear videos y comentarios que sus seguidores le enviaron contra Gustavo Garzón, Daniel Tognetti, Andy Kusnetzoff, Gerardo Romano, Andrea del Boca, Sandra Russo, Pablo Echarri, Diego Brancatelli y otros, Casero quiso incluir en la lista a Julia Mengolini, aunque no recordara su nombre. “¿Cómo se llama la novia de Fito Paez, que trabajaba en Duro De Domar?”, inquirió. Tampoco recordaba el nombre del panelista Mariano Hamilton, por lo que escribió: “¿Cómo se llama el que tiene la cabeza, como una perrita con alergia a las pulgas, así... pelándose? en Duro De Domar”.
“Que devuelvan la plata con la que se compraron los departamentitos al pozoooo”, pidió el humorista, sugiriendo que las personas que apoyan al gobierno lo hacen por dinero.
Una columna incomprensible
 Más temprano, Casero cuestionó a la militancia joven y la comparó con la de Montoneros en la década de 1970. En su habitual columna de La Razón, el diario de distribución gratuita del Grupo Clarín, se despachó con críticas a Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y los militantes kirchneristas.

“La militancia sigue un modelo, y el modelo históricamente tiene sus enemigos, que se pintan de actuales o se los acomoda en la actualidad. Se los señala con el dedo, se los pinta de un color, se les pone un nombre. Ese es el enemigo del pueblo, ese nada merece”, continuó su crítica.
En un párrafo inconexo e incomprensible, Casero comparó la militancia de Montoneros con las experiencias de la actualidad. “El ex montonero cuenta cómo eran utilizados los más jóvenes y los menores para actuaciones estratégicas, que sinceramente tienen más de cáscara que de profundidad, y no fueron grandes movimientos inteligentes ni estratégicos, sino anarquía. Porque la derrota fue sangrientísima, y dura para todos, y perdimos la libertad. Mientras los jefes se fueron a Francia y dejaron la tropa a merced de los militares, con la entidad de llevar a cabo el proceso de Reconstrucción Nacional, firmado por una gran presidenta del Partido Social Demócrata, María Estela Martínez de Perón, e Ítalo Luder, desconocidos para muchos, hoy. Estratégicamente olvidados, como a Perón, bah. Siempre, ante estas mentiras, terminan los más jóvenes, golpeando contra una realidad que puede ser peligrosa, y que lo fue en ese entonces, porque fue mortal. Y ante el miedo y la irresponsabilidad de los mandos superiores, quedaron violentos y pataleando, y muchos muertos, en medio de la caza de brujas”.
“¿En manos de quién quedan los hijos militantes el día de hoy?”, se preguntó Casero. Y se respondió: “Violentos arengadores que les llenan la cabeza, una manga de viejos chotos, que rememoran la adolescencia, cuando se llamaban con rangos militares y esas cosas. Algo totalmente anacrónico”.
“A mí, personalmente, y a mucha otra gente que conozco, el mal revolver cosas de la década del ‘70, me ha sacado la alegría. El haber sido defenestrado en la televisión pública, y por Estela de Carlotto, intocable reina madre, que su voz sagrada lo detenía todo, me metió miedo. Olvidando que muchísima gente había luchado por meter presos a los militares, olvidando el Juicio a las Juntas, y repitiéndole a un ejército actual que no puede cuidarnos de nada, que no les tienen miedo. Como quien tiene atado un Caniche, con disfraz de Rottweiler, con bozal y viejo, y le repite muuuchas veces: no te tengo miedo. Así que, no fue demasiado bajar el cuadro de Videla”, agregó. 

HOCICO MARRON A TODOS LOS CHUPAOJETE,SUBAMOS VIDEITOS, DALE.

PD el odio gorila nunca tendrá límites.
La provocación barata de Suar y casero tampoco.
Con ley de medios y desguace del grupo, su contraofensiva va a ser feroz...de paso distraen o al menos tratan de hacerlo.
Como diría el General, Atentos y Vigilantes.
GB

La fuerte respuesta de Adrián Suar avivó la polémica por los actores militantes

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SUARCITO Y LA MAQUINARIA OFICIAL QUE LO PERSIGUE...POBRE

Europa en crisis Por Adolfo Sánchez Rebolledo

El resultado de las elecciones europeas da cuenta de la crisis real en la que se halla el andamiaje político construido durante las últimas décadas: el ascenso de los llamados "euroescépticos", fórmula genérica para nombrar a las más variadas expresiones de la disidencia, hizo temblar el viejo bipartidismo dominante y abrió grandes avenidas de temor e incertidumbre (y unas cuantas de esperanza). Ahora es más obvio que nunca que la crisis no está resuelta, luego de años de austeridad y recortes, de exigirle a la población sacrificios sin fin a cambio de evitar un cataclismo peor. Con todo y sus retrocesos, Alemania conserva la hegemonía mientras las opciones "alternativas" se quedan en el camino, desdibujadas, sin una idea clara de cómo enfrentar los acontecimientos. La caída del voto socialista en Francia y en España es prueba suficiente de una derrota que ya no puede entenderse, menos corregirse, con el silabario de otros tiempos. Mientras las conquistas del Estado de bienestar son derribadas una a una, la resistencia se fragmenta en una miriada de protagonistas que aún no alcanzan ni el peso ni la representación para evitar su desmantelamiento, la precarización del trabajo, el reacomodo en la economía global que intensifica la desigualdad, como se advierte en estudios contundentes que hoy circulan en todo el mundo.

La misma idea de Europa está dañada y no se ve cómo resurgirá del pozo en el que se halla, aunque todavía hoy los pro europeos son mayoría en el Parlamento. El ideario más progresista se evapora incapaz de enfrentar nuevas realidades sin una visión capaz de impulsar las reformas que le darían nuevo empuje al proyecto de cooperación más ambicioso de la historia. Lejos de eso, las elecciones prueban el ascenso irrefutable de la derecha menos europeísta, marcada por las pulsiones nacionalistas que aspiran a recrear las fronteras juntos con los exclusivismos de corte xenófobo. Las costuras de Europa se rompen ante el ascenso de las corrientes que disputan la suerte de los estados nacionales existentes o frente a las reclamaciones de los herederos del viejo nacionalsocialismo que ha logrado colocar algunos diputados en el Europarlamento. Cierto es que a contracorriente partidos como Sziriza logran en Grecia una clara y significativa victoria frente al "austericidio", pero aunque el ascenso de la izquierda radical es uno de los resultados visibles de las últimos comicios, aun falta un largo camino para traducir las resistencias anticapitalistas a una oposición con opciones de gobierno.

El estancamiento de la economía y las dificultades para moverse en la realidad institucional de una Europa inacabada están en el fondo de este agudo malestar separatista y anticomunitario que puede avanzar hacia una situación tan indeseable como la que describe el historiador Santos Julia al hablar de la posibilidad de que al final del camino surja un "nuevo sistema de poder seudoimperial germano operando sobre unidades territoriales de pequeños estados subalternos. En tal caso, Europa dejaría de existir como un poder supraestatal capaz de someter a regulación los mercados y de mantener en vida lo que ha constituido hasta hoy su principal razón de ser: garantizar a sus ciudadanos, además de paz y democracia, un sistema público de sanidad, educación y seguridad social que las políticas privatizadoras y el creciente abismo de desigualdad abierto a nuestros pies por los poderes financieros globales ha erosionado durante las últimas décadas". ( El País, 25/5/14).

Es alarmante la victoria del Frente Nacional en Francia (y de otros partidos semejantes), pues comprueba que la presidencia de la crisis favorece la expansión de la extrema derecha, la única fuerza que puede capitalizar el resentimiento de las clases trabajadoras más afectadas utilizando el discurso discriminatorio y excluyente en el que caben todos los prejuicios contra los emigrantes y a favor del regreso de las fronteras. Es inevitable pensar en los años 30, cuando el ascenso de las fuerzas totalitarias se trepó al poder con los votos de masas irritadas a las que la democracia per se no les quitaba el sueño. Cierto que la historia no se repite como una calca, pero no estaría de más examinar con detalle hasta qué punto la situación actual no conlleva peligros comparables. La otra lección es que la realidad cuando los dueños del bipartidismo están más seguros de su poder, aquí y allá surjan grupos de ciudadanos que forman partidos para demostrar que la pluralidad es mucho más que una norma concebida desde arriba para administrar el descontento. Su existencia es hoy un síntoma, pero debiera ser obvio que hace falta una nueva generación para abrir el camino. Ojo a la minorías tan despreciadas. En Europa y en México.

La Jornada, México
 

REFUTACION Y CONTRARREFUTACION DE EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI Debate sobre la desigualdad



Sin mucho éxito, el diario del establishment financiero británico busca minar la tesis fundamental del best seller del economista francés Thomas Piketty, que sostiene que la creciente desigualdad del capitalismo es inherente al sistema.

Por Marcelo Justo

Desde Londres

La polémica sobre el economista francés Thomas Piketty se ha convertido en sinónimo de debate sobre la desigualdad. Con un sorprendente tercer lugar en las ventas de Amazon en Estados Unidos a casi tres meses de salir a la venta, con una segunda edición en camino, han aparecido críticas a presuntas incongruencias en los datos de El Capital en el siglo XXI que buscan minar la tesis fundamental del libro, que sostiene que la creciente desigualdad del capitalismo es inherente al sistema.

Según publicó el viernes pasado Chris Giles, editor económico del diario Financial Times, en la primera plana del diario, Piketty comete errores en las proyecciones que hace para épocas en las que no había información, en el método que usa para distintos países y en un uso tendencioso de las estadísticas para probar su principal tesis.

La nota del Financial Times produjo una avalancha de cables y comentarios en los principales diarios de derecha del mundo anglosajón que tomaron el veredicto de Giles como la definitiva descalificación del libro de Piketty. La excepción a este regodeo fue un medio de incuestionable filiación capitalista: la revista The Economist. Según el semanario británico, las críticas de Giles eran cuestionables y muchos de los detractores del libro no se habían tomado el trabajo de leerlo e ignoraban que la mayoría de los datos provenían del World Top Income Database, un índice que nadie cuestiona. “Hay un par de errores que parecen ser de transcripción o de ajustes hechos a datos que requieren una evaluación del investigador”, subraya el semanario británico.

El fundamento para la tesis principal del libro, sostenida con un voluminoso examen de datos de los últimos 300 años, es que la riqueza ha aumentado a mayor velocidad que el crecimiento económico en estos tres siglos y que eso ha impactado en la desigualdad que, de seguir así, será en este siglo XXI semejante a la que existía en el victoriano siglo XIX. La crítica más sólida que se ha hecho a esta tesis viene por izquierda y es que, lejos de exagerar el estado de cosas, Piketty subestima la real dimensión de la desigualdad.

Según James Henry, autor de The price of offshore revisited y profesor de la Universidad de Columbia, el gran error de Piketty es el cálculo que hace sobre la riqueza oculta en guaridas o paraísos fiscales. “Hay unos 21 millones de millones de dólares ocultos en guaridas fiscales. La mitad de esta suma está en manos de las 91.000 personas más ricas del mundo, un 0,001 por ciento de la población mundial, que controla una tercera parte de toda la riqueza mundial. Piketty ha subestimado esta cifra. Este es el principal cuestionamiento que se le puede hacer. El resto es trivial”, indicó Henry a Página/12.

En la carta de respuesta a Giles que publicó el mismo Financial Times Piketty reconoce la necesidad de una mejor contabilización de esa riqueza oculta. “En realidad es muy posible que mis propias estimaciones no tomen plenamente en cuenta la riqueza offshore o en guaridas fiscales, algo que profundizaría la desigualdad”, señala el economista. Los datos de Piketty provienen de otro investigador de la Paris School of Economics, Gabriel Zucman, quien estima en unos 8 millones de millones de dólares la riqueza oculta en las guaridas fiscales, cálculo hecho en base a los datos disponibles macroeconómicos (balanza de pagos, por ejemplo) y los activos financieros, dejando fuera todo otro tipo de acumulación de riqueza (yates, obras de arte, etc.)

Sumándose a la polémica en la edición del matutino británico The Guardian este lunes, Paul Mason, editor económico del Channel 4 británico, señaló que las críticas de Giles (y las de otros medios de derecha) se basan en erróneas cifras oficiales. “Las conclusiones del Financial Times apenas se diferencian de las de Piketty en el análisis de Suecia y Francia. Lo hacen en el del Reino Unido y Estados Unidos. La razón es obvia. Desde tiempos inmemoriales los ricos tienen una especial aversión a declarar su riqueza. Con la reestructuración capitalista de 1979 se ha promovido la acumulación de riqueza oculta que obligó a Piketty a una mezcla de datos de herencia y encuestas junto a cálculos”, escribe Mason. Ni siquiera las cifras oficiales son congruentes. El HMRC, oficina impositiva del Reino, estima que el 10 por ciento más rico del Reino Unido tiene un 70 por ciento de la riqueza. La Oficina Nacional de Estadísticas, en cambio, estima que sólo tienen el 44 por ciento. El crecimiento de las guaridas o paraísos fiscales desde los ‘70 ha vuelto mucho más impreciso el cálculo de la riqueza (patrimonio personal que incluye depósitos, acciones, inmuebles, etc). El de los ingresos es mucho más rastreable: la diferencia genera todo tipo de incongruencias en la recolección de datos.

En Estados Unidos, Sam Pizzigati, del Institute for Policy Studies de Washington, habla de una “paradoja americana” para explicar este desfasaje. “Entre los datos que tenemos sobre la desigualdad de ingresos y de riqueza hay una profunda desconexión que equivale a una paradoja. El análisis de la curva de ingresos nos dice que ha habido un enorme crecimiento de la desigualdad entre los más ricos y el resto. Pero cuando analizamos la desigualdad de riqueza, vemos que la diferencia es ínfima. La explicación más lógica de esta diferencia es la riqueza oculta en paraísos fiscales. Si no, habría que pensar que esta gente se gasta 5000 dólares en cenas cada noche del año”, señaló Pizzigati a Página/12.

El impacto de este desfasaje en los niveles de desigualdad de una sociedad queda en claro en un estudio específico sobre Argentina, “Fuga de Capitales III (2002-2012)”, que halló un aumento del coeficiente de Gini de 0,42 a 0,49 puntos una vez que se corrigen las encuestas oficiales para incluir los ingresos no declarados y se contabilizan los fondos fugados a paraísos fiscales. “Si aceptamos que el stock fugado alcanza los 400 mil millones de dólares, equivalente a 15 veces el nivel de reservas del Banco Central, el coeficiente de desigualdad salta entonces de 0,43 a 0,49. Muchos piensan que en realidad la suma es aún mayor si se toman en cuenta las manipulaciones contables de empresas multinacionales y otros factores. Pero aún con esta cifra ‘conservadora’, vemos que el salto que da la medición de la desigualdad neutraliza los avances logrados en una mejor distribución del ingreso por el crecimiento económico y las fuertes políticas sociales del gobierno argentino durante el período 2003-2010”, indicó a Página/12 uno de los autores del informe, Jorge Gaggero.

En momentos en que, como se ha visto en las elecciones europeas, se está pagando un alto precio por desatender a estas tendencias profundas, convendría que el debate que se ha disparado con la publicación del libro de Piketty no sea ignorado con argumentos endebles.

29/05/14 Página|12