sábado, 6 de junio de 2015

BUSCAN FACILITAR EL COMERCIO CON URUGUAY SIN DOLARES Intercambio en monedas locales

El directorio del Banco Central (BCRA) aprobó ayer un convenio bilateral de pagos en monedas locales junto al Banco Central de Uruguay. El objetivo de esta medida es facilitar las transacciones entre ambos países y reducir las transferencias en divisas. El convenio es similar al que ya existe con Brasil, firmado en 2009. El acuerdo fue rubricado por Alejandro Vanoli, presidente del BCRA, y su par uruguayo, Mario Bergara Duque, durante el desarrollo de las Jornadas Monetarias y Bancarias del Central.
Según informó el BCRA a través de un comunicado, “el mecanismo permitirá un ahorro en el costo de transacción de operaciones que se cursan actualmente en dólares y estimulará el intercambio bilateral, especialmente entre pequeñas y medianas empresas, que se verán beneficiadas con la utilización de monedas locales”.
Para las autoridades monetarias de ambos países, este instrumento permitirá avanzar en la “desdolarización del comercio regional y en la mayor integración comercial entre los países del Mercosur”. La utilización del Sistema de Monedas Locales (SML) contemplado en el convenio será voluntaria por parte de los exportadores e importadores de los dos países.
En el caso del acuerdo con Brasil, se firmó en 2009 un swap de monedas por 1500 millones de dólares cuyos pagos debían canalizarse a través del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).
La Argentina también firmó un acuerdo de swap con China. Si bien el ingreso de los recursos de ese país sirvieron para abultar las reservas del BCRA, también prevé ser utilizado para facilitar el acceso a yuanes para importaciones desde el gigante asiático. El año pasado ingresaron a las reservas del Banco Central más de 2700 millones de dólares a raíz de ese swap.

AXEL KICILLOF ANALIZO LA SITUACION FINANCIERA INTERNACIONAL EN EL CIERRE DE LAS JORNADAS MONETARIAS “Hay un atisbo de dar respuestas distintas”

Por Javier Lewkowicz
“Hay un atisbo de dar respuestas distintas de parte de distintos países desarrollados ante la impotencia del herramental ortodoxo. Es interesante que en el G-20 aparezca la idea de la inversión en infraestructura. No falta mucho para que se comprenda que no son los bancos privados, sino el Estado el único que puede financiar ese tipo de programas”, caracterizó el ministro de Economía, Axel Kicillof, la discusión global sobre los caminos para salir de la crisis. En el cierre de las Jornadas Monetarias y Bancarias del Banco Central, Kicillof describió el contexto económico externo y la respuesta de política de parte de los gobiernos. Sentenció que “la idea de que la emisión genera inflación quedó sepultada” y avizoró grietas en el consenso ortodoxo y el desplazamiento de la crisis hacia la periferia. Si bien hizo pocas referencias a la economía local, citó el impulso al crédito productivo y a la demanda agregada.
La idea rectora de la presentación de Kicillof, quien participó del panel del cierre del evento junto al titular del BCRA, Alejandro Vanoli, fue que “probablemente estemos transitando una etapa de reconsideración de la teoría convencional, tal como sucedió luego de la crisis del ‘30”. El ministro estudió en profundidad las ideas de John Maynard Keynes, el economista más importante del siglo XX. Es ese marco teórico inscribe sus ideas. Y considera que, como en el tiempo de Keynes y del New Deal de Franklin Roosevelt, la profundidad de la crisis y la incapacidad de respuesta política obligan a los gobiernos a reconsiderar los postulados neoliberales. Una diferencia con respecto a esa etapa es que entonces existía la amenaza concreta del socialismo. No está claro que China y otros emergentes representen un desafío similar para las potencias.
“A pesar de las explicaciones que había en su inicio, la crisis no era monetaria ni tampoco exclusivamente norteamericana. Se desplazó a Europa, con graves consecuencias, y en Estados Unidos la situación sigue siendo muy incierta. Ya estamos a seis años de la caída de Lehman Brothers y sus efectos no han parado. La respuesta de política fue un homenaje a Milton Friedman –economista liberal de mediados del siglo XX–: una fuerte intervención del Estado, la más grande de la historia, pero para salvar a los bancos. Era la solución que Friedman decía que no se había aplicado en la crisis del ‘30, cuando quebraron miles de bancos. Ahora intentaron evitar esas quiebras masivas a partir de una inmensa transferencia de recursos hacia el sector financiero”, desarrolló.
Kicillof recordó que “la Reserva Federal de Estados Unidos multiplicó por seis sus activos, como el Banco Central Europeo y el de Inglaterra. Y lejos de ver multiplicados por seis los precios, todavía se lucha por salir del peor de los males, la deflación”. La inyección de dinero a los bancos fue para estimular la inversión, pero en cambio esos capitales terminaron estimulando los paraísos fiscales, la banca en las sombras y otros mercados especulativos. “No le podemos echar la culpa a la codicia de los banqueros. Encontraron formas de evadir y esquivar la regulación. El resultado es que la liquidez no se canaliza hacia la inversión. A tasas de interés por el piso y con bajas expectativas, el sector privado no invierte. Podemos seguir volcando liquidez sin conseguir mejores niveles de actividad. La solución de la crisis no era ‘a la Friedman’”, agregó.
“Por otro lado, se les exige a los países fuertemente endeudados que inicien su programa de ajuste. El resultado ha sido nefasto, porque el problema de la deuda es peor y se deterioraron las condiciones de vida de esas sociedades”, siguió el ministro. También describió que “hay un proceso de desplazamiento de la crisis hacia la periferia, a partir de la caída de los precios de los commodities y la huida de capitales. La crisis está llegando a la estación de los que menos tienen”. El titular de la cartera de Hacienda ponderó que en los foros internacionales se le está dando más importancia a la inversión en infraestructura, aunque criticó que la lógica que todavía predomina es que el fondeo provenga de los bancos privados y no directamente del Estado.
“Las finanzas deben estar en pos del desarrollo, a la par de la política fiscal contracíclica, entendiendo que las políticas redistributivas son también de estímulo a la demanda agregada”, indicó Kicillof, y citó una serie de medidas de apuntalamiento del crédito al sector privado: el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses dirigido en parte a la inversión productiva, los créditos del Bicentenario con subsidio de tasa, la exigencia a los bancos para que destinen parte de su cartera de depósitos a proyectos productivos y a las aseguradoras, a través del llamado “inciso K” y la línea Fondear. Hizo especial hincapié, al principio y al final de su presentación, en la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que permitió que el organismo deje de ser “independiente de la democracia”.

EXPERTOS INTERNACIONALES OPINARON SOBRE LA DEUDA ARGENTINA Y LOS BUITRES “Seguirán molestando en los próximos diez años”

Por Federico Kucher
“Los fondos buitre seguirán estorbando en el sistema financiero internacional durante los próximos diez años”, aseguró el abogado norteamericano Lee Buchheit, del estudio norteamericano Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton. Lo dijo en el segundo día de actividades de las Jornadas Monetarias del Banco Central, en donde compartió panel con el economista Domenico Lombardi, del Centre of International Governance Innovation, y el doctor en historia financiera Carlos Marichal Salinas, de El Colegio de México. Los expositores afirmaron que se requiere un cambio estructural de la arquitectura financiera mundial, criticaron el fallo del juez Thomas Griesa a favor de los fondos buitre, pidieron transparencia en el uso de seguros contra default de la deuda soberana y destacaron la reducción de la deuda externa argentina en los últimos años.
“Los holdouts existieron siempre y nunca significaron un impedimento para encarar procesos de reestructuración de deuda soberana. Pero Griesa, cuando ningún juez lo había hecho en más de cuarenta años, interpretó que la cláusula de pari passu, una cláusula estándar en contratos de deuda, les daba derecho a los buitres a cobrar sus bonos sin quita (por el 100 por ciento del valor original). Esta decisión del juez neoyorquino fue aberrante, puesto que los fondos de especulación se encontraron con un arma que nadie había imaginado que iban a tener a su disposición (para entorpecer procesos de renegociación de deuda de los países)”, indicó Buchheit.
El abogado mencionó que, además del fallo contra Argentina por la pari passu, otra de las tensiones internacionales para los procesos de reestructuración de pasivos soberanos se concentra en las cláusulas de acción colectiva, que provocaron dificultades en el proceso de renegociación de la deuda de Grecia. “El mercado y los países, tras el impacto del caso argentino y griego, están en un período de transición respecto de las condiciones en que se emiten los bonos de deuda. Las cláusulas de acción individual se están moviendo a cláusulas de acción agregada, al tiempo que se avanza en una corrección de la pari passu para evitar malas interpretaciones. Nos va a tomar por lo menos una década hasta que estos cambios estén listos y las cláusulas sean reemplazadas. Esto implica que el problema de los fondos buitre va a perdurar por los próximos diez años”, cerró.
Lombardi, en tanto, mencionó que la arquitectura financiera global es incompleta para dar una solución a los problemas de deuda soberana. “Hoy algunos de los desafíos más importantes que se enfrentan a nivel global son la sostenibilidad de la deuda en Grecia y en otras economías de la zona Euro. También la situación de Argentina con los fondos buitre representa un reto relevante. Se requiere dar una nueva forma a la arquitectura de las finanzas a nivel global.”
El economista mencionó además que se requieren modificaciones respecto del uso de los derivados financieros. “Es importante observar que el universo de acreedores no es un grupo homogéneo y pueden tener intereses en conflicto. Por caso, algunos pueden tener comprada una cantidad importante de seguros contra default, lo cual los incentiva a entorpecer las negociaciones de deuda soberana en función de sus propios beneficios. El problema es que estos acreedores no tienen la obligación de decir si tienen o no los seguros. Se requiere un mayor compromiso con la transparencia, para que en la mesa de negociación queden en claro los intereses de cada grupo”, señaló.
Marichal hizo un repaso por más de 200 años de historia financiera, con el objetivo de mostrar que muchas de las distorsiones que se observan hoy se repitieron reiteradas veces a lo largo de los siglos. “En 1840, los buitres ya existían. Ese año la Argentina tenía bloqueado el puerto de Buenos Aires por la marina francesa y sus bonos costaban un 20 por ciento de su valor original. Existían especuladores que compraban en esa situación. Los buitres han estado en el mercado desde hace mucho tiempo”, mencionó

LOS TRABAJADORES ACORDARON UN AUMENTO DE 27,8 POR CIENTO Y UN ADICIONAL POR PARTICIPACION EN LAS GANANCIAS Cerró la paritaria bancaria con un plus

 Por Tomás Lukin
Los trabajadores bancarios acordaron con la Asociación de Bancos Públicos y Privados (Abappra) una aumento de 27,8 por ciento en un tramo para todas las remuneraciones y adicionales del convenio. La extensa negociación que requirió la intervención de los ministerios de Trabajo y Economía incorporó un novedoso mecanismo de compensación adicional por participación en las ganancias del sector financiero. Si se mantienen los niveles de rentabilidad actuales, los trabajadores van a participar del 9 por ciento de las utilidades del sistema financiero: entre 8000 y 26.000 pesos adicionales al año dependiendo del nivel de ingresos. “Es un acuerdo histórico y novedoso. Los trabajadores tienen por la Constitución derecho a participar en las ganancias de las empresas. A diferencia de otros sectores productivos, los bancos tienen una rentabilidad extraordinaria y este mecanismo permite que los trabajadores sean parte”, afirmó ayer el titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof.
El gremio La Bancaria, que encabeza Sergio, celebró la firma del convenio con las entidades públicas y cooperativas que estableció un piso salarial de 14.670 pesos mensuales al que se sumará cada mes el pago adicional por la participación en las ganancias. No se trata de una suma fija sino que el monto para cada trabajador se calculará todos los meses dependiendo de la rentabilidad de todo el sistema financiero. Con los parámetros estimados para el primer semestre un trabajador con un salario entre 19.300 y 25.000 pesos por mes recibirá un total de 7500 pesos correspondientes al período enero-junio.
El acuerdo todavía debe ser rubricado por los bancos nacionales privados nucleados en Adeba y las entidades de capitales extranjeros representadas por ABA. “La fórmula que se acordó no funde a ningún banco pero les hace repartir sus ganancias y eso no les gusta”, señaló un funcionario del equipo que participó de las negociaciones al referirse a la posible resistencia del sector privado para implementar el nuevo mecanismo.
“Por primera vez se logra en un convenio de esta dimensión una participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas”, destacó Kicillof. El sector bancario se suman así a otras experiencias de participación en la rentabilidad de las empresas como la de los trabajadores del sector neumático.
La caída en el poder adquisitivo durante 2014 y las especulaciones en un año electoral habilitaron una mayor intervención del Gobierno en la ronda de paritarias. Desde el mes pasado intenta impulsar la pauta de referencia del 27,8 por ciento que, según afirma el equipo económico, permitirá una recuperación en el poder adquisitivo en un escenario de desaceleración en los niveles de inflación. Con ese objetivo establecido, los sectores con sindicatos con mayor poder de negociación y empresas en condiciones de pagar mejores salarios sin transferirlos inmediatamente al precio de sus productos debieron buscar mecanismos alternativos. “El único techo que puso el Gobierno es a las patronales financieras. La pauta de referencia no es para bajar salarios y estancar la economía. Estuvimos dos años discutiendo con los supermercados para bajar los precios”, argumentó ante Página/12 un funcionario del equipo económico.
Por eso, además de los abultados márgenes del sector, la participación en las ganancias se habilitó ya que los balances de los bancos son conocidos y atraviesan doble auditoría a cargo de la Comisión Nacional de Valores y el Banco Central. Pero, fundamentalmente, la existencia de regulaciones dificulta que, a diferencia de otras actividades, esa reducción en la rentabilidad se traslade a los precios pagados por los usuarios: los techos a tasas de interés y comisiones impuestos a lo largo de los últimos años permiten ese control.
Los trabajadores alcanzados por el convenio, alrededor de 145 mil personas contabilizando a los call centers, cobran en promedio 34.000 pesos brutos por mes. Según la tabla acordada, a ese ingreso le corresponderá una participación anual en las ganancias de 26 mil pesos para cada uno, siempre y cuando que la rentabilidad conserve los niveles actuales de 34 por ciento. De esa forma, los trabajadores recibirán en el año 3800 millones de los 44000 millones de pesos que acumularán en 2015 los bancos.
“La compensación amortigua el injusto efecto del Impuesto a las Ganancias sobre nuestros ingresos”, afirmó La Bancaria a través de un comunicado. Desde los equipos de Trabajo y Economía rechazan esa interpretación. “Argumentar que es una devolución por el Impuesto a las Ganancias es falso. Si fuera así, sólo 6 de cada 10 trabajadores bancarios recibirían un ingreso adicional que son quienes están alcanzados por el impuesto”, señaló a este diario un funcionario del equipo económico.
El acuerdo se firmó en la cartera laboral en la madrugada del viernes después de una extensa negociación. El encuentro que concluyó alrededor de las tres de la mañana contó con la presencia de la secretaria de Trabajo, Noemí Rial, el director nacional de Negociación Salarial, Adrián Caneto, y el viceministro de Economía, Emmanuel Agis. La representación sindical estuvo a cargo de un conjunto dirigentes encabezados por el secretario general del gremio, Sergio Palazzo, mientras que por Abappra el acuerdo fue firmado por el presidente del Banco Nación, Juan Ignacio Forlón.

ANTE EL ESTALLIDO DE LAS PROTESTAS DOCENTES México sacó el ejército para "garantizar" las elecciones

Los disturbios ocurrieron en los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, donde los docentes atacaron las sedes partidarias y tomaron plantas de distribución de combustible con el fin de frenar una reforma educativa que los obliga a ser evaluados para permanecer o ascender en el sistema educativo.
Con "patrullajes terrestres, vigilancia aérea y patrullaje costero" el despliegue se concentrará en la zona sur del país, "donde grupos sociales habían realizado acciones en algunos municipios para tratar de interferir en el desarrollo del proceso electoral", precisó Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de Seguridad.
Hasta el momento "no se ha dado confrontación alguna", señaló el funcionario, que no precisó cuántos efectivos del Ejército y la Policía Federal fueron desplegados en el operativo.
La jornada también será una prueba de fuego para el compromiso de Peña Nieto de lograr un "México en paz", bandera con la que devolvió el poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras 12 años en la oposición. Cuatro candidatos o precandidatos a cargos electivos han sido asesinados desde marzo sin que se hayan aclarado los motivos de las agresiones.

LAS CENTRALES OPOSITORAS RATIFICARON LA MEDIDA Y EL GOBIERNO RESPONDIO La polémica por el paro del 9

Mientras las centrales opositoras ratificaron el paro de 24 horas convocado para el martes, funcionarios y dirigentes gremiales criticaron la medida. “No sé qué van a sacar con una medida de fuerza. En estos casos hay que discutir hasta que las velas no ardan”, opinó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien aseguró que “nunca se detienen las conversaciones” con los sindicatos. El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, tildó la medida de “despropósito”, acusó al titular de La Fraternidad, Omar Maturano, de ser “parte responsable de la tragedia de los ’90”, y criticó también a Roberto Fernández de la UTA. “Más que dirigentes sindicales y defensores de los trabajadores, son empresarios”, dijo. Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, sostuvo que el paro implica “llevar a todos los trabajadores a escupir contra el viento”. El titular de la UTA aseguró que los colectiveros adherirán y propuso que el Gobierno “aumente las tarifas” si no quiere aumentar los subsidios a los empresarios del transporte.
Los titulares de las CGT Azopardo, Hugo Moyano, la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, y la CTA Auténtica, Pablo Micheli, junto con la Confederación Argentina del Transporte (CATT) confirmaron ayer la medida, en un plenario en el que amenazaron con profundizar el plan de lucha. La medida sería garantizada por la UTA y la Fraternidad, que integran la CGT de Antonio Caló. “Garantizamos el paro del 9 de junio”, dijo Maturano. “No habrá servicios de colectivos de corta, media, larga distancia, subterráneos y combis”, aseguró Mario Caligari, vocero de la UTA. Fernández consideró que los empresarios “de alguna manera” tienen que pagar los aumentos salariales. El Gobierno “va a tener que aumentar o el subsidio o las tarifas, no sé qué otra cosa pueden hacer”, dijo. Desde La Bancaria, en cambio, anunciaron que no adhieren y que el martes habrá actividad normal. Moyano remarcó que “el responsable de este paro es el Gobierno que no escucha” y se mostró esperanzado en que el Ejecutivo no logre “convencer a los gremios del transporte” para desactivar la huelga.
“Yo creo que es más político que otra cosa. No comprendo cuál va a ser la situación o la conclusión que se saque por la vía de una medida de fuerza”, opinó Aníbal Fernández, que pidió “libertad de trabajo” para quienes ese día realicen tareas laborales. “No puede salir de ahí nada seguro en términos de beneficios para los trabajadores”, aseguró. El Gobierno es “muy cuidadoso con los dineros de los trabajadores, no entiendo muy bien el objetivo de (Hugo) Moyano”, admitió. Agregó que las conversaciones con los gremios opositores “nunca se detienen”. “Para detener una conversación es porque hay un cierto grado de ofensa o de malquistarse, y la verdad es que todas las áreas específicas del gobierno nacional ponen todo lo que tienen a su mano para que se puedan resolver los problemas”, explicó.
“Me parece un despropósito frente a un gobierno que ha tenido políticas públicas en relación al transporte como ningún otro gobierno”, opinó Randazzo sobre la adhesión de La Fraternidad. “En promedio cargan entre 25 mil y 30 mil pesos (de sueldo) y un poco más con el último aumento, y transportan a millones de argentinos que cobran un 20 por ciento de eso y que son los mismos que contribuyen para que los ferrocarriles funcionen”, se indignó Randazzo. El ministro de Interior y Transportes dijo que el paro no es “la decisión correcta” porque se da en un contexto en el que “por primera vez, miles y miles de ferroviarios vieron un proceso de transformación como nunca antes había existido”. “Maturano es parte responsable de la tragedia de los ’90, lo que pasa es que muchas veces se prioriza la hipocresía y lo políticamente correcto”, agregó.
“El único objetivo es subirse al carro de la oposición y hacerle el caldo gordo a una estrategia que está en contra de los trabajadores”, consideró Yasky, secretario de la CTA. “Una cosa es una reivindicación en el marco de una paritaria para lograr un objetivo concreto, como ha habido estos días y va a seguir habiendo, eso tiene plena legitimidad, pero un paro nacional evidentemente tiene un objetivo político”, explicó. La medida “se le hace a un gobierno que vive bajo el asedio de los fondos buitre, que sigue con paritarias libres y con una política que genera empleo, mientras en el mundo sucede lo contrario”, afirmó.
El diputado Carlos Kunkel acusó a Moyano de ser uno de los referentes peronistas que “quedaron entrampados en sus compromisos empresarios”. “Ahora políticamente va aliado con Mauricio Macri, quien que yo sepa muy preocupado por los derechos de los trabajadores no se lo ve”, ironizó. Si bien “pelea por los beneficios para los (trabajadores con) mayores ingresos, nunca lo vi peleando por los desocupados, por el salario mínimo, vital y móvil o por la Asignación Universal por Hijo”, agregó.

EN OTRA BAJ PARA EL MASSISMO, FRANCISCO DE NARVAEZ DECLINO SU CANDIDATURA PARA LA GOBERNACION BONAERENSE Kid Colorado sufrió un golpe de nocaut

Por Miguel Jorquera
Francisco de Narváez declinó ayer su candidatura a gobernador bonaerense, según argumentó, para no ser un escollo en las negociaciones con que Sergio Massa intenta contrarreloj sellar un gran acuerdo opositor con Mauricio Macri, que el alcalde porteño volvió a rechazar. “Sola, ninguna fuerza de la oposición puede derrotar a los K” y “Dividir es jugar para Cristina”, tuiteó De Narváez luego de anunciar que bajaba su postulación. En el massismo juzgaron la decisión de De Narváez como “un aporte” para facilitar un frente electoral con el macrismo. “Si no se logra, Macri pagará el costo político de un nuevo triunfo del kirchnerismo en octubre”, repitieron ante Página/12 varios de los hombres todavía encolumnados con el líder renovador. Por la mañana, Macri había vuelto a ningunear a Massa: “Si me llama para ser gobernador, le digo que no”, afirmó (ver aparte). Pero en el entorno de Massa afirman que aún existen canales de negociación abiertos con el PRO, al tiempo que admiten que ninguna opción sobre el futuro de su candidatura presidencial está descartada: lograr una gran primaria con Macri, mantener las PASO con el cordobés José Manuel de la Sota o ir con una “boleta corta” –sin candidato presidencial– por la gobernación de la provincia.
“Para facilitar ese acuerdo es que retiro mi candidatura a gobernador”, declaró De Narváez ayer por la tarde. Consideró que “llegó la hora de la verdad” y por eso decidió “dar un paso al costado para facilitar ese acuerdo” entre Macri y Massa, porque “si se hace el acuerdo se puede derrotar al kirchnerismo”. No había sido una jornada agradable para las aspiraciones de Massa y los renovadores en su agónico intento de sellar un acuerdo eelectoral con el PRO. El líder del FR viene perdiendo dirigentes desde hace meses, hasta que en las últimas semanas se precipitó su caída con la deserción de intendentes como, Humberto Zúccaro, José Eseverri, Sandro Guzman, Jesús Cariglino y Raúl Othacehé, entre otros. En esecontexto, Macri volvió a descartar de plano un acercamiento.
El Colorado sabía que las deudas políticas pendientes con Macri eran un escollo difícil de sortear en el camino que intenta transitar Massa para forzar una alianza electoral con el PRO. De Narváez estiró sus argumentos en Twitter. “Conozco muy bien la PBA. Sé que se puede ganar la elección si se unen todas las fuerzas de la oposición”, posteó el diputado y luego agregó: “Depende de Mauricio y Sergio ponerse de acuerdo y derrotar a los K, como en el 2013. Hay tiempo hasta el miércoles!!”, el día que cierra la posibilidad de inscribir alianzas y frentes electorales.
Los tweets siguieron en la misma dirección a la que apuntan desde hace tiempo los massistas: dejar en claro que si no hay “un gran frente antikirchnerista” será por decisión exclusiva de Macri. A pesar de la embestida contra De Narváez de Mónica López –la única precandidata a gobernadora bonaerense que quedó en pie en el Frente Renovador, luego de la deserción de media docena de aspirantes–, cerca de Massa apostaban a que “el renunciamiento” de De Narváez sea un puente de plata para el acuerdo. Días atrás trascendió una declaración de Macri a sus íntimos, en la que supuestamente había afirmado que nunca haría un acuerdo con alguien que lo “odia”, en referencia a De Narváez, con quien mantiene un viejo encono desde la época en que terminó mal su vínculo electoral.
Por otro lado, más allá de los argumentos que esgrimió ayer, lo cierto es que la postulación de De Narváez nunca levantó vuelo y, según los datos de los propios intendentes massistas, rondaba el 15 por ciento de intención de voto. Para peor, el bochornoso episodio que protagonizó cuando junto a un custodio fue a pegarle hasta dejar inconsciente al director de una agencia de noticias dejó a De Narváez muy mal parado ante la opinión pública. El candidato luego debió pedir disculpas.
Desde el kirchnerismo, hubo varios que se sumaron ayer a la teoría del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de que el acuerdo Macri presidente y Massa gobernador “ya está sellado” –incluso tiene apostado un asado– y consideraron que la deserción de De Narváez no es más que su confirmación. Macri lo niega todos los días. Los dirigentes de su partido que hablan públicamente también descartan cualquier posibilidad de acuerdo aunque aclaran que recibirían encantados a los intendentes que quieran pegar el salto, como hizo, por ejemplo, el de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino. Quieren que el massismo, sin Massa, se alinee detrás de la candidatura presidencial de Macri.
Cerca de Massa reconocen que no les agradan los desaires de Macri, pero afirman que “son intentos para bajar las aspiraciones” de los renovadores en las negociaciones que “todavía están abiertas”. Desde el massismo insisten en que la propia esposa del líder renovador, Malena Galmarini, “a través de amigos en común”, y los intendentes Joaquín de la Torre (San Miguel) y Mario Meoni (Junín) son quienes las llevan adelante ante diferentes interlocutores del macrismo.
Massa no hará declaraciones. Ya tiene armada su hoja de ruta para la decisión final: dedicará el fin de semana a “reflexionar” sobre las posibles alternativas, de acuerdo con las novedades que le acerquen sus negociadores. El lunes comunicará su decisión a quienes se mantienen dentro del FR y el martes lo hará público en una conferencia de prensa.
En su entorno no descartan ninguna opción. “La de máxima” –insisten– es sellar una gran interna anti k con Macri”. La otra es mantener las PASO con De la Sota para competir por la candidatura presidencial de uno de los frentes opositores. Y la tercera es ir con boleta corta por la gobernación bonaerense, sin respaldar a ningún candidato presidencial.