lunes, 22 de julio de 2024

MALVINAS /8

 

CAPITULO VIII

La política del Estado tras la caída del peronismo.

     En el año 1955, inmediatamente después del golpe de Estado, la Armada Argentina, cambió el paradigma acerca de la identidad territorial de nuestro país en la zona austral, frenando las expediciones programadas por el general Hernán Pujato, que provenían de las políticas del Estado peronista. Precisamente, en el año 1954

“la Argentina era el único Estado que contaba con un rompehielo y con la capacidad de abarcar una zona estratégica para entonces abiertamente disputada pero pobremente mapeada: El Mar de Weddell. Con este barco se buscaba defender la Base Belgrano ubicada en el extremo este de la región de sus reclamos territoriales.”[1]

     Al abandonarse esta política (quizás por cumplir con las exigencias de los factores de poder financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional-FMI, al cual la Argentina adhirió inmediatamente de producida la caída del peronismo), dicha zona fue ocupada por Gran Bretaña, del mismo modo que lo planificaba el peronismo, es decir, la autodenominada “Revolución Libertadora”, dejó en manos inglesas el territorio que correspondía a la Argentina. Se pasaba así del Continentalismo a las relaciones bilaterales subordinadas a las potencias imperiales de turno.

     El 14 de diciembre del año 1960 (gobierno del dr. Arturo Frondizi, radical intransigente), la Resolución N° 1.514, de las Naciones Unidas, tuvo como objetivo profundizar el proceso de descolonización reafirmando la soberanía de los Estados. La Argentina supo lograr en esa coyuntura, un gran triunfo diplomático cuando Gran Bretaña decidió inscribir en el Comité Especial de Naciones Unidas a las islas Malvinas dentro de los territorios a descolonizar. Con ello no hizo más que reconocer oficialmente la condición colonial de las Islas Malvinas.

     Los puntos más importantes de la resolución plantean:

A fin de que los pueblos dependientes puedan ejercer pacífica y libremente su derecho a la independencia completa deberá cesar toda acción armada o toda clase de medidas de cualquier índole dirigida contra ellos, y deberá respetarse la integridad de su territorio nacional. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas[2].

    

     Sin embargo, los ingleses consideraban que para continuar las discusiones debería tenerse en cuenta la opinión de los isleños, siendo hasta el día de hoy ese inexistente derecho de una población colonialista a intervenir en las conversaciones por la soberanía en nuestro territorio, el centro del argumento británico. En el año 1964 (gobierno del dr. Arturo Illia, radical) el canciller argentino, Miguel Angel Zavala Ortiz, logró que la Primera Conferencia Interamericana Extraordinaria aprobara un dictamen por el cual “no se aceptarán solicitudes de las entidades políticas cuyos territorios estén sujetos total o parcialmente – antes de diciembre de diciembre de 1964 – a litigios o reclamaciones territoriales”[3].

     De este modo se pudo detener una posible maniobra inglesa de declarar a las Islas Malvinas como territorio independiente. Mientras tanto, el embajador argentino ante las Naciones Unidas, Lucio García del Solar, logró que se incorporara el nombre de Islas Malvinas en toda la documentación escrita por Naciones Unidas, junto a la denominación inglesa Falklands. [4]
     En el año 1965 la Asamblea General de la ONU, aprobó la resolución 2065, mediante la cual invitó a los gobiernos de la Argentina y Gran Bretaña a “examinar y negociar”, como así también a llegar a “una solución pacífica” considerando los "intereses" y no los "deseos" de la población de las Islas Malvinas, tal como era la postura británica
defiende la "autodeterminación" de una población como ya dijimos: injertada. El haber logrado nuestro país esta Resolución presionaba a los ingleses en los siguientes puntos:

- O cumplía de buena fe por lo dispuesto y entablaba serías negociaciones con la Argentina
, lo cual terminaría tarde o temprano con el reconocimiento de nuestra soberanía por las Islas Malvinas.

-
O argüía algún curso de acción, demorando sus efectos resolutorios”,[5] mientras se preparaba para enfrentarse, en un conflicto armado con la Argentina.

     En aquella coyuntura, esto último no ocurrió. Todo lo contrario, ya que el gobierno Laborista Británico de Harold Wilson y su ministro de Relaciones Exteriores, Michael Stewart, redactaron el "memorándum de entendimiento" con la Argentina, que expresaba que Gran Bretaña, "reconocería la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, cuando tuviera evidencias de que los intereses de los isleños
estén satisfechos".[6]
    

     Por lo tanto, en la década de l970, en su primera mitad, estuvo dedicada a negociaciones bilaterales urgidas por la ONU, mediante las Resoluciones 2621 y 3160, “por las cuales la Argentina dio asistencia continental a las islas: alargamiento de la pista de aterrizaje, comunicaciones aéreas regulares, facilidades para la salud y educación de los isleños, abastecimiento de gas y combustible, víveres frescos todas las semanas en vuelos LADE (Línea Aérea del Estado)”.[7] De todos modos, los ingleses continuaron demorando la discusión sobre el eje histórico de la problemática: la Soberanía de las Islas. [8]

     A inicios del año 1974 (gobierno de Juan D. Perón), las Naciones Unidas, mediante la Resolución 3064, instaron a la Argentina y Gran Bretaña a producir avances mediante negociaciones pacíficas. Dos años más tarde sin mejoras a pesar de aquella recomendación, en el mes de febrero, el gobierno de Isabel M. de Perón[9], ante las incursiones de naves de la Royal Navy, envió el destructor ARA Alte. Storni, el cual realizó fuego de artillería de advertencia para alejarlas de las Islas. Al tiempo que se estableció en las Sándwich del Sur, en la isla Morrel, fundó una base científica argentina: Corbeta Uruguay. Esta acción fue protestada diplomáticamente por los británicos, y produjo el retiro de embajadores de ambos países hasta el año 1979.



[1] Mónica Juliana Revelo Madroñero. ¿ANTÁRTIDA ARGENTINA?: Incidencia del discurso formal del Instituto Antártico Argentino en la implementación del discurso práctico peronista durante el período comprendido entre 1945 y 1960. Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Facultad de Relaciones Internacionales Bogotá D.C. 2015. p. 40.

[2] Para ampliar estos contenidos ver: Bonifacio del Carril. Op. cit., pp. 115 – 119. En http://www.lagazeta.com.ar/. Op. cit. Ultima vez consultado el 2 de agosto de 2022.

[3] Op. cit.

[4]El gobierno radical creó en el año 1966 el Instituto Nacional de las Islas Malvinas y Adyacencias presidido por el Dr. Ernesto Fitte, uno de los grandes defensores de los derechos soberanos y también un importantísimo historiador argentino. El Instituto aprobó la creación de un escudo de las islas y la marcha compuesta por Carlos Obligado y José Tieri; fue disuelto en el año 1969 por la autodenominada Revolución Argentina (dictadura militar del general Juan C. Onganía) por problemas internos. Para reemplazarlo se formó el Instituto de las Islas Malvinas y Tierras Australes presidido por Alfredo Díaz Molino, pero no era oficial sino privado”. Op. cit.

 

 

[5] Vice comodoro ® Horacio Ricciardelli en http://www.lagazeta.com.ar. Op. cit. El antecedente era la Resolución 1514 del 14 de diciembre del año 1960 de las Naciones Unidas. La misma planteaba la necesidad de un proceso de descolonización a nivel mundial, terminando con el colonialismo en todas sus formas. Ultima vez consultado 2 de agosto de 2022.

[6] Ibídem.

[7]Inclusive empresas estatales como Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Gas del Estado, Empresas Marítimas del Estado y organismos públicos como el ministerio de Salud llegaron a prestar servicios a los kelpers en una política de acercamiento” ideada por aquella dictadura militar. Loc. Cit.

[8] El 14 de diciembre del año 1973, las Naciones Unidas reiteraron mediante la Resolución 3160, el reconocimiento a la Argentina de sus esfuerzos en solucionar vía el diálogo la cuestión de la soberanía, y volvió a instar a ambas partes a continuar con las negociaciones pacíficas.

[9] El 29 de mayo del año 1974, la presidenta Isabel Perón, declaró el 10 de junio como día de la “Reafirmación de los derechos sobre las Islas Malvinas, Sándwich y Georgias del sur y el sector Antártico.”


CONTINUA

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