lunes, 5 de agosto de 2013

Una verdadera cruzada por la despolitización Por Alejandro Horowicz

Para el Papa la pobreza es consecuencia de que algunos políticos se dedicaron a endeudar a la gente. Jorge Bergoglio paseó por Río de Janeiro, la semana pasada, en compañía de cientos de miles, mayoritariamente muy jóvenes. Si algo faltara para que la crisis global del capitalismo se retradujera en agravamiento de la crisis política, la movilización papal lo subrayó hasta el paroxismo. Estos movilizados, en una sociedad globalmente desmovilizada, expresan la confianza en la absoluta desconfianza que supone la política como actividad. La confianza en la incapacidad de la sociedad de transformarse en sintonía con la necesidad mayoritaria, y por tanto el rechazo de la política como instrumento colectivo. La simplota confianza en que "la buena voluntad", y el "gesto amable" navegan por encima del conflicto social; más aun, el conflicto mismo solo sería un malentendido al que un diálogo razonable podría poner fin, y esto sucedería por responsabilidad personal de "los políticos". Dijo el Papa: "culpo a los políticos que buscan sus propios intereses". La pobreza es, en esa lectura, una consecuencia de que "algunos políticos se han dedicado a endeudar a la gente creando un ambiente de dependencia". Ese sí que es un programa político. Despolitizar el conflicto social, llamando "un ambiente de dependencia" a lo que en rigor es la dependencia de la bancocracia globalizada; obviar que gobernar no puede ser otra cosa que satisfacer intereses en conflicto; y que toda política, esa es su naturaleza, termina por reducirse en última instancia a defender o atacar intereses de clase. De la naturaleza de los intereses se puede, debe inteligir los de la política misma. Entonces, el enfrentamiento resulta inevitable, y los modos que adquiere, los instrumentos con que se libra, están históricamente determinados. En los albores del capital que los trabajadores se sindicalizaran era un delito contra el Estado, y las penas por su violación terribles. La Revolución Francesa en ese punto no cambió las cosas. En 1791 se promulga la Ley Le Chapelier, por la cual la libertad de empresa no podía ser coartada. De modo que proscribió las asociaciones de trabajadores para evitar la "reconstrucción de los gremios medioevales". Que brutal ironía. La defensa del interés burgués debía impedir la autodefensa de los trabajadores, se trataba de garantizar el éxito del capital reduciendo al mínimo el salario obrero. Se podría pensar, equivocadamente por cierto, que el diputado era un conservador. Pero no, Isaac Le Chapelier no sólo presidió la sesión del 4 de agosto de 1789, donde se abolió el feudalismo, sino que era un integrante activo del Club de los Amigos de la Constitución, más conocido como Club de los Jacobinos. Es decir, un militante del ala radicalizada de la revolución burguesa. Recién en 1864 esa prohibición constitucional fue expresamente abolida en Francia. Y cuidado, en el resto de Europa esto terminó por suceder bastantes años después. La Revolución Rusa del año '17 puso sobre el tapete el problema del poder. Era la primera vez que trabajadores y campesinos intentaban un camino propio. Fracasó, una compacta contrarrevolución se abrió paso. Hitler y Mussolini aplastaron al movimiento obrero, primero, y se lanzaron a la guerra después. Pero la II Guerra Mundial, con la derrota del fascismo, volvió a modificar los instrumentos del poder político. El derecho a tener derechos (en esto consiste el programa del liberalismo clásico), pasó a ser el derecho a ejercer derechos. Ya no se trataba del derecho a coaligarse legítimamente para defender la masa salarial frente a los beneficios del capital, sino de un cierto número de garantías que formaban parte del nuevo estatuto de ciudadanía. Los derechos al trabajo digno, con vacaciones pagas, a la vivienda, al esparcimiento, a la educación y a la salud, dejaron de ser un problema personal. La sociedad los garantizaba. Esto no supuso que tales derechos fueran directamente universales, pero se transformaron en horizonte compartido, en un valor que la disputa por el poder no ponía en entredicho. Ganara quien ganara estos derechos permanecían. Era el welfare state, el Estado benefactor, un nuevo estatuto de ciudanía universal. El primer peronismo, el que transcurriera entre 1945 y 1955, no fue otra cosa que el welfare state en la Argentina. La caída del General Perón en 1955, y el ciclo de proscripción política de su movimiento, no supuso su liquidación. Sin embargo, a partir de 1975 un perpetuo plano inclinado sirvió para bastardear la calidad de las prestaciones, hasta que el menemismo con su ímpetu privatista terminó por destrozarlo. Todavía hoy la calidad de la educación y el hospital sigue en veremos. ¿En este contexto, qué nos dice el Papa peronista sobre el Estado de Bienestar? A su juicio se trata de la "respuesta a las necesidades de los pobres creados por la política". Otra vez despolitiza la política. Una conquista colectiva se transforma en actividad profesional de la mala gente. El Estado de Bienestar no sería producto de la lucha política, sino el modo en que la mafia política compensa sus estragos. El Papa milita contra el Estado de Bienestar; refuerza la tendencia privatista existente con la legitimación que la movilización católica le arrima. A nadie se le escapa que la crisis golpea la calidad de vida de los trabajadores europeos. Y que a caballo de recortar del gasto público, la bancocracia avanza en dirección del desmonte del Estado de Bienestar. No sólo la red de contención social resulta crecientemente inadecuada, debe lograr lo mismo para más con mucho menos, sino que su legitimidad política termina siendo cada vez más resistida. Desde el momento en que la mayoría despolitizada crece, en que el número de votantes decrece, y que los valores de los que votan se hacen cada día más conservadores, la política de recortes drásticos gana consenso. Es una profecía que se autorrealiza. Mientras la crisis europea se empina, las autoridades del Fondo Monetario Internacional se preocupan por la falta de creación de empleo; qué duda cabe esa es la madre de todos los problemas, pero la solución planteada no deja de ser curiosa. El FMI propone una voluntaria quita salarial para los ocupados; de tal modo que parte de los desocupados reingrese al mercado de trabajo con el aporte de los ocupados. Una solución católica, la solidaridad social, todos cediendo un poco pueden al menos mitigar tan penosa situación. Claro que una pregunta golpea: ¿Por qué la misma masa salarial debiera repartirse entre más? ¿Por qué no agrandar la masa salarial? Basta echar una mirada a las ganancias de los bancos, previamente rescatados con fondos públicos, y a los salarios de sus ejecutivos, para ver en cuánto podría incrementarse la masa salarial a repartir. Sin hablar por cierto de las ganancias de los bancos, ganancia obtenida tras una transferencia de ingresos de los asalariados hacia el capital financiero. Conviene recordar que Joseph Stiglitz, que no es precisamente un economista de la IV Internacional, sostiene que el rescate bancario se hizo mediante una colosal transferencia de ingresos públicos al sector privado a cambio de nada. ¿Es que los bancos son nuestro prójimo? ¿Sólo los bancos? Ahora es posible reformular la propuesta del fondo. Si la creación de empleo, si el incremento de la demanda solvente, no sólo contara con la masa salarial de los trabajadores europeos, sino que se le añadiera el salario de los ejecutivos de los bancos, y una parte de su ganancia extraordinaria, esa política estaría casi condenada al éxito. No es esa la intención. Pareciera que la idea del FMI y la del Papa peronista no son tan distintas. La diferencia sólo la pueden explicar los especialistas en el sexo de los ángeles. Infonews

EL MAYOR SECRETO DE LA CAMPAñA

Berni: “Massa hizo una operación televisiva” El secretario de Seguridad, Sergio Berni, aseguró que el prefecto Alcides Díaz Gorgonio, detenido por el asalto a la casa del intendente de Tigre, Sergio Massa, es un declarado "puntero político del massismo" y denunció "una operación mediática para hacer lobby por la videovigilancia, a días del cierre de la campaña". Berni sostuvo que "la Justicia deberá dar muchas explicaciones" porque "es un papelón" que no se sepa "quién detuvo o quién allanó la casa" de Díaz Gorgonio. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, informó que el autor del robo "conocía todas las ubicaciones de las cámaras de seguridad" porque trabajó en el barrio cerrado Isla del Sol a pedido del líder del Frente Renovador. "En 2007, Massa pidió que ese delincuente vaya a hacer seguridad privada a su barrio", advirtió. El funcionario insistió en que "nadie dice que el prefecto era conocido de la familia e iba dos o tres veces por semana al barrio privado" y agregó que el prefecto "se anunciaba como un puntero político de Massa y tenía un negocio en Tigre que queremos saber cómo obtuvo el permiso. En ese local tiene tremendo cartel gigante publicitando la campaña de Massa". Además, el secretario de Seguridad sostuvo: "No tengo ninguna duda de que Massa trata de vincularlo con una cuestión política para llevar agua para su molino, pero la gente no es tonta". Berni también apuntó contra el accionar de la justicia: "El hecho no es grave, lo grave es cómo manipuló esto la Justicia y cómo desviaron la información". "Nosotros sabíamos del hecho perfectamente y estábamos esperando que la Justicia nos informe por los canales correspondientes", aseguró el funcionario, respecto del trabajo del fiscal de Rincón de Milberg, Mariano Jorge Magaz, quien depende del fiscal general de San Isidro, Julio Alberto Novo. Por último, el secretario de Seguridad consideró que "hay dos clases de Justicia: la de los poderosos que funciona de esta manera y la otra, porque quiero ver si la Justicia se comporta de esta manera cuando a algún ciudadano común de la provincia de Buenos Aires le roban el celular". EL MAYOR SECRETO DE LA CAMPAñA Massa insinuó algo más que un robo El intendente de Tigre y primer precandidato a diputado por el Frente Renovador, Sergio Massa, aseguró que "la Justicia tendrá que decir qué pasó" en el asalto protagonizado por un prefecto hace dos semanas en su casa y sostuvo: "Si hay alguna cosa que no tiene que ver con el hecho puntual que se investigue". Por su parte, la esposa del jefe comunal, Malena Galmarini, fue más contundente: "No es un hecho de inseguridad". Massa, sin mencionar las denuncias sobre su relación con el fiscal general de San Isidro, Julio Alberto Novo, ni la Santa Alianza de fiscales, policías e intendentes, completó: "Se equivocan si creen que esto nos asusta". El jefe comunal negó haber intentando ocultar el robo para no perjudicar su campaña, con el eje central en el "combate a la inseguridad", porque "el robo fue esclarecido en 24 horas y eso demostraría que el sistema de videovigilancia funciona". Massa fue un poco más allá y aseguró que hasta sintió "satisfacción personal" por haber capturado con las cámaras de seguridad de su casa a la persona que ingresó a robar y fue detenida 24 horas después. El jefe comunal aseguró que el fiscal de Rincón de Milberg, Mariano Jorge Magaz, fue quien solicitó que no se hiciera mención pública del asalto. En la nota publicada ayer por Página/12 se resalta que cargar las denuncias por robo en el Sistema Informático del Ministerio Público (SIMP) es una obligación. Massa explicó que el robo ocurrió mientras él y su familia estaban fuera de la casa del barrio privado de Isla del Sol y que al regresar alrededor de las 21 fue su mujer quien se quedó para hacer la denuncia porque "tenía que irme a un acto de campaña en el centro de Tigre a las 22". El líder del Frente Renovador sostuvo que la idea "no es politizar ni victimizarnos", pero, acompañado por el exjefe de Gabinete Alberto Fernández y la aliada Graciela Camaño, insinuó: "Nosotros no somos los fiscales ni el juez de la causa. Si hay alguna cosa que no tiene que ver con el hecho puntual que se investigue". 05/08/13

Cristina: “Magnetto lo hubiera querido meter preso a Víctor Hugo”

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner citó dos notas de Tiempo Argentino y criticó “el escandaloso silencio de muchos" periodistas y políticos sobre el juicio del CEO de Clarín contra el periodista y relator. Además criticó las demoras en la Causa Papel Prensa. La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, celebró haber logrado que el Congreso sancionara “la despenalización del delito de calumnias e injurias” porque “si no a estas horas, (el CEO de Clarín, Héctor) Magnetto lo hubiera querido meter preso al periodista Víctor Hugo Morales por el hecho de ser un periodista que dice lo que piensa”. La mandataria citó la columna que publicó Roberto Caballero en la edición dominical de Tiempo Argentino en la que menciona la denuncia de Magnetto por “calumnias e injurias” contra el relator uruguayo quien, desde antes del inicio del ciclo kirchnerista, denuncia al grupo oligopólico de medios por sus negociados. “No se puede creer. Y por qué le quiere hacer juicio a un periodista del prestigio de Víctor Hugo Morales. Y... porque no le gusta lo que Víctor Hugo opina, desde siempre y como periodista, de Magnetto y sus prácticas”, continuó la presidenta a través de Twitter. La mandataria le preguntó a sus seguidores: “¿Te imaginás si se me ocurriera hacer juicio porque no me gusta lo que opinan algunos periodistas de mí? Creo que no me alcanzarían ni todos los tribunales de Argentina juntos. Pero no, fijate que es al revés. ¿Qué cosa no? Logré que se sancionara en el Parlamento la despenalización del delito de calumnias e injurias. ¡Menos mal! Si no a estas horas, Magnetto lo hubiera querido meter preso a Víctor Hugo por el hecho de ser un periodista que dice lo que piensa y no lo que le dicen que tiene que decir”, agregó. La mandataria criticó a los periodistas y políticos que "se desgarran las vestiduras hablando de la libertad de prensa" pero mantuvieron un "escandaloso silencio" sobre el juicio que busca penalizar a Víctor Hugo por expresar su opinión. Más tarde, se refirió a los documentos que Tiempo Argentino publicó en tapa en los que da cuenta de las pruebas clave que la Justicia ignora en el marco de la Causa Papel Prensa por el traspaso irregular de la principal productora de insumos de papel de diario, que ocurrió durante la última dictadura, de la familia Graiver a Clarín y La Nación. La Presidenta dijo que habría que "preguntar" al magistrado Julián Ercolini sobre actas y expedientes. Por último recordó las causas por el predio de la Rural, las deudas impositivas del diario La Nación y la demora en la puesta en marcha de la Ley de Medios. "¿Te dás cuenta de qué hablamos cuando hablamos de democratización de la justicia?", remató. Infonews

De Narváez: “Si el mafioso Magnetto quiere que me baje, se va a quedar con las ganas”

El candidato a diputado nacional se refirió a las presiones que recibió de sectores empresarios opositores a la Casa Rosada para bajar su postulación. “Es un disparate. No hay ninguna posibilidad”, aseguró. El candidato a diputado nacional del Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo, Francisco de Narváez, sostuvo que “es un disparate y no hay ninguna posibilidad” de bajarse de su candidatura a diputado nacional para unificar el voto de la oposición, algo que le habrían sugerido sectores empresarios opositores al Gobierno. “Si algún trasnochado desea eso, se va a quedar con las ganas”, sentenció el Colorado en diálogo con radio La Red. “Nadie se atrevió a plantearnos o sugerirnos algo. Nos conocen bien y saben que somos comprometidos con nuestras ideas, siempre confrontando con el oficialismo”, agregó. “No hay ninguna posibilidad y es un disparate”, insistió, para no dejar dudas. “Los que quieren que me baje no me conocen. Si tienen ese deseo se van a quedar con las ganas”, dijo en otra entrevista, con radio Del Plata. De Narváez rechazó en muy duros términos una sugerencia para bajarse de la elección que le hicieron sectores empresarios opositores. Incluso desde un sector del massimo se trató de negociar con Hugo Moyano, pero sin éxito. El análisis de esos sectores es que De Narváez tiene un núcleo duro de entre 12 y 15 puntos de intención de votos, que podría complicar las chances de Sergio Massa de vencer a Martín Insaurralde. El cambio de discurso del intendente de Tigre intentó atraer a esos votantes, pero eso aún no se ve reflejado en las encuestas. Por esta razón, desde el kirchnerismo comenzaron a darle mayor espacio a De Narváez en medios oficialistas como C5N. Además, en la Casa Rosada le pidieron a Daniel Scioli que se haga cargo de mantener en pie al Colorado, y fortalecerlo después de las primarias.

Macri 2015: manual para inventar un candidato

El macrismo publicó Estamos. Una invitación abierta, libro que intenta posicionar a Macri como candidato presidencial y que invita a militar a los indignados en sus filas. Los ideólogos son Alejandro Rozitchner y Marcos Peña. Por Juan Ciucci l En principio causa cierta expectativa que el PRO edite un libro, y que prometa un prólogo de Mauricio Macri, además. Sin embargo, es otra promesa incumplida. La primera nota al pie nos aclara que “si bien tradicionalmente los prólogos no son diálogos, como sabemos que muchas personas tienden a no leerlos por considerarlos superfluos, quisimos ofrecer una conversación informal. Nos pareció la mejor manera de producir un texto cercano”. Este “texto cercano” es una entrevista apologética llevada adelante por el autodefinido macrista-leninista Alejandro Rozitchner, quien junto con Marcos Peña conforman la materia gris del macrismo desde la Secretaría General del GCBA. El primer trabajo que emprenden es un rescate de los valores de la política y de la militancia, en un intento permanente por incitar a la participación ciudadana dentro del partido macrista. El libro cuenta con testimonios de los máximos dirigentes del PRO, donde reseñan sus trayectorias políticas y sus vivencias personales con “Mauricio”. Escriben más de 50 funcionarios y militantes, entre los que se encuentran Santilli, Bullrich, Rodriguez Larreta, Vidal, Alonso, Bergman, Lombardi, Montenegro, Ritondo, Melconian, Angelici, Del Sel, Michetti, Pinedo, Bertol. “Quisimos hacer un libro lleno de voces para que cada una de ellas diga (...) sus razones para apoyar, estar y/o trabajar con Mauricio Macri en este nuevo espacio político al que llamamos PRO”, sinceran los compiladores. “En el libro todos contamos por qué estamos, que nos pasó al estar y por qué creemos que los demás también tienen que sumarse”. La “entrevista amistosa” que Rozitchner (hijo, claro, aunque a esta altura uno ya no comprende cómo) le realiza a Macri, es sin dudas el plato fuerte de un libro débil, falto de ideas y superficial. Y su fuerza radica en que aporta datos de la construcción del Macri 2015 que intentarán posicionar en los años venideros. Se le pregunta en la entrevista: “¿Te ves presidente? ¿Pensás que vamos a poder?”. Pura objetividad periodística. Nos dice Mauricio “Sí, me siento cómodo. (..) Estoy seguro de poder armar un equipo valioso de gente que está en la política, en la sociedad civil, en la academia y en las empresas. (...) Lo pude hacer en la empresa, lo pude hacer en Boca, lo pude hacer en la Ciudad. Y estoy seguro de poder hacerlo como presidente”. Boca aparece continuamente, sigue siendo el punto fuerte del imaginario que construye el macrismo. “Boca es político. Es un bicho de la política por cómo se organiza. (...) Todo lo que sé de política lo aprendí en Boca”, se sincera Macri. Pero también aparece el actual presidente del club, Daniel Angelici. “Ser el presidente del club más grande del fútbol argentino (...) es la responsabilidad más gloriosa que puede imaginar un hincha del club (...) y obviamente, cualquier dirigente político”. Y agrega “fuera de lo que hago en el club, trato de aportar todo lo que puedo para que el país tenga la posibilidad de un presidente como Mauricio”. La distinción entre el adentro y el afuera del club de Angelici no es tan clara, si tenemos en cuenta las distintas intervenciones públicas que como presidente de Boca lleva adelante. En todo caso, este texto remarca sus intenciones políticas al mando del club de la Ribera. De paso, aprovechamos y destacamos las experiencias que como político marcaron a Angelici, según sus propias palabras: la victoria de Raúl Alfonsín en 1983, el Nunca Más, y el 8N... Meterse en política La primer pregunta de Rozitchner es “¿por qué te metiste en política?”. Así comienza el libro, reforzando la idea de lo político por fuera de lo social. De golpe, un día, alguien se decide y se pasa a la política. Que también aparece como una carrera, un tipo de especialización. De aquellos que han dejado una vida previa y pegan “el gran salto”, nombre que lleva un capítulo del libro: el campeón de TC Lalo Ramos, el cómico Del Sel, el ex-arbitro Baldassi, la ex-Alianza-Poder Ciudadano Laura Alonso. Ramos recuerda que “a partir del conflicto entre el sector agropecuario y el gobierno por la resolución 125 de 2008, la cabeza me hizo un click y, como muchos otros chacareros que se vieron golpeados por la norma, tomé la decisión de participar”. Un claro ejemplo de la nueva política del PRO; que hace gala de aquellos que no tienen ninguna experiencia previa. “No soy un político, soy una persona normal y voy a seguir siendo el mismo. Tengo mucha fe”, se/nos dice Baldassi. Maurico se remite a otros sucesos para recordar el momento en que “se metió en política”. “Tengo que decir que lo decisivo fue el deterioro que sufrió nuestro país en 2001. Eso me terminó de convencer de que tener la sociedad que creemos que nos merecemos iba a depender del compromiso de cada uno, no iba a surgir de causalidad”. Lo mismo dirán Esteban Bullrich y Rozitchner de su “despertar cívico”. Resulta interesante esta idea de un macrismo deudor del 2001, en el marco del inconformismo de aquella clase media indignada, y de una profunda crisis de representación. Dice Sergio Bergman: “Ser un indignado y batir la cacerola hace catarsis -y la necesitamos!- pero no construye alternativas superadoras ni futuro, ni fortalece el sistema de representación al que nos debemos”. Es un intento por re-direccionar los cacerolazos hacia una representación parlamentaria, un esfuerzo que el PRO viene llevando adelante, con sectores como La Solano Lima que participan activamente de esas marchas. Es que por detrás del discurso de la buena onda (“Siento que de los demás nos diferencia la buena onda”, dice Rodríguez Larreta), lo que aparece es una voluntad de refundación. “Sé que hay una Argentina oscura en la que hay que dar vuelta la página. (..) La Argentina cambió. Lo que lograron, lo lograron. Pero ya está, se acabó”, le confía Macri al Rozitchner malo. Daniel Chain, Ministro de Desarrollo Urbano interpelado por la represión en el Borda, dice: “Creo que nuestro objetivo no es la presidencia, ese es un medio para el objetivo que es lograr reconstruir la Nación”. “Que la Argentina no sea Venezuela depende de nosotros, no de quienes decidieron importar este régimen. Tener la mayoría electoral no habilita a destituir el sistema constitucional, avasallando sus instituciones y quitándonos nuestras libertades”, sentencia Bergman. Recuperan un discurso de la amenaza, del retroceso histórico de la Argentina, cuando sectores retomaron el poder con un espíritu revanchista, que fue un instrumento del imperialismo para destruir los avances sociales de los gobiernos nacionales y populares. Autocrítica: peleas internas y Mauricio Macri La autocrítica del PRO se centra en dos aspectos que son claros para cualquier ciudadano que analice su propuesta política: las luchas internas, y la falta de carisma y oratoria de Mauricio Macri. De las internas hace referencia Gabriela Michetti: “la lógica de la pelea por el poder propia de la política nos ha ido lastimando algunas relaciones y nos ha ido generando como separaciones en pequeños grupos dentro del equipo grande. (...) ¿Cómo se mejoraría eso? Creo que con reglas más claras y más transparentes sobre el acceso al poder en el propio partido”. Pero también lo hace Guillermo Montenegro: “Soy muy crítico de nuestras luchas internas. Me parece que tenemos un desafío muy por encima de eso y no es momento de hablar de internas”. Es evidente que el conflicto al interior del partido está a punto de estallar, y cada nueva elección no hace más que profundizarlo, como se vió en el caso de la Diputada twittera Laura Alonso y Paula Bertol (Ver nota). De las capacidades limitadas de Macri, casi todos hablan. Hacen referencia a que les gustaría que la gente lo vea como ellos lo ven, de los primeros resquemores hasta que lo conocieron, de su “liderazgo particular”, de lo cambiado que esta desde que se sacó el bigote. Es claro que visualizan los problemas que tienen para intentar construir un partido que solo puede existir a partir de un líder mediático, que para desazón de todos, no tiene ni personalidad ni capacidad de oratoria. Quizás el texto más esclarecedor sea Mauricio no es el mismo de Gabriela Seijo, “macrista y diputada” que convoca “talentos a surfear nuevas ideas”. Una de las primeras dirigentes de la fuerza, cuenta los periplos del nacimiento del PRO, como quien chapea con el eterno “yo estaba cuando éramos cinco”. Dirá: “Mauricio ya no es el mismo. Creció. Ya no usa bigote, peina canas, se casó y Antonia lo dio vuelta como un guante. Habla bastante mejor y está listo, y con él todos nosotros, para lo que la Patria nos demande”. Por las dudas antes aclara que “en lo personal, nunca me importó demasiado que no fuera un gran orador. La oratoria ha hecho estragos en nuestro país”. Otro aporte desmitificador es Lo mejor está por venir de José Torello, apoderado nacional y ex presidente nacional del PRO – Propuesta Republicana. “Cuando en el año 2000 Mauricio nos convocó (...) para comenzar la construcción de lo que hoy es el PRO; lo primero que pensé es que era una joda”. Pareciera ser que con estas definiciones logran conquistar a un público que las entiende como descontracturadas. Algo parecido a lo sucedido con la performance de Del Sel en Santa Fe, al borde de un ataque de pánico cuando casi gana la gobernación. Dice Torello de la experiencia en la Ciudad de Buenos Aires que comenzó en 2007: “Para sorpresa de muchos –inclusive nuestra- lo hicimos bastante bien”. Esta es la más clara confesión de parte de un equipo que promete estar preparado para cambiar la historia, como dicen que lo hicieron en la Ciudad.

Sin herencias por derecha

Las opciones políticas que por tradición e ideología deberían referenciarse como parte de la derecha argentina, rehuyen a esa clasificación e intentan posicionarse en el centro. Partidos entre la imposibilidad y la impostura. Por Juan Ciucci l Las opciones políticas que se enfrentan al kirchnerismo en estas próximas elecciones navegan en un océano de incertidumbres. La mayoría son aglomerados de agrupaciones con vertientes de todo el espectro político, que se autodefinen de centro, o cuanto mucho, progresistas. Ese amplio abanico, en términos políticos e ideológicos, sufrió un fuerte corrimiento hacia la derecha en las alianzas que sumaron a Prat Gay y Elisa Carrió, por ejemplo. Otro es le caso del PRO, partido que también es un mapa diverso de trayectorias políticas e ideas difusas, pero que sin dudas se coloca a la derecha de todas las otras opciones electorales. Esto tanto por su propuesta, su concepción del manejo de la economía, como por su concepción del poder político y social. Sin embargo, no se asumen como tal, y prefieren pensarse como una propuesta de centro, en sintonía con estas (supuestas) épocas deseosas del fin del conflicto. Los únicos que sí asumen sus planteos de derecha son los tragicómicos miembros del Partido Gente en Acción, con Biondini a la cabeza. En la entrevista que publicamos (ver nota), Federico Pinedo nos dice que “la derecha en Argentina es una derecha muy reaccionaria, que no le ha hecho asco a las dictaduras, que no le ha hecho asco al autoritarismo. Por supuesto que ha habido sectores de derecha que han sido más liberales, democráticos, pero otros eran francamente fascistas, con esos no tenemos absolutamente nada que ver y de ninguna manera reivindicamos eso”. Esa herencia difícil nadie quiere recibirla. Parece ser que fueron otros los sectores políticos y sociales que construyeron ese pasado, del que muchos de los presentes son deudores. Luego de la dictadura genocida, el espectro político busca distanciarse de esa referencialidad, aunque no ponga en discusión los planteos económicos y sociales que beneficiaron a su clase. Algo que llevaron adelante los militares genocidas y sus cómplices civiles. Ese pasado de la derecha argentina es por ellos mencionado como deudor de una época distinta, difícil, en la que las batallas políticas se definían de un modo encarnizado. El papel que cumplieron en esa tarea la Iglesia Católica, la Sociedad Rural Argentina, la Unión Industrial Argentina, las Fuerzas Armadas, empresarios, sindicalistas, periodistas, políticos, artistas, escritores; parece querer (quieren) perderse en la nebulosa del tiempo. Ese falso nacionalismo católico fue parte central de la política argentina, con sus derivaciones liberales o fascistas. Los conservadores, que durante toda nuestra historia intentaron sujetar a la Patria bajo el amparo de los imperios. Una política contra las masas populares, con el firme propósito de sostener y engrandecer sus privilegios de administradores de colonia. Esa historia puede rastrearse, por ejemplo, en el excelente documental Nazion (ver película), de Ernesto Ardito y Leopoldo Nacht. Esa ausencia de nomenclaturas no significa una ausencia de políticas. En la actualidad argentina, son quienes pretextan lo inconfesable. Revisten sus intenciones para intentar una buena elección. Su accionar no puede confundir, aunque sus discursos se sostengan en la indefinición de las nuevas modas mediáticas.

"Queríamos que la oposición vaya unida, con una posición más clara"

Entrevista con Luciano Bugallo, uno de los promotores de los cacerolazos. El próximo será el jueves antes de las primaras. "Nadie puede estar en contra de la Asignación Universal". Por Enrique de la Calle y Santiago Gómez AGENCIA PACO URONDO: ¿Por qué eligieron el jueves previo a la elección para un nuevo cacerolazo? Luciano Bugallo: Primero fue porque la gente lo venía pidiendo, porque vio que los reclamos de las anteriores protestas no fueron tenidas en cuenta, no sólo por el oficialismo, sino también por la oposición. Los reclamos se fueron centrando en hechos de corrupción y no vemos que la oposición, excepto algunos casos puntuales, haya tomado éste reclamo como bandera de campaña. Escuchás mensajes de campaña muy light, parecen muy papales pero ninguno está enfocándose a los reclamos reales de la sociedad, tampoco a los reclamos por la inflación, los reclamos económicos. Para nosotros esto es una película, más allá de que en este momento hay elecciones. Después de las primarias van a quedar aquellos partidos que van a internas realmente, van a quedar los candidatos que ya van a ir a las elecciones definitivas y esperamos que sean ellos realmente los que levanten ésas banderas. Más allá de las elecciones, la sociedad sigue reclamando y espera que la clase política responda. APU: ¿Cuál es su análisis sobre la oposición? ¿Cree que se tomaron demandas de los cacerolazos anteriores? LB: Los cacerolazos son protestas ciudadanas, tiene un contenido político apartidario y no tiene por qué emerger un representante. Hago una crítica bastante importante a la oposición en ese sentido. No me gusta dividir entre ideología de izquierda o derecha, para mí eso está desactualizado. Pero basándonos en ese concepto, creo que un espacio más vinculado es la centro izquierda, creo que sí ha sabido tomar más el reclamo de la sociedad y se ha agrupado en un frente. El espacio que representa la centro derecha creo que no entendió nada. Veo espacios que son muy similares políticamente, ideológicamente con la misma visión de país, de futuro, van por separado y no se representa lo que la ciudadanía pedía que vayan unidos con una oposición más clara, más definida. Por otra parte, la responsabilidad que le compete al oficialismo, viene haciendo oídos sordos ya desde las primeras marchas y protestas. No se trata de querer cambiar el rumbo ni nada por el estilo, sino que hay temas muy sensibles a los que el oficialismo debiera dar respuestas. Hechos de corrupción hay cientos de miles, el caso Jaime -que es el más resonante- no escuchás que ningún funcionario del gobierno emita una opinión, como si lo estuviesen protegiendo y eso hace que la sociedad vaya levantando temperatura. La gente está pidiendo que quiere salir y nosotros no hacemos más que canalizar ese descontento de la sociedad que no canaliza la clase política y en este caso se manifiestan en las protestas. APU: En este último tiempo, salieron con una campaña de ser fiscales y usted está como promotor de esto. ¿Por qué no capitalizan eso en una construcción política? LB: Primero quiero separar, que sea fiscal no tiene nada que ver con las marchas en sí. Estoy en la organización desde el 2009, que arrancó cuando fue la crisis del campo con el gobierno, donde la sociedad entendió que no bastaba con quejarse y no bastaba con votar cada dos años, sino que había que empezar a involucrarse en cuestiones cívicas. Esto es un proceso, un crecimiento que en la sociedad se tiene que ir dando. El hecho de fiscalizar las elecciones no es una propuesta opositora como sí por ahí lo es una protesta en sí. Las elecciones se cuidan para todos los partidos más allá de ser designado por un partido político y trabajamos principalmente con los partidos de la oposición porque son los que tienen más dificultades de conseguir fiscales. APU: ¿Quiénes? LB: Todos los de la oposición y no me refiero sólo a la oposición al gobierno nacional. En la Ciudad de Buenos Aires el PRO tiene fiscales de sobra, vas a Santa Fe y al FAP también le sobran los fiscales. Los partidos que tiene el oficialismo, ya sea en su pueblo, en su provincia y a nivel nacional generalmente tienen más facilidades de tener fiscales, porque tienen un vínculo con la planta de empleados públicos. Porque por el hecho de ser oficialismo generan un sentido de pertenencia al espacio ganador con el que ellos se identifican. En ese sentido, son los partidos más chicos los que tienen dificultad. Entonces, desde la sociedad civil, salimos a transformar una protesta en una propuesta. La ley exige que los fiscales tienen que ser de los partidos pero cuida el voto de todos los espacios, incluso, del oficialismo. Si el fiscal ve que faltan boletas de uno u otro partido, tiene la obligación de avisarle al fiscal general que le están faltando boletas y asegurar la igualdad en el recuento de votos. APU: Decía recién que derecha o izquierda no sirven para pensar la realidad. ¿Aceptaría que uno ubicara a los cacerolazos en un espacio de centro derecha? LB: Te pongo un ejemplo: si vos la ves a Nina Peloso y a Raúl Castells de derecha, si los querés ubicar en ese sentido no tiene razón de ser. APU: Le pregunto, en ese sentido, por otras figuras más claramente vinculadas con la derecha y con la aparición de algunos reclamos muy específicos y también muy vinculados con determinados sectores muy conservadores. Pienso en muchos carteles con críticas a la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo. LB: No. Mostramos una sola foto, no es un cartel, eso es mentira. Sí creo que ha habido críticas y no lo tomo a título personal, es la lectura que hago de que el gobierno busca subsanar con planes una situación que fue coyuntural y esos planes no pasaron a trabajo legítimo. El problema no fue resuelto de raíz, estamos tapando agujeros, ya hace 10 años de un gobierno que ha tenido crecimiento y un viento de cola impresionante y realmente no se ve que los problemas hayan sido resueltos. Estamos emparchando con planes cuando la gente quiere trabajo digno, quiere cumplir horario, recibir su sueldo y no estar esperando cada seis meses a ver si Cristina se digna a darles un aumento cuando eso debiera estar ajustado al sueldo que debe recibir cualquier persona ajustada a un plan. Quiero que quede claro: nadie se puede oponer a la Asignación Universal ni a los logros que están vinculados con este gobierno, lo que se busca es una medida superadora, lo que se hizo se hizo bien pero avancemos y no nos quedemos sólo hablando de lo que se hizo 10 años atrás. Creo que hay que avanzar, fijate Brasil, por ejemplo, nosotros la vemos como una sociedad que ha avanzado y sin embargo la gente salió a manifestarse porque está harta de ciertos lineamientos que el gobierno está tomando y están repudiando la corrupción, los excesivos gastos en determinadas áreas y la sociedad considera que deberían ir a transporte, a salud. La sociedad tiene todo el derecho de exigir una mejor calidad de vida y son los políticos quienes tienen que atender ésos reclamos. No coincido con que las protestas hayan sido para rechazar u oponerse a la Asignación Universal, me parece un disparate. APU: Noto un cambio de posición, me dira si es así o no. Pienso que los primeros cacerolazos tenían un perfil fuertemente anti kirchnerista y lo escucho ahora, reconociendo algunas políticas kichneristas y planteos como que el kirchnerismo es un piso. LB: El rumbo de por sí hay que cambiarlo, yo quiero estar a nivel de calidad de vida de los primeros países del mundo y no entre los últimos. Quiero estar entre los países más claros del mundo y con menos nivel de corrupción y no entre los primeros. Hoy estamos entre el primero y segundo lugar a nivel corrupción en toda América. Me refiero a que acá hacen falta políticas de estado donde, más allá del gobierno de turno que esté, no estemos yendo de un lado para otro y avancemos hacia adelante y no que el próximo gobierno venga a desechar todo lo que hizo este gobierno y arrancar de cero. Así no avanzamos nunca más, venimos quedando a la cola de los principales países de la región: Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay. Países del tamaño de una de nuestras provincias y son mejores exportadores de carnes que nosotros. Uruguay está exportando más carne que nosotros, un país más chico que la Provincia d Buenos Aires. En ese sentido, quiero cambiar el rumbo y no ponerse a discutir medidas intrascendentes. En un país que es productor de trigo, tenemos casi ausencia de trigo. Cuando vino la crisis del campo con el gobierno se venía diciendo: "si seguimos con estas medidas en un par de años vamos a tener que exportar trigo", hoy estamos en esa situación. Esto se está agravando cada vez más y no vamos para el lado que el sentido común dice que tenemos que ir. APU: Trajo Brasil como comparación. El 7 de agosto en Brasil va a haber una movilización, que ya empezó en Porto Alegre, donde fueron a la sede de O´Globo, el principal grupo de medios de ese país. Allá las movilizaciones están apuntando a los medios de comunicación por la distorsión de la información, porque están mal interpretando los reclamos, porque consideraban que los reclamos apuntaban directamente al gobierno cuando esto no era así. ¿Por qué acá no encontramos en las movilizaciones, en los cacerolazos, una crítica a los medios de comunicación? LB: Porque si tenemos que ir a hacer una movilización a los medios de comunicación que están haciendo una lectura errónea de las protestas, tendríamos que ir a la puerta de Canal 7, justamente los medios que hacen una lectura errónea son los medios cercanos al gobierno. Te muestran dos personas gritando y te ponen la marcha del odio, cuando la marcha es pacífica, hay familias. Existen casos puntuales, como en toda marcha donde hay dos millones de personas; es imposible tener control sobre eso. No creo que tengamos que estar apuntando a medios que hoy está haciendo una lectura correcta de la sociedad, a nuestro modo de ver, esto es una alusión parcial. Porque cada uno tiene una carga emocional, una carga de conocimiento, de experiencia, criticable, si es verdadera o no. Nosotros sentimos que hay medios que hacen una lectura mucho más cercana y otros que no. APU: ¿Existe la concentración mediática en Argentina? ¿Qué piensa de Clarín y de su posición hegemónica? LB: Creo que sí, existió, no voy a negar que en algún momento Clarín acaparaba la mayoría o gran parte de los medios. Quizás sí la concentración en la gran cantidad de televidentes y oyentes, pero es la persona la que elige qué medio mirar. Yo no leo Clarín, ni en Internet, leo La Nación, Infobae y a veces Página 12, miro temas puntuales en TN. Tengo entendido que el gobierno tiene 5 mil licencias emitidas de radiodifusión y el Grupo Clarín está alrededor de las 200. APU: La concentración mediática no es un dato subjetivo. Que un grupo económico tenga presencia dominante en televisión de aire, televisión de cable, radio y prensa escrita, ahí no hay subjetividad. LB: No, nada que ver, del otro lado también tenés lo mismo. APU: ¿Tienen la misma posición dominante que Clarín? LB: Todos los grupos económicos vinculados al gobierno superan al Grupo Clarín en cantidad de licencias. APU: Pero la concentración no se mide en cantidad de licencias. LB: Te pongo dos ejemplos, uno es Radio Del Plata y el otro C5N. Radio Del Plata estaba entre las primeras en audiencia, cuando la compra Electroingeniería empiezan a hacer todas la modificaciones y cambiar las grillas, la gente dejó de escucharla, hoy ni existen las grillas. Igual que C5N, que era un canal que superaba a TN en audiencia y hoy se viene en picada. Radio 10 que era Nº 1 hoy está tercera. Es la misma gente que elige qué radio escuchar, qué ver, qué leer y qué no, algunos están mintiendo, no coinciden con la realidad. APU: Podemos hacer la misma historia con Clarín. El Grupo Clarín tenía solo un diario cuando empezó la dictadura militar; cuando concluyó la dictadura tenía Papel Prensa y a partir de ahí la posición dominante de Clarín en prensa fue impresionante porque usó Papel Prensa para eliminar competencia porque controlaba el precio del papel ¿Conoce esta historia? LB: Primero, nací en democracia, la conozco por haberla leído, no la viví. Segundo: ¿Estamos justificando los hechos de este gobierno porque la dictadura también lo hizo? ¿Vamos a cometer exactamente el mismo error? Por qué no nos superamos, por qué no miramos para atrás para ver los errores que se cometieron y evitarlos ¿Vamos a concentrar medios en otros grupos económicos para compensar la concentración de medios que hizo la dictadura? Me parece una ridiculez. Creo que acá hay que ir avanzando y no tratar de hacer lo contrario de lo que se hizo en su momento porque lo contrario es sinónimo de que está bien, me parece que en ese sentido hay un error de concepción. APU: Volviendo al proceso electoral. ¿Los fiscales en representación de quién van a ir? LB: Nosotros tenemos un acuerdo firmado con 10 partidos políticos en todo el país. APU: ¿Cuáles, los puede nombrar? LB: La Unión Cívica Radical, La Coalición Cívica, ARI, el FAP, está el PRO, Unión Celeste y Blanca que es de De Narváez en la Provincia de Buenos Aires. Son partidos que tienen que tener representación en el territorio a nivel nacional o tienen que tener partidos que aún siendo provinciales tienen que tener representación en cámara, como para poner un marco porque si no hay miles de partidos que se van a querer sumar. Tenés el Partido FE, el Partido Socialista, Unión por Todos. El acuerdo que tenemos firmado con los partidos es que los fiscales son fiscales por la República, que fiscalizan todos los espacios políticos, no sólo el que está asignado. Creemos que esto es un cambio de conciencia donde la sociedad tiene que hacerse cargo de las responsabilidades que tiene y cuidar el voto de todos los argentinos, más allá de que la ley exige que un partido político tiene que designar, en este sentido los fiscales están capacitados para cuidar el voto de todos los partidos. Pero como la ley exige que tiene que ser designado por un partido político, cuando se termina la capacitación, tiene la posibilidad de elegir por qué partido quiere se designado. APU: ¿Cuántos fiscales tienen? LB: Más o menos son 37 mil. APU: Dijo, somos apartidarios. ¿Por qué con ese volumen de personas dispuestas a participar y a ejercer su ciudadanía no construyen una herramienta política que pueda presentarse a elecciones? LB: Primero, tu reincidencia siempre en apartidarios, no veo por qué todo tiene que canalizarse a través de un partido. Hay gente que no tiene intención de meterse en política, sí de hacerse cargo en situaciones puntuales donde la ciudadanía tiene que estar presente. Hay gente que está pensando en su vida, en sus obligaciones y no meterse en un partido político. El poder o la responsabilidad de un ciudadano se puede ejercer desde cualquier ámbito y no sólo desde un partido político. Te pongo un ejemplo: Ghandi no fue rey de India, Jesús no fue rey de Israel y el rey Arturo no fue rey, podés llegar a generar un cambio de conciencia sin estar ocupando un cargo político. APU: ¿Tiene decidido tu voto? LB: No.