domingo, 16 de noviembre de 2014

La cuña amarilla Por Hernan Dearriba

Mauricio Macri afinó su estrategia. Pasó de intentar construir una fuerza con presencia nacional a sumar figuras reconocidas para que acompañen su candidatura presidencial en los principales distritos del país.

Una vez que consolidó ese proceso, se avocó a la segunda fase de su estrategia, centrada en meter una cuña en la única fuerza política que puede mostrar una presencia nacional: la Unión Cívica Radical. 

Después de los coqueteos iniciales, el jefe del PRO dobló la apuesta y convidó a Elisa Carrió y a Ernesto Sanz, a la sazón actual presidente del radicalismo, a sumarse a una alianza electoral de cara a 2015.

Carrió, que hasta hace poco lo denunciaba a cada paso y aseguraba que ese era su límite en la construcción de la "República", hoy es una de las principales impulsoras del acuerdo. Sanz sabe a estas alturas que su candidatura presidencial es una entelequia, tal vez por eso empiece a pensar que es mejor acompañar a Macri.

La cuña amarilla que introdujo el fanático de Queen amenaza con dinamitar al Frente Amplio UNEN, una fuerza que se forjó precisamente al calor de la excelente experiencia electoral en la Ciudad. El PRO es un batracio demasiado grande para los sectores progresistas del Frente.

Una alianza de un sector de la UCR con el PRO podría polarizar la elección de antemano en una fuerza de centro-derecha y otra de centro-izquierda con protagonismo del PJ y el Frente para la Victoria.

La pregunta, por ahora sin respuesta, es cuál será el costo que tendrá que pagar esta vez la UCR por las decisiones de sus dirigentes. Las experiencias electorales previas, en las que se privilegió una aventura electoral por sobre la idiosincrasia del partido, tal vez sirvan de muestra para entender cuál puede ser el impacto de la cuña amarilla. 

Infonews

No hay comentarios:

Publicar un comentario