Los ecotarotistas locales nunca predijeron que el dólar ilegal achicaría la brecha con el oficial a menos del 50%, que las compras del "dólar ahorro" caerían después de siete meses o que el dólar futuro cotizaría actualmente a $ 9 para fin de año.
Por Alejandro Robba
El crecimiento de la economía de los próximos cinco años será insuficiente y no creará el empleo necesario." La recuperación es "irregular y frágil" y se confirmó que el déficit de trabajo se acrecentará. Sin duda, estas afirmaciones podrían ser el veredicto sobre la economía argentina a que nos tienen acostumbrados los economistas de la city y políticos opositores desde hace 11 años, pero no: ¡surprise! Es el diagnóstico de la directora del FMI, Christine Lagarde, sobre la economía mundial de los próximos años y fue como para tirarles buena onda a los presidentes y representantes de los países del G-20, reunidos esta semana en Brisbane, en el noreste de Australia.
El panorama no es alentador. Para el FMI, los Estados Unidos y el Reino Unido se están recuperando, pero Europa enfrenta amenazas de un mayor estancamiento y deflación, Japón está luchando para crecer y las economías emergentes de Asia y América del Sur se están desacelerando. Debido a los diferentes ritmos de crecimiento que enfrentan hoy distintos países y regiones del mundo, existen dos debates. El primero se enfoca en discutir si, salvo la zona euro, las demás regiones dejaron de lado los efectos de la crisis económico-financiera de 2008, o si el mundo en su conjunto todavía no superó dicha debacle. El segundo se enmarca en si el "desacoplamiento" entre países ricos y emergentes que se profundizó a partir de inicios de este siglo continuará, seguirá a niveles menores o desaparecerá. ¿Qué es el desacoplamiento? Existen varias versiones sobre el tema pero la idea es que los países emergentes pueden tener desempeños económicos al margen de lo que ocurre con los países centrales. En el fondo, la globalización implica que existan vasos comunicantes entre el norte y el sur, pero estos no serían tan determinantes como hasta hace 15 años y las relaciones Sur-Sur podrían ser autosustentables.
Por supuesto que estas no son sólo discusiones académicas sobre economía política internacional, sino que forman parte de la agenda del G-20 y las estrategias de desarrollo y de inserción internacional de los países que, como Argentina, son tomadores de escenarios y no los construyen, dependen de para dónde vaya la bocha. Es decir, un futuro de desarrollo económico con inclusión está íntimamente ligado a profundizar los pasos hacia la reindustrialización del país y a cómo elijamos a nuestros socios en este recorrido. Si le pifiamos, fuimos.
Los analistas locales habitualmente ocultan este horizonte preocupante para la economía mundial y sólo ven dificultades internas autoinflingidas por las malas políticas públicas del gobierno. Vayamos al dólar nuestro de cada día. Con respecto al bajón sufrido en la cotización del ilegal desde inicios de octubre, las explicaciones de los gurúes económicos han sido desopilantes. Afirman, por un lado, que la causa de la caída se relaciona con la persecución del gobierno sobre las "cuevas" y, por el otro, declaran que es por "el ritmo que ya impone el nuevo gobierno". Con respecto a la primera versión de los hechos, habría que recordarles que hasta hace poco tiempo afirmaban justamente lo contrario, que el ilegal subía porque a mayor represión, el "verde" se convertía en un bien prohibido y contestaba con subas de precio. La segunda explicación ha sido la más creativa. Una nota publicada por La Nación esta semana afirma que el tiempo hasta el cambio de gobierno se achica, y con ese acortamiento cae la incertidumbre. Es decir, que el dólar ilegal cayó fuertemente, porque el "mercado" ve como positivo que cada vez falten menos días para que Cristina Fernández de Kirchner deje la presidencia.
La buena noticia para el equipo económico es que el dólar negro, según la simple ecuación del economista, va a seguir cayendo debido a que cada día que pase, la incertidumbre será menor hasta que desaparecerá por completo el 10 de diciembre de 2015. ¡Riñones! En otra parte de la nota, se juega el todo por el todo y afirma que la inflación para 2015 oscilará entre el 25% y el 50 por ciento. Es como jugar al prode y apostar simultáneamente a local, empate y visitante. Con tal grado de certezas, es el mejor ladero para que nos tire una fija para este domingo en el hipódromo. Si estos análisis son asombrosos, ni que hablar de los consultores que, en promedio, auguraban para fin de año un dólar oficial a $ 10,50 y un dólar negro entre $ 17 y $ 20. Lo cierto es que ninguno muestra cuáles son las ecuaciones o los modelos de predicción esgrimidos. Pareciera que simplemente se basan más en sus deseos personales o en los intereses de quienes los financian, que en un análisis serio, como queda demostrado con la relación tiempo-incertidumbre del opinador de La Nación. Así como las calificadoras de riesgo no pronosticaron la crisis de 2009, los ecotarotistas locales nunca predijeron que el dólar ilegal achicaría la brecha con el oficial a menos del 50% o que las compras del llamado "dólar ahorro" caerían después de siete meses de subas constantes o que el dólar futuro cotizaría actualmente a $ 9 para fin de año.
Para no caer en la misma dinámica confusionista, ni la economía está próxima al colapso como sistemáticamente nos anuncian, ni estamos sobre un lecho de rosas, ya que el propio gobierno reconoce que este año se va a crecer un magro 0,5 por ciento. Lo cierto es que a las decisiones de política cambiaria y monetaria tomadas por el equipo económico, que ahora incluye al BCRA como actor importante de esta coordinación de políticas, se les suma una "mayor predisposición" por utilizar los mecanismos de control existentes para brindar más transparencia al mercado financiero.
Por su parte, en los países supuestamente serios, la transparencia viene complicada. El diario El País de España informó esta semana que "en una nueva acción multimillonaria de los reguladores contra los excesos de la banca, Citigroup, JP Morgan, Chase, UBS, HSBC, Royal Bank of Scotland y Bank of America han sido sancionados con cerca de 4300 millones de dólares en EE UU, Reino Unido y Suiza". Se los acusa de haber conspirado durante casi seis años para conseguir manipular el tipo de cambio de las divisas, comunicándose entre ellos a través de mensajes en grupos de chats a los que habían bautizado como Los Tres Mosqueteros, El Equipo A o La Cooperativa. Y acá no estamos hablando de "cuevas" sino de que la maniobra fue realizada coordinadamente por los seis principales grupos financieros del mundo.
Si sucede en los países desarrollados, ¿cómo no esperar que se reproduzcan estos fraudes también en países como los nuestros? Pero la doble vara es tan notoria, que la acción coordinada entre organismos de contralor argentinos como AFIP, CVN, BCRA, UIF y Procelac es vista como una persecución por economistas, editorialistas y políticos opositores, que sí aplauden supuestas políticas de Estado cuando lo mismo sucede en los países del norte. Imaginen el dinero que ganarán estos buenos muchachos si ya hace un año, la Comisión Europea impuso a algunos de ellos una multa de 1700 millones de euros por participar en un acuerdo ilegal para manipular tipos de interés de referencia como el Euribor. Es decir, en lugar de competir –como abogan los adoradores del libre mercado que dirigen esos mismos bancos– se ponían de acuerdo para fijar los índices por las cuales se ajustan los créditos hipotecarios.
El 13 de noviembre se conmemora en nuestro país el Día del Pensamiento Nacional, en homenaje al nacimiento de Arturo Jauretche, un intelectual underground, nacido en 1901 en Lincoln, provincia de Buenos Aires. Nunca reconocido por la así llamada academia, sus ideas, conceptos y frases andan siempre más por fuera que por dentro de los claustros universitarios. Estaño, vendepatria, medio pelo, zonceras, tilingos, FORJA, argentina subterránea son conceptos que ya forman parte del acervo cultural nacional. Es importante recordar que quienes siempre ven en los EE UU y Europa virtudes y aquí oscuridad, piensan a la Argentina en clave del relato que se fuera escribiendo con el Facundo de Sarmiento, cuya dicotomía civilización o barbarie se propagó en toda la historiografía mitrista con generales unitarios de bronce y caudillos, gauchos y caciques estigmatizados como propios del estado de naturaleza, alejados de toda humanidad.
En estas columnas muchas veces confrontamos ideas y describimos los dichos de muchos actores de la vida política nacional que piensan en esta misma clave. Algunos, como Jauretche, consideramos que no somos ningunos "vivos" sino apenas "giles avivados", pero otros siguen sosteniendo posiciones antinacionales no por desconocimiento, sino por convicción. Don Arturo utilizaba habitualmente el concepto de "cipayo", cuya acepción recoge la Real Academia Española como soldado indio de los siglos XVIII y XIX al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña; o simplemente como "secuaz a sueldo".
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