martes, 21 de enero de 2014

La paranoia del Wall Street Journal


Por Julián Blejmar
politica@miradasalsur.com

Leemos una nota del Wall Street Journal, donde –leo tal cual–, según analistas y economistas de los países en serio –y no como este que es una mierda–, de no corregir ciertas variables económicas la Argentina, en quince días a más tardar podría estallar, y esto provocar la muerte absoluta, la desaparición física y el fallecimiento total de sus 40 millones de habitantes, sin ningún tipo de esperanza de supervivencia. “Todos morirán”, titula el Wall Street Journal. Para pensar, ¿eh?.

Así editorializó cuatro años atrás el humorista Diego Capusotto en su micro radial “Hasta cuándo vamos a ser un país poco serio”, adelantándose en parte al editorial, “El derrumbe de la economía argentina” que este medio publicó el pasado lunes, junto al ranking sobre “libertad económica” que el propio Wall Street Journal, junto a la Fundación Heritage, difunde anualmente, y en el que la Argentina figuró entre los últimos países de América latina junto a Cuba y Venezuela.

El artículo publicado el lunes, y muy ampliamente difundido por la prensa hegemónica local, finaliza con un párrafo por demás sugestivo: “Una espiral inflacionaria agota la paciencia y una población que se siente tan impotente como la de la Argentina actual en algún momento se hará escuchar”.

Pero en rigor, el artículo es una recopilación de las últimas informaciones sobre la economía argentina, junto a las denuncias de corrupción por parte del diario La Nación, a las cuales les dedica un importante espacio. Pero también, sobre su experiencia in-situ en el país, donde la periodista notó “que una sensación de premonición se cernía sobre la ciudad” y que “los amplios bulevares y grandiosos edificios del siglo XIX están cansados y roñosos, y las calles huelen mal”.

No es posible encontrar datos sobre las variables de la economía real, esto es industria y empleo, aunque sí posee información sobre las dificultades financieras de los últimos meses y la política de congelamiento de tarifas, concluyendo en base a estos datos coyunturales que “el kirchnerismo está destruyendo la riqueza de una nación”.

De todas formas, esta contundente conclusión, en base a la lectura de los diarios hegemónicos y al estado de limpieza de los edificios, no debería sorprender cuando se leen las críticas que recibió, en los mismos Estados Unidos, la autora del artículo, Mary Anastasia O’Grady, quien antes de dedicarse al periodismo trabajó diez años como analista de diferentes firmas financieras como Merrill Lynch.

Sin dudas, la más resonante fue la de un ex presidente norteamericano. Frente a un artículo en el que cuestionaba la actuación del Centro Carter en las elecciones venezolanas, el ex mandatario Jimmy Carter le respondió por carta que “los resultados de cada una de las 20.000 máquinas fueron certificadas por los funcionarios electorales y observadores de los partidos”, que “las boletas de papel se mantuvieron bajo vigilancia militar” y que se habían realizado dos auditorías posteriores, concluyendo que “cuando los ciudadanos o extranjeros locales desaprueban una decisión política tomada en elecciones libres y justas, el único recurso legítimo es honrar la decisión, cooperar siempre que sea posible, y promover futuros cambios de liderazgo a través de medios democráticos”.

Asimismo, el periodista norteamericano Keane Bhatt escribió en el sitio North American Congress on Latin America, que una referencia para datos inexactos sobre Latinoamérica es justamente Mary Anastasia O’Grady, quien escribe “mentiras a menudo hilarantes”, con artículos “completamente desligado de la realidad, aunque arrogantemente y bien segura de sí misma”. Allí cita cómo después de que la dirigente estudiantil chilena Camila Vallejo se refiriera en buenos términos a Fidel Castro, O’Grady señaló que era un “títere de Fidel Castro” y que “su popularidad se hundió”, sin hacer referencia a encuesta alguna.

Otro periodista norteamericano, Phillip Cryan, residió un año y medio en Colombia para estudiar la situación política de ese país. Por eso, se horrorizó a leer un artículo que O’Grady escribió sobre este país. En su repuesta, titulada “le lente paranoica del Wall Street Journal en Latinoamérica” señaló el déficit en la cobertura sobre América latina de la mayoría de los periodistas, aunque remarcó que “las distorsiones de O’Grady se diferencian de estos sesgos. Ellas tienen un propósito y son consistentes y sistemáticas”. Para el caso de Colombia, señaló que la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), “una organización muy respetada” dirigió una carta al director del Journal manifestando “falsedades y exageraciones de O’Grady”, y rememoró otra columna de 2002 que contenía “una pregunta histérica: ¿Está Fidel Castro elaborando virus en los laboratorios cubanos para entregárselos a los fundamentalistas islámicos?”.

Para Cryan, “Todas las posiciones de O’Grady parecen derivadas de un modelo simple y cada vez más irrelevante: el anticomunismo ferviente. No importa que ya hayan pasado quince años desde que cayó el Muro de Berlín. En la paranoia de O’Grady, anacrónica – francamente patética–, si alguien no llena su estructura, o bien es un comunista o bien un desafortunado ingenuo manipulado por los astutos y poderosos Rojos”..

19/01/14 Miradas al Sur

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