jueves, 2 de enero de 2014

EN 2013, EL GOBIERNO PORTEÑO MANTUVO LA TENDENCIA DE NO USAR LOS FONDOS PRESUPUESTADOS PARA AREAS SOCIALES Esa costumbre tan PRO de subejecutar

La administración de Macri no utilizó ni la mitad de los recursos disponibles para la crisis habitacional y apenas usó el 11 por ciento de los previstos para obras en el subte. Los presupuestos privilegiados fueron los de publicidad oficial y obras visibles. Por Werner Pertot El año cambia; la subejecución presupuestaria de la gestión PRO, no. El gobierno de Mauricio Macri mantiene la tendencia de subejecutar los presupuestos de las áreas sociales. El programa de obras para el subte tuvo una ejecución del 11,78 por ciento en todo 2013. El transporte sobre tierra tampoco tuvo suerte: las obras para mejorar el tránsito se ejecutaron en un 18,08 por ciento. La gestión PRO no usó ni la mitad de los fondos disponibles para la crisis habitacional. Tampoco fiscalizó las tres cuartas partes de las obras en construcción. Los datos surgen de un informe del espacio La Fábrica porteña, que está basado en el reporte de la contaduría del gobierno porteño del tercer trimestre de 2013. “Se destacan entre los programas más subejecutados los que tienen vinculación directa o indirecta con lo social. Ninguno de los programas relevados supera el 50 por ciento de ejecución, cuando la media se ubica en el 64 por ciento”, indica el informe sobre la subejecución que acompaña a Macri desde el comienzo de su mandato. Lejos de ser una tendencia de un solo ministerio, la subejecución es transversal a las distintas áreas sociales, mientras que los presupuestos privilegiados son el de publicidad oficial –suele ser sobreejecutado– y los vinculados a obras visibles, como la reparación de baches. Los subsidios a la educación privada también tienen un incremento sostenido a lo largo de los años: en promedio, es del 19 por ciento anual, mientras que el dinero para la infraestructura escolar de las instituciones públicas cae un 12 por ciento por año desde 2008. El informe del equipo de Carlos Tomada señala que “los ministerios que presentan más programas subejecutados son Desa-rrollo Social, Salud, Desarrollo Urbano, Desarrollo Económico, y la Secretaría de Gestión Comunal”. En el caso de Desarrollo Social, un área bajo el control de María Eugenia Vidal, los programas con una subejecución alta son: - El Promudemi, una línea de créditos blandos para financiar emprendimientos sociales. En 2013, tuvo una ejecución del 6,9 por ciento. - El Programa de Fortalecimiento de Políticas de Igualdad de Oportunidades, que desarrolla campañas contra la violencia contra las mujeres y promueve la igualdad de oportunidades. Vidal lo muestra como una de sus iniciativas. El año pasado tuvo una ejecución del 7,31 por ciento. - El Programa de Integración de Adultos Mayores, que promueve centros de reunión y actividades, y también fue publicitado por los macristas. En 2013 tuvo una ejecución anual del 30,49 por ciento. El informe de La Fábrica porteña también pone la lupa sobre la subejecución en el presupuesto de vivienda: hubo recortes a los programas de vivienda con ahorro previo, del que se ejecutó el 21,63 por ciento del dinero disponible. De las metas físicas de ese programa (construir más de 113 mil metros cuadrados), solo se hizo un 9 por ciento. Tampoco tuvieron impulso los créditos de primera vivienda: pese a los anuncios de la gestión macrista, el presupuesto total no superó los 5 millones de pesos. Para todo 2013, la gestión PRO contaba con 1300 millones de pesos para la problemática de vivienda. “No ha usado ni siquiera la mitad de esos fondos”, indica el informe, que señala que en los primeros seis meses utilizó 626 millones. Algunos programas, como el de Hotelados –que sirve para reubicar a personas que viven en pensiones– tuvo una ejecución de cero pesos de los 40 millones que le asignó la Legislatura porteña. La Agencia de Gestión Comunal tuvo también un fuerte déficit en 2013: solo se fiscalizó un cuarto del total de obras en construcción, que sumaban 47.200. “Frente a esta inoperancia, cabe preguntarse qué responsabilidad le concierne al PRO frente al creciente número de derrumbes ocurridos en la ciudad de Buenos Aires”, indica el informe. En el Ministerio de Salud se subejecutaron los programas de atención para las regiones sanitarias I (33,26 por ciento), III (41,94 por ciento) y IV (33,71), que agrupan a casi toda la ciudad, excepto el sur. Los programas están destinados a monitorear y controlar las políticas sanitarias de esas zonas, además de planificar mecanismos de prevención de epidemias. En el caso del programa de atención de salud mental, el gobierno de Macri utilizó solo 35 de los 88 millones que tenía disponibles. Del dinero para obras de infraestructura en los hospitales, usó solo el 29,17 por ciento. En el Ministerio de Desarrollo Económico, el Programa de Inclusión Social tuvo un 37,6 por ciento de ejecución en todo el año. En el área de Cultura, los programas con mayor subejecución fueron la Usina del Arte –del que solo se usó el 16,66 por ciento– y el de Incentivo a la Producción Cultural, con un 37,05 por ciento de ejecución. En Educación, el Programa de Mitigación de Riesgos en las escuelas tuvo una ejecución del 27,26 por ciento. En Desarrollo Urbano, el programa de obras para el subte tuvo una ejecución del 11,78 por cuento anual. Las obras de infraestructura urbana –destinadas a mejorar el tránsito, eliminar pasos a nivel, mejorar el espacio público– tuvieron una ejecución del 18,08 por ciento, mientras que la instrumentación del plan urbano ambiental tuvo una ejecución del 48,73 por ciento. En 2013, solo se revisó el 40 por ciento de las 500 mil luminarias de la ciudad. Y solo se instaló el 24 por ciento de nuevas señales viales que se propusieron colocar el año pasado. Tal vez tenga que ver con que usaron solo el 6 por ciento del presupuesto disponible.

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