TRES NUEVOS DETENIDOS POR EL ATAQUE A LA CASA DEL GOBERNADOR DE SANTA FE Civiles y policías involucrados por igual

Fueron arrestados un agente del Comando Radioeléctrico que vendía armas y otro que revistaba en la comisaría 10ª hasta ayer. Creen que el ataque se debió a una disputa entre bandas. Por Luis Bastús Desde Rosario Cuatro personas se sumaron ayer al grupo de involucrados en el atentado contra la casa del gobernador Antonio Bonfatti, en octubre pasado. Entre ellas, un joven que habría tenido participación directa en el tiroteo contra la vivienda y también un agente del Comando Radioeléctrico que vendía armas y otro que revistaba en la comisaría 10ª hasta ayer. La investigación acumula seis detenidos, en una hipótesis que ubica el ataque como parte de la disputa de dos bandas enfrentadas por el territorio de la zona norte de Rosario y en el afán de socavar la figura del jefe de la seccional de ese barrio. Siete allanamientos casi simultáneos desplegaron agentes de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) entre la mañana y la tarde de ayer, con órdenes libradas por la jueza de Instrucción Nº 5 María Luisa Pérez Vara, a cargo de la causa, que hasta ahora contaba con dos detenidos. Los operativos se hicieron en siete viviendas de la zona norte de Rosario, de las que apresaron a tres hombres y a una mujer. Esta, de 45 años, es la madre de Emanuel Sandoval, quien fue arrestado el 7 de noviembre pasado en el sho-pping El Portal, tras una pelea con otros jóvenes, pero involucrado de antemano en la investigación sobre el tiroteo contra la vivienda del gobernador. Lo llaman Ema Pimpi, tiene 22 años y cuando la jueza lo indagó se declaró inocente y atribuyó su posición a una acusación armada por el comisario Ronald Cuñé, jefe de la seccional 10ª. La madre de este muchacho fue detenida en su casa. Pero luego recuperó su libertad. El 25 de octubre, cuando las TOE allanaron la comisaría 10 porque un llamado anónimo había denunciado que el arma del tiroteo estaba allí --dato que resultó falso, la pistola encontrada había sido plantada-- la jueza mandó secuestrar los teléfonos de todos los policías de esa seccional. Del análisis de esos aparatos surgieron indicios que involucraron a la madre de Ema Pimpi en las relaciones del grupo que comandaba su hijo, entre ellas con el suboficial Pablo Espíndola, un policía de esa misma comisaría que estaba sancionado y fuera de servicio el 6 de diciembre, cuando cayó detenido con una pistola no declarada en su Peugeot 206. El peritaje posterior descubrió que esa Colt 11.25 se usó para abrir fuego contra la casa del gobernador, también para asesinar a un ex convicto el 7 de octubre y para tirotear el 19 de noviembre la casa del comisario retirado Alejandro Franganillo, en Granadero Baigorria. Una fuente de la investigación explicó que la captura de Espíndola precipitó las detenciones que se dieron ayer. Cerca de la casa de Ema Pimpi terminó aprehendido un joven de 20 años, de quien se sospecha que integra la organización y que fue uno de los sujetos en moto que pasaron frente a la casa del gobernador y dispararon 14 balazos. A éste le secuestraron el teléfono móvil, una computadora y algunos pendrives en los que los agentes esperaban hallar información de valía para continuar la pesquisa. Por aquellos peritajes en teléfonos secuestrados a los policías de la 10ª y de la madre de Ema Pimpi, las TOE llegaron hasta la vivienda de un suboficial que revista en el Comando Radioeléctrico y que hasta ayer estaba en servicio. Le decomisaron su arma reglamentaria y, además, una pistola calibre 9 milímetros con la numeración limada y municiones. Sospechan que este policía, cuya identidad no fue revelada, vendía armas y proyectiles a delincuentes con los que tiene relación en la zona norte. El raid de las TOE siguió en el domicilio de otro policía, un suboficial que hasta ayer pertenecía al personal de la comisaría 10ª. Lo involucran en la maniobra de plantar una pistola dentro de un auto secuestrado en esa seccional y que motivó el allanamiento del 25 de octubre a esa dependencia policial.