martes, 13 de noviembre de 2012

SARLO Y EL 8N

Sarlo y La caída de Ícaro
Por Carlos Aletto

Beatriz Sarlo, sin dudas, es una reconocida intelectual de la oposición. Su nota "Una muestra de pedantería" publicada en el diario de la derecha argentina, La Nación, está escrita a miles de kilómetros de distancia, mirando el programa de televisión 678 dos días después del 8N. En sintonía con lo ya dicho por los diarios hegemónicos (sobre todo por Clarín) Sarlo pretende tomar muestras de la marcha y detalles de la coyuntura política para concluir con una mirada crítica y opositora al kirchnerismo y a los medios oficiales de comunicación. Nada nuevo. Ya lo hizo en su libro La audacia y el cálculo y esas mismas palabras aparecen en los diarios socios de la dictadura militar y en la televisión de los mismos dueños continuamente y sin pausa. Su voz suele ser una cita de autoridad.

Recuerdo algo que ya hemos contado pero que sirve para ilustrar el método sarleano. En el 2010 Beatriz Sarlo dictó un seminario en la Universidad de Tandil que trataba sobre la relación entre imagen y palabra ("relación transemiótica", destacó con énfasis ella). El seminario duró toda la semana en la que selección Argentina jugó la primera rueda del Mundial 2010. A ella no le interesaban los partidos. Los mundiales la remontaban al mundial de la Dictadura argentina. En contraste se la notaba muy entusiasmada con un interminable partido de Wimbledon entre un francés y un inglés. Al tercer día, el miércoles, hizo apagar la luz del aula y proyectó sobre el blanco pizarrón una pintura de Brueguel: La caída de Ícaro. Primero explicó el mito (creo que se refirió a Ovidio): "Se sabe que Ícaro consiguió volar fabricando alas con plumas pegadas con cera y se acercó al sol más de lo oportuno, la cera se fundió, se desbarataron las alas, cayó al mar y se ahogó". Luego pasó inmediatamente a un poema de W. H. Auden, donde el poeta hace una descripción en versos ("ecfrasis", dijo ella) de esta pintura de Brueghel.

La prestigiosa intelectual se detuvo veinte minutos para resaltar "la apropiación" que había realizado Auden de la pintura, ya que (remarcó) Ícaro no aparece en ninguna parte del cuadro: Brueghel habría pintado sólo un paisaje marítimo pero al colocarle el título "La Caída de Ícaro" le daba otro significado ("resemantizaba", dijo ella) toda la pintura. Cuando terminó esta detallada interpretación apagó el proyector y encendió la luz.

Todos estábamos impresionados por el conocimiento y el despliegue realizado por Beatriz Sarlo. En ese momento, con voz temblorosa, un alumno le pregunta si podía volver a proyectar la imagen de Brueghel. Se apaga la luz se enciende el proyector con la pintura de Brueghel y para sorpresa de todos los asistentes y de la intelectual el alumno le marcó un detalle, cerca del barco central del cuadro aparecían las piernitas de Ícaro rodeadas de algunas plumas sobre la superficie del mar. De esta forma se desmoronaba toda su extensa y apasionante explicación de la operación poética de Auden de apropiarse y resemantizar la pintura de Brueghel, volviéndola al mito original de Ovidio, al que el pintor había sólo aludido en su título para darle otro sentido parafrástico, no sólo haciendo un marco verbal simulado a una representación icónica del mar de Flandes. El alumno con humildad, sin llegar a ser una luminaria, marcó el detalle donde estaban las piernitas rodeadas con las plumas de las falsas alas y los veinte minutos de magistral explicación se desmoronaron en un segundo, como las mismas alas de Ícaro al acercarse al sol. El seminario terminó sin muchos sobresaltos tres días después.

Hoy he leído su nota en el diario conservador La Nación. Aquella elaborada interpretación errónea que cometió por no haber visto el detalle de las piernitas de Ícaro agitándose en la superficie del mar se replica en gran parte en el artículo. Sarlo levanta muestras equivocadas de la realidad del "autoconvocado y espontáneo" 8N.

Por ejemplo, podemos ver como la propia historia de la marcha al obelisco es contada con detalles falsos, siempre tendiente a distorsionar perjudicando ese objeto: el kiechnerismo, que tanto atrae a la investigadora. Porque es así, Beatriz Sarlo, con la quizá necesaria frialdad de una investigadora, toma muestras de lo que para ella son objetos teratológicos populistas, como el peronismo y el kirchnerismo, y los pone bajo la lupa. En este caso es la actuación destacada de la periodista Cynthia García, a quien la ve como una profesora (quizá una proyección de su profesión universitaria) pedante frente a alumnos mal preparados. No era una periodista que repreguntaba a los manifestantes que repetían eslóganes vacíos de contenidos que leen en los diarios donde ella publica. Cynthia García demostró eso. Que los manifestantes repetían titulares de Clarín sin saber de qué se trataban. Para Sarlo fue una muestra de pedantería. Como si fuese una periodista monstruosa frente a aladas criaturas.

Esos monstruos a Sarlo la apasionan, la atraen y los quiere disecar para entender cómo funcionan en la sociedad argentina. Pero se equivoca al tomar las muestras: a lo que ella denomina "murciélago" es un ruiseñor y sus "cucarachas" son grillos y saltamontes.

En síntesis y para concluir, quizá por estar alejada del objeto que estudia (por no acercarse más al detalle) o por tomar muestras falsas, Beatriz Sarlo en su nota sobre "la pedantería del kirchnerismo" duplica el mismo error que cometió en aquel seminario en Tandil. Parte muchas veces de detalles incorrectos, justifica el golpe al periodista de C5N comparándolo con D'elía en el 2008 y con las expresiones de Larroque en diputados. No habla de las agresiones a Telefé, a las cámaras de Duro de domar ni a la misma Cynthia García con su producción que tuvieron que refugiarse en un negocio de la zona. Sarlo hace planteos aparentemente inteligentes cargado de teoría y de citas de autoridad para forzar las conclusiones a las que a priori ya había pensado a favor de proteger los intereses de sus jefes mediáticos. Pero estas actitudes intelectuales son como las plumas de Ícaro que a cierta altura la cera se derrite y los porrazos son inevitables.

Diario Registrado


GB

No hay comentarios:

Publicar un comentario