LA PRESIDENTA CRISTINA KIRCHNER RESPONDIO EN SU DISCURSO A LA PROTESTA REALIZADA POR LAS CENTRALES OPOSITORAS
“No fue una huelga, fue un apriete y una amenaza”
La Presidenta utilizó el acto de ayer por el aniversario de la Vuelta de Obligado para criticar la medida. Defendió el derecho a huelga, pero condenó que no se dejara llegar a los trabajadores a sus empleos.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner etiquetó como “apriete o amenaza” las medidas de fuerza tomadas ayer por los sectores opositores del sindicalismo y advirtió: “Me voy a bancar las que me tenga bancar, porque a mí no me corre nadie, y menos con amenazas o matones”. En el discurso que dio por la tarde desde San Pedro, donde conmemoró en el Día de la Soberanía un nuevo aniversario de la batalla de la Vuelta de Obligado, la mandataria defendió el derecho a huelga, pero condenó las maniobras destinadas a impedir que trabajadores que quisieran acudir a sus puestos de trabajo lo hicieran, repudió los episodios de violencia y concluyó con un mensaje por elevación a Hugo Moyano: “Me gustaría que todos los dirigentes estuvieran más preocupados por preservar las fuentes de trabajo”, manifestó.
“El derecho de huelga es sagrado”, sostuvo CFK, aunque, señaló, “también lo es el derecho de cada trabajador a decidir qué es lo que quiere hacer”, en referencia a las medidas de fuerza tomadas por algunos sectores durante el paro de ayer destinadas a disuadir a los trabajadores que querían acudir a sus puestos de trabajo de que lo hicieran y a algunos comercios a de que abrieran. “La voluntad de los trabajadores no puede ser dominada por nadie; los argentinos tenemos que tener la libertad de elegir qué es lo que queremos hacer, no se puede someter a la extorsión o a la amenaza”, completó, antes de evocar a su madre, que fue “delegada gremial durante 30 años” y “a ella le tocó convocar muchas huelgas, pero jamás le tocó obligar a alguien a participar”. Por último concluyó: “La libertad de huelga es como todas las libertades”.
En ese sentido, se refirió a los destrozos ocurridos en el microcentro, en particular en el tradicional Café Tortoni. “No me extrañó, me sorprendió, pero luego recordé que los que fueron hoy a atacar el Tortoni fueron los mismos que quemaron las urnas en la provincia de Catamarca y fueron los que me tiraron huevos en un acto de campaña en Catamarca en 2002”, mencionó la Presidenta en referencia a los incidentes que sufrió con partidarios del gastronómico Luis Barrionuevo, uno de los organizadores de la medida de fuerza de ayer. “Soy una mujer y no me agarro a trompadas, pero me voy a bancar las que me tenga que bancar. A mí no me corre nadie y mucho menos matones con patoteadas.”
“Esos no son los dirigentes sindicales que querían Perón y Evita –continuó en el extenso tramo del discurso que dedicó a la protesta–. Me gustaría que todos los dirigentes estuvieran más preocupados por preservar las fuentes de trabajo.” La Presidenta evaluó que el paro “fue un fenómeno circunscripto a unos pocos sectores y el bloqueo fue fundamentalmente contra la Capital” y que no hubo una adhesión masiva porque “la gente quiere laburar, mejorar y cuidar sus fuentes de trabajo”. Por el contrario, recordó, en el pasado “se hacían huelgas en serio, donde no se movía una mosca en el país”, mientras que lo de ayer “no fue una huelga, y ni siquiera un piquete, fue un apriete y amenaza, apenas eso.”
Fernández de Kirchner también hizo referencia a la batalla de la Vuelta de Obligado, cuyo aniversario se celebró con un acto que incluyó música en vivo y fuegos artificiales. “Los hombres que aquí defendieron la soberanía no lo hacían por un concepto territorial sino por el de autonomía y el poder decidir sobre el comercio y la navegación de sus ríos. Muchas Vueltas de Obligado hemos tenido desde entonces”, señaló. También recordó que en los barcos franceses e ingleses que se oponían a las fuerzas locales “había Argentina” que “aún hoy tienen su nombre en calles y plazas”, aunque actuaban para dividir al pueblo y sacar provecho para las potencias extranjeras. Por ese motivo pidió “memoria” ya que “cada vez que han dividido vinieron primero por el gobierno y después por el pueblo”.
El discurso de CFK fue elogiado por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli: “La Presidenta demostró que defiende con pasión nuestra soberanía política, económica y cultural, como una gladiadora. Qué razón tenía mi compañero Néstor cuando la llamaba la Presidenta Coraje”.
Un rato antes del acto, mientras Moyano y sus asociados daban una conferencia de prensa, la Presidenta publicó en Twitter una serie de conceptos tomados de un discurso del día anterior, pero que aparecían como una respuesta a las manifestaciones opositoras en el contexto del paro: “Respeto la opinión de todos, pero mientras me toque la responsabilidad de gestionar el Estado como presidenta electa democráticamente por el 54 por ciento, creo que el modelo y lo que estamos haciendo es lo más adecuado a los intereses de Argentina”.
21/11/12 Página|12
GB
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