DESDE EL KIRCHNERISMO CRITICARON LAS MOTIVACIONES DEL CACEROLAZO
“Es el rechazo a la política”En el acto de ayer, la Presidenta tuvo frases que podían interpretarse como una referencia a la protesta de mañana. El ministro De Vido y el filósofo Forster criticaron la movida, el diputado De Narváez la respaldó.
“Y si no te gusta el Gobierno por los derechos humanos, ¿cuál es el problema? Y si no te gusta, porque a los pobres antes los podías contratar por dos mangos. Me gustaría que digan lo que piensan.” La frase de Cristina Fernández de Kirchner, dicha dos días antes del cacerolazo del 8 de noviembre, tiene sus connotaciones en un día en el que oficialistas y opositores polemizaron sobre los sentidos de la protesta.
A la denuncia del senador Aníbal Fernández –que acusó a la Fundación Pensar y otras vinculadas con el macrismo, a la Sociedad Rural y a grupos de ultraderecha de fogonear la manifestación– ayer se sumó el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien consideró que la protesta es “una expresión antimodélica” que va contra “la Asignación Universal por Hijo y la nacionalización de los fondos de las AFJP”. Sostuvo también que buscan “reprivatizar YPF y Aerolíneas Argentinas” y que “no tienen conducción política definida porque expresan el rechazo a la política”.
“Las ideas se defienden desde la política, con dirigentes que se pongan al frente, para conducir”, advirtió el ministro. Le pidió al kirchnerismo que conduzca “un frente amplio y tolerante” para 2013 porque “los tiempos por venir son determinantes y no hay candidaturas para 2015 que no se sustenten en un triunfo contundente en 2013”. De Vido pidió “un contundente triunfo en el 2013, porque si no, ganan los que quieren endeudar a la Nación”.
A las críticas al cacerolazo de mañana se sumó nuevamente el intelectual de Carta Abierta Ricardo Forster, quien consideró que “hay una importante cantidad de argentinos y argentinas que van a ir el 8 de noviembre y que no tienen interés de que los escuchen en el sentido democrático del término”. Forster también aseguró que los medios hegemónicos “quieren darle mucho aire” a la movilización. “Pueden constituirse en una marcha, pero aún les falta para conformar un movimiento político”, afirmó.
El filósofo consideró que los que reclaman no constituyen una mayoría, “sino que distan mucho de serlo”. “En las elecciones de Venezuela aseguraban que habría una victoria de Henrique Capriles y Hugo Chávez terminó sacando una diferencia de un millón y medio de votos”, graficó.
Advirtió que los que marchan se consideran poseedores de un “cuentapropismo moral, donde si les va mal es por culpa del otro, pero si les va bien es por virtudes que les son propias”. Estimó que la clase media tiene actitudes “pendulares y contradictorias”.
“Van perdiendo la memoria de lo que pasó antes, mientras en el 2001 mandaban a sus hijos al exterior hoy realizan su vida en la Argentina, pueden viajar, tienen capacidad de ahorro”, enumeró. “La movilización es un conjunto de gritos. Dicen buscar, entre otras cosas, el fin de la pobreza. ¿Quién podría estar en contra de eso? Lo que no dicen es cuáles serían las políticas que debieran aplicarse para lograrlo”, indicó. “Lo escuchamos a Pino Solanas defendiendo el 8N como quien defiende una movilización popular”, afirmó Forster.
El diputado Francisco de Narváez respaldó la manifestación y consideró que tiene “un reclamo legítimo ante los problemas reales”. “Ya llegará el tiempo en que la sociedad deberá elegir quiénes representan mejor sus ideas. La gente rechaza el proceso de fricción social permanente que promueve el kirchnerismo”, indicó. “La gente reclama al Gobierno y también a la oposición que se resuelvan sus problemas, la inseguridad, el aumento de los precios, la falta de vivienda”, enumeró De Narváez, quien dijo que no irá a la movilización porque “no corresponde que interfiera”.
Por su parte, Christian “Chipi” Castillo, referente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), advirtió que “el eventual éxito de esta movilización no será en beneficio de los intereses del pueblo trabajador, sino de algunos de sus verdugos de la derecha vernácula”. El dirigente advirtió que su partido no se sumará a la protesta porque “está fomentada por corporaciones empresariales, la cúpula de la Iglesia y políticos patronales de derecha como Macri, De la Sota y Carrió”.
“Es el rechazo a la política”En el acto de ayer, la Presidenta tuvo frases que podían interpretarse como una referencia a la protesta de mañana. El ministro De Vido y el filósofo Forster criticaron la movida, el diputado De Narváez la respaldó.
“Y si no te gusta el Gobierno por los derechos humanos, ¿cuál es el problema? Y si no te gusta, porque a los pobres antes los podías contratar por dos mangos. Me gustaría que digan lo que piensan.” La frase de Cristina Fernández de Kirchner, dicha dos días antes del cacerolazo del 8 de noviembre, tiene sus connotaciones en un día en el que oficialistas y opositores polemizaron sobre los sentidos de la protesta.
A la denuncia del senador Aníbal Fernández –que acusó a la Fundación Pensar y otras vinculadas con el macrismo, a la Sociedad Rural y a grupos de ultraderecha de fogonear la manifestación– ayer se sumó el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien consideró que la protesta es “una expresión antimodélica” que va contra “la Asignación Universal por Hijo y la nacionalización de los fondos de las AFJP”. Sostuvo también que buscan “reprivatizar YPF y Aerolíneas Argentinas” y que “no tienen conducción política definida porque expresan el rechazo a la política”.
“Las ideas se defienden desde la política, con dirigentes que se pongan al frente, para conducir”, advirtió el ministro. Le pidió al kirchnerismo que conduzca “un frente amplio y tolerante” para 2013 porque “los tiempos por venir son determinantes y no hay candidaturas para 2015 que no se sustenten en un triunfo contundente en 2013”. De Vido pidió “un contundente triunfo en el 2013, porque si no, ganan los que quieren endeudar a la Nación”.
A las críticas al cacerolazo de mañana se sumó nuevamente el intelectual de Carta Abierta Ricardo Forster, quien consideró que “hay una importante cantidad de argentinos y argentinas que van a ir el 8 de noviembre y que no tienen interés de que los escuchen en el sentido democrático del término”. Forster también aseguró que los medios hegemónicos “quieren darle mucho aire” a la movilización. “Pueden constituirse en una marcha, pero aún les falta para conformar un movimiento político”, afirmó.
El filósofo consideró que los que reclaman no constituyen una mayoría, “sino que distan mucho de serlo”. “En las elecciones de Venezuela aseguraban que habría una victoria de Henrique Capriles y Hugo Chávez terminó sacando una diferencia de un millón y medio de votos”, graficó.
Advirtió que los que marchan se consideran poseedores de un “cuentapropismo moral, donde si les va mal es por culpa del otro, pero si les va bien es por virtudes que les son propias”. Estimó que la clase media tiene actitudes “pendulares y contradictorias”.
“Van perdiendo la memoria de lo que pasó antes, mientras en el 2001 mandaban a sus hijos al exterior hoy realizan su vida en la Argentina, pueden viajar, tienen capacidad de ahorro”, enumeró. “La movilización es un conjunto de gritos. Dicen buscar, entre otras cosas, el fin de la pobreza. ¿Quién podría estar en contra de eso? Lo que no dicen es cuáles serían las políticas que debieran aplicarse para lograrlo”, indicó. “Lo escuchamos a Pino Solanas defendiendo el 8N como quien defiende una movilización popular”, afirmó Forster.
El diputado Francisco de Narváez respaldó la manifestación y consideró que tiene “un reclamo legítimo ante los problemas reales”. “Ya llegará el tiempo en que la sociedad deberá elegir quiénes representan mejor sus ideas. La gente rechaza el proceso de fricción social permanente que promueve el kirchnerismo”, indicó. “La gente reclama al Gobierno y también a la oposición que se resuelvan sus problemas, la inseguridad, el aumento de los precios, la falta de vivienda”, enumeró De Narváez, quien dijo que no irá a la movilización porque “no corresponde que interfiera”.
Por su parte, Christian “Chipi” Castillo, referente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), advirtió que “el eventual éxito de esta movilización no será en beneficio de los intereses del pueblo trabajador, sino de algunos de sus verdugos de la derecha vernácula”. El dirigente advirtió que su partido no se sumará a la protesta porque “está fomentada por corporaciones empresariales, la cúpula de la Iglesia y políticos patronales de derecha como Macri, De la Sota y Carrió”.
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