Videla declaró en la
megacausa por el Operativo Independencia
Para los fiscales el plan implementado en Tucumán en 1975 fue un
"banco de pruebas" represivo.
PorRamiro Rearte
El ex dictador
Jorge Rafael Videla prestó declaración indagatoria el viernes pasado por medio
del sistema de videoconferencia, en el marco de la megacausa que investiga los
delitos de lesa humanidad cometidos durante el Operativo Independencia. Ante el
juez Daniel Bejas, el represor se limitó a leer el mismo descargo al que recurre
desde 1984, en el que señala que en la Argentina hubo una guerra interna y que
la justicia civil no es competente para juzgarlo. Esta fue la primera vez que el
ex dictador presta declaración en una causa judicial en la provincia de
Tucumán.
También declararon ante el juez otros 28 imputados, entre ellos
el ex gobernador militar en las islas Malvinas, Mario Benjamín Menéndez, que
quedó detenido en una unidad penitenciaria. El juez Bejas dispuso además la
detención de José Ernesto Cuestas, Walter Saborido, Fernando Labayru, Pedro
Adolfo López, Pedro Alberto Rojas y de Víctor Hugo Olmos.
En la
acusación, los fiscales Pablo Camuña y Patricio Rovira, titulares de la oficina
local de la Unidad Fiscal de Derechos Humanos, destacaron que el Operativo
Independencia consistió en la intervención masiva de las Fuerzas Armadas y de
seguridad para ejecutar un plan sistemático de exterminio de opositores
políticos mediante la utilización del aparato estatal y de control social a
través del terror. Este plan comenzó a ejecutarse en febrero de 1975, durante el
gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón y con la aquiescencia
del gobierno civil de la provincia de Tucumán.
La intervención fue
comandada en primer lugar por Acdel Edgardo Vilas y luego por Antonio Domingo
Bussi. Entre los aspectos particulares de la causa, la acusación fiscal señala
que el eje del sistema represivo en aquel momento estuvo dado por lo que se
conoce como el primer centro clandestino de detención (CCD) del país, La
Escuelita Diego de Rojas de la localidad de Famaillá. Vilas reconoció en su
momento la existencia de este CCD y describió su funcionamiento. Al respecto
aseguró que entre el 10 de febrero y el 18 de diciembre de 1975, habían pasado
por allí 1507 personas.
Los fiscales destacaron además que en el período
comprendido entre febrero de 1975 y marzo de 1976 formaron parte de estas
operaciones más de 30 unidades militares, de Gendarmería Nacional y de la
Policía Federal de todo el país. "Las consecuencias en la sociabilidad de la
provincia fueron devastadoras", señalaron y puntualizaron que de las causas
judiciales en trámite por delitos de lesa humanidad en Tucumán, la tercera parte
de ellas corresponde a hechos ocurridos con anterioridad al golpe de Estado del
24 de marzo de 1976. "Esto resulta un caso único en el país y remarca al mismo
tiempo los efectos que tuvo en la sociedad tucumana este primer 'banco de
pruebas' represivo, que sirvió para desmontar un sindicalismo azucarero
organizado, un movimiento universitario y cultural único en la región, así como
también representó el primer caso de disciplinamiento de la prensa y de
utilización del Poder Judicial federal como un engranaje legitimador del plan
criminal", señalan los fiscales en la acusación.
Todavía deben desfilar
ante el juez Bejas, Luciano Benjamín Menéndez, Enrique José Del Pino, Ernesto
Arturo Alais, Carlos Alberto Trucco, también imputados por los delitos de lesa
humanidad cometidos durante el Operativo Independencia y hay dos pedidos de
indagatorias que debieron ser suspendidas hasta tanto se constate si el estado
de salud de los represores imputados les permite declarar.
Campos: "De
los muertos yo me hago cargo"
De los muertos, yo me hago cargo. A partir
del 14 de diciembre de 1977 me hice cargo de la Policía y estoy orgulloso porque
paró a la subversión en la Provincia de Buenos Aires.” Con esas palabras, el ex
subjefe de la Bonaerense durante la dictadura cívico militar, Rodolfo Aníbal
Campos, admitió los asesinatos de prisioneros políticos durante su ampliación
indagatoria en el juicio por los crímenes cometidos en el denominado Circuito
Camps que se realiza en La Plata. El militar también reconoció la aplicación de
torturas, se quejó del rumbo que tomó el país con la llegada de Néstor Kirchner
y justificó el terrorismo de estado denominándolo “guerra sucia”.
Campos
se despachó durante cerca de una hora en una nueva audiencia del juicio que el
Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata realiza a 23 imputados por
delitos cometidos en seis centros clandestinos de detención contra 280
víctimas.
Campos justificó el terrorismo de Estado y los crímenes de lesa
humanidad. “Torturábamos como se tortura en todo el mundo para obtener
información. No torturábamos porque nos gustara”, justificó el represor y dijo
que los opositores políticos eran “jóvenes idealistas” a los que respetaba
porque “peleaban como argentinos”, en lo que denominó “una guerra no
convencional, una guerra sucia”. Ese razonamiento le bastó para disparar con
artillería pesada: “Había que buscarlos uno por uno para
matarlos.”
31/10/12 Tiempo Argentino
GB
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