La investigación hurga en los vínculos del aparato financiero con los militares y los cargos públicos que ocuparon empresarios.
Bajo la lupa - "Los militares le consultaban temerosamente a Martínez de Hoz", sostiene uno de los autores del libro.
En las vísperas del Día Internacional por los Derechos Humanos, la Oficina de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Valores (CNV) presentó ayer el libro La Dictadura del Capital Financiero. El golpe militar corporativo y la trama bursátil, que repasa el archivo de la entidad y profundiza el rol del sector empresario en la última dictadura. "Con la primera investigación se logró la detención de 5 personas, uno de ellos el ex presidente de la CNV durante la dictadura, Juan Alfredo Etchebarne. Esperamos que este libro tenga esa repercusión y por lo menos se duplique ese número", señalaron sus autores, Celeste Perosino, Bruno Nápoli y Walter Bosisio.
El libro se presentó ayer por la tarde con el auditorio de la CNV repleto. El acto lo encabezaron el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, en cuya gestión se empezaron a revisar los archivos del sistema financiero durante la última dictadura; el actual presidente de la CNV, Cristian Girard; y el docente e investigador Ricardo Aronskind, quien realizó un pormenorizado análisis de la investigación. Entre el público había funcionarios del ministerio de Justicia, de Defensa y militantes de los Derechos Humanos como Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
"Este libro sale ahora pero debería haberse hecho muchos años atrás. Recién a partir de 2012 pudimos adentrarnos en un sector postergado durante años", sostuvo Bosisio y destacó el avance que significa pasar de pensar el rol de los empresarios como colaboradores a verlos como partícipes de la dictadura: "Los militares le consultaban temerosamente a José Alfredo Martínez de Hoz. No hubo civiles atemorizados de los militares sino dándole órdenes y marcando una política económica."
Ese es uno de los ejes de la investigación que se publicará la semana próxima y que propone la denominación 'dictadura militar-corporativa', para visibilizar el peso real de las empresas en el terrorismo de Estado.
El texto destaca que con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, "las dependencias públicas fueron ocupados por representantes de corporaciones económicas, con poder de decisión e injerencia directa en la política monetaria, el mercado de capitales y la estructura agro-exportadora".
Además de Martínez de Hoz como ministro de Economía, llegó al Banco Central Adolfo Diz, miembro de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), y Guillermo Walter Klein, dirigente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) fue designado en la Programación y Coordinación Económica del Ministerio de Hacienda. También se destaca el caso de Jorge Zorreguieta, padre de la reina de Holanda, quien era dirigente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y fue designado en la Secretaría de Agricultura. El Banco de la Nación quedó en manos de Juan Ocampo, padre del entonces presidente de ADEBA, Narciso Ocampo.
Desde esos puestos de poder, los actores civiles que representaban a las corporaciones empresarias "participaron activamente, no en un formato de colaboración, sino como decisores concretos de políticas de Estado".
Otra idea que recorre la investigación es la continuidad de las decisiones y políticas llevadas adelante desde incluso antes de la dictadura. Nápoli resaltó esa prolongación de las políticas y de los personajes: "Durante 200 años, los Martínez de Hoz fueron funcionarios públicos y se dedicaron extensivamente a la actividad privada. Durante dos siglos se enriquecieron en cargos públicos y privados", sostuvo y destacó que incluso con la recuperación de la democracia todavía continúan vigentes 500 leyes de la dictadura.
La Oficina de Derechos Humanos de la CNV fue creada en 2011 en un hecho inédito en un organismo financiero. "Es una gran satisfacción que se continúe con esta tarea que comenzó durante mi gestión", señaló Vanoli durante el acto y anunció que comenzará con parte del equipo a abrir y analizar los archivos del Banco Central para conocer lo que ocurrió en esos años. “Es una tarea fundamental que la CNV sea la vanguardia al intentar echar luz sobre un proceso tan oscuro”, agregó Girard. «
El libro se presentó ayer por la tarde con el auditorio de la CNV repleto. El acto lo encabezaron el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, en cuya gestión se empezaron a revisar los archivos del sistema financiero durante la última dictadura; el actual presidente de la CNV, Cristian Girard; y el docente e investigador Ricardo Aronskind, quien realizó un pormenorizado análisis de la investigación. Entre el público había funcionarios del ministerio de Justicia, de Defensa y militantes de los Derechos Humanos como Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
"Este libro sale ahora pero debería haberse hecho muchos años atrás. Recién a partir de 2012 pudimos adentrarnos en un sector postergado durante años", sostuvo Bosisio y destacó el avance que significa pasar de pensar el rol de los empresarios como colaboradores a verlos como partícipes de la dictadura: "Los militares le consultaban temerosamente a José Alfredo Martínez de Hoz. No hubo civiles atemorizados de los militares sino dándole órdenes y marcando una política económica."
Ese es uno de los ejes de la investigación que se publicará la semana próxima y que propone la denominación 'dictadura militar-corporativa', para visibilizar el peso real de las empresas en el terrorismo de Estado.
El texto destaca que con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, "las dependencias públicas fueron ocupados por representantes de corporaciones económicas, con poder de decisión e injerencia directa en la política monetaria, el mercado de capitales y la estructura agro-exportadora".
Además de Martínez de Hoz como ministro de Economía, llegó al Banco Central Adolfo Diz, miembro de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), y Guillermo Walter Klein, dirigente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) fue designado en la Programación y Coordinación Económica del Ministerio de Hacienda. También se destaca el caso de Jorge Zorreguieta, padre de la reina de Holanda, quien era dirigente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y fue designado en la Secretaría de Agricultura. El Banco de la Nación quedó en manos de Juan Ocampo, padre del entonces presidente de ADEBA, Narciso Ocampo.
Desde esos puestos de poder, los actores civiles que representaban a las corporaciones empresarias "participaron activamente, no en un formato de colaboración, sino como decisores concretos de políticas de Estado".
Otra idea que recorre la investigación es la continuidad de las decisiones y políticas llevadas adelante desde incluso antes de la dictadura. Nápoli resaltó esa prolongación de las políticas y de los personajes: "Durante 200 años, los Martínez de Hoz fueron funcionarios públicos y se dedicaron extensivamente a la actividad privada. Durante dos siglos se enriquecieron en cargos públicos y privados", sostuvo y destacó que incluso con la recuperación de la democracia todavía continúan vigentes 500 leyes de la dictadura.
La Oficina de Derechos Humanos de la CNV fue creada en 2011 en un hecho inédito en un organismo financiero. "Es una gran satisfacción que se continúe con esta tarea que comenzó durante mi gestión", señaló Vanoli durante el acto y anunció que comenzará con parte del equipo a abrir y analizar los archivos del Banco Central para conocer lo que ocurrió en esos años. “Es una tarea fundamental que la CNV sea la vanguardia al intentar echar luz sobre un proceso tan oscuro”, agregó Girard. «
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