viernes, 8 de agosto de 2014

La vida sindical te da sorpresas... y ratificaciones Por Ana Vainman



Una impensada reunión. La postergación de huelgas anunciadas. El reconocimiento del "derecho" a reclamar que el Impuesto a las Ganancias sea modificado...

A veces la vida da sorpresas y otras, ratificaciones que no sorprenden nada. Algunas sorpresas son emocionantes y felices, como la aparición del nieto de Estela de Carlotto. Otras vienen a cambiar un paradigma de años, como la de la reunión entre Hugo Moyano y Víctor de Gennaro. Las ratificaciones que no sorprenden las traen la CGT o la CTA oficialistas, que todavía tienen paciencia y siguen esperando una respuesta del gobierno en torno a los reclamos por el Impuesto a las Ganancias y deponen, mientras tanto, posibles intentos de acciones directas. El gobierno, por su parte, también sigue ratificando su postura de que no cederá ante el pedido para modificar el gravamen que cada vez genera más polémica.

Ayer hubo una insospechada reunión en la CGT Azopardo, en la que Hugo Moyano recibió al titular del partido Unidad Popular (UP), Víctor de Gennaro. Estos dos referentes gremiales transitaron caminos en las antípodas en los últimos 20 años. Como dirigente sindical, De Gennaro fue justamente quien quiso diferenciarse de los sindicalistas tradicionales y fue uno de los fundadores de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). La central obrera disidente –hoy fracturada en una vertiente oficialista y otra opositora– se creó en 1991 como alternativa a la burocracia sindical. Desde entonces Moyano y De Gennaro estuvieron en veredas diferentes.

Pero ahora De Gennaro quiere saltar de su banca en la Cámara de Diputados a la presidencia de la nación y, por lo tanto, se está reuniendo con diferentes sectores. Así, el ex dirigente sindical y otros representantes de UP ya se sentaron con la CTA, organizaciones de Derechos Humanos, representaciones religiosas y otros movimientos sociales. En los próximos días también se reunirá con empresarios.

En el sorpresivo encuentro con Moyano y otros sindicalistas de la CGT Azopardo, se coincidió en que es "posible y necesario que los trabajadores cobren mayor protagonismo en la vida política en un contexto donde el Impuesto a las Ganancias y la precarización laboral golpean cada vez más el bolsillo de los trabajadores".

Trascendió también que durante el encuentro Moyano sostuvo que está de acuerdo con la participación política de los dirigentes sindicales y les expresó: "Más temprano que tarde, un hombre surgido del movimiento obrero ocupará la sede de Balcarce 50."
Estas afirmaciones dieron la pauta de que en la reunión podría haberse planteado la posibilidad de avanzar en una alianza de tipo político, pero fuentes de ambas partes descartaron esta posibilidad.

Ante la consulta de por qué reunirse con Moyano cuando las diferencias ideológicas entre ambos fueron evidentes durante más de dos décadas, De Gennaro respondió: "Me parece que (la razón principal para haberme reunido con él) es que un partido nacional que quiere gobernar la Argentina se tiene reunir con todos los sectores." Y añadió: "No fuimos a hacer un frente electoral con la CGT. Yo respeto mucho a la CGT, aunque creemos en un modelo sindical diferente. No tenemos que tener miedo de discutir."

Por otro lado, la posibilidad de que en este cónclave se avanzara con la confirmación del tan mentado paro que convocarían la CGT Azopardo, la CGT Azul y Blanca y la CTA de Pablo Micheli (que es la que tiene relación con De Gennaro) quedó descartada. No se refirieron al tema.

EN LA TENSA ESPERA

Mientras tanto, en las centrales obreras oficialistas, el clima es de ansiedad pero con la sordina de la paciencia. Así, el sindicalismo cercano al gobierno ratifica que la paciencia es su principal acción por estos días.

La protesta contra el Impuesto a las Ganancias a la que había convocado la CTA oficialista el pasado lunes 4 de agosto parece que nunca se efectivizará. "Se decidió postergar la medida porque seguimos discutiendo con el gobierno la agenda que le presentamos al jefe de Gabinete", indicó el secretario general de la central, Hugo Yasky.

La CGT de Antonio Caló también espera una respuesta. "No es momento", dijo en diálogo con este diario, en referencia al todavía inconcluso conflicto con los fondos buitre.

Según un sindicalista consultado, todos los que integran la mesa chica de la CGT oficialista "comprenden la situación" y no se impacientan ante la falta de respuestas. "Nosotros también escuchamos a (el jefe de Gabinete, Jorge) Capitanich, pero la respuesta formal no nos llegó, así que será mejor esperar", confió la fuente casi con resignación. El dirigente hizo referencia a los dichos del jefe de ministros, quien en su habitual rueda de prensa matutina del martes pasado reconoció que los gremios tienen "derecho a reclamar" una baja del gravamen, pero inmediatemente dio a entender que no habría cambios. "Para generar políticas públicas de inclusión social es necesario contar con recaudación tributaria", dijo. Y todo quedó claro.

Pero Capitanich no sólo aclaró que no hay margen recaudatorio para modificar Ganancias. También dijo que no avalarán los pedidos de reapertura de las paritarias. "No existe causal de reapertura de ninguna negociación de carácter salarial cuando la tendencia es declinante en el índice de precios. Muy por el contrario de lo que se puede argumentar en el cambio de condiciones", retrucó.

Los dirigentes de la CGT oficial no fueron convocados por el gobierno para una reunión. Y, como era de esperar, se resisten a hablar de cómo están viviendo estos días en los que la administración de Cristina Fernández tiene otras prioridades, en las que la respuesta a sus reclamos se hace desear y en que la situación del empleo es preocupante. Pero en confianza, los dirigentes reconocen que hay posturas divididas dentro de la central y que la perspectiva para el segundo semestre es "difícil".

Como muestras a escala de lo que puede ocurrir durante este segundo semestre están el paro de 48 horas de los docentes bonaerenses y la huelga de los bancarios en reclamo de la modificación del Impuesto a las Ganancias.

Los maestros de la provincia de Buenos Aires aseguran que no se está cumpliendo lo convenido en marzo pasado cuando, tras 19 días de paro, se llegó a un precario acuerdo, que incluía una revisión del aumento salarial otorgado y la discusión de cuestiones extrasalariales.

Los bancarios, en tanto, pretenden, con la nueva medida de fuerza de hoy, que "el gobierno actualice el monto del Impuesto a las Ganancias por ser el principal responsable de la caída del poder adquisitivo de los salarios pactados en paritarias" y que "en el mientras tanto el sector financiero se haga cargo de la diferencia".

Estos dos conflictos son sólo algunos de los que pueden venir en este segundo semestre. Mientras tanto, pueden seguir llegando sorpresas

Infonews
 

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