viernes, 1 de mayo de 2015

Reconocer los límites Por Adrián Murano

Sólo el que reconoce sus límites logra superarlos. El fin de semana, el kirchnerismo puso a prueba los suyos cuando decidió competir con Mariano Recalde por la jefatura de gobierno de la Ciudad.

Un referente de la agrupación más estigmatizada por Clarín –La Cámpora– versus el protegido de Clarín –el PRO– y un economista que pasó de imberbe a cool luego de ser indultado por Clarín. Se intuía que la tarea de Recalde y de su media docena de pre candidatos consortes no iba a ser fácil. Y no lo fue.

Al caer la noche, la apuesta de riesgo dejó al kirchnerismo lejos de sus aspiraciones iniciales, pero le sirvió para corroborar tres cosas:

1.Que cuenta con un semillero militante y activo dispuesto a ponerle el pecho a un proyecto en el que cree más allá de alquimias palaciegas, sobredosis de pragmatismo y especulaciones electorales.

2.Que esa efervescencia no alcanza para cosechar en un terreno arado por medios de comunicación opositores, alérgico al peronismo, sensible a las formas republicanas, permeable a los candidatos Sprayete y proclive a las modas.

3.Que, a pesar de todo eso, quedó cerca del piso histórico del PJ porteño y puede aspirar a meterse en un balotaje. Claro que para eso necesita salir del estado de conmoción, evaluar rápido qué fue lo que pasó, ajustar piezas y salir de boxes con la mira en la próxima meta, que debe ir más allá de la próxima elección.

Lo primero será ajustar el diagnóstico y evitar los cantos de sirena. Es probable que Recalde se vea tentado a trivializar su mensaje y sus modos para "conectar" con un electorado que en su entorno imaginan banal. El prejuicio quizá tenga sustento, pero es un error suponer que al macrismo lo votan por su frivolidad.

El cotillón le sirve para distraer la atención del público mientras por lo bajo hace la prestidigitación política más antigua que se conozca: le promete beneficios a todos. Y cuando no cumple, hecha mano a la remanida pero eficaz excusa de culpabilizar a la Casa Rosada por sus deudas.

La estrategia que convirtió al PRO en la principal fuerza electoral porteña se completa con una robusta –y costosa– cobertura mediática y el marketing de una gestión asceta ejecutada por presuntos gerentes de pasado exitoso en la actividad privada escoltados por juniors que cualquier cazatalentos quisiera tener en su corporación.

Para medio electorado porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como Mauricio Macri, representa "la gestión", lo que se contrapone a "la política", una actividad que muchos aún miran con desconfianza en la ex capital nacional del "que se vayan todos".

El equívoco tiene lógica de clase. El distrito está dominado por sectores medios que se consideran artífices de su propio progreso, que evalúan los procesos colectivos en función del desarrollo individual. Un ejemplo simple: nada irrita más a un clase media que no poder comprar dólares ahorro a discreción.

De nada servirá que se le explique que el dólar es un bien escaso que debe usarse, entre otras cosas, para comprar la energía que alimenta sus hogares. O para evitar corridas cambiarias que obliguen a saltos bruscos del tipo de cambio que afectan el poder adquisitivo de sus salarios.

Las familias porteñas –justificadas por razones históricas– consideran que ahorrar en dólares es un Derecho Humano que el gobierno violó.

También hay ideología en el voto al PRO. Adherir –o abonar– la anti política no deja de ser una postura ideológica. De igual modo, el comportamiento electoral de los sectores altos de la CABA es más ideológico que pragmático: a pesar de haber disfrutado de una "década ganada" de renta extraordinaria, quieren erradicar de la faz política a Cristina Fernández de Kirchner. El voto proletario, en cambio, se decide por una combinación de factores culturales, emocionales y prácticos. Eso explica por qué Rodriguez Larreta cosechó grueso en los barrios más postergados: el candidato es el rostro del asistencialismo en las periferias de la Ciudad.

A juzgar por los números históricos del kirchnerismo en el distrito –el récord lo obtuvo CFK con el 35% de 2011–, la cuesta que debe remontar Recalde no es muy distinta a la que debió remontar Daniel Filmus cuatro años atrás. Arranca, es cierto, algo más rezagado, y en el horizonte no está la reelección de la jefa sino la custodia del "proyecto", sea quien fuere al que le toque sentarse en el sillón presidencial.

El asunto sobrevoló el bunker donde el Frente para la Victoria armó una celebración para un resultado que no fue. Allí estaban todos los precandidatos que aspiran a tomar la posta de CFK. En bambalinas hubo reproches por confiar en exceso en las bocas de urna, pero ninguno se bajó de la postal. Todos están al tanto de que, a esta altura del año, para ellos no hay vida política fuera del colectivo K. Y que a Recalde le toca hacer de conejillo de la campaña nacional.

No hace falta consultar a un caro asesor ecuatoriano para pronosticar lo que vendrá. Al titular de Aerolíneas lo van a correr por ambos flancos. Por izquierda, con Milani, las cifras de la pobreza, los escándalos de corrupción y el prolongado bochorno del Indec.

Por derecha, con el cepo cambiario, el aumento en la plantilla de empleados públicos, los subsidios y las relaciones internacionales con países que EE UU puso en su eje del mal.

Exageradas, falaces o ciertas, esas críticas integran la agenda política de los porteños por encima de dramas como el déficit de viviendas, las muertes provocadas por impericia y corrupción en los controles municipales o la modesta inversión en infraestructura, educación y salud.

Cuando se le pase el enojo, la plana mayor del cristinismo deberá trazar una estrategia capaz de mantener al candidato en competencia pero, sobre todo, militar a los porteños pensando en sobrepasar los límites electorales y sembrando para lo que vendrá. Si el país que viene es como lo imagina el establishment, será el momento de los pibes que el domingo a la noche se encomendaron a la liberación.

Sería una pena que lleguen a su hora intoxicados de real politik. 

iNFO|news

Volver a los noventa

El 2016 puede encontrarnos nuevamente inmersos en el festín que los representantes locales del capital financiero preparan para restaurar los preceptos neoliberales que el país vivió durante los años noventa. La reinserción en una lógica de política económica que los tiene como únicos beneficiarios en desmedro del grueso de la población que trabaja y produce. Allí la paradoja: el capitalismo financiero es excluyente y exclusivo, empuja a la desocupación y a la indignidad de no tener su propio sustento a amplios sectores que a su vez sirven para asustar y disciplinar a los que todavía mantienen su trabajo.

Por Horacio Rovelli*

A quince años entrados en el siglo XXI queda claro que en el sistema económico mundial imperan en el modo de acumulación del capital dos sistemas que se oponen entre sí. Por un lado el originario, que crea valor y genera trabajo en base a la producción de bienes y servicios. Por otra parte, una evolución negativa del anterior, en el que esa acumulación se representa a sí misma por medio de títulos y acciones, que a su vez generan su propio mercado con derivados a futuros

El capitalismo productivo obliga a invertir, a investigar, renovar y modernizar las máquinas y equipos, a realizar estudios de tiempo y movimiento, de empleo de los insumos, etc., que tornen más eficientes los factores para que se elaboren más bienes y servicios con menos costos, aumentado la productividad. Es lo que hicieron en su momento Inglaterra con la llamada primera revolución industrial, y los Estados Unidos con la segunda, y ahora realizan básicamente los países del este asiático en general y los enclaves productivos del mundo, empleando los conocimientos, la energía del carbón utilizada con vapor, luego la del petróleo, la eléctrica, más tarde la nuclear generando una gran producción como nunca antes tuvo la humanidad.

Ese capitalismo no es una joya, se basa en la explotación de la mano de obra y genera círculos de sobreproducción relativa fruto de que los trabajadores tienen una menor participación de lo que producen y no se reducen las horas de las jornadas laborales, esas crisis periódicas implican destrucción de riqueza y recesión, para luego recomenzar el ciclo. John Maynard Keynes y otros pensadores propusieron medidas para paliar las crisis en lo que se denomina la Economía del Bienestar (vacaciones, obra social, jubilaciones, sindicato para defender el salario y los tiempos y la intensidad del trabajo, etc.).

Keynes tenía en claro que se debía consolidar un sistema donde el consumo de la población fuera el centro de la demanda agregada, y que fuera la que “tirara” de la oferta, garantizando mercado para la venta de los productos y para la remuneración de los factores. Que esa remuneración es desigual y que se debe trabajar en mejorarla, el mismo Keynes lo tenía como el problema principal de la economía, pero a su vez estaba limitado por sus intereses de clases. Keynes era Lord y excesivamente rico y se consideraba miembro de la burguesía ilustrada, por ende no iba hacer nada que fuera en contra de su clase.

Pero esa limitación no le impedía ver que las actividades especulativas extraían cada vez más recursos de la producción para generar un ficción (burbuja financiera) que luego estallaba en el aire beneficiando a unos pocos en desmedro de los muchos que se habían subido a esa cadena artificial de reproducción del capital solamente por su representación (activos financieros) y generando diminuciones sistemáticas en la transformación del ahorro de la sociedad en inversión.

Lo que estamos diciendo es que la especulación no solo disminuye sistemáticamente la inversión, distorsiona los precios (por ejemplo los contratos a futuros de venta de granos, o de petróleo crudo, o de acero, etc.), sino que al generar ganancias financieras realizables en corto plazo (siempre menor que cualquier proceso productivo), esa realización (conversión en dinero) en cualquier mercado del mundo, facilita también la fuga de capitales, razón por la cual es doblemente perjudicial para los países no centrales, dado que convergen en monedas y títulos de los países desarrollados (lo que ellos llaman “fuga a la calidad”).

Esas características hacen que se concentre aún más el capital, de manera tal que lo financiero pasa a ser más importante que lo productivo. Nuestro país lo ha vivido varias veces, con las dictaduras militares, con el festival de bonos del Plan Austral, y la bicicleta financiera de la convertibilidad. Y todas esas historias terminan mal, dado que las altas tasas de interés resultado de las actividades rentísticas y especulativas erosionan el capital de los pequeños y medianos emprendimientos, que se ven obligados a vender sus activos a precio de remate a los grandes capitales nacionales y extranjeros, quienes a su vez ante un mercado más chico y con los serios problemas productivos y distributivos que ellos mismos generaron, reinvierten una parte, pero la mayor proporción la fugan al exterior.

Para ese capitalismo se preparan los grandes capitales nacionales y externos que operan en nuestra Argentina, dando por descontado que la nueva administración va a aceptar mansamente las leyes de juego del capitalismo financiero mundial. Eso explica la “euforia compradora” de títulos y acciones, y que el JP Morgan reduzca la tasa de riesgo país en los último cinco meses. Los llamados “mercados” se anticipan a lo que sus previsiones indican.

El preferido por el capital financiero es Mauricio Macri, quién cuando asumió la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el 10 de diciembre de 2007, recibió una deuda externa (en dólares) de U$s 196,2 millones y a marzo 2015 asciende a U$s 2.543,1 millones, incrementándola en un 1.196% en ese lapso. Esa deuda no se reflejó en mejoras en la educación, en la salud, en las obras básicas de infraestructura como vivienda, desagües y obras hidráulicas, transporte, etc., y se propone como adalid de esa política y de ese capitalismo financiero, es el que no tiene prejuicio en sostener que no podemos apartarnos del mundo y los capitales vendrán presurosos a la Argentina (que fue su fundamento para que pagáramos la deuda con los fondos buitres amparados por el fallo del juez Griesa, sin importarle lo que implicaba dicho pago no solo con la deuda que está en default, sino incluso con la deuda reestructurada, lo que hubiera sido una verdadera catástrofe).

No podemos tener tan poca memoria como para negar la herencia del menemismo, ni ser tan ingenuos como para creer que los capitales van a venir a la Argentina a producir cuando se les da pingües negocios financieros y especulativos. La audaz e inteligente política de los últimos 12 años permitió desendeudarnos y volver a poner de pie a la Nación con trabajo y producción, pero ese marco favorable es el que pretenden utilizar para volver a endeudar al país. Pretenden repetir el ciclo de endeudarnos para importar bienes y servicios que sustituyen nuestra esforzada producción local, con el pretexto de que no somos productivos y que esa ineficiencia la paga toda la sociedad. El circuito se cierra con déficit en la cuenta corriente e ingresos por deuda en la cuenta de capital, vuelta a pedir créditos externos y programas de ajuste del consumo popular para pagarlo.

Más allá de sus escasos conocimientos y de su irresponsabilidad manifiesta, que Macri haya sostenido que si gana la presidencia de la República el día 11 de diciembre 2015 levanta el mal llamado “cepo” cambiario, no es para que Doña Rosa (ese terrible personaje creado por el más nefasto Bernardo Neustadt) compre dólares sin impedimentos, sino que lo hacen para que las grandes corporaciones pasen sus ganancias en pesos a divisas y lo fuguen del país.

Se preparan para ese festín, para la lógica de una política económica que los tiene como únicos beneficiarios en desmedro del grueso de la población que trabaja y produce con el sudor de su frente. Allí está la paradoja: el capitalismo financiero es excluyente y exclusivo, empuja a la desocupación y a la indignidad de no tener su propio sustento a amplios sectores, que a su vez sirven para asustar y disciplinar a los que todavía mantienen su trabajo.

LA VUELTA A LOS 90:

El modelo kirchnerista permitió que la economía Argentina prosperara, generara fuentes de trabajo y se desendeudara, lo hizo en base a una creciente demanda agregada impulsada por el consumo interno al mejor estilo keynesiano. Pero como la inversión no creció en la forma esperada, la menor oferta de bienes y servicios resultantes ante la mayor demanda derivó en aumentos de precios en donde juega además la fuerte concentración económica y la conformación de mercados oligopólicos). Para evitar que a la inflación interna se le sumara la externa, sistemáticamente también se fue atrasando el tipo de cambio (que creció menos que los precios), con lo que aparece una vez más la restricción por falta de dólares.

Pese al atraso cambiario y gracias a la producción primaria, se continuó obteniendo superávit comercial de mercancías (aunque cada vez menores), que primero con Reservas Internacionales de libre disponibilidad del BCRA, y ahora sumado el acuerdo de swaps de China, permite acumular la masa crítica para pagar los servicios (capital e interés) de la deuda en sus vencimientos. A la obtención de dólares se le agrega la política de desendeudamiento (donde fueron centrales las reestructuraciones de deuda de los canjes de los años 2005 y 2010) y la coordinación de los entes de control en el seguimiento de las operaciones cambiarias (AFIP; BCRA, CNV; UIF; PROCELAC). Todo en conjunto logró frenar la presión cambiaria.

Se estabiliza y se reduce la brecha entre el valor oficial de $ 8,85 al 20 de marzo de 2015, y el paralelo o “blue” de $ 12,82 a esa fecha. Y el dólar a futuro de Wall Street como el del Rofex (Mercado de comercialización de granos de Rosario- Pcia de Santa Fe) a diciembre de 2015 se encuentra en torno a $ 10.-, lo que implica un ajuste promedio del tipo de cambio oficial del 1% mensual.

Pero en la cuestión cambiaría para el año 2016 el tipo de cambio futuro en pesos se acelera bruscamente, descontando que si el nuevo gobierno está encabezado por Macri u otro por el estilo, va a tratar de unificar los dos valores cambiarios, concediéndolo en forma mal intencionada identidad al “blue” como si fuera equivalente al precio oficial.

En este contexto, con estas perspectivas e intencionalidades, hoy el gobierno emplea los mecanismos financieros que le permiten asegurar las variables, pero que nada dicen sobre cómo sigue la economía Argentina después del 10 de diciembre de 2015, si se va a apuntalar el valor de nuestra moneda por la llegada de inversiones de capital físico con su doble efecto de ingreso de divisas y de incremento de la productividad promedio, o si se incurrirá una vez más en el trillado camino de otra devaluación del peso y con ellos del trabajo y de la producción nacional.

En efecto, si el gobierno que viene se subordina al capital financiero internacional como ha ocurrido tantas veces, los que compran títulos y valores del país saben que van a cobrar y por eso se convierte en un excelente negocio cuando nuestros bonos pagan tasas del 7 al 9% anual en dólares, y la tasa libor a un mes es del 0,17% anual, y a seis meses del 0,39% anual.

Pero ese beneficio al capital financiero lo pagan el pueblo y la producción argentina, porque esos intereses surgen del trabajo y de la producción nacional.

Paradójicamente, para preservar los dólares que se tienen, el gobierno pone trabas a las importaciones, pero permite el llamado dólar ahorro y los pagos con tarjeta de crédito en el exterior para contentar a los sectores medios, cuando significan una sangría importante en nuestras cuentas externas, en el año 2014 totalizaron casi U$s 4.000 millones, y se puede inferir que va a ser no menos de U$s 5.000 millones este año si no se revierte la situación y/o se adoptan medidas para frenarlo.

También se le da una ganancia segura a los bancos, que pagan tasas en torno al 20% anual para los depósitos que reciben, y pueden colocar esa plata en LEBAC (Letras de BCRA) a 89 días al 26,10% y a 116 días al 27,01% anual, todo para asegurar que no se pasen de pesos a dólares… ahora. Esto no implica que en algún momento lo hagan, aunque sea después del 10 de diciembre, como los buitres, el capital financiero espera pacientemente que la presa se muera.

Es tal la desproporción de las medidas que se adoptan para que las entidades financieras se queden en pesos que, siendo la Base Monetaria (la cantidad de billetes y monedas emitidos y puestos en circulación por el BCRA) de $ 452.219 millones al 13 de marzo 2015, las LEBAC (Letras del Banco Central) ascienden en esa fecha a $ 325.330 millones, el 72% de la Base Monetaria (Esto es el grueso del dinero que se crea se lo apropian las entidades financieras y son títulos de deuda del BCRA). En el sistema financiero argentino en marzo de 2015 los títulos del BCRA (LEBAC) representan el 57% del total de los préstamos que el conjunto de las entidades generan.

Observamos cómo se prioriza el capital financiero sobre el productivo, la política de contención del tipo de cambio por sobre su función de favorecer el intercambio comercial. El mismo Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carlos Casamiquela, denuncia por ejemplo que los productores de la pampa húmeda conservan unas 10 – diez- millones de toneladas de soja guardadas en silo bolsas sin vender, especulando con la devaluación de nuestra moneda, pero los trabajadores y productores de bienes de las economías regionales (del NOA y del NEA, de cuyo, de la Patagonia, del alto valle, de la Mesopotamia) tienen costos en pesos cada vez más altos y no se ajustan de igual manera sus precios externos.

En cambio, debe ponderarse la actitud, por fin, de que a partir del 1 de abril de 2015 se trate de separar a los grandes productores y comercializadores de los chacareros, con el fin de favorecer a 46 mil pequeños productores de granos de hasta 700 toneladas a través de la creación de un subsidio de 2.500 millones de pesos, fondo que a su vez surge de las propias retenciones al sector.

Los industriales que necesitan insumos del exterior, en un tejido industrial en el que con el liberalismo desaparecieron eslabones de la cadena productiva, deben solicitar su importación con un programa y en cuenta gotas.

Estamos enredados en un esquema en que se conceden ganancias fáciles a los rentistas y a la vez no se tiene la fuerza para implementar un plan para el presente y el futuro de los que trabajan y producen.

De allí la importancia del acuerdo estratégico con el UNASUR, con la CELAC, con China y con todo país con el que podamos acordar planes de beneficio mutuo. El problema vuelve a ser que no se tiene futuro si las elecciones la ganan quienes propician volver al pasado de la integración con los mercados (eufemismo para subordinarse al capital financiero y su lógica de exclusión y de beneficios para pocos), y a eso inducen los candidatos más pregonados por la gran prensa y el sistema, pero el gobierno tampoco acierta en que política propicia para continuar con lo realizado, no define un plan de gobierno, ni un candidato propio.

El gobierno ha ejercido con el ejemplo, como producir y generar fuentes de trabajo, ha logrado trazar rumbos claros como son los acuerdo internacionales y los planes de desarrollo nuclear, de obra pública, de plan alimentario, y hasta (aunque incumplido) un plan industrial, pero presionado por el capital financiero debe concederle espacios y renta al capital que ya toma estos meses como de transición y base de despegue para cuando las elecciones le den la administración del país para volver a los noventa, así como retornan las cigüeñas al campanario diría Antonio Machado, y nuestro pueblo y su conducción sin poder evitarlo.

Vaya la paradoja, el peronismo en 1955 fue derrocado, pero su modelo económico continuó hasta el 24 de marzo de 1976, cuando una dictadura asesina y lacaya del gran capital patrocinado por la CIA y las grandes corporaciones, decidió reemplazarlo por la lógica financiera, modelo que implosionó en las aciagas jornadas de diciembre de 2001. Hoy, después de tres gobiernos nacionales y populares, quiere retornar para pesar del pueblo argentino. Como afirmaba Mariano Moreno: “Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía”.

*Economista especializado en temas fiscales y monetarios. Profesor de Política Económica en la Universidad de Buenos Aires. Ex Director de Políticas Macroeconómicas del Ministerio de Economía

Fuente: 
Revista Digital La Tecl@ Eñe http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene

 
 
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El Gobierno rechazó las recetas de ajuste del FMI

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, puntualizó que la recomendación que el organismo multilateral le hizo a la Argentina de devaluar, reducir el gasto público y levantar los controles a las importaciones y a la compra de divisas son medidas que desde el Gobierno "no pensamos hacer de ninguna manera", aunque advirtió que algunos de "los que tienen vocación de gobernar, como es el caso de (Mauricio) Macri, cumplirán" con esos consejos.

"EL Fondo Monetario Internacional vuelve con sus recetas a pedir un profundo ajuste de la economía y devaluar, que es lo que nosotros no pensamos hacer de ninguna manera", aseguró el jefe de Gabinete durante su habitual contactocon la prensa al ingresar a la Casa de Gobierno.

En el mismo sentido, el funcionario dijo que no le llamaba la atención ese tipo de recomendaciones, ya que el organismo siempre "se ha comportado como toda su vida, con las políticas más ligadas al Consenso de Washington" que están diseñadas desde el neoliberalismo.

Además, vinculó esos reclamos con el precandidato presidencial del PRO, Mauricio Macri: "¿Ustedes se lo imaginan a Macri, representante de la derecha argentina, alguien que se animó a decir que había que escucharlo a (el juez neoyorquino Thomas) Griessa y pagarle el dinero que le quieren robar a los argentinos lisa y llanamente, diciéndole que 'no' al Fondo Monetario, que pretende que se hagan ajustes de toda naturaleza, fundamentalmente de los salarios?

Y agregó: "Porque el propio Macri lo ha dicho tantas veces como se lo han preguntado y, además, hacer una devaluación como la que están ellos insinuando desde un primer momento para poder teóricamente recuperar la situación financiera".

Al respecto, Fernández dijo no tener dudas de "que los que tienen vocación de llegar al poder en la Argentina, puntualmente en el caso de Macri, tienen esa vocación" de ajustar. "Ya lo ha dicho el propio Macri" cuando habló de"sacar la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y se lo ha dicho a algunos sindicatos y se ve que a algunos sindicalistas les ha encantado porque dijeron que las de Macri fueron respuestas muy peronistas".

Finalmente, dijo que "lo que yo creo es que las de Mauricio Macri son respuestas irresponsables, decir que va a sacar la cuarta categoría es decir que va a sacar 40 mil millones de pesos de la recaudación. Ya había hablado de lo mismo con los derechos de las exportaciones, que significan 80 mil millones de pesos de recaudación. Y yo le pregunto, ¿con qué va a sostener la economía y cómo va a reemplazar esas recaudaciones?


ANIBAL SE ANOTA EN LA CARRERA BONAERENSE

Siempre he querido ser gobernador de la Provincia

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que analiza postularse como precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, aunque admitió que aún restan algunos días de "conversaciones con distintos sectores del Frente para la Victoria (FPV) bonaerense" para la decisión final. "No lo he decidido y por eso no lo estoy anunciando", explicó.

"Yo no descarto nada en este momento de mi vida porque yo no he puesto límites en mi vida política. No he puesto límites ni intenciones como si fuesen problemas laborables. Yo no tengo problemas laborales, gracias a Dios ejerzo mi profesión, y lo hice cuando fui senador los tres años y me fue y me va muy bien porque yo no tengo un problema laboral", manifestó el funcionario esta mañana antes de ingresar a la Casa de Gobierno.

Ante la insistencia periodística sobre su postulación a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, el ministro exclamó: "Pero, ¿quién más interesado que yo de poder contárselo a ustedes, que son los que transmiten a la sociedad lo que está sucediendo en líneas generales, porque son ustedes los que están en contacto permanente con las noticias?".

"Siempre he querido ser gobernador de la provincia de Buenos Aires; déjenme cumplir con los pasos correspondientes, déjenme cumplir con todos los estudios y en algún momento poder juntarme con ustedes y darles la noticia de la decisión tomada", explicó a los periodistas.

Preguntado sobre de qué depende la decisión, respondió: "No hay apuros, estoy pendiente de algunas cosas máspersonales y de soluciones de temas que tengo en la cabeza y estamos trabajando en ese marco. Espero poder tener la semana que viene una posición asumida positiva. Pero, repito, no lo he decidido y por eso no lo estoy anunciando con ustedes".

Ante una consulta referida a los otros precandidatos del FPV para la provincia de Buenos Aires, el jefe de Gabinete destacó: "yo tengo un gran cariño y respeto por Sergio (Berni) como lo tengo por Diego Bossio, como lo tengo por Julián Domínguez y tengo ese respeto desde siempre".

"Y les tengo respeto porque desde un primer momento hablé con ellos y se pusieron a mi disposición; respeto y aprecio, como el que tengo por el compañero Patricio Mussi, lo mismo me pasa con (el vicegobernador bonaerense) Gabriel Mariotto. Todos son amigos míos y no puedo no estar en contacto con ellos permanentemente y colaborar mutuamente si esto es así", remarcó Fernández.

EL FMI RECOMENDO QUE ARGENTINA REDUJERA SU NIVEL DE GASTO PUBLICO
La misma cantinela de siempre
Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.

El organismo multilateral también recomendó devaluar y levantar los controles a las importaciones y a la compra de dólares. Pese a los cuestionamientos, reconoció que la inflación bajó y la confianza de los inversores mejoró.

El FMI recomendó que Argentina reduzca el nivel de gasto público, devalúe su moneda y levante los controles a las importaciones y a la compra de moneda extranjera. A pesar de que su programa se opone al del Gobierno, admite que la situación económica no fue tan mala como esperaba, reconoce la baja de la inflación y de la brecha cambiaria y el mayor nivel de confianza de los inversores a pesar del conflicto con los fondos buitre. Así se resume el panorama que el organismo expuso en su último informe de perspectivas económicas para el continente americano.

El Fondo admite que el crecimiento mundial “continuó siendo modesto y desigual el año pasado y se proyecta que aumente de manera gradual en 2015”. Advierte que las perspectivas para los países desarrollados mejoraron un poco, al revés que las condiciones para los emergentes, en particular para los exportadores de petróleo y China. Para América latina y el Caribe espera que el crecimiento baje por quinto año consecutivo, en el orden del 1 por ciento. “El debilitamiento se concentra en los exportadores de materias primas de América del Sur”, destaca, y estima que Argentina, Brasil y Venezuela se contraigan y que Chile y Perú mejoren.

En ese contexto, el organismo recomienda en general “garantizar la solidez fiscal”, que implica recortar el gasto, y sugiere que “la flexibilidad cambiaria puede jugar un rol fundamental para facilitar el ajuste a condiciones externas más difíciles”, o sea, devaluar las monedas.

A la hora del recetario para cada paciente, el Fondo dice que Argentina necesitará de una combinación de políticas similar a la dedicada a Venezuela, aunque la terapia no necesitaría ser tan agresiva. El organismo no ahorra en calificativos. Muestra su usual desencanto por las políticas de expansión fiscal del Gobierno, aunque admite que el estallido cambiario y en los precios no se concretó. Advierte una mejora en las condiciones financieras aunque sentencia que el país está afuera de la colocación de bonos, algo que la semana pasada quedó refutado con el Bonar 24.

“Los desequilibrios macroeconómicos de Argentina también siguen siendo importantes, tras un período prolongado de expansión fiscal basada cada vez más en el financiamiento del Banco Central”, arranca el Fondo. La obsesión del organismo, quedó demostrada en Europa, es la austeridad fiscal en todo tiempo y lugar: es buena para una economía sobreendeudada, con 50 por ciento de desempleo juvenil y en recesión, de la misma manera que para otro país desendeudado, con inflación y sin capacidad ociosa.

Otro fetiche para el Fondo es la desregulación. Por eso hace hincapié en que “las restricciones invasivas sobre el comercio y los mercados cambiarios han creado una brecha importante sobre el tipo de cambio oficial y el informal del peso”. En el tema comercial, es la misma postura de Estados Unidos, Europa y Japón en su demanda en la OMC, en la que acusan a la Argentina de hacer política industrial mediante el control a las importaciones. En el mercado cambiario, el informe admite que “la brecha se ha estabilizado en 40-50 por ciento desde fines de 2014”.

El documento advierte que la Ley de Hidrocarburos, sancionada en octubre, “mejoró el clima de inversión para las empresas petroleras internacionales, aumentando las chances de explotación del gran potencial de Argentina en el sector de energía”. Sin embargo, sostiene que la economía este año se va a contraer 0,3 por ciento a raíz de la caída del precio de la soja, la debilidad de Brasil y la apreciación del peso.

El Fondo admite que “la inflación retornó a niveles de dos dígitos algo menores” y que “la confianza de los inversores financieros en Argentina también se ha recuperado parcialmente, a pesar de que la confrontación en curso con los que se quedaron fuera del canje (holdouts) impide que el país acceda a los mercados mundiales de bonos”. “El optimismo relativo de los inversores estaría relacionado con el nivel moderado de endeudamiento externo de Argentina y con la expectativa de que algunas de las políticas económicas más distorsivas podrían relajarse tras las elecciones de octubre”, sigue el informe. Es decir, para el Fondo los pesares se explican por la actual política económica y las buenas noticias porque esa política estaría terminando, aunque nunca se caracterizó por la rigurosidad técnica.

30/04/15 Página|12

Ahora la familia de Nisman pide el pago de “vacaciones adeudadas” Por Néstor Espósito

El fiscal Alberto Nisman tenía, al momento de su muerte, unos 235 días de vacaciones no gozadas, acumuladas a lo largo de diez años. De acuerdo con los registros, prácticamente nunca había hecho uso de sus licencias anuales. Periódicamente le pedía a la Procuración General de la Nación que le acumulara esos días para no perderlos, haciendo una suerte de excepción a la reglamentación vigente, reveló Tiempo Argentino.

Nisman argumentaba que la complejidad de la investigación por el atentado contra la AMIA le impedía tomarse vacaciones. Sin embargo, en el marco de la investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein por la muerte del ex titular de la UFI Amia, aparecen varios tours al exterior que difícilmente puedan justificarse como "viajes de trabajo": México, Jamaica, Chile y, el último, el recorrido por Europa para celebrar los15 años de su hija mayor. Ese es el viaje que interrumpió, en un contexto de durísimo cruce con su ex mujer, Sandra Arroyo Salgado, para regresar a Buenos Aires y presentar la denuncia contra el gobierno por el supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por la voladura de la mutual judía.

Estaba de vacaciones. Arroyo Salgado recordó una conversación telefónica que se produjo "entre el 2 y el 9 de enero", cuando Nisman ya estaba en Europa con su hija pero ella aún no había viajado. Lo notó "un poco preocupado con relación a su situación laboral". La jueza federal de San Isidro declaró en el expediente: "Me dijo que él no sabía qué hacía ahí, en el viaje, que todos se habían quedado en la feria, que eran tiempos difíciles, a lo que le dije 'Alberto, disfrutá del viaje con tu hija'."

Nisman cobraba en bolsillo un salario de unos 92 mil pesos mensuales. Un rápido cálculo matemático arroja que la Procuración General de la Nación le adeudaba más de un millón de pesos por vacaciones supuestamente no gozadas. Muerto el fiscal, sus deudos formularon un reclamo formal por el pago de esas licencias vacacionales. También pidieron la liquidación final por el abrupto fin de la relación laboral causado por el deceso. La Procuración debería pagar ese monto porque ciertamente, durante toda la gestión de Nisman al frente de la UFI Amia, no auditó ni esa situación vinculada con las vacaciones, ni ninguna otra.

Previo a cada viaje al exterior, Nisman obtenía (porque alguien lo confeccionaba) una suerte de guía turística con lugares a visitar, comidas y bebidas típicas, costumbres y otras cuestiones vinculadas con el esparcimiento. La modelo publicitaria Florencia Cocucci reconoció que estuvo con Nisman en Cancún, pero dijo que se encontraron allá. No fue ese el único viaje del fiscal a México. También hay registros de alojamiento en un lujoso penthouse de Puerto Vallarta.

Para un viaje a Chile, pidió a la Procuración que se le habilitara un teléfono Nextel con conexión internacional porque debía mantenerse en comunicación permanente con la UFI Amia para no desatender la investigación. Ese viaje es el que compartió con el empleado informático Diego Lagomarsino. El propio Lagomarsino declaró que el objetivo de Nisman en ese viaje fue comprar un traje.

Interpol busca a Stiuso

La Policía Federal informó a Interpol Buenos Aires la orden judicial para que el ex jefe de Operaciones de la SIDE, Antonio 'Jaime' Stiuso, vaya a declarar. La medida es el paso previo a que Interpol Buenos Aires ordene la captura internacional del ex agente de inteligencia.

La Unidad Fiscal AMIA había emitido una orden para que la Policía Federal localice al ex jefe de Operaciones de la SIDE y lo lleve a declarar por medio de la fuerza pública.

La orden fue redactada luego de que el ex espía no se presentara a declarar ante las nuevas autoridades de la fiscalía. La unidad pretendía interrogarlo sobre su participación en la investigación del atentado a la AMIA.

"Encomiéndese a la Policía Federal Argentina la averiguación de su actual paradero y, una vez habido, su traslado por intermedio de la fuerza pública a la sede de esta Unidad Fiscal", dice la orden.

Los nuevos fiscales de la UFI-AMIA citaron a Stiuso para que brindara explicaciones sobre su colaboración con Nisman en el marco de la investigación del atentado contra la mutual israelita. 

iNFO|news




Hebe: “Todo esto nació aquel día en el que Azucena Villaflor dijo basta” Por Laureano Barrera Fotos Mariano Armagno

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo recordó así el nacimiento de la primera ronda de las Madres alrededor de la Pirámide de Mayo, de la que ayer se cumplieron 38 años. Ese jueves 30 de abril de 1977 marcharon desafiando a los miembros de la Junta Militar que las miraban desde los ventanales de la Casa Rosada.

Parada con el micrófono en la mano, una pollera gris y un saquito de lana roja, Hebe de Bonafini tuvo una epifanía. “Hoy me di cuenta del peso simbólico, emocional, político que tiene esta plaza para el resto de la gente”, dijo la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo frente a un centenar de militantes, periodistas y curiosos. Hubo aplausos. Como los hubo más temprano, durante la radio abierta y la reflexión pública de los columnistas del programa televisivo 678, como los hubo más tarde cuando cerraron la jornada los cantautores Víctor Heredia e Ignacio Copani. Pero el aplauso más enérgico de la jornada en que se cumplieron 38 años de marchar cada jueves alrededor de la Pirámide de Mayo, fue cuando Bonafini volvió a relatar, como lo había hecho por primera vez en una conferencia del 6 de julio de 1988, que las Madres no nacieron en la Plaza de Mayo sino antes: en la humillación sufrida en una iglesia por el secretario del vicario castrense.

“La creación y el nacimiento de todo esto, en realidad, fue el día en que Azucena (Villaflor de Valicenti) dijo basta, no vengamos nunca más a esta iglesia, vayamos a la plaza”, evocó Hebe. Antes de empezar a circular, un grupo de Madres iba periódicamente a la Iglesia Stella Maris de Retiro, donde monseñor Emilio Grasselli les pedía datos personales para ver “qué podía hacer”. Grasselli copiaba esa información en un fichero al que tenían acceso los militares que fue recuperado por la justicia muchos años después (la causa judicial en la que se investiga su complicidad está en el Juzgado 10 a cargo de Julián Ercolini). “Ese día nos habían hecho sacar loszapatos para revisarlos, era tal el maltrato que Azucena explotó y dijo basta. No sabemos qué día era, pero decimos con las otras Madres que ese día nacimos. Después nos convocamos a la plaza para el 30 de abril”, terminó Hebe.



Ese jueves 30 de abril de 1977 marcharon por primera vez, desafiando a los miembros de la Junta Militar que las miraban desde los ventanales de la Casa Rosada, mientras torturaban a sus hijos y a otros miles en un centenar de centros clandestinos de detención. Esa grupo lo integraban Azucena Villaflor de Vincenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard y Cándida Gard, Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin, una mujer de apellido De Caimi y una joven que no dio su nombre.

Ayer a las 15.30, con el cielo limpio de nubes, las Madres empezaron a caminar como aquella primera vez. Llevaban sus pañuelos blancos y sostenían una bandera azul: “Los revolucionarios en el corazón del pueblo”. Casi como una repetición inevitable de aquella caminata, 38 años atrás, eran catorce mujeres otra vez: Mercedes de Meroño, Celia de Prósperi, Juana de Párgament, Evel de Petrini, Visitación de Loyola, Josefa de Fiore, Rosa de Camarotti, Sara Mrad, Ángela de Tasca, Herminia de Berdini, María de Domínguez, Claudia de San Martín, Agustina de Vera y Elsa de Manzotti.



Fue una tarde de sensaciones encontradas. Un sentimiento agridulce campeaba entre las Madres. “Estoy muy feliz de ver cómo nos han recibido, de haber podido participar de esto todos estos días. Aunque también es un día de tristeza porque ellos no están”, dijo Agustina Elcira Corvalán de Vera, mendocina y madre de Rodolfo, desaparecido desde el 6 de diciembre de 1977. Elsa, pequeña, apoyada sobre un bastón, no quiso dar su apellido: la lucha de las Madres es colectiva; son sobrevivientes de la misma catástrofe. “Estoy muy contenta y emocionada, que hayan venido las madres del interior, y estemos todas juntas para celebrar lo que hicimos y sabiendo que hay que seguir, por nuestros hijos que no están”, dijo. Su hijo Daniel vivía en lo de sus suegros y fue secuestrado con su pareja el 24 de agosto de 1977.


Después de las dos vueltas a la Pirámide de Mayo, a paso lento, Hebe volvió a tomar el micrófono. “Estamos a emoción limpia hace algunas semanas, disfrutando de este momento que nos toca vivir a las Madres”, dijo. Y después habló de lo más preciado, la memoria de sus hijos: “A veces ustedes, que nos quieren tanto y nos llenan de abrazos, no saben que nosotros necesitamos un momento de silencio cuando llegamos a esta plaza, porque acá realmente yo encuentro a mis hijos”, agregó. Y antes del cierre, se metió de lleno en la interna electoral. “Estoy seguro que en octubre el proyecto nacional y popular va a volver a arrasar. Porque tenemos jóvenes muy preparados políticamente, que es lo que la derecha no tiene”.

“La sociedad nos comprendió”

Cerca de las cuatro de la tarde las Madres comenzaron a acercarse a la Traffic con el logo de la Asociación en la que habían llegado. Juana de Párgament era una de ellas. Avanzó a paso muy lento, con 101 años, apoyada sobre una mujer de 40, y habla sobre la felicidad. “Estoy feliz. La gente por fin comprendió tantos años de lucha de las Madres, aunque no termina, sigue, porque todavía no hay justicia para todos y nuestros hijos no vuelven”, alcanzó a decirle a Infojus Noticias antes de subir a la camioneta.


La comprobación había sido un rato antes, durante las dos vueltas a la Pirámide de Mayo. Atrás de la primera línea, una pequeña multitud de cien personas las había acompañado gritando que “la plaza es de las Madres de los 30.000” y pidiéndole a todos que estén alerta porque “están vivos todos los ideales de los desaparecidos”.

Dos de ellos eran Juan Carlos Fassari y Beto Martínez, viejos militantes que se conocieron hoy “por un amigo en común, Mario Loyola, que es Padre de la Plaza”, según contaron a dúo. “Yo vengo a esta plaza cada vez que puedo. Estuve acá para defender a Perón en el golpe del ’55”, dice Fassari. Es un hombre calvo y de lentes, militante “de izquierda”, fue activista durante diecisiete años en el sindicato de los metalúrgicos, y se define a sí mismo como “marxista, leninista y kirchnerista”. “Adhiero a las bases de este proyecto nacional y popular, que son los obreros”, intenta explicarse.

Martínez tiene una barba entrecana, rulos que han sido frondosos, y se asemeja más a esos viejos militantes del Partido Comunista. Es actor “de toda la vida” y ha encarnado en la obra “Mater”, de Vicente Zito Lema, a Jorge Rafael Videla. “Fue una experiencia espectacular. Los buenos pasan, pero los hijos de puta quedan en la memoria de la gente”, dice. Ha ido siempre a la plaza, con intermitencias, y observa: “Yo, por deformación profesional, miro las cosas desde otro lado. Todo esto, vos, yo, somos también una puesta en escena”.



Línea Fundadora

A cincuenta metros de la pirámide, las Madres Línea Fundadora también hicieron su homenaje. Sobre el monumento a Belgrano, pegaron fotos de los años de búsqueda, de sus hijos, de los caballos con los que embistió la policía cuando los años eran grises. Un hombre y una mujer oficiaban de locutores. Nueve madres, en dos filas de sillas, y unas sesenta personas oían las adhesiones que llegaban: de la Comisión por la Memoria (zona Norte), de la Comisión de Derechos Humanos de Carta Abierta, de Abuelas de Plaza de Mayo.

En una de las adhesiones, leída ahí mismo, se aseguraba que las Madres “ven la sonrisa de sus hijos con cada obra buena del Estado” y “las lágrimas y la bronca con cada decepción”. Charo Moreno Carrese, una presa política que permaneció en la cárcel de Ezeiza hasta 1984, leyó cartas carcelarias como homenaje.

Al final, llegó la adhesión de Tati Almeyda, una de las referentes, que estuvo los últimos días internada. “Espero poder volver a estar físicamente con ustedes muy pronto, para seguir levantando las banderas de nuestros hijos”, leyó el locutor. Después hubo un grito unánime que ya es casi un himno: “30.000 compañeros detenidos-desaparecidos: ¡presente!”.

LB/RA

Infojus Noticias



 
 
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“El sistema financiero se convirtió en un parásito”

En la asamblea de Naciones Unidas que discute la iniciativa impulsada por el G77 + China a favor de dar forma un mecanismo a nivel global que impida el accionar de fondos especulativos, el ministro abrió su exposición reiterando la "forma inédita" en la que los fondos buitre "intentaron poner en jaque a la Argentina", luego de acordar una de las mayores reestructuraciones de deuda.

"La Argentina está aquí no porque la ONU le vaya a brindar una solución inmediata sino porque le da legítima importancia al caso argentino como ejemplo de cómo pueden perjudicar estos fondo a una economía en desarrollo", señaló Kicillof.

En ese sentido, el funcionario consideró importante que el ejemplo argentino sirva "de base para una estructura financiera más sólida y equitativa a futuro". "Si hay un sistema financiero es porque los países en desarrollo necesitan el dinero para financiar su crecimiento, pero siempre que funcione como una palanca de desarrollo, porque si termina siendo un sistema de extracción de recursos, se convierte en un parásito del crecimiento económico mundial".

Por otra parte, Kicillof advirtió el peligro que la inminente suba de las tasas de interés en los países centrales "transforme en impagables los servicio de deuda en las economías emergentes".

Luego, en una conferencia de prensa, el ministro de Economía reiteró la importancia de llevar adelante en el seno de la ONU la discusión de un esquema que regule los procesos de reestructuración de deuda soberana debido a que este tema "hace al ordenamiento financiero internacional y no es sólo un problema de Argentina y de los países en vía de vías de desarrollo".

Allí también rechazó que el gobierno nacional busque trasladar la resolución del conflicto con los fondos buitre a la administración que surja en las próximas elecciones. Kicillof negó que las negociaciones estén paradas sino que afirmó que “lo que está estancado es que los buitres siguen siendo buitres”.

“No está confirmado que el conflicto esté estancado. Lo que está estancado es la decisión de Paul Singer y del juez (Thomas) Griesa de que la única solución es que nosotros paguemos los 1600 millones de dólares, lo que representa una ganancia extraordinaria” para los fondos buitre, dijo el ministro.


El FMI recomienda devaluación y ajuste

El Fondo Monetario Internacional estimó que la Argentina debe aplicar un programa de reducción fiscal y una devaluación de la moneda para retomar la senda del crecimiento económico. Según sus cálculos, este año el Producto Interno Bruto caerá 0,3 por ciento y el Balance de Pagos arrojará un déficit de 1,7 puntos sobre el producto.

"Argentina necesitará una combinación de políticas macroeconómicas más restrictivas, un tipo de cambio más débil y un menor nivel de distorsiones microeconómicas para sentar las bases de un retorno a la estabilidad y al crecimiento", dijo el FMI en su informe Perspectivas Económicas del Hemisferio Occidental.

El documento fue dado a conocer hoy en Santiago de Chile por el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, y el Jefe de Misión del FMI para Chile, Roberto Cardarelli.

El Fondo sostiene que Argentina “mantiene desajustes económicos significativos, siguiendo un extendido período de expansión fiscal que ha recaído crecientemente en el financiamiento del Banco Central". En este marco, destacó que las restricciones sobre el comercio y el mercado de cambios también “han creado una significativa brecha entre el dólar oficial y el informal”.

El organismo advirtió también sobre el difícil frente externo, con una caída en las cotizaciones internacionales de la soja, la débil actividad económica en Brasil y la devaluación del Real.