lunes, 30 de junio de 2014

No aprenden la lección Por Ricardo Ragendorfer

Del caso Farrell a Eduardo Duhalde, Campagnoli, los represores Cirino y Espina, y el macrista Arcidiácono.

Durante la tarde del 25 de junio, el salón San Martín de la Legislatura porteña ofrecía un paisaje algo surrealista. A través de las paredes se filtraba con suma nitidez el relato televisivo del partido entre Argentina y Nigeria, sin perturbar la audiencia pública que trataba el pliego del doctor Martín Farrell para ser juez del fuero Contencioso Administrativo.

"Señores, vengo a poner la cara", soltó el postulante. Y sin faltar a la verdad: su expresión facial lucía imperturbable.
Era nada menos que el ex director de Habilitaciones y Permisos de la gestión macrista cuando el derrumbe del boliche Beara provocó las muertes de Leticia Provedo y Ariana Lizarraga. A raíz de ello, Farrell fue denunciado penalmente por coimas para permitir el funcionamiento de dicho local. Ahora, ese mismo sujeto pretendía convertirse en magistrado. Otro en su lugar hubiera abrazado una ambición más discreta.

No obstante, su caso bien puede ser enmarcado en una especie de tradición cultivada por ciertas figuras impresentables del quehacer nacional, obstinadas por mantener un alto perfil en los momentos menos oportunos.

Sin ir más lejos –mientras transcurría la bochornosa presencia de Farrell en la Legislatura–, el ex presidente interino Eduardo Duhalde criticaba en Madrid que la justicia argentina juzgue los crímenes perpetrados por la dictadura de Francisco Franco. "Los delitos de lesa humanidad del franquismo no son ni siquiera un problema de España sino sólo de un sector de España", fueron sus exactas palabras. Lo notable es que semejante opinión haya coincidido con el decimosegundo aniversario de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, durante la represión en el Puente Pueyrredón, cuya responsabilidad política se le atribuye precisamente a él. Otro, en su lugar, se hubiera callado la boca.

No le va a la zaga el fiscal José María Campagnoli, hoy suspendido y bajo un jury de enjuiciamiento por "mal desempeño" y "abuso de poder" por su intervención en una causa que investiga al empresario Lázaro Báez. Aquel hombre, que solía allanar barrios pobres al grito de "¡Los voy a matar a todos, negros de mierda!", acumula un record absoluto de denuncias en su contra a raíz de las irregularidades procesales que supo cometer. Gran parte de los cuestionamientos fueron motorizados por secretarios letrados y empleados judiciales que trabajaron con él, quienes lo tildan de "maltratador, misógino y homofóbico", entre otras inconductas. En tal marco, no es un hecho menor su afición por la imagen. Al respecto, no sólo hay pruebas de que filmaba de modo clandestino al personal a sus órdenes sino que, además, le fue hallado un álbum fotográfico –con más de 1500 imágenes de personas, en su mayoría, vecinos del Barrio Mitre– para efectuar "reconocimientos" alejados de toda legalidad. Lo cierto es que él también fue víctima de su propia cámara: en estos días, cuando su suerte se juega en el Consejo de la Magistratura, provoca furor en las redes sociales un video en el que Campagnoli, parodiando una transmisión por cadena nacional, proclama: "Las decisiones hay que tomarlas con mano dura. No en vano a mi me dicen la Margaret Thatcher de Saavedra." A continuación, se escuchan risas y aplausos de sus adláteres. Una hermosura de persona. Otro, en su lugar, hubiera desistido de esa manifestación tan amena de protagonismo.

Borges acuñó un lema para este tipo de personas: "Figuración o muerte." Un desborde de la vanidad muy proclive –por ejemplo– en algunos represores. Tal fue el caso de Julio Cirino, un antiguo jerarca del Batallón 601. En su caso, el regreso de la democracia no lo privó de tener un peligroso nivel de exposición, ya reciclado en analista internacional. Las conferencias, las clases magistrales y las apariciones televisivas fueron el combustible de su agenda cotidiana. Esa pulsión por el prestigio público incidió en su desgracia. Ahora está condenado por delitos de lesa humanidad.

El caso del también ex agente del Batallón 601, Héctor Mario Espina, no es muy diferente. ¿Cómo se le ocurrió sepultar ese tramo de su historia con una promisoria carrera política, que lo llevó a ser jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura de la Nación? Su etapa represiva ahora está en boca de todos. Tal vez Espina haya aprendido demasiado tarde que el pasado siempre vuelve.

Eso bien lo sabe Ignacio Arcidiácono, un dirigente macrista del partido de San Martín. Su derrumbe es un hito en la materia, y merece ser refrescado.

El tipo insistía en fotografiarse con figuras políticas, imprimía afiches con su nombre y soñaba gobernar un distrito habitado por 430 mil personas. Ya en 2003 había integrado la lista de candidatos a diputados porteños encabezada por Gabriela Michetti. En esa ocasión la suerte le fue esquiva. Pero en 2007 se postuló para intendente de San Martín. Y, desde luego, enarbolando el tema de la seguridad como eje de campaña. Al respecto, se exhibía extremadamente crítico con las purgas policiales efectuadas por el entonces ministro León Arslanián. Y repetía una y otra vez: "Si a la Institución no se la quiere y se la apalea, se la pone en contra de la gente; entonces es imposible conducirla." No menor era su aversión hacia la política de derechos humanos de Kirchner; tanto es así que sus argumentos no tenían desperdicio: "Volvimos a la década del ’70. Y estamos juzgando a quienes, con algunos errores, combatieron a la subversión. Si se abrió la caja de Pandora, tendría que ser para los dos lados. Lo ideal sería una pacificación, un pacto. Porque si seguimos adelante con las Madres de Plaza de Mayo, esto no va a terminar nunca." Ese concepto fue expresado por Arcidiácono en un acto partidario que compartió con Francisco de Narváez y Jorge Macri. En esa oportunidad, un movilero le soltó la siguiente pregunta:

–¿Usted participó en la represión ilegal?
Por toda respuesta, el candidato farfulló:

–No, lamentablemente…
Entonces se puso lívido, mientras imploraba que apagaran la cámara. Aducía sentirse mal. Tuvo que ser retirado.

En ese mismo instante trascendía que, ya en los meses previos al golpe de 1976, Arcidiácono había sido nada menos que director de Inteligencia de la delegación cordobesa de la Policía Federal. Y que habría pertenecido a la Triple A. Si bien nunca fue investigado por los presuntos delitos que habría cometido, su carrera política tuvo su "punto final".

El pobre Farrell debería haber aprendido la lección.

Infonews
 

El equipo mundialista de la Deuda Externa Argentina Por Aritz Recalde

Contribuyendo al clima mundialista actual, presentamos al lector la “selección nacional de la deuda externa”. El plantel de selección reúne los once nombres más destacados por su juego. En todos los casos, los jugadores han cosechado grandes logros deudisticos al servicio del extranjero.

La selección nacional deudistica

En el arco ataja Bernardino Rivadavia, quién “adelantándose a su tiempo”, inició en el remoto año 1824 la deuda externa argentina con los británicos de la banca Baring Brothers. Su intervención de usurero de guante blanco, marcó una forma de sentir y de palpitar el endeudamiento del país al servicio de la oligarquía y del extranjero. En honor a su patriótica labor extranjerizante, la Argentina lo recuerda con una importante avenida porteña y con una marca de repuestos escolares.

Ocupando el lugar de zaguero central juega el militar golpista de 1955 Eugenio Aramburu, quien nos introdujo a la liga mundial de la deuda al someternos al Fondo Monetario Internacional.

Como marcador central ingresa Adalbert Krieger Vasena, talentoso cipayo que juega en la selección desde 1955 y que fue Ministro de Economía de Onganía a partir del año 1966. Adalbert puso la cartera económica del Estado al servicio de las multinacionales originarias de los EUA.

Como marcador de punta, poniendo toda su voluntad y dedicación deudistica entra el ingeniero Álvaro Alsogaray, ideólogo del juego liberal y seguidor confeso de las dictaduras.

Vasena, conjuntamente a Julio Alsogaray, hicieron escuela y formaron un verdadero semillero de jugadores para la selección nacional de la deuda externa.

El marcador de punta de la selección de la deuda externa es Daniel Marx, que jugó de Director del Banco central en 1987 y que dio una mano importante en la aplicación del Plan Brady. Fruto de su experiencia en las ligas mundiales de la entrega, Marx formó parte de las negociaciones de la deuda con Alfonsin, Menem, Cavallo y De La Rua.

En el medio de la cancha derrama toda su magia José Luis Machinea, que trabajó de gerente de finanzas del Banco Central durante la dictadura de 1976. Aplicó toda su experiencia acumulada al servicio de la deuda, cuando jugó de presidente del Banco Central (1986-1989).

Con su inmensa habilidad “estatizó” la Deuda Privada y siendo Ministro del presidente De La Rua, gestionó el oneroso “Blindaje”. Un jugador completo, de toda la cancha.

El “diez” de equipo es Domingo Felipe Cavallo quien se destaca por poseer un maravilloso talento natural para mentir en televisión y es poseedor de un espíritu de ofensiva que le permite pasar permanentemente al ataque, sin tener vergüenza alguna de sus actos. Con su juego vistoso que supo gambetear todas las causas judiciales, las regulaciones legales y las denuncias, en su cargo de presidente del Banco Central (1982) estatizó la deuda privada.

Siendo ministro de Carlos Menen organizó los Bonos Brady reconociendo deuda y con De La Rua negoció el “megacanje” que le costó al país la friolera cifra de los 55 mil millones de dólares. Todo los partidos Cavallo los jugó muy suelto, un diez a pura “entrega del país!!!”.

Para poder jugar sin ataduras, el Congreso Nacional le aprobó la ley 24.156/92 otorgando al Ministerio de Economía facultades especiales para negociar la deuda sin la intervención de la legislatura. Cavallo es el verdadero “Messi” de la deuda externa de la Argentina.

Completan el equipo como volante ofensivo Claudio Loser, formado en la Universidad de Chicago y jugador de las ligas extranjeras del FMI.

El volante defensivo es Manuel Solanet, un ambidiestro que se desempeño como funcionario de Martínez de Hoz y del radical Ricardo “buldog” López Murphy.

Arriba juegan dos destacados goleadores. Por un lado, el ligero Roberto Aleman deslumbró al auditorio cargando al país de deuda externa desde su condición de Ministro de Economía en 1982. Con el juego liberal de Alsogaray y la filosofía dictatorial de Aramburu, hizo alarde de la traición al país en plena Guerra de Malvinas.

El experimentado Martínez de Hoz es la esperanza del acreedor extranjero, ya que en todos los mundiales que jugó no defraudó nunca a las potencias occidentales y a la oligarquía.

En el banco de suplentes pidiendo cancha, la joven Laura Alonso hace sus primeros pasos en el mundo de la deuda al servicio del extranjero. A ésta joven jugadora la representa Paul Singer quién está negociando su ingreso pleno a la cancha luego de las elecciones de 2015. En el banco está el rustico Mauricio Macri que pese a no tener prácticamente ninguna condición para el juego, persevera y camina los gabinetes del extranjero buscando un sponsor para iniciar el camino de la “gloria deudistica”. Completan los suplentes, el veterano y experimentado Ricardo López Murphy que se desempeñó de Ministro de Economía de De La Rua y que fue un prócer de la salida de dinero argentino al extranjero. El “buldog” sigue siendo una carta importantísima de la selección y su entrada puede darle cuantiosas sumas de dinero a las potencia occidentales.

El equipo técnico es internacional y colegiado y lo componen el FMI, el Banco Mundial y el Club de Paris. Como ayudante de campo se incluyó a David Mulford.

Principales copas obtenidas por el seleccionado de la deuda externa

El primer gran logro de nuestra selección nacional fue la “Copa libertadora de 1955”. Premios: en el año 1955 la deuda externa era de 500 millones y en 1976 alcanzó 8.000 millones!!!

El segundo reconocimiento de alcance mundial que logró nuestro seleccionado, fue la recordada “Copa cívico militar de 1976”. Premios: la deuda externa en el año 1976 era de 8.000 millones de dólares y al terminar la copa en 1983 llegó a 46.000 millones!!!

Finalmente, cómo no recordar la “Copa relaciones carnales con EUA” que repartió cuantiosas recompensas a intermediarios, oligarcas y extranjeros!!. Premios: la deuda externa en el año 1989 alcanzó los 63.000 millones y en 2001 era de 142.000 millones!!!

Jugadas “preparadas”

Una constante de los partidos que jugó nuestra selección es que los árbitros los ponen EUA o Inglaterra. El estatuto de los árbitros se organizó por impulso de las potencias acreedoras y se reglamentó a partir del Decreto 1712/92 y por la Resolución M.E. 1169/92. Ambos textos, dispusieron del asesoramiento del “diez” argentino, el mago Domingo Cavallo. Gracias al estatuto de la entrega, las sedes judiciales para “negociar” la deuda son Nueva York o Londres.

Por gestión de Cavallo ingresamos al “primer mundo de la deuda externa”. Acompañando la acción antinacional Carlos Ruckauf, en ejercicio de la presidencia de la República Argentina, impulsó en el año 1998 el Decreto 363 ratificando las sedes judiciales de Londres o Nueva York, entre otras.

Principales jugadas:

- Nunca debe llegar la totalidad del dinero que se menciona en el acuerdo.
- El recurso girado tiene que servir, primordialmente, para pagar a los mismos deudores y no para inversiones reales.
- La deuda debe consolidar a los grupos de poder y nunca desarrollar áreas estratégicas del país.
- El Estado debe asumir la deuda de los privados sean nacionales o extranjeros.

Por pura casualidad, siempre que juega la selección nacional de la deuda externa el árbitro de los partidos es el juez Thomas Griesa.

Relatan los partidos de la selección deudora: Mariano Grondona y Bernardo Neutard.

Auspician: Fondos Buitres, diarios Clarín y La Nación, Grupos Económicos con deuda condonada y “Agrupación de jueces y fiscales que hacen la vista gorda”.

Junio de 2014
www.sociologia-tercermundo.blogspot.com
 


Luis María Drago es algo más que una calle Por Hugo Presman

Por Hugo Presman

En estos días donde el acoso de los fondos buitres y su amenazante sombra sobre la economía nacional absorben casi todas las energías, resulta importante recordar la doctrina Drago, que ha motivado a que una calle de Villa Crespo lleve su nombre.
Hay que remontarse a principios del siglo XX, más precisamente al 22 de diciembre de 1902, cuando las flotas de Inglaterra, Alemania e Italia iniciaron el bloqueo a Venezuela, exigiendo el pago de las deudas que el gobierno venezolano había contraído con empresas de esos países.

Estados Unidos había triunfado en la guerra contra España por la posesión de Cuba en 1898, iniciada mediante un ardid que los norteamericanos reiterarían a lo largo de su historia consistente en generar un auto atentado que justificara la declaración de guerra. En el caso, el supuesto atentado habría sido contra el acorazado Maine y culpando del mismo a España. La Doctrina Monroe, propiciada por el presidente norteamericano, se sintetizaba en el slogan de “América para los americanos”. El contenido de esa posición diplomática era que Europa no podía concretar invasiones ni tener colonias en el continente americano. El canciller de Julio Argentino Roca, basado en las ideas de Carlos Calvo en su libro “Derecho internacional teórico y práctico de Europa y América” sostuvo que no podía usarse la fuerza para el cobro de deudas contra ninguna nación americana.

Los EEUU, ante el bloqueo naval dispuesto por países europeos contra Venezuela, realizó una reinterpretación de la doctrina Monroe, sosteniendo que dicha política diplomática sólo se aplicaría cuando países europeos intentaran apropiarse o recuperar territorios, no por el cobro de deudas.

Ochenta años después, en plena guerra de Malvinas, EE.UU esterilizó el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) que en su artículo 3 establecía: “Las Altas Partes Contratantes convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de dichas Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque, en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.” Como se recordará, EEUU decidió aliarse a Gran Bretaña, el estado europeo agresor y su aliado histórico.

Luego durante el gobierno del Presidente Theodore Roosevelt, cuya política exterior se denominó del “gran garrote”, se reinterpretó la Doctrina Monroe por la cual si en el continente americano, incluido el Caribe, se ponía en peligro los derechos, propiedades o empresas estadounidenses, el gobierno de los EE.UU tenía el derecho y la obligación de intervenir en los asuntos internos de ese país, para reordenarlo, garantizando a los ciudadanos de EE.UU y sus empresas, la intangibilidad de sus patrimonios.

Así a lo largo del siglo XX, las intervenciones norteamericanas armadas a Cuba, Guatemala, Panamá, República Dominicana, entre tantas otras, se hicieron frecuentes.
El bloqueo a Venezuela concluyó el 13 de febrero de 1903, con una quita de la deuda y con el compromiso de cancelarla afectando el 30% de sus ingresos de aduana.

PAISES COLONIALES Y SEMICOLONIALES

En los países coloniales la ocupación militar por parte del país opresor evidenciaba claramente la situación de dominación. Así sucedió durante el siglo XX en muchos países de América Latina; también en África, por ejemplo, donde las luchas por su liberación de Argelia del dominio francés y del Congo belga constituyeron hitos memorables. En Asia, como símbolo de otros países que lucharon por la rotura de las cadenas coloniales, estuvo Vietnam y su lucha militar y política contra franceses primero y norteamericanos después, la que concluyera en una epopeya tan admirable como notable.

En cambio en países como Argentina, Brasil, Méjico, entre tantos otros, la dominación es económica y pretende estar invisibilizada para lo cual necesita de la dominación cultural, donde el poder económico concentrado a través de la falsificación de la historia, de la escuela y los medios, cumplen un papel fundamental que lleva –tal como dijera Stephen Biko el combatiente sudafricano asesinado- a que “el arma más poderosa del opresor es la mente del oprimido.” Desde otro lugar el dirigente negro norteamericano Malcom X sostuvo: "Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido." En nuestro país, el excelente periodista Ezequiel Fernández Moores escribió “:…. acaso más importante aún, (un déficit fundamental de los periodistas) es el no haber sabido tomar distancia del lenguaje que utiliza el poder. En los ’70 decíamos “Proceso” y era dictadura. Decíamos “desaparecidos” y eran asesinados. En los ’90 decíamos que “modernizar” era privatizar y decíamos “flexibilizar”, pero era precarizar. Hoy decimos “saqueo” sólo cuando los pobres entran a los supermercados. No cuando los bancos se apropian de nuestros dineros. Los bancos no saquean, ponen “corralitos”. Decíamos guerra, decimos “guerra” cuando es invasión. Decimos “fuerzas aliadas” cuando son fuerzas invasoras. Decimos “daño colateral” cuando es matanza de civiles. Le damos liderazgo de libertad y democracia a un país que de 1824 a 2003 realizó 73 invasiones sólo en Latinoamérica. “Nos mean y los diarios dicen llueve”, decía un graffiti en San Telmo. Usamos las palabras del poder cuando ya deberíamos saber, como se dijo una vez, que las palabras del poder no expresan sus actos, sino que los disfrazan...”

LA DEUDA EXTERNA Y LOS FONDOS BUITRES

Las deudas externas constituyen un factor fundamental de disciplinamiento, sujeción y dependencia. Es una subordinación mucho más efectiva que las ocupaciones territoriales generalizadas del pasado.

Desde 1975, para no remontarnos más lejos, las cíclicas crisis económicas argentinas tuvieron como causa principal el peso de la deuda externa. El escritor uruguayo Eduardo Galeano ironizó sobre el epitafio en la tumba de cualquier país de los que antes se conocían como del tercer mundo: “Aquí yace (supongamos la Argentina), vivió pagando, murió debiendo”

Como bien sostiene el profesor, investigador, licenciado en economía y Doctor en Historia Mario Rapaport: “Debemos recordar que el actual endeudamiento argentino comenzó con una dictadura militar que impuso el terrorismo de Estado, causando miles de víctimas, al tiempo que en su economía aceptaba tomar deuda en el país del Norte bajo la jurisdicción estadounidense, violando así principios soberanos sostenidos desde fines del siglo XIX por las doctrinas Calvo y Drago. Las políticas neoliberales profundizadas por los gobiernos de Menem y De la Rúa, y apoyadas por Washington y los organismos financieros internacionales, tuvieron por base la primacía del endeudamiento externo y la aceptación de las reglas del juego del neoliberalismo establecidas por la dictadura militar. Es extraño así que se señale como principal culpable al populismo del actual gobierno, que trataría de vivir por encima de sus propios medios, cuando en realidad ese gobierno hizo todo lo posible por pagar deudas producto de una pesada herencia del pasado.”

Hay un cuento de Gabriel García Márquez que puede tomarse como una buena alegoría sobre la deuda externa. Es la historia de Eréndira que debía cuidar a su abuela despótica la que la abrumaba de tareas. Un día agotada se desplomó en la cama prácticamente dormida, por lo que no pudo apagar la vela que llevaba en su mano. La misma cayó al pie de una cortina que rápidamente comenzó a incendiarse. En pocos minutos la casa quedó arrasada. La abuela decidió cobrarse la deuda de su nieta obligándola a prostituirse. Debía reintegrar un millón de pesos. El negocio empezó a funcionar exitosamente y abuela y nieta se trasladaban a los distintos pueblos montando en cada lugar una carpa, al frente de la cual se colocaban puestos de ventas y músicos que atraían la atención de los transeúntes. La abuela iba formando un importante capital mientras que Eréndira consumía penosamente sus días. La anciana “no había vuelto a hablar de la deuda de origen, cuyos pormenores se retorcían y cuyos plazos aumentaban a medida que se hacían más intrincadas las cuentas del negocio”.

Desde la caída del Muro de Berlín en 1989, sus piedras construyeron nuevos muros en el interior de infinidad de sociedades arrasadas por el más salvaje de los capitalismos que es el financiero.

De ellos el más brutal es el encarnado por los fondos buitres, cuyo acoso hoy padece con intensidad la Argentina.

Desde los planes Baker y Brady que reemplazaron los préstamos de los bancos por la emisión de bonos de deuda de los países, la imposibilidad de los mismos en muchos casos de afrontar los pagos a su vencimiento, en consecuencia se encontraron en la necesidad de reestructurar sus deudas, momento que aprovecharon esos fondos para comprar los mismos cuando estuvieron regalados, para luego litigar y cobrarlos a su valor nominal.

Sus éxitos han sido amplios y planetarios. Sólo enumeraré algunos casos ilustrativos. En Perú, el fondo de Paul Singer compró títulos por 11 millones de dólares y durante el gobierno de Alberto Fujimori negoció la deuda, luego de ser demandado el Perú en los tribunales de Lima, Canadá, Nueve York, Alemania, Luxemburgo, Reino Unido y Bélgica, cobrando finalmente 58 millones de dólares, con una utilidad del 400%. En el Congo, el mismo fondo compró deuda por 30 millones de dólares pagando sólo 6 y cobrando finalmente 39, conforme a lo determinado por un tribunal del Reino Unido. Otro Fondo, el de Kenneth Dart logró en Brasil que el gobierno de Fernando Collor de Melo le reconociera títulos de deuda de 955 millones de dólares, los que había comprado sólo por 375 millones. Cuando Fernando Henrique Cardoso reestructuró una deuda de alrededor de 51.000 millones, Dart se negó por lo que se lo declaró enemigo del pueblo brasileño, pero finalmente cobró lo solicitado ganando 605 millones de dólares.

LUIS MARÍA DRAGO ES MÁS QUE UNA CALLE

Es imprescindible que el bloque latinoamericano, que siente dolorosamente las ausencias de Hugo Chávez y Néstor Kirchner lo que se traduce en una pasividad e inacción llamativas, proponga y sostenga una renovada doctrina Drago con respecto a los fondos buitres.

La vida de niños, jóvenes y jubilados, de trabajadores y profesionales, de docentes y magistrados, de policías y militares, de la industria y de la producción agrícola, no se puede decidir en un juzgado de Nueva York. Si los países asumen la lucha individualmente y no como integrantes de una Patria Latinoamericana, estarán condenados a la derrota. Como decía Benjamín Franklin en otro contexto y con otros propósitos, pero adecuado a las actuales circunstancias: “Caminamos juntos o nos ahorcarán por separado”

La colonización cultural lleva por ejemplo que James Monroe, presidente norteamericano, tenga una calle mucho más importante que Luís María Drago cuya doctrina sentó una base que constituyó un basamento y la elevación de la dignidad contra una etapa de atropellos. Ahora estamos en otro estadio, la de los buitres externos y sus genuflexos aliados internos que no entienden o no quieren entender que una negociación es siempre, si se realiza desde la defensa de los intereses nacionales, un camino de avances y retrocesos, una amalgama de dureza y flexibilidad. Tal vez a ellos les cae con precisión aquella reflexión de la ensayista y novelista francesa Simone de Beauvoir: “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los oprimidos”

Fuente: www.presmanhugo.blogspot.com.ar

 

“No hay salida dentro de la globalización financiera”



El sociólogo Guillermo Pérez Sosto analizó el fallo del juez Griesa a favor de los Fondos Buitre en el marco de la hegemonía del capital financiero a nivel internacional.

El sociólogo Guillermo Pérez Sosto es el compilador del libro Capitalismos Volátiles, trabajadores precarios, editado por Aulas y Andamios, editorial de la Fundación UOCRA. Pérez Sosto se desempeña además como Director del Centro de Estudios en Políticas Laborales y Sociales del Instituto Torcuato Di Tella (ITDT), Coordinador de la Cátedra UNESCO sobre las manifestaciones actuales de la cuestión social y compilador del libro

El académico analizó el fallo del juez Griesa a favor de los fondos buitre y la negativa de la Corte Suprema de EEUU de aceptar la apelación Argentina en el marco de un capitalismo financiero hegemónico a nivel mundial, que no logra resolver su actual crisis.

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El impasse de la crisis en la que nos encontramos devela la crueldad de un capitalismo financiero descomprometido de lo social y la obnubilación de los decisores a nivel global para analizar objetivamente el curso de la historia y aprender de la experiencia.

La gigantesca movilización de recursos que asumieron los estados de los países centrales no tuvo otro fin que salvar a las instituciones financieras de sus propios errores, de su imprudencia y aún de su avaricia. Esta toma de partido ha dejado seriamente comprometidos a los estados con un mayor grado de desarrollo relativo con respecto al futuro de sus sistemas financieros. Si bien, con esta acción han logrado equilibrar muy provisoriamente algunas variables macro, las variables que atañen a la cuestión social, como la desocupación y la precariedad, tienden a crecer.

Las manifestaciones actuales de la cuestión social están vinculadas a la existencia de la precarización laboral, cuya persistencia alimenta la doble sensación de una pérdida de identidad y una incertidumbre creciente sobre el futuro. Al mismo tiempo, se percibe claramente que el fenómeno es más profundo y más complejo. Lo que se quiebra, secretamente, es tanto la misma organización social, como el imaginario colectivo.

El descontento alcanza niveles peligrosos. Según la OIT, en tres cuartos de 82 países con datos, la mayoría de las personas se sienten más pesimistas sobre calidad y nivel de vida a futuro. Estamos frente a una creciente frustración ante la falta de empleo y trabajo decente provocada por las características de la actual globalización financiera.

En el mundo hay más de 200 millones de desempleados. Entre ellos, 80 millones son jóvenes que buscan su primer trabajo. Estos máximos históricos producidos a partir de la crisis desencadenada en 2008 son sólo una primera lectura del poder de destrucción de estos fenómenos derivados de las incontroladas maniobras financieras. De esta manera, las sociedades vuelven cada vez más contra sí mismas el filo de las prácticas excluyentes.

El precipitante del actual estrangulamiento del sector externo argentino, desencadenado por la codicia de los fondos de inversión de alto riesgo (denominados popularmente “fondos buitres”) es la representación última de la avaricia del actual capitalismo financiero descomprometido de lo social.

No hay salida posible de la crisis de las sociedades actuales sin salida de la globalización financiera.

Agencia Paco Urondo

 

“Cuando un orden legal es injusto, hay buenas razones para rebelarse” Por Felipe Deslarmes argentina@miradasalsur.com

Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard y especialista en política nacional e internacional, Atilio Boron estudió la situación de la Argentina desde un marco político internacional. Instó a apelar a la categoría de deuda odiosa para revisar la deuda externa y observó los puntos clave para mantener la firmeza de los reclamos.

Cómo analiza la decisión de la justicia norteamericana de poner en riesgo los intereses del 92,4% de los bonistas que ingresaron en los canjes de 2005 y 2010?
–Es importante comprender que éste es el desenlace natural de una situación que empieza con los inicios de nuestra transición democrática, cuando se cometieron errores fundamentales, como no realizar las auditorias de la deuda externa ni se derogó la cláusula que había sido establecida por José Alfredo Martínez de Hoz para los bonos argentinos según la cual, por cualquier litigio que surgiera en torno de ellos, corresponderían los tribunales de Nueva York. Desde ahí, y en una evidente cesión de soberanía que no pudo ser modificada ni en los primeros años de Alfonsín porque no contaba con el apoyo de su partido en estos temas –y mucho menos con el Justicialista–, se desencadenan iniciativas que se inscriben dentro de las limitaciones de esa norma. Y que luego se incrementa con las sucesivas renegociaciones que tuvo la Argentina; sobre todo en los años del menemismo, primero con el Plan Baker y fundamentalmente con el posterior Plan Brady, aquellos que tornaron prácticamente imposible desandar el camino. Luego, cuando en 2005 se logra imponer la iniciativa del presidente Néstor Kirchner y de su ministro Roberto Lavagna de quitarse los bonos de la deuda, la situación quedó prácticamente coagulada, sin posibilidades de marcha atrás. De manera que era sólo cuestión de tiempo que el aparato norteamericano accionara al servicio absoluto del capital financiero. Pensar que Thomas Griesa es un juez independiente es un cuento de niños, porque no tienen ningún grado de independencia respecto del capital financiero cuando todo el aparato legal y jurídico norteamericano está a su servicio. Existen algunas pequeñas grietas, excepciones, pero la generalidad es ésa.

–El escenario mundial de entonces era distinto del actual... caía el muro, se desarmaba la URSS y se desequilibraba el orden mundial a favor del imperio...
–Sí, por entonces el escenario era mucho más desfavorable para la Argentina. Pero cuando uno tiene que tomar grandes decisiones, difícilmente se hacen en un contexto y clima internacional propicios. Los procesos históricos se desenvuelven en contextos complicados, pero es lo que uno trata de cambiar tomando decisiones fuertes. Cuando el general Lázaro Cárdenas nacionalizó el petróleo mexicano, en el año ’38, no era porque Estados Unidos fuera una potencia débil en decadencia... lo hizo asumiendo los riesgos y dando la batalla. Las grandes iniciativas de América latina se han tomado en situaciones muy difíciles, porque el imperialismo está siempre al acecho. Pero son decisiones que hay que tomar, y que no se tomaron entonces. Luego se dirá que se siguió el rodaje jurídico normal que termina en una decisión que difícilmente podría haber sido otra... pero si no fuera así, el capitalismo no sería capitalismo.

–¿Cómo interpreta que el fallo fuera duramente criticado por varios medios internacionales, tal el caso del Financial Times?
–Previsible, el fallo de Griesa trae consecuencias globales negativas, sobre las que publicaron el Financial Times y el New York Times como otros medios del mundo, porque se favorece al capital financiero y dentro de éste a su núcleo más predatorio, como es el de los fondos buitre, en detrimento de todos los demás y, por supuesto, del beneficio general de toda la población. Nos encontramos frente a una situación sumamente delicada con una génesis que va mucho más allá de las críticas locales sobre los “gestos inapropiados desde la Argentina hacia Griesa”, algo cierto pero que no deciden este veredicto, sino que el tema es el que te venía comentando.

–¿Coincide con el ministro de Economía, Axel Kicillof, cuando dice que es difícil revisar una deuda que fue reconfirmada en todos estos años de democracia?
–Yo no estoy 100% seguro. Aunque en principio lo afirmen muchos que han estudiado el tema en profundidad, no creo que no pueda replantearse. Tenemos el caso de Ecuador, donde el presidente Correa exigió una auditoria internacional de la deuda y consiguió una reducción importante. Entonces, si bien es cierto que 30 años sin poner en tela de juicio la legitimidad de esa deuda hacen más difícil cualquier cuestionamiento, no estoy tan seguro de que no haya que revisarla.

–¿Cree que el descubrimiento de Vaca Muerta impulsó la negativa de estos fondos buitre a aceptar el canje?
–Evidentemente, Vaca Muerta es un objetivo poderoso para los inversionistas extranjeros. La Argentina debería tener una postura más agresiva en este punto. Yo objetaría que fuera el juez Griesa quien indique dónde y con quién tenemos que pagar y que siga incrementando su nivel de imposición porque sería imposible calcular hasta dónde llegará. Argentina debe priorizar honrar la deuda que tiene con el 92%. Si no se puede pagar en Argentina, podríamos intentar abrir sucursales en aquellos países que han demostrado tener una fuerte independencia de los EE.UU. Podríamos intentar abrir sucursales del Banco Nación en Shanghai, en Moscú o en Teherán, sólo por poner ejemplos, y ver si EE.UU. se opone a que se pague allí a los acreedores. Respecto de los fondos buitre, creo que de ninguna manera la Argentina puede aceptar los condicionamientos de Griesa, porque invariablemente, el 92% restante reclamaría lo mismo. Entonces, en la hipótesis extrema de que haya que pagar, se paga estrictamente lo que se acordó: los 1.300 millones y ni un centavo más. Insisto igualmente en que habría que hacer el esfuerzo enorme de revisar la deuda, aunque genere un desbarajuste, se reciban amenazas de sanciones, etc.; pero al mismo tiempo –y usted mencionaba Vaca Muerta– en la medida en que vean que hay una posibilidad de hacer negocios reverán algunas de las medidas heterodoxas que podrían tomar contra la Argentina. Pero no se puede enajenar el futuro económico del país cediendo ante un arbitraje de este tipo. Recordemos que hubo países en los que después de las dos guerras mundiales cambiaron las reglas de juego. Hasta EE.UU. apeló a la categoría de “Deuda odiosa” para cancelar unilateralmente la deuda que tenía el Irak de Saddam Husseim porque había sido adquirida en dictadura. Y creo que la Argentina podría apelar algún razonamiento de ese tipo y eventualmente abrir una puerta para no tener que hacer un pago que podría ser nocivo para el desarrollo nacional.

–¿Cree que se confunden cuestiones de derecho privado e internacional?
–Cierto; en el derecho privado se puede exigir un pago compulsorio sin importar si esa persona se queda en la calle o no. Pero no se puede trasladar esa lógica egoísta propia del capitalismo al ámbito de las naciones. Si se pagara lo que dice Griesa, este país quedaría reducido, en términos de producto bruto, a una proporción dolorosamente más pequeña a la que tiene ahora con el consiguiente sufrimiento de la población y reducción en servicios sociales de todo tipo. Por eso insisto con un replanteo: necesitamos buenos abogados, buenos técnicos, hacer una revisión de fondo y una firmeza en la instrucción de esa política.

–Así y todo, están presionando al límite a países como Grecia...
–Es parte del juego. Sabemos que van a insistir pero podemos argumentar que ninguna presión puede hacernos ceder y someter a nuestro país a un juicio absolutamente inmoral; porque las leyes del capitalismo norteamericano pueden tener mucho de legal pero son tramposas y sin duda inmorales. Y a mí lo que me importa es la legitimidad y la justicia de un orden legal. Cuando un orden legal es profundamente injusto hay buenas razones para revelarse contra ese orden, y eso lo dicen teóricos del orden liberal de todos los tiempos.

29/06/14 Miradas al Sur

La lenta justicia por Napalpí Por Mariano González Vilas

(APe).- El pueblo Qom y Mocoví espera desde hace años un grito de justicia que le sacuda la modorra al letargo estatal. Tras 90 años de espera, la fiscalía federal de Resistencia abrió una investigación de oficio para iniciar un juicio de lesa humanidad por la masacre de Napalpíde 1924 ejecutada por la policía de Chaco bajo las órdenes del Gobernador Fernando Centeno contra los pobladores indígenas del lugar cobrándose.

Asimismo, se ha avanzado en el mismo sentido con la causa sobre la masacre de El Zapallar en 1933. Entre las dos masacres se registraron alrededor de 300 muertes. La Fiscalía tomó declaración a un sobreviviente de ambos acontecimientos, Pedro Balquinta.

Son bocanadas de aire en la silenciosa noche de los 522 años. No revive los muertos, no pone en jaque al camaleónico sistema que sigue siendo el peor criminal con los mejores métodos. No cuestiona las relaciones de poder ni distribuye las riquezas pero es un respiro en la asfixia cotidiana, un paso que empodera al pueblo en su organización hacia el buen vivir.

El poder económico coloniza los caminos tras la bruma del capital y para 1920, el blanco del algodón guiaba los pasos mercantiles y de la mano de obra semi esclava que engordaba los bolsillos ajenos y vaciaba las panzas propias.
 
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Cuando los mercados se abren, se cierran para deglutir en sus entrañas lo que queda de humanidad. El Estado moderno se ha edificado sobre las tumbas de aquellos que pretendían otro modo de vida; y en esa construcción de Estado, el poder político se ha encargado cuidadosamente de preservar el monopolio de los mercados mediante su otro monopolio: la fuerza. En el amanecer del siglo XX, era necesario introducir al mercado de trabajo y de consumo a los indios, a esos seres reticentes a la lógica del sistema, esos salvajes que vivían en autonomía, con su cosmovisión y cultura; con religiones propias, alejadas de los dogmas del pecado y el castigo. Por eso fue necesario en esa edificación de poder y homogeneidad política y cultural crear las “reducciones aborígenes” tendientes a disciplinar los cuerpos y las mentes que no encastraban en ese andamiaje hegemónico.

Primero el despojo de las condiciones materiales de existencia, luego el aislamiento en reducciones para culminar con el acorralamiento que obliga a vender la fuerza de trabajo súper precarizada para poder subsistir. De esta forma eran introducidos mediante la violencia física y simbólica al engranaje de consumo y despojo que propiciaba la acumulación de capital. En las reducciones, donde eran sometidos a realizar trabajo semi esclavo, los nuevos asalariados recibían vales intercambiables por insumos en tiendas bajo el dominio de los mismos patrones que los explotaban en las reducciones.
 
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La historia de la colonización es también la historia de la coyuntura económica: para fines del siglo XIX el precio internacional de la carne se disparaba, producto de los avances tecnológicos en materia de conservación de alimentos bajo temperaturas bajo cero, augurando ganancias extraordinarias a los pichones de ganaderos latifundistas, propiciando así las campañas del desierto y el gran Chaco; el auge del oro blanco del algodón inscribía en la historia los tristes designios de espaldas rotas para unos y bolsillos llenos para otros. El auge sojero de estos días sigue desencadenando el despojo sistemático a los originarios y campesinos poseedores de territorios ancestrales, despreciados años atrás, dejando a cambio enfermedades terminales para unos y moneda fuerte para otros. Cambia el sujeto histórico, persisten los métodos.
 
Cuando los de arriba se abrazan, los de abajo mueren

Los hermanos Qom y Mocovíes vieron multiplicarse para 1923 las hectáreas cultivadas de algodón al compás de la creciente suba de los precios internacionales y tuvieron la indigna idea, rebelde, subversiva, foránea y demás adjetivaciones que establece el poder para justificar el horror, de exigir mejores condiciones laborales.
El miedo aterró a los patrones que temieron rebotes de una Patagonia rebelde; y cuando el temor invade a los de arriba, la sangre se derrama. Resultaba menester mantener en las reducciones a los indios para preservar el negocio ya que muchos pobladores indígenas se veían tentados de desplazarse hacia los ingenios de Salta y Jujuy donde la paga era mejor. Por tal motivo el Gobernador Centeno prohibió la migración indígena por fuera de las reducciones. Luego, llegó la orden final de Centeno y los soldados del poder, siempre dispuestos a derramar la sangre del Otro, amparados en el fantasma del malón, cumplieron con creces. Las fuerzas del orden escupieron sus balas durante más de 40 minutos contra la población indígena armada sin más que la dignidad en el pecho acribillado.

Dos semanas más de persecución y aislamiento concretaron la hazaña en la que la policía degolló a machetazos, cortó orejas y penes como extraña muestra de virilidad y de triunfo para luego exhibirlos. Los niños sobrevivientes fueron regalados a las familias acomodadas de la época como sirvientes.
 
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El Estado moderno se ha construido a fuerza de negar la diversidad cultural de nuestro territorio, y para eso ocultar los muertos que desechaba sistemáticamente fue una tarea celosamente cuidada. Uno a uno ha ocultado debajo de la alfombra de la historia los cuerpos rebeldes. La cabeza de Atahualpa primero exhibida, luego ocultada; el cuerpo del líder Túpac Amaru, descuartizado delante de la multitud con la posterior orden de no recordarlo nunca más, quemando sus tierras y salinizando sus campos.

Hasta el frágil hilo de esa esperanza raquítica de lograr llorar sobre los cuerpos les fue arrebatada a los pueblos; cargados de ese miedo que envilece temen el ejemplo de rebeldía que esos cuerpos infunden y así emerge junto al castigo ejemplificador, la desaparición en lo etéreo. Del cielo gris del sicariato lloverán justificaciones que coloreen el horror; y en ese torrente se va erigiendo la construcción de un Otro-enemigo que calme conciencias; el miedo en la sociedad civil creado a fuerza de la creación de estereotipos peligrosos es un aliado incondicional a la hora de buscar aval social que encuentre justificaciones a las matanzas.

Asociar un rasgo étnico-fenotípico-cultural con un comportamiento social es un mecanismo que opera aún (y fuertemente) en nuestros tiempos. Y en esa construcción, el malón ha sido un caballito de batalla que las elites supieron usar muy bien; lo saben las víctimas mapuches de Roca y Alsina, lo saben los Pilagá de Rincón Bomba, los qom de Napalpí y los maloneros de la paz, entre muchos otros.
 
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Se escucharán una y otra vez las mismas palabras, los mismos argumentos; la prometedora civilización sigue viviendo solo en los labios del poder. Respira en los lábiles argumentos de los de arriba, hechos a medida de la Standard Oil, de la Forestal, de los banqueros del oro blanco y verde, de las minas del Potosí, de Chevron, Monsanto y Barrick Gold. Y es en nombre de ese dios que no conocen y al que llaman progreso, que se llenan las manos de muertes. Esas que intentaron e intentarán ocultar una, dos, tres, mil veces bajo tierra.

Pero la sangre derramada corriendo por las venas de la memoria sigue su cauce lento pero seguro hacia el río de la justicia esperando el momento justo de emerger de las entrañas de la historia a tomar lo propio. La memoria de los pueblos irá lentamente desenterrando los cuerpos ocultos y como en el mito de Inkarri, la cabeza de Atahualpa en lo profundo, irá creciendo bajo tierra, con la complicidad del humus, lejos de los ojos de los colonos, enlazándose con su cuerpo nuevamente, con su pueblo; madurando poco a poco la cabeza va, engordando como la semilla bajo el tenue sol de abril resquebrajando al llano, para que una vez concretada la metamorfosis, convertido en tubérculo mágico haga estallar la tierra en pedazos alumbrando un nuevo amanecer.
 
Agencia de Noticias Pelota de Trapo
www.pelotadetrapo.org.ar

domingo, 29 de junio de 2014

La contraofensiva de la derecha internacional Por Emir Sader. Agencia Adital argentina@miradasalsur.com

La nueva acción de los fondos buitre en contra de Argentina es parte de una contraofensiva más amplia de la derecha internacional en contra de los países progresistas de América latina. Conducida por sus principales voces en los medios –Financial Times, Wall Street Journal, The Economist, El País– atacan sistemáticamente a esos gobiernos, que no han aceptado los dictámenes del Consenso de Washington. 
Y, por eso mismo, han logrado sortear la recesión capitalista internacional, que se ha instalado ya hace más de 6 años en el centro mismo del sistema, arrasando los derechos sociales, sin plazo para terminar.

Por eso, los países latinoamericanos que siguieron creciendo y distribuyendo renta, disminuyendo la desigualdad que aumenta exponencialmente en el centro del sistema, son un factor de perturbación, son la prueba concreta de que otra forma de enfrentar la crisis es posible. Que se puede distribuir renta, recuperar el rol activo del Estado, apoyarse en los países del Sur del mundo y resistir a la crisis.

Por eso la contraofensiva actual, que busca demostrar que ya no habría más espacio para que la economía de esos países siguiera creciendo; de que los avances en las políticas sociales no serían tales; que el tema de la deuda no estaría todavía resuelto. Es crucial para las grandes potencias intentar retroceder a una situación en la que no habría alternativa al Consenso de Washington.

La formidable arquitectura de renegociación de la deuda argentina nunca fue asimilada por ellos. En caso de que resultara exitosa, ¡qué mal ejemplo para Grecia, Portugal, España,

Egipto, Ucrania y tantos otros países aprisionados en las trampas del FMI! Tienen que demostrar que los dictámenes de la dictadura del capital especulativo son ineludibles.
La nueva ofensiva en contra de Argentina tiene que ser contestada por todos los gobiernos latinoamericanos que son, en distintos niveles, igualmente víctimas del capital especulativo, que se resiste a reciclarse para las inversiones productivas que necesitamos. Es hora de que los gobiernos de los otros países de la región no sólo acompañen a las misiones argentinas, sino también asuman la disposición de imponer impuestos a la libre circulación del capital financiero. Una medida indispensable, urgente, que sólo puede ser asumida por un conjunto de países concomitantemente.

Asimismo, Brasil puede ayudar a Argentina –como sugirió recientemente un economista brasileño– ofreciéndose como país de giro del pago. Argentina remitiría los recursos y Brasil haría el pago a los acreedores legítimos, sin posibilidad de ser confiscados. Una pequeña ayuda, que puede permitir a Argentina pagar a los acreedores –el 92% del total– que han aceptado los términos de la renegociación.

Una renegociación que, por los criterios vigentes en casi todos los países, determina que, cuando 2/3 o 3/4 concuerdan con los términos del rescate, los otros automáticamente tienen que aceptar esos términos. Es tiempo de que América latina formalice ese criterio.

Tantos países del mundo han mirado hacia América latina, para entender cómo han podido sacarse de encima sus deudas externas. Ellos mismos miran ahora hacia Argentina. Porque saben que se juega aquí mucho más que simplemente el 8% de la deuda remanente. Se juega la soberanía de los países frente a los que quieren doblegarlo con el peso de las deudas contraídas por los gobiernos sometidos al FMI y a sus voceros.

Publicado en Carta Maior, traducción Alai Net.

29/06/14 Miradas al Sur