sábado, 31 de agosto de 2013

HOLLANDE SE APRESTA A PARTICIPAR DEL BOMBARDEO A SIRIA Francia se suma a la aventura

HOLLANDE SE APRESTA A PARTICIPAR DEL BOMBARDEO A SIRIA Francia se suma a la aventura El líder opositor sirio Al Jarba fue recibido ayer por Hollande en el Palacio Elíseo. A contramano de los principales países europeos, que pusieron reparos a una intervención armada contra el régimen de Assad, el gobierno francés se alineó con Washington y se prepara para apuntar sus cañones hacia Damasco. Por Eduardo Febbro Desde París El presidente francés se arrimó a la estrategia norteamericana y se apresta a participar con Washington en la probable salva militar contra el régimen sirio de Bashar al Assad, en represalias por la presunta utilización de armas químicas en un ataque lanzado el pasado 21 de agosto contra las posiciones de los rebeldes en los alrededores de Damasco. En una entrevista publicada este viernes por el vespertino Le Monde, el presidente francés confirmó que París participaría en la magra coalición (Estados Unidos, Francia y tal vez la Liga Arabe) que apunta sus cañones hacia Damasco. François Hollande reiteró que la ofensiva del 21 de agosto constituye “un crimen contra la humanidad” que merece, como respuesta, una intervención “de alcance limitado”. El jefe del Estado se convirtió de pronto en un insistente partidario de la ofensiva militar y pasa a encarnar así una suerte de socialismo de nuevo perfil: militarista, intervencionista y aliado goloso de la Casa Blanca. De hecho, Francia es hoy el único aliado europeo de Barack Obama. Londres se quedó afuera después del voto del Parlamento, Italia se opone a la intervención y Alemania no entra en el juego diseñado. El mandatario francés no ha cambiado su línea desde que llegó al poder en mayo del año pasado. Francia respaldó a los rebeldes desde el principio, fue también el primer país en reconocer la legitimidad de la Coalición Nacional Siria como ente legal de la oposición e, igualmente, el primer país que admitió públicamente que estaba armando al Ejército Sirio Libre (nombre que llevan las fuerzas irregulares que combaten el régimen de Bashar al Assad). Hollande dijo en la entrevista con Le Monde que “la matanza química de Damasco no puede ni debe quedar impune”. Luego precisó: “No estoy a favor a una acción internacional que apuntaría a liberar Siria o derrocar a la dictadura. Pero sí creo que hay que parar a un régimen que comete actos irreparables contra su pueblo”. El escenario que queda plantado es tan cómico como ilustrativo de las variables convicciones del socialismo francés. François Hollande, en vez de distanciarse, prosigue con la ruptura iniciada por su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy. El ex jefe de Estado había liderado en 2011 la coalición que intervino en Libia bajo mandato de la ONU para proteger a la población civil. En realidad, la intervención tuvo como meta el derrocamiento del coronel Khadafi. Sarkozy había roto así la actitud adoptada por el ex presidente Jacques Chirac quien, en 2003, se opuso a la invasión en Irak programada con una trama de mentiras por el ex presidente norteamericano George Bush. La crisis que se desató en aquel entonces entre Francia y Estados Unidos –conocida como “la guerra de las papas fritas”– fue enorme. La consejera para la seguridad nacional de Bush, Condoleezza Rice, había dicho: “Hay que ignorar a Alemania, perdonar a Rusia y castigar a Francia” (Moscú y Berlín también se habían opuesto en la ONU a la invasión de Irak). Pero los favores se devuelven al contado. François Hollande le reintegra a Obama el apoyo logístico que éste le brindó cuando París activó la ofensiva contra los integristas islámicos en Mali y el Sahel. París y Washington quedan hoy más cercanos que nunca. Luego de que los diputados británicos le negaran a David Cameron el permiso de participar en la guerra en Siria (285 votos contra 272) París es el único socio europeo de peso con que cuenta la administración norteamericana. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, calificó a Francia como “our oldest allies”, “nuestro más antiguo aliado”. Para los británicos, el traspié es histórico. El aliado más “antiguo” y fiel ha sido siempre el Reino Unido. París ocupa en adelante ese estatuto privilegiado que vuelve loca de orgullo a la prensa francesa. El giro histórico es resentido en Gran Bretaña como una gigantesca humillación. La tapa de la última edición del diario The Sun ilustra hasta el paroxismo el sentimiento británico: “Death notice”, “Certificado de defunción”, escribe el rotativo. Con ello busca decir que la relación privilegiada entre Washington y Londres ha muerto. Los europeos son muy celosos de sus relaciones especiales con la Casa Blanca. Celosos, por no decir chupamedias de Washington. Cualquier gesto de reconocimiento de Estados Unidos es sentido como una bendición papal, un premio, una buena nota al alumno menor, un espaldarazo al aprendiz. Da lástima, desde luego, pero el complejo es de una hondura de tira cómica. La ironía de la historia quiere que Hollande se haya mostrado más firme que la imagen y el apodo con que sus detractores lo retratan: “el presidente blando”. No se sabe muy bien adónde desembocará “el castigo” a Siria. Pero las líneas ya están trazadas y los protagonistas asumen su papel. Alemania terminó con la ambigüedad y aclaró: “No contemplamos participar en una acción en Siria”. La OTAN mira hacia otro lado, Italia se opuso desde el principio, al igual que la gran mayoría de los países europeos. El montaje militar previsto apunta esencialmente a destruir blancos militares específicos como depósitos de municiones, sistemas de comunicación, aeropuertos, bases militares. Es muy probable que después de ese breve “castigo” la guerra interna continúe con su inagotable flujo de atrocidades cometidas por ambas partes, éxodo de la población y matanzas indiscriminadas. En términos de política internacional, en nombre del “castigo a una monstruosa violación de derechos humanos” (François Hollande), el mandatario francés forjó una nueva alianza con Estados Unidos. En la misma estrategia deben entrar gestos tan condenables como el bloqueo del espacio aéreo para impedir que el avión del presidente boliviano Evo Morales sobrevolara el territorio con la excusa de que en la nave presidencial viajaba el ex agente de la CIA y la NSA Edward Snowden. ¿Quién será la próxima víctima? Bomba en la escuela Un patio lleno de niños en el norte de Siria fue bombardeado por un avión de combate del ejército sirio con una sustancia similar al napalm. Los testigos describieron cómo un avión había sobrevolado por encima de los escolares en Alepo (al norte del país) varias veces, como si buscara un objetivo, antes de que lanzara la bomba. Al menos diez niños murieron y muchos más resultaron heridos. Un gran número de los que sobrevivieron tenían quemaduras en más del 50 por ciento de sus cuerpos, lo que significa que son más propensos a morir también. Tanto los adultos como los niños llegaron a un hospital básico, con sus ropas quemadas sobre sus cuerpos y su piel cubierta de una sustancia blanca. Un equipo de la BBC que se encontraba en Siria grabando para el programa Panorama fue testigo de las secuelas de un terrible ataque. Una bomba incendiaria lanzada sobre el patio de una escuela en el norte del país, en la provincia de Alepo, que dejó a decenas de niños con quemaduras causadas por un elemento que podía ser napalm. Los testigos describieron cómo un avión de combate lanzó el artefacto, a lo que siguió una leve explosión y columnas de fuego y humo. Según la web de la televisión británica, los testigos de este desastre relatan cómo un avión de guerra lanzó un dispositivo que produjo una explosión de baja intensidad seguida de varias columnas de humo y fuego. La descripción coincide con el mecanismo de las bombas incendiarias, que producen una bola de fuego que genera una onda expansiva de gran alcance. 31/08/13 Página|12

Un operativo conocido

Desde las principales capitales de "Occidente", se lanza estos días la amenaza de un ataque contra Siria al margen de lo que resuelva el Consejo de Seguridad de la ONU, pero ese operativo se inició hace tiempo. Tal como pasó en Libia, las acciones se registraron por etapas, comenzando por una revuelta opositora que sorprende a las fuerzas de seguridad. En esos acontecimientos participan centralmente elementos mercenarios no locales, algunos que incluso pudieron actuar contra Muammar Khadafi. Por Jorge Alberto Kreyness Una segunda fase fue la demonización global del gobierno de Bashar al Assad, acusándolo de represiones brutales a fin de aislarlo internacionalmente. En ese ínterin las fuerzas del gobierno, con el aporte del Partido de Dios del Líbano, fueron infligiendo duros golpes a sus rivales. Todo indica que al no lograr sus propósitos con los "rebeldes", deviene la etapa de las amenazas de intervención militar, justificadas en un poco aclarado uso de armamento químico. Que esas amenazas lleguen desde Washington, Londres y París, indica quiénes estuvieron siempre detrás de la desestabilización siria. Pero el problema no es sólo Siria. Hay peligro de una guerra generalizada, porque Damasco tiene fuertes lazos con el Líbano, está demasiado cerca de Israel y Egipto tiene una situación profundamente inestable. Estados Unidos cuenta con un proyecto estratégico para el Levante, el "Plan Nuevo Medio Oriente", que consiste en dividir y debilitar a los países que le son hostiles sobre la base de potenciar al máximo las diversidades religiosas, políticas, étnicas, a veces tribales. Otra faceta es la destrucción de la infraestructura económica de esos países: caminos, puentes, puertos, aeropuertos, fábricas, etc, a fin de dejarlos inermes. Eso ya está en fase avanzada en Irak. Otro elemento que suma peligrosidad es la oposición de Rusia y China, algo que no ocurrió en Libia. Rusia cuenta en Siria con un puerto de abastecimiento naval (Tartus) que se fue fortificando al calor de la situación. Además, Irán respalda intensamente al gobierno del Partido Baath en Damasco, y en eso no hay cambios desde la asunción de Rohani. Del otro lado, Turquía, Qatar, Arabia Saudí y otros emiratos y jequiatos están embarrados en el envío de mercenarios, así como en su logística y financiamiento, elementos que están entre los que avanzaron triunfales desde Benghazi a Trípoli. Mientras tanto el pueblo sirio sufre de modo inconmensurable el estado de cosas y entonces cabe preguntarse: ¿unos bombardeos o el eventual ingreso de tropas extranjeras, mejorará o agravará esa realidad? Otro interrogante: ¿desde la comunidad internacional se ha hecho todo lo posible para ayudar a una solución político/diplomática que respete la soberanía nacional de este milenario país? La posición del gobierno argentino ofrece alternativas positivas en ese sentido. Infonews

Un operativo conocido

Desde las principales capitales de "Occidente", se lanza estos días la amenaza de un ataque contra Siria al margen de lo que resuelva el Consejo de Seguridad de la ONU, pero ese operativo se inició hace tiempo. Tal como pasó en Libia, las acciones se registraron por etapas, comenzando por una revuelta opositora que sorprende a las fuerzas de seguridad. En esos acontecimientos participan centralmente elementos mercenarios no locales, algunos que incluso pudieron actuar contra Muammar Khadafi. Por Jorge Alberto Kreyness Una segunda fase fue la demonización global del gobierno de Bashar al Assad, acusándolo de represiones brutales a fin de aislarlo internacionalmente. En ese ínterin las fuerzas del gobierno, con el aporte del Partido de Dios del Líbano, fueron infligiendo duros golpes a sus rivales. Todo indica que al no lograr sus propósitos con los "rebeldes", deviene la etapa de las amenazas de intervención militar, justificadas en un poco aclarado uso de armamento químico. Que esas amenazas lleguen desde Washington, Londres y París, indica quiénes estuvieron siempre detrás de la desestabilización siria. Pero el problema no es sólo Siria. Hay peligro de una guerra generalizada, porque Damasco tiene fuertes lazos con el Líbano, está demasiado cerca de Israel y Egipto tiene una situación profundamente inestable. Estados Unidos cuenta con un proyecto estratégico para el Levante, el "Plan Nuevo Medio Oriente", que consiste en dividir y debilitar a los países que le son hostiles sobre la base de potenciar al máximo las diversidades religiosas, políticas, étnicas, a veces tribales. Otra faceta es la destrucción de la infraestructura económica de esos países: caminos, puentes, puertos, aeropuertos, fábricas, etc, a fin de dejarlos inermes. Eso ya está en fase avanzada en Irak. Otro elemento que suma peligrosidad es la oposición de Rusia y China, algo que no ocurrió en Libia. Rusia cuenta en Siria con un puerto de abastecimiento naval (Tartus) que se fue fortificando al calor de la situación. Además, Irán respalda intensamente al gobierno del Partido Baath en Damasco, y en eso no hay cambios desde la asunción de Rohani. Del otro lado, Turquía, Qatar, Arabia Saudí y otros emiratos y jequiatos están embarrados en el envío de mercenarios, así como en su logística y financiamiento, elementos que están entre los que avanzaron triunfales desde Benghazi a Trípoli. Mientras tanto el pueblo sirio sufre de modo inconmensurable el estado de cosas y entonces cabe preguntarse: ¿unos bombardeos o el eventual ingreso de tropas extranjeras, mejorará o agravará esa realidad? Otro interrogante: ¿desde la comunidad internacional se ha hecho todo lo posible para ayudar a una solución político/diplomática que respete la soberanía nacional de este milenario país? La posición del gobierno argentino ofrece alternativas positivas en ese sentido. Infonews

Obama prepara el terreno para atacar a Siria

DIJO QUE LA INTERVENCION EN SIRIA, SI SE HACE, SERIA LIMITADA Y SIN TROPAS EN EL TERRITORIO EN CASTIGO POR EL USO DE ARMAS QUIMICAS Las declaraciones del mandatario se produjeron poco después de que el secretario de Estado, John Kerry, presentara un informe sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio. Damasco rechazó la veracidad de las pruebas. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer que analiza llevar a cabo una acción limitada en Siria. Sin embargo, comentó que aún no ha tomado una decisión sobre un ataque militar. Las declaraciones del mandatario se produjeron poco después de que el secretario de Estado, John Kerry, presentara un informe sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno de Damasco. “Disponemos de múltiples pruebas que demuestran con alta confianza que el gobierno sirio perpetró el ataque contra elementos de la oposición en las afueras de Damasco el 21 de agosto”, aseguró el jefe de la diplomacia norteamericana. Por su parte, Damasco rechazó la veracidad de las pruebas. “Lo que la administración estadounidense calificó de pruebas irrefutables no son más que antiguas historias emitidas por los terroristas desde hace más de una semana, con todo lo que suponen de mentiras, de fabricaciones y de historias inventadas”, declaró el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, quien además pidió a la ONU que no emita informes parciales sobre el trabajo de sus expertos en Siria. Obama indicó que el ataque con armas químicas del 21 de agosto era un desafío para el mundo y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. “No estamos considerando un compromiso militar indefinido. No estamos considerando el envío de tropas”, afirmó. El presidente se reunió ayer con sus principales asesores militares para ultimar los preparativos de una acción militar en Siria en respuesta al ataque químico que, según Washington, fue perpetrado por el régimen de Beshar al Assad. “Sería un acto limitado, reducido a la respuesta que se quiere dar”, dijo Obama. Pero insistió en que el mundo tiene la obligación de responder al ataque realizado por el ejército sirio. “Lo que elijamos hacer o no importa en nuestra propia seguridad, por lo que tenemos que preguntarnos cuál es el riesgo de no hacer nada”, respondió Kerry cuando fue consultado sobre los próximos pasos a dar por parte de Estados Unidos. “Ahora que sabemos lo que sabemos, la pregunta que debemos estar haciendo es qué haremos”, insistió el diplomático, quien calificó al ataque como un crimen contra la humanidad. Las pruebas citadas por Kerry incluyen fotografías, videos, grabaciones de conversaciones de funcionarios del gobierno de Bashar al Assad, imágenes satelitales, declaraciones de testigos del ataque del 21 de agosto, partes médicos y de organizaciones no gubernamentales y datos recopilados por los servicios de inteligencia. “Sabemos desde dónde fueron lanzados los cohetes y a qué hora, sabemos dónde impactaron y cuándo, sabemos que los cohetes procedían desde áreas controladas por el régimen y fueron dirigidos únicamente contra vecindarios controlados por la oposición”, dijo Kerry. Kerry detalló que tres días previos al ataque, personal especializado del gobierno de Assad estaba en el área realizando preparaciones y que fueron avisados para que estuvieran preparados para el ataque poniéndose máscaras de gas y tomando precauciones asociadas a armas químicas. “Sabemos dónde se lanzaron los cohetes y a qué hora, dónde aterrizaron y cuándo y que vinieron sólo de áreas controladas por el régimen y que fueron sólo a áreas controladas por la oposición”, sostuvo. Kerry dijo al respecto que un alto funcionario del gobierno sirio confirmó que fueron usadas armas químicas por parte del gobierno sirio y que tenía miedo de ser descubierto. En las 24 horas posteriores al bombardeo, los satélites estadounidenses detectaron actividad de cohetes y misiles sobre la misma zona atacada cuatro veces superior a la de los diez días anteriores. “Los ataques sobre esos vecindarios continuaron intensivamente hasta la mañana del 26 de agosto, con el propósito, según Kerry, de borrar los restos de las armas químicas”, publicó ayer el diario El País de España. El jefe de la diplomacia estadounidense indicó además que las pruebas de que dispone el gobierno fueron analizadas minuciosamente por los servicios de inteligencia y que tienen la seguridad de que no existe posibilidad de error. “Se ha hecho así, conscientes de la experiencia de Irak. No repetiremos ese momento”, aseguró. “Esto es sentido común, es evidencia, son hechos”, señaló sobre el informe de la Casa Blanca que fue publicado en el mismo momento en que se dirigía a la prensa, aunque aclarando que existe otra parte del material que permanecerá clasificada. “Después de una década de conflicto, el pueblo norteamericano está cansado de guerra. Créanme, yo también lo estoy. Pero el cansancio no nos puede impedir asumir nuestras responsabilidades. Sólo por anhelar la paz no la conseguiremos, y la historia nos juzgará muy severamente si cerramos los ojos ante un dictador sin escrúpulos que usa armas de destrucción masiva pese a todas las advertencias”, admitió Kerry. Sin embargo, aclaró que la guerra civil siria terminará por solucionarse a través del diálogo entre las partes y que ese momento llegará tarde o temprano. Si bien Naciones Unidas pidió tiempo a la comunidad internacional para presentar el resultado del trabajo de los inspectores que regresarán hoy de Siria, el funcionario norteamericano afirmó que la ONU no aportará ninguna información nueva y que por lo tanto su país continuará con su proceder. En una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Al Mualem exigió que no hayan resultados parciales antes de la retirada de los expertos. Al Mualem aseguró, además, que Siria espera de Ban objetividad y rechazo a las presiones internacionales que aguardan al resultado del informe de los expertos para tomar acciones contra Damasco. El jefe de la diplomacia siria pidió a Ban que apoye los esfuerzos para celebrar la conferencia de Ginebra II, porque señaló que la solución política era la salida de esa situación y que cualquier agresión contra Siria sólo truncaría los esfuerzos. 31/08/13 Página|12

El olvido Por Ricardo Forster

“Sólo una cosa no hay. Es el olvido Dios, que salva el metal, salva la escoria Y cifra en su profética memoria Las lunas que serán y las que han sido”. Jorge L. Borges Cuánta memoria resiste una sociedad? ¿Olvidamos para recordar aunque no lo sepamos? ¿Es posible hacer la crítica del presente dirigiendo la mirada hacia el pasado pero al precio de su inmediato olvido? ¿Es acaso el olvido un recurso para seguir viviendo que nos alivia de nuestras pesadillas? ¿Puede el discurso político sostenerse en la interrelación de lo contingente y lo acontecido o necesita abandonar, por inactual, cualquier referencia a lo que ha quedado a nuestras espaldas? Preguntas que no puedo dejar de hacerme en estos complejos y difíciles días argentinos en los que una maquinaria mediática implacable parece no sólo arrinconar al Gobierno sino, también, evidenciar la facilidad con la que se van desvaneciendo los recuerdos traumáticos que dejaron su marca en el final de los ’90 y en el estallido del 2001. Se esfuman las imágenes de la crisis al mismo tiempo que el día a día se convierte en el núcleo absoluto de vivencias y sensaciones que no pueden o no quieren mirarse en el espejo de esa otra época en la que tantas cosas se corrompieron en el interior de una vida social dañada. Quizás el peso de lo traumático, la oscura ofensa que atraviesa el alma de muchos compatriotas, el deseo de no mirar hacia atrás para no hundirse en la culpa de complicidades diversas, refuerza la tendencia al “piadoso” olvido. Es comprensible y justificable que quien ha sufrido un daño en su vida intente borrar ese recuerdo angustioso, es cínico e hipócrita que quien ha sido responsable de ese daño se dedique a borrar toda referencia que lo compromete. Es doloroso y preocupante que los dañados se dejen convencer por quienes buscan sustraerse a su responsabilidad política, ideológica y económica. Olvidar, ese parece ser el reflejo inmediato de una parte muy significativa de la sociedad. Olvidar, una vez más, para desresponzabilizarse, para proyectar todos los males bien lejos en el mismo instante en que, como en otros tramos de nuestra historia, buscamos arrojarnos en las aguas purificadoras del virtuosismo republicano sin siquiera percibir que terminaríamos por precipitarnos en la noche dictatorial o en el vaciamiento de la vida democrática. Olvidar como una estrategia para despojar al kirchnerismo de su papel inequívoco y decisivo a la hora de rescatar a un país desmadrado y precipitado hacia una carrera autodestructiva impulsada por muchos de quienes hoy se ofrecen como la alternativa opositora. Olvidar para distanciarse de sus propias opacidades, esa zona gris por la que circula la moral “real” de aquellos que se desgarran las vestiduras ante el supuesto vaciamiento de la república mientras ocultan la expoliación que realizaron del ahorro de los argentinos. Grageas para limpiar la memoria de todo aquello que incomoda la buena conciencia de quienes nunca acabaron de abandonar esa tradición prejuiciosa proveniente del antiguo cualunquismo que sus abuelos trajeron de Europa y que hoy asume los rasgos de una sorprendente alquimia de liberal conservadurismo y neoprogresismo reaccionario. Nada más engañoso que dirigir los peores dardos críticos contra el kirchnerismo desde las tribunas de opinión regenteadas desde siempre por los dueños del poder y de las riquezas. Se ensañan con el “populismo” gubernamental ocultando la responsabilidad de las corporaciones económicas y de muchos de sus agentes políticos y periodísticos en la expoliación del país. ¿Comparar… para qué? Extraña paradoja la que lleva a una amplia franja de la clase media a incursionar, otra vez, en el ejercicio de la repetición. Fue la que enloqueció de pánico –en ese alucinante principio de siglo– ante la certeza de la caída en el abismo de la indigencia económica cuando toda idea de futuro había sido devorada por un presente que parecía prolongarse hasta la realización de lo infausto. Aquella clase media que a partir de 2003 inició una sistemática recuperación y que, ahora, cuando el tiempo ha hecho su trabajo de limpieza y olvido, critica salvajemente a un gobierno que implementó el giro político-económico que le permitió recuperarse de sus terrores y de sus indigencias materiales y “morales”, para abrazar la estrategia de quienes volverán a someterla. Extrañas vueltas de la vida que nos ofrece el panorama de una sociedad, o al menos de una parte importante de ella, que se instala en el fervor de un virtuosismo de nuevo rico que descubre, no sin sonrojarse, que la República está en manos de una banda de facinerosos dedicada a expoliar los últimos restos de una moral pública definitivamente extraviada entre las risotadas demoníacas del populismo que goza con sus bóvedas llenas de oro y con sus viajes a fastuosos paraísos fiscales. No le importa, mientras descubre fascinada y complacida, el horroroso espectáculo –astutamente pergeñado desde las usinas mediáticas– de la corrupción “generalizada y a manos llenas”, entregarse de cuerpo y alma a quienes se dedicaron, con especial fruición, a desvirgar, una y otra vez, su existencia real mientras le dejaban la posibilidad de volver a sentirse virtuosa. Hoy, cuando la polvareda de la historia se entromete entre el pasado aciago y el presente, no le preocupa dejar el recuerdo de lo acontecido al trabajo de oscuros eruditos enclaustrados en penumbrosas academias que un día nos recordarán las ruindades de una época felizmente superada, cuando ese recuerdo ya no tenga ninguna significación ni ponga en peligro ningún poder. Empachada de olvido reparador prefiere volver a escuchar las ofertas salvadoras de quienes, al final del siglo pasado, la dejaron en el borde de la ruina o simplemente la arrojaron a la indigencia material y moral. Elige, porque es libre de hacerlo y porque cree a rajatablas en el mito de su autonomía, a los mismos que disfrutaron mientras hundían a la Argentina en la penuria económica, social, política, cultural e institucional. Regresa, presurosa, al lecho de un amante sádico siempre dispuesto para recibirla con los brazos abiertos. ¿Cuánta repetición soporta un país? ¿Volveremos a ver una película que ya vimos pero con nuevos efectos especiales adaptados a esta época? ¿Es la desmemoria la que permite “el retorno de los dioses dormidos” utilizando libremente la famosa sentencia de Max Weber y adaptándola a un síntoma instalado en nuestra sociedad? ¿Es la pérdida de toda referencialidad histórica la que habilita para que regresen a la escena del presente los causantes de tanto daño sin que los que lo sufrieron siquiera lo perciban? ¿Acaso la experiencia vivida no alcanza para alertar respecto de esos retornos disfrazados de novedad? Algo oscuro y viscoso se despliega entre los pliegues de una sociedad capaz de lanzarse, una vez más, a la peor de las repeticiones, esa misma que terminará por ofrecerle de nuevo la brutal experiencia de la bancarrota. El deseo de la repetición anida en una subjetividad que sigue viendo la realidad a partir de los paradigmas culturales hegemónicos desde los años 80 cuando se inició la época neoliberal y que siguen marcando el ritmo del anarcocapitalismo financiero a nivel planetario; como si lo vivido en el pasado se hubiese convertido en una bruma que apenas si nos devuelve figuras borrosas e indiscernibles mientras lo viejo-nuevo regresa para reactualizar su dominio. Una subjetividad que no ha querido o no ha podido desprenderse de las impregnaciones de un sistema-mundo capaz de imponer, a lo largo y ancho del planeta, su lógica y su gramática. Un dispositivo cultural, afianzado en y por la maquinaria mediática y por la industria del espectáculo, que ejerce un tremendo disciplinamiento social fecundando el miedo en la certeza de un orden inexorable y eterno del que ya no se podrá escapar. La economía global de mercado se ha ofrecido, y lo sigue haciendo, como el único norte de sociedades que ya no aspiran a otra cosa que no sea a permanecer, al precio que sea, en el interior de esas coordenadas que les prometen la felicidad al precio de la más absoluta de las cegueras y, claro, de hipotecar el futuro. Pero, tal vez, lo que se está hipotecando sea una alquimia que une los tres tiempos verbales ya que, como escribía Walter Benjamin, cuando vuelven a triunfar los dominadores de siempre lo que queda atrapado en la amenaza de la repetición y del relato único es la conjunción de pasado-presente-futuro. El pasado porque la memoria se convierte en un botín de guerra de los vencedores que se apropian de todos los bienes culturales fijando el sentido de un relato que sólo les conviene a ellos; el presente porque ejercen su hegemonía apropiándose, una vez más, de las riquezas socialmente producidas; el futuro porque queda borrado el sueño justiciero que todas las generaciones guardan y que proyectan hacia adelante. Lo que se impone, con la fuerza de una violencia material y simbólica, es un modelo de sociedad en el que la textura monocorde de los vencedores de ayer y de hoy se ofrece como la forma última de la vida nacional. El olvido, aunque no lo sepa, deja pasar entre sus resquicios los espectros de la repetición, esos mismos que están dispuestos a cobrarse, una vez más, la cuenta impaga de quien se ha dejado arrebatar por la desmemoria. Infonews

PANORAMA POLITICO Buitre, vaca, ganancia y medios Por Luis Bruschtein

Fondos buitre, ley de medios, LAN, Vaca Muerta y Ganancias, todos a punto de caramelo y en una semana sin sosiego. Son remolinos y maratones para una travesía en la que hay que tener nervios y muñeca. Argentina no es para cualquier timonel porque otros vientos similares se los han llevado puestos. Una semana de las furias en un contexto electoral en el que todo suma o lastima. El Gobierno, abollado en las primarias, se mueve mejor en esa arena de problemas concretos y gestión, tiene más reflejos. En la oposición, el massismo se retrajo para evitar la confrontación. El resto, desde las alianzas del FAP y la UCR, hasta el PRO, buscó la confrontación ciega, compitiendo por el voto anti K más crudo. No pueden aparecer junto al Gobierno ni siquiera cuando están en juego intereses de la Nación. Las audiencias de la Corte por la ley de medios se dieron también en este contexto. Resulta inútil aspirar a que este debate no sea tomado tan sólo como parte de una guerra entre el Gobierno y Clarín. De hecho, se trata de una discusión que está instalada entre los periodistas y operadores de medios audiovisuales desde mucho antes de que llegara el kirchnerismo. En una sociedad donde las personas necesitan la información para tomar decisiones sobre sus vidas y donde la única fuente de esa información son los medios, resulta suicida para una democracia que un solo consorcio de medios cubra el 80 por ciento de las audiencias, con los mayores periódicos a nivel nacional y provincial, con agencias de noticias, con el mayor canal de TV y varias de las radios más importantes, además de otras en el interior del país, así como señales de cable y un servidor de Internet más una operadora de cable que maneja el 60 por ciento de los clientes a nivel nacional, además de una cantidad de empresas que aportan insumos y servicios. Toda esa artillería acumulada en un solo jugador desequilibra cualquier democracia. Es capaz de destrozar causas, políticos, jueces, generales o competidores, y si los puede destrozar tiene una herramienta para presionarlos y controlarlos, y es capaz de crear condiciones para tal o cual negocio, de instalar candidatos o defenestrarlos. Los gobiernos están a cargo de la educación, que es otro gran constructor de sentido, pero a los gobiernos se los puede controlar y cambiar. Un monopolio multimediático es un poder fáctico que no tiene organicidad ni responsabilidad democrática porque es una empresa y, por lo tanto, su lógica motora es la de su beneficio. Hay quienes subestiman la fuerza de un monopolio multimedia. Pero el hecho mismo de que la aplicación de esta ley se haya demorado cuatro años es una demostración del poder que puede desplegar. Más aún, el hecho de que la Justicia haya interferido con el Legislativo y que la Corte esté avocada es porque el multimedio está aplicando todos sus recursos para llegar a una instancia que supone más accesible que la del Poder Legislativo. Si desde la oposición no se puede visualizar la ley de medios más que como parte de una guerra entre el Gobierno y Clarín, entonces, al menos tendría que visualizar también como parte de esa guerra a la feroz campaña mediática. Es evidente que ambos temas también forman parte de esa confrontación. Justamente el debate sobre la concentración mediática está referido, entre otra multiplicidad de variables, a la campaña absolutamente virtual pero demoledora que puede disparar un multimedio con ese poder de fuego contra cualquiera de sus enemigos o competidores. A la oposición le resulta difícil reconocerlo porque esa campaña mediática ha sido el eje de su campaña electoral. Es mala época para debates de fondo porque debatir implicaría correr el eje y sacar al Gobierno del lugar del desplante y el insulto permanente. Con un ladrón no se debate, se lo acusa, no tiene entidad moral, por eso Elisa Carrió, que fue tan activa en la campaña, esta semana se abstuvo. En estos días se plantearon otros temas que deberían estar por fuera de esas especulaciones. El fallo de la Justicia de Nueva York sobre la reestructuración de la deuda externa argentina busca arrinconar al país. Todos los partidos de la oposición, ya sea desde el menemismo o en la Alianza, han sido responsables de esa deuda y su crisis. El contexto electoral no tendría que pesar frente a estas cuestiones, los partidos que forman el frente Unen o el FPCyS, que recrean la misma composición de agrupaciones políticas que tuvo la Alianza cuando gobernó con Fernando De la Rúa, no pueden hacerse los desentendidos y bloquear las acciones que decide el Gobierno para contrarrestar esa ofensiva. Nadie puede hacerse el desentendido en un tema que tiene tantas reminiscencias dramáticas y otras vergonzosas. El conflicto planteado por el hangar de LAN en Aeroparque fue sobredimensionado por la empresa, ayudada por los medios locales, que se sumaron a los reclamos de la aerolínea chilena. El conflicto se refiere al desarrollo de una política estratégica de cielos. Se podrá estar de acuerdo o no con el Gobierno, pero seguro que los privilegios que recibió LAN durante el desmantelamiento de Aerolíneas no llevan a un diseño a partir de necesidades propias. Vaca Muerta puede volver autosuficiente al país en materia energética, en contrapartida de lo que sucede ahora. Argentina importa cerca de ocho mil millones de dólares por año en combustible gracias al desmantelamiento de la YPF privatizada que realizó Repsol. YPF sin Vaca Muerta no existe. Pero con ese yacimiento en actividad, Argentina puede aspirar a convertirse también en exportador. Lo que se está discutiendo en el acuerdo con Chevron, una empresa que explota yacimientos similares en los Estados Unidos, es cómo se pone en actividad, las inversiones masivas, las tecnologías desconocidas, los tiempos imperativos y los socios. En esa área mínima (1,3 por ciento del yacimiento) que involucra el acuerdo con Chevron se está discutiendo el desarrollo energético para lograr el autoabastecimiento estratégico. Mientras Vaca Muerta no produzca, YPF entraría en un proceso de agonía. Con el descuento de Ganancias, el Estado deja de recaudar más de cuatro mil millones de pesos. Los que reclamaban esa baja de impuestos no explicaron nunca cómo se repondría el faltante. Si quiere mantener las fuentes de trabajo pese a la crisis mundial, el Estado debe recaudar y volcar cifras millonarias en el mercado interno para alimentar el consumo. Desfinanciar al Estado en esa situación no es progresivo y, cuando se plantea, tiene que abrirse una alternativa responsable y concreta para reponer lo que se saca. Finalmente, la mitad de esa cantidad se amortizará con un impuesto a transacciones financieras. La otra mitad la absorberá el Estado. Si el Estado decidiera recuperar esa mitad sacando los subsidios a los servicios, por ejemplo (mantenerlos o sacarlos es una decisión política), la gente estaría pagando por otro lado lo que dejó de pagar por Ganancias. Se está discutiendo prioridades en ese punto. Si la prioridad es la fuente de trabajo en una situación de crisis, la sociedad tiene que ser consciente de que debe hacer un esfuerzo. Por esta geometría electoral, la oposición cuestionó todos estos puntos, incluso el de Ganancias, porque denunció la medida como electoralista. Y en los otros apareció como obstruyendo el despegue de YPF, o junto a los fondos buitre y defendiendo con un fervor inusitado los privilegios con que fue beneficiada una empresa extranjera por la destrucción de Aerolíneas. Desde la deuda externa hasta la política fiscal; desde la soberanía energética hasta una política aeronáutica soberana, son todos afluentes para un debate profundo sobre el modelo de país. Seguramente, la oposición en sus diferentes vertientes tendría propuestas concretas y hasta es probable que en muchos casos se aproximaran a decisiones tomadas por el gobierno. Pero ninguno de estos temas primordiales se abordaron en la campaña electoral porque la estrategia elegida fue la de construir una imagen corrupta y autoritaria del oficialismo, lo que bloqueó los temas de fondo. Los bloquea, pero de esa manera, al mismo tiempo los está cediendo a un oficialismo que aparece así como el único que está en condiciones de exponer un proyecto de país. 31/08/13 Página|12

La corte deberá decidir la jurisprudencia de los próximos años

Pocas veces en la historia argentina se ha debatido tanto y tan bien sobre qué significa la libertad de expresión. Las audiencias públicas convocadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) han permitido seguir, durante dos días, un muy importante debate sobre las concepciones existentes en la sociedad sobre un concepto pilar para el ejercicio democrático de la ciudadanía. Por Guillermo Mastrini Como quedó demostrado a lo largo de las audiencias, y expuso de forma muy interesante Víctor Abramovich, representante de la Universidad Nacional de Lanús, se discutió acerca de dos concepciones sobre libertad de expresión: una individualista y otra social. Ahora, la CSJN deberá interpretar cuál de estas concepciones guiará la política de comunicación en los próximos años. En las audiencias, la estrategia del Grupo Clarín fue presentar un concepto de libertad de expresión basado en los derechos patrimoniales. Los amicus curiae que defendieron la posición del grupo de medios esgrimieron argumentos mayoritariamente economisistas, acerca de cómo afectaría en términos económicos a la empresa la regulación de la libertad de expresión que la Ley de Medios procura implementar. Ambas jornadas fueron bien diferentes. En la primera, el miércoles, los amicus curiae de Clarín fueron más homogéneos que los del gobierno, ya que se circunscribieron más y mejor al objeto judicial, es decir, al análisis sobre en qué medida la regulación es constitucional y cuál sería la jurisprudencia a aplicar para determinar o no su constitucionalidad. Por la parte del Estado, los oradores optaron por argumentos más del tipo político y menos jurídicos, con la excepción de las presentaciones de Víctor Abramovich y Damián Loreti. Sin embargo, en la jornada de ayer jueves quedó en evidencia que los abogados del Grupo Clarín no esperaban las preguntas tan concretas y filosas que redactaron los jueces de la CSJN y dejaron varias dudas, y en muchos casos directamente eludieron la respuesta. Suena paradójico que quienes se dedican a preguntar, los medios, aparezcan no preparados a la hora de responder. Dentro de los argumentos que esgrimió el Grupo Clarín y sus amicus se aprecian algunas deficiencias y puntos débiles: El representante de ADEPA, la asociación que reúne a los dueños de diarios, citó la jurisprudencia estadounidense y se lo puso como un modelo regulatorio a seguir. Claro que omitió señalar que la ley de ese país impide la propiedad cruzada de medios, entre gráficos y servicios audiovisuales. Salvo que se proponga una aplicación selectiva del modelo estadounidense, el argumento lleva los límites a la concentración más allá de los que establece la propia ley. No caben dudas que una visión sesgada de la jurisprudencia puede generar más problemas que beneficios. Por su parte, el representante iberoamericano de la televisión por cable citó el caso de Prometeus II, donde efectivamente la Corte declaró inconstitucional un límite del 30% para los prestadores de TV por cable, pero sin señalar que en el mercado norteamericano se autoriza a las empresas telefónicas a dar servicios de cable. La inconstitucionalidad estuvo pensada en razón de que el límite del 30% perjudicaba al cable, frente a las empresas telefónicas. Cabe recordar que en la normativa argentina se prohíbe este tipo de propiedad cruzada, por lo cual la protección al cable no es necesaria. Nuevamente se elaboraron argumentos sesgados y parciales, dado que no es creíble que los cableros alienten la entrada de las telefónicas en su mercado, como ocurriría de aplicar la jurisprudencia norteamericana. La última línea argumentativa hizo referencia a que la mejor manera de defender la libertad de expresión debe quedar restringida a los tribunales de defensa de la competencia, evitando las regulaciones especiales para el sector. Esta línea es más sofisticada y atraviesa una línea bien compleja, ya que en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos los artículos 12 y 13 presentan argumentos contradictorios. Los amicus curiae del gobierno presentaron la fundamentación opuesta basados en la misma Convención. También aquí la CSJN deberá decidir qué orientación seguirá la jurisprudencia argentina en los próximos años. Si esperar a que actúen tribunales de defensa de la competencia que no otorgan al mercado de los medios de comunicación una protección especial, o permitir que sea el Estado a través de políticas públicas, el que defina el modelo para una comunicación en la que el conjunto de la ciudadanía tenga los mismos derechos. Infonews