domingo, 30 de junio de 2013

Macri y la redención cool de Palito Ortega Por Miradas al Sur contacto@miradasalsur.com

“Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez” Bernardo de Monteagudo ¿Qué merecimos para que el ex gobernador y senador tucumano, notorio artista colaboracionista de la dictadura, vuelva a ser considerado relevante? Vamos, vamos, cantorcito que andás de contramano. Tus letras siempre dicen que anda todo, todo bien. Te doy un consejo: aportá un poquito más, tu forma de pensar se quedó en el Club del Clan. Devolvele al pueblo la canción que le sacaste, ellos siempre están dispuestos a perdonarte” (León Gieco, “Cantorcito de contramano”, 1989). “Vení a la ciudad de todos los argentinos”, invita con su mejor sonrisa electoral el ahora lampiño Mauricio Macri –el bigote policial parece haber quedado en el recuerdo–. Allí está el simpático jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reelecto en 2011 con el 64,25% de los votos, dispuesto a ser el mejor anfitrión. La banda de sonido del comercial que promociona las bondades turísticas de Buenos Aires (al menos en las imágenes, la “trama” del spot vincula con una ridícula historia de alguien que quiere recuperar su acento en donde fue concebido) retrotrae violentamente a los años ’60, cuando cierto cantautor tucumano, de origen humilde y sonrisa compradora, era uno de los músicos más populares de la Argentina. Tal vez el más popular, junto con Sandro y Leonardo Favio. Ha pasado mucho tiempo de aquello, tanto como de aquel país en que la tele era en blanco y negro, Onganía gobernaba y las familias compraban simples y long plays de Ramón Palito Ortega, el changuito cañero que llegó a la gran ciudad para cumplir su sueño que hacía realidad el “estilo de vida argentino”. Resulta curiosa esta asociación entre Macri, Palito Ortega y la canción en cuestión para este comercial bautizado “El hombre sin acento”, realizado por la agencia publicitaria Don, también encargada, entre otras campañas, de la publicidad electoral que promocionó la candidatura de Miguel Del Sel (otro muchacho como todos nosotros, dicen). Aquí habría que inferir que se trata de una jugada reiteradamente utilizada como recurso comercial, que orienta la identificación del producto a vender con una canción de otro tiempo que enganche a los más jóvenes y encienda la nostalgia en los más veteranos. Sin embargo, está claro que el jefe de Gobierno porteño no es “un muchacho como…”. Por ejemplo: un muchacho como cualquiera de nosotros, ciudadanos de a pie, no vivió de la fortuna familiar acumulada alrededor de los contratos de concesión que el gobierno militar le otorgó a la empresa constructora familiar. Tampoco, como cuentan algunos de sus ex compañeros del Colegio Cardenal Newman, un muchacho como cualquiera de nosotros hubiera podido invitar a sus amigos un viernes para viajar a Europa a ver una carrera de Fórmula 1 el domingo y volver el lunes para contarlo en el aula del augusto colegio de San Isidro. ¿O es que están diciendo que se trata de un muchacho “que vive simplemente”, nada más? No se sabe, aunque bien podría argumentarse también que Macri no tiene que ver con la canción de Palito, que no es un muchacho como el resto, algo que ni siquiera está sugerido en el comercial. Que solo se trata de ponerle música ligera a una promoción turística de Buenos Aires. Polémica elección, por cierto. Que asalta los oídos: Palito le pone la banda de sonido a la ciudad de Mauricio. Y que tiene un antecedente directo y concreto ocurrido en el reciente verano porteño. Auspiciado, organizado y promocionado en el marco de los espectáculos gratuitos que la ciudad ofreció en el espacio público, Palito Ortega cantó en un escenario montado al lado del Obelisco, con transmisión en directo del canal independiente Todo Noticias. Es decir, si Daniel Scioli tiene a Pimpinela como artistas fetiche y parte fundamental de su imagen cultural, Macri respondió con la incorporación de Palito Ortega. Indudable asociación de populismo kitsch con fines pretendidamente electorales, es lo que debe inferirse. Parte del estilo PRO de hacer política, aunque esta columna no pretende meterse en esas aguas profundas. Ahora bien: ¿qué merecimos para que el ex gobernador y senador tucumano con dudosos balances de gestión, artista colaboracionista de la dictadura (recordarlo vestido de militar naval, o como parte de los comandos azules paramilitares, tal como protagonizó en cine y todavía puede vérselo de vez en cuando en Volver) sea considerado nuevamente relevante? Es decir, ¿por qué Palito Ortega volvió a ser cool? ¿Por sus hijos, algunos talentosos (Luis, el cineasta por ejemplo), otros con indudable olfato industrial (Emmanuel, otrora estrellita de la canción latina; Sebastián, el productor de Graduados y otras series televisivas del alcance masivo)? ¿O por sus hijas (Julieta, la actriz; Rosario, la cantante “sensible”)? ¿O porque ayudó a Charly García en su proceso de rehabilitación? No es suficiente para esta especie de redención que se estableció en consenso durante los últimos dos años. La “reaparición” de este personaje, que volvió a editar un disco tratando de reivindicar sus inicios presuntamente rockeros y la idea de relacionarse con el mismísimo Elvis –el disco se grabó en los míticos estudios Sun de Memphis, con algunos de los músicos que formaron parte de aquellas sesiones del verdadero Rey–, le valieron generoso espacio en medios dominantes para ubicarlo como “el Rey” argentino o algo así. Parte de esa campaña, que incluyó un recital en el Luna Park (tampoco es un gran mérito, hoy, llenar el estadio de Bouchard y Corrientes), lo puso en la mira del gobierno de Buenos Aires y su programa de cultura gratuita. Aquí se tiene la imagen del cantante, de anteojos oscuros a plena luz del día como para agigantar su categoría de estrella, al momento de declarar cuán feliz y halagado se sentía por concretar ese recital pagado desde las arcas públicas. En este tiempo en que se discuten sobre cuánto y cómo cobran algunos músicos al Estado, éste es otro ejemplo de aquello. Pero no es allí dónde se apunta. En verdad, el aporte de Palito Ortega a la música popular argentina es más bien escaso: apenas un par de canciones con estribillos pegadizos apropiados para un tiempo y un país en particular, muy lejano en la historia vista desde hoy, segunda década del siglo XXI. Ya (casi) nadie se acuerda. Capítulo aparte merece el período político en la carrera pública de este señor que nos quieren hacer creer es nuestro Elvis. Fue electo gobernador de Tucumán por el menemismo, ungido para destronar al malévolo general Bussi. Allí se dio su primera redención: como enfrentaba a la bestia, se convirtió en la opción menos vergonzante y dolorosa. Gobernó entre 1991 y 1995, los años de esplendor de la convertibilidad. Después fue senador por su provincia y le cupo el dudoso protagonismo en la causa por coimas en la Cámara alta, de lo que luego se desdijo en su declaración judicial años después. Y para rematar la faena, fue compañero de fórmula de Eduardo Duhalde por el Partido Justicialista para las elecciones presidenciales de 1999 que consagraron presidente a Fernando De la Rúa. “Cuando perdimos, pensé que la misión estaba cumplida. No se podía aspirar a más y ya no tenía tanta fuerza para seguir en una profesión que exige mucho esfuerzo físico personal y compromete a la familia”, dijo en ocasión de una reaparición política en 2010, nada menos que para acompañar al aspirante a gobernador de Salta, el inefable diputado nacional Alfredo Olmedo, el mismo que declaró esta semana “hoy en día los jóvenes roban para drogarse, el delincuente está en la calle y la sociedad está entre rejas”. Se puede concluir que, como ya le sucedió felizmente a la señora Mirtha Legrand aunque ahora se anuncie su enésimo regreso, hay ciertos dinosaurios de la cultura popular argentina que no merecen olvido ni perdón. O, en todo caso, y como toda respuesta, deben ser tratados con indiferencia. Notoriamente Legrand y Ortega fueron la cara de la industria del entretenimiento en el período más siniestro de la historia argentina, prestaron su imagen y cualidades artísticas para maquillar aquel rostro perverso. Hay que resistirse a considerar a un veterano y mediocre cantante con hijos en vidriera de exposición mediática, con oscuro pasado colaboracionista y, para colmo, dudosa actuación en el ámbito público, un viejito piola. No lo es. 30/06/13 Miradas al Sur

Un verdadero aquelarre sin proyecto Por Claudio Lozano

Diputado nacional. Candidato a senador por Camino Popular Suele destacarse lo virtuoso de la interna a desarrollar por el Frente UNEN en las próximas PASO. Es interesante observar que se presenta como virtud lo que en la práctica es un verdadero aquelarre, donde es imposible percibir proyecto político alguno. Como resultado de esa contienda estamos frente a una verdadera tergiversación del sentido de las PASO. Se supone que esos comicios pretenden resolver democráticamente la disputa de liderazgos y candidaturas en el marco de un proyecto político común. Proyecto que puede expresarse en un partido o a través de una alianza de partidos. Sin embargo, el frente UNEN convoca a elegir una amalgama de conductas y visiones políticas que en ningún caso se sintetizan en proyecto alguno. Así, participan de este frente quienes promovieron la Resolución 125 y quienes la rechazaron; quienes defienden la necesidad de retenciones a las exportaciones y quienes proponen incluso que deben ser cero; quienes votaron a favor y en contra de la estatización de las AFJP; quienes rechazan la megaminería a cielo abierto y quienes viven o vivieron de ella; quienes esgrimen la solución privatista en materia energética y quienes pretenden un papel dominante del Estado; quienes rechazan el endeudamiento y al Fondo Monetario Internacional y quienes entienden que ese es un camino razonable. Es tal el nivel de contradicción que esto ha llevado a uno de los partícipes de esta interna a decir que la alianza UNEN termina en octubre. Es tanta la dificultad para explicar que se llega incluso a argumentos impresentables. Corresponde señalar también que este racimo de contradicciones, luego de la interna, estructurará su lista final de diputados nacionales según los votos de cada lista. Posibilitando así que quienes se oponen en casi todo puedan integrarse en una misma lista para participar en la elección de octubre. Lejos de configurar esto una superación de la tan cuestionada lista sábana, estamos en presencia de un verdadero cambalache estructurado bajo la exclusiva y limitada idea de todos contra el gobierno nacional y completamente alejada de cualquier configuración ideológica que pueda nominarse como de centroizquierda. Esta visión no sólo reedita la vieja tendencia de la alianza que De la Rúa encabezara contra Menem, sino que repite lo ocurrido con el Acuerdo Cívico y Social del 2009. En ambos casos, el desastre en la gestión y el fracaso como oposición señalan que este no es el camino a recorrer. Asimismo, el hecho de que la alianza UNEN se estructure bajo el criterio de “todos contra el Gobierno” en un distrito gobernado por un opositor al gobierno nacional, produce el singular efecto de que en su constitución (y más allá del discurso) se agrupen en ese espacio ex asesores de Macri o fuerzas políticas que han sido funcionales a las necesidades del macrismo en la Legislatura con supuestos y fervorosos antimacristas. Las PASO son tergiversadas por la Alianza UNEN y su resultado en ningún caso podrá resolver en términos de proyecto político lo que es una sumatoria de fragmentos opositores. Se trata de un camino sin salida, tanto para superar al gobierno nacional como para pensar en una alternativa al actual Gobierno de la Ciudad. Revista Veintitrés

¿Por qué la juventud abandona a Pino? Por Martín Iommi

Candidato a diputado nacional. Miembro de la Junta Comunal Nº 6. Ex Dirección Juventud Proyecto Sur CABA Somos la juventud que con gran entusiasmo se sumó a este Proyecto a partir del año 2009 y que hoy abandona el partido porque no comparte este amontonamiento electoralero llamado UNEN. Para nosotros es inaceptable unirnos con quienes no comparten nuestro programa. Elisa Carrió o Prat Gay aún defienden la privatización de las AFJP, de YPF y el pago de la deuda externa mientras que Terragno sigue siendo el candidato a senador que en el 2001 perdió con el voto bronca. Nosotros abandonamos el partido, pero Proyecto Sur abandona la coherencia. Ahora en vez de causas nacionales, se habla de problemas morales. Olvidando, como decía Pino, que la primera de todas las éticas es la que defiende lo público, lo que es de todos. A todos los que creímos en Pino Solanas nos toca seguir peleando por las banderas que abandonó Proyecto Sur. Tenemos el desafío de continuar y profundizar un proyecto emancipador que resuelva el problema de la minería contaminante, la deuda externa, la recuperación de las empresas privatizadas y el conjunto de las causas nacionales. Nuestro proyecto no va a desaparecer mientras sigan existiendo las causas que le dieron vida. Por esta razón los sectores que rompen con Proyecto Sur son parte en todo el país de los frentes electorales donde participa la CTA junto a otras organizaciones que comparten el mismo programa. En la ciudad de Buenos Aires participamos con Camino Popular, que lleva a Claudio Lozano como candidato a senador, en la provincia de Buenos Aires participamos en el Podemos con la CTA y el MST y en Chubut con el Frente Unidad Sur de César Antillanca, entre otros frentes electorales.

UNEN, ¿proyecto político o unión de rejuntados opositores? Todos contra uno Por Tali Goldman

Dicen tener coincidencias políticas pero al mismo tiempo vaticinan que la alianza no llega a fin de año. Punto en común: el odio al Gobierno. Algunas veces, los nombres elegidos para catalogar espacios políticos reflejan los valores y los principios con el que fueron concebidos. Otras, simplemente funcionan como estandartes vacíos de contenido, apelando al marketing electoral como única herramienta de atracción para sus votantes. Por caso, el nombre designado para el frente que comparten la UCR, Libres del Sur, Proyecto Sur, GEN, Partido Socialista y la Coalición Cívica en Capital Federal y que debutará en las PASO como único frente que efectivamente dirime sus internas con los electores, dice poco de lo que son en esencia: “Unen”. Apela, por supuesto, al concepto de unidad, y con ello la de proyección a través del tiempo y con miras al 2015. A priori aquí se suscitaría un primer problema. Tanto la UCR como el Frente Amplio Progresista (FAP) ya tienen sus propios candidatos presidenciales y, casi a modo de predicción, podría afirmarse que hay muchas chances de que la alianza tenga fecha de vencimiento. El primero en reconocerlo fue Pino Solanas: “El acuerdo apunta a la no dispersión de la oferta electoral del progresismo”. Y agregó, de manera contundente: “El acuerdo tiene únicamente fines electorales y se rompería después de octubre”. Pese a que generó un cimbronazo dentro del espacio, Pino se sinceró: “En cada elección aparece un nuevo frente y el más exitoso, que fue el del FAP, mire qué suerte corrió: está dividido en varios pedazos. No prometamos lo que no hemos discutido y las fuerzas que integran el espacio no hemos discutido más allá de esta elección”. Quien salió automáticamente a responderle fue Victoria Donda y dijo que no compartía el punto de vista de Solanas: “Hay que hacer hincapié en gobernar y que esto no sea sólo una participación testimonial”. Pino Solanas no sólo tuvo diferencias con sus nuevos aliados con los que comparte el ahora frente “Coalición Sur”, sino que su propio acercamiento con Elisa Carrió generó mella dentro de su espacio, lo que derivó en una ruptura. Tal fue el caso de doce de los quince comuneros de Proyecto Sur que decidieron abandonar el espacio porque sintieron, literalmente, que su referente los “traicionó”. Por caso, en el año 2009, mientras se conformaba el Acuerdo Cívico y Social entre la UCR, la Coalición Cívica y el Partido Socialista –del cual el cineasta no participó–, Solanas publicaba un libro titulado Causa Sur por la Editorial Planeta. En la página 212 se puede leer: “También les decimos a los compañeros de distinto signo que creen ver en el ARI una fuerza progresista, una fuerza de centroizquierda que hace gala de principios democráticos y nos habla de la ética como un contrato: ¿Cómo haces, hermano, para seguir viendo a esa fuerza como progresista cuando el líder de esa fuerza ha venido demostrando autoritarismo y discrecionalidad en su construcción política y termina postulando como candidato al Ministerio de Economía a un conspicuo exponente del liberalismo, el señor Prat Gay? Y lleva de candidata a senadora a la señora Estenssoro, que sigue reivindicando los ideales de su padre, el descuartizador de YPF, que se quedó con tres áreas de YPF en el Estrecho de Magallanes. Por haberlo denunciado, el señor Estenssoro intentó llevarme a la justicia con dos juicios, que se los ganamos. La señora Carrió, que se llena la boca con la ética, olvida que la primera de todas las éticas es la que defiende lo público, lo que es de todos; esa es la crítica suprema. La señora Carrió calla y silencia el saqueo petrolero y el saqueo de la minería donde, como ustedes saben, las corporaciones se llevan todo, no tienen la obligación de ingresar sus ventas al país, y encima el señor Kirchner las subvenciona con un 2% al 7% de las exportaciones. Este silencio, esta complicidad con el saqueo indigna. ¡Basta de resignación, compañeros!”. El “exponente del liberalismo”, como denomina Solanas en su libro a Prat Gay, es hoy el candidato a senador por el espacio “Juntos”, que comparte con Victoria Donda, que lo secunda, y con Ricardo Gil Lavedra candidato a diputado. En una entrevista televisiva, la referente de Libres del Sur criticó al gobierno nacional y argumentó que “no puede ser que uno de los sectores que más ganen en la economía argentina sean los bancos. El impuesto a las ganancias no favorece a los trabajadores y sí a los bancos”. Suena paradójico su comentario, teniendo en cuenta que su nuevo socio fue presidente del Banco Central y ex directivo del banco JP Morgan Chase, denunciado por el arrepentido Hernán Arbizu por presunto lavado de dinero y fuga de divisas de más de 400 empresas por unos 5.000 millones de dólares, nómina entre las que aparecen directivos y empresas del Grupo Clarín. Pero Donda insistió: “Alfonso no apoya al neoliberalismo y no está a favor de los sectores financieros”. Pero no sólo eso. Donda asumió el primer período de su banca en 2007 con una alianza con el Frente para la Victoria y rompió con el oficialismo luego de que Néstor Kirchner asumiera la conducción del Partido Justicialista, porque consideró que no estaba dispuesta a aliarse con partidos que respondan a viejas estructuras. Por caso, sonó coherente en sus argumentos cuando se conformó el FAP, cuyo eslogan era, justamente, que si bien incluían en su armado tanto a radicales como a peronistas, no incorporaban sus estructuras partidarias. Por eso, también generó un cimbronazo dentro del espacio que comanda Binner la alianza con la UCR de cara a estas elecciones. La consecuencia concreta en la ciudad fue la ruptura del FAP encabezada por Claudio Lozano, de Unidad Popular, quien armó un nuevo frente con la agrupación juvenil Marea Popular. Muy duro con sus otrora aliados, aseguró que “la única capacidad de esta nueva alianza es decir no”. Y si bien en estas elecciones legislativas la decisión de Binner fue que cada distrito armara sus propias alianzas y que para el 2015 volverían todos a confluir en un mismo espacio, el economista no fue muy alentador y dudó de la continuidad del FAP incluso para las presidenciales. La tercera lista que integra el espacio “Unen” denominada “Sumá +” está encabezado por Rodolfo Terragno como candidato a senador. El histórico dirigente radical y ex ministro del gobierno de Raúl Alfonsín reveló, después de mucho misterio y negociaciones, que su compañero aspirante a una banca en la Cámara baja es el ex ministro de Economía Martín Lousteau. Este economista fue el elegido por Cristina Fernández apenas asumió en 2007 su primer mandato. Pero luego, en 2008, fue el gran impulsor de la polémica resolución 125 para aumentar las retenciones móviles del campo, lo que llevó al momento más crítico del gobierno de la Presidenta. Las grandes corporaciones del sector agro, los medios monopólicos y algunos partidos de la oposición (incluida la UCR) llevaron adelante una furiosa campaña con tintes destituyentes que culminó en el famoso voto “no positivo” del otrora vicepresidente radical, Julio Cobos. Pero eso no importa a la hora de hacer alianzas. Lousteau sostuvo que con Terragno “comparte valores y la manera de ver la sociedad y la política”. Son trece las bancas que se renuevan en diputados y tres en senadores. El piso que se necesita para que los diputados ingresen en la Cámara baja oscila entre un ocho y un diez por ciento y se ingresa a través del sistema D’Hont. Para la Cámara alta, en cambio, rige el sistema de mayorías. Como en un juego de mesa, las cartas de “Unen” ya están sobre la mesa. Será cuestión de elegir qué número y el palo que más guste. Eso sí. Habrá que ver si en la práctica los cuarenta naipes se mantienen en un mismo mazo o, quién sabe, alguno se perderá en el camino.

Accidentada entrada en la política El “debut” de Fabián Gianola

Será candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador que conduce Sergio Massa. Tras varias metidas de pata le aconsejaron callarse la boca. Fabián Gianola es un gran actor, hijo de una gloria del teatro y la televisión, como Beto Gianola. Como conductor televisivo, tuvo su cuarto de hora con Televisión Registrada, programa en el que hizo dupla con Claudio Morgado, hoy en las antípodas ideológicas de Gianola, que decidió presentarse como candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador, que conduce el intendente de Tigre, Sergio Massa. El debut del actor en la arena política no fue el mejor. Sus primeras declaraciones fueron furcios, yerros y lugares comunes, a tal punto que, según publica el sitio de noticias Infonews, una fuente del massismo reveló que le pidieron a Gianola que por un tiempo se calle la boca. ¿Qué dijo el actor que motivó la reacción de los asesores de Sergio Massa? Veamos. En diversas entrevistas que se le realizaron, una vez conocida la lista de diputados del Frente Renovador, Fabián Gianola confundió al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, con el juez Raúl Zaffaroni; llamó Honorable Cámara a la Corte Suprema de Justicia y abogó por que la Argentina recupere del “derecho de Estado”, en lugar del estado de derecho. Pero los desaciertos de Gianola no terminaron ahí. Durante una entrevista en un programa que se difunde por la AM 1110, el actor advirtió que el Gobierno va camino “a una dictadura”. “Todos aborrecemos la dictadura, eso ha quedado muy claro, y a eso es lo que va este gobierno hoy en día”, señaló Gianola, y agregó que “no debería ser sucia la política, tan oscura, sino transparente, con más alegría; debería ser bienvenida una persona como yo –remarcó– que desde el llano quiere involucrarse”. “Yo entiendo el miedo. Entiendo el miedo de mis compañeros de hablar, porque de verdad, fíjate que Lorenzetti que es una persona muy polémica en este momento, y eso que votó a favor (de la reforma en el Consejo de la Magistratura) va a ser investigado por la AFIP”, manifestó. “Esto si le pasa al presidente de la Honorable Cámara –continuó–, imaginate que le puede pasar a cualquiera de nosotros, que somos unos pedazos de zapallos que lo único que hacemos es laburar todo el día”, afirmó. “Tengo mucho más para perder que para ganar, a mí me va bien en mi trabajo, tengo el reconocimiento de la gente”, admitió el actor y confesó: “Me meto en esto para poder mirar a mis hijos a los ojos el día de mañana y decirles ‘intenté algo para mejorar este país’”. Sin embargo, más allá de sus nobles intenciones, los desaciertos de Gianola habrían disparado la alerta en el comando de campaña del intendente de Tigre. De allí habría salido la orden para que Gianola se dedique a propalar su candidatura por terrenos más conocidos, como eventos artísticos o programas dedicados al mundo del espectáculo. “Nos sirve para instalar imagen, pero no para definiciones políticas porque es un mundo muy alejado a él”, reconoció una fuente massista. De hecho el mismo Gianola afirmó que “es actor y no político”. “Nos cuestionan desde adentro del armado por ceder espacios a un famoso y cuando sale a hacer declaraciones demuestra que no conoce a fondo la cuestión, es un costo interno y externo que tenemos que mitigar”, afirmaron. El tiempo dirá si esta jugada le termina redituando votos al Frente Renovador o si esta candidatura termina pasando por la política argentina sin pena ni gloria. Como otras. Revista Veintitrés

Tira y afloje Por Horacio Verbitsky

Cuando el Poder Ejecutivo incluyó en uno de los proyectos de reforma judicial anunciados en mayo la transferencia al Consejo de la Magistratura de las facultades de administración y ejecución presupuestaria que la Constitución le adjudicó hace largos 19 años, la Corte Suprema de Justicia respondió con un apenas disimulado ultimátum. La carta del presidente de la Cámara Nacional de Casación Penal Gustavo Hornos, que el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, elevó a la presidente CFK, amenazaba con una paralización total de la Justicia. El Poder Ejecutivo aceptó entonces retirar del proyecto ese punto. La estrepitosa comunicadora Elisa Carrió interpretó que se trataba de un pacto y sin demora convirtió esa presunción en una denuncia penal. Tanto en el gobierno como en la Corte Suprema niegan que haya existido cualquier acuerdo, cosa que pareció quedar demostrada con el fallo que invalidó el resto de la reforma. Lorenzetti tampoco admite haber asumido algún compromiso con los camaristas que, a su pedido, aceptaron limitar su cuestionamiento al manejo presupuestario, que afectaba a la Corte, y suprimir de la carta sus verdaderas preocupaciones, que eran la elección popular de los consejeros y la mayoría necesaria para acusar a un juez. Pero esto es de difícil constatación. La respuesta de un grupo de diputados kirchneristas, que al mismo tiempo son candidatos a renovar sus cargos en octubre, como Carlos Kunkel, Diana Conti, Héctor Recalde y María Teresa García, fue insistir con la transferencia de los recursos de la Justicia al Consejo. Esto responde a la lectura oficial sobre el emblocamiento corporativo de la Corte, que no sería igual sin la lapicera de conferir licencias, traslados, subrogancias, viáticos y pasajes. Kunkel también presentó una denuncia penal contra el presidente de la Asociación de Magistrados, Luis Cabral, y contra los seis jueces de la Cámara de Casación que convirtieron una suplencia transitoria de Cabral en subrogancia permanente, pese a que no reúne las condiciones fijadas por el decreto 1285, de 1958, y por la ley 26.376, de 2008. Ambos obligaban a sortear a otro integrante de la misma Cámara, cuando Cabral es miembro de un Tribunal Oral ordinario. Sin embargo fue designado en septiembre de 2011 a propuesta de su colega Raúl Madueño, en un claro ejemplo de cooptación corporativa. Se afirmó entonces que se trataba de una emergencia, porque ya había cuatro vocalías vacantes en la Casación. Pero en diciembre de 2012, a pedido de Cabral, a quien sus amigos llaman afectuosamente Bachicha, se prorrogó su mandato por otro semestre, pese a que ya habían sido designados cuatro nuevos jueces de la Casación, que podrían haberse hecho cargo de la vocalía vacante. Ocurre que como presidente de la Asociación de Magistrados y amigo personal de Lorenzetti, Cabral es una pieza clave en la resistencia contra la ley audiovisual, paralizada desde hace cuatro años con artimañas tribunalicias. En aquel momento, Cabral se comprometió a renunciar en junio, pero cuando llegó el momento no lo hizo. En una votación dividida 6 a 3 fue ungido ahora en la novedosa categoría de subrogante permanente. Cada vez con mayor claridad, ese sector de jueces intenta sustituir la decisión de los órganos representativos de la voluntad popular por la propia. El punto 42 del fallo de la Corte que invalidó la reforma del Consejo de la Magistratura contiene una novedad significativa, al avanzar del control de constitucionalidad hacia el gobierno de los jueces. Con el argumento de “evitar el caos institucional o la eventual paralización de la administración de justicia”, en vez de remitir la cuestión al Congreso decretó la vigencia del “régimen anterior previsto en las leyes 24.937 y sus modificatorias 24.939 y 26.080”. De este modo, la Corte asume el rol que en el derecho continental europeo tiene el Tribunal Constitucional y que en el ordenamiento argentino no existe. Si aplicara el mismo criterio al fallar sobre la ley audiovisual, la Corte resucitaría el decreto regulador de la radiodifusión firmado por Jorge Videla en 1980. Sin brindar indicios sobre los plazos en los que piensa resolver esa cuestión, la Corte está preparando antecedentes por si el Congreso sanciona el proyecto de ley de Kunkel, reglamentario del artículo 114 de la Constitución. En ese caso, calcula introducir distinciones doctrinarias entre distintos tipos de recursos de la administración de Justicia, allí donde la Constitución no las hace. Clarín desinformó que “El oficialismo quiere sacarle a la Justicia el manejo de sus fondos” y La Nación consignó la noticia bajo el antetítulo “Avance sobre la Justicia”. Esta es una escalada sin final a la vista, en la que todos pierden. El gobierno porque ha deteriorado el precioso activo que implicó el saneamiento de la Corte. La Corte, porque avanza en una senda de politización y de abuso institucional, en la que el respeto por la Constitución y las leyes pasa a segundo plano, lo cual es abiertamente autodescalificatorio. Un poco de calma no le haría mal a nadie. 30/06/13 Página|12

¿CON QUE SE COME LA NOVEDOSA CANDIDATURA DE SERGIO MASSA? Manden fruta

Giustozzi afirmó que Massa y su Frente son la fruta nueva de la política argentina y que admira a Estados Unidos. Una instructiva biografía muestra cómo construye Massa, quien en 2009 decía que el próximo presidente sería Reutemann. ¿En qué territorio arraigará esta planta exótica como el arándano? Hasta ahora preocupa más a la oposición que al gobierno, que no ceja en su toma y daca con la Corte Suprema. Cómo votaron los actuales candidatos opositores cuando controlaban el Congreso. Por Horacio Verbitsky El segundo candidato a diputado nacional del flamante Frente Renovador Bonaerense, Darío Giustozzi, intentó explicarlo con una metáfora botánica. “Si aparece una fruta nueva como el arándano o el kiwi, para explicar su sabor uno dice se parece a la guinda, otro dice se parece a la frambuesa y otro a la uva, porque todavía no la conocen. Eso somos nosotros, lo nuevo.” Según el intendente de Almirante Brown (quien es productor de arándanos para exportación), un país que admira es Estados Unidos. También mencionó a Chile y Uruguay. Volar bajo Esto no parece muy novedoso, aunque sí congruente: el primer candidato de la misma lista e intendente de Tigre, Sergio Massa, viajó a Estados Unidos becado por el Partido Republicano y a España por el Partido Popular, según cuenta la biografía autorizada que publicó este año Santiago Campos. Sergio Massa. Cómo comenzó su carrera política y cómo llegó a Tigre es un libro breve, cuya virtud es el acceso a las fuentes que le facilitó la esposa del candidato, Malena Galmarini. Es muy conocida su descripción del ex presidente Néstor Kirchner en una comida con la embajadora de Estados Unidos, Vilma Martínez, servida en noviembre de 2009 en casa del íntimo colaborador de Massa y hombre de negocios inmobiliarios dudosos Jorge O’Reilly. Menos se recuerdan otras afirmaciones de Massa en el mismo ágape. Según informó la embajadora a su gobierno, Massa, a quien describió como “pro estadounidense”, dijo que los Kirchner no tenían posibilidad de retener el gobierno en 2011. –¿Qué probabilidad les asigna? –Cero –contestó Massa. –¿Quién, entonces? –quiso saber la embajadora. –Reutemann –respondió Massa, de nuevo sin dudar. Ante la curiosidad de su interlocutora, explicó que la estrategia de Reutemann de “volar bajo es prudente y no un error o un signo de indecisión”. Con Reutemann silencioso, los Kirchner se concentran en pegarle al vicepresidente Cobos y al jefe de Gobierno porteño Macrì. “Este embate afectará a ambos potenciales oponentes a Reutemann. Cuando se largue la verdadera carrera, Reutemann estará bien colocado para obtener la candidatura peronista y arrollar al resto.” Esa supuesta estrategia de Reutemann es la que Massa siguió ahora. Prudente vuelo bajo y silencio sobre sus intenciones hasta último momento, mientras todos los cascotazos caían sobre el techo de Daniel Scioli. Y ahora que se largó la carrera, convicción inconmovible de arrollar al resto. ¿Como Reutemann? Pacman El librito de Santiago Campos carece de revelaciones espectaculares, pero suministra un perfil interesante sobre el estilo de construcción de Massa, quien comenzó su militancia en la Unión del Centro Democrático y cuyo modelo inspirador era Alberto Albamonte. Nieto de un albañil italiano y de un carpintero e hijo de un empresario de la construcción proveedor del Estado, Massa estudió en un colegio católico de San Martín. Fue asistente del concejal de la UCeDé Alejandro Keck, quien provocó un escándalo al levantarse de su banca durante un homenaje a los fusilados con el general Valle en 1956. La originalidad de Massa en ese contexto reaccionario fue reclutar militantes para la UCeDé en las gigantescas villas de San Martín y conseguir los colectivos para llevarlos a votar, lo cual le permitió ganar la interna. En 1994, se afilió al justicialismo, junto con dos amigos que lo acompañan hasta hoy, Ezequiel Melaraña, y Eduardo Cergnul. El diario local Huella saludó la incorporación con el título: “Los chicos ricos que tienen tristeza”. En su primera elección interna como justicialista, apoyó a Graciela Camaño de Barrionuevo, que perdió frente al intendente Antonio Libonatti. Interrogada para el libro, Camaño lo describió como un Pacman, acaso despechada porque Massa la dejó y a través de Pablo Fontdevilla llegó hasta Gustavo Béliz, quien lo designó en el frente de juventud del Ministerio del Interior y a Palito Ortega, del que Massa fue asesor en el Ministerio de Desarrollo Social. Cuando Duhalde y Ortega pactaron la fórmula presidencial que sería derrotada en 1999, Massa conoció al matrimonio de los diputados Marcela Durrieu y Fernando Galmarini. Se casó con la hija de ambos, se convirtió en habitué de los partidos de fútbol en la quinta de Duhalde y fue electo diputado provincial. Pero tuvo pocas coincidencias con sus suegros. “Cuando mi papá estaba en el duhaldismo, nosotros estábamos en el orteguismo; cuando nosotros fuimos al duhaldismo, mi papá se fue con Menem; cuando nosotros nos corrimos al kirchnerismo, mi papá se volvió al duhaldismo”, contó Malena en un reportaje. Al casarse, mudaron casa y militancia a Tigre. Con Duhalde como gobernador y Ortega en la secretaría de Desarrollo Social, Massa dispuso de fondos provinciales y nacionales para sobrevolar las internas de Tigre. Además, en el triunvirato al que el gobierno de la Alianza confió el PAMI había un amigo suyo, Horacio Rodríguez Larreta, quien le permitió colocar a su colaborador Jorge Caubet en el PAMI de Tigre. Golpe de efecto En 2001 fue designado presidente del PJ local, con el aval de Duhalde. “En busca de un golpe de efecto, compró dos patrulleros para el municipio instalando el tema de la inseguridad y anunció que interrumpía los gastos de campaña, en un contexto casi anómico, marcado por el descontento social hacia la política”, escribe su biógrafo. Perdió ante el vecinalismo las elecciones de 1999 y 2001, pero Duhalde lo designó director ejecutivo de Anses, donde Kirchner lo confirmó en 2003. Desde allí estrechó relaciones con el Grupo Clarín, al que intentó financiar el obligatorio soterramiento del cableado de Multicanal por 500 millones de pesos, acuerdo frustrado por su segundo en el organismo previsional, Amado Boudou, quien lo reportó a Kirchner. Mientras Massa florecía, su primer mentor desbarrancaba. Director de Promoción del Empleo cuando Camaño fue ministra de Trabajo, Alejandro Keck fue procesado por el otorgamiento irregular de 12.000 planes Jefes y Jefas con los cuales se financió su campaña a la intendencia de San Martín en 2003. Massa lo logró en 2007 en Tigre, a los 35 años, con una lista integrada por peronistas, radicales y vecinalistas. Pero al año siguiente pidió licencia para asumir como jefe de gabinete de ministros. No llegó a ocupar ese cargo ni un año, pero le bastó para negociar con el Grupo Clarín la ley que estableció una moratoria que le permitió refinanciar a diez años y con bajísimo interés todas sus deudas tributarias con el Estado. Desde que Massa inscribió su partido provincial, los medios del Grupo Clarín retiraron la protección que ofrecían al gobernador Daniel Scioli. “La centroderecha parece ser el lugar del espectro en el que más cómodo se encuentra Massa. Así parecieran testimoniarlo sus antecedentes: UCeDé, menemismo y ruptura con los Kirchner. Así también parece indicarlo su predilección por el tema de la seguridad y el control. Esquivar las definiciones ideológicas escudándose en que son secundarias para las preocupaciones ‘de la gente’ no hace más que reforzar su pertenencia. Es difícil sostener que Tigre es un ejemplo de lucha contra la desigualdad: el municipio no escapa a las características generales del conurbano bonaerense en cuanto a indicadores sociodemográficos y a la bajísima calidad de los servicios de salud y educación. Sí cuenta con un presupuesto significativamente más elevado que el de otros distritos de la zona. Las problemáticas estructurales no son nuevas ni privativas de su breve intendencia, se trata de temas cuya resolución implica ir en contra de intereses creados y los conflictos no miden, a menos que los hagas formar parte de tu imagen”, concluye Campos. Segmentación La mayor incógnita de la campaña que Cristina inauguró ayer presentando a los candidatos del oficialismo con un discurso conceptual sobre las líneas maestras de su proyecto político es en qué terreno arraigará la planta de Massa y Giustozzi, que tiene gusto a Kiwi Daer, Frambuesa Mendiguren, Uva Pérez o Banana Solá. La fortaleza de los renovadores es la indefinición, que les permite establecerse a los dos lados del territorio dividido entre kirchneristas y antikirchneristas. Pero no es obvio que consigan mantener esta ambigüedad durante los cuatro meses que faltan hasta las elecciones de octubre, en los que se les reclamarán definiciones. Lo más conveniente para ellos sería perpetuar el equívoco, y a eso apuestan. Conspiran contra ese intento las posiciones que van explicitando terceras partes, como el ex senador Eduardo Duhalde, quien en su incontenible rencor hacia el kirchnerismo hizo pública su predilección por Massa, o Francisco De Narváez, que lo atacó para colocarse como el único opositor. Si a pesar de estas molestas adherencias los renovadores lograran conservar la calidad híbrida del voto, perderían cantidad, ya que los limitaría al centro menos definido de la polarización, que en el estado actual no es muy abundante. Para ampliar la cosecha deberían definir con más nitidez sus opciones y eso sólo podrían hacerlo hacia la oposición, donde caben todos quienes adversan al gobierno. En cambio para apoyarlo hay una sola lista aprobada por CFK. Tal vez por eso el gobierno ha reaccionado hasta ahora con más calma que la oposición, que ve con recelo la llegada de otro pescador dispuesto a lanzar el anzuelo en aguas revueltas pero poco pobladas. En cualquier caso, los renovadores mermarían su caudal respecto de las expectativas que los llevaron a concretar la lista. Así como el PRO no consigue franquear los límites de la Capital Federal, salvo algunas incursiones con candidatos farandulescos en Córdoba y Santa Fe, los Renovadores sólo han constituido una alianza electoral bonaerense, algo que recuerda la dificultad que siempre enfrentó Duhalde para que su encanto y atractivo trascendiera más allá de su provincia. Si se comparan las boletas registradas ahora con las que compitieron hace dos años, se observa también una creciente segmentación de las fuerzas opositoras. Las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias han sido benéficas para la izquierda trotskista, que conservó la estabilidad de su alianza. Pero no han evitado la cariocinesis de las demás fuerzas enfrentadas con el gobierno. El Frente Amplio Progresista se desdobló en Frente Popular Democrático y Social y Frente Progresista Cívico y Social. La Unión para el Desarrollo Social, de Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez, prohijó a la Alianza Unen (donde quedó el componente radical) y a Unidos por la Libertad y el Trabajo, que el filántropo colombiano comparte con el camionero Hugo Moyano. El duhaldista Frente Popular, que en 2011 llevó al Congreso a Graciela Camaño, mutó ahora en la Unión con Fe de Gerónimo Venegas. El mayor fracaso fue la negociación entre el macrismo y el Peornismo Opositor, que no llegó a nada, y las divisiones internas del PRO. Síntomas de malestar y aversión recíproca, tanto Massa como Scioli, De Narváez y Macrì polemizan acerca de quién frustró los acuerdos que no pudieron alcanzar y cada uno dice que rechazó la asociación que le proponía el otro. La próxima disputa será sobre la interpretación de los resultados. El oficialismo (que intentó nacionalizar la elección con una lista única para el Consejo de la Magistratura, fuera de pista por decisión de la Corte Suprema) medirá el tamaño de las bancadas en cada cámara. Cree que mantendrá su número o tendrá una leve merma en el Senado (donde los asientos que se renuevan fueron asignados en la elección de 2007) y que crecerá en Diputados (que renuevan las bancas de 2009, el peor año para el gobierno). Contra lo que se repite en las expresiones de deseos que se publican como si fueran análisis, la Capital Federal, Córdoba y Santa Fe, contribuirán a esta hipótesis. Son tres distritos en los que los candidatos kirchneristas no llegaron al 10 por ciento entonces y que aun con una elección mediocre mostrarían un crecimiento apreciable. El Grupo Ahhh... Un trabajo elaborado por la Secretaría Parlamentaria del Bloque del Frente para la Victoria desmenuza el desempeño legislativo de la oposición en los períodos 2010-2011, donde además del número se analiza el contenido. Demuestra que aun cuando gobernaron la Cámara de Diputados y sus principales comisiones, los legisladores del Grupo Ahhh... sólo pudieron reunir el quórum necesario una vez. Salvo para repartirse las principales comisiones sin respeto por la proporcionalidad y para sancionar la ley del 82 por ciento móvil, que el Poder Ejecutivo vetó sin que hubiera una sola protesta en las calles, fueron incapaces tanto de impulsar una agenda propia como de bloquear la del gobierno. Con una mayoría de 142 bancas contra 115 del Frente para la Victoria (87) y sus aliados (28), en teoría la oposición estaba en condiciones de garantizar el quórum propio, de 129 votos. Sin embargo, en el 20 por ciento de las sesiones de esos dos años (8 sobre 39) no pudieron reunir el quórum. Cuando se consiguió “fueron los diputados del FpV quienes lo proporcionaron” para tratar los proyectos de sus miembros o del Poder Ejecutivo. Uno de los tramos más significativos del trabajo es el que analiza la cantidad de sesiones convocadas y de proyectos de ley votados, y la asistencia de los principales líderes de la oposición, que vuelven a ser candidatos ahora: Ricardo Alfonsín, Felipe Solá, Ricardo Gil Lavedra, Francisco De Narváez, Gabriela Michetti, Pino Solanas, Margarita Stolbizer y Elisa Carrió. El record de deserciones en 2010 lo tuvo el ahora Renovador Felipe Solá, quien faltó a todas las sesiones, en las que se aprobaron 86 leyes. Ese cetro fue compartido en 2011 por De Narváez, que faltó al 83,7 de las votaciones, en las que se sancionaron 77 leyes, y Carrió, con 82,6 por ciento de ausencias cuando se votaron 76 leyes. Alfonsín no votó las leyes de represión al lavado de dinero y regulación de la publicidad del tabaco; el marco regulatorio de la medicina prepaga, y la promoción del software. Carrió y De Narváez dieron la espalda a esas mismas leyes y a las que regulan el trabajo domiciliario, las empresas recuperadas, la muerte digna, la fertilización asistida, el trabajo agrario, la protección nacional de tierras, y la penal tributaria, además de las reformas al Código Penal. Alfonsín y Carrió tampoco votaron las leyes de reparación a las víctimas del atentado a la embajada de Israel; Carrió la de identidad de género. Michetti y Solanas ignoraron las de trabajo domiciliario, prescripción de delitos contra menores, muerte digna, trabajo agrario, protección de tierras y penal tributaria. “Algunos no entendieron que la pelea de fondo era entre la política y los intereses de las corporaciones, otros tomaron cabalmente partido, y fueron empleados de las corporaciones. Nosotros dimos la batalla, sabiendo que se podía perder una votación, pero que jamás perderíamos la discusión política”, afirma el trabajo, que el Frente para la Victoria utilizará como material base para la inminente campaña.