jueves, 28 de febrero de 2013

KIRZAJISTAN

Noticias de “Kirzajistán” Por Pepe Escobar Asia Times Online Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens La comunidad internacional se sumió en el caos cuando el Secretario de EE.UU. John Kerry mencionó sin darse cuenta el país de "Kirzajistán". Los analistas, del Ártico a Oceanía, que competían por las respuestas no lograban encontrar la ubicación geográfica exacta del misterioso país. La CIA dice que “se encuentra en algún sitio de Asia Central”. En un esfuerzo por llevar la delantera, el próximo director de la CIA John Brennan procedió a reunir una flota de aviones teledirigidos [drones] para recoger información sobre la sospechosa actividad terrorista en "Kirzajistán". Pero siguiendo la línea de la política de “doble vía” que también se aplica a Irán, se informa de que Brennan está reclutando los esfuerzos del productor George Clooney y del director Ben Affleck en una trama que recuerda vagamente a Argo, la ganadora del Oscar, para infiltrarlos a "Kirzajistán" disfrazados como un equipo de Hollywood que filma una película sobre las hazañas de Alejandro Magno en Asia Central. Cuando Kerry, en vísperas de su primer viaje internacional como secretario de Estado, elogió a los diplomáticos estadounidenses que trabajan para implantar “instituciones democráticas” en "Kirzajistán", el Departamento de Estado no podía imaginar cuán feroz será la tormenta que se preparaba en el horizonte. Especialmente porque las fuentes de la hermética república se empeñan en no decir nada. En Almaty, Kazajstán, donde el P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania) se encuentra actualmente en la mesa de negociaciones con Irán, los diplomáticos se mostraron deliberadamente evasivos. Fuentes de la Unión Europea dijeron que si "Kirzajistán" sigue obstruyendo el deseo de la comunidad internacional de más transparencia y se niega a abandonar su programa de secreto absoluto, la UE se verá obligada a imponer sanciones comerciales y bancarias, siguiendo la orientación de Washington (que dirige desde atrás). Fuentes de Kazajstán dijeron en la capital, Astana: “No, esto no tiene nada que ver con nosotros. Somos una economía 'Snow Leopard' estable en camino a la condición de país desarrollado. Tenemos mucho petróleo y estamos cerrando excelentes acuerdos con Rusia y China, así como con las grandes petroleras estadounidenses. Tenemos las manos limpias. Podría tratarse de un complot para subvertir la nación”. En cuanto a Kirguistán –una nación pobre de 5,5 millones de habitantes sin acceso al mar y conocida también como la “Suiza de Asia Central”- no responde ningún llamado, ni en la capital, Bishkek, ni en ninguna oficina del país en el extranjero. Kirguistán es un aliado clave de la Guerra Global contra el Terror (GWOT) dirigida por EE.UU. y centrada en Afganistán; en 2011, la última fecha conocida, Kirguistán recibió la suma impresionante de 41 millones de dólares de ayuda de EE.UU. Kirguistán apareció brevemente en las noticias como epicentro del impulso por la democracia promovido por Washington en Asia Central. Fue el centro de la "Revolución del Tulipán" en 2005, pero también de la "revolución contratulipán" en 2010, todo lo cual condujo a unas elecciones libres de tulipanes en 2011. Washington y Moscú todavía están enfrentados para conseguir influencia en Bishkek. Los analistas de la energía especulan que "Kirzajistán", sin embargo, es algo enteramente diferente. Podría tener algunas de las mayores reservas inexploradas de petróleo y gas natural del mundo; por lo tanto está destinado a convertirse en el peón más codiciado del actual Nuevo Gran Juego en Eurasia. En un artículo que se publicará en la próxima edición de Foreign Affairs, Zbigniew Brzezinski señala que se predice que un oleoducto de "Kirzajistán" a los mercados occidentales, evitando Rusia e Irán, se convertirá en la prioridad número uno del giro del gobierno de Barack Obama con respecto a Asia. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh-Rasmussen, ya ha alentado a "Kirzajistán" a unirse a la OTAN, que pronto no tendrá nada que hacer en Afganistán. Rasmussen dijo: “Nuestra misión es defender al pueblo de "Kirzajistán" antes de que el país se convierta en otro refugio de terroristas. El tiempo se acaba”. Si "Kirzajistán" no cumple, Rasmussen dijo que “todas las opciones están sobre la mesa” en términos de establecer una zona de exclusión aérea sobre el misterioso país. Otros “estanes” regionales, por su parte, ya han emprendido una campaña de cabildeo para que "Kirzajistán" se una a la Organización de Cooperación de Shangai, siguiendo los deseos expresos de Pekín y Moscú. Todo parece concurrir en que la solicitud de "Kirzajistán" se estudiará sin demora, sobrepasando a otras naciones que ya están en la fila como Irán, Pakistán e India. Urgido por la comunidad internacional, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá esta semana en una sesión especial para deliberar sobre el estatus de "Kirzajistán". El ambiente es optimista; pero si la hermética república persiste en mantenerse invisible, podría ser objeto de duras sanciones y recibir la calificación de “nación renegada”, cruzando la línea roja establecida por Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad. En Medio Oriente, la Coalición Nacional Siria no asume ningún riesgo y está formando una delegación a corto plazo a fin de visitar "Kirzajistán" para pedir armas para los rebeldes sirios para complementar las que ya se han comprado y embarcado desde Croacia por Arabia Saudí. Al Jazeera está planificando un evento especial presentado por el Jeque Yusuf al-Qaradawi, para presentar "Kirzajistán" al mundo. Nota: (1) Vídeo de la metedura de pata de Kerry. Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su libro más reciente es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto: pepeasia@yahoo.com (Copyright 2013 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved. Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Central_Asia/CEN-02-270213.html rCR www.rebelion.org

HESSEL EL INDIGNADO

MURIO STEPHANE HESSEL, AUTOR DE INDIGNESE!, LA BIBLIA DEL 15-M El hombre que supo indignarse En 1939, Hessel fue apresado por los nazis, pero lograría escapar para reunirse con Charles de Gaulle en Londres. Las consignas de Hessel calaron hondo en millones de ciudadanos europeos, especialmente en los movimientos de protesta en España y Grecia. “La dictadura internacional de los mercados financieros amenaza la paz y la democracia”, dijo y convenció. Por Silvina Friera El optimista irredento –recitador insigne de poemas de Baudelaire, Rimbaud, Verlaine y Goethe– tuvo una vida de novela. La muerte intentó hincarle el diente tres veces, pero salió indemne. La buena estrella estaba de su lado. Lo que podría tildarse de milagro, para él tenía otra traducción: se definía como un hombre “sumamente afortunado”. Hace muchas vidas, cuando era un niño alemán que aún no sabía que le gustaría repetir que había nacido el año de la revolución soviética y que en un futuro cercano adoptaría la nacionalidad francesa, cada vez que miraba el cielo no atisbaba en el horizonte que sería testigo del horror en tres campos de exterminio. Si Stéphane Hessel pudo escribir ¡Indígnese!, un librito de escasas 32 páginas que se convirtió en la Biblia de los indignados españoles y encendió la mecha de un movimiento mundial de contestación democrática y ciudadana, fue porque en el guión de esta historia escrita bajo el vértigo de la lucha contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial asumió el papel de un muerto, el de Michel Boitel, un francés que estaba enfermo de tifus en Bunchenwald. Hessel engrosaba la lista de presos a ejecutar por trabajar para la Resistencia. “Mis sentimientos son los de un hombre salvado en el último instante. ¡Qué alivio!”, se lee en sus memorias. Como Michel Boitel, fue trasladado a Rottleberode. Logró fugarse por unas horas. Lo atraparon otra vez y fue a parar a Dora-Mittelbau, donde desnudó cadáveres a cambio de dos rodajas de salchichón. Saltó del tren en marcha hacia Berger-Belsen y se sumó a las tropas estadounidenses con las que llegó a París, en mayo del ’45. Vivió para contar, escribir y activar conciencias anestesiadas hasta el martes por la noche, cuando murió en París, a los 95 años. “No me quitarán de la cabeza la idea de que la humanidad, al menos en su parte occidental, está en vísperas de un nuevo salto cualitativo, a la vez científico y moral. Y que la crisis moral y política que estamos atravesando no es ajena a ello. Sólo el miedo a lo desconocido, el temor al cambio, las reticencias a abrazar ‘lo que está al llegar’, por hablar como Heidegger, nos mantienen todavía en una negación conservadora y pusilánime”, afirmó Hessel en Mi baile con el siglo, sus memorias publicadas en Francia antes del fenómeno que desató con ¡Indígnese!, un panfleto que continúa animando las revueltas y que lleva vendidos más de cuatro millones de ejemplares, en más de cien países, desde su lanzamiento en octubre de 2010. El libro apareció en el momento justo, captó una atmósfera de hartazgo, un clima de época. Las lenguas que le rinden pleitesía al sistema liberal pronto lanzaron sus dardos descalificadores contra “el abuelito Hessel”, el “Papá Noel de las buenas conciencias”. Dijeron, además, que esa obrita era un catálogo de banalidades y la impugnaron por su aparente simplismo y chatura filosófica. “¡Indígnese usted! Se supone que el primer mundo disfruta de una sociedad del bienestar basada en los valores democráticos y en la riqueza que generan algunas de las más productivas economías del planeta. Y, sin embargo, algo va mal. En Francia, país tradicionalmente modélico en cuestión de libertades, cooperación internacional y logros sociales, se desprecia al débil y se exalta el culto al dinero”, denunciaba en las páginas iniciales de lo que rápidamente se transformaría en una suerte de guía acelerada para la indignación mundial. Las consignas de Hessel calaron hondo en millones de ciudadanos europeos, especialmente en España y en Grecia. “La dictadura internacional de los mercados financieros amenaza la paz y la democracia”, advertía el agitador y posteriormente invocaba a “una insurrección pacífica contra el consumo masivo, el desprecio por los débiles y la competencia de todos contra todos”. A veces basta un puñado de palabras sencillas y elocuentes, sin demasiados afeites teóricos, para que hombres y mujeres se manifiesten en las calles contra los recortes sociales y la tiranía especulativa de los mercados. “El poder del dinero, que tanto combatimos, nunca fue más insolente y egoísta. Hago un llamamiento a los ciudadanos a asumir la responsabilidad por las cosas que no funcionan en nuestra sociedad. Deseo que cada uno de ustedes encuentre un motivo por el que indignarse con el sistema”, señaló en otro fragmento de su proclama, publicada por una pequeña editorial de Montpellier, en el sur de Francia, sin apenas promoción mediática. “Hessel ha conquistado al lector occidental gracias a su innegable carisma personal y a su historia de héroe de guerra. Además, su mensaje resulta claro y conciso para un pueblo harto de las promesas de los políticos y cada vez más desengañado del liberalismo capitalista”, explicaba el diario Libération. El material biográfico de Hessel es, literalmente, de película. Nació en Berlín en 1917, en el seno de una familia judía que se convirtió al luteranismo y que luego decidió instalarse en París, en 1925. Su padre, Franz Hessel, y su madre, Helen Grund –una mujer de vanguardia capaz “de escribir un ensayo, domar un caballo o conducir un automóvil”–, experimentaron un trío amoroso con el también escritor Henri-Pierre Roché, quien narró los vericuetos de esta trama por entonces insólita en una novela que muchos años después adaptaría el cineasta François Truffaut, Jules et Jim (1962), uno de los films más célebres del cine francés. La historia real no terminó en suicidio-homicidio, como en la película, sino en una simple separación. Hessel solía recordar que su padre se “apartó voluntariamente” ante la pasión vivida por los dos seres que más amaba en el mundo. En los años de entreguerras, Hessel aprendió a jugar al ajedrez con Duchamp, habitué de la casa familiar junto a Man Ray, Le Corbusier, Breton o Picasso. Nacionalizado francés en 1937, devino activista precoz siguiendo los cursos de Maurice Merleau-Ponty y leyendo a Jean-Paul Sartre. En 1939 fue apresado por los nazis, pero lograría escapar para reunirse con Charles de Gaulle en Londres. Al final de la guerra ingresó a la carrera diplomática, lo nombraron embajador en China y después secretario de la comisión que redactaría en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Jacques Chirac le entregó la Legión de Honor en 2006. El autor de ¡Indígnese! fue seguidor del socialista Pierre Mendès-France, apoyó a Michel Rocard en 1985, se presentó como independiente en las listas de Europa Ecología en 2010 y sostuvo a François Hollande en la campaña electoral de 2012. El nonagenario que pulseó contra la apatía social entregó un último libro, No os rindáis, según informó Ramón Perelló, editor de Destino y responsable de la publicación de los libros de Hessel en España, que se publicará el próximo mes. Más allá de lo que será su testamento, hace tres años que flamean sus banderas-frases en el horizonte político: “No podemos aceptar este FMI incapaz de resolver el problema de la deuda”. “Cuando la legalidad democrática choca contra la legitimidad democrática es válido recurrir a la desobediencia civil.” “La excesiva presión de los mercados y el poder financiero han hecho que los gobiernos actúen de espaldas a su pueblo.” Se irritaba si le mencionaban a Fukuyama y “su torpe fantasma hegeliano de un final de la historia por la gracia de fórmulas mágicas bautizadas con el dulce nombre de ‘democracia liberal’”. Hessel, al contrario, postulaba que “ha llegado el momento de concebir la historia menos como un hilo tendido de un cabo al otro del tiempo, entre un origen incierto y un final escatológico, y más como una cinta serpenteante, enrollada en una espiral que recuerda la doble hélice de la vida”. 28/02/13 Página|12

PICHUCO Y EL BANDONEON MADE IN LANUS

Promueven una red de producción y distribución integrada por cooperativas y pequeñas empresas de la región “Pichuco”, el bandoneón made in Lanús, está listo para salir al mundo Por Sergio Di Nucci El instrumento es un desarrollo de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Lanús. Conserva la tela, el cartón y la madera del fuelle, y actualiza otras piezas. Costará diez veces menos que los modelos europeos. Un bandoneón nacional y popular. Es el instrumento musical que ha logrado producir la Universidad Nacional de Lanús. Ya este año podrá fabricarse en el país. Será a un precio razonable, casi diez veces menos a lo que cuestan en plaza los modelos europeos. "Pichuco", se llama. Y es el resultado de un proyecto mucho más vasto que nació en 2009 desde el interior de la carrera de Diseño Industrial de esta universidad . Tiempo Argentino dialogó con tres integrantes del proyecto, los docentes e investigadores Andres Rusciti, Guillermo Andrade y Edgardo Chanquía. Desde luego, hubo más gente incluida en este proyecto, que por razones de tiempo no pudieron estar: la ideóloga de la idea, Ana Jaramillo, que es la rectora de la Universidad, pero además es una ferviente cultora del tango, bandoneonista y miembro de la Academia de Tango, y gente importantísima en la casa de estudios como Roberto De Rose, Roberto Crespo, Mariano Llorens, Mayté Ossorio, Agustín Peralta, Fabián Martínez, Magdalena Vidart, Matías Ingrasia, entre otros. "La idea originaria fue poner a disposición popular un bandoneón de estudio. Actualmente, y desde hace un tiempo, el bandoneón es un instrumento que corre riesgo de extinción, porque no es muy accesible. Hoy se lo vende en euros, y a 5000 euros. Por eso el desafío de este año es que el ‘Pichuco’ cobre vida, cobre peso social y comience a ser producido serialmente a través de una red de cooperativas del municipio de Lanús". Con estas palabras arranca Andrés Rusciti –que ahora dirige el departamento de Vinculación Tecnológica de la misma carrera de la UNLa–, sentado en torno a una amplia mesa de trabajo del aula que alberga el Taller de Diseño Industrial, y en cuyo centro se encuentra un ‘Pichuco’, hecho y derecho. –¿Qué queda por hacer? Andrés Rusciti: –Ponerlo a disposición de la sociedad. Guillermo Andrade: –Industrializarlo. Forjar un núcleo de producción que descanse en una red de cooperativas de la zona, para que dote a las escuelas de país de un ‘Pichuco’ por unidad educativa, para que los chicos tomen contacto cuanto antes con este instrumento que tanto tiene que ver con nuestro país, y que por distintos motivos está perdiendo entidad nacional. A.R.: –Creemos que pronto podrá estar disponible en las escuelas para que aprendan los más chicos, una edad en la que se debe aprender este instrumento. –¿Y de esa red de producción comunitaria se están encargando de forjarla también ustedes, es decir la Universidad Nacional de Lanús? A.R.: –Sí, estamos en tratativas con el gobierno nacional, porque queremos que sea cien por ciento estatal. Porque la idea es que los graduados nuestros se consideren parte del sistema productivo, parte de la cadena de producción, de consumo, de exportación y que ese sea su oficio. G.A: –Es que se trata de al menos dos objetivos, entre tantos otros, aunque todos en tándem con este, y no otro, modelo productivo de país: se trata siempre de dos puntos unidos entre sí, y ‘Pichuco’ es apenas un ejemplo bajado a tierra. Sustitución de importaciones: que el bandoneón se haga acá, respetando las medidas y alcances de nuestro país, y sumar valor agregado a la exportación, porque este bandoneón, hecho en Lanús, también será exportable, con el valor intransferible de que fue hecho acá, en Lanús, en Buenos Aires, en la Argentina. A.R: –Esto es muy importante. Por lo siguiente. Esta universidad cuenta con un laboratorio excelente. Tuvimos y tenemos todo para hacer y producir lo que queremos. Es notable la tecnología de la que disponemos en esta universidad. Pero por eso mismo, como esos dos objetivos que mencionó Guillermo, si bien este bandoneón se hizo merced a la inversión de la Nación en tecnología de punta, por ejemplo esta impresora 3D que ves ahí, cuyo origen es norteamericano, y en la que vos sólo debes introducir un diseño y te sale el objeto diseñado, estamos haciendo ahora una impresora 3D nacional. Es decir que en todo está presente la idea rectora que anima a una universidad nacional como la nuestra. Se trata de un cambio. Para eso estamos G.A.: –Un cambio de paradigma. –Y esto implicó, concretamente… Edgardo Chanquía: –Incorporar nuevas piezas y remplazar válvulas y botones por polímeros, eso fue determinante. Conservamos la madera, el cartón y la tela en el fuelle, ya que es fundamental en el timbre. Un cambio tipológico que es formal, pero que ejemplifica el espíritu que anima este proyecto, y esta Universidad. A.R.: –Es respetar el paradigma de ir hacia un tipo de soberanía musical inclusiva y abierta. El bandoneón languidece. El deterioro de los bandoneones era inevitable, así como lo es la fuga de bandoneones al exterior. Esto puso en amenaza el futuro de este objeto esencial de nuestra cultura. « "No formamos diseñadores pensando en europa" Asi resume Edgardo Chanquia, que dirige una de las orientaciones de la carrera de Diseño Industrial de la UnLA, el objetivo de la carrera: “Desde el momento que nos plantearon pensar una carrera de diseño para esta universidad que pertenece al Conurbano Bonaerense, el desafío fue comprometerse con la región. Esto implica recuperar una concepción del diseño industrial vinculada a la producción regional y nacional. Es decir, uno de los objetivos no negociables de la carrera es forjar diseñadores industriales que atiendan las necesidades regionales y nacionales. A diferencia de otras universidades, preparamos a un diseñador industrial para que oriente sus conocimientos a la realidad contextual. No hacemos diseñadores para Europa o Estados Unidos." El desafío que se impuso la UnLA ha sido el de industrializar la fabricación del bandoneón, para hacer de él un producto cultural del siglo XXI, y no una pieza de museo, que es en lo que se esta convirtiendo. Masificación de su venta y por lo tanto de su uso, merced al empleo de nuevos materiales y tecnología. Si bien existe un revival en la fabricación artesanal del bandoneón tradicional, que logra en 2013 replicar las 2300 piezas que enrostra el bandoneón tal como se lo conoce, la gente de la UnLA eligió un camino completamente distinto: "La realidad es que el bandoneón no se fabrica hace más de cincuenta años. Los pocos que hay se los llevan para vender en el extranjero, entonces salió la ley de protección para que no se puedan exportar más bandoneones antiguos. Y lo otro que pensamos es si la Argentina cambió respecto de su contexto educativo-cultural. Hoy podés hablar de un proyecto de orquestas escuela que se hacen en barrios marginales, en esa dimensión tenés que dar cuenta de un instrumento de música urbana. Agarramos un bandoneón exquisito y lo desarmamos. Un alumno, becario, tomó todas las piezas de madera y con un calibre estuvo mucho tiempo midiéndolas y dibujándolas en computadora. Es una verdadera pieza artesanal", añade Guillermo Andrade. Premiado en innovar El bandoneón de estudio "Pichuco" que se ha desarrollado con éxito en la UNLa recibió el 1º premio en la categoría Diseño Industrial de la edición 2012 del Concurso Nacional de Innovaciones INNOVAR. Se trata de un concurso organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, que alienta la producción y la invención estrictamente nacional. El proyecto recibió $ 30 mil como premio, porque se logró forjar un modelo de bajo costo. Si bien la historia del instrumento es rica y variada, y sobre todo europea - nació en Alemania a fines del siglo XIX para interpretar música eclesiástica-, llegó al Río de la Plata en el 1900 adquiriendo un carácter tanguero intransferible. En el tango, el "fueye" ganó características y modos de interpretación diferentes de los originales, por eso el fueye es lo que más costó reemplazar en el modelo Pichucco, que quedó más simplificado, pero con la misma calidad. Hace unos cincuenta años, el emblemático doble A (Alfred Arnold) dejó de fabricarse. Los viejos bandoneones que aún pueden conseguirse en el país son muy costosos. En 2009, frente a este estado de cosas, se promulgó la Ley 26.531 de Creación del régimen de protección y promoción del instrumento musical bandoneón. La rectora Dra. Ana Jaramillo se planteó el desafío de fabricar bandoneones en el país. El proyecto surgió en la carrera de Diseño Industrial de la UNLa, entre alumnos y docentes. La iniciativa apuntó a "cambiar el paradigma constructivo y tecnológico, que trata de reproducir sistemas muy antiguos", tal como explicó a Tiempo Andrés Ruscitti. El bandoneón Pichuco corresponde al modelo de 71 teclas, 38 en la mano derecha y 33 en la izquierda. Los investigadores contaron que en el inicio estuvo desarmar un bandoneón y reconocer cada una de sus 2000 piezas. Para ellos debieron catalogarlas y rediagramarlas. Una impresora 3 D hizo el resto, ya que se encarga, como por arte de magia, de realizar objetos de plástico a partir de diseños gráficos. La gente de la UnLA respetó el uso de maderas de luthería en la sonoridad del instrumento, pero el cambio provino de la utilización de materiales más económicos en las partes que no implican compromiso acústico, reduciéndose a la mitad la cantidad de piezas respecto al modelo original. 26/02/13 Tiempo Argentino

Justicia LEGITIMA

LA CONVOCATORIA DE “UNA JUSTICIA LEGITIMA” EN LA BIBLIOTECA NACIONAL Por un nuevo paradigma en el Poder Judicial Por Irina Hauser El fiscal Félix Crous, que actuó en juicios sobre el terrorismo de Estado, fue uno de los moderadores de la jornada. Imagen: DyN. No era una fiesta, pero por momentos parecía serlo. Había algo en el aire, en el bullicio, en la forma de saludarse y esperar, cierto clima de estudiantina y entusiasmo colectivo. El auditorio de la Biblioteca Nacional empezó a saturarse de jueces, fiscales, defensores, académicos, empleados, estudiantes y curiosos con un visible ánimo asambleario. Se llenaron el hall, el café, la explanada. El espíritu del evento quedó reflejado en el lema de una “justicia legítima” y condensado en el discurso inaugural de la procuradora general Alejandra Gils Carbó, quien marcó contrapuntos con la exposición del día anterior del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y llamó a crear “un nuevo paradigma” para el sistema judicial “con magistrados que no estén mirando de reojo a qué sector del poder concentrado pueden beneficiar, que rindan cuentas a la comunidad, donde no haya feudos ni padrinazgos ni familia judicial y donde el acceso a la Justicia de los sectores débiles y marginados sea una realidad”. Lo que siguió, toda la tarde, fue una catarata de pequeñas alocuciones algo caóticas, de participantes variopintos que lanzaban ideas y propuestas para democratizar y romper el carácter corporativo del Poder Judicial, que al final del día difundieron un documento que dice que llegó la hora de “mirar hacia adentro” y promete una “autocrítica” (ver aparte). “No son los números de la Policía Federal, pero estamos llegando a mil personas”, bromeó desde el escenario el fiscal Félix Crous, ante una masa inesperada de gente. “Justicia legítima” identifica a funcionarios y empleados de tribunales que publicaron dos solicitadas para decir que no se veían representados en las denuncias de presiones políticas formuladas en un comunicado de la Comisión de Independencia Judicial de la Corte, la Asociación de Magistrados y entidades amigas, en medio del trámite de la causa sobre la ley de medios. Advertían ya entonces que la independencia judicial es mucho más vasta y debería ejercerse respecto de todos los poderes y corporaciones, incluso la mediática, la económica, la eclesiástica y la judicial misma. –¿Usted sabe de los reclamos ante esa Comisión de Independencia? –miró Alejandro Slokar al juez Mario Portela. Como integrante de un tribunal en La Plata, Portela había planteado que el diario La Nación presionaba con sus editoriales en defensa del ex ministro bonaerense Jaime Smart cuando estaban por dictarle sentencia por crímenes de lesa humanidad. “Se devuelve por desconocerse destinatario”, decía el sello que rechazaba su denuncia. Slokar reclamó representación en esa comisión o la creación de un observatorio. “Justicia legítima” se presentó desde sus inicios como la antítesis de la Justicia corporativa, verticalista y cerrada. “De lo que aquí se trata es de identificar esa matriz del Poder Judicial burocrática y autoritaria, alimentada durante décadas, que hoy subsiste”, sostuvo Gils Carbó. Una de las primeras frases que dedicó a Lorenzetti fue: “Para promover la democratización se requiere más debate que consensos, más discusión que unidad corporativa”. En un raconto de historia judicial atravesado por “una ficción de Justicia independiente”, Gils Carbó pasó por la Corte de 1930, que convalidó los golpes de Estado, por la Justicia dictatorial como “punto más alto de apartamiento de valores democráticos”, las reformas de la recuperación democrática y hasta el papel de los tribunales en los noventa, con las privatizaciones y los procesos de concentración económica. La mención de la Procuración a la destrucción del sistema jubilatorio con las AFJP no pareció casual. Lorenzetti dijo conmoverse por los jubilados y suele responsabilizar al Gobierno. “¿Dónde estaba la administración de justicia cuando ocurrían estas inequidades? ¿Alguna asociación de magistrados reclamó independencia judicial? ¿Dónde estaba el furor por las cautelares que conocemos hoy?”, disparó. Para diferenciarse –otra vez– del supremo que enumeró fallos de los últimos años de la Corte, ella dijo que no alcanza con repasar “jurisprudencia” ni con “buenos fallos mientras se mira al costado del aparato instalado para detener su cumplimiento”, cuestionó. Las palabras de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, causaron conmoción. Relató su acercamiento a la Justicia, en busca de su hija y su nieto, a jueces a los que no les conocía la cara y que llegaron a mandar decirle que “terminaría en una zanja”. La frase “es un momento histórico” fue el hit de la tarde. Luego se mezclaron cientos de ideas: que los jueces deben asumir su papel político y que toman partido, como dijo el juez de Casación bonaerense Daniel Carral. Los concursos públicos, el juicio por jurados, la reforma procesal, el impuesto a las Ganancias. La necesidad de ver qué y cómo se enseña en la facultad, que sienta las bases del modelo de justicia, dijo la jueza de la Corte porteña Alicia Ruiz. El abogado Beinusz Szmukler retomó la idea de que los jueces no tengan cargos. El interrogante sobre cómo cambiar una estructura totalitaria heredada de la última dictadura y la ausencia de “administración de justicia para los sectores vulnerables” fueron muy mencionados. El único contrapunto de la jornada fue a raíz de la intervención del titular de los Judiciales, Julio Piumato, quien fue cuestionado por algunos de los presentes. La defensora general, Stella Maris Martínez, quien estuvo como Gils Carbó empujando la realización del encuentro, dijo: “Hoy la Justicia argentina es como la Iglesia Católica antes del Concilio Vaticano II, que daba misa de espaldas al público”. “Sentimos malestar en la conciencia”, confesó. Y criticó a Lorenzetti por mantenerse “en la superficie de los problemas”. Las palabras de Gils Carbó se caracterizaron por poner en crisis manejos que el sistema judicial naturaliza como “las asimetrías del mercado que se trasladan al pleito”. Y alertó: “La matriz corporativa reacciona de manera exuberante cada vez que se pone en riesgo el régimen establecido”. Hoy seguirá el encuentro con cuatro talleres de los que se espera que surjan propuestas y tal vez se sienten las bases de alguna nueva modalidad de organización o asociación civil que pueda canalizarlas. EL ROL DE LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS Y LOS JUICIOS A LOS REPRESORES La enseñanza de las Madres y Abuelas “La trasformación más importante que tuvo el Poder Judicial en estos años ha sido la que impulsaron los organismos de derechos humanos”, dijo el fiscal Abel Córdoba. Estela de Carlotto contó la experiencia pasada y actual de las Abuelas con los jueces. El rol de la Justicia durante la dictadura, pero sobre todo sus efectos, pensados como matriz de una cultura política hecha carne en el Poder Judicial, atravesó buena parte de las intervenciones de la primera jornada de “Justicia legítima”. Estela de Carlotto sentada al lado de la procuradora Alejandra Gils Carbó, definió el día, en el arranque, como “histórico”. Todavía sin leer el escrito que había llevado, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo cruzó presente y pasado en línea con lo que iba a suceder el resto de la jornada: “Son años que venimos sufriendo todos estos procesos injustos, no sólo de dictaduras cívico-militares, sino de esas corporaciones que se agregan a esos programas con mucho gusto”. “Como Abuelas de Plaza de Mayo tenemos mucho para decir sobre esta discusión que nos convoca”, dijo. “Más allá de las personas particulares, sufrimos muchos de los vicios y defectos estructurales del Poder Judicial. Una de las primeras cosas que aprendimos fue que no veríamos las caras de los jueces ni ellos las nuestras: debíamos comunicarnos a través de abogados y papeles. También aprendimos en carne propia que debíamos comprender los ‘tiempos de la Justicia’. Esos tiempos para nosotros a veces significaron años, incluso décadas, tratando de que alguna Abuela recupere a su nieto, porque siempre aparecía una nueva apelación o amparo que frenaba un reencuentro; hoy vemos cómo esos mismos mecanismos frenan la aplicación de una ley clave para la democracia.” Estela señaló que en los juicios vinculados con los crímenes de la dictadura “rige una gran discrecionalidad y hay graves fallas de planificación”. Y en la sala se oyó un “¡Bien Estela!”, cuando pidió que los jueces paguen el Impuesto a las Ganancias: “Vemos que aún no hay suficientes salas de audiencia en condiciones para desarrollar estos juicios. No es un tema sólo del juzgamiento de los crímenes de la dictadura, sino para cualquier juicio con más de una docena de acusados y cientos de víctimas. Por supuesto, desarrollar estas salas e impulsar cambios cuesta dinero... ¿nos preguntamos cuánto ayudaría a financiarlo que los jueces empiecen a pagar el Impuesto a las Ganancias, como el resto de los ciudadanos?”. El juez Otilio Romano, que continúa prófugo en Chile, dio paso a una nueva crítica a la corporación judicial: “Nunca escuchamos a la Asociación de Magistrados pronunciarse sobre este tema, apañando con su silencio esta conducta cobarde e ilegal”. En la sala estuvieron muchos jueces, fiscales y defensores que llevan o llevaron adelante juicios clave en todo el país por la dictadura. En línea con Paula Litvachky, del CELS, el fiscal Abel Córdoba de Bahía Blanca puso en la mesa el rol que cumplieron los organismos de derechos humanos en este debate, que algunos llamaron “revolucionario”. “Creo que la trasformación más importante que tuvo el Poder Judicial en estos años ha sido la que impulsaron los organismos de derechos humanos en su lucha por obtener el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad, eso se hizo con un discurso muy fuerte y ha encontrado correlato en numerosos funcionarios, muchos acá presentes, que desde adentro de las estructuras los canalizaron en términos jurídicos.” El fiscal Jorge Auat y la jueza de San Martín Lucila Larrandart dieron cuenta de las dificultades estructurales que aún anidan en la Justicia en ese sentido. “¿Cómo no se van a oponer a investigar crímenes donde de algún modo el Poder Judicial y el sistema judicial estaban claramente vinculados con esos hechos, en algunos casos directamente como imputados?”, dijo Auat. El fiscal de Jujuy Pablo Pelazzo puso como ejemplo de la articulación entre PoderJudicial y económico la causa a los directivos de Ledesma. “Sus defensores fueron jueces ambos. Uno del Juicio a las Juntas y el otro en la misma causa donde ahora es defensor. El codefensor del administrador de la empresa fue secretario en el juzgado donde tramitan esas causas. Y para completar el cuadro, el juez que realizó todas las maniobras posibles para dilatar el avance fue secretario de uno de los defensores de Pedro Blaquier.” En los pasillos y salones de la Biblioteca se cruzaron Juan Carlos Vallejo, de Corrientes, Julio Bavio, de Salta, a cargo de la investigación por La Veloz del Norte; Mario Portela y Roberto Falcone, que impulsaron las investigaciones sobre Loma Negra y el tucumano Fernando Poviña, que interviene en el caso Ledesma. “Es un paso trascendental frente al tiempo donde había una sola voz o una sola asociación o núcleo de dirigentes judiciales que se escuchaban como la voz de la opinión de todos”, dijo este último. Beinusz Szmukler, desde arriba del escenario, señaló: “Pensar en esto hace 20 años era materialmente imposible, necesitábamos jueces que no cedan a las presiones”. Mirar hacia adentro Los que estamos aquí queremos ser parte de una Justicia más plural y más independiente, dispuesta a transparentar y a rendir cuenta de su actuación ante la ciudadanía entera. Nos une la convicción de que existe un modo diferente de ejercer la magistratura y la jurisdicción. Rara vez en estos casi treinta años de recuperación del Estado de Derecho, y salvo honrosas excepciones, un número tan importante de jueces, fiscales, defensores públicos, funcionarios y empleados han firmado con nombre y apellido un cuestionamiento claro y enérgico como el que se expresa en los documentos de “Justicia legítima”. Así se habilita el escenario de un debate público en el que sin desconocer la mayor responsabilidad que nos corresponde como integrantes del Poder Judicial, aspiramos a sumar muchas voces y muy diferentes actores sociales para inaugurar mecanismos de participación ciudadana. También es inédito y auspicioso que miembros de las justicias federal, de la nacional y de la local elijan modos de encuentro y participación como el de esta asamblea nacida de una convocatoria en la que nadie se arroga la representación de otros ni apela a distinciones o jerarquías que no reconocemos ni aceptamos. Es el primer paso de un largo camino que no se agota en la indignación y en el rechazo a una manera falaz e intencionada de “invocar independencia” para encubrir sumisión a grupos, intereses y poderes partidarios, económicos, mediáticos a cambio de ventajas y beneficios incompatibles con un servicio de justicia en un Estado de Derecho. Defendemos una noción de independencia que no ignore la trama de poderes formales e informales que atraviesa el espacio en el que trabajamos y el mundo en el que vivimos y somos conscientes de los deberes que nos son propios y estamos dispuestos a cumplirlos sin claudicaciones. Llegó la hora de mirar hacia adentro del sistema de administración de justicia y hacer pública nuestra autocrítica a fin de dar sentido a la diferencia entre el accionar corporativo y una “Justicia legítima”. Para conformar otro sistema de Justicia hay que partir de un núcleo irrenunciable de principios y prácticas que aseguren la vigencia plena e irrestricta del Estado de Derecho, la defensa y ampliación permanente de los derechos humanos y de las garantías consagradas en la Constitución y en los tratados internacionales y el rechazo de toda forma de discriminación por condición social, étnica, religiosa o de género. Sabemos que todavía hay que superar las marcas que la dictadura imprimió y que subsisten en la estructura y en muchos agentes judiciales de cualquier nivel. Queremos discutir cómo se forma a los jueces, magistrados, funcionarios y agentes; cómo y por quiénes se llevan adelante los procesos de selección para ingresar y permanecer en la institución judicial en todos sus niveles; cómo se asegura que la postulación y elección de miembros de los consejos de la magistratura sea abierta y sin restricciones; cómo se conforma y se exhibe la gestión de los recursos, de la jurisdicción y de la administración; cuáles son las condiciones imprescindibles para efectivizar el acceso a la justicia para todos, protegiendo a los vulnerables y cuáles las posibles vías de intervención de la sociedad civil en la construcción de una Justicia fuerte, independiente y democrática. Y estamos dispuestos a persistir en este intento. 28/02/13 Página|12

EL PAPA EN SU DESPEDIDA , DIARIO EL PAIS.

El Papa, en su despedida: “Soy un peregrino en su última etapa” El Vaticano dará por finalizado el Pontificado de Benedicto XVI esta tarde a las 20.00 con una breve ceremonia El helicóptero que ha trasladado al Papa ha aterrizado en Castel Gandolfo poco antes de las 17.30 tras un breve recorrido por Roma. Allí, Benedicto XVI ha ofrecido ante una multitud sus últimas palabras como Pontífice. Joseph Ratzinger volverá al Vaticano dentro de unos tres meses para residir en un convento, a apenas 100 metros del nuevo pontífice, que será elegido en los próximos días. Es una situación insólita e inédita. "Solo soy un peregrino en la última etapa de su peregrinaje en esta tierra". Benedicto XVI se ha despedido así de los fieles que se congregaban frente al Palacio Apostólico de Castel Gandolfo y, por extensión, de todos los católicos, en su última aparición pública como papa. "Sabéis que hoy es un día distinto para mí", ha dicho. A las ocho de la tarde en punto se hará efectiva su renuncia y dejará de ser el líder de la Iglesia católica. "Gracias, buenas noches. Gracias a todos", han sido sus últimas palabras desde el balcón de la residencia estival pontificia. En una jornada de despedidas, el Papa ha viajado en helicóptero a Castel Gandolfo, adonde ha llegado poco antes de las cinco y media. Antes se había despedido en el Vaticano de la mayoría de cardenales que ya han llegado a la ciudad para preparar el cónclave que debe elegir a su sucesor. En un acto muy breve, el Papa ha saludado a los purpurados, ha agradecido su presencia y ha prometido obediencia "incondicional" al próximo pontífice. En su discurso ante los cardenales a mediodía, Joseph Ratzinger ha dicho: "Seguiré estando especialmente cerca con la oración, sobre todo en los próximos días para que estéis totalmente iluminados por el Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa, que el Señor os muestre lo que él desea. Entre vosotros está el futuro Papa al que desde hoy ya le prometo mi reverencia y obediencia incondicional". Ese ha sido el último acto propiamente dicho de un adiós que Benedicto XVI ha preparado al milímetro. Después, ha regresado a su apartamento, donde ha almorzado junto a la llamada Familia Pontificia —su secretario, monseñor Georg Gänswein y cuatro laicas consagradas— y ha preparado el viaje hacia la residencia de Castel Gandolfo, a unos 20 kilómetros de Roma. Cuando retorne, su sucesor ya habrá sido elegido y las obras del convento del Vaticano donde tiene previsto recluirse estarán concluidas. Por la tarde, después de despedirse de los miembros de la curia y empleados vaticanos, Benedicto XVI ha viajado en helicóptero hasta la residencia estival donde pasará los próximos meses. En el corto trayecto por aire —de unos veinte minutos— Benedicto XVI ha estado acompañado por Georg Gänswein, además de su médico personal, el jefe de la Casa Pontificia y su nuevo mayordomo, el sustituto de Paolo Gabriele, destituido y procesado por el caso Vatileaks. El despegue del aparato de la Fuerza Aérea italiana que ha trasladado al Pontífice y sus acompañantes ha sido saludado por el repicar de las campanas de todas las iglesias y basílicas de Roma. En el Palacio Apostólico estival pasará las últimas horas de su papado, que comenzó en la tarde del 19 de abril de 2005, hasta que a las 20.00 se haga efectiva su renuncia. A esa hora, la policía vaticana relevará al destacamento de la Guardia Suiza en Castel Gandolfo y se cerrarán las puertas del Palacio Apostólico del Vaticano, las únicas señales externas de que Joseph Ratzinger, de 85 años, estará dejando de ser papa en ese mismo instante. La silla de Pedro quedará vacante y la Iglesia se sumergirá en una incertidumbre extraña, desconocida desde hace siete siglos, la de esperar la llegada de su nuevo Sumo Pontífice con el anterior todavía vivo. En estos últimos días de pontificado, ha quedado claro que el pasado día 11, cuando anunció en latín su sorprendente renuncia al papado, Benedicto había planificado muy bien su despedida. Gestos, palabras, decisiones. Una fecha, 28 de febrero de 2013, y una hora, las ocho de la tarde. Será el momento en que, junto al lago Albano, el papa alemán se quite el Anillo del Pescador, deje de calzar los zapatos rojos que representan el martirio y —según aseguró el padre Federico Lombardi— pierda su cualidad de infalible. Conservará, no obstante, otra cualidad, más terrena pero no por ello muy común. La de haber renunciado al poder cuando, “ni humana ni espiritualmente”, se consideró capaz de seguir ejerciéndolo. ¿Una Iglesia con dos papas? Por Juan Arias | El País Ha sido el papa Benedicto XVI quien ha decidido personalmente que seguirá llamándose “su santidad Benedicto XVI”, o “Papa Romano Pontífice emérito”. No es una formalidad. Los cardenales no sabían cómo podría seguir llamándose un papa que ha renunciado a serlo. El que debería haberse llamado a partir de las ocho de la tarde de hoy “cardenal Ratzinger”, ha decidido que seguirá con el nombre de “papa Benedicto XVI”, que escogió el 19 de abril de 2005, cuando el cónclave lo proclamó nuevo obispo de Roma y jefe de la Iglesia Universal. Seguirá también vistiéndose de blanco, como el nuevo papa y no de negro como los cardenales. Y su anillo papal, el llamado “anillo del Pescador”, no será esta tarde destruido como cuando un papa muere. Lo hacen pedazos con un martillo de oro y marfil y con esos restos se construye el anillo del próximo papa. El anillo de Benedicto XVI que él mismo se hizo labrar por un orfebre italiano, será sólo “anulado”, no destruido. Aún no se sabe si continuará o no en la mano del papa dimisionario. Se despojará solo de los zapatos rojos para calzar unos marrones, regalo de los cristianos mexicanos. Los anillos papales se destruyen a la muerte del pontífice porque antiguamente los papas sellaban con ese anillo los documentos papales. Se destruían para que nadie pudiese usarlo ilegalmente firmando documentos falsos. Se ha dicho que Benedicto XVI fue mejor intelectual que gestor del gobierno de una Iglesia que se le habría escapado de las manos. Lo cierto es que ha sabido gestionar hasta en los más mínimos detalles su renuncia y su futuro. Además de decidir el día y la hora en que dejará de ser formalmente papa, también decidió dónde pasará los dos próximos meses: en la finca de veraneo de los papas, el castillo de Castel Gandolfo Ratzinger podría vivir donde quiera, en su casa natal en Alemania, o en un país del tercer mundo pobre o donde quisiera. Pero ha decidido seguir viviendo dentro del Vaticano, a menos de cien metros del nuevo papa, en un convento de monjas ubicado en los Jardines vaticanos. De esta forma, la Iglesia tendrá que convivir con dos papas: uno formal, el que saldrá del cónclave y otro “emérito”, que se ha despedido con unas misteriosas palabras que deberán analizar con lupa los teólogos. Dijo en su último discurso a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro: “Mi deseo de renunciar al mandato petrino no revoca la decisión que tomé el 19 de abril de 2005. No regresaré a la vida pública. No abandonaré la cruz”. ¿Qué significan esas palabras? ¿Qué fue lo que decidió el día en que fue elegido papa y a lo que hoy no renuncia? ¿Qué significa que “no abandona la cruz”? La cruz que él tomó sobre sus hombros el día de la elección a la que afirma no renunciar es la de cargar con el peso y la responsabilidad del gobierno de la Iglesia Universal. A los teólogos doy la palabra. Ahora el mayor problema para el nuevo papa será como convivir con su antecesor aún vivo, vestido de blanco como él, que ha querido vivir a su lado y que ha dado a entender que no descuidará lo que decidió el día en que fue elegido obispo de Roma. Todo dependerá de la personalidad del nuevo elegido. Si, como se espera, su sucesor será de alguna forma indicado por él, con sus mismos principios teológicos y visión del mundo y de la Iglesia, la misión del nuevo papa será relativamente fácil. De alguna forma reinarían juntos sobre la Iglesia. Si el cónclave ofreciera una sorpresa y nombrara a una personalidad con deseos de abrir caminos nuevos con decisiones inesperadas, el problema se agudizaría. Como ha señalado el escritor brasileño Frei Betto, gran conocedor de la Historia de la Iglesia, que pertenece al movimiento de la Teología de la Liberación, al nuevo papa le será muy difícil, mientras viva su antecesor, tomar decisiones sobre cambios en la Iglesia que él no tomó y que nunca hubiera tomado. Un retiro entre limoneros y rosas Ratzinger vivirá tras su renuncia en un convento vaticano Por Lucia Magi | El País Una mansión apartada y tranquila, rodeada por una alta muralla y sumergida en el verde de los jardines vaticanos. Un remanso de paz en el corazón de Roma. Son las características del convento Mater Ecclesiae, el lugar donde Joseph Ratzinger pasará el resto de su existencia tras abandonar las vestimentas papales. En los primeros días de su nueva vida, sin embargo, se alejará de Roma para quedarse en la finca donde los pontífices suelen veranear, a unos 20 kilómetros al sur de la capital italiana, cerca del mar, en el pueblo de Castel Gandolfo. Allí va a viajar a las 20 horas del 28 de febrero. “Imagino que tendrá una tarde normal”, dijo ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi. Cuando terminen las reformas en el convento, volverá al Vaticano para instalarse. El Mater Ecclesiae surge en la colina Vaticana, a las espaldas de San Pedro, y se apoya a la muralla que León IV mandó a erigir en 847 para proteger la basílica de los ataques de los sarracenos y que hoy coincide en parte con el confín del pequeño Estado. Desde una prudencial distancia se contempla la cúpula de Miguel Ángel y paseando se alcanza la reconstrucción de la cueva de Lourdes, donde al Papa le gusta rezar. Es el único convento dentro de Ciudad del Vaticano. Fue Juan Pablo II quien quiso crear allí un lugar de contemplación, en el cual las monjas de clausura rezaran para sostener al pontífice. Las primeras religiosas llegaron el 13 de mayo de 1994, justo en el aniversario del atentado que sufrió Karol Wojtyla en 1981. La orden que lo ocupa ha ido cambiando cada cinco años. La última dejó el convento antes de lo debido para que pudieran arrancar las obras de restauración del edificio. No está claro si una vez terminadas las reformas, otra orden religiosa ocupará una parte del complejo. “Se trataría de un puñado de hermanas que vivirían en clausura, sin contacto alguno con Ratzinger”, según Lombardi. Una robusta reja y un prado de césped separan las dos zonas. El Papa no estará en clausura, como explicó Lombardi: “No hay que considerarle recluso de ninguna forma. Es una condición nueva e inédita. Ya veremos cómo se va a organizar. No puedo decir todo lo que va a hacer”. Benedicto XVI ya ha demostrado antes su amor por este lugar. Tanto que varias veces celebró misa en su capilla. El edificio se compone de cuatro plantas, varios espacios comunes y 12 celdas monásticas, un ala nueva de 450 metros cuadrados, una capilla, un coro para las hermanas de clausura y una biblioteca. Pero lo mejor es lo que hay fuera: una gran huerta donde se cultivan pimientos, tomates o calabacines. Desde el exterior del recinto monástico se ven limoneros, naranjos y un jardín de rosas. El País

NUEVOS AIRES EN LA JUSTICIA POR MARIO WAINFELD

Aires nuevos en la Biblioteca Por Mario Wainfeld La escenografía no “es el mensaje” pero sí forma parte de él. Un encuentro de integrantes del Poder Judicial en la Biblioteca Nacional tiene un sentido. Es un ámbito de debate, bien distinto al de los cónclaves de jueces o funcionarios. El auditorio Jorge Luis Borges no bastaba para contener a la asistencia. El foyer estaba preparado con pantallas gigantes, aunque tampoco se podía estar muy confortable ahí, con gente abigarrada, mucho calor humano y la mayoría de a pie. Los organizadores, precavidos, habían colocado altoparlantes en el playón de la Biblioteca. Era grato colocarse ahí en un día soleado y primaveral, con la contra de que no se podía aplaudir ni ver los rostros de los expositores. Una moción de orden estipuló cinco minutos para los primeros oradores, excepción hecha de la procuradora general Alejandra Gils Carbó, quien tuvo a cargo el discurso de apertura. Primacía de hombres trajeados y mujeres con ropas cuidadas, bastante formales tod@s, redondeaba una primera imagen, bien abogadil. Con un vestuario muy diferente al que predomina en las Asambleas de Carta Abierta o en tantas charlas o conferencias sobre temas culturales. - El momento es también el mensaje. Gils Carbó cerró su exposición con una frase tan lógica como potente: “El cambio es posible porque su tiempo ha llegado”. Ese tiempo, curiosamente, fue detonado por una solicitada flojita y vergonzante firmada sin nombre y apellido por una nutrida fracción del Poder Judicial. Alejandro Slokar, juez de la Cámara de Casación Penal, designó como “sellos” a muchas de esas entidades. Varias lo son pero hicieron bambolla y se arrogaron una representación colectiva, unanimista. Les resultó un boomerang: traspasaron un límite y patearon un hormiguero. Muchos colegas entendieron que ya era hora de mostrar que la cultura judicial no es monolítica, ni es ideal, ni está a la altura de los tiempos. - El discurso pronunciado anteayer por el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, también connotó la jornada. Pretendió ser una suerte de anticipo ofensivo, en términos futboleros. Lorenzetti se valió de una fecha sacada de la galera para anticipar su tradicional alocución de inicio del año judicial. El discurso podía ser, en sustancia, un copy-paste de otros anteriores. Pero la ocasión lo resignificaba. El blogger Gustavo Arballo hurgó en su biblioteca y aludió a Pierre Menard, el personaje borgeano que escribió El Quijote copiándolo textualmente del original. La ironía de Borges explicaba que ese libro, escrito por otro hombre en otro tiempo, no era para nada el mismo. El blog Todo sobre la Corte leyó parecido el discurso, aunque acudió como cita erudita a Roland Barthes. Este cronista acuerda, agregando que Lorenzetti midió más sus palabras que otras veces, lució menos desenvuelto, apeló mucho más a la lectura del discurso. Fiel a un estilo, el Supremo coló tópicos que podían ser gratos a dos tribunas opuestas. La mención al Holocausto y a eventuales perversiones de las mayorías fue maná para republicanos antipopulares. El rescate de los derechos humanos como política de Estado podía complacer a obras banderías. Lorenzetti se valió de una imagen que quiso ser gráfica: no se pueden cambiar las reglas y el árbitro durante el partido, cuando se discrepa con ellos. Los que estaban reunidos en la Biblioteca podrían haberle replicado (lo hicieron aunque no con esas palabras) que tampoco está bien que, unos meses antes del superclásico, su referí viaje a Miami a un seminario organizado por Boca o por River, con todos los suntuosos gastos pagos. - Slokar fue el primero que mencionó con todas las letras a Certal, el tentáculo del Grupo Clarín que paseó al camarista Francisco de las Carreras, uno de los que tiene a su cargo la sentencia en el juicio que persigue que se declare inconstitucional la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Hilos invisibles fungen a veces de símbolos. En esa primera Corte que enalteció Lorenzetti había un Francisco de las Carreras, bisabuelo del viajero tan afortunado y tan inmune a las recusaciones. Esos linajes son comunes en Tribunales, y sugieren que no es tan loco hablar de “familia judicial”. Acaso no sea puro azar que el descendiente reviste en la Cámara Comercial, que suele ser un bastión de defensa de las empresas, un escudo protector de las quiebras o concursos amañados o fraudulentos. Lo que a Lorenzetti le pareció normal o poco interesante como mención era un núcleo convocante para jueces que no creen en las relaciones promiscuas con las partes. Alicia Ruiz, integrante del Tribunal Superior de la Ciudad Autónoma, iluminó otros espacios. Dijo que hay que poner en revisión a las “escuelas de Derecho”, a cómo se forman los abogados. Ruiz no reniega de su condición de docente universitaria, pero subrayó a su modo que es hora de que lleguen cambios también en la etapa formativa. - Engrosó el contexto un dictamen que se conoció ayer mismo. Lo dictó el fiscal de Cámara, José María Medrano, pidiendo la confirmación de la sentencia que rechaza la pretensión de Clarín. El fiscal de Primera Instancia, en un dictamen como para recuadrar, había mocionado lo mismo. Sin prejuzgar, la Corte adelantó que las leyes antitrust son constitucionales, en principio. Y ya van dos fiscales y un juez que se expidieron en igual sentido. Todo indica que la Cámara ralentará su decisión, dándole tiempo a Clarín. La Corte le allanó el camino con un deplorable fallo a fin de año. El multimedios quiere evitar que haya resolución definitiva antes de las elecciones, a la espera de que el kirchnerismo sea derrotado y cambie el escenario político. Tienen coherencia, cabe admitir: quisieron lo mismo en 2009 (donde pareció resultarle bien, apenas por un ratito) o en 2011, cuando les salió fatal. La Corte, es sabido y no fue criticado por Lorenzetti en su ponderado balance, no tiene plazos para sentenciar. Puede eventualmente tomarse años para rechazar un recurso por razones formales, sin fundamentar el planteo. Habrá que ver cómo se maneja, máxime cuando tanto predica sobre la celeridad de los pronunciamientos. - Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, fue llamativamente invitada. Como ella misma resaltó, contrarió su estilo coloquial y optó por un texto escrito. En un tramo, rememorando crueles vivencias, dijo: “Nosotras no veíamos las caras de los jueces ni ellos veían las nuestras”. Mediaban entre ellos “abogados y papeles”. Un compañero y colega que escuchaba junto al cronista comentó que hablaba de los tiempos de la dictadura. Así era, en principio, pero la aguda observadora Carlotto ponía el dedo en una llaga que perdura. La mayoría de los ciudadanos que pleitean jamás ven a los jueces. La oralidad se aplica en relativamente pocos procesos, incluso se retacea en algunos en que es obligatoria. Las partes incomodan, transpiran, hablan de más o de menos, exigen. Sus Señorías (no todos, muchos) ponen distancia con la jerga, con los cortinados, con no dejarse ver ni forzarse a ver. - “Estamos los de siempre y algunos más”, comentaba una jueza de intachable trayectoria y coherencia. No se hacía ilusiones exorbitantes acerca de la representatividad, que deberá medirse si hay continuidad en la movida. Por añadidura, no había pleno acuerdo entre todos los asistentes. Una agrupación de empleados judiciales, “La Centeno”, repartía volantes cuestionando normas promovidas por el gobierno nacional (la Antiterrorista y la reforma a la Ley de Accidentes del Trabajo). También recorrían la precariedad y el acoso laboral en los juzgados. Y pedían ser parte en el debate, en su condición de trabajadores. El cronista dialogó con jueces que comparten en general la iniciativa, pero que agregan reproches a varias designaciones (tanto como a falta de nombramientos) por parte del Poder Ejecutivo. Que exigen un trato más severo con los funcionarios acusados de corrupción, que cuestionan a los operadores judiciales del oficialismo. Así es: cuando se abren puertas y ventanas el viento desordena los papeles, entran personas no esperadas o no investidas. Enhorabuena. Un cambio cultural se construye sin planos aprobados ni esquemas cerrados. Sería poco serio hacer pronósticos. El cronista apenas intuye que la agenda pública se ha engrosado y enriquecido. Que la sugestiva jornada de la Biblioteca, que continuará hoy, abre instancias que en un país politizado y vivaz como la Argentina suelen ahondarse y no cerrarse. Que las polémicas ampliarán su círculo y llegarán al Agora. Que Gils Carbó y Slokar insinuaron condiciones de liderazgo (la claridad política y la voluntad entre ellas) de un movimiento aún en germen. Que lo ocurrido interpela a los tres poderes del Estado y no a uno solo: para democratizar la Justicia todos deben hacer introspección, autocrítica y ponerse las pilas. Para una primera tarde primaveral, no es poca cosa. mwainfeld@pagina12.com.ar 28/02/13 Página|12

Visión 7: Es ley el acuerdo con Irán