martes, 22 de mayo de 2012

MALVINAS Y BRASIL PRIMERA PARTE



Por Luiz Alberto Moniz Bandeira*


Guerra de las Malvinas: Petróleo y geopolítica

El diario italiano Il Paese Sera, en la edición del 3 de abril de 1982, informó acerca de la invasión del archipiélago de las Malvinas/Falklands por parte de las tropas de Argentina, comentando que la Junta Militar que gobernaba el país, ya había decidido llevarla a cabo, debido a las “previsiones de la existencia de petróleo en la región” y, tal vez, con el objetivo de desviar la atención del pueblo de los problemas internos y de la “desastrosa situación económica” del país,/2 cuyo PBI, en 1981, registraba una caída de más del 14%, la deuda externa, que había saltado a U$S 27 mil millones en 1980, subía a U$S 35 mil millones a fines de 1981, y la bancarrota de las empresas, sobre todo de la industria argentina, sumaba cerca de U$S 2 mil millones. También La República, en un artículo firmado por Saverio Tutino, comentó que, “más allá del petróleo”, motivos de orden interno habían conducido al general Leopoldo Galtieri (1926 - 2003), jefe de la Junta Militar, a reavivar una “pieza emocional de inspiración chauvinista”/2, como la soberanía sobre el archipiélago de las Malvinas/Falklands, ocupado por Gran Bretaña. Igualmente, desde Washington, el embajador de Brasil, Antônio Azeredo da Silveira, informó al Itamaraty que los medios de comunicación de los EE.UU. estaban señalando como los “principales responsables por la actitud de Argentina: la necesidad de apoyo interno para el gobierno Galtieri y la posibilidad de la existencia de petróleo en la plataforma continental de las Malvinas”/3.

De hecho, la posibilidad de la existencia de petróleo en las Malvinas/Falklands era real. En 1993, la British Geological Survey anunció la existencia de una zona de exploración de petróleo a 200 millas en torno de las islas y datos geológicos (recogidos a través de explosiones que provocan resonancias sísmicas, como una especie de pequeño terremoto controlado) sugirieron sustanciales reservas capaces de producir 500.000 barriles por día. También existe una estimación de que el volumen de petróleo pueda ser de 60 mil millones./4 Sin embargo, según los analistas de la Edison Investment Research, ninguno de estos volúmenes fue todavía comprobado, aunque se sepa que el campo de Sea Lion tiene un tamaño casi al descubierto en el Mar del Norte de Gran Bretaña, denominado Buzzard, donde el total recuperable de reservas es de más de 550 millones de barriles. Las reservas del campo Sea Lion, alrededor de las Malvinas/Falklands están estimadas en 450 millones de barriles, y está siendo explorado por la compañía Rockhopper. Y la Falkland Oil and Gas Limited y la Borders & Southern Petroleum, en 2012 ya estaban sondeando el sudeste del archipiélago./5



La disputa de las Malvinas/Falklands

El archipiélago de las Malvinas/Falklands, en la región subantártica del Atlántico Sur y 483 km distante de la costa de Argentina, está constituido por dos grandes islas (Soledad, al este y Gran Malvina, al oeste) y aproximadamente otras 700 islas menores y peñascos. Existen muchas controversias sobre su descubrimiento y colonización. Todo indica que el navegante holandés Sebald de Weert (1567-1603), de la compañía Holandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oost-Indische Compagnie - VOC), fue el primero que avistó este archipiélago y lo cartografió, en 1598/1600, dado que el nombre Islas de Sebald es el que consta en los más antiguos, sobre todo los holandeses. Pero el primero en desembarcar en una de las islas, 1690, fue John Strong, comandante del HMS Welfare, y bautizó al archipiélago con el nombre de Falkland Islands, en homenaje a Anthony Cary, 5th Viscount of Falkland, (1656-1694), que había patrocinado la expedición.

Posteriormente, en 1764, un navegante de Saint Malo (ciudad portuaria en la Bretaña) Louis Antoine de Bougainville (1729-1811) fundó una base naval en Port Louis (Malvinas Oriental) y denominó el archipiélago de Îles Malouines (de ahí el origen del nombre Malvinas). No obstante, un año después, el comodoro John Byron (1723 - 1786), abuelo de Lord Byron, el notable poeta inglés, construyó un fuerte en Port Egmont, en la pequeña isla Saunders, al norte de las Malvinas/Falklands occidentales, y reclamó la soberanía del archipiélago para Gran Bretaña. Poco después, en 1766, España obtuvo de Francia la cesión de su base, el Port Saint Louis, en las Malvinas Orientales, y en 1774 consiguió expulsar el contingente británico de Port Egmont, en la isla Saunders.

A partir de 1811, sin embargo, España abandonó el archipiélago de las Malvinas, como consecuencia de las guerras por la independencia de sus colonias en las Américas, y su dominio, en los años 1820, pasó virtualmente hacia Buenos Aires, al frente de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Este dominio formal no duró más que trece años. El 2 de enero de 1833, el capitán James Onslow, comandante de la fragata HMS Clio, llegó al Puerto Soledad (antes Port Louis), expulsó al capitán José María Pinedo y a los pocos colonos argentinos, que habían comenzado a poblar allá en 1827, y sustituyó la bandera de Argentina por la bandera de Gran Bretaña. Puerto Soledad, en la isla más grande, se convirtió en Port Stanley y la colonización del archipiélago, como territorio británico en ultramar, comenzó con inmigrantes escoceses, galeses e irlandeses.



“Las Malvinas son argentinas”

Sin embargo, la Argentina, desde entonces, nunca dejó de reivindicar su soberanía sobre las Malvinas como parte integral e indivisible de su territorio, integrantes de la provincia de Tierra de Fuego, junto con la Antártida y las otras islas del Atlántico Sur, considerando que ellas fueron “ocupadas ilegalmente por una potencia invasora”, Gran Bretaña. No queda la menor duda de que el general Leopoldo Galtieri intentó lograr apoyo para la tan desgastada y desmoralizada dictadura militar, despertando el sentimiento patriótico del pueblo argentino, al tomar la iniciativa de invadir las Malvinas, cerca de tres meses y diez días, luego de derrocar al general Roberto Viola (1924 - 1994) de la jefatura de la Junta Militar y asumir el poder. La posibilidad de la existencia de petróleo en la región de las Malvinas, como uno de los factores de la invasión, no constituyó, sin embargo, una mera especulación de algunos periódicos de Italia. El presidente Ronald Reagan (1981-1989) anotó, en su diario, que llamó por teléfono al general Galtieri y, durante 40 minutos, intentó persuadirlo de no invadir las Malvinas/Falklands y que entonces “we learn there is possibility of oil there” (supimos de la posibilidad de que allí había petróleo)./6 También el secretario de estado del presidente Ronald Reagan, Alexander Haig, escribió que las exploraciones geológicas habían revelado que las Malvinas/Falklands estaban sobre un largo campo submarino de petróleo y que algunos asesores entendían que la disputa entre Argentina y Gran Bretaña podría ser resuelta por medio de un entendimiento sobre los derechos de exploración./7

La posibilidad de la existencia de petróleo en la región constituyó, por cierto, uno de los diversos motivos geopolíticos, no precisamente de la Junta Militar, sino, sobre todo, de los sectores de la administración del presidente Ronald Reagan que animaron al general Leopoldo Galtieri a destituir, mediante un golpe blanco, al general Roberto Viola (1924-1994), el 10 de diciembre de 1981, y menos de cuatro meses después, invadir las Malvinas/Falklands, el 2 de abril de 1982.



Alarma en Washington

Los círculos políticos en Washington estaban alarmados con el hecho de que Argentina y Brasil, en mayor o menor grado, se acercaban a la Unión Soviética, no obstante el carácter anticomunista de sus regímenes militares, al mismo tiempo en que las contradicciones económicas y políticas con los Estados Unidos, se acentuaban cada vez más. Y la alarma con los rumbos de América del Sur había recrudecido, desde que, en mayo de 1980, el general João Batista Figueiredo (1918 -1999) realizó una visita de estado a Buenos Aires (la primera de un jefe de gobierno brasileño desde 1935), y firmó con el general Jorge Rafael Videla, jefe de la Junta Militar, diversos protocolos de cooperación, tratando de sepultar la rivalidad y la hipótesis de conflicto permanente como vectores del relacionamiento entre Brasil y Argentina. Los acuerdos, en el área militar, apuntaban a la fabricación conjunta de aviones - el caza bombardero AX y el bimotor CX - y misiles - así como al suministro de productos siderúrgicos de la Siderbras, a Fabricaciones Militares de Argentina. Con otro protocolo, los dos países establecieron la cooperación para ubicar un satélite de comunicaciones, en una órbita común y la Argentina se comprometió a proveer 240 toneladas de uranio a Brasil. El acuerdo, en el área de la energía nuclear, permitiendo a los dos países, que no suscribieron el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), alcanzar más rápidamente el dominio del ciclo completo de la tecnología de enriquecimiento de uranio, fue lo que más asustó a Washington./8

La alianza entre Brasil y Argentina tendió a profundizarse y consolidarse, cuando el general Roberto Viola, de la corriente nacionalista, el 29 de marzo de 1981, sustituyó al general Jorge Rafael Videla en la presidencia de la Junta Militar, de acuerdo a las normas de rotatividad, nombró a Oscar Camilion, embajador de Argentina en Brasil, y, dos meses después, a fines de mayo, se encontró con el general João Figueiredo, en Paso de los Libres.

Al gobierno de Washington no le interesaba, en absoluto, que Brasil, cuya presencia se consolidaba en África Occidental - Angola, Guinea Bissau y Cabo Verde - y contribuya para sustentar regímenes de izquierda, al lado de la Unión Soviética y de Cuba, pasase a dominar el Atlántico Sur, junto con Argentina./9 No le convenía que el Atlántico Sur, ruta de fundamental importancia para la seguridad de los Estados Unidos, se tornase, virtualmente, en un “lago brasileño”, dado que el cargamento de petróleo del Golfo Pérsico, circundando el Cabo de la Buena Esperanza, transitaba por sus líneas marítimas, con destino al Caribe y a Europa Occidental. Y los militares americanos temían que la Unión Soviética, con una poderosa flota de submarinos y cruceros anti-submarinos, fuese a establecer bases en el Atlántico Sur, en Luanda y Cabo Verde. El hecho de dominar la mayor parte de la costa oriental de aquel océano y casi toda la extensión de la ruta, desde el Cabo de la Buena Esperanza (África del Sur), pasando por el corredor entre Natal y Dakar, hasta las proximidades de la Cuenca del Caribe, otorgaba a Brasil, por lo tanto, enorme relevancia estratégica para la protección del tráfico marítimo, en un área de circulación alternativa y que se tornaría obligatoria, en caso del cierre del Canal de Suez.



* Luiz Alberto Moniz Bandeira es cientista político e historiador, profesor titular de historia de política exterior de la UnB y autor de más de 20 obras, entre las cuales se encuentra “Brasil, Argentina y Estados Unidos - Cooperación y conflicto en América del Sur (De la Triple Alianza al Mercosur). Columnista en varios diarios de su país, periódicos del mundo y en La ONDA digital.

1/Telegrama 243, confidencial, Exteriores para Brasemb- Buenos Aires, 03.04.1982.. Classificação: 900.2 (B29) (F27) - islas Malvinas - AMRE-B.
2/Ibid.
3/Telegrama 1154 2 19:30H en aditamento al telegrama n. 1126. Classificação 900.2 (B29) (F27). AMRE-B.
4/Nil Nikandrov. “Oil war in South Atlantic: Great Britain vs. Latin America” Strategic Culture Foundation. 07.02.2012. “Q&A: The Falklands oil row.” BBC News .Wednesday, 17 February 2010.
5/Julia Kollewe. “Talk of Falklands oil boom heightens tensions las war anniversary nears. Up to 8.3bn barrels of oil could be up for grabs, ramping up tensions las the 30th anniversary of the war between the UK and Argentina approaches “. The Guardian, Thursday 16 February 2012
6/Reagan, Ronald. The Reagan Diaries. Nova York: HarperCollins Publishers, 2007, p. 77.
7/Haig Jr., Alexander M. Caveat: Realism, Reagan and Foreign Policy. New York: MacMillan Publishing Company, 1984 , p. 268.
8/Roett, Riordan & Wiegand, Gunnar - “The Role of Argentina and Brazil - la View from the United States”, SAIS, Center of Brazilian Studies, John Hopkins School of Advanced International Studies, Washington, D.C., p. 28.
9/Jim Brooke, “Brazil’s Ambitions Expansion Into Africa Runs Counter to U.S. Tack”, in The Washington Post, Washington, 15-4-1981, p. A-27

Prof GB



ANGOLA III


Africa subsahariana: partirá una misión comercial argentina de 40 firmas

Angola, mercado para armar

Un país lleno de contrastes que busca socios para su reconstrucción
 
 
 
Tras la guerra civil que destruyó al país durante casi tres décadas, Angola tiene todo por hacer: desde asegurar la más elemental provisión de alimentos hasta la reconstrucción de casi toda su infraestructura. Ante ese panorama, doloroso y a la vez esperanzador, la Argentina asoma como un socio comercial con mucho para dar.
En la región subsahariana del continente negro, bañada por las aguas y las riquezas del Atlántico sur, esta ex colonia portuguesa está empeñada en recuperar el tiempo perdido a sólo tres años del final del sangriento enfrentamiento interno que dejó más de un millón de muertos y cuatro millones de desplazados de sus hogares.
Para avanzar en ese camino de reconciliación y desarrollo, necesita -además de paz y estabilidad- materias primas y bienes de capital extranjeros.
Recursos no le faltan: el país es el cuarto productor mundial de diamantes; cuenta con importantes reservas de uranio y la extracción de petróleo -mayormente off shore- llega al millón de barriles diarios y podría duplicarse para 2008.
Estos pocos, pero reveladores indicios, llamaron la atención de unas 40 empresas argentinas que esperan colocar allí sus productos, sobre todo en lo referido a alimentos y bebidas, insumos para la salud, textiles, maquinaria agrícola, telecomunicaciones, obras públicas y de infraestructura.
Hasta Luanda, la capital angoleña, viajarán representantes de Molinos Río de la Plata, Riva Obras Públicas y Privadas, Nixon Informática y Comunicaciones, Laboratorios Fabot, La Virginia y Satch Poliuretanos, entre otras compañías. Algunas de ellas ya concretaron negocios ens este mercado y ahora van por más.
Los ejecutivos se reunirán con sus contrapartes angoleños y portugueses, con autoridades nacionales y provinciales, representantes de aduanas y de la Agencia Angoleña para la Inversión, que los ilustrarán sobre el sistema cambiario, regulación de la inversión extranjera, legislación laboral y régimen fiscal.
Las firmas locales tienen la ventaja de poder conocer estrechamente la experiencia de muchas de sus pares brasileñas, instaladas del otro lado del océano desde hace algunos años. El interés del mayor socio del Mercosur en este mercado africano quedó demostrado el año último, cuando el presidente Luiz Inácio Lula da Silva encabezó una misión comercial integrada por 160 empresarios de su país.
Claro que Brasil cuenta con algunas ventajas culturales: ambos países fueron colonias de Portugal, comparten un idioma común e integran la Comunidad de Naciones de Lengua Portuguesa (CNLP).
Además, Angola se caracteriza por tener un mercado con gran presencia de productos de Portugal, país que cuenta con canales de financiamiento y comercialización específicamente pensados para sus ex colonias africanas. Por eso, la Cámara Argentina Portuguesa de Comercio (CAPC), que organiza la misión, busca capitalizar la experiencia lusitana en estas tierras.

Rumbo a Luanda

La visita de empresarios argentinos a Luanda se concretará el 22 del actual. Es también organizada por la embajada de Angola en Buenos Aires y la Fundación ExportAr, y auspiciada por los gobiernos angoleño, argentino y portugués.
"Las oportunidades de negocios se abren sobre todo en los sectores de alimentos [este país importa casi todo lo que consume], materiales de la construcción [todo está por hacerse], calzado y textiles", explicó Jorge do Amaral, presidente de la CAPC.
Agro, pesca, minería, petróleo, gas, energía y telecomunicaciones también son sectores con gran potencialidad. Además, otros rubros con fuerte demanda que se adecuan a la oferta exportable argentina son frutos comestibles (en especial, manzana, mandarina y limón), preparados de frutas, vinos, productos farmacéuticos, lácteos, azúcar refinada, indumentaria, artículos de belleza, artículos plásticos, materiales de construcción, químicos (insecticidas y herbicidas) y eléctricos (motores, cables y conductores).
A pesar de que la agricultura rudimentaria provee el alimento a más del 80% de la población, la actividad primaria está muy atrasada. La causa está más que clara: durante la guerra, los principales bandos obligaron a grandes cantidades de población a movilizarse de un lado a otro del territorio y les impidieron radicarse en un sitio y cultivarlo.

Indicadores

La producción petrolera es vital para la economía del país, ya que aporta más del 45 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) y más de la mitad de sus exportaciones. Los indicadores económicos se mueven en dirección positiva, el producto bruto crece, la inflación tiende a estabilizarse y el déficit público se reduce. En volumen, esta república -que tiene vigente un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)- cuenta con el tercer mercado de su continente después de Sudáfrica y Nigeria.
En los últimos años, su economía recibió fuertes inversiones externas. Sólo en 2001, ese monto llegó a los 1800 millones de dólares. Entre los casos de apuestas más significativos se pueden mencionar los siguientes: Coca Cola, que invirtió 36 millones de dólares en la instalación de una embotelladora en la provincia de Bengo; la firma Chinese Guangdong Overseas Construction, que abrió una planta de ensamblaje de motos por 7,2 millones de dólares; la compra del 49% de la cementera Cimangola por parte de Seancem International, de Noruega, y la reapertura de la elaboradora de café de Liangol, a cargo de la portuguesa Delta Café.
En la cámara portuguesa -que lleva 60 años en la Argentina y tiene 80 socios- afirman que los empresarios argentinos que viajen al Africa encontrarán relativamente fácil la identificación de un interlocutor comercial adecuado, al estar muy extendida la figura del intermediario, que desempeña la doble función de importador y distribuidor.
No obstante, como ante todo lo desconocido, conviene asesorarse acerca de los riesgos. Como en América latina, en Africa la corrupción también es un obstáculo para el intercambio, por ejemplo. Por este motivo, algunos organismos multilaterales aconsejaron al gobierno angoleño la adopción de nuevas políticas de transparencia y lucha contra la corrupción.
Por lo mismo, los organizadores sugieren a los empresarios interesados en este mercado ser precavidos, enfocar claramente el negocio, encontrar socios locales y tener en cuenta que este es un país en reconstrucción que todavía carece de infraestructura adecuada en muchos ámbitos.
Para mayor información, comunicarse por el 4322-2112 o el e-mail eduardovaz@camaraportuguesa.org.ar. Los interesados también pueden dirigirse a la sede de la cámara, en San Martín 345, 4to. piso, Capital.
Por José Crettaz
De la Redacción de LA NACION
5 DE OCTUBRE DE 2004
 

Los que hacen camino

No todo es nuevo para las empresas argentinas interesadas en Angola. Algunas ya están trabajando para satisfacer la demanda. Techint, por ejemplo, está presente desde hace tiempo en la pujante industria petrolera local.
Entre los adelantados también está Molinos Río de la Plata, que invirtió 10 millones de dólares en una nueva línea de producción de fideos pensada para abastecer, entre otros, a este mercado africano. La empresa, que este año recibió el premio a la Exportación Argentina en el rubro alimentario otorgado por Prensa Económica, producirá las pastas secas en su planta de Tortuguitas. El año último, Molinos facturó 889 millones de dólares e incrementó sus ventas al exterior un 504 por ciento.
Y este mes, fue noticia el arribo a las principales ciudades del país africano de la revista Caras -una idea original de la editorial Perfil-. En realidad, el desembarco llegará procedente de Portugal, donde fue adaptada después de Brasil. La revista comenzará a distribuirse antes de fines de año y los contenidos locales se irán incorporando de a poco, primero con un insert en la versión portuguesa y luego con una edición local.
Además, para muchas empresas, Angola puede ser cabeza de playa para su posterior entrada en mercados africanos poco explorados. "Estamos muy entusiasmados por las oportunidades que brinda este nuevo frente de trabajo, que puede servir de base para llegar a otros países de la región como Mozambique, Cabo Verde y Congo, y ofrece una perspectiva muy importante para el cono sur de este continente", confirmó Jorge do Amaral, presidente de la Cámara Portuguesa. .

lunes, 21 de mayo de 2012

MARCELO MORENO PERIODISTA DE CLARIN

Estados Unidos

EE.UU. construye en secreto la mayor base de espionaje del mundo

El día 13 de mayo del corriente afirmó entre otras cosas que:

"vengo de una sociedad en la que se reverencia lo nuevo y vuelvo a otra que se gasta peleando cosas viejas", "la ley reina en América", "dinámica con una actitud que estalla en la tecnología", mientras que la Argentina para este periodista es un perro que se muerde la cola y reinventa conflictos antiguos como el del peronismo y antiperonismo del siglo pasado".
"Vuelvo de Nueva York y ya extraño-a pesar de sus claroscuros-su energía polifónica y su libertad respetuosa"
Y, en la Argentina, hay "millones de pobres que ya se olvidaron la posibilidad de dejar de serlo".

Sí EE.UU. afirmo, es libre y respetuosa, baste preguntarle a los Pueblos latinoamericanos que sufrieron decenas  de golpes de estado financiados por esa libertad y respeto.
Mas el neoliberalismo libre y respetuoso, y los pueblos de Irak y Afganistán saboreando la técnica maravillosa de los EE.UU., y Guantánamo y el bloqueo a Cuba, y el hambre y la miseria esparcida por el globo gracias al Imperio yanki, y...Marcelo Moreno ( mmoreno@clarin.com) enamorado y asqueado a la vez del país del norte y de su país respectivamente.
Pareciera que la nota que reproducimos a continuación, de su propio multimedios, le otorgara la razón a tanta admiración

Por Daniel Vittar

La “guerra del ciberespacio”. La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) alista un gigantesco centro de datos en Utah, donde instalará sofisticada tecnología para vigilar Internet y otros medios.

Las obras. La construcción de la base avanza en Utah. Se estima que costará 2.000 millones de dólares.

La NSA alista un gigantesco centro de datos en Utha.
Las obras. La construcción de la base avanza en Utah. Se estima que costará 2.000 millones de dólares.

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21/05/12
En una pequeña y somnolienta comunidad del oeste de Estados Unidos, donde la mayoría de sus casi 7.000 habitantes son mormones, la comunidad de inteligencia está levantando el centro de espionaje más grande que el mundo haya conocido hasta ahora. La ciudad se llama Bluffdale y se encuentra en el estado desértico y montañoso de Utah, cuya población mira con asombro el gigante que está construyendo el cuerpo de ingenieros del Ejército. Se trata de la nueva base de la poderosa National Security Agency (NSA), que se convertirá en el corazón de un colosal tablero mundial destinado a espiar cada rincón del planeta que considere hostil o afecte los intereses de Washington. Es, tal vez, el paso más beligerante que da EE.UU. en la llamada “guerra del ciberespacio”.
Carroll F. Pollett, director de la Agencia de Defensa de Sistemas de Información (DISA), lo explicó con claridad en una sesión en el Congreso. “ El ciberespacio se ha convertido en un nuevo campo de batalla . Ha adquirido una importancia similar a la que tienen los otros, tierra, mar, aire y espacio. Está claro que debemos defenderlo y volverlo operativo”. En lenguaje militar, el ciberespacio es denominado “quinto campo de batalla”.
El centro de datos de Bluffdale es una descomunal estructura –cinco veces el tamaño del Capitolio– que albergará la más moderna tecnología destinada a interceptar, almacenar, descifrar y analizar la compleja red de comunicaciones del globo. Sus veloces computadoras deglutirán inconmensurables datos captados por los satélites, extraídos de la red de celulares y arrebatados a la Web. En su primera etapa el emprendimiento se mantuvo en estricto secreto hasta que salió a la luz por una investigación del periodista James Bamford, experto en inteligencia, en Threat Leve l, un medio especializado en seguridad.
El amo de esta omnisciente instalación es la NSA, la agencia más poderosa y enigmática de EE.UU., cuya capacidad y recursos dejaron muy atrás a la CIA y al FBI. Su especialidad son las comunicaciones y el criptoanálisis. Es, básicamente, un “Gran Hermano” de formidables dimensiones. Para ello dispone desde hace más de tres décadas de la polémica red de espionaje Echelon, basada en satélites alrededor del planeta.
Este nuevo bunker de la NSA costará unos 2.000 millones de dólares y se espera que lo terminen el año próximo. Pese al aura de secreto, medios estadounidenses adelantaron que constará de cuatro salas de 2.300 metros cuadrados, cada una de ellas llena de servidores. A esto hay que agregarle otras plantas, de medidas similares, destinadas al sector técnico y administrativo. Tal cantidad de equipos necesita un enorme poder de refrigeración y esto, a su vez, de energía. Se presume que consumirá el promedio de electricidad que utiliza habitualmente una pequeña ciudad. Todo el complejo será autosuficiente.
Su funcionamiento, una vez terminado, será el siguiente. Tomará la información recogida por los satélites –particularmente de la red Echelon–, los datos provenientes de agencias en el exterior y las comunicaciones interceptadas en los centros de vigilancia instalados en el mundo, para luego depurar, analizar y determinar que es relevante para la sede madre de NSA en Maryland.
Si bien el proyecto se concreta ahora, tiene su origen en una iniciativa que la NSA impulsó durante el gobierno de George W. Bush tras el 11/S, que se conoció como “Stellar Wind” (viento estelar). Esta actividad de espionaje resultó tan controvertida y peligrosa para los propios estadounidenses que el Parlamento se opuso, y terminó anulándola. Pero desde hace unos años volvió con fuerza. El punto que genera mayor incógnita en este proyecto tiene que ver con la monstruosa cantidad de datos que podrán escanear los equipos de la NSA. De hecho será enormemente superior a lo que se hace actualmente, que de por sí es asombroso.
Más allá de los controles para mantener la seguridad interna, los servicios de inteligencia estadounidenses apuntan ahora a detener los continuos ciberataques chinos que sufrieron agencias del gobierno y empresas , tanto militares como comerciales. Hoy, en esta gran guerra tecnológica desplegada por las potencias, donde el robo industrial se convirtió en un hecho cotidiano, los grandes enemigos para EE.UU. son China y Rusia, y en menor medida Corea del Norte e Irán. En este marco no se sabe muy bien si la gran central de la NSA busca proteger el país contra los ciberataques y descubrir células terroristas, o incursionar con mayor capacidad en el espionaje comercial. El general Keith Alexander, director de la NSA, expuso la cuestión en una comisión del Congreso: “ Necesitamos hacer que sea más difícil para los chinos hacer lo que están haciendo . La propiedad intelectual no está bien protegida, y podemos hacer un mejor trabajo protegiéndola”.
Desde la otra vereda, el coordinador especial de Rusia en tecnología de la información, Andrey Krutskikh, resumió el escenario con estas palabras: “Tenemos una situación en la que se producen millones de ataques de hackers contra nuestro dinero, contra nuestras empresas, en nuestras computadoras privadas, significa que es una forma nueva de confrontación ”.
Para los especialistas, la guerra del ciberespacio entró en una nueva y peligrosa fase, donde el desarrollo tecnológico será fuente de poder y control.
“Estamos a una pequeña distancia del Estado totalitario” , advirtió el ex integrante de la NSA William Binney. Y sus palabras hacen pensar que tal vez no se comprendió a tiempo lo que en su momento planteó Ray Bradbury: “No intento describir el futuro; intento prevenirlo”.

GB

ANGOLA II


Los dos diarios más importantes del país, que hoy hablan pestes sobre la propuesta de comercio exterior con el país africano, hace algunos años expresan cosas muy diferentes.http://cdn.tn.com.ar/sites/default/files/imagecache/nota-600x338/2010/08/24/la-nacion-y-clarin.jpg
En el caso de La Nación, en un artículo del 5 de octubre de 2004, titulado "Angola, mercado para armar", afirmaba: "Tras la guerra civil que destruyó al país durante casi tres décadas, Angola tiene todo por hacer: desde asegurar la más elemental provisión de alimentos hasta la reconstrucción de casi toda su infraestructura. Ante ese panorama, doloroso y a la vez esperanzador, la Argentina asoma como un socio comercial con mucho para dar".
Por su parte, el diario Clarín, en un artículo del 5 de agosto de 2005, titulado "Desde galletitas a infraestructura: expostar a Angola está de moda", afirmaba: "La nación africana está creciendo, por los precios del petróleo y los diamantes. En el 2002, las ventas argentinas llegaron a 81 millones de dólares, el triple que dos años antes. Prometen seguir subiendo".
Siempre es bueno revisar qué decían los medios anteriormente:


Viernes | 05.08.2005

NEGOCIOS & MERCADOS: UN PAIS QUE SALE DE UN CONFLICTO DE TRES DECADAS Y SE ABRE A NUEVOS MERCADOS

Desde galletitas a infraestructura: exportar a Angola está de moda

La nación africana está creciendo, por los precios del petróleo y los diamantes. En el 2002, las ventas argentinas llegaron a 81 millones de dólares, el triple que dos años antes. Prometen seguir subiendo.
Marina Aizen.
maizen@clarin.com

Hasta hace muy poco, hablar de Angola era casi una rareza en la Argentina: apenas había noticias de su largo y cruento conflicto, que durante la Guerra Fría fue alimentado por Washington y Moscú. En Angola, en tanto, la Argentina sólo se conocía apenas por el Che Guevara. Todavía hay una avenida que cruza Luanda, la capital, que lleva su nombre. Pero, todo esto está cambiando, y hoy es posible que los angoleños estén empezando a asociar a nuestro país con otras cosas más mundanas, como las galletitas o la cerveza.

¿Qué pasó? En el 2002, una ráfaga de ametralladora terminó con la vida del líder guerrillero Jonas Savimbi, y con ello también una terrible guerra que duró 27 años. A partir de entonces, las fuentes de financiamiento del conflicto, el petróleo y los diamantes, pasaron a ser recursos para la paz. Y, así, casi de la noche a la mañana, Angola se convirtió en un destino de negocios para todo el mundo, lo que incluye a muchos argentinos. El año pasado partió la primera misión comercial a Luanda con 15 empresas, 12 de las cuales, terminaron anudando acuerdos. A fin de este mes, parte otra misión.

Estos datos se notan en los números. Según la fundación Exportar, en 1997, los argentinos le vendían a los angoleños apenas 3,98 millones de dólares. En el 2002, las ventas ya habían pegado un salto de 27,95 millones de dólares. Y dos años más tarde, se exportaron casi 81 millones. Jorge do Amaral, presidente de la Cámara Argentino Portuguesa de Comercio, cree que se pueden superar los 100 millones en los próximos años. "Es un mercado de buenas oportunidades", indica. "Pero, de enorme complejidad", agrega el ejecutivo.

Uno de los que han logrado entrar en el país es Ariel Davalli, de Helados Chungo. Hace pocos días, sus productos se empezaron a vender en dos supermercados en Luanda, de dueños sudafricanos. Los angoleños desconocían el gusto del helado de chocolate con almendras enteras o con frutos del bosque, y a pesar del poco tiempo transcurrido, el empresario apuesta al éxito.

Pero, en Angola, las cosas no son tan simples. A pesar de que es un país muy rico, que necesita reconstruir toda su infraestructura (lo que implica gigantescas oportunidades de negocios), la guerra también dejó su herencia atroz: pobreza, campos minados, miles y miles de seres mutilados. A esto, se le agrega una dosis de corrupción, lo que exige un profundo conocimiento de la burocracia para la realización de operaciones comerciales. Por eso, hay que volver y volver a Luanda, donde hoy una cena puede costar carísima: 80 dólares (con vino) por persona. Lo mejor, es ir vía San Pablo y Sudáfrica.

Los que han tenido enorme éxito son los fabricantes de galletitas: el año pasado, el 42,3% de las exportaciones de crackers fue a dar a Angola. El mercado se lo reparten básicamente Arcor y Dilexis. Federico Canisa, de esta última empresa, cuenta que las galletitas salen de la fábrica de San Juan con marcas propias y blancas. "Africa está subabastecida, y es un mercado muy demandante de productos masivos. Hay bastantes argentinos tratando de poner un pie allá", revela.

En Angola hoy se comen fideos argentinos (Molinos, entre otros, han dedicado líneas de producción especiales para exportar al país); toman cerveza (Quilmes compite con la local Kuka) y jugos Baggio. También están estudiando el mercado consultores agrícolas, a la espera de modernizar el campo, desminado mediante. Pero, otro empresario de galletitas, que prefiere no revelar su nombre, dice que no hay que olvidar que se trata de un mercado de condiciones "muy extremas", parecido a Haití. Su compañía dejó de exportar el año pasado, cuando se revaluó la kwanza, la moneda local.




De la guerra a la paz

Con el fin de la guerra, y el regreso de 4 millones de refugiados, Angola por fin consiguió despegar. El año pasado creció 11%, empujado por los altos precios del petróleo. El país produce un millón de barriles de crudo por día, y es el segundo proveedor de los EE.UU., detrás de Nigeria. Las ciudades, destruidas por la guerra, están atravesando un boom de la construcción. Justamente, es en este sector, donde las empresas argentinas tienen grandes oportunidades. "Hay nichos para todos, grandes y pymes", dice Jorge Do Amaral, de la Cámara Argentino Portuguesa de Comercio. Además, hay oportunidades en el sector de la infraestructura (no hay caminos), alimentos y el desarrollo del sector agropecuario. Do Amaral, que nació en Angola cuando estaba bajo la ocupación portuguesa, dice que hay enormes fuentes de agua, y nadie que la envase.

GB


REATO-JOZAMI-LANATTA-TENEMBAUN


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PobreEl mejor 

El escritor dialogó con LA PACO URONDO acerca de su último libro en el que entrevistó a Jorge Rafael Videla. Además, le responde a Eduardo Jozami y opina sobre Tenembaun, Lanata y Osvaldo Quiroga.
http://www.periodismodeverdad.com.ar/wp-content/uploads/2011/12/CEFERINO-REATO-CARA-BUENA1.jpg


LA PACO URONDO: Queríamos hablar un poco sobre tu último libro que tomó mucho estado público algunas semanas atrás. La realidad Argentina va a toda velocidad y a veces es difícil mantener un tema en agenda pero me parece que la discusión de fondo que en el libro se plantea  a través de una entrevista a Videla, sigue teniendo mucha actualidad en un país como Argentina. ¿Es así?
Ceferino Reato: Creo que sí.
LA PACO URONDO: Lo principal y sobre como pivotearon las entrevistas que te han hecho -y me parece que es un buen punto para arrancar- ¿Cómo se aborda una entrevista con quién fue responsable máximo del terrorismo de Estado? ¿Periodísticamente, cómo pensaste la entrevista?
CR: Yo creo que hay que entrevistar a todas las personas que tengan información relevante para el público, en mi caso para mis lectores y en este caso lo tenía, porque Videla fue el vértice de la dictadura, el hombre fuerte de la dictadura durante cinco años, los primeros dos entre el 76 y el 78 y además fue el jefe del ejército, es decir, que él tiene mucha información sobre lo que pasó y en ese sentido yo lo tomé como un protagonista de la historia; porque es la única manera de poder entrevistar, poder preguntar, hacer repreguntas a una persona así, hay que entrar lo más despojado posible de pasiones y de sensaciones, de lo contrario la entrevista no iba a durar mucho tiempo.
LA PACO URONDO: ¿Te parece que el resultado final del libro puede aportar a entender mejor lo que pasó en los 70 o embarulla?
CR: Sí, yo creo que sí. Estoy convencido, Creo que ahora nadie puede decir que no hubo un plan sistemático para detener, matar y hacer desaparecer a miles de personas y eso es importante. Después, queda claro que hubo robo de bebés y de chicos aunque él dice que no fue un plan sistemático pero admite por primera vez que hubo delito.
En cuanto al plan sistemático, es muy importante, por ejemplo, saber que el golpe se comenzó a planificar 9 meses antes, que la decisión definitiva se tomó en Octubre del 75, que en Enero y Febrero se elaboraron las listas de detenidos, que las mismas tenían dos categorías, que no eran sólo “subversivos” –o sospechosos de serlo- sino también “líderes sociales”, es decir que el objetivo del golpe no era tanto la lucha contra las guerrillas –para lo cual Videla dice que ya tenían instrumentos- sino refundar la sociedad argentina. Establecer un modelo económico liberal.
LA PACO URONDO: Me parece interesante lo que estás subrayando. Cuando Videla dice: “… no son 30.000 son a lo sumo 7, 8 o 9.000…”  ¿Qué cambia que en lugar de 9.000 hubieran sido 30 o 50.000? ¿Por qué para él es tan importante la diferencia numérica?
CR: El no lo dice contrastando con la cifra de 30.000 porque incluso, en un video que yo le hago en Enero tomado con el celular ya que no se puede entrar cámaras ni grabadores a la cárcel, él dice que no importa cuántos fueron; importa el hecho. A mí me parece que sí importa porque yo creo que la responsabilidad del Estado –este gobierno, el que venga, el que pasó- es encontrar a todos; todos los restos de los desaparecidos y para eso hay que tener una lista lo más exacta posible.
Ahora, el propio Videla dice que no importa cuántos fueron sino que impórtale hecho: él da una cifra muy imprecisa, una cifra para comenzar, creo que tiene más información. Siempre un entrevistado tiene más información de la que brinda y la tarea nuestra es tratar que diga todo lo más que sabe. Yo creo que él tiene mucha información y -lo que es muy importante- creo que hay contactos entre los generales de aquella época porque él dice que es un tema recurrente si van a decir todo lo que saben respecto a dónde están los desaparecidos Dice que en esos contactos –hay algunos que ya están muertos y la información que tenían ya no está- hay quienes no quieren dar nada y, para no dar algo –dice- preferimos no dar nada.
LA PACO URONDO: ¿Mantienen contacto con el generalato de aquella época o también con el actual generalato?
CR: No, con los de aquella época: con el generalato actual no tienen ningún contacto, al menos eso estimo yo por las cosas que me dijo.
LA PACO URONDO: ¿Y por qué esto de que es preferible la nada a la parte?
CR: Él dice que para no generar falsas expectativas y porque no se pueden dar respuestas en todos los casos, para no dar datos parciales han preferido no dar nada pero está bueno porque abre una puerta.
LA PACO URONDO: Que hay información…
CR: Yo creo que deben tener. Siempre hay mucho de misterio; se habla de las listas, de copias de listas.
LA PACO URONDO: Antes de darte la entrevista a vos –o en paralelo- sale la entrevista que es publicada en España. ¿Te parece que, en realidad, Videla, en esta etapa final de su vida, preso, anciano, en algún punto repudiado por el conjunto de la sociedad, empieza a amenazar con que si sus cómplices no lo ayudan va a empezar a decir todo lo que sabe?
CR: Yo no lo sé. Creo que hay una razón, tal vez, más simple pero bastante contundente que es que él tiene ya 86 años. En general, los militares presos por delitos de lesa humanidad esperaban, en las primarias de Agosto del año pasado, el triunfo de Duhalde. Ellos creían que Duhalde iba a salir segundo y que en el balotage le iba a ganar a Cristina Kirchner. Tenían esa expectativa porque consideraban que Duhalde les podía dar una amnistía; tanto es así que llego a la entrevista con Videla partiendo de un punto difícil porque yo quería hacer un libro sobre Córdoba y lo veo en la prisión de Campo de Mayo a él y le pido la entrevista pero hasta el 14 de Agosto del año pasado me resultaba difícil encontrar para entrevistar a militares que hubieran estado destinados en Córdoba por la sencilla razón que ellos estaban convencidos de que ganaba Duhalde y que saldrían pronto en libertad. ¿Para qué hablar entonces? El resultado de las primarias y después el de Octubre lo deciden a Videla a hablar y me concede esta serie de entrevistas que comienzan en Octubre del año pasado y en Enero es entrevistado por el periodista español.
LA PACO URONDO:  Ah, vos en realidad lo entrevistás antes.
CR: Yo empecé a entrevistarlo en Octubre y le hice 9 entrevistas. En Enero recuerdo que le dio la entrevista al periodista español que ya la había pedido hacía mucho tiempo. Según Videla me dijo hacía más de una año y medio.
Ahora, no sé si es una actitud de amenaza. Yo no lo creo tanto porque me parece que está convencido que va a quedar preso todo lo que le resta de vida.
LA PACO URONDO:  ¿Y signos de arrepentimiento en su relato, en sus gestos?
CR: No. De ninguna manera. El me dijo, precisamente : “No estoy arrepentido de nada. Duermo muy tranquilo todas las noches” y al mismo tiempo me dice: “Siento un peso en el alma” y al preguntarle que era dijo que era explicar lo que había pasado con los desaparecidos pero no está arrepentido de nada. Él tiene una concepción católica integrista conservadora. Utiliza mucho el concepto de guerra justa de Santo Tomás y, en ese sentido, es como una especie de cruzado, un exponente de la alianza entre la cruz y la espada que se comenzó a forjar en 1930 y que ahora no tiene ninguna vigencia pero que el 24 de Marzo del 76 estaba en su máximo esplendor. La alianza entre el ejército y la iglesia católica.
LA PACO URONDO:  A la par de tu entrevista también hay otros textos que vos producís como fue esta entrevista con Quiroga en canal 7 que tomó mucha relevancia  -quizás a mi juicio personal un poco sobreactuado Quiroga- donde –está bien que en la entrevista con Videla no le plantées cosas más difíciles por la idea de que él pueda dar un testimonio histórico- pero, cuando vos defendés la entrevista, mezclás demasiado en una teoría cercana a la de “los dos demonios” lo que hace compleja tu posición en este tema.
CR: No, para nada. En esta entrevista yo le digo a Quiroga, porque él me dice que no le haría una entrevista a Videla y menos le daría la mano: “Pero le harías una entrevista a Firmenich” –podría haberle dicho a Stalin o a Hitler- en el sentido de que yo creo que los personajes muy polémicos de la historia tienen que ser entrevistados. No es que yo iguale la violencia del terrorismo de Estado con la violencia guerrillera, yo creo que no se pueden equiparar por lo tanto creo que la “teoría de los dos demonios” es artificial y falsa. El ejemplo era para que él también reflexionara sobre que hacer con otros personajes históricos, por ejemplo si pudiéramos entrevistar a Hitler o a Stalin o al diablo.
LA PACO URONDO:  Es que una cosa es un personaje polémico y otra cosa es un genocida.
CR: Sí, son cosas distintas pero me parece que la postura de Quiroga era tan sobreactuada que cuando yo le pregunto sobre Firmenich el me responde: “No, me parece una barbaridad, mandó a matar a los chicos en la contraofensiva.” Era tan sobreactuada que no estaba calibrando bien lo que decía, creo que él quería quedar bien con sus jefes nuevos en el canal 7 más que otra cosa. Como le dije Firmenich podía haberle dicho Hitler o Stalin y tampoco creo que sean personajes iguales pero sí son personajes polémicos. ¡Ojo con la “teoría de los dos demonios”! Tampoco la usemos para inhibir cualquier otra cuestión histórica; acá lo que se trata es de ver lo que pasó en los 70 –al menos de mi lado- teniendo bien en claro que el terrorismo de estado fue único.
LA PACO URONDO:  En este marco hemos entrevistado a Eduardo Jozami y el decía que había leído el texto, que le pareció interesante el libro pero que sentía que, de tu parte, había una especie de complicidad en esa entrevista.
CR: Es una palabra muy fuerte. Yo creo que Jozami, que fue periodista no la debe haber calibrado bien, complicidad me parece hasta ofensivo y gratuito. Creo que lo cordial no quita lo valiente y trato de ser cordial con los entrevistados porque creo que un periodista debe pasar una imagen de civilidad y no me parece valiente insultar o agredir.
Yo creo que el resultado es positivo. Obviamente a lo mejor Jozami hubiera hecho un mejor trabajo pero no se verá nunca porque no lo ha hecho y creo que cualquier colega puede ir a Campo de Mayo, pedir la entrevista y hacerle una mejor y hasta más comprometida pero, bueno, hay que hacerlo. ¿No? Lo que quiero decir es que yo era el único periodista argentino que le había pedido una entrevista a Videla.
LA PACO URONDO:  Claro; eso es interesante, ahí hay una discusión pero me parece que también es válido problematizar. Yo creo que hay un interés histórico, incluso –forzando el ejemplo- “Mi lucha” de Hitler está prohibido y creo que debería ser estudiado porque explica un genocidio y si uno puede estudiarlo también puede evitarlo. Pero si me parece –vos entenderás que siempre existe el riesgo de la apología en una entrevista o en el personaje entrevistado- Sarmiento quiere, en el Facundo, cuestionar a Quiroga pero, en algún punto, hay un enamoramiento con Quiroga; hay una reivindicación. ¿No te parece que la figura apologética está dando vueltas?
CR: No, yo creo que no y la prueba es que el propio Videla y su entorno no quedaron para nada contentos con el libro e incluso van a sacar una carta de lectores o algo en el diario, cosa que además me parece lógica porque, con estos temas, él no podría haber quedado satisfecho porque además no es un libro de él sino mío. Obviamente que habrá quienes digan “podrías haberle sacado más” pero yo creo que lo que saqué es mucho más que lo que teníamos por lo tanto el resultado es positivo. Podría haberlo hecho mejor –siempre se puede hacer las cosas mejor- pero, ojo, hay que hacerlas.
El personaje todavía vive. Habrá otros que irán y, a partir de lo mucho o poco que se avanzó con mi libro podrán hacer mejores entrevistas y más comprometidas; lo que yo creo que no hay que hacer es no hacer las entrevistas. Creo que hay que ir. No es fácil porque uno está en un territorio hostil, es una cárcel entonces vos estás ahí, sabés que los guardias entran a cada momento, tenés al entrevistado, no lo podés grabar, no es el territorio deseado para hacer una entrevista pero dentro de esas limitaciones y mis propias limitaciones yo quedé contento.
LA PACO URONDO: ¿Y te parece que la controversia que se armó luego de la publicación del libro ayuda a entender la discusión de los 70?
CR: Sí, yo creo que sí, absolutamente. Es muy positiva. Primero porque el dilema de entrevistar o no a Videla o a Hitler o a Stalin es un dilema que está permanentemente en la profesión; yo recuerdo en los primeros cursos del Instituto Grafotécnico venían los profesores y te preguntaban: “¿Quién de ustedes entrevistaría a Videla o a Hitler o a Stalin o a Dios o al diablo?” y algunos decían que no y siguen diciendo que no y creo que lo hacen de buena fe porque el periodismo debe, de alguna manera, darle micrófono sólo a los buenos. No creo que sea el caso de Quiroga que ya es un viejo zorro que todos conocemos; no creo que tenga esa bondad pero hay periodistas que sí la tienen y todos, más o menos, sabemos quienes son y me parece muy respetable.
Yo creo que no. Que hay que ir aún a riesgo de tener que entrevistar a gente que uno seguramente no quisiera ver y charlar con ellos pero, bueno, es la profesión. Hay que ser duro. El Che Guevara decía: “Un buen revolucionario debe endurecerse sin perder la ternura”, yo creo que un buen periodista debe endurecerse sin perder la sensibilidad pero hay que estar duro porque si uno no está duro no puede cubrir ni siquiera un accidente de tránsito.
LA PACO URONDO: ¿Te invitaron al programa de Lanata, al “Queremos preguntar”?
CR: Sí, fui. Estaba en la última fila.
LA PACO URONDO: ¿Y te parece que las preguntas que se hicieron –más allá del “queremos preguntar” o no- son válidas para hacérselas a una Presidenta? Digo, el contenido de esas preguntas.
CR: No, evidentemente. Tal vez porque no tengamos ejercicio en hacer preguntas; en las conferencias de prensa hemos perdido la precisión y el interés. Creo que algunas evidentemente no, muestra eso. Creo que las conferencias de prensa son buenas, no sólo para los periodistas sino para los que dan las conferencias de prensa porque es un formato muy parcial. El que da la conferencia de prensa tiene todas las de ganar.
Es como el conductor de televisión, cosa que me di cuenta con Quiroga. El conductor de un programa de televisión tiene todas las de ganar porque puede dar el corte, puede preguntar, puede hacer un gesto y sacar de imagen al entrevistado. El que da la conferencia de prensa –lo vemos en Obama por ejemplo- tiene el control de la situación. Puede contestar largo o corto, puede contestar 5 ó 10 preguntas, puede decir: “Sin comentarios”, puede decir “Bueno, hasta acá llegó”, tiene siempre un asistente al lado que lo puede salvar entonces yo no entiendo por qué no dar conferencias de prensa. Además tienen algo de representación de la democracia. Hay que cuidar las formas. Si vos ves las conferencias de prensa de Obama la sensación es que los periodistas preguntan y los funcionarios contestan, dan cuenta de sus actos de gobierno; eso es una representación, desde el punto de vista político, que hace a las formas de la democracia. No tener conferencias de prensa yo creo que perjudica, no sólo a los periodistas sino también a los funcionarios.
LA PACO URONDO: Antes te referías a la sobreactuación de Quiroga. También este encuentro fue muy sobreactuado.
CR: Claro, forma parte del formato televisivo. Yo creo que Lanata es un gran periodista –especialmente en estos momentos- pero, claro, el formato televisivo te lleva a un énfasis en el entretenimiento, en la actuación. Ya no hay programas –en otros países si los hay- más tradicionales –que son los que me gustan a mí- sobre periodismo y ahora es una mezcla de show y actualidad y no siempre política y no siempre uno siente que toman lo más importante de la política a veces es lo más superficial pero, bueno, hay que comparar a Lanata con el resto. ¿Qué hay? Y la verdad que no hay nada.
LA PACO URONDO: Hubiera dicho que te seducía más el formato del programa de Gustavo Sylvestre.
CR: Sí, me gusta el formato, lo que pasa es que Gustavo tiene una vocación oficialista muy grande; él es oficialista de todos los oficialismos, fue de Menem, de la Alianza, de Néstor y ahora de Cristina y yo lo aprecio mucho pero veo que es demasiado oficialista y creo que a nadie le interesa tanto oficialismo. A la hora de votar es otra cosa porque uno vota lo que le da gobernabilidad y eso es muy importante en países como el nuestro pero, a la hora de informarse, uno quiere que sean críticos, yo por lo menos no pierdo el tiempo viéndolo a Gustavo.
LA PACO URONDO: ¿Y el programa de Tenembaum y Zlotogwiazda también te parece oficialista?
CR: Vos sabés que no, me gusta pero no lo veo mucho porque uno desarrolla cierta empatía con determinados comunicadores y a mi Tenembaum me resulta difícil de entender y en radio y en televisión. No me resulta atractivo pero, bueno, es un problema mío. Me resulta confuso. Tiene un modo de hablar que no entiendo bien, que me resulta desesperante…

GB

ANGOLA


Argentina cruza el Atlántico

Lo que dejó la estretégica visita a Angola de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para estrechar lazos diplomáticos y extender las fronteras comerciales al continente africano. 
Por Diego Ghersi  (Desde la Redacción de APAS) / “Estratégica” es sin dudas la palabra más indicada para marcar la importancia de la misión comercial argentina en Angola y existen al menos tres razones para explicarlo dentro de un contexto general de “complementariedad binacional”.
En primer lugar, ambas naciones se compensan virtualmente alrededor de lo que se podría denominar un “eje alimentario”. En efecto, luego de décadas de guerra, Angola es un país en construcción que carece de soberanía alimentaria pero que cuenta con potencialidad geográfica para eventualmente conseguirla.
En ese contexto, Argentina –país reconocido mundialmente como productor de alimentos-, estaría en capacidad de cubrir las necesidades más urgentes de la sociedad angoleña y, además, proveer a la nación africana de tecnología y conocimientos con vistas a promover su desarrollo autónomo.
Lo interesante es que, como compensación, resulta que Angola no sólo podría pagar con dólares frescos producto de su riqueza petrolera –Angola es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)- sino que además podría aportar los conocimientos -Know How- propios de un país hidrocarburífero, algo especialmente importante en momentos en que Argentina busca recuperar su “soberanía energética” y a pocos días de haber recuperado Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), su petrolera de bandera.
La experiencia angoleña tiene sólidos fundamentos: su potencial está dado por una exportación actual de 1,4 millones de barriles diarios y 2 millones de barriles diarios, y que se espera incrementar a 2000 millones en 2019.
En segundo lugar, Angola necesita “mercancías”, que en muchos casos Argentina está en condiciones de suministrar desde su “refundada” industria nacional. Ese intercambio posible facilitaría, otra vez, la entrada de dólares frescos a la nación sudamericana; merced a un claro intercambio de productos de valor agregado por divisas.
Así se explica el desembarco de 404 empresarios argentinos en Luanda, y con ellos el de productos electrodomésticos -maquinaria agrícola, medicamentos cordobeses o ropa deportiva-, en la mal llamada – por los medios corporativos de la prensa opositora argentina- “Arca de Moreno”, en referencia al Licenciado Guillermo Moreno, Secretario de Comercio Interior argentino y mentor e impulsor de la iniciativa comercial en Angola.
Salga como salga esta iniciativa, Moreno merece al menos dos aplausos: uno por su iniciativa y otro –mal que les pese a muchos- por su ya indudable patriotismo. Moreno es un tipo tosco, es cierto, pero también es conmovedor.
Hay una tercera razón que hace apetecible buscar una sociedad con Angola y tiene que ver con el control soberano del Atlántico Sur. En efecto, el país africano tiene unasituación geográfica lindante a la Argentina, nación con la que se “conecta” justamente por el Atlántico.
Si se considera que Angola tradicionalmente respaldó los reclamos argentinos y que es un país que “lleva en su ADN” un profundo rechazo anticolonialista, es perfectamente pertinente pensar en una posible sociedad estratégico militar con vistas al control de la zona de mar denominada Atlántico Sur; con el agregado de que Brasil, la nueva potencia mundial y socio principal de Argentina, también deberá forzosamente formar parte de ese marco, reforzándolo.
Aplauso aparte merece el imperdible discurso que la presidenta Cristina Fernández dirigió a su par angoleño, José Eduardo Dos Santos. Con la capacidad retórica que la caracteriza -y que es reconocida por sus conciudadanos- Fernández explicó su concepto de “asociación estratégica” y los fundamentos de por qué Argentina y Angola deben encarar un proceso de asociación en un contexto mundial de crisis. Un discurso memorable por la rareza de su contexto, la claridad conceptual de su contenido y la calidez de la oradora.
dghersi@prensamercosur.com.ar

GB

MAS YPF ( PARA CONOCERLA)


El día del petróleo. YPF y la obra del genio de Enrique Mosconi

Agenda de reflexión.com
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A principios del siglo XX, Comodoro Rivadavia, puerto de entrada y salida de los productos de Colonia Sarmiento, un puerto natural de aguas profundas pegado a las playas de Rada Tilly, una antiquísima zona de solaz y descanso veraniego tehuelche hace 9.000 años, recién empezaba a ser un pueblo pequeño, apenas un grupo de casitas, algún almacén de ramos generales y un hotel-fonda para alojamiento de los arriesgados viajantes que se animaban a llegar hasta aquellas lejanas y desoladas zonas del Sur argentino. Pero tenía una dificultad seria: no había agua dulce.

A comienzos de 1907, cuadrillas de obreros, dirigidas por ingenieros, habían comenzado a perforar la tierra en busca del líquido indispensable. Con aparatos adecuados se auscultaba el suelo en procura del más mínimo rumor que pudiera anunciar la presencia de agua. En enero se llevó al lugar una perforadora Fauck. Se apelaba a los elementos más modernos de la época, pero todo parecía inútil. Se llegó a cavar hasta a 400 metros de profundidad, siempre sin resultado. Los sufridos pobladores vivían pendientes de la torre de perforar, que en más de una oportunidad cayó por efecto del implacable viento patagónico, y que obligaba a iniciar nuevamente los trabajos. Los ingenieros no se daban por vencidos. La tarea continuaba. Pero el resultado era siempre el mismo: absolutamente negativo.

En noviembre ya dominaba el desaliento. Se perdían las esperanzas de poder dotar de agua a la floreciente población, donde muchos se habían radicado plenos de ilusiones y confiados en la potencial riqueza de la zona. La decepción seguía en aumento. El gobernador propuso que se traiga el agua desde un lejano manantial, mediante la instalación de cañerías; y la población apoyó la idea como una salvación. Ya no quería ni oír hablar de la torre perforadora que durante muchos meses había engañado sus esperanzas con renovadas promesas incumplidas. Claro que trayendo agua de otro lado habría que pagarla como artículo de lujo…
Para diciembre nadie confiaba en la torre –que para su funcionamiento insumía la escasa cantidad de agua disponible que el pueblo necesitaba para consumo-. El ingeniero Krausse, jefe de la misión, había autorizado perforar hasta el máximo de 500 metros hacía unos 20 días, cuando se había llegado a 481. Pero un viernes, superado ese máximo, se fue y ordenó: “¡Basta! ¡No se perfora más!”. Sin embargo, el administrador de la obra, señor Beguin, y el ingeniero José Fuchs que dirigía la perforadora Fauck, deciden no entregarse y continuar con los trabajos. Ese mismo día la perforadora llega a 540 metros de profundidad y, de pronto, se advierte una fuerte corriente ascendente. Sorprendidos, Fuchs y Beguin se miran atónitos: no era agua; ¡era kerosene! ¡El petróleo salía casi refinado! Era el 13 de diciembre de 1907.
Mantienen en secreto el descubrimiento y telegrafían a Buenos Aires, a la Dirección de Minas: “Aquí no hay agua, pero hay petróleo”. La noticia se conoce en la capital antes que en Comodoro, que se entera cinco días después, y engalana sus calles en espontáneo feriado. La prensa porteña acoge la nueva con frialdad, apenas si le dan importancia los grandes rotativos; no advertían la trascendencia del descubrimiento: lo que se buscaba allí era agua.

 Pero el gobierno nacional resuelve al día siguiente del descubrimiento dictar un decreto tomando posesión del yacimiento, prohibiendo “la denuncia de pertenencias mineras y la concesión de permisos de cateo en el puerto de Comodoro Rivadavia, en un radio de cinco leguas kilométricas a todo rumbo, contándose desde el centro de la población”. Se evitaba así la posible aparición de aventureros y la eventual explotación del suelo en beneficio de particulares. De allí partió el progreso de una vasta región patagónica. La explotación del petróleo, descubierto de esa manera milagrosa, se constituyó desde entonces en una fuente de incalculable valor para acrecentar la economía nacional, y en una de las bases de su riqueza. El 13 de diciembre sería evocado como el Día nacional del Petróleo.
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Desde la época colonial se conocían algunas afloraciones petrolíferas en nuestro país. Se les llamaba betún o brea, chapapote y en algunos casos kerosene. Cabe recordar que el general Arenales, en 1826, siendo gobernador de Salta, firmó un decreto de estímulo y protección al hallazgo y aprovechamiento de la maravillosa sustancia. Luego, en 1856, se fundó la Compañía Jujeña de Kerosene, con el propósito de reemplazar la importación de ese producto, que entonces alcanzaba a los 20 millones de litros anuales.

Poco tiempo después del descubrimiento patagónico aparecía un decreto por el que se creaba la primera repartición oficial que debía administrar la nueva riqueza nacional, y que se denominó Dirección General de la Explotación del Petróleo de Comodoro Rivadavia, integrándola entre otros los ingenieros Luis A. Huergo y Enrique M. Hermitte y el doctor Pedro N. Arata. En los largos considerandos se advierte de la importancia de su empleo en ferrocarriles y Armada, y se admite la posibilidad de que el sobrante pueda satisfacer en “condiciones económicas, las necesidades industriales del país”, y que “los estudios y experiencias realizados por las oficinas técnicas permiten adelantar que los yacimientos petrolíferos deben extenderse a grandes distancias al norte y al sur de Comodoro Rivadavia, y que el petróleo de ese lugar es un excelente combustible”.
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Apenas comenzado el gobierno radical de Alvear, se crea mediante un escueto decreto una Dirección Nacional en el ámbito del Ministerio de Agricultura con un nombre de tres palabras largas y por entonces poco conocidas: Yacimientos Petrolíferos Fiscales, a las cuales el tiempo simplificaría en tres iniciales famosas. El 17 de octubre de 1922 asume su primer director general, un coronel en actividad del arma de ingenieros, íntimo amigo de Jorge Newbery, graduado a su vez de ingeniero civil en la Universidad de Buenos Aires y de ingeniero militar en la Academia Técnica de Prusia, de notables virtudes y cualidades empresarias, y que desempañaría el cargo durante ocho años: Enrique Mosconi (1877-1940). El fue el genio organizador de la explotación integral del petróleo en la Argentina y en América Latina. De inmediato promovió la construcción de la monumental destilería de La Plata, inaugurada en 1925, la más grande del continente, financiada con fondos propios de la empresa; llevó adelante la electrificación de Comodoro Rivadavia y echó las bases (con 10 unidades iniciales y un total de 25.000 toneladas) de una fenomenal flota de buques tanque (la cual llegó a formar parte en su momento de la tercera Marina Mercante del mundo).

En 1924, a solicitud de Mosconi, el Poder Ejecutivo dictó un decreto mediante el cual se ampliaba la reserva petrolífera fiscal al Sur y creaba nuevas reservas de exploración oficial en todos los territorios nacionales patagónicos.
El coronel Enrique Mosconi, contra la terrible oposición de las empresas extranjeras, desarrolló la más importante industria de América Latina. Su plan original era el del nacionalismo integral en materia de petróleo. Modificó esa opinión en 1925 y propuso, en consonancia con el sistema de la Anglo Persian, la sociedad mixta del Estado con las empresas extranjeras. Pero volvió a su proyecto inicial en 1928, al expresar que “no queda otro camino que el monopolio del Estado pero en forma integral, es decir, en todas las actividades de esta industria: la producción, la elaboración, el transporte y el comercio. [...] Sin monopolio del petróleo es difícil, diré más, es imposible para un organismo del Estado vencer en la lucha comercial las organizaciones del capital privado”.

Mosconi, hombre sencillo con leve tendencia a la obesidad, no necesitaba disfrazar una reconocida inteligencia, nada de bigotes, gran sentido del humor, enjundiosa biblioteca y esa envidiable demanda académica y mundial para sus conferencias. La admiración por este hombre llegó a los más relevantes estamentos internacionales, traducida en invitaciones de universidades, gobiernos, empresas y foros jerarquizados.
Pero entre 1928 y 1929 Mosconi realizó un atrevido y fructífero viaje continental, atacando a las petroleras internacionales e impulsando una política petrolera latinoamericana soberana y coordinada. Así nacieron, a imagen y semejanza de YPF, ANCAP (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland) en Uruguay, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Petrobras de Brasil y Pemex de Méjico. En un famoso discurso en la capital mejicana, todavía vigente, Enrique Mosconi dijo: “Observamos que en torno del petróleo se han entablado las más tenaces luchas económicas y armadas, y presenciamos a diario, como métodos de posesión, de acaparamiento y de dominio, torrentes de oro destinados a obtener la complacencia, la infidelidad, el soborno y la alta traición de los encargados de custodiarlo. [...] El petróleo tiene una importancia fundamental e irremplazable, y el crecimiento y progreso de la nación será tanto más grande cuanto más firme mantenga ésta en sus manos el control de sus yacimientos petrolíferos, es decir, cuanto más sometidos a su fiscalización efectiva estén los grandes sindicatos o trusts que explotan en el país el combustible líquido, pues si esa fiscalización fuera difícil o imposible de efectuar, más conveniente sería para la tranquilidad económica y política del país renunciar a la cooperación del capital extranjero”. En 1938, cuando se firman los históricos decretos de nacionalización del presidente Lázaro Cárdenas, se señala que, si bien el nacionalismo petrolero mexicano se asentaba en las profundas raíces del período revolucionario de 1910-17, la idea del monopolio de una empresa estatal le correspondía a Mosconi y seguía el ejemplo argentino.

Como bien señala Federico Bernal, de Reconquista Popular, mientras Mosconi difundía la tesis de la nacionalización y monopolización del petróleo en América latina, primer gran antecedente de integración en esta materia, durante el segundo gobierno de Yrigoyen la explotación exclusiva por el Estado era defendida por los legisladores personalistas (yrigoyenistas), enfrentando la postura antinacional de los antipersonalistas y los conservadores, que planteaban la formación de compañías mixtas de YPF con trusts extranjeros. Triunfó la tesis de Mosconi, con el respaldo de la tendencia nacionalista e industrialista del ejército, capitaneada por el general Alonso Baldrich. En efecto, en la aprobación de la ley de nacionalización del petróleo tuvo gran influencia el memorial que Baldrich dio a publicidad con los siguientes puntos:
- nacionalización de todo el combustible
- monopolio estatal de la explotación
- control estatal de la exploración
- monopolio estatal del transporte del combustible
- autonomía de YPF
- Prohibición de transferir las concesiones

Semejante obra de nacionalismo económico no podía ser aceptada. El contubernio acrecentaba su poder en el parlamento y en el ejército con la ayuda invisible del herido capital extranjero. El viejo caudillo, el primer presidente realmente elegido por mandato popular, concitaba el odio del imperialismo. Había reducido de 132 mil a 35 mil hectáreas las tierras en poder de las empresas petroleras extranjeras, resuelto la explotación estatal en Salta, impedido que las fuentes hidroeléctricas en Córdoba pasaran a un sindicato norteamericano, aprobado por la Cámara de Diputados un proyecto de régimen legal del petróleo (rechazado por el Senado y declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia) y negado a las empresas de tranvías de la Capital Federal y del puerto de Rosario sus pretensiones en materia de tarifas y fletes. Un proyecto de convenio con la Unión Soviética rebasó la medida de la tolerancia de los monopolios anglo-norteamericanos. Por primera vez, la Argentina hacía una negociación de esa índole de Estado a Estado. La empresa soviética Iuyamtorg, instalada en Buenos Aires, se comprometía a entregar 250 mil toneladas de petróleo a cambio de cueros, lana, extracto de quebracho, ovejas y caseína. En cuanto a la nafta, se fijaba su precio a 10 centavos por litro, lo que suponía una rebaja para el mercado interno.

Hacia 1930 la doctrina nacional petrolera quedaba perfectamente estipulada con hechos y palabras. El monopolio estatal en todas las etapas: exploración, extracción, transporte, destilación y comercialización; el rechazo a la empresa mixta y la nacionalización de todas las etapas de la industria petrolera, golpeaban con furor las puertas de la cámara alta. De esta manera, la ley de nacionalización del petróleo -que no pudo ser concretada producto de la oposición en el Senado-, fue quizás la gota que rebalsó el vaso, propiciando, entre otras muchas causas, el golpe militar de septiembre. Pocos años después, el presidente Uriburu, preso de unos estúpidos celos histéricos por Mosconi, lo designó, ya siendo general de división, Director General de Tiro y Gimnasia del Ejército. Después de una larga enfermedad, Mosconi falleció el 4 de junio de 1940.

Claro, no es lo más importante, pero ejemplifica la magnitud de lo que hemos perdido. Desde la privatización de YPF, su archivo, el archivo empresario más importante de Latinoamérica, esa monumental fuente de memoria que contiene la historia de la industria petrolera argentina, permanece vedado al público y a los investigadores. Se encuentra en Comodoro Rivadavia, en un inmenso galpón situado entre el colegio Deán Funes y la administración de Repsol donde funcionara hasta el último día, en condiciones que inquietan. Pertenece al Estado nacional, pero está dentro de un edificio de Repsol. Aseguran que su seguridad y su permanencia depende de una decisión política que no llega. Concluido el proceso privatizador, el archivo de la empresa quedó en poder del Archivo General de la Nación, en Comodoro, pero dentro de instalaciones pertenecientes a Repsol, cerradas al público. Desde entonces nadie puede visitarlo.
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