lunes, 9 de febrero de 2015

ECONOMÍA • Lunes 09 de Febrero de 2015 | 04:31 ◄ Por Genaro Grasso Grecia y Ucrania se asesoran con técnicos del "canje" argentino


Los debates en la Unión Europea sobre la necesidad de reestructuración de deuda griega se aceleraron cuando el partido Syriza tomó las riendas del país heleno. El nuevo primer ministro, Alexis Tsiprasm, y el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, contrataron a la compañía Lazard como asesora en materia de deuda externa, que ya trabajaba codo a codo con las autoridades ucranianas. Dicha compañía, de origen francés  y renombre mundial, está dirigida por Kenneth Jacobs y Mattheu Pigasse y tiene gran experiencia en fusiones y adquisiciones en el sector privados y en las reestructuraciones del sector público. Una de las experiencias más importantes fue la participación como asesor en el canje 2005 de Argentina. 
Según consignó Tiempo Argentino, dado que todavía las negociaciones con la Troika son limitadas, desde Lazard aseguraron que por ahora "la reestructuración griega no ha sido una opción a considerar", a pesar de que la deuda asciende a 315.500 millones de euros.
Un punto relevante es la larga relación de Lazard con Grecia. En 2010, el ministro de finanzas, George Papaconstantinou, contrató a la compañía para la restructuración que tuvo una quita del 75% del valor nominal.
En febrero de 2003, "la República Argentina seleccionó como asesor financiero a Lazard Freres para cumplir las tareas relativas a primera etapa de la reestructuración de la deuda pública nacional, momento a partir del cual se han desarrollado diversas actividades preparatorias para el proceso antes mencionado", declara un decreto del año 2004. La designación estuvo a cargo del entonces secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna. La compañía ganó una licitación, compitiendo con las bancas de inversión Morgan Stanley y UBS Warbrug. Lazard se encargó de entrar en relaciones con los miles de bonistas del mundo que se encontraban esperando para poder cobrar, y con los países miembros del Club de París.
Para 2005, también asesoró a la empresa Telecom Argentina en la reestructuración corporativa más grande de la historia del país, de U$S 3200 millones y en la de Transportadora de Gas del Norte (TGN) en 2006, de U$S 570 millones.  
Pero su historial también está relacionado con otros países latinoamericanos. En 2009, asesoró al gobierno ecuatoriano en la recompra de sus bonos global 2012 y 2013 por un total de U$S 3200 millones, que permitieron al país desendeudarse evitando pagar los intereses. Asimismo, la empresa ayudó a la petrolera estatal venezolana PDVSA en 2008 a emitir los bonos por U$S 1681 millones. Además de Venezuela, Lazard ha asesorado a Ucrania, Etiopía, Costa de Marfil y Egipto.
Un punto relevante es la larga relación de Lazard con Grecia. En 2010, el ministro de finanzas, George Papaconstantinou, contrató a la compañía para la restructuración que tuvo una quita del 75% del valor nominal, una cifra levemente mayor a la que realizó la República Argentina en 2005. Sin embargo, la presión que ejerce la Eurozona sobre los países menos favorecidos, la permanencia en el euro y las políticas de austeridad impuestas por los organismos multilaterales han obligado al país heleno a volver a las negociaciones.
Uno de los posibles motivos de la elección es la relación de la firma con el presidente de Francia, François Hollande. El director general delegado de Lazard en Francia y vicepresidente de la compañía en Europa, Mattheu Pigasse, supo pertenecer al Ministerio de Economía de ese país, y es accionista de Le Monde y del Huffington Post, y propietario y presidente de la revista Los Inrockuptibles. Es probable que la influencia económica, política y mediática de Pigasse sea crucial a la hora de enfrentar a los países más fuertes de la Eurozona, incluyendo a Alemania.
Grecia y Ucrania sufren las agresivas políticas de Europa. Por un lado, los ucranianos son parte de los conflictos geopolíticos de los líderes occidentales contra Rusia, por lo que su economía redujo su PBI un 7,5% en 2014. Por otro lado, las presiones de la Troika a favor de la austeridad llevaron al país heleno al borde del abismo. Tal como dijo el propio Varoufakis en su "propuesta modesta para la solución de la crisis del euro", los problemas deben resolverse en una negociación europea. Y esto implica "atender la crisis bancaria, de deuda, falta de inversión, desempleo y la emergencia política, social y humana".
Detalles del plan ante la ONU
Argentina presentó ante la ONU un proyecto de marco para reestructuración de deuda soberana.Los puntos neurálgicos de la propuesta incluyen la creación de una Comisión de Supervisión compuesta por tres Estados, uno designado por el país deudor y dos por países que aceptan el marco. Estos deberán intentar resolver el litigio entre los acreedores y el deudor. Si el dilema no puede ser resuelto, acudirán a la Corte Internacional de Justicia. Argentina introdujo en la propuesta algunas condiciones que limitan el accionar de los buitres. Por ejemplo, renunciar a la inmunidad soberana en el prospecto de un bono no significará que se puedan tomar acciones contra los tenedores de bonos reestructurados. Además, las minorías deberán aceptar la decisión de una mayoría de los acreedores, por lo que no se podrá bloquear una reestructuración, y el gobierno podrá emitir nuevos títulos en default en mejores condiciones que las de los litigantes.

Desclasifican documentos secretos sobre una sueca desaparecida

La Cancillería argentina decidió publicar documentos secretos relacionados con el secuestro y la desaparición de la ciudadana sueca Dagmar Hagelin, cometidos en 1977, durante la última dictadura cívico-militar. La decisión, formalizada mediante la resolución ministerial N° 746/2014, se enmarca en el Decreto N° 4/2010 de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. 
Los documentos, que fueron publicados en la página web del Ministerio, están agrupados en dos expedientes iniciados en la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, en el año 1978. El primero contiene 114 fojas con 11 documentos secretos y el segundo incluye 30 fojas con 2 documentos secretos. En estos, se detalla un resumen de comunicaciones con las acciones emprendidas por el gobierno del Reino de Suecia y por Ragnar Hagelin, padre de la víctima, para salvar la vida de su hija. Además de los expedientes mencionados, se dan a conocer 19 documentos secretos adicionales referidos al mismo caso.
Los expedientes incluyen informes, notas, cartas, telegramas, resúmenes y reseñas, en las que intervienen los presidentes, los cancilleres, jueces y el propio comandante en Jefe de la Armada en 1983. 
Los documentos desclasificados fueron publicados en la página web de la Cancillería

Al día siguiente del secuestro de su hija, el 28 de enero 1977, Ragnar Hagelin realizó una denuncia por desaparición en la Embajada de Suecia en la Argentina. A partir de entonces, el embajador Thyberg inició una comunicación con el entonces embajador argentino en Estocolmo, Boatti Ossorio, solicitando el trato urgente del caso. El 3 de mayo de 1977, el ex primer ministro sueco, Thorbjëra Fülldin, envió un telegrama a Videla instando a que se mantenga la investigación para hallar a Dagmar Hagelin.
En reiteradas comunicaciones, la Junta Militar alegó desconocimiento del caso y desestimó los testimonios de quienes presenciaron el secuestro. Las autoridades suecas consideraron que esas respuestas eran inaceptables y señalaron la vinculación directa de la Armada argentina, específicamente del ex teniente Alfredo Astiz, en el secuestro y desaparición de Dagmar Hagelin.

Nisman: la cara oculta de los fiscales que convocan a la marcha del #18F




El grupo de fiscales que la semana pasada oficializó la convocatoria a una movilización en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman, el 18 de febrero, a un mes de su muerte, cuenta en su haber con denuncias en su contra por su actuación en el marco de la causa AMIA, además de otras irregularidades.
El anuncio del llamado 18F fue encabezado por Guillermo Marijuan, José María Campagnoli, Ricardo Sáenz, Germán Moldes, Carlos Rívolo, Raúl Pleé y Carlos Stornelli. En los últimos días, se sumaron, con marcado oportunismo electoral, varios opositores políticos, que incluso convocaron a marchar a la población. También sobrevino la adhesión del gremio judicial, que conduce el moyanista Julio Piumato.
Según consignó Tiempo Argentino, la nómina de fiscales que encabezó el anuncio también coincide con quienes desde Comodoro Py se opusieron de modo tenaz tanto a las iniciativas del gobierno nacional de democratización del Poder Judicial, como a la gestión que lidera la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
Todos tienen un denominador común: se opusieron a cualquier intento de reforma del Ministerio Público, embistieron contra la jefa de los fiscales y buscaron imputar a funcionarios del gobierno en causas resonantes.

UN LARGO HISTORIAL. Los datos llamativos surgen del propio accionar de los fiscales en distintas causas: Stornelli, a cargo del expediente Hotesur, también fue investigado por sus vínculos con la barra brava de Boca Juniors, club del que era jefe de seguridad. Y por no investigar a la diputada opositora Elisa Carrió por presunto enriquecimiento ilícito. 
Sáenz es apuntado por haber dictaminado a favor de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, además de por una escandalosa liberación de un acusado por narcotráfico. Está involucrado judicialmente en escuchas por tráfico de influencias con la Policía Bonaerense. Tuvo un rol central en una organización de lobbystas en el Poder Judicial relacionada con el Grupo Clarín, que pagó viajes a Miami para jueces que debían fallar sobre la constitucionalidad de la -finalmente constitucional- Ley de Medios.
Marijuan dejó en el letargo una de las causas más importantes por presunto lavado de dinero centrado en el testimonio del ex vicepresidente de JP Morgan, Hernán Arbizu y apuntó contra Gils Carbó hasta pedir su indagatoria.
Campagnoli fue a juicio político por irregularidades en el marco de la causa por lavado de dinero contra el empresario Lázaro Báez. Todos tienen un denominador común: se opusieron a cualquier intento de reforma del Ministerio Público, embistieron contra la jefa de los fiscales y buscaron imputar a funcionarios del gobierno en causas resonantes.
Pleé fue denunciado en 2013 por el CELS y Memoria Activa por haber demorado la acusación contra los acusados de encubrimiento de la voladura de la AMIA, que deberían ir a juicio oral y público este año. Esta organización señaló no solo a Pleé, sino al fiscal de Cámara y otro impulsor del 18F, Germán Moldes.
El CELS consignó que "sin explicación, (...) Pleé dejó de impulsar la causa y la Cámara se resistió a fijar audiencia hasta que quedó en evidencia". Memoria Activa había señalado que la "ausencia" de los fiscales parecía "intencional" en el devenir de la causa.
El punto central del señalamiento contra los fiscales estaba relacionado a su conocimiento con el ex juez federal Juan José Galeano, primer instructor de la causa AMIA y quien fuera responsable del pago de los US$ 400.000 a Carlos Telleldín para inculpar en la pista a un grupo de policías bonaerenses como nexo local de la voladura.
NO ACUSA. Pleé volvió a estar ausente en ocasión de realizarse la audiencia que convocó la Sala II de la Cámara de Casación para analizar la responsabilidad penal del Galeano, llevada a cabo el 18 de junio de 2013, con más de seis años de demora, y por orden de la Corte Suprema. "Nisman sostuvo que el fiscal (...) Moldes dio la orden de no apelar porque compartía los fundamentos del juez y carecía de autorización para hacerlo por su cuenta", sostuvieron desde el CELS en referencia a los sobreseimientos dictados por el juez Ariel Lijo que favorecieron al ex ministro del interior Carlos Corach y a un grupo de secretarios del ex juez Galeano.
Ningún representante de la fiscalía apeló por el ex ministro. En soledad, lo hizo la querella, que el 15 de diciembre de 2014 logró que la Cámara Federal ad hoc para el caso AMIA revocara el sobreseimiento de Corach y le impusiera a la Fiscalía de Nisman condiciones estrictas para el avance de la causa.
El CELS recordó que, "en 1997, Moldes había propuesto a la sobrina de (N.de R.: el ex jefe de la SIDE menemista y señalado como pieza clave del encubrimiento, Hugo) Anzorreguy como fiscal adjunta de la Cámara Federal, quien fue finalmente nombrada".
REBELION. Moldes también fue señalado como uno de los artífices de la rebelión de Comodoro Py contra la designación de los fiscales subrogantes de Gils Carbó, finalmente detenida a través de una medida cautelar orquestada a través de la Asociación de Magistrados. La resolución de la jefa de los fiscales establecía que el nuevo Código Procesal Penal fijaba la creación de dos Fiscalías de Cámara adicionales. Moldes hizo sentir su protesta ante lo que fue leído como un intento de licuar su poder. Hoy es el único representante del Ministerio Público que puede o no sostener un recurso de apelación.
En tanto, Pleé había sido desplazado a comienzos de la gestión de Gils Carbó al frente de la Unidad Fiscal antilavado, por tener magros resultados. En su lugar creó la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo de Carlos Gonella. Este fiscal se convirtió así en la presa preferida de Comodoro Py, donde fue acusado en múltiples oportunidades, imputado, y hasta procesado en el marco de las causas con resonancia política. Marijuan y Stornelli fueron sus verdugos. 
A Pleé se le achacaron vínculos con Juan Félix Marteau, ex representante de la Argentina ante el GAFI, y hoy asesor de empresas con problemas por lavado, entre las que está Grupo Clarín. La hija de Pleé, María Celeste, trabaja en el estudio de Marteau, pero además, el fiscal y el abogado comparten un curso de posgrado en la UBA que dirige Marteau, participan en la Fundación de Investigaciones de Inteligencia Financiera, donde Marteau es el presidente y Pleé forma parte del Consejo Consultivo.
Los antecedentes de Pleé se remontan a haber sido relator de la Cámara del Crimen de la Capital Federal, durante la dictadura. Ya desde 1988, como fiscal ante la Cámara Nacional de Apelaciones de San Martín, llevó adelante la causa por el intento de copamiento del cuartel de La Tablada. Organismos de Derechos Humanos habían acusado a Pleé de reunir evidencias y aceptar testimonios obtenidos a través de torturas a los militantes detenidos. 
Además, lo acusaron de pasar por alto denuncias sobre torturas y ejecuciones sumarias concretadas por militares cuando el intento de copamiento ya había sido rechazado. En 2007, luego de que se declararon inconstitucionales la Obediencia Debida y el Punto Final, Pleé fue, junto con el ex fiscal Juan Martín Romero Victorica y el ex juez Alfredo Bisordi, uno de los acusados de obstaculizar, en Casación, el avance de las causas por lesa humanidad.
Una oposición tenaz a las reformas
En los últimos tiempos, la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal (AFFUN) se plantó como una agrupación opositora a la Rosada y a decisiones de la procuradora general Alejandra Gils Carbó. Las primeras críticas se conocieron con el juicio político al fiscal José María Campagnoli. A fines de 2013, la agrupación encabezada por Carlos Donoso Castex declaró su "consternación" cuando el cuestionado funcionario fue suspendido y llevado jury. "Resulta inaceptable y preocupante", sostuvo su Asociación.
La AFFUN ya había mostrado distancia con Gils Carbó al rechazar la propuesta de Justicia Legítima para que los fiscales comenzaran a pagar el Impuesto a las Ganancias.
La reforma judicial impulsada por el gobierno generó un nuevo quiebre. Si bien hubo críticas internas a la modificación del Código Procesal Penal, la Asociación decidió en una votación no manifestarlo públicamente.
A comienzos de este año, la disputa se produjo por los nombramientos de fiscales por parte de la procuradora. "Hubo una ola de designaciones y concursos que avanzaron y se designó a mucha gente muy novel y sin experiencia", declaró Castex al criticar la "politización" en esos nombramientos.
Versus Gils Carbó
Guillermo Marijuan es uno de los principales opositores a la gestión de Alejandra Gils Carbó: imputó a la procuradora y hasta pidió su indagatoria por las designaciones que hizo para cubrir puestos clave en el Ministerio Público. Cercano a Sergio Massa, fue uno de los firmantes de la denuncia en conjunto de los fiscales federales contra el supuesto espía Héctor Bogado, que figuraba en la denuncia de Alberto Nisman sobre un plan criminal para desvincular a los iraníes del atentado a la AMIA. Recayó en el juzgado de Norberto Oyarbide y Marijuan, en lugar de excusarse, decidió impulsar la acción e imputar a Bogado para avanzar en la causa. Pero el fiscal cuenta en su haber con un dato llamativo: mientras que impulsó la investigación por presunto lavado contra Lázaro Báez y cuestionó el accionar de su par antilavado, Carlos Gonella –al punto de denunciarlo–, "planchó" la causa, que desde 2008 intenta dilucidar si se perpetró una de las mayores denuncias por lavado que protagonizó el JP Morgan. En ese expediente –donde apenas realizó algunas medidas de rigor– aparecen centenares de empresas de primera línea –entre las que figuran accionistas de Clarín– y no pidió imputación alguna a partir del testimonio, en sede judicial, del arrepentido Hernán Arbizu.
Entre sus antecedentes, figura que, en 2013, seis organismos de Derechos Humanos, entre ellos las Abuelas de Plaza de Mayo, lo denunciaron por "mal desempeño" y lo acusaron de poner en riesgo los juicios por crímenes de lesa humanidad. Fue cuando Marijuan embistió contra los nombramientos para cubrir fiscalías que deberían abocarse al juzgamiento de represores.
La paradoja de Campagnoli
José María Campagnoli es, paradójicamente, otro de los impulsores al 18F, pese a que precisamente fue uno de los que se enfrentó a miembros de la Secretaría de Inteligencia desde que participó de la gestión de Gustavo Béliz. El fiscal de Saavedra fue suspendido y enviado a juicio por haber duplicado una investigación contra Lázaro Báez que llevaba la justicia federal. En medio de presiones y amenazas, el juicio contra Campagnoli debió ser suspendido antes del veredicto y nunca se clarificó si uno de sus dictámenes había sido manipulado por el estudio de abogados que representa al Grupo Clarín, principal difusor de la denuncia contra Báez.

Lunes 09 de Febrero de 2015 OPINIÓN Por Alejandro Horowicz Anatomía de la crisis de inteligencia

Las redes sociales permiten una observación directa: saber qué piensan los que intervienen, ya que lo dicen con cierta banal brutalidad, al tiempo que resulta más difícil evaluar su representatividad. Las encuestas facilitan esta medición al precio de simplificar matices cloacales. El lenguaje suele estar mas próximo al que se utiliza para mensajes en las paredes de los baños públicos, que al de las cartas de los lectores. Ahora bien, la realidad es otro problema.
Una cosa es saber qué piensa la sociedad sobre lo que sucede, y otra muy distinta es qué sucede realmente. Este es el punto. Para la política tal como hoy se practica, qué sucede es menos importante que la verdad discursiva. Dicho de un saque: si Alberto Nisman se suicidó, peor para la fiscal a cargo de la investigación. Nisman alcanza el máximo de potencia mediática como victima de un asesinato político. Así sostiene el interés internacional de la prensa, reforzando el impacto interno de la oposición contra el oficialismo. Ya que un asesinato político, se sabe, termina recayendo sobre las espaldas del gobierno que no fue capaz de impedirlo, y ni qué hablar si se sospecha que lo propició. ¿Pero entonces es posible sostener cualquier cosa? ¿Las investigaciones imparciales ya no interesan? ¿La verdad a secas no juega ningún papel en la lucha política?
Cuando el gobierno mexicano no sólo no puede explicar cómo fueron asesinados miles de sus ciudadanos, considerar que ejerce la soberanía se parece más a una convención jurídica que a otra cosa.

HISTORIA DE LA IMPUNIDAD MENEMISTA. Una sociedad educada en la lógica de la impunidad termina creyendo en la… "impunidad", no en la justicia. La muerte del fiscal remite, esto ya ha sido dicho hasta el cansancio pero no se puede obviar, a la voladura de la AMIA (foto). Nisman estaba a cargo de un equipo de investigadores dedicados exclusivamente a determinar los responsables de tan cruel atentado sucedido el 18 de julio de 1994; atentado que junto con la voladura de la fábrica de armas localizada en Río Tercero, 3 de noviembre de 1995, y la de la embajada de Israel, 17 de marzo de 1992, conforma una seguidilla con decenas de muertos, cuyas causas siguen sin esclarecer. 
De modo que en los 42 meses que median entre marzo de '92 y noviembre de '95 tuvieron lugar los tres atentados más importantes de la historia política contemporánea, sin que sus responsables hayan sido detectados en el transcurso de dos largas décadas y cinco presidentes. Si a esto se suma que el gobierno de Carlos Saúl Menem, en cuyo primer mandato se produjeron los tres episodios, indultó a los nueve integrantes de las tres juntas militares juzgadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, responsables de crímenes imprescriptibles según las normas del Derecho Internacional vigente, la política de impunidad sistemática de los años '90 cobra toda su dimensión real. 
Nadie con poder suficiente era acusado de nada mientras no entrara en conflicto con los poderosos del mundo. Los muertos sólo interesaban a sus familiares directos, y a un puñadito de "fastidiosos" incapaces de entender el "roban pero hacen". De modo que Videla, Massera y Agosti no sólo paseaban tranquilos por las callecitas de Buenos Aires, iban a misa y recibían la hostia sin mayores inconvenientes, mientras los ladrones de pasacasetes –¿quién se acuerda de este antiguo adminículo?– eran repelidos a tiros por algún propietario furioso, ante el aplauso extasiado de Bernardo Neustadt. Y cuando Neustadt, por algún inconveniente de salud, no podía aparecer en TV, Menem lo remplazaba como conductor, dando a entender que se trataba de roles perfectamente intercambiables. El mismo Carlos Saúl que, elegido senador por su terruño natal, no vacila en acompañar al oficialismo dado que privatizar YPF era una tarea patriótica de los '90, y volver a estatizarla la labor que se impone en los días que corren.
TAREAS PENDIENTES DE LA DEMOCRACIA ARGENTINA. Es cierto que con la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, por parte de la Corte Suprema de Justicia, se puso en marcha una posibilidad genuinamente democrática. Al restablecer la relación entre las palabras y las cosas, entre el delito y la punición, entre la política y la sociedad, la Corte posterior a 2001, impulsada por el Parlamento, nos hacía saber que otra sociedad era posible. Que la verdad importaba.
Los responsables de crímenes atroces tuvieron que volver a la cárcel, y esta vez ya no se trataba de un coqueto country sino de celdas comunes; y la verdad sobre la política represiva practicada entre 1975 y 1983 dejó de ser un relato de los organismos de Derechos Humanos para transformarse en piso de la verdad colectiva, porque Jorge Rafael Videla, rompiendo su cínica cadena de negación, terminaba aceptando lo que nadie ignoraba; entonces, la posibilidad de una sociedad menos capturada por su horrible pasado ganó espacio. 
Claro que la investigación de los tres atentados formaba, forma, parte del mismo problema. Avanzar sobre los delitos de lesa humanidad suponía, supone, avanzar sobre atentados donde la intervención del Estado –por acción u omisión– resulta obvia. Y Nisman (que integró la troupe de fiscales que en lugar de investigar el atentado contra la mutual judía se contentaron con "plantar una versión" aceptable para el poder político de turno), determinó una incontrovertible verdad: la pista iraní, los diplomáticos  responsables del atentado. 
De modo que la investigación mejor financiada y con mayor apoyo internacional no debía averiguar absolutamente nada. Antes de comenzar ya tenía la respuesta. Tan es así, que un ex embajador israelí en Buenos Aires declaró que los responsables ya estaban muertos, dado que Tel Aviv había hecho justicia por mano propia. Itzhak Avirán sostuvo este curioso punto de vista en el momento en que el gobierno argentino suscribía el memorando de entendimiento con el gobierno iraní. El motivo era obvio, dejar en claro su absoluta inanidad. Y otra vez el mismo argumento: no hay nada que averiguar, salvo dos o tres nombres propios. Y Nisman no los aportó jamás porque sus informantes nunca se los proporcionaron, y cuando lo hicieron, como en el caso del ex embajador iraní en Buenos Aires, fue un bochorno: cuando la justicia británica interrogó a Hadi Soleimanpour quedó en claro que "plantar una pista" y construir una acusación jurídicamente sustentable –y estoy siendo particularmente considerado– no son intercambiables. El diplomático iraní no sólo fue liberado sino que se lo indemnizó por tan arbitraria detención. 
De modo que el fiscal que Néstor Kirchner eligiera para no averiguar nada, resguardado en el parapeto de su condición judía, por los avatares de la política de aliado del gobierno, terminó siendo su enemigo. Bastó que la crisis militar se visibilizara también como crisis de su aparato de inteligencia, que el gobierno recordara que hacía 40 años que la vieja SIDE seguía en las misma manos y que intentara hacer algo al respecto, para que otra explosión tuviera lugar: en la tapa de los diarios, el ex jefe de operaciones desplazado mostraba que estaba en condiciones de pasar facturas al cobro. Y una cuestión de Estado –la seguridad nacional– nos permite entrever el estado de la cuestión.
La idea de que la crisis militar se resuelve con un oficial adicto al "proyecto" mas allá de su pasado, de que las sucesivas y permanentes crisis policiales se ponen en caja con comisarios "amigos", y que un nuevo organismo de inteligencia se construye aprovechando la "experiencia" de los profesionales que lo integraron, oscila entre la ingenuidad y la abismada incomprensión. O la sociedad argentina se pone los pantalones largos, y admite que debe conformar una política de Estado, cosa que no sucede entre gallos y medianoche, que es un debate pendiente y que como todo debate de envergadura debe librarse pública y sostenidamente, hasta construir una nueva hegemonía, o la muerte de Nisman en tanto luz roja en el tablero, será desatendida. 
No nos volvamos a equivocar, los estados nacionales que no enfrentaron con seriedad problemas de este rango sólo son estados en la ficción diplomática internacional. Cuando el gobierno mexicano no sólo no puede explicar cómo fueron asesinados miles de sus ciudadanos, considerar que ejerce la soberanía se parece más a una convención jurídica que a otra cosa

Lunes 09 de Febrero de 2015 OPINIÓN Por Hernan Dearriba La excusa perfecta

La figura del fiscal Alberto Nisman es por estas horas fruto de un tironeo político que no hace más que poner de relieve la incapacidad de construcción del espacio opositor.
En nombre del fiscal fallecido se convocan marchas, se agita políticamente y se hacen denuncias públicas que se parecen más a amenazas a la institucionalidad que a querellas con capacidad de progresar en los tribunales.
El último y más claro episodio de esa larga lista es la convocatoria de un grupo minoritario de fiscales de pasado sinuoso, incluso en relación con la investigación del atentado a la sede de la AMIA que debía realizar el propio Nisman.
"Como en los momentos más álgidos del conflicto con el campo, la pantalla televisiva sólo reproduce acusaciones contra la presidenta a la que se responsabiliza por la muerte de Nisman".

La convocatoria, política como cualquier otra, se hace reclamando que no intervengan los partidos políticos. Dejemos de lado la incongruencia de que algunos integrantes del cuerpo del Estado sobre el que recae la investigación sobre la muerte de Nisman pida que se investigue el episodio. También podríamos obviar que con su reclamo no hacen más que presionar a la ya de por sí atribulada fiscal Mónica Fein.
Lo que subyace en el fondo de la propuesta movilizadora "apolítica" es el cuestionamiento al gobierno nacional y por ende a la figura de la presidenta Cristina Fernández a la que, con un discurso enrevesado y temerario, acusan –veladamente en algunos casos y más directamente en otros– de ser la responsable del asesinato del fiscal, cuando todavía la investigación judicial no se anima a afirmar siquiera si Nisman se mató o lo mataron.
Se sabe, no es novedad, que casualmente el grupo de convocantes está liderado por los integrantes del Ministerio Público Fiscal más refractarios a la política del kirchnerismo y que, en algunos casos, no ocultan sus vínculos con el PRO o el Frente Renovador. 
Las otras dos patas las aportan los medios de comunicación dominantes, sin olvidar el aceitado mecanismo de convocatoria cacerolera de las redes sociales, y los partidos políticos de la oposición que, a falta de capacidades para representar genuinamente una movilización masiva, se montan en el reclamo.
No debe haber argentino que no esté interesado en develar qué sucedió tres semanas atrás en ese fatídico domingo en el edificio de las Torres Le Parc. Desde esa perspectiva es genuina incluso la movilización popular. 
El problema radica en que se intenta "despolitizar" una movida que es eminentemente política en un año electoral.
Salvando las distancias, que son muchas, hay en la construcción del asunto varios puntos de contacto con el conflicto por las retenciones con el sector agropecuario.
El desarrollo de una épica que intenta interpelar a la ciudadanía, la utilización de un aceitado mecanismo de comunicación-propaganda y las carencias de las fuerzas políticas de la oposición que, a falta de propuestas atractivas para la sociedad, se montan sobre la agitación.
Veamos algunos ejemplos. En nombre de la muerte del fiscal Nisman, y la gravedad institucional que conlleva, Elisa Carrió olvidó todos los cuestionamientos de presuntos vínculos mafiosos, negociados y corrupción que otrora le adjudicara a Mauricio Macri y decidió sumarse como sparring del alcalde porteño en las PASO.
La movida provocó un cimbronazo en el resto de las fuerzas de la oposición, que tratan de reacomodarse frente al nuevo escenario.
No son pocos los que encuentran en el luctuoso episodio de la muerte del fiscal los argumentos necesarios para esquivar lo que se anticipa como un estridente fracaso electoral, sumándose así a la construcción de un frente opositor amplio que cobije a todas las fuerzas del antikirchnerismo.
El caso del presidente de la UCR, Ernesto Sanz, es emblemático. El senador sabe de antemano que su protagonismo mediático no se traducirá en las urnas. Las encuestas lo dan perdiendo incluso la interna de su partido ante Julio Cobos. Por eso es el principal impulsor de una alianza amplia con el PRO, de la que podría además verse beneficiado con la posibilidad de integrar una fórmula común con Macri. Todo sacrificio es válido por la República amenazada.
Las voces que plantean la necesidad de conformar un polo opositor único se han multiplicado en las últimas horas. Es que con la muerte de Nisman, la oposición habría encontrado algo en lo que venía fracasando sistemáticamente: una argumentación que le permita soslayar las falencias estructurales a la hora de construir una propuesta atractiva en las urnas.
El argumento de la crisis económica terminal había perdido terreno en medio de un verano récord, la inflación no aparecía desbocada en ninguno de los pronósticos más serios –más allá de algún recalentamiento por las Fiestas de fin de año y las vacaciones– y el fantasma de los fondos buitre se diluía por el propio peso de la realidad. La inseguridad se había transformado en uno de los ejes centrales de la gestión, particularmente en la provincia de Buenos Aires.
Como en los momentos más álgidos del conflicto con el campo, la pantalla televisiva sólo reproduce acusaciones contra la presidenta a la que se responsabiliza por la muerte de Nisman, todo salpicado por el barro de los servicios de inteligencia, mientras se soslaya el resultado de una visita de Estado a la primera economía del mundo.
El oficialismo, con errores propios, hizo su aporte al malhumor, y la oposición encontró la excusa perfecta, ese aglutinador que le faltaba, casi una plataforma política de la que hasta ahora carecía y la garantía de un ilimitado caudal de horas de televisión, apoyados ahora en el partido judicial, como antes lo hicieron en el partido del campo. Esa será, parece, la tónica del año electoral.

Lunes 09 de Febrero de 2015 OPINIÓN Por Felipe Yapur La oposición, con cambio de nombre pero no de mañas

Una de las respuestas políticas que implementó el gobierno nacional ante la muerte del fiscal Alberto Nisman, donde el mundo de los espías vernáculos y extranjeros parecen confluir, fue la presentación de un proyecto de reforma integral de la "inteligencia" local, que incluye, entre otras, la creación de una Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y, sobre todo, la subordinación del espionaje para la defensa, el que hacen los militares, bajo esta nueva organización. 
Una de las respuestas de la oposición política ante la muerte del fiscal Alberto Nisman fue responsabilizar al gobierno de tamaña tragedia y, bailando al compás de los verdaderos poderes, participar sin pudor del más potente intento desestabilizador de los últimos ocho años.
El Frente para la Victoria (FPV), como en otras oportunidades, propone una respuesta institucional contradiciendo, como siempre, a lo que suelen afirmar los partidos con representación parlamentaria. La propuesta es un cambio en la organización de los organismos de inteligencia. La actual Secretaría se diluye y se construye otra nueva, la AFI, con la que se busca poner un límite al actual esquema pero sobre todo un control más estricto a todo ese mundo donde desaparece la investigación de campo y promueve la "producción de inteligencia" a través de "obtención, reunión y análisis de la información referida a los hechos, riesgos y conflictos que afecten la defensa nacional y la seguridad interior". 
A pesar de contar ya con el dictamen que habilita al proyecto a llegar al recinto, los senadores del FPV advirtieron que todavía hay posibilidades de mejorar incluso más la iniciativa.

El texto que hoy tiene dictamen no es exactamente igual al que llegó a los senadores. Contradiciendo una vez más a la oposición, el FPV aceptó modificar el texto fruto de las críticas y propuestas que realizaran en la última audiencia pública el diputado provincial kirchnerista Marcelo Saín, y los representantes del CELS. 
A pesar de contar ya con el dictamen que habilita al proyecto a llegar al recinto, los senadores del FPV advirtieron que todavía hay posibilidades de mejorar incluso más la iniciativa.
Es probable que ello ocurra. Sin embargo, la oposición abandonó esa posibilidad por decisión propia y ni siquiera asistirá, salvo el interbloque del peronismo federal que conduce Adolfo Rodríguez Saá, a la sesión convocada para el mediodía del próximo jueves.
Radicales, el único massista del Senado, macristas y los jirones del FAU aseguran que se trata de una distracción pergeñada por el oficialismo. La respuesta entonces es resucitar al Grupo A aunque, poniéndose a tono con esto de los espías, lo bautizaron con un diferente "nom de guerre" al denominarlo Consenso Parlamentario.
Esa nueva entelequia servirá, dicen, para "investigar" la causa de la muerte de Nisman. El cómo es a través de una audiencia ciudadana que se realizará a la misma hora de la sesión pero unos metros más allá del recinto, en el salón Azul. Lo que de allí saldrá nada servirá para el objetivo declamado o, en todo, aporta al show mediático con el que responden a la propuesta institucional del oficialismo. Nada nuevo.
Incluso podría pensarse que esos opositores no se pueden ocupar de la nueva ley de Inteligencia mientras acompañan la investigación judicial porque, como los burócratas, sólo pueden resolver un tema o un expediente a la vez.
Ojalá fuera así pero no lo es. Las declaraciones de los dirigentes de la oposición se producen a mayor velocidad de lo que avanza el expediente judicial y enrarecen el clima reforzando la idea de la intentona destituyente. Y es que de la manera en que se mueven da cuenta de lo poco que parece importarles de verdad el esclarecimiento de la muerte de un fiscal que, en vida, no se caracterizó por su eficiencia y sí por su dependencia ante los factores de poder real. Lo dicen los propios familiares de las víctimas de la AMIA, convenientemente olvidadas, y las pruebas que surgieron de los cables diplomáticos que filtrara Wikileaks. 
A pesar de sus reiteradas muletillas, poco y nada parecen importarle a la oposición las instituciones y la República. Desesperados por ver hocicar al gobierno nacional en sus posibilidades electorales, se suman ahora a la marcha que convocaron los fiscales José María Campagnoli, Ricardo Sáenz, Carlos Rívolo, Raúl Pleé, y Carlos Stornelli. No importa que entre ellos haya algunos, como Pleé, que fueron denunciados por CELS y por los familiares de Memoria Activa por haber demorado la acusación contra los acusados por encubrimiento del atentado. 
Tampoco les importa estar junto a Campagnoli, el fiscal denunciado, como cita el sitio web Infojus,“de haber recibido un dictamen elaborado por abogados del Grupo Clarín, a través del estudio de abogados Saenz Valiente & Asociados”. Mucho menos les preocupa que Stornelli diga que la muerte de Nisman podría “no ser la última”, una afirmación temeraria, profundamente irresponsable y aviesa.
Es tanto el esfuerzo que hacen algunos de los dirigentes de la oposición por mostrarse indignados y preocupados que no vacilan en realizar propuestas descabelladas y a todas luces inútiles. Por caso, la todavía diputada del PRO, Patricia Bullrich propuso que el ex espía Jaime Stiuso (o como se llame) se presente ante la Cámara Baja para que informe sobre el caso Nisman. El detalle, tal vez no previsto ante la necesidad, es que el susodicho fue liberado del secreto solo para prestar declaración ante la justicia.

Cristina le pidió a la fiscal Fein que disponga custodia para Stiuso

La presidenta Cristina Fernández de Kirchnersolicitó hoy custodia para el ex agente de inteligenciaAntonio 'Jaime' Stiuso, quien será llamado a declarar por la muerte del fiscal especial Alberto Nisman.
Por orden de la jefa de Estado, la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez, envió una nota a la fiscal que investiga la muerte de NIsman, Viviana Fein, especificando que se considera "necesario" que se disponga custodia al ex agente Stiuso y que las fuerzas de seguridad federales están "disponibles para ello".
En la carta, la funcionaria nacional expresa que estima prudente brindar custodia a Stiuso “en virtud de la trascendencia pública que ha tomado su persona, la divulgación de su imagen y la información publicada sobre amenazas recibidas en distintos medios de comunicación de fecha reciente”

La ministra Rodríguez informa además a la fiscal que está a su disposición “el personal de las fuerzas policiales y de seguridad del ministerio”, en caso que decida solicitar la custodia.
Se considera "necesario" que se disponga custodia al ex agente Stiuso
La declaración testimonial de Stiuso se considera clave para el avance de la investigaciónpor la muerte del fiscal especial.
Al respecto, en un comunicado de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°45 se indicó que la fiscal Fein informó que "se están evaluando las condiciones con las que llevará a cabo la declaración del ingeniero Stiuso, para resguardar la integridad personal del testigo".
Más temprano, Fein confirmó que “esta semana se va a materializar” la declaración testimonial del ex director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia y consignó que se reunió con la jueza a cargo de la causa, Fabiana Palmaghini, dado que “hay que organizar con toda prolijidad” su declaración.
No se lo puede citar a mi Fiscalía en cualquier horario por una cuestión de prudencia
No se lo puede citar a mi Fiscalía en cualquier horario por una cuestión de prudencia. La preservación tiene que ser consensuada con la señora jueza, nos hemos reunido por ese tema. Se va a materializar en esta semana y dependo de la confirmación del juzgado”, detalló Fein en declaraciones radiales.