martes, 3 de febrero de 2015

Inicio>Reportajes Se presenta denuncia contra el fiscal a cargo del caso de AMIA -

A poco más de seis meses, de que se cumplan 20 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) se presentó ante la Procuradora General de la Nación, una denuncia de 40 páginas contra el fiscal a cargo. 

El Dr. Juan Gabriel Labaké, autor del Libro AMIA, verdad o Fraude, presentó una denuncia contra el fiscal de la causa, Dr. Alberto Nisman, ante la procuradora General de la Nación del Ministerio Público Fiscal, Dra. Alejandra Gils Carbó.

Causales de mal desempeño, grave negligencia y comisión de delitos dolosos, según la denuncia presentada por éste abogado de la causa AMIA, quien señala la injerencia de informes de servicios de inteligencia extranjeros.

Una grave denuncia donde además de traición a la patria, se acusa al fiscal de la causa AMIA, de realizar persecución religiosa, a través de sus investigaciones.

Sebastián Salgado, Buenos Aires. 
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lunes, 2 de febrero de 2015

ESTARAN A TIEMPO PARA CAMBIAR?


Stiuso volvió de Uruguay tres días antes de la muerte de Nisman

Stiuso volvió de Uruguay tres días antes de la muerte de Nisman

La muerte del fiscal Nisman
Lo afirma un diario uruguayo. Desde el 26 de diciembre hasta el 15 de enero, hizo varios viajes a Montevideo y Punta del Este. También aseguran que en esta ciudad balnearia los espías argentinos operan como "seguridad VIP".


Tres días antes de que se conociera la muerte del fiscal Alberto Nismanel ex agente de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE) Antonio Stiuso viajó por vía marítima desde Montevideo a Buenos Aires. Este es el último dato conocido sobre los constantes movimientos realizados en el último mes por este espía entre Argentina y Uruguay.
La información de que el jueves 15 de enero Stiuso abordó en el puerto de la capital uruguaya el barco Francisco Papa, con destino a la terminal porteña de la empresa Buquebus, fue difundida hoy por el diario El Observador que, en la nota que ocupa el principal título de su portada, asegura que los datos de viajes anteriores a los que accedió el matutino en Montevideo coinciden con los que había obtenido antes la revista argentina Noticias.

El 26 de diciembre, diez días después de haber sido removido de la SI, “Jaime” Stiuso ingresó al puerto de Montevideo por vía marítima y retornó a Buenos Aires el 30, en avión desde Punta del Este. Al día siguiente, volvió a entrar por el aeropuerto de Carrasco a Uruguay, donde pasó fin de año. El jueves 8 de enero retornó, otra vez por vuelo directo desde Punta del Este, y a las pocas horas voló nuevamente a Uruguay, a través del puente aéreo Buenos Aires-Montevideo. De allí, el siguiente viaje registrado, de regreso a la Argentina, es el del 15 por ferry.
A raíz de estos continuos viajes, medios de prensa había especulado que se debían a un presunto pedido de asilo en Uruguay por parte del ex agente de la SI. Sin embargo, una alta fuente de la Comisión de Refugiados (CORE, que funciona en el ámbito de la cancillería y está compuesto por representantes del gobierno y otras organizaciones no gubernamentales) confirmó extraoficialmente a Clarín que hasta el momento no habían recibido ningún pedido de protección de parte de Stiuso. “Es más, en las próximas horas tenemos reunión de la CORE y ese tema no figura para nada en la agenda”, dijo ayer. 
Otra revelación importante que, a través de fuentes oficiales, hizo hoy El Observador es la que confirma que las frecuentes visitas que desde hace más tiempo aún hacía Stiuso a Uruguay, está relacionada con un centro de reunión de agentes de la Secretaría de Inteligencia, que operaba en Punta del Este, ubicado más precisamente en una casa del balneario que, se presume, estaba desde hace años alquilada con fondos diplomáticos argentinos.
La afluencia de personal de la SI aumenta considerablemente en verano, según el matutino montevideano, que también asegura que, mientras utilizan sus viajes a Punta del Este como parte de sus vacaciones, los espías argentinos ofrecen una especie de “seguridad VIP” para gobernantes de la vecina orilla, o reciben allí a algún extranjero que por alguna razón no puede ingresar a Argentina o que consideran que no es conveniente que lo haga.

Denuncian por enriquecimiento ilícito a Stiuso, el ex jefe de Contrainteligencia de la SIDE


25 de julio de 2004. El ex ministro Gustavo Beliz mostró la cara de Jaime Stiuso y lo denunció por TV.


El diputado porteño Gustavo Vera, amigo del Papa Francisco y duro crítico del kirchnerismo, denunciará mañana al ex jefe de Contrainteligencia de la SIDE Antonio Stiuso y varios de sus lugartenientes por supuesto enriquecimiento ilícito, entre otros delitos.
En una denuncia de más de 30 páginas a la que tuvo acceso Clarín, Vera pedirá a la justicia federal que investigue el incremento patrimonial del ex espía y su entorno. El candidato a jefe de gobierno porteño por el frente electoral Bien Común pedirá que se investigue las actividades económicas de la empresa American Tape, que integró Stiuso, y otra decena de compañías que giran alrededor de ella.
Vera dijo a este diario que quiere confirmar si es cierto que Stiuso tenía “privilegios” en el aeropuerto de Ezeiza y en el puerto de Buenos Aires gracias a sus contactos e influencia para ingresar desde cualquier tipo de electrónicos de última generación hasta remedios.
En la denuncia, pide que también se investigue las actividades de las empresas American Vial, Construcciones y Tecnología, Avícola De la Cruz S.A. y Cañaba Don Enrico que tendrían vínculos con Stiuso o su equipo. Clarín tiene la denuncia con los nombres de los otros denunciados pero por cuestiones legales que podrían tocar secretos de Estado no los publica.
Sin embargo, Vera solicitará a la justicia federal y a la Oficina Anticorrupción las declaraciones juradas de bienes de todos los denunciados que pasaron por las filas de la SIDE.
“Es necesario que los nombrados justifiquen la composición de su patrimonio en forma legítima y a través de actividad legítima”, dice la denuncia. Seguidamente, afirma que Stiuso y otros de los denunciados durante los últimos años exhibirían “un marcado enriquecimiento patrimonial temporalmente paralelo a la toma del puesto oficial”.Puntualiza que de la lectura de los movimientos de estas empresas -las declaraciones juradas de Stiuso no están publicadas en el sitio oficial que creó la reciente modificación de la ley de Etica Pública- se observa “un eventual crecimiento desmedido del patrimonio” de los denunciados durante el ejercicio de sus cargos.
El legislador también reclama que se libre oficio al registro de la propiedad inmueble para conocer los inmuebles que estén a nombre de Stiuso, entre otras medidas de prueba.
Stiuso, acusado por Cristina como supuesto instigador de la muerte del fiscal Alberto Nisman sin pruebas, ingresó a la SIDE durante la dictadura y fue despedido en diciembre pasado durante el descabezamiento del organismo que practicó Cristina. (Ver en la página 11 el análisis de Julio Blanck).
Vera dijo que empezó esta investigación como una ramificación de la denuncia por supuesto proxenetismo contra el ex agente de la SIDE Raúl Martins. En esta denuncia, Vera mostró videos de prostíbulos VIP en que se veía a un ex agente de Stiuso, el “Lauchón” Viale, quien fue muerto en confusas circunstancias en el 2013 por policías bonaerenses del grupo Halcón enviados a su casa por una causa de narcotráfico. También, Vera apoyó la denuncia por supuestas amenazas de Stiuso contra el ex diputado y periodista Miguel Bonasso. Para este denuncia por enriquecimiento ilícito Vera, hasta ahora, no encontró ningún abogado que quiere representarlo por temor al denunciado.
En su despacho de la legislatura se le preguntó a Vera si tenía miedo. Contestó mostrando una carta que él le mandó al Papa en la que le dijo que “seguiremos denunciando mafiosos y corruptos y dejamos constancia ninguno de la Alameda tiene pensado suicidarse” En una misiva firmada el 20 de enero, el Papa le contestó “llego (de Filipinas) y me encuentro tu correo. Me hizo bien. Una reflexión, una meditación honda y concreta sobre la realidad”. “Me pedís que rece por los muchachos de La Alameda y por vos. Lo hago y lo seguiré haciendo más todavía. Vos hacelo por mí. Y adelante. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide”, finalizó.
La única foto de Stiuso. La mostró el ex ministro de Justicia Gustavo Béliz, en el 2004 en TV. Lo echaron.

Pino Solanas: "Carrió me dijo que no nos metamos con Stiuso porque era su amigo"

Pino Solanas: "Carrió me dijo que no nos metamos con Stiuso porque era su amigo"

TRAS DENUNCIAR AL EX SIDE
El ex aliado incondicional de “Lilita” la vinculó hoy con el espía que jubiló Cristina en la ex SIDE. La durísima réplica de la CC-ARI.
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El senador nacional de Proyecto Sur-UNEN, Fernando "Pino" Solanas, arremetió hoy contra su ex aliada incondicional en la elección pasada, Elisa Carrió, a la que vinculó con el espía Jaime Stiuso, ex jefe de operaciones de la ex SIDE.
"Carrió me dijo que no nos metamos con Stiuso porque era amigo de ella", lanzó Solanas en FM Latina.
El senador, que llegó a la Cámara Alta luego de forjar una alianza con Carrió, a la que ahora vincula con el ex espía, manifestó que "la clase política le ha tenido miedo y temor, quien presentó un proyecto de reestructuración de la SIDE, fuimos los primero con Gustavo Vera y Mario Mazzitelli, pidiendo la intervención y reorganización del complejo y los denunciamos penalmente a Icazuriaga (ex titular de la SI), a Larcher, a Stiuso, una denuncia penal, pero no nos quisieron acompañar".

VISITA OFICIAL A BEIJING CFK: "Importantísimos acuerdos" con China




En su estadía hasta el jueves, la mandataria hará también una visita a la Asamblea Popular Nacional y la participación en un foro empresarial. "Al ingresar al hotel, sobre una mesa, me sorprende un I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E arreglo floral, por lo grande y por lo bello", destacó y añadió: "Todo más! Hasta el clima: 2 grados de temperatura, ideal para pingüinos. Bien por China".
La mandataria llegó a las capital del país asiático, a las 7.10, hora argentina (18.10 hora local), junto al canciller Héctor Timerman; el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela; y el secretario de Comunicación Pública y vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro.
Viajó acompañada también por el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el presidente del Banco de la Nación, Juan Ignacio Forlon, entre otros. En las próximas horas se sumarán a la delegación los ministros de Economía, Axel Kicillof; y de Planificación Federal, Julio De Vido.
Mañana habrá "reuniones con CEO's de empresas chinas con inversiones e interés de invertir en nuestro país", indicó la jefa de Estado en las redes sociales Twitter y Facebook. Luego mantendrá audiencias con el titular de China Energy Engineering Company Group Limited, y con el vicepresidente y presidente de su subsidiaria, China Gezhouba International, que construirá en Argentina las represas en Santa Cruz.
El miércoles, Fernández de Kirchner concurrirá a la clausura del Foro Empresarial Argentino-Chino y luego se juntará con Xi Jinping en el Gran Palacio del Pueblo, sede del gobierno. Por la noche, el gobierno chino ofrecerá una cena en honor a la Argentina y a las 21 (10 de la mañana en nuestro país) está prevista una videoconferencia con El Calafate para anunciar el inicio de las dos represas.
Por último, el jueves habrá un encuentro con el primer ministro Li Keqiang, y luego con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Zhang Dejiang.

El odio, el miedo y la paciencia cívica

Por Mempo Giardinelli
A lo largo de la semana, y mientras la desdichada muerte del fiscal Nisman se diluía en fuegos artificiales periodísticos y televisivos, más de una conversación argentina giró en torno del odio y del miedo. Por eso últimamente se ve, se siente y se padece cierta polución ambiental, sobre todo en Buenos Aires y en ese apéndice geográfico porteño que se llama “la costa”, donde se amplifica todo lo malo y negativo.
El malhumor parece patrimonio exclusivo de las clases medias porteñas y acaso bonaerenses, y aunque se siente mucho menos en el interior del país, donde las gentes trabajan y progresan arduamente con más afán y menos quejas, la verdad es que tiñe al país todo. Quizá por eso circula el chiste, en provincias, de que si en la capital estallara un movimiento separatista como el de Barcelona, la Argentina toda apoyaría alborozada la independencia porteña.
Bromas aparte, la vida cotidiana de millones de argentinos no es insatisfactoria como publicitan esas usinas, hay muchos indicadores de que el país crece y las mejoras son evidentes, sobre todo si se compara cualquier aspecto actual con los ‘90, 2001 o 2003. Y es un hecho que la gente que brinda servicios en el vasto territorio nacional –choferes, gastronómicos, mineros, bibliotecarios, porteros, domésticas, peones y de mil oficios más– no tiene el gesto amargo, de resentimiento, que se ve en vastos sectores de la clase media porteña. Que curiosamente suelen ser los más acomodados, los que viajan por el mundo y están acostumbrados a ser o sentirse ricos y poderosos.
A ellos no les va mal en la vida, y por eso su furia es desproporcionada. Más aún: les va mejor que nunca en los últimos 30 años, pero su odio y su miedo harían pensar al mundo que aquí se vive en el borde mismo del infierno. Que es quizá lo que buscan, conscientes o no.
Querían las libertades democráticas y votaron masivamente a Alfonsín, e incluso padres y madres de muchos de ellos lucharon por esas libertades. Hoy las tienen a pleno, vigentes y respetadas como nunca antes, y en especial la libertad de expresión, pero hablan de “régimen”, de “dictadura” y gritan que “esto es Cuba, Venezuela, Bolivia o Nigeria”. Gracioso, si no fuese inmoral.
El otro día, después de participar en 6, 7, 8 sentí, por primera vez, ácido y tangible, ese aire enrarecido. Había algo sórdido en el silencio del taxista y en un mozo, y al día siguiente en la mirada de transeúntes o pasajeros del tren y el subte. Pensé que a muchos les habían inoculado odio. No disenso, no discrepancia democrática, tan saludable y creativa. No, odio. Un odio puro que mezcla lo cholulo con la antipatía, que es como decir leche cuajada con acero oxidado. Un enojo cualquiercosista, digamos.
Después, en el Aeroparque, me encontré con un tipo luego de casi 30 años. Eramos jóvenes entonces y él colaboraba en Puro Cuento. Talentoso, un tipazo. Ahora le va muy bien, dijo, alcanzó una posición excelente y llegaba de vacacionar en Buzios. Celebré la alegría del encuentro, pero me cortó: “Lástima que vos sos kirchnerista; eso arruina todo. Hoy no podríamos ser amigos”. Lo miré azorado. “Yo los mataría a todos; me dan asco.” Y subrayó, provocativo: “Eso, asco me dan”. No se daba cuenta de nada; no veía más allá de su odio. Le dije que lo sentía, sincero, y tomé mi vuelo con la pregunta resonando: ¿qué les pasa, cómo llegaron a semejantes niveles de odio?
Tal resentimiento es inexplicable, porque la mayoría ahora tiene trabajo, sueldos al día, leyes sociales, vacaciones. Son empleados, artistas, intelectuales, académicos, profesionales, técnicos. Pero en cuanto pueden ofenden, gritan, insultan, acusan, adjetivan y amenazan. Hasta de muerte, deseo que parece fascinarlos. Quizá para huir del calvario de convivir con sus propias almas desesperadas quién sabe por qué. Porque ideología eso no es.
¿Es conjeturable que los odiadores ignoran cómo ha cambiado el país? ¿Que no les gustan los avances sociales? ¿O que millones de ciudadanos pueden hoy comprar una moto, construir viviendas modestas, estar bancarizados y documentados y recibir beneficios sociales de un Estado que no está distraído? ¿Será que odian que el servicio doméstico esté legislado y bajo control? ¿Los alarmará que “los negros” participen del progreso lento y hoy puedan, por ejemplo, vacacionar?
Como sea, no les interesa entender ni discutir. Sólo quieren tener razón. Se convencen velozmente de lo que vieron y escucharon y era fácil e impactante. No analizan, a lo sumo monologan. Y así impiden incluso el inocuo diálogo de sordos. Prefieren el monólogo de sordos, que ha de ser más duro de soportar.
Pero es peligroso. Sobre todo porque del odio al miedo hay sólo un paso. Y del miedo a la histeria otro, y así los usan. Por eso no tenemos que burlarnos ni enojarnos. Nosotros, llenos de dudas, incluso con vacilaciones, tenemos que esforzarnos por contenerlos con argumentos, hechos y razones, y calmarlos. Predicar la convivencia, el disenso educado y la discusión pasional respetuosa y tolerante. Toda otra actitud agranda el odio, y dispara miedo y violencia. Eso impone ejercitarnos en la paciencia cívica.
Y es claro que muchas cosas se pueden reprochar al kirchnerismo, nadie lo niega. Errores, muchos. Y corrupción –que es lo que más los indigna; ahora todos parecen Cruzados de la Transparencia– es claro que la hay, nadie lo niega después de doce años de gestión. No mayor que en tiempos de Menem y sus pandillas de economistas y empresarios, es obvio que la hay y ninguna persona decente la tolera ni justifica. Pero es ridículo enloquecer gritando apellidos amplificados sólo mediáticamente.
Toda la ciudadanía repudió la corrupción instalada por los militares y luego desatada como estilo político en los ’90. La Argentina sana siempre quiere que vayan en cana los condenados. Pero cuando lo son, si es que lo son. Y por la Justicia, no por medios, periodistas y charlatanes que a tantos argentinos les hacen creer que sus suposiciones son pruebas, y sus opiniones, veredictos. Eso es antidemocrático.
Hay que entender a los odiadores y apaciguarlos. Porque temen la sombra, lo desconocido, lo que ignoran, lo que se mueve y ocupa lugares que ellos consideraban propios e inalterables. Temen lo que les hacen creer que creen; lo que les parece que es mejor creer; lo que quieren creer. Bien decía el Gran Sarmiento: “El que solamente cree, no piensa”.