lunes, 1 de diciembre de 2014

Derechos humanos El grito santiagueño IV

En el juicio de Monte Quemado, declararon los principales acusados por el asesinato del joven campesino Cristian Ferreyra. El empresario Ciccioli, en su defensa, acusó de “violentos y corruptos” a los integrantes del MoCaSe.

El grito santiagueño IV
Imputados. J. Juárez y Ciccioli son los principales acusados en la causa por la muerte de Ferreyra.//Indignación. Mirta Noemí Salto, madre de Cristian Ferreyra, increpa a uno de los imputados en el asesinato de su hijo.
El lunes 24 de noviembre, Monte Quemado ardía. 50 grados es una temperatura habitual por estas tierras del noreste santiagueño. Lo que no es común son las tormentas de granizo y los fortísimos vientos que han arreciado últimamente. Esa misma noche, vísperas del inicio de la cuarta semana del juicio a los asesinos del joven campesino Cristian Ferreyra, sencillamente diluvió. El campamento del MoCaSe ubicado en el Polideportivo municipal amaneció inundado, como la mayoría de las calles del pueblo. La temperatura bajó unos 30 grados en cuestión de horas, cosa rara en estas épocas de preestío. La presencia de campesinos en las puertas del salón donde se realizan las audiencias, aun así, fue masiva y enérgica. La vigilia continúa.
Para los superticiosos, la anomalía climática fue el anuncio de que se aproxima un desenlace judicial tormentoso. Otros argumentan que estamos en presencia de la maligna consecuencia de la generalización de los desmontes en la zona. Lo cierto es que los efectos de la tala de bosques nativos y la proliferación del monocultivo deja huellas indelebles, incluso para los forasteros.
Para llegar en coche a Monte Quemado conviene evitar la capital de Santiago, y desviarse en la ruta provincial 92 hacia Añatuya, para luego subir perpendicularmente por la ruta 6. Durante el trayecto entre Quimilí y Pampa de los Huanacos asistimos a un espectáculo único (sociedad potectora de animales abstenerse). Al costado del camino se alternan algunos paisajes montunos con crecientes plantaciones de soja o girasol. Al pasar enfrente de estos últimos, las bandadas de pájaros que descansan entre la ruta y los sembradíos levantan vuelo pesadamente, como si estuvieran atontadas. Al menos una veintena de estas avecillas vinieron a estamparse contra el parabrisas de nuestro automóvil. Sin salir de la sorpresa, no pudimos ponernos de acuerdo entre los viajeros si la torpeza plumífera se debía al exceso de comida que les depara la agroindustria, o a cierto efecto hipnótico provocado por los pesticidas.
El martes 25 de noviembre tuvo lugar la novena jornada del proceso, en la que declararon los dos principales imputados.
Jorge Antonio Ciccioli, productor agropecuario de 61 años, con domicilio en la ciudad de Cañada de Gómez, Santa Fe, dueño de la empresa Pampa Gringa SRL, creada en el año 2007 con el objeto de realizar “todo tipo de actividades agropecuarias, en especial la producción de forrajeras destinadas a la alimentación animal”. En noviembre de 2012, cuando ya estaba detenido en Santiago del Estero, Ciccioli introdujo cambios contractuales en su empresa: “Se resuelve acotar el objeto social a las siguientes actividades: realización de actividades de cultivo y comercialización de cereales y oleaginosas”. Su labor como empresario se remonta al año 2002 cuando fundó, junto a su hermano mayor Oscar David, la empresa Máximo Domingo SRL, para dedicarse a “la actividad de contratista rural agrícola, abarcando todos los procesos inherentes”. 
Uno de los ejes principales de su declaración fue desmentir que fuera “un poderoso empresario sojero, soy simplemente un pequeño productor agropecuario”. Admitió haberle comprado en febrero de 2011 el campo de San Bernardo, de 1.872 hectáreas, a la firma Gimi SA, del empresario tucumano Luque. Dijo que se cercioró expresamente que el título dominial fuera legalmente válido y que no hubieran pobladores en su interior. La propiedad había sido alambrada por su anterior dueño. Las actividades de desmonte tuvieron que retardarse porque la autorización emitida por la Dirección General de Bosques y Fauna de la Provincia estaban a nombre de Luque, pero en julio del mismo año las topadoras estaban talando árboles a destajo. Fue entonces cuando los campesinos de la zona, organizados en el MoCaSe, decidieron actuar. Y empezaron a desalambrar. 17 km de cercado fueron inutilizados.
Siempre según Ciccioli, recién en ese momento se dio por enterado de la existencia del movimiento campesino. Gracias a los servicios legales de la Dra Ana Alsogaray, a quien contrató como asesora, Ciccioli se reunió en la capital de Santiago del Estero con el abogado del MoCaSe, el Dr Antenor Ferreyra. En esa oportunidad acordaron realizar una segunda reunión en el campo San Bernardo, donde tendrían la oportunidad de conciliar posiciones con los pobladores. Antes de que pudiera concretarse la concertación, su empleado Javier Juárez asesinó a Cristian, integrante del MoCaSe. El empresario aseguró que nada tenía que ver con el hecho. Y puso énfasis en negar que haya provisto de armas a sus empleados.
Sin embargo, el empresario santafecino se esmeró en desprestigiar el accionar del Movimiento Campesino de Santiago del Estero, acusándolos de violentos y corruptos. Le reclamó al Tribunal fallar con absoluta independencia.Y concluyó con un indicio de sus futuras intenciones: “Me ha llegado la información de que mientras yo estoy aquí preso, el MoCaSe está construyendo en mi campo dos represas”.
Desde el público, Mirta Noemí Salto, madre de Cristian Ferreyra, no pudo soportar la afrenta.Y gritó: “Vos has matado a mi hijo”. Luego se descompuso, y tuvo que ser retirada de la sala.
Más tarde fue citada a declarar la Dra. Ana Alsogaray, con domicilio en la capital santiagueña, actual Procuradora del Tesoro Provincial, y esposa del Ministro de Gobierno de la Municipalidad de Santiago, Humberto Santillán. Alsogaray fue contratada en 2011 por el empresario santafecino imputado, para realizar servicios legales. El día del asesinato de Cristian estaba en Buenos Aires, donde se enteró del hecho por la televisión. Allí recibió el llamado de Ciccioli, para que asumiera su defensa. Pero Alsogaray se negó por motivos profesionales.
Precisamente porque resulta inverosímil pensar que la Dra. Alsogaray tenga simpatía alguna con el MoCaSe, su testimonio fue clave en la causa. Según ella, Ciccioli no prestó suficiente atención al conflicto por la tierra en la provincia. “Acá, en Santiago, los títulos de propiedad no siempre coinciden con la realidad geográfica”. Confirmó que fue la promotora del encuentro entre el empresario y al representante legal del MoCaSe.Y que le aconsejó evitar los conflictos con el campesinado: “Acá se vive tranquilo cuando se concilia”.
Para comprender la dinámica de la conflictividad social en la zona, vale la pena retomar algunos pasajes de la declaración en el juicio del ingeniero agrónomo Cariló Olaiz, de 37 años y residencia en Quimilí. Según Olaiz, los problemas aparecen en el año 2002, “cuando Conexa SA, de los hermanos Buratovich, compró 75 mil hectáreas, tres lotes, al oeste de Monte Quemado”. La mencionada empresa fue fundada en 1915 por inmigrantes croatas, y posee dos grandes centros de acopios de cereales, uno ubicado en la localidad bonaerense de Arrecifes y el otro en General Pinedo, Chaco. En 2006, un nuevo diferendo tiene lugar con Madera Dura del Norte, propiedad del conocido empresario ferroviario Gabriel Benjamín Romero, dueño de Ferrovías y uno de los socios mayoritarios de Ugofe y TBA. Más tarde, en 2009, la empresa tucumana Gimi comienza los trabajos de alambrado en el campo de San Bernardo. En cada uno de estos casos, y ante las protestas campesinas, los conflictos se dirimen a través de la conciliación, evitándose los desmontes.
Para cuando Ciccioli arriba a la región al comando de su empresa Pampa Fértil, las familias asentadas desde siempre en el territorio habían procurado sus propias herramientes legales para resistir el avance de la frontera de los agronegocios. Desprovistos histórica y sistemáticamente del acceso a los títulos de propiedad de las tierras que poseen, los campesinos encontraron en el reconocimiento como comunidad indígena Ashka Kaicu (resolución 662 del 2010, otorgada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) la posibilidad de participar en las decisiones productivas y ambientales que los afectan. Al contemplar, en junio de 2011, la llegada de una decena de topadoras de la empresa Picat Hnos., contratada por Ciccioli, los campesinos realizaron la denuncia correspondiente ante la policía del lugar. Más tarde, en julio del mismo año, comienzan los trabajos de desmonte. Y los pobladores multiplican sus denuncias frente a la Dirección General de Bosques, amparados en la ley provincial 6.841 según la cual “se prohíbe la eliminación de bosques por medio del desmonte total o parcial cuando se afecten sitios de valor cultural, poblaciones y/o territorios de pueblos originarios, o se lesionen derechos de poseedores conforme a la ley de fondo”. Las mismas se han incorporado a la causa, están fechadas en agosto y octubre de 2011 y fueron firmadas, entre otros, por el propio Cristian Ferreyra. Todas fueron desoídas. 
Entre julio y octubre de aquel año, incluso con posterioridad a la reunión mantenida entre el empresario y el representante legal del MoCaSe, Antenor Ferreyra, los desmontes alcanzaron la extensión de 600 has, el mayor realizado en la zona. Cuando el 16 de noviembre de ese mismo año Javier Juárez asesinó al joven Cristian, su patrón estaba decidido a proseguir con el negocio, costara lo que costase. Sólo como consecuencia de este crimen evitable, el gobierno de Gerardo Zamora decidió suspender durante seis meses los desmontes en todo el territorio provincial.
El pasado martes declaró también el principal acusado, Javier Juárez. Según Deolinda Carrizo, coordinadora de la Confederación Latinoamericana de Organizaciones Campesinas (CLOC), “su testimonio fue bochornoso, plagado de mentiras y miserable desde el punto de vista ético”. Según Juárez el día del crimen él pasaba por casualidad por el frente de la casa de Darío Godoy, en el paraje Campo de Mayo, donde Cristian Ferreyra estaba almorzando junto a sus familias. También por casualidad, iba armado. Godoy lo llamó e invitó a entrar a su patio. Comenzaron a discutir y apareció Cristian, “con algo en la cintura”. Luego le sacaron las llaves de la moto, lo patotearon, lo tiraron al piso, le pegaron, y sólo entonces sacó el arma y disparó para defenderse. Le preguntaron por qué iba armado y respondió que solía hacerlo, para cazar: “En el campo es así, porque uno no consigue carne todo el tiempo y tenés que arreglartela con los animalitos que uno encuentra”. Le preguntaron por el arma con la que mató, que nunca pudo ser secuestrada; contestó: “No recuerdo”.
Concluida la etapa probatoria del juicio de Monte Quemado, se acerca el momento de las definiciones. El próximo miércoles 3 de diciembre se leerán los alegatos, pero el dictado de la sentencia aún no tiene fecha cierta. Cualquiera sea la decisión del Tribunal en lo Criminal y Correccional de Primera Nominación, tendrá efectos trascendentes para la dinámica futura del conflicto por la tierra. 
De confirmarse la condena al empresario imputado se fortalecerán las posibilidades de erigir una nueva generación de derechos sociales, objetivo manifiesto del Movimiento Campesino con el apoyo de distintas organizaciones e instituciones a nivel nacional e internacional. Pero si el resultado es una absolución, entonces quedará liberado el camino para la multiplicación de los desmontes y la expansión de los agronegocios, incluyendo la aplicación de una violencia mortífera sobre los pobladores.
Nadie ignora la resonancia política de este caso testigo. Tampoco la influencia que una fuerza como el “zamorismo”, con varios mandatos a cuesta y una hegemonía maciza a lo largo de la última década, posee sobre los tres jueces provinciales a cargo del Tribunal.
La dimensión judicial se ha ido constituyendo en terreno privilegiado para dirimir las problemáticas de una nueva conflictividad social, cada vez más extendida. La temporalidad propia de las investigaciones judiciales permite muchas veces tirar el hilo de las marañas de intereses políticos y económicos que se entretejen para concretar la rentabilidad extraordinaria de negocios como la agroexportación, el narcotráfico o la especulación financiera. En función de estos procesos, sujetos distintos se articulan en apoyo de las víctimas; surgen verdaderas redes de experimentación política, que incluyen organizaciones sociales, académicos y medios de comunicación interesados, organismos de derechos humanos, instituciones estatales sensibles a dicha conflictividad. La información y el análisis precisan de la movilización social y de cierta inteligencia colectiva, para construir una denuncia eficaz contras las guardias blancas, las fuerzas de seguridad, las instituciones corruptas y las empresas beneficiarias. Cuando esto sucede, una investigación de largo aliento se pone en marcha, más allá del escenario puramente mediático y de la rosca política. La denuncia se convierte en interrogación ética sobre los límites de la democracia contemporánea, sobre la violencia de la acumulación capitalista.
Los juicios de lesa humanidad nos enseñaron lo que es posible hacer respecto del pasado. El juicio de Monte Quemado, junto a experiencias recientes como el proceso contra los asesinos de Mariano Ferreyra, el Triple Crimen de Rosario o la causa por las desapariciones de Luciano Arruga y Franco Casco, por sólo citar algunos casos, nos muestran la potencialidad de una intervención en el presente, a la altura de los desafíos que se vienen.

Para pensar la Nación Graciela Pérez

Bajo el lema “La discusión de un nombre: qué decimos o qué pensamos cuando hablamos de pensamiento nacional”, en la mesa integrada por la socióloga e investigadora Maristella Svampa, el secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional Ricardo Forster y la decana de la Facultad de Humanidades de Neuquén, María Gentile, se debatió apasionadamente sobre los gobiernos populares de la región y sus modelos político-económicos.
En su ponencia, Gentile explicó los abordajes diferentes sobre la idea de Nación: “En el siglo XIX la nación fue pensada como comunidad política. En el XX hubo una definición más cultural que sostuvo la visión de la doble Argentina. De esta manera, asistimos desde 1946 con la asunción del peronismo hasta la Revolución Cubana a un sistema de preguntas cruzadas que se impugnaron mutuamente”.
Sobre la idea de nación del pensador marxista José Carlos Mariátegui, Gentile retomó los conceptos de clase y raza de Siete ensayos sobre la realidad peruana, donde Mariátegui explica que la razón moderna nunca pudo pensar las diferencias en términos de igualdad y las jerarquías son las consecuencias de las discrepancias y la naturalización de los lugares de superioridad. “Hay que desarmar las jerarquías ocultas. Este es un gran desafío cuando hablamos de pensamiento nacional”, apuntó la decana. “El problema no son los pobres sino los ricos”, dijo Gentile, para aceptar que la diversidad implica tensión política.
A su turno, Svampa encendió el panel al considerar que “Neuquén es un lugar privilegiado para abrir debates que están siendo obturados”. Para la socióloga, hablar de pensamiento nacional implica pensar críticamente, puesto que cada época se caracteriza por un campo problemático sobre temas básicos: el contexto, el desarrollo y la democracia.
Svampa indicó que, en los últimos años, la Argentina transitó un cambio de época donde los movimientos sociales fueron los grandes actores y luego emergieron los gobiernos progresistas. Pero el concepto de “progresistas” tiene que ver con una idea de desarrollo donde “la Argentina pasó del consenso de Washington al consenso de los comodities. Esto es lo que llamo la ilusión desarrollista”, dijo la investigadora.
 Según Svampa, el modelo basado en los agroquímicos, la minería y el fracking no fue debatido y el país se afianzó en su lugar de productor de materias primas. “La Argentina no salió del ciclo de la gran asimetría entre sectores dominantes y sectores populares, más allá de las mejoras volátiles de la última década”.
Al cruce de las declaraciones de la investigadora, pero siempre dentro de un debate respetuoso, Forster decidió cambiar su discurso basado en una carta del filósofo y escritor argentino Nicolás Casullo y responder a los cuestionamientos de Svampa.
“Nos encontramos con la barbarie del capitalismo y con proyectos políticos que construyen dialécticas reduccionistas de las libertades. El poder contamina, produce discusiones morales. El paradigma de la democracia como la libertad absoluta es una falsa utopía”, retrucó aclarando que lo que se está haciendo es resarcir las injusticias del pasado.
“Siempre existe tensión entre el pensamiento crítico y las estructuras del poder. El gran trabajo es atravesar con la crítica las propias certezas”, cuestionó el filósofo.
Nuevamente retomó la palabra Svampa para recordar al biólogo molecular Andrés Carrasco que fue perseguido por sus investigaciones sobre el impacto del glifosato en la salud de las poblaciones: “Los gobiernos progresistas abrieron un modelo de desarrollo basado en la extracción y todos los partidos políticos se alinearon con Monsanto”.
Por su parte, Forster adujo que prefiere hablar de gobiernos populistas porque es una palabra maldita para la academia. “Estamos tocando estructuras de poder y esto se refleja en el ataque de los medios hegemónicos, si no sería un teatro dentro del teatro”, ironizó Forster.
Ampliar la discusión, repensar las propias ideas y recapacitar sobre el país que deseamos fue el espíritu de un panel que expuso con convicción, fundamento y pasión su ideario de nación.

Medio Oriente Jerusalén, la ciudad impía

Ninguna ciudad en el mundo ha sido testigo de tantas guerras, masacres y tanto derramamiento de sangre como ésta.

Jerusalén, la ciudad impía
En su larga y accidentada historia, Jerusalén ha sido ocupado por decenas de conquistadores.
Babilonios y persas, griegos y romanos, mamelucos y turcos, británicos y jordanos, por mencionar sólo algunos.
El último ocupante es Israel, que conquistó y anexionó Jerusalén en 1967. 
(Podría haber escrito “Jerusalén Este”, pero todo lo que es la Jerusalén histórica está en el este de Jerusalén actual. Todo lo demás se construyó en los últimos 200 años por los colonos sionistas o están rodeando las aldeas árabes que se unieron de manera arbitraria a la zona más grande que ahora se llama Jerusalén después de su ocupación). 
Esta semana, Jerusalén estaba en llamas, otra vez. Dos jóvenes de Jabel Mukaber, uno de los pueblos árabes anexados a Jerusalén, entraron en una sinagoga en el oeste de la ciudad durante las oraciones de la mañana y mataron a cuatro judíos devotos, antes de que ellos mismos sean asesinados por la policía. 
Jerusalén es llamada “la Ciudad de la Paz”. Esto es un error lingüístico. Es cierto que en la antigüedad se llamaba Salem, que suena como paz, pero Salem era, de hecho, el nombre de la deidad local. 
También es un error histórico. Ninguna ciudad en el mundo ha sido testigo de tantas guerras, masacres y tanto derramamiento de sangre como ésta.
Todo en nombre de algún dios u otro. 
Jerusalén fue anexada (o “liberada”, o “unificada”) inmediatamente después de la Guerra de Seis Días de 1967. 
Esa guerra fue el mayor triunfo militar de Israel. También fue el mayor desastre de Israel. Las bendiciones divinas de la increíble victoria se convirtieron en castigos divinos. Jerusalén era uno de ellos. 
La anexión se nos presentó (yo era un miembro del Parlamento o Knesset en el momento) como una unificación de la ciudad, que había sido cruelmente destrozada en la guerra de 1948. Todos citaban la frase bíblica: “Jerusalén está edificada como una ciudad que está bien unida entre sí”. Esta traducción del Salmo 122 es bastante extraña. El original hebreo dice simplemente “una ciudad unificada”. 
De hecho, lo que ocurrió en 1967 fue cualquier cosa menos la unificación. 
Si la intención hubiera sido realmente la unificación, se hubiera visto muy diferente. 
Habría sido conferida automáticamente la plena ciudadanía israelí a todos los habitantes. Todas las propiedades árabes perdidas en el oeste de Jerusalén, que habían sido expropiadas en 1948, habrían sido devueltas a sus legítimos dueños que habían huido a Jerusalén Este. 
La municipalidad de Jerusalén habría sido ampliada para incluir a los árabes de Jerusalén Oriental, incluso sin una solicitud específica. Y así, más.
Sucedió lo contrario. Ninguna propiedad fue restituida ni ningún tipo de compensación pagada. El municipio se mantuvo exclusivamente judío. 
A los habitantes árabes no se les concedió la ciudadanía israelí, sino simplemente una “residencia permanente”. Este es un estado que puede ser revocado arbitrariamente en cualquier momento –y de hecho fue revocado en muchos casos–, que obliga a las víctimas a salir de la ciudad. Para guardar las apariencias, a los árabes se les permitió solicitar la ciudadanía israelí. Las autoridades sabían, por supuesto, que sólo un puñado aplicaría, ya que hacerlo implicaría el reconocimiento de la ocupación. Para los palestinos, esto sería algo semejante a la traición. (Y los pocos que podían aplicar, generalmente se negaron.) 
El municipio no se amplió. En teoría, los árabes tienen derecho a votar en las elecciones municipales, pero sólo unos pocos lo hacen, por las mismas razones. En la práctica, Jerusalén Este sigue siendo un territorio ocupado. 
El alcalde, Teddy Kollek, fue elegido dos años antes de la anexión. Una de sus primeras acciones fue demoler todo el barrio Mugrabi junto al Muro de los Lamentos, dejando una gran plaza vacía como una playa de estacionamiento. Los habitantes, todos ellos personas pobres, fueron desalojados en cuestión de horas. 
Pero Kollek era un genio en las relaciones públicas. Estableció una apariencia de relaciones amistosas con los notables árabes, les presentó a los visitantes extranjeros y creó una impresión general de paz y alegría. Kollek construyó más nuevos barrios israelíes en tierra árabe que cualquier otra persona en el país. Sin embargo, este maestro de la colonización recogió casi todos los premios de la paz en el mundo, excepto el Premio Nobel. Jerusalén Este se mantuvo tranquila.
Sólo pocos sabían de una directiva secreta de Kollek que instruía a todas las autoridades municipales para que se aseguren de que la población árabe –entonces el 27%– no creciera por encima de ese nivel. 
Kollek fue hábilmente apoyado por Moshe Dayan, el ministro de Defensa. Dayan creía en mantener a los palestinos tranquilos, dándoles todos los beneficios posibles, excepto la libertad. 
Pocos días después de la ocupación de Jerusalén Este se quitó la bandera israelí que había sido plantada por los soldados delante de la Cúpula de la Roca en el Monte del Templo. Dayan también devolvió a la autoridad de facto el poder sobre el monte a las autoridades religiosas musulmanas. 
A los judíos se les permitió el acceso al complejo del templo sólo en pequeñas cantidades y sólo a los visitantes como tranquilos. Se les prohibió orar allí, y eran removidos por la fuerza si se les veía mover sus labios. Podrían, después de todo, orar a sus anchas en el Muro Occidental contiguo (que es una parte de la antigua muralla exterior del complejo). 
El gobierno pudo imponer este decreto a causa de un hecho religioso pintoresco: los judíos ortodoxos tienen prohibido por los rabinos entrar en el Monte del Templo como unidad. De acuerdo con un mandato bíblico, los judíos comunes no pueden permanecer en el Santo de los Santos, sólo al sumo sacerdote le es permitido. Ya que hoy nadie sabe dónde está este lugar exactamente, los judíos piadosos no pueden entrar en todo el complejo.
Como resultado, los primeros años de la ocupación fueron una época feliz para el este de Jerusalén. Judíos y árabes se mezclaron libremente. Estaba de moda entre los judíos hacer compras en el colorido mercado árabe y cenar en los restaurantes “orientales”. Yo mismo a menudo me alojaba en hoteles árabes e hice un buen número de amigos árabes. 
Esta atmósfera cambió gradualmente. El gobierno y la municipalidad gastaron un montón de dinero para mejorar Jerusalén Oeste, pero se descuidaron los barrios árabes de Jerusalén Este y se convirtieron en barrios marginales. La infraestructura y los servicios locales se deterioraron. Los permisos de nuevas construcciones para los árabes son escasos con el fin de obligar a la generación más joven a desplazarse fuera de las fronteras de la ciudad. Luego se construyó la muralla de “separación”, que impide que los que están fuera puedan entrar en la ciudad, que los aísla de sus escuelas y trabajos. Sin embargo, a pesar de todo, la población árabe creció y alcanzó el 40%.
La opresión política creció. En virtud de los acuerdos de Oslo, a los jerosolimitanos árabes se les permitió votar para la Autoridad Palestina. Pero luego se les impidió hacerlo, sus representantes fueron detenidos y expulsados de la ciudad. Todas las instituciones palestinas fueron forzadas a cerrar, incluyendo la famosa Casa de Oriente, donde el gran líder admirado y amado de los árabes de Jerusalén, el difunto Faisal al-Husseini, tenía su oficina. 
Ehud Olmert sucedió a Kollek y luego un alcalde ortodoxo que le importaba un comino de Jerusalén Este, excepto el Monte del Templo. 
Y entonces se produjo un desastre adicional. Los israelíes laicos están dejando Jerusalén, que se está convirtiendo rápidamente en un bastión ortodoxo. En su desesperación, decidieron expulsar al alcalde ortodoxo y elegir a un hombre de negocios, secular. Por desgracia, es un rabioso ultranacionalista.
Nir Barkat se comporta como el alcalde de Jerusalén Oeste y como gobernador militar de Jerusalén Este. Trata a sus súbditos palestinos como enemigos que pueden ser tolerados si obedecen en silencio, y brutalmente reprimidos si no lo hacen. Junto con el abandono de una década de los barrios árabes, el ritmo acelerado de la construcción de nuevos barrios judíos, la brutalidad policial excesiva (abiertamente alentados por el alcalde), están produciendo una situación explosiva.
La desconexión de Jerusalén con Cisjordania, su conexión natural con el interior, empeora aún más la situación. 
A esto se puede añadir la terminación del llamado proceso de paz, ya que todos los palestinos están convencidos de que el este de Jerusalén debe ser la capital del futuro Estado de Palestina. 
Esta situación sólo necesitaba una chispa para encender la ciudad. Esto fue debidamente proporcionado por los demagogos de derecha en la Knesset. Compitiendo por la atención y popularidad, comenzaron a visitar el Monte del Templo, uno tras otro, desatando cada vez una tormenta. Añadido a la voluntad manifiesta de ciertos fanáticos de extrema derecha religiosa para construir el Tercer Templo en el lugar de la mezquita santa de al-Aqsa y la dorada Cúpula de la Roca, fue suficiente para imponer la creencia de que los lugares sagrados estaban, de hecho, en peligro. 
Luego llegó la espantosa venganza y asesinato de un niño árabe que fue secuestrado por judíos y quemado vivo con gasolina vertida en su boca. 
Individualmente, los habitantes musulmanes de la ciudad comenzaron a actuar. Desdeñando las organizaciones, casi sin armas, comenzaron una serie de ataques que ahora se llaman “la intifada de los individuos”. Actuando solos, o con un hermano o un primo de su confianza, un árabe toma un cuchillo o una pistola (si puede conseguir una), o su coche, o un tractor, y mata a los israelíes más cercanos. Él sabe que va a morir. 
Los dos primos que mataron a cuatro judíos en una sinagoga esta semana –y también a un policía árabe druso– sabían esto. También sabían que sus familias iban a sufrir, serían demolidas sus casas y sus familiares detenidos. No se les contradijo. Las mezquitas eran más importantes. 
Por otra parte, el día anterior, un conductor de autobús árabe fue encontrado muerto en su autobús. Según la policía, la autopsia demostró que se había suicidado. Un patólogo árabe concluyó que fue asesinado. Ningún árabe cree a la policía, ellos están convencidos de que la policía siempre miente.
Inmediatamente después de la matanza de la sinagoga, el coro israelí de los políticos y comentaristas entró en acción. Lo hicieron con una unanimidad sorprendente –ministros, miembros de la Knesset, ex generales, periodistas, todos repitiendo con ligeras variaciones– el mismo mensaje. La razón de esto es simple: todos los días la oficina del primer ministro envía una “página de mensajes”, instruyendo a todas las partes de la máquina de propaganda qué decir. 
Esta vez el mensaje fue que Mahmoud Abbas era el culpable de todo, un “terrorista con traje”, el líder que incita a la nueva intifada. No importa que el jefe del Shin Bet testificó en el mismo día que Abbas no tiene conexiones ni abiertas ni encubiertas con la violencia. 
Binyamin Netanyahu enfrenta las cámaras y con una cara solemne y voz lúgubre –él es un muy buen actor– repite una vez más lo que ha dicho muchas veces antes, cada vez pretendiendo que esta es nueva receta: más policías, los castigos más duros, la demolición de viviendas, arrestos y multas grandes para los padres de niños de 13 años de edad que se encuentran atrapados lanzando piedras, y así sucesivamente. 
Cada experto sabe que el resultado de estas medidas tendrán exactamente resultados contrarios. Más árabes se indignarán y atacarán a hombres y mujeres israelíes. Los israelíes, por supuesto, van a “tomar venganza” y “tomarán la ley en sus propias manos”. 
Tanto para los habitantes y los turistas, caminar por las calles de Jerusalén, la ciudad que está “unida”, se ha convertido en una aventura arriesgada. Muchos se quedan en casa. 
La ciudad impía está más dividida que nunca.

29 de Noviembre de 2014 Guerra sin cuartel en Ucrania

La OTAN está enviando enormes cargamentos de armas a la Junta de Gobierno de Kiev para debilitar la posición de las milicias prorrusas.

Guerra sin cuartel en Ucrania
Tensión. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, redobla la ofensiva contra Moscu.
Hay signos evidentes que indican la inminencia del estallido de una gran guerra en Ucrania. Una guerra promovida activamente por los países de la OTAN con el apoyo de sus aliados y clientes en Asia (Japón) y Oriente Próximo (Arabia Saudí). Estará caracterizada por una ofensiva militar a gran escala contra la región suroriental de Dombas –donde se sitúan las repúblicas populares ucranio-rusas de Donets y Lugansk, de aspiraciones separatistas– con la intención de deponer al gobierno elegido democráticamente, desarmar a las milicias populares y acabar con los guerrilleros de la resistencia y su base ciudadana, desmantelando a las organizaciones populares representativas y participando en la limpieza étnica de millones de ciudadanos bilingües ucranio-rusos. El próximo ataque militar de la OTAN a la región de Dombas es una continuación y una extensión del golpe de Estado violento de Kiev, que derrocó en febrero de este año al gobierno electo.
La junta de Kiev y sus gobernantes clientelares recientemente “elegidos”, así como sus patrocinadores de la OTAN, están resueltos a llevar adelante una gran purga con tal de consolidar el gobierno dictatorial del títere Poroshenko. Las recientes elecciones patrocinadas por la OTAN excluyeron la participación de varios de los partidos políticos que tradicionalmente habían apoyado a las grandes poblaciones minoritarias del país y fueron boicoteadas en la región de Dombas. Esta farsa electoral de Kiev sentó las bases para el siguiente movimiento de la OTAN, que tiene como objetivo convertir a Ucrania en una gigantesca base militar multifuncional de Estados Unidos, para poder llegar al corazón de Rusia y servir como una nueva colonia del capital alemán, suministrando a Berlín cereales y materias primas y sirviendo de mercado cautivo para los bienes manufacturados alemanes.
Occidente está siendo barrido por una fiebre bélica y las consecuencias de esta locura se agravan con el paso de las horas.
El redoble oficial de guerra, iniciado por la junta de Kiev y sus milicias fascistas, resuena a diario en todos los medios de comunicación occidentales. Los principales creadores de propaganda y los portavoces de los gobiernos publican o anuncian nuevos relatos manipulados sobre el aumento de las amenazas militares rusas a sus vecinos y las incursiones transfronterizas en Ucrania. Se “informa” de nuevas incursiones rusas desde las fronteras nórdicas y los estados bálticos al Cáucaso. El gobierno sueco contribuye a aumentar el nivel de histeria al hablar de un misterioso submarino “ruso” cerca de la costa de Estocolmo, sin llegar a identificarlo o localizarlo (ni, por supuesto, a confirmar su “observación”). Estonia y Lituania afirman que aviones militares rusos han violado su espacio aéreo, aunque tampoco llegan a confirmar la noticia. Polonia expulsa a “espías rusos”, sin pruebas ni testigos. Al mismo tiempo, los ejércitos de estados clientelares de la OTAN desarrollan ejercicios militares conjuntos a gran escala a lo largo de las fronteras rusas, en los países bálticos, Polonia, Rumania y Ucrania.
La OTAN está enviando enormes cargamentos de armas a la junta de Kiev, así como asesores de las “fuerzas especiales” y expertos en contrainsurgencia, en anticipación de un ataque a gran escala contra los rebeldes de Dombas.
El régimen de Kiev nunca ha llegado a cumplir en alto el fuego acordado en Minsk. Según la oficina del Derechos Humanos de la ONU, un promedio de 13 personas –civiles en su mayoría– han muerto cada día desde la firma del alto el fuego de septiembre. Los informes de la ONU hablan de 957 personas asesinadas en ocho semanas, la inmensa mayoría de ellas por las fuerzas armadas de Kiev.
Por su parte, el régimen de Kiev ha suprimido todos los servicios públicos y sociales básicos a las “Repúblicas Populares”, incluyendo la electricidad, el combustible, las pensiones, los suministros médicos y los salarios a funcionarios, profesores, personal sanitario y trabajadores municipales, además de bloquear la banca y el transporte.
La estrategia consiste en estrangular aún más la economía, destruir la infraestructura y forzar a un éxodo masivo de refugiados desde las ciudades densamente pobladas de la frontera hacia Rusia, para luego lanzar ataques masivos, con misiles y artillería, por tierra y aire contra los centros urbanos y las bases rebeldes.
La junta de Kiev ha dispuesto una movilización total en las regiones occidentales, acompañada de furiosas campañas de adoctrinamiento contra los rusos y los ortodoxos del este, destinadas a atraer a los matones más violentos de la extrema derecha chovinista e incorporar brigadas militares filonazis a las tropas de choque de vanguardia. La utilización cínica de milicias fascistas irregulares “liberará” a la OTAN y a Alemania de cualquier responsabilidad por el terror y las atrocidades inevitables de la campaña. Este sistema de “denegación verosímil” reproduce las tácticas de los nazis alemanes, cuyas hordas de ucranianos fascistas y croatas de la Ustacha fueron notorias durante sus campañas de limpieza étnica.
Con el fin de aislar y debilitar la resistencia en Dombas y garantizar la victoria de los inminentes bombardeos del ejército ucraniano, la Unión Europea y Estados Unidos están intensificando sus presiones económicas, militares y diplomáticas sobre Rusia para que esta abandone a las recientes democracias populares de la región sudeste de Ucrania, que tienen en Moscú a su principal aliado.
La escalada de sanciones económicas contra Rusia está diseñada para debilitar la capacidad de la resistencia de Dombas de defender sus hogares, pueblos y ciudades. Cada uno de los envíos de suministros médicos básicos y de alimentos que realiza Rusia a la población sitiada crea nuevos estallidos de histeria, porque contrarrestan la estrategia de la OTAN destinada a matar de hambre a los partisanos y a su base popular para obligarles a someterse a o provocar un éxodo en busca de la seguridad tras la frontera rusa.

29 de Noviembre de 2014 Lo que gatilla Ferguson

Además de la evidente segregación racial, la absolución del agente Wilson en Wisconsin pone de relieve la supremacía de la policía por sobre la sociedad civil.

Lo que gatilla Ferguson
Protestas. El grito de la comunidad afroamericana se extendió de costa a costa.
El agente Darren Wilson subió el volumen de su radio policial para chequear con más precisión el dato del robo a un supermercado ubicado en el barrio de Ferguson que estaba patrullando el último 9 de agosto. A los minutos, Darren observó caminar de forma presurosa a un masculino negro y no se lo pensó dos veces. Obsesionado con su sospechoso, Darren tuvo un brote de insistencia laboral y  gatilló doce veces para detener la marcha del joven afroamericano Michael Brown. El policía de Missouri desistió de sobrepasar la docena de disparos cuando comprobó a la distancia el derrumbe estrepitoso del adolescente al tiempo que su último proyectil abría la parte superior de la cabeza de Brown como si fuese la corteza de una fruta madura. Wilson caminó unos pasos, dio vuelta el cuerpo de Brown, que yacía pesado y aún caliente sobre el asfalto, abrió su mano izquierda y comprobó que se había equivocado: Michael no portaba un arma, entre sus dedos aferraba un paquete de cigarrillos, ya todo estrujado y manchado de sangre color fresa. En ese momento, el uniformado de Ferguson, menor de 30 años, blanco al igual que todos sus colegas, el pelo rubio como los copos de cereal pálidos de su breakfast cotidiano, pasó el informe a sus superiores pero, seguramente, no se hizo grandes remordimientos por haberse equivocado en su procedimiento. Esta semana, un Jurado de la región no sólo liberó de culpa y cargo a Wilson; además de comprobar la inalterable segregación racial vigente en la curva final de la era Obama y activar las protestas más fuertes de la comunidad afroamericana de la última década, el fallo del Poder Judicial de Missouri puso de relieve la supremacía de las fuerzas policiales por sobre la sociedad civil en los Estados Unidos.
La reconversión de los policías norteamericanos en robocops urbanos comenzó en los años noventa, durante la presidencia del halcón George Bush. En ese momento, las políticas de seguridad macro del Pentágono terminó armando a los uniformados estadounidenses como si estuviesen librando en las calles de Nueva York o California una lucha cuerpo a cuerpo contras las milicias fundamentalistas de Medio Oriente. En principio, los asesores NeoCom convencieron a Bush padre que los agentes policiales no podían ser sobrepasados en su poder de fuego por los cárteles de la droga locales. Además, el Departamento de Defensa terminó concluyendo que las fuerzas policiales podían ser una buena recepción de toda la logística de guerra que ya no servía para apertrechar a los marines estadounidenses en sus misiones externas. De esa manera, la Casa Blanca comenzó a tunear al agente de calle, que comenzó a patrullar los vecindarios con el porte y la coraza de un soldado de guerra. “El gobierno federal otorgó, en su momento, a los departamentos locales de policía acceso a millones de dólares para el combate a las drogas. Además, a comienzos de los noventa, el Congreso autorizó al Departamento de Defensa para que básicamente le diera a la policía local el acceso a su arsenal militar. Los vecindarios no son zonas de guerra y no creemos que los agentes de policía deban tratar a la gente que vive en las comunidades como enemigos de guerra”, contextualiza y aduce la activista legal Kara Dansky, autora del informe “War comes home” (“La guerra llega a casa”) de la organización Unión Americana de Libertades Civiles.
Darren Wilson aseguró esta semana en un reportaje televisivo que “tiene la conciencia tranquila”. Seguramente, Darren también tiene su espalda tranquila ya que la Guardia Nacional movilizó estos días los reconocidos vehículos militares multipropósito Humvee, muy utilizados por el Pentágono en las guerras de Irak y Afganistán, para cercar las principales arterías de Ferguson y así cerrar el paso a las fuertes movilizaciones callejeras que piden “justicia” por el caso Brown. Darren se siente tranquilo. Además, previo a la sentencia, Wilson sabía que un fallo de la Corte Suprema de Justicia del año 1989 beneficia a los agentes en los denominados casos de gatillo fácil porque, según los supremos norteamericanos, los Tribunales de Estados Unidos deben contemplar el uso de la fuerza policial según la “perspectiva de un oficial racional en la escena”. Por si fuera poco, a la militarización de la fuerza policial y al blindaje jurídico otorgado por la Corte, Darren contaba con un hecho a favor durante el juicio. El Fiscal del Condado de San Louis, Bob McCulloch, es hijo de un policía muerto en servicio en un tiroteo cruzado contra un sospecho afroamericano. Además, el hermano, el tío y el primo del hombre encargado de administrar el proceso acusatorio contra Wilson también portan chapa y andan en patrullero. El fallo estaba escrito en el aire de Ferguson antes de ser leído por el gran jurado. De ahí la bronca popular. Como afirma cáusticamente Vince Warren, director ejecutivo del Centro para los Derechos Constitucionales, en declaraciones al portal informativo Democracy Now: “Hay que reconocerlo, la absolución de Wilson abrió oficialmente la temporada de caza de negros para las fuerzas policiales”.

El impacto en los medios El caso Brown en la prensa de EE.UU.

*“Aunque muchos dicen que la decisión puede tener que ver con la raza, es más probable que Wilson no afronte cargos porque los tribunales han restringido las leyes que responsabilizan a los policías de uso excesivo de la fuerza. A menos que los tribunales cambien y se ocupen de las deficiencias en el entrenamiento y la supervisión de la policía, a menos que dejen de mirar para otro lado ante la conducta policial, a menos que se ocupen de estos asuntos como se supone que deben hacer cuando existe desde hace décadas un estatuto de derechos civiles, habrá más Fergusons.” Nancy Gertner, en The Boston Globe.
*“Ferguson debe ser visto como un espejo para toda América. En todas las comunidades de este país hay negros y morenos que son considerados peligrosos y culpables. Y esto pasa en las escuelas, donde sufren mayores tasas de suspensos y expulsiones, y pasa en los grandes almacenes, y en las calles. Y esa carga de ser presuntamente peligroso y culpable es extremadamente frustrante.” Bryan Stevenson,  abogado, en declaraciones al canal Democracy Now.
*“Estaba escrito en las paredes, y en los cuerpos de los que han protestado pidiendo justicia. Nadie con quien hablé en Ferguson creía que fuera haber condena. Incluso, con si Wilson hubiera habido condena, la justicia real no habría llegado a Ferguson, San Luis, Missori o América. Sólo una justicia que valore la vida de los negros es capaz de eso. Los que protestan en Ferguson no deberían calmarse, como han sido advertidos por todo el mundo, empezando por el presidente. Michael Brown no necesita calma. Los chicos y chicas negros que crecen en América necesitan que se respeten sus vidas. Necesitan justicia.” Mychal Denzel Smith, en The Nation.
*“La población debe tener garantías de que se tomarán medidas para prevenir el uso innecesario de la fuerza. Las acciones que se emprendan para imponer la ley en los próximos días serán absolutamente críticas para generar la necesaria confianza en que se ha aprendido la lección. Amnistía Internacional, y de hecho el mundo, estarán observando.” Steven W. Hawkins, director ejecutivo de Amnistía Internacional para Estados Unidos.
*“Casi tan importante como las particularidades de este caso es el marco general, y es inquietante. Las estadísticas del FBI muestran que la policía disparó a matar en más ocasiones –461– el año pasado que en ningún otro momento en las dos décadas pasadas. Esa cifra es probablemente baja, porque no todos los departamentos de policía informan de muertes producidas por ellos mismos, pero datos no oficiales apoyan la creencia general de que muy, muy pocos agentes –menos del 2%, según un informe– son acusados de disparar y matar a alguien.” Editorial del USA Today
*“La policía debería reunir mucha más información, en  forma de pruebas que deberían ser recogidas mediante cámaras corporales, unos utensilios que deberían estar mucho más arriba que los chalecos antibalas o los vehículos blindados en la lista de artículos que el gobierno federal pide que utilicStephen Stromberg, miembro del equipo editorial de The en los departamentos de policía locales.”Washington Post.

MULTITUDINARIO PLENARIO NACIONAL DE SALUD

El sábado 29 de noviembre, más de 3000 militantes de todo el país participaron del Plenario Nacional de Salud de Unidos y Organizados que, bajo el lema “El camino hacia […]
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El sábado 29 de noviembre, más de 3000 militantes de todo el país participaron del Plenario Nacional de Salud de Unidos y Organizados que, bajo el lema “El camino hacia la transformación sanitaria en el Proyecto Nacional y Popular, se realizó en el Espacio para la Promoción y los Derechos Humanos (ex Esma).
El encuentro arrancó con la emotiva entonación del himno nacional y contó con la presencia de miles de militantes, dirigentes, funcionarios, personal de salud y autoridades de distintas provincias del país que se reunieron con el fin de continuar profundizando el proyecto de inclusión social conducido por la compañera Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y considera a la salud como un derecho fundamental y una política de Estado. Es por eso que, durante la jornada que duró todo el día, los participantes se distribuyeron en seis mesas en donde se discutieron los grandes desafíos del campo de la salud para los próximos años. El fortalecimiento del primer nivel de atención, la política nacional de medicamentos, el sistema de residencias y la formación de recursos humanos, entre otras cosas.
Durante la tarde, dirigieron sus palabras a los militantes numerosos compañeros como el Secretario General de La Cámpora  y diputado nacional, Andrés  “Cuervo” Larroque; la Ministra de Desarrollo Social y referente de Kolina, Alicia Kirchner; los referentes de La Cámpora, Mariano Recalde (presidente de Aerolíneas Argentinas) y Juan Cabandié (legislador de la Ciudad), Edgardo Depetri (Frente Transversal), Adrián Grana de Nuevo Encuentro, Arnaldo Medina, el Viceministro de Salud de la Nación, Daniel Gollan, el director de la Región Sanitaria XI  -Movimiento Evita,  Nery Funes y la Senadora Provincial de Nuevo Encuentro, Mónica Macha.
Alicia Kirchner se dirigió a los presentes y aseguró: “Algunos se creen que en una década se puede ganar todo lo que merecen los argentinos, y la verdad es que nos falta mucho y vamos a seguir trabajando en este proyecto nacional y popular con toda la fuerza”. Y llamó a seguir organizándose, asegurando que “hay  que trabajar sobre la salud en cada lugar. Hay que fortalecer la atención primaria. Es necesario que nuestros hospitales den respuestas y  trabajar sobre la violencia que trae serios problemas de salud”.
Por su parte, Andrés “el Cuervo” Larroque subrayó fuertemente la diferencia entre las lógicas del Estado y el mercado convocando a apoyar a la democracia y explicó que es ésta “la pelea que estamos dando nosotros y para eso necesitamos más fuerza política”.
“Nosotros Llegamos a tener este tipo de discusión porque hemos avanzado en la batalla cultural. Cuando Néstor hablaba en Parque Norte, nosotros recién estábamos sentando las bases de la gestión y de la construcción de una fuerza política. Hoy hemos pasado a otro tipo de discusión, una discusión cultural que nos permite ir más allá y redefinir qué patrones de sociedad queremos. Antes queríamos que la gente consuma y ahora podemos discutir qué tipo de consumo queremos y qué tipo de salud queremos. Estamos avanzando en otro tipo de discusiones”, concluyó Larroque.
Recalde comenzó su discurso diciendo que “el proyecto kirchnerista goza de buena salud” e hizo hincapié en la importancia estratégica de este tipo de encuentros para la profundización del proyecto nacional y popular. Aseguró a su vez que “al mismo tiempo que vamos ganando presencia territorial y vamos construyendo organización en cada uno de los rincones de la patria tenemos que seguir avanzando en la formación de cuadros técnicos, la organización de las propuestas para lo que se viene y la elaboración de aquellos proyectos que nos permitan seguir profundizando. Con la militancia vamos a seguir manteniendo el gobierno nacional y popular  y con los cuadros técnicos vamos a contribuir a la profundización de los cambios. Sigamos por ese camino.”
Cabandié hizo referencia a los avances en materia de salud  y dijo que “a la a salud hay que entenderla integralmente: como la medicina, pero también como la posibilidad de tener agua potable, cloacas, para que nuestro pueblo pueda vivir mejor en cada lugar”. Y agregó: “Esta tarea épica que nosotros tenemos que llevar a cabo es para institucionalizar en la Argentina los avances que ha tenido nuestro pueblo y que ha logrado Néstor Kirchner y la presidenta en este tiempo”.
Asimismo, el militante y subsecretario de Medicina Comunitaria, Maternidad e Infancia de la Nación, Nicolas Kreplak, a cargo de una de las comisiones de debate, aseguró que este plenario es “el corolario de un trabajo muy importante llevado a cabo durante todo el año en el que se recorrió todas las provincias del país y se discutió con los compañeros y los equipos de saludal respecto de cómo estamos en la materia y cuáles son las líneas rectoras en las que tenemos que avanzar en los próximos 20 años de proyecto nacional y popular”.
También estuvieron presentes en el encuentro los diputados Juan Diaz Roig, Carolina Gaillard y Gabriela Alegre. Los viceministros de Salud de la Nación Daniel Gollan y Eduardo Bustos Villar, los ministros de Salud de Santiago del Estero, Luis Martinez y de Catamarca, Noemí Villagra, además de la presencia de secretarios y subsecretarios de distintos distritos.