martes, 3 de junio de 2014

Brasil, un país confuso Por Eric Nepomuceno

Las manifestaciones contra la realización de la Copa del Mundo en Brasil no tendrán las dimensiones de las que sacudieron al país hace un año, cuando se llevó a cabo esa especie de previa del Mundial que es la Copa de las Confederaciones. En aquella ocasión, todos en Brasil, lo que incluye a gobierno y oposición, se sorprendieron con las dimensiones y con el grado de violencia de manifestaciones que llevaron a centenares de miles de brasileños a las calles de las ciudades del país.

Además, el gobierno logró ahora organizar un esquema de seguridad apto para garantizar el orden y aislar a eventuales brotes puntuales de violencia. Los responsables de la realización del evento pueden tranquilizarse, al menos en lo que se refiere a la cuestión del orden público. Esa conclusión y ese anuncio partieron, por supuesto, del gobierno. Porque nadie más se animaría, en el actual escenario, a decir lo mismo. Faltando menos de diez días para que empiece la Copa, la contabilidad de las últimas semanas registra un número creciente de huelgas que, pese a ser convocadas por disidencias francamente minoritarias de sindicatos, logran paralizar las principales ciudades brasileñas. En al menos un caso –Recife, capital de Pernambuco– una huelga policial produjo, hace dos semanas, un escenario de guerra, con saqueos, asaltos por todas las partes, comercio cerrado, clases suspendidas.

Es verdad que las marchas y manifestaciones convocadas específicamente para protestar contra la realización de la Copa y contra los gastos abusivos vienen mostrando, al menos hasta ahora, un poder de movilización bastante reducido. Pero es igualmente verdad que huelgas inesperadas y que tienen por bandera temas tan vagos como “mejores condiciones de trabajo” se multiplican por doquier, y con fuertes consecuencias sobre el cotidiano de la gente. Algunas, como la de los transportes públicos de Río y de San Pablo, sorprenden por su capacidad de literalmente paralizar las dos mayores ciudades sudamericanas. Y están los maestros de escuelas públicas, y los guardias privados de seguridad de los bancos, y un largo y en permanente ebullición etcétera.

No hay un solo indicio creíble y palpable de que ese panorama cambie para mejor de aquí al jueves, 12 de junio, cuando Brasil y Croacia disputarán el partido inaugural de un torneo que irá a durar un mes.

En ese intervalo seguirán las denuncias, muy bien respaldadas por datos concretos, indicando que hubo robo explícito en la construcción y reforma de estadios, cuyos valores han sido francamente manipulados. Seguirán las quejas de que la fortuna invertida en la realización del Mundial debería haber sido destinada a sanar problemas crónicos en la salud pública, en la educación, en el transporte.

Por más que el gobierno muestre, y con razón, que los recursos invertidos en la Copa son ínfimos en comparación con el PIB nacional, esa crítica persistirá. Es que los brasileños tienen toda la razón del mundo para protestar contra la pésima calidad de esos y otros servicios públicos. Cuando se tiene, por un lado, a un gobierno que, pese a todas sus buenas realizaciones, no logra establecer un canal de diálogo con la opinión pública, y por otro, a un conglomerado de medios de comunicación que se esmeran para ocultar lo bueno y reforzar lo malo de ese mismo gobierno (y, a falta de errores concretos, inventa otros, abstractos), se llega a la receta casi perfecta para establecer un clima generalizado de confusión. Y si se agrega a ese cuadro un sistema político basado en el trueque de intereses mezquinos, y no en convergencia de propuestas, la perfección es alcanzada.

De aquí a mediados de julio habrá Copa y tensiones, desde las habituales en esa disputa que involucra al fútbol, pasión nacional absoluta, hasta las otras, las tensiones causadas por esa rara expectativa de que algo serio y grave podrá ocurrir en las calles de cualquier ciudad del país más futbolero del mundo.

Luego vendrá la campaña electoral, y después las elecciones, y sabremos quién habrá de gobernar nuestros estados, quienes serán los señores legisladores y quien presidirá a todos nosotros hasta 2019.

Todo eso parece muy lógico, muy bien programado.

Pero hay una pregunta que nadie contesta: ¿Dónde está la alegría de la víspera, que siempre fue característica de los brasileños a cada Mundial? ¿Dónde las calles coloridas para esperar a la fiesta? ¿Dónde aquella esperanza casi infantil de que otra vez dejaremos bien clarito que cuando se trata de fútbol somos los mejores no del mundo, pero de todas las galaxias?

Por décadas y décadas, el país vivió el sueño de volver a ser escenario de un Mundial. Bueno, el torneo empieza dentro de escasos días. Es, o debería ser, la mayor fiesta del planeta, esperada desde hace al menos 64 años.

¿Habrá fiesta?

02/05/14 Página|12

 

¿Como en el 2003?

El “congestionado” camino a las presidenciales, el problema de los pronósticos tempranos y las continuidades en el sistema político argentino

Por Luis Tonelli

Siete candidatos por el oficialismo. Otros cuatro o cinco por FA-UNEN. Dos muy importantes (Mauricio Macri y Sergio Massa) que se presentan, por ahora, por su propia cuenta. Y quién sabe cuántos probarán suerte. El camino a las presidenciales de 2015 aparece sumamente congestionado.

La novedad la da, sin embargo, el Frente para la Victoria como fuerza política en el poder durante una década y de indudable ADN peronista. Pese al verticalismo tradicional, esta vez no hay “sabio dedo” para ungir al heredero. Ni siquiera intervención de “género” de la Presidenta para que al menos una de los candidatos oficialistas sea mujer. Más bien la consigna bajada desde las alturas de los pisos superiores de la Casa Rosada es que corran los que quieran y que la “gente” decida.

Y si se trata de auscultar lo que la “gente” quiere, lo cierto es que el panorama se reduce en términos de posibilidades reales que tendrán los candidatos, pero no tanto como otras veces. Las PASO que aparecen como relevantes son, obviamente, las del Frente para la Victoria -y allí no hay nadie que le haga sombra a Daniel Scioli-; las de FA-UNEN, con candidatos como Hermes Binner, Ernesto Sanz, Julio Cobos; y las dos solitarias del PRO con Mauricio Macri, y por supuesto, la del Frente Renovador, con Sergio Massa. El tigrense picó en punta, pero se ha amesetado luego de un rápido ascenso acercándose al resto del lote de competidores.

Y alguna encuesta que anda dando vueltas por ahí indica que la “gente” prefiere participar de internas competitivas antes que de las que vota para confirmar un candidato único, como sucedió en la predilección por UNEN en las legislativas recientes en Ciudad de Buenos Aires, para alegría de FA-UNEN y preocupación adicional para Massa y Macri.

La recomposición del sistema de partidos sólo podrá darse cuando nadie que no tenga una trayectoria en una fuerza política institucionalizada pueda siquiera imaginar llegar a la Rosada.

O sea, y tal como es tradición en la Argentina, faltando poco más de un año para las presidenciales nadie puede pronosticar con algún viso de realismo quién será su ganador, o incluso quiénes serán los finalistas. Ni siquiera si va a ser necesaria la segunda vuelta, como ya están adelantando muchos. Se sabe que las PASO funcionan como una encuesta a todo el universo de votantes y, con información precisa, cada uno de los electores puede adelantar el ballotage en la primera vuelta, votando a quien le puede ganar al que menos quiere que gane. Eso que se llama voto estratégico.

Lo que sí llama tremendamente la atención es que el sistema político sigue, en términos de su sistema de partidos, tan descalabrado como en el 2003. En la primera vuelta de las presidenciales de ese año, Carlos Menem obtuvo 24,45%, Néstor Kirchner 22,24%, Ricardo López Murphy 16,37%, Adolfo Rodríguez Saá 14,11% y Elisa Carrió 14,05%.

Si le pegamos una ojeada a lo que dicen las encuestas hoy, los protagonistas cambian, pero los números no son muy diferentes entre los competidores: nadie de los que hace punta, Massa o Scioli, supera los 30 puntos de intención de voto. Los que los siguen, nadie supera los 20 puntos. Hay multipolaridad, y no bipolaridad competitiva: todos contra todos. Como en 2003, salvo en un detalle: en ese año se sabía que quien enfrentara a Menem en una segunda vuelta iba a recibir el voto mayoritario de los que estaban contra el riojano. Esta vez ni eso.

Atrás parecen haber quedado las elecciones con predominio del Frente para la Victoria (el 2007 -45,29 de CFK seguida por Carrió con un 23% y Lavagna con un 16,91%- o el aplastante 2011 con un 54,11% para CFK y, en una atomización inédita en América Latina, ninguno de sus competidores superando el 17% de los votos).

Más allá de si el Frente para la Victoria tiene chances electorales, después del desgaste de diez años de gobierno, la muerte de Néstor Kirchner y la imposibilidad de re-re-elección de Cristina Fernández, la decisión de la Presidenta por ahora es no pasarle la posta a nadie en especial. Es que nombrar un candidato oficial y máxime uno que pueda ganar las elecciones, como Daniel Scioli, sería encumbrar al príncipe sucesor. O sea, significaría que la Reina abdique. Tampoco puede nombrar a un candidato que no tenga perfil propio, ya que la derrota sería suya propia.

Y a pesar de todo lo que se dice y se va a decir, del cansancio de la Presidenta, de los ruegos familiares para que se retire, que “ella está aburrida”, y otras cosas que les pasan a los simples mortales, convendría sólo por hipótesis -al no poder contar nadie con información fidedigna y concluyente- considerar que CFK va a querer seguir gravitando en la política argentina y, si puede, intentar volver en el 2019.

Si la chilena y muy cívica y republicana Michelle Bachelet lo hizo, ¿por qué no la velociraptor patagónico-platense? Máxime cuando Cristina Fernández mira desde lo alto el panorama desolado argentino y brilla sola en el firmamento político. No hay nadie en el oficialismo ni en la oposición que se le acerque ni por lejos en densidad y capacidad política. Y esto tienen que reconocerlo también los opositores.

Por supuesto, esto no significa que la Presidenta pueda seleccionar a quien será el candidato de la oposición que quiere que gane. En Chile, si no gana la centroizquierda, gana la centroderecha. Aquí, puede ganar cualquiera (ni de izquierda ni de derecha, sino todo lo contrario, como se autodefinía ideológicamente el PRI mexicano en su golden age).

Mientras tanto, un sistema de partidos que supo ser acusado de “bipartidista” en los 90 -tal el eslogan de campaña del Frepaso por esos tiempos- hoy sigue fragmentado y dominado por las candidaturas-personajes que son las que inclinan la bandeja de mercurio que arrastra a los políticos territoriales.

Todo el período de predominio kirchnerista puede entenderse no como uno de preeminencia de una fuerza política sino como una etapa de predominio político y electoral del Gobierno (o incluso de los gobiernos, provinciales y municipales). En un contexto de fragmentación, quien ostenta los recursos materiales y simbólicos que brinda el ocupar el Poder Ejecutivo da una ventaja comparativa decisiva. Cosa que demuestra la tasa de reelección gubernativa y el nivel de fragmentación de las fuerzas opositoras.

Imposibilitados de re-elección los ejecutivos, la política de candidatos emerge nuevamente, especialmente en las presidenciales, y en los distritos más mediatizados. El colmo de los colmos se da en la provincia de Buenos Aires, donde no aparecen candidatos de fuste para pretender ser gobernador (salvo los amagues de Elisa Carrió y de Felipe Solá). Es que quien “mide” en la provincia que representa el 40% del electorado (reforma de 1994 mediante) más que para gobernador pasa a estar para ser presidente.

Todo lo cual genera una perniciosa lógica del poder sin contralor con las consecuencias que todos ya no nos imaginamos sino que corroboramos. La democracia presidencialista necesita de una oposición lo suficientemente fuerte para controlar pero no tanto como para bloquear. Demanda de alternancia en el poder, pero no a través de crisis catastróficas. Todos requisitos que no se dan naturalmente.

La política de candidatos ha llegado para quedarse; de eso no cabe duda. Mientras los candidatos individualmente piensen que pueden llegar solos, sin necesidad de estructura, y lo comprueben, seguirá la fragmentación. Si estiman que igual, coaligándose, perderán frente al oficialismo establecido, preferirán hacerlo solos, cuidando su quinta, como pasó en 2007 y en 2011.

La recomposición del sistema de partidos sólo podrá darse cuando nadie que no tenga una trayectoria en una fuerza política institucionalizada pueda siquiera imaginar llegar a la Casa Rosada. Hoy, esto está bastante lejos de ser así, y quién sabe si volverá algún día a serlo nuevamente.

Revista Debate

JUAN CARLOS CEDE EL TRONO Y LA JEFATURA DEL ESTADO A SU HIJO FELIPE EN EL PEOR MOMENTO DE LA CASA REAL Jaque al rey tras la movida de la abdicación

“Mi hijo Felipe, heredero de la corona, encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica”, sentenció.

El rey dijo que el país necesita “que una generación más joven se encargue de las reformas que la coyuntura actual está demandando”. En las principales ciudades se realizaron manifestaciones contra la continuidad de la monarquía.

Por Flor Ragucci
Desde Barcelona

Amanecía como un lunes cualquiera, pero a media mañana la historia cambió. La Historia con mayúsculas. De repente, millones de españoles se encontraron almorzando frente a la emisión de un comunicado del rey que anunciaba su abdicación. El presidente Mariano Rajoy fue el encargado de dar la noticia: “Juan Carlos cede el trono y la jefatura del Estado a su hijo, el príncipe de Asturias, que una vez que haya concluido el proceso legal marcado por el artículo 57 de la Constitución para la transmisión de la Corona, se convertirá en Felipe VI de España”. Rajoy se limitó a expresar la voluntad del rey de renunciar al trono, sin especificar los motivos de su marcha. “He encontrado al rey convencido de que es el mejor momento para que pueda producirse con normalidad el cambio de jefatura y la transmisión de la corona al príncipe”, explicó el líder del Ejecutivo.

Ante el pasmo generalizado, la justificación oportuna no tardó en llegar. Al mediodía, Juan Carlos, sentado en su archiconocido escritorio del Palacio de la Zarzuela, desde donde siempre se dirige a los españoles, pronunció el que, al parecer, será su último discurso. Eso sí, la escenografía presentaba en esta ocasión nuevos matices: de fondo, una foto suya con su hijo –el futuro Felipe VI– y su nieta Leonor (la siguiente en la línea sucesoria) sirvieron de marco a su intención firme de continuidad.

El monarca develó que la decisión ya estaba tomada desde enero, cuando cumplió 76 años, y destacó “la madurez, preparación y sentido de la responsabilidad” de su sucesor. “Mi hijo Felipe, heredero de la corona, encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica”, sentenció. También tuvo palabras para la princesa Letizia y para su consorte, la reina Sofía, a quien agradeció su “colaboración y generoso apoyo”. “Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera y a cuyo servicio he puesto todas mis capacidades, mi ilusión y mi trabajo”, detalló en su mensaje emitido a través de TVE. Es por ello, dice, por lo que deja en “primera línea” a “una generación más joven, que pueda afrontar con nuevas energías las reformas que la coyuntura actual está demandando”. Al hablar de ese cambio que la sociedad reclama, el rey parece obligado a reconocer lo sucedido tras las elecciones europeas de hace una semana, en las que los dos partidos mayoritarios, el Popular y el Socialista, sufrieron un fuerte revés y la cuarta fuerza más votada resultó ser la que enarbola las demandas de los indignados. Su decisión presupone, incluso, la aceptación del enorme desprestigio de la casa real –a raíz de los escándalos de corrupción que protagonizó su familia en los últimos años y de su famosa caza de elefantes en Botswana– así como el descrédito generalizado en las instituciones políticas para la población española.

Pero, en su discurso oficial, Juan Carlos no mencionó nada de esto de forma explícita ni, menos que menos, asumió responsabilidades directas, sino que pasó la pelota rápidamente a los efectos de la crisis. “La larga y profunda crisis económica que padecemos ha dejado serias cicatrices en el tejido social, pero también nos está señalando un camino de futuro cargado de esperanza [...] se ha despertado en nosotros un impulso de renovación, de superación, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor”, expresó Juan Carlos en su discurso. “En la forja de ese futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista”, agregó, como otro de los motivos de su marcha.

Aunque con “nueva generación” a lo que el rey se refiere es a la sucesión de su hijo, las urnas y las voces en la calle piden otra clase de renovación. El ascenso de jóvenes partidos políticos y el reclamo de una república van cobrando fuerza en un país desgastado por la corrupción y los recortes sociales. De hecho, no bien anunció su abdicación, los ciudadanos comenzaron a movilizarse y convocaron de forma espontánea concentraciones en las plazas principales de las ciudades españolas, para reclamar que no se continúe con el proceso de sucesión al trono y se convoque un referéndum para que los españoles decidan si quieren mantener la monarquía o si prefieren que se instaure la III República.

Juan Carlos, a pesar de que reconoció que los últimos años “nos han permitido hacer balance autocrítico de nuestros errores como sociedad”, no asumió en su mensaje los suyos. Es más, presumió, orgulloso y sentimental, de su gestión: “He querido ser rey de todos los españoles; me he sentido identificado y comprometido con vuestras aspiraciones, he gozado con vuestros éxitos y he sufrido cuando el dolor o la frustración os han embargado”, declamó. También insistió en que su marcha no se debe a su debilitada salud. “Una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner fin a mi reinado y así acabo de comunicárselo al presidente del Gobierno”, recordó.

Rajoy convocó un Consejo de Ministros extraordinario, que tendrá lugar hoy a las 12, del que saldrá un proyecto de ley orgánica que, simplemente, regularice la cesión de la Corona desde Juan Carlos al futuro Felipe VI. “Espero que en un plazo breve las Cortes puedan proceder a la proclamación como rey del que hoy es príncipe de Asturias”, expresó el presidente. Por su parte, el jefe del Ejecutivo alabó la figura tanto de Juan Carlos como de Felipe e hizo un llamamiento a la “calma”. “Estoy convencido de que sabremos escribir una nueva página de la Historia en un clima sereno, con tranquilidad”, declaró.

Rajoy no admitió preguntas tras su declaración institucional y, evitando enfrentarse con las numerosas peticiones de referéndum para decidir si se quiere o no continuar con la monarquía, prefirió destacar la figura del rey como “el mejor símbolo de nuestra convivencia en paz y libertad, el principal impulsor de nuestra democracia, que fue su baluarte cuando la vio amenazada”. Con ello quiso homenajear a la persona que “durante 39 años se convirtió en una figura histórica, tan ligada a la democracia que no se pueden entender una sin la otra”, manifestó.

Mientras que el Partido Socialista también salió en defensa de la imagen pública de la corona, el líder de Izquierda Unida Cayo Lara aseguró que “es la hora de que hable el pueblo, es la hora de la democracia en mayúscula”. La federación mostró su adhesión a la convocatoria de manifestaciones en toda España para reclamar un referéndum y, por su parte, el flamante partido Podemos, que resultó uno de los máximos vencedores en las elecciones europeas, también proclamó su apoyo. “Dijimos que los resultados del 25-M abrían un ciclo de cambio político histórico en nuestro país. No imaginábamos que comenzaría tan rápido”, aseguró la formación en un tuit. Además, su portavoz, Pablo Iglesias, insistía en que “debe convocarse un referéndum porque no somos súbditos sino ciudadanos. Es la hora de que la gente tenga la palabra”.

Heredero de una corona en crisis

Felipe de Borbón y Grecia, príncipe de Asturias, asumirá como rey de España en momentos en que la monarquía y el país enfrentan la peor crisis desde el reinstauración de la democracia. Con la popularidad en mínimos históricos, sobre todo después de que su padre, el rey Juan Carlos, fuera sorprendido cazando elefantes en Africa con una amante mientras en su país el desempleo batía records, el nuevo monarca deberá mostrar grandes dotes políticas para esquivar las demandas republicanas. Sin embargo, el primer rey español que contará con una licenciatura universitaria –Derecho- y un master –Relaciones Internacionales– corre con una ventaja: es el miembro de la Casa Real mejor valorado, con apoyo de más del 66 por ciento de los españoles. En cambio su esposa, Letizia Ortiz, futura reina, es uno de los miembros de la familia peor valorado por su pueblo. Felipe quedará al frente de un Estado embarcado en una política neoliberal, que en aras de equilibrar las finanzas públicas empujó la desocupación y los desalojos a extremos desconocidos para los españoles que no vivieron la Guerra Civil. En la primera Cumbre Iberoamericana, celebrada en México en 1991, Fidel Castro le preguntó a Juan Carlos por su hijo. “Oye, una cosa. Ese hijo tuyo tan alto y tan buen mozo, ¿qué hace? ¿Es una especie de vicerrey o algo así?”. El monarca español sonrió y respondió: “Ser heredero es prepararse para ser rey”.


Acorralados por las denuncias

La actividad privada del rey generó estupor entre los españoles en un momento en que la corona era blanco de fuertes críticas por el caso de corrupción que comenzó salpicando sólo al yerno del monarca, el duque de Palma Iñaki Urdangarín, y que ahora también involucra a su esposa e hija del rey, la infanta Cristina. El 12 de diciembre de 2011, la Casa del Rey apartó a Urdangarín de las actividades oficiales por “su conducta no ejemplar” tras ser imputado en el escándalo del Instituto Noos por blanqueo de capitales. Luego, como supuesta muestra de transparencia, hizo públicas sus cuentas por primera vez. A pesar de los gestos, el daño ya estaba hecho y no había vuelta atrás. Para entonces, los diarios El País y El Mundo publicaron la existencia de unos correos electrónicos en poder del juez Pablo Ruz, que investigaba a Urdangarín. y que acreditaban que el rey mediaba en los negocios de su yerno, imputado por apropiación indebida de fondos públicos. En este contexto, la opinión pública dio un vuelco. En enero de 2013, una encuesta revelaba que el apoyo a la monarquía había caído a un mínimo histórico del 54 por ciento; otro sondeo de abril de El País indicó que el 53 por ciento de los españoles desaprobaba la manera en que el rey desempeñaba sus funciones. Un secreto que Juan Carlos se llevará a la tumba –y que enluta a la corona española– es qué fue lo que sucedió con su hermano Alfonso, fallecido el 29 de marzo de 1956 mientras esperaba la cena y jugaba con Juan Carlos, en la sala de juegos de la mansión, con una pistola calibre 22.
03/06/14 Página|12

LA CAMARA FEDERAL CONFIRMO EL PROCESAMIENTO DE OMAR GRAFFIGNA La Fuerza Aérea también



Por Ailín Bullentini
La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento con prisión preventiva para el ex jefe de la Fuerza Aérea Omar Domingo Rubens Graffigna y otros dos integrantes de esa fuerza por los secuestros de Patricia Roisinblit y José Manuel Pérez Rojo durante la última dictadura cívico-militar en la Regional de Inteligencia de Buenos Aires, que funcionó en la localidad bonaerense de Morón. Ella es la hija de la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, y ambos son los padres de Mariana y Guillermo Rodolfo Pérez Roisinb 2238 lit, quien fue arrebatado de su mamá y recuperó su identidad en 2000. Patricia y José Manuel permanecen desaparecidos y son, hasta el momento, las únicas víctimas de la última dictadura cuyo paso por la RIBA fue certificado. La sala I de la Cámara también confirmó el embargo por 75 mil pesos a Gra-ffigna, al ex jefe Luis Trillo y a Francisco Gómez, ex agente civil de Inteligencia de esa fuerza y apropiador de Guillermo, ordenado junto a las otras medidas por el juez federal Daniel Rafecas en junio de 2013.
Durante la instrucción que sigue sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas bajo la órbita del Primer Cuerpo del Ejército argentino durante la última dictadura, Rafecas se topó con la historia de Patricia y José Manuel, que sumó otro escenario de horror. A partir del secuestro del joven matrimonio, el Regimiento de Inteligencia de Morón, “la RIBA”, pasó a integrar el tramo de aquella megacausa conocido como la Subzona 16. La Mansión Seré, las comisarías de Haedo, Castelar y Morón y las bases aéreas de El Palomar, Moreno y Morón completan los centros que escondieron las atrocidades del terrorismo de Estado entre 1976 y 1983 bajo responsabilidad de la Fuerza Aérea.
Al igual que el resto de los que tuvieron lugar en la jurisdicción del Primer Cuerpo, los crímenes sucedidos en la Subzona 16 se le atribuyen al genocida y máximo jefe de ese escalafón Guillermo Suárez Mason, que falleció en 2005 sin ser condenado, aunque estaba preso. No es el caso del secuestro del matrimonio Pérez-Roisinblit, que es el único, por ahora, que permite mantener bajo la mira de la Justicia a Graffigna, Trillo, ex jefe de la RIBA, y Gómez, quien ya cumplió su condena por la sustracción de la identidad de Guillermo y su apropiación durante más de dos décadas. “Por ser un espacio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, lo que sucedió en la RIBA nos lleva directo a Gra-ffigna”, informó Rafecas.
Hasta que no se unieron un par de cabos, no había destino conocido de víctimas de la última dictadura que atravesara esa oficina de Aeronáutica que funcionaba en Morón. Rafecas determinó que Patricia y José Manuel, secuestrados en octubre de 1978, habían estado allí detenidos clandestinamente a partir de dos líneas de datos: las declaraciones de un grupo de mujeres que salieron con vida de la Escuela de Mecánica de la Armada y el testimonio de Guillermo Pérez Roisinblit, el joven apropiado y restituido.
Las sobrevivientes Miriam Lewin, Amalia Larralde, Sara Osatinsky y Noemí Actis vieron a Patricia en la ESMA. Allí, algunas de ellas asistieron el nacimiento de Guillermo –la hija de Roisinblit fue trasladada a ese gran infierno para el parto–, otras la ayudaron durante los primeros días de vida del entonces bebé. Todas escucharon la descripción que Patricia les realizó del sitio de donde venía, que también allí estaba su marido, José Manuel: el lugar tenía un sótano. Tiempo después, ese bebé convertido en hombre sumó más datos: cuando su apropiador le confirmó aquello que le habían revelado los análisis genéticos realizados con la muestra de sangre que el joven había dejado en Abuelas de Plaza de Mayo, en abril de 2000, le precisó que su mamá había estado detenida en el Regimiento de Inteligencia de Buenos Aires, en Morón. Rafecas ordenó un reconocimiento del lugar al que asistieron familiares querellantes y en el que se confirmó la descripción de Patricia reflejada en los testimonios de las sobrevivientes de la ESMA.
Los pasos siguientes fueron las detenciones de Graffigna, de Trillo y de Gómez, que en junio de 2013 fueron procesados. Brigadier retirado de la Fuerza Aérea, la fuerza militar con menos integrantes condenados por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado.
Graffigna integró la Junta Militar que manejó al país entre 1979 y 1981. Resultó absuelto en el Juicio a la Juntas desarrollado en 1985 y recién la Justicia argentina lo detectó hace poco más de un año. Poco antes, en 2007, había integrado la lista de represores condenados por la justicia de España, con representación en el entonces juez de la Asamblea Nacional Baltasar Garzón, por genocidio, terrorismo y torturas.

Página 12

LA CARTA DEL PAPA PARA LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE DERECHO PENAL Mensaje para medios y juristas

El coordinador de la comisión elaboradora del anteproyecto de reforma del Código Penal, Roberto Carlés, afirmó que el papa Francisco envió “un mensaje claro y contundente para los medios, los políticos, juristas y jueces para que tengan una visión humanista de la cuestión penal”, al referirse a una carta que envió el Sumo Pontífice a los participantes del XIX Congreso de la Asociación Internacional de Derecho Penal. En la misiva, Francisco señaló que “el aumento o endurecimiento de las penas no resuelve los problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia”.
Carlés señaló que Francisco sostuvo que “la experiencia nos dice que el aumento o endurecimiento de las penas no resuelve los problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia”. En torno del rol de los medios, el Papa consideró que “en su legítimo ejercicio de la libertad de prensa juegan un papel muy importante y tienen una gran responsabilidad: de ellos depende informar y no contribuir a generar alarma o pánico social cuando se dan noticias de hechos delictivos”. El jurista destacó que se trata de “un mensaje claro y contundente para los medios, los políticos, juristas y jueces para que tengan una visión humanista de la cuestión penal, y hace referencia a la función del Estado con respecto a las víctimas, en torno de la necesidad de contenerlas”.
A criterio de Carlés, esta expresión del Papa “va a contramano de la tendencia de todo el mundo, y habla de la necesidad de una Justicia humanizadora y reconciliadora”. El jurista comentó que luego de su visita a Francisco, en marzo pasado, lo invitó a escribir una carta con motivo del XIX Congreso de la Asociación Internacional de Derecho Penal, cuyo texto, publicado ayer por Página/12, recibió el domingo a través de un correo electrónico.
En tanto, el diputado nacional y titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja, Remo Carlotto, destacó la carta del papa Francisco y su reflexión en torno del endurecimiento de las penas y dijo que expresa “un dato claro y objetivo de la realidad”. Carlotto sostuvo que “lo que expresa el Papa es un dato claro y objetivo de la realidad: hemos endurecido las penas a partir de la llamada legislación Blumberg y no tuvo ningún resultado concreto respecto de morigerar la situación del delito en la Argentina”. El legislador agregó que “las señales que da el Papa con respecto a la estigmatización social, el abuso de la prisión preventiva y la idea de encarcelamiento como solución es una respuesta lógica y humana”. En ese sentido, el diputado nacional del Frente para la Victoria lamentó “que suban índices de encierro, porque vemos que hay un abuso de la prisión preventiva y se vulneran derechos de las personas, como el de presunción de inocencia”. Además destacó la necesidad de “perseguir el crimen organizado y no pensar que el encarcelamiento masivo va a solucionar conflictos de la seguridad pública”.
Asimismo, Carlotto consideró que “el rol de los medios debe ser observado por el conjunto de la población”, al afirmar que los noticieros “tienen un altísimo porcentaje de hechos de carácter policial, y la repetición de acontecimientos policiales genera en la población una profunda angustia y condiciona la mirada”.
Página 12

EL PAIS › OPINION Ideología e ideologías

 Por Roberto Follari *
Todos tenemos ideología. La creencia de que la ideología es sólo cuestión de quienes se interesan en política es una ingenuidad. Como profesor de Teoría del Conocimiento, no puedo cansarme de enseñar a mis alumnos universitarios que la ideología más fuerte es la de aquellos que creen no tenerla.
Es que la ideología no es una idea acerca de la política, sino las nociones que todos tenemos –y no siempre de manera plenamente consciente– sobre qué es la sociedad, qué es el individuo, qué es la justicia social, qué es el poder, etcétera. Para sostener esas ideas, no se requiere pensar explícitamente en política. Todos vivimos en sociedad y tenemos un modelo implícito de qué es bueno y qué es malo para la sociedad, aunque jamás hayamos dicho una palabra específica sobre el sistema político.
De tal manera no existen las personas “independientes”, no hay quienes no respondan a ideología alguna. Todos dependemos de nuestras ideas, y –lo peor– es que no todos somos conscientes de que las tenemos y mucho menos de cuál es el origen de las mismas, no sabemos a menudo por qué pensamos como pensamos.
Las ideas no nos vienen del cielo ni del interior de nuestra cabeza. Son la resultante de una serie de influencias que hemos pasado en nuestra vida: el sector social al que pertenecemos, el género, la época, las escuelas a que fuimos, las iglesias a las que pudiéramos haber pertenecido, los clubes, los amigos. Todos ellos han hecho que seamos los que somos. Nadie se inventa a sí mismo: a lo sumo, cada uno recombina a su manera las ideas que no ha producido por sí solo.
Si hubiéramos nacido en Sudáfrica y no en Argentina, pensaríamos muy diferente. Si hubiéramos nacido en tiempos de Pericles en la Grecia Antigua, hubiéramos aceptado la esclavitud como natural. Si hubiéramos nacido en Arabia Saudita, seríamos muy probablemente musulmanes. Somos el fruto de nuestras concretas condiciones de vida, no el de nuestras individuales elucubraciones.
Entonces, no hay gente que tenga ideología y otra que pueda ufanarse de no tenerla; estos últimos suelen creer –erróneamente– que pueden ponerse “por encima” de quienes asumen explícitamente su ideología. Pero en verdad, ideología tenemos todos. Están los que saben que la tienen, y por ello pueden razonar sobre ella, modificarla. En cambio, los que se creen “independientes” ni siquiera se han enterado de la ideología que los atraviesa. Por tanto suelen creer, con ingenuidad conmovedora, que ellos dicen “cómo son las cosas”, que sus opiniones son neutras y objetivas. De tal manera, confunden el modo singular en que sus lentes les hacen ver la realidad, con la realidad misma.
Sucede con alguna veterana comensal de la TV que cree que la sociedad es igual a los rumbos de Recoleta o Barrio Norte, en Buenos Aires. Como ella vive allí y sus amigas son señoras adineradas que toman el té en ratos de ocio, ella vive en una burbuja, pero cree que todo el mundo piensa como se piensa en ese lugar. Ella habla con “la gente”, y esa gente –sólo ésa, claro– piensa igual que ella. De tal modo que cree que el mundo es idéntico a como ella lo ve, aunque lo mire por una rendija mínima que muy pocos –con ese poder adquisitivo– pueden compartir.
De modo que a no enorgullecerse de que “pienso por mí mismo”, “no soy militante de nada”, “digo las cosas como son” y parecidas muestras de desconocer cómo es que están formadas las propias ideas que todos llevamos. El que dice esas cosas y cree no ser dogmático por no adscribir explícitamente a una ideología política es doblemente dogmático: no solamente tiene un pensamiento determinado y una perspectiva parcial (jamás podría ser de otra manera, para los seres humanos), sino que ni siquiera se entera de ello. Cree que su singular mirada del mundo es igual al mundo mismo. Por ello no tiene la menor posibilidad de reaccionar frente a sus propias distorsiones, de modificar su pensamiento o de afinarlo. Confunde su propia mirada con los objetos que capta a través de ella.
Por lo dicho, aquellos que dicen no tener ideología y se creen libres de ella están instalados en el dogma y lo acrítico a total plenitud, en nombre de la pretendida “independencia de pensamiento” a que tantas veces se apela, sobre todo en una TV nacional cada vez más ignorante y atolondrada.
* Doctor en Folosofía. Universidad Nacional de Cuyo.

› ELISA CARRIO SORPRENDE CON SUS IMAGENES Y TEXTOS EN LAS REDES SOCIALES #LasocurrenciasdeLilita en Twitter

 Por Werner Pertot
La cuenta de Twitter de Elisa Carrió volvió a dar que hablar ayer, cuando se sacó una foto en la cama y con una muñeca, a la que llama “republiquita”. No es la primera vez que Carrió llama la atención con su uso de Twitter. Como en los medios masivos, en las redes sociales la dirigente del Frente Amplio Unen (FA-Unen) apuesta al impacto. Según cuentan en FA-Unen, la cuenta la maneja ella misma, que dicta los tweets a dos señoras que la acompañan a todas partes y le sacan las fotos con una tableta. Carrió lo ve como una vía para mostrarse descontracturada.
La líder de la Coalición Cívica-ARI fue una de las últimas en incorporarse a la red social del pajarito. Su cuenta tiene 57 mil seguidores, 1800 tweets (un número que indica que no lleva tanto tiempo en la red), 567 videos y fotos y 30 favoritos, entre los que se cuentan, curiosamente, tweets propios. La imagen de Twitter la muestra vestida con un chal blanco, mirando hacia el horizonte con una media sonrisa. En la biografía dice “diputada nacional Unen”. La cuenta alterna tweets más clásicos de un dirigente político, como fotos en charlas o en actos, con algunas imágenes más disruptivas. Aquí, algunas de ellas.
  • La primera que impactó fue una imagen en la que se la veía tirada en el suelo junto al baúl de un auto: “Acá estoy, en San Lorenzo, Salta. Escondiéndome de @FernandezAnibal”. Ella explicó luego que lo hizo porque la paró un matrimonio de ancianos que se mostraron muy preocupados porque “le pasara algo”, y ella se sacó la foto para aliviar la tensión.
  • Otra foto la muestra a Carrió sosteniendo un bonsái de Pino. “Volviendo a casa con mi ‘pinito’”, dice. Fue cuando hicieron el acuerdo con Solanas.
  • Una imagen de Carrió, sentada en el banco de una plaza con un payador, dice: “Festejo la caída del ‘código civil trucho’ cantando ‘La Oma’ con mi amigo el payador”. Es del 22 de noviembre de 2013. Tuvo 315 retuits.
  • El 8 de mayo se la ve en una foto con un saco rojo y junto a un auto. El texto dice: “Voy al conurbano en busca de narcos. Recen por mí”. Luego le sigue una serie de tweets. “Al corazón de los dominios de Aníbal. Sin foto, por si me persigue”, escribió. “Parece que hay un BMW siguiéndome. Tendrá otro?”, tipió unos minutos más tarde. “Superman, vení a ayudarme”, dice otro, donde ella aparece al lado de un hombre con una remera del superhéroe. “Superman le sacó una foto al BM”, dice otra imagen, que muestra la foto sacada desde un auto. “Entrando en Capital. Operación exitosa! La semana que viene, novedades...”
  • Otra foto el 17 de mayo la muestra a Carrió detrás de una estatua y haciendo un gesto de silencio. El texto del tweet dice: “Buscando en Zárate a De Vido, reportando al agente @SanchezFdo”, que es la cuenta de Twitter del diputado Fernando Sánchez. Tuvo 665 retuits.
  • Otra imagen la muestra con un afrodescendiente con un maletín en el que tiene joyas. El texto parece estar dirigido a la Presidenta: “Dejame ordenado el despacho. Llevate las joyas, ya tengo las mías”.
  • Publicó la foto de su encuentro con Mauricio Macri y Ernesto Sanz en una cumbre de la CRA, pero como mensaje le puso: “Los maridos son infieles y los del campo, peor”. Antes se sacó una selfie con los “jóvenes de la Sociedad Rural en Gualeguaychú”. Otra imagen la muestra sentada en el banco de una plaza. Dice: “Esperando al ‘Dr. Chanz’”. Tuvo 160 retuits. “Patitas descansando en San Nicolás”, contó en otro tweet, donde muestra una foto de sus piernas en un sofá. Fue el 24 de mayo.
  • “La república está creciendo. La tía Marcela también la cuida”, dice otra imagen de Carrió rodeada de gente y empujando un cochecito de bebé (con un niño real, en este caso). “La república y yo, un sentimiento”, dice otro tweet, que muestra una foto de Carrió con la muñeca bebé en el Congreso. Carrió la mira fijo y le hace un mimo. “El nuevo papá de la república, Superman”, dice otra imagen de Carrió con el hombre vestido de Superman. Tuvo 195 retuits. Otro tweet la muestra con otro cochecito de bebé: “Paseando la república por el Torreón de Mar del Plata”, escribió Carrió.
  • “A la republiquita la cuido yo”, tuiteó Carrió desde su cama, donde se la ve con un camisón y abrazando a la muñeca bebé, como si fuera una parturienta. La imagen tuvo 2300 retuits.
En los últimos tiempos, Carrió empezó a intentar instalar el hash-tag #RR o #RecuperarLoRobado. “Todo lo redacta ella. Todo sale de su cabeza. No tiene community manager, ni una empresa, ni nada de eso”, cuentan en FA-Unen. La asisten Blanca y Berta, dos mujeres mayores que forman parte de la agrupación Mujeres por la Paz. La acompañan a todas partes con una tableta y ella les va dictando. Carrió plantea que, con la cuenta, puede mostrar un estilo descontracturado en los temas más complicados.
Sobre la lectura que pueden hacer sus adversarios de sus tweets, en FA-Unen aclaran que “a ella no le da miedo que la traten de loca. Se ríe de eso”