sábado, 31 de mayo de 2014
EL PAIS › OPINION Erase una vez
Por Horacio Arreceygor *
Los medios de comunicación occidentales han experimentado múltiples fusiones que reducen la diversidad de las noticias y las opiniones (Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización: Por una globalización justa: Crear oportunidades para todos-Ginebra, OIT, 2004),
Erase que, a lo largo y ancho del país, los trabajadores de la televisión no sabían quiénes eran los dueños de los medios, que la legislación había relajado las obligaciones de registro y que los canales se compraban y vendían a veces varias veces en meses como prenda de cambio de otros negocios, y que los que llegaban a hacerse cargo colgaban su señal propia de otros medios que ya tenían, levantaban los centros de emisión y le echaban la culpa a la tecnología y no a la concentración indebida de la caída de las fuentes de trabajo que solo se sostenían por la lucha sindical. Ese érase no existe más. Desde que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se comenzó a aplicar y las políticas cambiaron. En los últimos años ha crecido la cantidad de producción, se hace ficción en el interior y estamos a las puertas de que la totalidad de los procesos de adecuación sean aprobados y se empiece a desandar un camino que silenció voces mucho tiempo.
Nuestra organización vino reclamando el cambio de la vieja ley de radiodifusión desde antes que el neoliberalismo la empeorara con megacorporaciones. Hoy asistimos a un paso fundamental en el que el principal operador de cable del país ha puesto de modo explícito su voluntad de cumplir la ley. Es un hecho de suma relevancia ver cómo un mandato de todos los relatores de libertad de expresión y del sistema interamericano que reclama reglas antimonopólicas empieza a tomar vigencia.
Es cierto que faltan cosas tanto como institucionalizar otras para evitar retrocesos. Pero es tan cierto como que las reglas de pluralismo y diversidad fortalecen la democracia y solidifican el nacimiento de nuevas voces, y con ello nuevas fuentes de trabajo. La concentración históricamente las opacó, tanto como a las expresiones de la política. En este nuevo tiempo, la aplicación simétrica, universal y simultánea de reglas de adecuación debe promoverlas y estamos expectantes de que así sea. Nos permitimos recordarles a los lectores que hay convenios institucionales que ratifican las reglas de mantenimiento de la cantidad y calidad de aquéllas como condición de las instancias de esta adecuación. Hemos militando mucho por décadas para cambiar una realidad que se achicaba. No vamos a dejar de hacerlo ahora cuando las cosas cambian; estaremos alerta para que siga así y vamos a oponernos con todas nuestras fuerzas si por alguna razón se pretende echar por la borda lo conquistado en el futuro. La memoria y el destino de todos nuestros compañeros nos comprometen.
* Secretario general del Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SAT-SAID).
EL MUNDO › OPINION Debatir la calidad
Por Eduardo López y
Mariano Denegris *
Mariano Denegris *
“Los jóvenes de hoy aman el lujo, son mal educados y desprecian la autoridad, no respetan a sus mayores, pierden el tiempo mientras deberían trabajar, los jóvenes ya no se ponen de pie ante los mayores, contradicen a sus padres y les faltan el respeto a sus maestros.”
Diálogos, Platón y Sócrates, 470 a. C.
Diálogos, Platón y Sócrates, 470 a. C.
“Ya nadie comprende / si hay que ir
al colegio
/ o habrá que cerrarlos / para mejorar...”
E. S. Discépolo, 1931
al colegio
/ o habrá que cerrarlos / para mejorar...”
E. S. Discépolo, 1931
“Si mando a mi hijo a la escuela pública se recibe de piquetero.”
L. Majul, 2014
L. Majul, 2014
Los resultados de determinadas pruebas estandarizadas indican que nuestro país ha descendido en los rankings de “calidad educativa” en los últimos años. La difusión de estos índices se ha convertido en evidencia incuestionable para afirmar que “la educación está cada día peor”. Esta idea, atornillada al sentido común, es solidaria de aquella que sostiene que los chicos y jóvenes de hoy son peores que los de ayer.
Sin embargo, quienes creemos en la educación para la transformación, la democracia y la igualdad en la diversidad debemos animarnos a discutir con esta idea de que la educación de hoy está peor que la de antes. Porque todo intento por realizar las necesarias transformaciones del sistema educativo nace derrotado si idealiza al pasado y renuncia a la esperanza del presente y el futuro.
Todas estas mediciones de calidad estandarizadas no toman en cuenta un rasgo a nuestro juicio esencial para evaluar un sistema educativo: su grado de inclusión. Es decir, para estas pruebas, por caso las PISA, da igual que el sistema educativo sujeto a medición tenga muy pocos estudiantes de elite y quede por fuera la inmensa mayoría de la sociedad o incluya a todos y aumente progresivamente los niveles de escolarización. Como señalara oportunamente la secretaria general de Ctera, Stella Maldonado, al conocerse los últimos resultados de PISA: “Curiosamente sucede que la ciudad de Shangai, que tuvo una muestra de 25 escuelas, queda muy por encima de Finlandia, que claramente tienen un sistema educativo igualitario e integrado, y que Argentina, que tiene 1,6 por ciento de analfabetos, queda por debajo de Brasil, país en el que aún hay 8,6 por ciento de analfabetismo”.
Y esto no es casual, los sectores que promovieron hace algo más de una década las reformas educativas neoliberales que fracasaron en todo el continente –Chile fue el caso extremo–, dicen hoy que la mayor inversión educativa de los últimos años es “plata tirada a la basura”, puesto que no mejoraron los índices de calidad. Para ellos no importa que niños, niñas y adolescentes estén afuera o adentro de la escuela. En esa inclusión se “tiró la plata”, léase el aumento de la inversión educativa del dos por ciento a más del seis del PBI. Es cierto, la inclusión no garantiza la educación de calidad, pero la exclusión asegura su ausencia. En otras palabras, para nosotros la inclusión es la condición necesaria, aunque no suficiente, para empezar a discutir la calidad.
El otro elemento pasa, precisamente, por debatir “la calidad”. No existe algo así como una “calidad” aséptica de la educación. Es a partir de fines políticos, económicos y sociales que una sociedad se pone objetivos educativos, establece qué perfil de egresado quiere, qué conocimientos privilegia, qué rasgos institucionales les da a sus escuelas, etcétera. Si un modelo estatal desprecia la forma de vida democrática puede que crea que la escuela autoritaria de los años ’60 y ’70 era de mayor calidad. Si un proyecto de país destruye su industria y pone su economía al servicio del capital financiero puede que la reforma menemista que eliminó la educación técnica sea vista positivamente. Es evidente que tenemos una gran tarea por delante para hacer de la educación pública un espacio mucho mejor. Pero debemos tener en cuenta que la calidad constituye un valor en discusión vinculado a qué proyecto de país construimos. Y no sólo de país. También debe abordarse regionalmente esa discusión. Así como el abandono de las recetas neoliberales en economía supuso la ruptura con la dependencia de los organismos internacionales de crédito, para quebrar la dependencia cultural y educativa es necesario abandonar estas pruebas diseñadas por los intereses de mercado internacional y, como lo venimos exigiendo desde Ctera, cumplir con lo acordado en la Comisión de Educación del Mercosur: crear un sustituto de evaluación regional y construir parámetros propios que reflejen nuestras realidades.
Sin asumir que la calidad educativa es siempre producto de disputas y consensos políticos, económicos y culturales, sólo estaremos regalándoles a los poderosos un caballito de batalla para atacar la inversión y responsabilidad estatal en educación.
Sería loable que desde los medios masivos se den los espacios para aportar al debate no sólo bajo el subtítulo “conflicto docente” o insistiendo en la estigmatización de los estudiantes. A los trabajadores de la educación nos gustaría participar de ese debate y comunicar las experiencias educativas que desarrollamos en las escuelas públicas de todo el país y habitualmente no tienen pantalla. Esperamos que esta discusión propia de la democracia pueda trascender los paneles de los realities obligados del mes de marzo.
* Secretario general y de Prensa de UTE, respectivamente.
pd Tiene razón Majul, mi hijo fue a la escuela pública y fue militante y dirigente de La Cápora.
GB
DISCOS › LA FIEBRE DE LAS REEDICIONES AMPLIADAS ESTA MUY LEJOS DE EXTINGUIRSE Siempre puede editarse algo “nuevo”
Por Pierre Perrone *
Las reediciones remasterizadas del catálogo de Led Zeppelin fueron hechas por el mismo Jimmy Page.
En una época, si uno era un fanático de Bob Dylan, Rolling Stones o Led Zeppelin y quería escuchar algo más de su artista favorito, la única opción era ponerse a buscar grabaciones piratas como Great White Wonder, Live’r Than You’ll Ever Be y Live on Blueberry Hill en los polvorientos rincones de las disquerías alternativas que se atrevían a ofrecerlas. El negocio de los productos pirata actuaba en espejo a la evolución de la industria musical legítima, a medida que se popularizaban el casete y el CD en los años ochenta y noventa, pero los fanáticos de Bruce Springsteen, Queen y Prince seguían teniendo que hacer el trabajo duro.
De todos modos, en las últimas décadas, los aficionados a The Who, Elvis Costello y REM la tuvieron más fácil, a medida que esos artistas revisitaban sus propios catálogos y lanzaban ediciones aniversario ampliadas con una cantidad creciente de material previamente descartado y bonus tracks. Por supuesto, no fue barato: de manera acorde, esos lanzamientos fueron subiendo su precio. Uno a uno, los artistas fueron siguiendo los pasos de Dylan y su The Bootleg Series (que ya llegó a diez volúmenes), y la trilogía Anthology lanzada por The Beatles en los ’90. Incluso músicos hasta no hace tanto reticentes al tema como Pink Floyd lanzaron lujosas reediciones bautizadas “Experience” e “Inmersion” de The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here y The Wall in 2011, y en breve verá la luz un revaluado álbum aniversario de The Division Bell, último disco de la banda.
A su vez, The Rolling Stones finalmente abrieron en 2009 las bóvedas para armar una edición 40º aniversario de su mítico disco en vivo Get Yer Ya-Ya’s Out, y completaron tracks largamente olvidados para aumentar sus clásicos Exile on Main Street en 2010 y Some Girls en 2011. “Las cajas, las cajas importantes”, respondió Keith Richards en 2009 cuando se le preguntó por la cantidad de material que podría ver la luz del día. “Nadie escribe un disco del track 1 al 12 y dice ‘listo, ya está’. Es un proceso continuo. Hubo material de Sticky Fingers que fue a parar a Exile, y de uno u otro hubo cosas que fueron a Goats head soup”, dijo el guitarrista sobre los discos del período 1971-1973. Desde 2011, los Stones han lanzado media docena de discos en vivo “históricos” como descargas digitales, pero la edición de lujo de Sticky Fingers, que incluiría un concierto en la Universidad de Leeds transmitido por Radio One en 1971, podría ser el próximo paso lógico.
No se trata sólo de Mick Jagger grabando voces para los out takes de los ’70. Manipular viejas cintas para convertirlas en lanzamientos flamantes es algo que se viene haciendo desde que Buddy Holly murió en un accidente de aviación en 1959 y el manager Norman Petty hizo sobregrabaciones en “Peggy Sue got married” para continuar la cadena de hits británicos del rocker. Más de una docena de discos de Jimi Hendrix han aparecido desde su muerte en 1970, aunque el productor Eddie Kramer aseguró que el People, Hell and Angels editado el año pasado será el último de la serie. Aun así, todavía hay más material en vivo de Hendrix esperando su turno, mientras que ya se conocieron unos tentadores fragmentos de los demos Black Gold que el guitarrista le dio al baterista Mitch Mitchell. El rapper Tupac Shakur fue el centro de seis discos póstumos desde su asesinato en 1996, incluyendo Loyal to the game, producido por Eminem en 2004. Un acercamiento similar de maquillaje contemporáneo fue utilizado para los dos discos de Michael Jackson aparecidos desde su muerte en 2009; con más de cien tracks en el archivo, incluyendo tres colaboraciones con Freddie Mercury y varias composiciones de Rod Temperton, aún no se ha escuchado lo último del Rey del Pop.
En los setenta, Led Zeppelin se hizo famoso por un sonido que conquistó al mundo, y también por su comportamiento fuera del escenario. Pero a menudo se olvida el estricto control de calidad que la banda ejerció sobre su producción musical. El grupo no permitió que se editaran singles en Gran Bretaña, mientras que su legendario manager Peter Grant usó tácticas de mano dura para, literalmente, quebrar a los piratas. Aun así, el próximo martes verán la luz las reediciones de Led Zeppelin I, II y III, remasterizadas por el guitarrista Jimmy Page, cada uno acompañado por un disco con material de audio adicional de cada período correspondiente. Esto incluye mezclas alternativas, tres canciones inéditas y un abrumador set en vivo grabado en el Olympia de París en 1969, transmitido por la estación radial francesa Europe 1. Como ávido coleccionista de piratas, Page encontró en Japón un CD de la repetición que en 2007 se hizo de la transmisión francesa, y siguió la pista hasta las cintas originales: la próxima semana el músico aparecerá en un evento que presentará las reediciones en el mismo Olympia.
Pete Flatt, uno de los principales empresarios independientes de Relaciones Públicas y especialista en catálogos desde 1998, está actualmente supervisando las campañas de REM’s Unplugged: The Complete 1991 & 2001 Sessions y Tales of Old Grand-Daddy, un disco de 1973 de The Marcus Hook Roll Band, banda en la que tocaban la guitarra los hermanos Angus y Malcolm Young, junto a su hermano mayor George Young y Harry Vanda, de The Easbyeats. “Es un intrigante proyecto pre-AC/DC, que atrajo un montón de interés”, dice Flatt. “El negocio de las reediciones tiene un futuro saludable. Los sellos y los artistas se ponen más fastidiosos en la preparación, pero se involucran. Algunos músicos son futuros clásicos, Basta mirar los ochenta: Gary Numan, Grace Jones y The The sólo fueron revalorizados en los últimos tiempos. La reedición de Definitely Maybe de Oasis es interesante. Es un ciclo de veinte años.”
Steve Bunyan, director de marketing en Union Square Music, que le ha dado nuevo vigor al catálogo de Madness, Slade y el sello Stiff Records, trabaja en una edición 30º aniversario de Welcome to the Pleasuredome, de Frankie Goes to Hollywood. “Contendrá material inédito de audio y video, un libro, el LP doble original y algunas otras sorpresas”, dice. ¿Pero cuándo algo es demasiado? El año pasado, The Waterboys lanzaron Fisherman’s Box, una exhaustiva caja de siete CD que documentan la evolución de su disco de 1988 Fisherman’s Blues a través de 121 tracks, la mayor cantidad que se haya grabado jamás para un único proyecto. Fue armado por el líder de la banda, Mike Scott, quien dice que “el trabajo fue dirigido por el carácter y la cantidad de material con la que tuve que trabajar, nada más”.
Con ciertos conocidos perfeccionistas como Roxy Music, The Eagles, Steely Dan y Stevie Wonder en la lista de los que aún no han revisado su catálogo, el fondo del barril aún está bien lejos. Para el buscador de colecciones completas, bien se puede citar a otro clásico de los Stones y recordar que “no siempre se puede conseguir todo lo que se quiere”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
La vuelta del uribismo
Por Emir Sader
Parecía que Colombia había dado vuelta una página terrible de su historia, de 50 años de violencia, de guerra civil, de terrorismo. De repente, el uribismo vuelve a plantear el fantasma de todo eso como un pasado que no pasa. En caso de que triunfe Oscar Zuluaga, ya anunció que el mismo 7 de agosto suspenderá o impondrá nuevas condiciones a las negociaciones de paz con las FARC, con lo cual se puede suponer que, de inmediato, habrá una espiral de enfrentamientos militares con la guerrilla buscando demostrar lo que se está perdiendo con las negociaciones de paz y con las fuerzas armadas buscando demostrar que la violencia sería la única forma de enfrentar a las guerrillas. En suma, un retorno terrible a un pasado que se creía superado por las negociaciones políticas para terminar de una buena vez con ese pasado que ha marcado a tantas generaciones de colombianos y ha enfrentado al gobierno de ese país con sus vecinos.
La prensa dice que Juan Manuel Santos no habría logrado demostrar fehacientemente el valor de la paz, mientras Uribe ha retomado sus planteamientos de la Guerra Fría. En la misma noche de la primera vuelta Zuluaga ha dicho, textualmente: “No podemos permitir que las FARC gobiernen el país desde La Habana”. Un dicho típico de la Guerra Fría, de la manipulación de los fantasmas del comunismo para aparecer como “defensor de la democracia y la libertad”, abriendo la puerta para un nuevo proceso de militarización del país.
Es un proceso llevado a sus extremos de radicalización, pero que expresa las posturas de las derechas latinoamericanas, superadas por gobiernos que han disminuido la miseria y la pobreza, promovido procesos de integración regional, fortalecido el rol del Estado, consolidando sistemas políticos que venían de grandes procesos de debilitamiento. En el caso de Colombia, se ha avanzado en la superación política y pacífica de los procesos de enfrentamiento militar, ahora puesto en riesgo por las campañas que se valen del miedo para buscar retornar a un pasado de terror.
Las condiciones son distintas en Colombia y en otros países de América latina, pero el método de la derecha es el mismo. En lugar de asimilar los incuestionables avances en los países con gobiernos posneoliberales, proponiendo la forma de darles continuidad, las derechas del continente sueñan con retornos a pasados superados y derrotados en sus países.
Hay un uribismo en la derecha latinoamericana, una añoranza de un pasado en vías de ser superado, unas ganas de venganza en contra de los que le sacan gobiernos y de la masa del pueblo beneficiaria de las políticas de esos gobiernos. Hay un sentimiento de odio que quieren restaurar, con el miedo y el terror como formas de bloquear la capacidad de lucha de la gente por sus derechos.
Ese es el proyecto de la derecha latinoamericana: la restauración conservadora, antipopular, de sumisión externa y de sometimiento interno a las elites tradicionales. Eso es el uribismo.
Página 12
Tasas de interés
Por Alfredo Zaiat
El balance consolidado de entidades financieras publicado en el último Informe sobre Bancos del BCRA a febrero de este año ofrece información relevante sobre el impacto de la suba de la tasa de interés. El resultado por intereses (el saldo entre lo cobrado por créditos y lo pagado por depósitos) fue del 6,1 por ciento del activo neteado del sistema en el primer bimestre del año. Es el porcentaje más elevado desde la serie presentada en el anexo del reporte. En 2004 fue de 0,9 por ciento subiendo en cada año siguiente, describiendo un salto a 3,1 por ciento en 2008 y hasta el 5,8 por ciento en 2013. En términos nominales, en ese rubro los bancos ganaron 10.503 millones de pesos en los dos primeros meses del año, frente a los 7537 millones de igual período de 2013. Ese monto representa el saldo entre la tasa que retribuyeron por el dinero de los ahorristas y la que cobraron por prestar esos fondos a consumidores o empresas. Esa mayor utilidad embolsada por tasas más altas ha tenido un efecto negativo sobre la economía.
Los bancos privados (nacionales y extranjeros) contabilizaron un resultado por margen por intereses que casi duplicó a la banca pública en febrero: 7,5 versus 3,9 por ciento sobre el activo neteado. Entre los privados, los extranjeros anotaron 8,1 por ciento, mientras que los nacionales, 6,9.
La información corresponde hasta febrero, cuando después de la devaluación la suba de la tasa de interés empezó a actuar con la máxima potencia para enfrentar las presiones especulativas en el mercado cambiario. Se puede estimar que en el balance global en los tres meses siguientes, con tasas que se mantuvieron en niveles elevados, los bancos continuaron con esos importantes márgenes por intereses. Este comportamiento implica ganancias crecientes para las entidades por intermediación financiera y caída de la actividad económica por reducción del financiamiento al consumo (personales, tarjeta de crédito) y al capital de trabajo de las empresas vía adelanto en cuenta corriente o descuento de documentos (cheques y facturas).
La autoridad monetaria subió fuerte la tasa para, junto con la devaluación de fines de enero, frenar el ataque especulativo sobre las reservas. El equipo económico logró de ese modo el objetivo y comenzó una lenta recuperación de reservas. El Central elevó la tasa hasta casi el 30 por ciento anual en las Letras y Notas que suscriben los bancos, colocaciones que actúan también como regulador de la masa monetaria. Las entidades subieron entonces la tasa de interés para seducir a ahorristas en pesos, pero lo hicieron más que proporcionalmente para créditos al consumo y en descuento de documentos. Esta última vía es utilizada por pequeñas y medianas empresas para financiar el capital de trabajo, es decir el giro cotidiano de sus negocios. El alza de esta tasa es todavía más pronunciada en el circuito informal, donde operan además del segmento comercial no bancarizado, pymes que tienen un tope de financiamiento en el banco.
El informe sobre bancos da cuenta de esa situación al mencionar que en febrero “se incrementaron las tasas de interés operadas en moneda nacional para préstamos comerciales y para líneas de consumo, en tanto que las tasas para las líneas con garantía real (hipotecarias y prendarias) se contrajeron levemente”. Señala que “con respecto a enero pasado y comparación con febrero de 2013, todos los grupos de bancos evidenciaron un incremento en los spreads (diferencia entre la tasa activa –préstamos– y la pasiva –depósitos–) de las operaciones en pesos”. El diagnóstico de cómo funciona el mercado de la tasa de interés está detallado en el Informe sobre Bancos elaborado por técnicos de la autoridad monetaria. La nueva Carta Orgánica del Banco Central, modificación que fue un avance significativo frente a la ortodoxia económica y el lobby bancario, brinda herramientas para intervenir en esa dinámica financiera perturbadora de la estabilidad y el crecimiento de la economía. Puede hacerlo controlando y regulando las tasas de interés a través de normas monetarias y contables o puede invitar a los bancos a reducirlas voluntariamente, dado que existen experiencias pasadas de ese tipo de acuerdo de buena convivencia. No necesariamente el Central debe reducir las tasas de las Letras o los bancos la de los depósitos a plazo, sino que el objetivo es bajar las tasas abusivas que afectan el consumo y el giro de negocios de la producción. Esas tasas están reportando ganancias extraordinarias a la banca. La reducción de la tasa de interés no debería estar condicionada a la evolución de los precios (la ortodoxa política de metas de inflación), sino al objetivo de recuperar el dinamismo de la economía, puesto que la retribución financiera esperada del dinero en pesos está vinculada con la expectativa de devaluación más que con la inflación.
El sistema financiero ha contabilizado una ganancia espectacular por la devaluación de fin de enero (9738 millones de pesos), con apenas una leve pérdida (526 millones de pesos) provocada por la posterior obligación del Banco Central de desdolarizar la cartera de las entidades. También han empezado a sumar utilidades con la suba de la tasa de interés como se mencionó, incluyendo en ese rubro el alza de la tasa de las Letras y Notas del BC, stock de activos que aumentó 42,9 por ciento en el primer bimestre del año, al pasar de 89.641 millones de pesos (diciembre 2013) a 128.128 millones de pesos (febrero 2014). Con normas facilitadas por la Carta Orgánica para fijar la magnitud del spread o con diálogo con los banqueros recordándoles sus abultadas y recientes utilidades contabilizadas, la conducción del Central, autoridades bien consideradas por el establishment y el sistema financiero, tiene la posibilidad de inducir a un descenso de las tasas de interés.
Esa eventualidad es resistida por la banca. La reducción de un punto en la tasa de las Letras del Central no provocó movimientos especulativos en el mercado, pero cuando reiteró en el mismo mes esa baja la reacción fue un alza de la cotización del dólar blue. Ante un incipiente descenso de tasas de interés impulsado por el Banco Central reaparecieron presiones especulativas en un mercado marginal para reinstalar expectativas de devaluación. La estrategia es conocida porque ya fue desplegada: marcar precios altos del dólar en el mercado negro, ampliando la brecha con la cotización oficial, generando un escenario de devaluación futura que hace retener la liquidación de dólares por parte de los exportadores y adelantar pagos de los importadores, además de inducir a la dolarización de excedentes en pesos.
Si antes con un estricto régimen de control de acceso a la moneda extranjera y tasas bajas, la ampliación de la brecha cambiaria era la vía de presión sobre la política económica; ahora, con un leve relajamiento del sistema cambiario (autorización con límites para la compra de dólares para trabajadores, para viajar al exterior y para la remisión de utilidades), la amenaza especulativa se manifiesta con la resistencia a operar con tasas de interés en descenso. En uno y en otro escenario, con el mercado financiero y cambiario como protagonista, se afecta negativamente el nivel de actividad económica.
El desafío para el equipo económico es neutralizar esos movimientos especulativos, empezando para alterar el comportamiento procíclico del sistema financiero de operar con tasas de interés altas con estancamiento o caída de la producción según los sectores. Analistas y economistas amantes del ajuste ortodoxo están proponiendo el ajuste fiscal para salir de ese círculo vicioso que, como se sabe, sólo profundizaría la caída de la actividad. Además del componente ideológico, esa propuesta tiene un transparente objetivo político de deteriorar el recorrido económico con vistas a las elecciones presidenciales del año próximo. Para enfrentar esas fuerzas especulativas con el dólar y las tasas se requiere fortalecer la capacidad de intervención del Banco Central, mediante la aplicación de normativas a disposición y también aumentando el stock de reservas. De esa manera el equipo económico puede avanzar en reducir las tasas de interés con espaldas financieras para neutralizar las presiones especulativas por otra vuelta de devaluación.
azaiat@pagina12.com.arLa carta del Papa y la cobertura mediática
Por Martín Romeo (@queruzo)*
El episodio de la carta papal, se convirtió en un interesante laboratorio por la velocidad en la que se sucedieron los acontecimientos que se desarrollaron en apenas 24 horas y la reacciones de la prensa no se hizo esperar.
Al rebote en los medios tradicionales, se sumaron las redes sociales que también vivieron “minuto a minuto” la evolución de lo que se inició como un papelón por la supuesta falsificación epistolar y terminó como un papelón por la falta de conocimiento de la emisión de la carta del Vaticano.
El tratamiento de los diarios con sus versiones impresas y online fue dispar. Así es que por ejemplo, el diario La Nación tuvo una cobertura mayor para la noticia cuando se presumía falsa.
En total dedicaron 18 artículos (69.000 caracteres entre web y diario) distribuidas en notas por mitades según la carta fuera “falsa” o verdadera; la extensión de las mismas, en cambio favoreció a la versión presumida como falsa.
En contraposición, el diario Clarín, le dedicó más notas y centrimetraje asociado a la noticia cuando ya se confirmó como verdadera (4 cuando la noticia se suponía como falsa y 6 cuando se había confirmado como verdadera).
En el siguiente gráfico, podemos ver la nube de palabras asociadas a la carta en La Nación y Clarín según los artículos hayan sido escritos bajo la presunción de falsedad o la confirmación de veracidad.
Las redes sociales, en general; y Twitter, en particular, acompañaron la evolución del tema de manera intensa. En el siguiente gráfico pueden compararse la cantidad de tweets influyentes con usuarios con más de 5000 seguidores que hayan conseguido al menos 10 RTs para los dos momentos que atravesó la “carta del Papa”.
Si bien la cantidad total de tweets influyentes cuando la carta se confirmó como verdadera fue superior al acumulado de tweets cuando la carta se presumía falsa, la evolución horaria muestra que la reacción en tweets cuando se la presumía falsa ha sido más virulenta e intensa registrando los 2 picos máximos. En la práctica, mientras la carta se presumía como falsa 4 hashtags, 3 palabras asociadas y un usuario (@pontifex) alcanzaron a ser tendencias en Argentina (trending topic); con una composición de contenido marcadamente negativa. En contraposición, cuando la carta se confirmó como verdadera y aún habiendo alcanzado mayor cantidad de tweets influyentes sólo consiguieron un registro de tendencia (Karcher) tal como muestra el siguiente gráfico.
Las redes sociales reaccionaron de manera más intensa, rápida y efectiva cuando la carta se presumía falsa y la noticia rozaba el #papelón; en definitiva y como reza una máxima del periodismo, se publican los aviones que caen pero no los que llegan.
*Martín Romeo es Director de Es Viral
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